La alarma que indica que ha habido un accidente vuelve a sonar. Con la madre de Peeta nos miramos y corremos a la entrada de las minas. Está el jefe. El ascensor sube solo 3 veces, su madre me da la mano y sé que como ella ya estoy llorando. El padre de Peeta es la única persona conocida que sale del ascensor. Su madre y otras mujeres gritan desconsoladamente. Peeta, Gale, Tye ¿están muerto? Eso, eso no puede ser.

Me desmayo, porque no soy capaz de digerir esto, pero esta vez, cuando me voy a negro, los fuertes y calidos brazos de Peeta no están para sostenerme. Y al parecer nunca más lo estarán.