Capítulo 9: La verdad

Mimi continuaba llorando cuando Ryo llego con los directivos de la escuela. Ellos no daban crédito a lo que pasaba, el director veía como esa chica sangraba, mientras la subdirectora veía el video que Ryo habia grabado. El profesor de deportes intentaba separar a Mimi de Yamato para llevarla a la enfermería, pero era imposible, ella no se dejaba tocar por nadie tan solo se aferraba a los brazos de Yamato.

Cuando por fin pudieron llevársela Yamato se dio cuenta de que su camisa estaba manchada de sangre, no sabia de donde venia solo recordaba su boca llena de sangre.

—Tenemos que hablar jovencito—Dijo la subdirectora encaminando a los tres chicos a la dirección.

Ahí la secretaria estaba vuelta loca con las llamadas de los padres histéricos de Mimi, los tres estaban nuevamente ante el director, y en la oficina estaban todos los maestros presentes. Veían en los teléfonos de los chicos el video donde Mimi estaba siendo golpeada con brutalidad.

—Les debo una disculpa—Menciono el director—El joven Akiyama nos conto un poco lo que estaba pasando.

—Mimi lleva siendo acosada desde su primer día de escuela—Menciono molesto Yamato—Esos rumores de que teníamos relaciones con ella en el gimnasio eran falsos, ellas los inventaron.

—Nos damos cuenta de nuestro error, y tomaremos las medidas por ello—Menciono la subdirectora.

Yamato sentía de cierto modo una paz, sabia que habia ganado contra aquellas chiquillas.

—Ya buscamos por toda la escuela, huyeron—Menciono el maestro de música llegando junto con el profesor de deportes.

—Tendremos que hablar mañana con ellas, y con los padres, por lo pronto esperaremos que lleguen los señores Tachikawa a que la recojan—Menciono el director—Gracias por reportar esta situación, si gustan pueden ir a ver a su amiga a la enfermería.

Tardo mas el director en decir esa frase que en los chicos salir corriendo a la enfermería. Entraron asustando a la enfermera, pensó que venían a atacar nuevamente a Mimi.

—Salgan—Dijo con autoridad la enfermera.

—Lo lamentamos, solo queremos ver si Mimi está bien—Dijo Yamato algo alterado.

—Si ella esta bien, le coci la barbilla y la frente, tuve que hacerlo de emergencia—Menciono la enfermera.

Aquella señora era bastante bajita y regordeta, usando una trenza en moño, Ryo no pudo evitar abrazarla y darle un par de vueltas a modo de felicitación.

—Si no me sueltas hare que te expulsen—Dijo aquella señora.

Ryo dejo de hacer bromas con la señora, ella estaba algo mareada por o que habia hecho el chico.

—¿Podemos verla? —Pregunto Kouji.

—No, le di un tranquilizante, estaba muy alterada, ya debe estar por dormirse.

—Por favor solo un momento, quiero saber cómo esta—Yamato insistió.

—Esta bien, te lo repito muchacho, ella está tranquila, dejala descansar.

Aquella señora era muy autoritaria, muchos estudiantes decían que daba miedo, así que los tres salieron a hablar a fuera.

¿Cómo habían llegado a tiempo antes de que le causaran más daño a Mimi?

Yamato se iba a encontrar con Mimi después de clases para ir a ensayar, la escuela estaba casi vacía, y vio como la llevaban por los pasillos con una sonrisa falsa, Yamato inmediatamente le llamo a sus amigos, Ryo aun se encontraba en su salón en el segundo piso y busco por las ventanas de su piso a ver donde se encontraba Mimi, entre los tres habían decidido grabarlas, por todos los ángulos posibles, Yamato no podía con el dolor de verla ahí tirada siendo amenazada pero tenia que grabarla para tener pruebas suficientes.

—Mimi—Escucharon los tres a la madre de la chica correr y gritar hacia la enfermería.

La señora entro corriendo sin siquiera ver a los chicos, detrás de ella se encontraba su esposo, iba un poco más calmado.

—¿Ustedes fueron quien ayudaron a mi hija? —Yamato conocía al padre de Mimi, así que le respondió.

—Si señor Tachikawa.

Aquel hombre de gafas circulares hizo una reverencia ante los tres chicos.

—Gracias por salvar a mi pequeña.

—Descuide, ella es nuestra amiga—Menciono Ryo.

—En verdad ella necesita buenos amigos—El señor Tachikawa se despidió y entro a la enfermería junto con su esposa y su hija.

—Deberíamos irnos—Menciono Kouji.

—Si después pasamos a su casa a saludarla—Menciono Ryo.

Yamato no estaba conforme ni tranquilo con eso quería ver a Mimi, saber cómo estaba, pero sus amigos insistieron demasiado, tal vez tocar y practicar un poco en el estudio mejoraría su ánimo, pero no fue así, tan solo pasaron el rato perdiendo el tiempo. De repente tocaron a la puerta.

—Lamento interrumpir, pero quisiera saber sobre Hiro, ¿Está enfermo? —Era Akihiko el administrador del lugar.

—No lo sabemos—Menciono Ryo.

—¿No ha venido a trabajar? —Pregunto Yamato.

—No, tiene tres días que no aparece y no contesta las llamadas, estoy preocupado por el—Yamato se preocupó por el también, tomo sus cosas y salió de ahí—¿Y a él que le pasa?

—Larga historia—Dijo Ryo.

—Me gustan los chismes y mi banda no ha llegado así que ¿Qué paso con Hiro?

Los chicos tenían confianza con Akihiko por que era mayor que ellos, y era el jefe de Hiro debía de saber por que no habia ido, tal vez así salvaría un poco su empleo. Le contaron todo y el mayor estaba sorprendido por lo que le habia hecho, habia dicho que esa chica habia ido varias veces al estudio, pero era bastante callada y parecía que no le interesaba en lo absoluto estar con Hiro, el no era un jefe exigente y podían ir las chicas que quisieran solo que esa chica por alguna extraña razón no le agradaba.

Cuando acordó Yamato se encontraba fuera de la casa de Hiro, era tal como la recordaba, una casa pequeña de dos pisos con jardín en frente, pero habían cambiado de auto, y la pintura era diferente, llamo a la puerta, pero al no escuchar a nadie intento irse, cuando estaba en la calle salió una señora.

—¿Sí?

—¿Se encuentra Hiro?

—¿Yamato? ¿Eres tú cariño? —Aquella mujer lo reconoció.

—Si señora Shioda—Dijo Yamato un poco nervioso.

—Pasa querido, pasa—Yamato obedeció.

Aquel lugar no habia cambiado mucho, Hiro y el eran mejores amigos cuando eran niños, pero después de que sus padres se separaron Hiro ya no volvió a hablar con Yamato, y jamás entendió el por qué, pero al parecer la familia del castaño lo recordaba con mucho cariño.

—Hiro no se ha sentido bien, tiene desde hace tres días encerrado, llego con un golpe en la cara, creemos que se peleo y desde entonces se a encerrado en su habitación. Me preocupa por uqe no ha comido ni ha salido de ahí. Su hermana dice que lo escucho hace dos noches entrar al baño.

Yamato entendió que Hiro estaba en una depresión grande, de un momento a otro descubrir que tu novia hizo lo que hizo y además enterarte de que le habia sido infiel sabia que era algo difícil de digerir.

—Pasa, tal vez con amigos pueda salir un poco.

Yamato subió las escaleras, su cuarto seguía siendo la misma puerta que daba directo a las escaleras, toco un par de veces, pero no escucho respuesta, así que entro.

—Voy a pasar—Dijo entrando a la habitación.

La habitación estaba desordenada, Hiro estaba cubierto de pies a cabeza en la oscuridad, las cortinas también se encontraban cerradas, Hiro no se inmuto cuando escuchó a Yamato, el rubio tan solo se sento a un lado de la cama viendo insistentemente su teléfono. No quería incomodarlo mas de lo que ya estaba, pero de alguna manera quería ver si su amigo de la infancia estaba bien.

—¿Qué haces aquí? —Pregunto el castaño después de mucho tiempo.

—Vine a ver como estabas.

—¿Para qué? ¿Para burlarte de mí?

—No, Akihiko esta preocupado por ti, llevas días sin aparecer, los profesores también.

—No volveré a ese trabajo y no volveré a esa estúpida escuela—Yamato veía como el chico ni siquiera se levantaba ni sacaba su rostro para verlo.

—Mira se que tenemos muchos años que no nos llevamos bien, pero en estas semanas que hemos estado tocando juntos me hizo darme cuenta de que no sé por qué llevábamos tanto tiempo sin hablarnos.

Hiro se levanto casi de golpe de la cama asustando a Yamato, lo vio con un rostro bastante serio.

—¿No lo recuerdas?

—¿Recordar que? —Preguntó Yamato algo confundido.

—Cuando teníamos 6 años éramos mejores amigos hacíamos todo juntos y luego un día dejaste de hablarme, dejaste de hablarle a todo mundo, estabas molesto todo el tiempo. Intente hablarte muchas veces hasta que me canse de buscarte…

Yamato estaba sorprendido, bajo la mirada y muy en el fondo de su corazón no quería recordar eso, sabía que tenía la culpa, pero…no quería recordarlo.

—Cuando volviste después de aquel campamento de verano al que yo no fui volviste con amigos nuevos, fue entonces que me molesté y ya no insistí en buscarte.

—Lo se…y lo lamento…realmente…yo no sabía que hacía…pero mis padres se separaron…

—Lo sé, pero no era…

—Déjame terminar…estaba muy molesto con mi madre por que me abandono, un día cuando desperté no estaban sus cosas, ni mi hermano, mamá me dejo apropósito y sentí tanto coraje tanta rabia en mí, papá estaba solo y muy triste, pero de alguna manera el también me abandono se enfoco en el trabajo y pensé que ya nadie quería estar conmigo, me encerré en mí, papá me obligo a ir a ese campamento por que yo no te invitaba a jugar, no quería que vieras como era mi casa, y tampoco quería venir. Me preguntaba todos los días que habia hecho mal para que mamá me abandonara, ¿Por qué no podía tener una mamá como tú?

—Yamato…yo…no sabía que te sentías así…creí que ya no quería hablarme y luego te conseguiste más amigos pensé que yo era el del problema.

—No…tu no eras el del problema, el del problema era yo—No supo en que momento sus ojos empezaron a gotear, era difícil volver a recordar eso.

Llevaba ahora una vida normal, su padre se preocupaba más por él, su madre después de aquel campamento volvió a buscarlo, ya no estaba solo, creció a la par que su hermano, pero recordar todos aquellos momentos le dolían. No supo porque, pero Hiro lo abrazo.

Hablaron un poco más, hiro también se sentía impotente de su situación, habia confrontado a Ayaka, y le confeso todo, ella estaba con el simplemente para la música, para que le prestara un estudio de grabación para ella y para Kanna, también le dijo que nunca lo amo y que su verdadero novio era Yoshi, pero el también la boto al saber que le era infiel. Entre las confesiones hubo una donde le decía que habia hecho con Mimi. Yamato le conto lo que habia pasado esa tarde y Hiro de alguna manera se sentía culpable por lo que le habia pasado a su amiga.

—La quieres verdad—Hiro lo saco de sus pensamientos.

—¿Qué?

—La quieres, a Tachikawa.

—No…

—Yamato…me golpeaste por ella, si eso no es querer no se que sea—Yamato estaba sonrojado, no tenia muy en claro qué era lo que quería con Mimi.

Mas tarde fue a verla, pero ella no se encontraba en casa, iba saliendo del edificio cuando se la encontró a ella y a sus padres bajando del elevador.

—Matt—Dijo sorprendida Mimi—¿Qué haces aquí?

—Quería saber cómo estabas.

—Querido vamos a casa, ahí les preparare algo de comer y pueden charlar lo que quieran.

Yamato se ofreció a llevar a Mimi a casa, la rodeo por la cintura y camino junto a ella, los padres de la chica solo veían como aquel chico de cabellos rubios se preocupaba demasiado por su hija. Yamato no se percato de que Mimi estaba bastante nerviosa, era la primera vez que estaba consciente de que Yamato de alguna manera la estaba abrazando.

Llegaron muy rápido al departamento, Yamato dejo a Mimi en el sofá donde descanso un poco, la madre de la chica insistió en que Yamato se quedara a cenar así que fue a la cocina, arrastrando casi a su esposo, de alguna manera la madre de la chica creía que ese chico tenia un romance con su Mimi.

—Lamento no haberlas detenido a tiempo—Menciono Yamato sentándose a su lado.

—Aunque no hubieras estado ahí, ellas me tenían coraje—Dijo Mimi un poco triste.

—¿Qué harán? ¿Demandaran a esas chicas?

—Papá dice que si, hablaron con los directores y ellos prometieron que las expulsarían.

—Al fin ese montón de locas te dejaran en paz.

—Si…pero…y los demás…

—Los demás no importan, sin la influencia de ellas dejaran de molestarte—Yamato inconscientemente busco la mano de Mimi y entrelazo su dedo meñique con el de ella—Además…te dije que te iba a proteger.


Mis estrellitas, cuando la inspiración esta no hay quien me pare y como la semana pasada, dos capítulos en una semana. He estado leyendo sus comentarios y agradezco infinitamente este apoyo que me están dando, estoy dando lo mejor para que tengan un fanfic de calidad. Vamos en el capitulo 9, y quiero abordar mas cosas, aun no llego ni a la mitad de lo que tenia planeado, pero tampoco me quiero extender con mil capítulos para no hacerlo tan tedioso. Espero que este capitulo sea de su agrado como los demás, los estaré leyendo.