Hola gente.

Feliz inicio de año. Al menos logre publicar esto en la primera semana de este mes así que…

Disfruten del capitulo :D


Blanca Navidad y Dudas


La noche buena se respiraba en la residencia de los Loud con las decoraciones decembrinas adornando en la fachada del hogar, pero en este caso ya todos estaban en sus respectivas camas más temprano de lo habitual para poder abrir los obsequios en las primeras horas de la mañana.

Bueno… todos salvo ciertas personas.

Eh… Chicos, ¿qu- qué hago? —Tartamudea Lincoln por algo de ayuda a los ausentes guardianes.

Podía sentir como sus hermanas mayores comenzaron entusiasmarse con él. Donde Lori le besaba su blanca cabellera con afecto y Leni tenía la mano del albino aprisionada entre sus muslos, haciéndole saber que está de 'humor'.

Ambas habían decidido que el chico se quedase con ellas en su habitación y las menores, Lisa y Lily irían con sus padres por el hecho que los conductos de los tres hermanos se encontraban obstruidos y ya por mediados de febrero podrían hacer las reparaciones necesarias.

Pero lo que no contaba Lincoln es que ambas rubias tenían planeado algo distinto para esta noche, más bien Lori y Leni solo le seguiría la corriente.

Sabiendo que no podía permitirse la hermana mayor darle un buen regalo de cumpleaños a su conejito o sino se repetiría el asunto de sus padres por la consola portátil, por lo que decidió posponerlo en otra ocasión, una cuando los tres vuelvan a tener tiempo a solas.

—¿Estás listo para tu regalo de navidad Linc~? —Comento suavemente la mayor.

Colocando su celular en la mesita de noche como una pequeña lámpara, pero antes de seguir provocándole, algo interrumpió todo. Por el repentino movimiento que hizo su hermana al ver como ellos sellaban sus labios, siendo Leni la más entusiasmada.

La rubia menor no demostraba su ansiedad, pero se sentía muy inquieta. Esto se debía a que no había tenido ninguna interacción íntima con él, ni siquiera pudo ni una sola vez dormir una noche juntos. Esto se debía al aumento de popularidad de sus cremas para la piel, si no también a su impedimento de declinar a las salidas de Jackie y Mandee. Convenciéndose a sí misma de que estaría con él al día siguiente, y luego paso un día, después otro y así sucesivamente, prologándolo. Sin embargo, su cuerpo inconscientemente pedía cariño y mimos, sin importar de qué tipo. A pesar de esto, Leni no tenía idea de los sentimientos mezclados de lujuria y amor que estaban creciendo dentro de ella. Siendo estos donde por fin podrá liberarlos esta noche al tener vía libre.

Y por parte de Lori, perpleja, sería una modesta descripción de su estado actual al ver como Leni no solo su beso subía en intensidad, sino que una de sus manos paso complacer a la tiesa polla del albino por debajo de su pijama. Ante esa acción, la mayor recién se percata de la mano del niño sumergida también en las bragas de Leni complaciéndose así los dos mutuamente sus genitales hasta que la rubia menor cerro abruptamente sus muslos al sentir la ya familiar sensación en su vientre.

Con el sonoro chasquido de carne que causo las piernas de su hermana. Lori sale de la sorpresa inicial viendo como Leni le temblaron sus rodillas y rompe su beso con el albino para tensar su espalda. Todo eso en su propio sitio, siendo después un desplome completo en la cama jadeando lo suficiente en busca de aire, provocando que sus pechos oscilaran a la par de su respiración. Moviendo un poco su visión, la rubia menor ve a su hermana y confunde su mirada de sorpresa por una de envidia, recordando aquella vez que interrumpió en un mal momento con su tiempo compartido con Linky. Dándole una idea de cómo compasárselo sin saber que la mayor ya había conseguido lo suyo tiempo después.

—Ah… Lori… —Con aquella última exhalación de Leni la llamo captando por fin la atención a la otra.

Y la mayor al divisarla no se esperaba ni en sus más locos sueños que esto pasase, bueno aparte de estar en una relación abierta con su hermano menor con otra de sus hermanas, pero no ESTO.

Lincoln no creía lo que veía. Sin saber si aquello es real o era por tener la mente aún abrumada por la atención dada por su primera novia. Pero ver a sus hermanas besándose era algo que no esperaba presenciar y de alguna manera no le disgustaba la imagen. De hecho, su instinto le instaba que les acompañase, y como si leyese el ambiente.

Leni hace caer a Lori, recostándola en la cama para después separarse de aquel beso sin importarle el hilo de saliva que habían creado e ignorando la mirada perdida de la rubia mayor ante la inesperada interacción compartida. Pero ni tiempo le han dado para procesar si lo que le sucedió fue real al sentir que alguien manipula su cuerpo, dejándola ahora bocabajo, provocando un débil chillido ante la repentina acción, un comportamiento no muy visto por parte de ella.

—¡¿Qu-Qué?! Leni, ¿qué haces? —Sin evitarlo, Lori alza la voz cuando siente las manos de la otra rubia sobre su trasero, levantándolo al aire.

Sin querer responderle aún Leni toma los bordes de las bragas de su hermana y se los baja para presentarle a su hermanito el culo desnudo de Lori al completo. —Ta-da… Aquí está tu regalo de navidad Linky.

"Aghh… Leni…", tras escuchar la revelación, el cerebro de Lori al fin junta los puntos y se da cuenta sobre las intenciones de su despistada hermana. Ciertamente, la mayor tenía planeado obtener un tiempo compartido e íntimo con su conejito junto con Leni antes de que todos despertasen, pero no así, no de esta manera. Para darse cuenta de donde o mejor dicho de 'quienes' pudo adquirir su hermana este tipo de comportamiento y castigaría seriamente a esas chicas por mentirle en la cara al decir que solo habían 'consolado' su hermana. Sin embargo, todos esos pensamientos se derrumbaron al percibir algo de aire cálido en su vagina.

—Oye, Linc noOOHH… —Pero fue tarde para Lori en comentar unas palabras al sentir como su hermanito inhalo profundamente, oliendo su néctar, antes de sumergirse y darle a los labios de su novia una buena y larga lamida desde su raja hasta el clítoris. La boca de Lincoln se adhirió a su carne, haciendo que su cadera se crispase por la húmeda interacción de su lengua en sus labios inferiores.

Sus demás intenciones fueron detenidas cuando sintió como las pequeñas manos de su hermanito sujetaban su tierna carne de su culo con un notable agarre y procedió en abrir sus nalgas. A pesar el repentino toque, su cuerpo se estaba calentando.

A Lincoln le encantaba el peculiar sabor del coño de Lori. Pese el regusto salado inicial cuando comenzó atenderla, pero se daba cuenta de que su pareja respondía recíprocamente, así que decidió darle lo que quería. Segrego un poco más de saliva en su lengua antes de frotarlo agresivamente contra los labios inferiores de la adolescente. La mayor sintió un escalofrío cuando algo sólido deseaba entrar en su región sagrada.

Lincoln movió deslizando su apéndice sobre los labios bajos de Lori y comenzó a acariciarlos mientras mantenía sus otras dos manos masajeando su tierna carne de su trasero en círculos. Bromeando suavemente en rozar las puntas de sus dedos entre la grieta de sus nalgas con tal de molestarla. O eso era lo que creía la rubia mayor sin saber que solo el peliblanco se estaba dejando llevar por su puro instinto con rápidas lamidas y uno que otros besos, dándole oleadas de afecto mientras sus dedos iban a su propio ritmo en su piel.

Al principio se sentía extraña e incómoda al tener a Leni no solo como espectadora, sino también al ser ella quien la ofreció en forma de regalo anticipado. Si en un principio solo quería tomar ventaja sobre el tema del obsequio como una excusa con tal de averiguar cuál era la favorita para Lincoln. A pesar de sentirse sumamente incómoda, su cuerpo se calentaba y a ella no le gustaba hasta que sintió que una agradable corriente eléctrica atravesaba todo su ser.

Empezó nuevamente a sentirse rara, pidiendo entre balbuceos un descanso. Solo para que sintiera un pinchazo en su recto por parte de Leni que vino acompañado con la intrusión completa de la lengua de Lincoln en su coño. Haciendo que su rostro alcáncese un sonrojo atómico y por un segundo sus pupilas se contrajeron demostrando lo bien que ha empezado a sentirse.

Sintiendo como la lengua se abría paso en el interior de su vulva y el placer le atravesaba su cuerpo y ella sumió su cabeza en una de las almohadas dando un grito ronco que apenas registró algo de ruido tensando a su vez toda su región inferior. En su rostro se podía notar fácilmente que sus ojos se movieron hacia arriba mientras su baba se derramaba por la comisura de la boca empapando en todo el cojín.

—¡Hnng! ¡Nngh!

—Dios… Ves Linky. Ella también hace cosas raras cuando limpias ahí abajo. —Comento tiernamente Leni. Estando detrás de Lincoln con sus tetas descansando sobre su cabeza mientras ella seguía masturbando el recto de su hermana con entusiasmo con el dedo medio tras escuchar los gemidos amortiguados de ella contra la tela. Y el albino hacía lo posible en beberse el juego que Lori comenzó a desbordar.

Y gracias a dicho placer, su trasero temblaba. Haciendo que su cuerpo de forma instintiva abriese más sus piernas y levante su culo en el aire para facilitar el acceso a su vagina. Obligando que su rostro buscase algo de consuelo en la almohada. Sintiendo la intensidad de lo que sea que fuese en su puerta trasera, se detuvo abruptamente. Calmándola un poco para de pronto su rostro se contorsionase una vez más al sentir una segunda boca en el capullo de su clítoris.

Leni ahora sobresaliendo entre las piernas de Lincoln. Podía percibir a su hermana mayor que tan mojada estaba, tal como ella lo está. Incluyendo también el cosquilleo que siente debido al vello púbico recortado que tiene su hermana, trayéndole gratos recuerdos de su tiempo de calidad con sus amigas, que sus muslos se frotasen entre sí. Y ver las atenciones que hacia la boca de Lincoln en, enganchada torpemente en el interior de la rubia mayor. Besando con cuidado las partes internas de las piernas de Lori ya una vez que esté seguro de haber encontrado el punto dulce de la rubia.

"Mierda, mierda, mierda", jadea Lori pesadamente, con la frente presionada contra la almohada y sus antebrazos temblorosos se apoyaban en cada lado con tal de no caerse. "No puedo creer… que estemos haciendo esto".

Las sensaciones abrumadoras empezaron a hacer que su temperatura volviese a aumentar. Pero esta vez no pudo concentrarse gracias al trabajo en conjunto de Leni y Lincoln. Provocando que su cuerpo se tambalee hacia adelante y atrás repetidamente golpeando su culo contra la cara del albino, a pesar del poco tiempo que ha recibido sus atenciones, ya está más que húmeda y lubricada.

"No… No paren…", deseaba la rubia mayor.

Cosa que ellos le concedieron.

Lori, al notar que la estimulación ya era inmensa por la cantidad de placer que recibía. Opacando las otras veces que estuvo con Lincoln. No pudo evitar que su cuerpo tomase el control, balanceo su cadera de adelante hacia atrás, de derecha a izquierda, de arriba hacia abajo, en círculos, toda clase de movimientos que coincidiesen con la boca y la lengua que sus hermanos le invadían su aún intacta 'virginidad'.

Leni se frotaba su flor contra su propia mano, su cálido aliento provoca que los vellos de la pelvis de Lori se ericen, desviándose de su objetivo por un momento se concentró en sí misma y hundió sus dos dedos en su interior, sintiendo también el escalofrío al pasar su palma por su mota de vello. Ella consigue dar un gemido que suena como una especie sollozo ahogado al mantener sus labios sellados en el botón de carne de Lori, por lo que la rubia menor mantuvo sus dedos incrustados y los siguió moviendo para una segunda explosión de éxtasis. Pero esta vez regresando a estimular el clítoris que había desatendido.

De tanto balanceo con la almohada aún teniendo su cara contorsionada y con su boca abierta. Lori, como pudo, paso su mano hacia su culo y cuando sintió la blanca cabellera de Lincoln. Inmediatamente, lo empujo para que profundice aún más sus atenciones a su trasero, provocando que sus ojos mirasen arriba una vez más.

Lincoln se había asustado en su sitio al sentir una mano posada en su cabeza, pero todas las dudas desaparecieron cuando empujaron su rostro hacia el trasero de su novia. Logrando así que el sabor explotase otra vez en sus papilas gustativas, manchando toda su boca hasta la parte de su barbilla, como si Lori tratase de marcarlo para que sea de su propiedad exclusiva y que siguiese violando su coño con su boca.

—¡Nngh! —Fue el aullido amortiguado de Lori aun lleno de placer, y otro orgasmo de la noche, explotando, obligando al albino en redoblar sus esfuerzos, en atenderla tras su eyaculación femenina.

Aun en su inconsciencia, Leni se dio cuenta de una cosa. Mientras seguía lamiendo y chupando el clítoris de Lori al descubierto, y por los jadeos amortiguados que podía escuchar por parte de Lincoln, estaban disfrutándolo más que bien. Ella, sin verlo, lo podía sentir a través de lo caliente está él por su pene que se cierne sobre una de sus tetas.

"Su cosita se ve muy emocionado", bromeó Leni dulce y amorosa en su mente. Y con ello líbero de su boca el clítoris de su hermana, ganándose esta un suspiro de alivio para luego que la rubia menor se dirigiese más al sur justo por debajo de la polla de su novio.

"¿Creció un poco más? Pero también… su aroma…", ella se humedece los labios por un momento antes de finalmente lamer la punta de su pene.

Ganándose Lincoln un jadeo ahogado al ser tomado desprevenido ante tal cálida sensación sin poder saber que era su hermana Leni quien estaba debajo de él, pero al reconocer de que se trataba, intento relajarse para dejarse llevar mejor. Sintiendo como Leni lamia su vara de arriba a abajo tratándose de un palito de helado. Pasó su lengua por todo el eje, asegurándose de haber probado cada área minúscula de la polla de su Linky incluyendo sus pequeñas bolas que le siguen pareciendo lindas las reacciones cuando pasa con toda su lengua ahí y su boca en aquel pequeño saco. Ella lamió y besó, dándole algunos sus rastros desde la punta hasta la base terminando con un sonoro beso en su escroto, provocando la contracción del saco. Lincoln resistió el impulso de mover con fuerza su polla en Leni con irresistible trato.

Finalmente, ella abre su boca por completo envolviendo todo su eje, haciendo que Lincoln dejase escapar un quejido ahogado, volviendo a gemir fuerte en el interior del coño de Lori. Haciendo que se corra otra vez ante las vibraciones que realizo sus gemidos y le provocasen convulsiones en sus piernas por tal estimulación. Mientras la polla del albino seguía dura como una roca, pasando por los labios y la lengua de la rubia menor. Leni continuó consintiéndolo con sus dientes levemente, aprendiendo las primeras veces en no lastimar por accidente a su Linky, no otra vez.

Con ello su cuerpo se calentó ante la excitación y siguió en aumento. Levantando una de sus manos, comenzó a apretar uno de sus senos restregando su pezón en su palma. Sus ojos se entrecerraron en un intenso estado de olvido tras los amortiguados cánticos de su pareja. Su boca estaba bien abierta, sintiendo todo su ser en puro éxtasis y actuando por mero impulso. No tenía nada en mente, excepto el delicioso sabor de su copo de nieve por toda su lengua y la electrizante sensación de sus propios dedos en su coño.

Una saliva espesa se extendió sobre el eje del chico, haciendo que Lincoln temblase. Miró hacia abajo para ver directamente a los ojos perdidos de Leni, pero él los veía de otra forma.

Le regresaba la mirada, entrecerrando su visión, entre juego y en saludo pesé tener la boca llena. Luego brindándole un guiño, excitando aún más al peliblanco.

Y Lori no podría estar más caliente de lo que ya está. Sus dedos de los pies se curvaron aún más entre los jadeos, escapándose de sus labios y nariz.

Leni sintió que se endurecía aún más Lincoln dentro de su boca y lo tomó como un indicativo de su final. Lentamente, ella comenzó a mover la cabeza hacia adelante y hacia atrás antes de ir a toda velocidad. Estaba decidida a obtener que la reacción de su novio fuese mayor que la vez anterior.

"¡Es-Esto… se siente… tan… genial! ...", jadeó en silencio Lincoln. Pese tener su boca amordazada por el trasero de Lori, no quería perder el impulso. En cambio, obtuvo aún más energía en su balanceo, bombeando su polla dentro de la boca de su hermana mayor hasta que… todo se rompió en la mente del albino.

Y entonces, Lincoln pudo sentir su polla temblando de nuevo como las otras veces que sus hermanas se lo mamaban, pero esta vez fue diferente. Sentía una gran presión por debajo de su ombligo. Sus testículos comenzaron a tensarse. Y finalmente llegó…

Pudo percibir algo que se agitaba dentro de él, mientras la fuerza de sus caderas y el dominio en sus manos que tiene sobre Lori comienza a apoderarse de él. La mirada que le hizo antes Leni seguía permeando en su mente; la forma en que sus ojos se fijaban en los de él, amando la sensación de aquellos dedos en su cabello que lo mantenían fijado en Lori, la forma en que lo sujeta…

Ninguno de los tres deseaba que esto terminase, pidiendo sentir este sentimiento para siempre.

Era demasiado bueno para detenerse, mucho menos para pensar claramente, y sabían que, no importa cuán intenso esto se volviese, las dos rubias lo habían acordado internamente. No había nada de malo en lo que estaban haciendo en ese momento, e incluso cuando él en algún momento sentía el deseo de tomarlas, ellas no se lo negarían.

Sintiendo ahora Lori que el agarre de su conejito aumentaba en fuerza haciéndola querer llevar esto más lejos, presionarla más fuerte su culo a su rostro, ella sabe que puede con esto. Tomando esa agresión más con una especie de halago y deja que él la sujete. Continuando moviendo su mano para acariciar su blanca cabellera, golpeándolo contra su carne y tratando de llamar su atención. Ella, sin mirar, desplaza su mano, abandonando su cabello y entrelazar sus dedos con los de él o al menos tratando.

El albino comienza a mover sus caderas, empujando hacia la cara de Leni, mientras ella estruja aún más su propio seno, pellizcando su pezón entre sus dedos. A ella le estaba encantando esa sensación, aún más al saber que lo que hacía a su novio le provocaba una inmensa felicidad. Mueve su cabeza una poco más rápida, queriendo empujar esto más allá, igualando sus movimientos mientras él también pone de su esfuerzo. Haciéndolo aún más intenso, y Leni comienza a preguntarse si su Linky le gustaran los otros tipos de juegos similares a estos de aquella curiosa revista de Lori.

Siguió empujando Lincoln hacia unos niveles de placer que ni siquiera sabía que eran posibles. Leni le estaba haciendo sentir increíblemente bien. Jadeando por la rubia menor, gimió y gozo mientras ella lo empuja más y más profundamente en este nuevo abismo. Se sentía tan bien, demasiado bien, y él no sabe de qué otra manera reaccionar ante la forma en que ella lo complace.

Con Lori, la sensación de sus suaves y cálidos pechos siendo aplastados por el colchón eran suficiente para que le erizasen la piel. Su cuerpo se había vuelto increíblemente sensible en todas partes. Una nube de risitas tontas, arrullos sensuales, gemidos, jadeos y chillidos cachondos descendían sobre su mente, nublando la voz de la razón de la chica.

O mejor dicho, tal vez no sea la razón en sí, pero lo sienta tan bien de una manera completamente diferente, llevando a Lori cada vez a un nuevo pico de placer. Él lo estaba haciéndola sentir increíble, mejor de lo que nunca antes se había sentido, y lo mejor, sabía que ni siquiera era la punta del iceberg. Es divertido y adorable escuchar la forma en que él gime y sea ella quien lo esté provocando. Su cuerpo se estaba completamente fuera de control y su respiración se vuelve más caliente y errática.

Él no podía soportarlo más y Leni lo percibió, pero algo nuevo sintió en su lengua.

Una especie de baba más espesa que su saliva empezó emanar desde el pene de su novio. Por no menos de un segundo quería retirarse, pero al sentir su sabor se retractó y busco más de ella para degustarlo sin saber que se trataba de su líquido pre-seminal, provocando que aumentase la sensación.

Mientras seguía moviéndose de arriba y abajo por su polla, agregando un poco de lubricación natural al proceso. Lincoln siguió resoplando. Leni, con su naturaleza curiosa, inconscientemente se esforzó por mantenerlo al límite de manera impecable. Él pudo sentir que algo venía. Pero cada vez que el sentimiento le invadía, juraba en su interior que se trataba que su vejiga, e iba a tener una fuga. Cuando estaba listo para retirarse, sin embargo, la rubia menor tuvo otros planes. Ella en el momento justo que sintió movimiento abrió un poco más su boca para poder mantenerlo allí en su sitio, sin saber que también había capturado los pequeños testículos de su novio empapándolos con su saliva.

Todo esto era abrumador para el niño, y él no sabía qué hacer. Sentía que estaba tan cerca, podía sentirlo venir, solo para que ella hiciese esa acción de manera súbita con sus bolas. Causando que Lincoln mordiese un poco la carne sensible de Lori, causando así que los tres diesen el último empujón con sus cuerpos, tentándose al clímax, los estaba volviendo locos.

Finalmente, los tres se entregaron a ese placer. Leni acelero el paso de sus manos en complacerse, esta vez sin detenerse, y el albino liberaba sonidos de pura felicidad. Él, sin poder soportarlo, aparta el trasero de su hermana mayor de su boca para liberar un silencioso quejido, sujetando fuertemente las nalgas de Lori mientras eyacula por primera vez en su vida.

Su semilla broto, salpicando toda la boca de Leni cubriendo por completo su lengua con la sustancia caliente y pegajosa. Los ojos de la rubia se abrieron de sorpresa ante el abrupto disparo, pero cuando el sabor golpeó sus papilas gustativas. Aquel miedo inicial desapareció y de forma inmediata fue a consumar esa deliciosa golosina blanca que tenía un inicio salado, pero no tanto como para que lo rechazase.

Lincoln se estremecía, era el sentimiento más fuerte que nunca percibió en su joven vida, pero en el momento que aquella emoción se apaciguaba, comenzó pasarle factura.

En cambio, con Leni y Lori simplemente parecían estar más que idas en sí.

Con la hermana menor, al saber que tanto ella como su hermanito llegaron al 'pico' como lo llaman sus amigas. Sintiendo que tan viscoso y caliente termino su boca por el regalo de Lincoln. Notando a su vez cuan húmedas se encontraban sus manos al percibir en su raja que ella también llegó y disfruto aún más el poder hacerle complacerle otra vez a su pequeño novio que hasta el punto que su cosita le premio con una golosina un tanto salada que gustosamente ingirió sin importarle lo difícil que le fue al tragárselo. Leni permaneció en su lugar un poco más antes de que el último rastro de semen de Lincoln fuese depositado en su boca. Tragándose los restos para después separarse al fin de él, dejando su miembro toda flácida, no sin antes darle un rastro de tiernos besos en la polla en forma de agradecimiento en hacerle experimentar tal felicidad. Ella había consumido casi cada rastro de su esperma. Dejando como la poca evidencia restos blancos en la comisura de su boca

Y en cuanto se deslizó de las piernas de su copito de nieve, se percató que era la única que quedo despierta. Viendo como Lori solo balbuceaba incoherencias en un estado semi-consiente, creyendo la rubia menor que su hermana hablaba entre sueños, pero eso no le impido ver con ternura a su Linky reposando su mejilla derecha contra el trasero de Lori viéndose muy 'en paz'.

—Mhn… —Con desgana Lori abre uno de sus ojos. Pero eso quedaría en segundo plano.

Su estado pasa de ser aturdido a uno activo al sentir humedad en sus muslos interno. De inmediato y con pena desliza su mano por debajo de la manta para verificar si no tuvo un accidente, pero en el camino sus acciones se congelaron al sentir por los dedos tocar algo cálido, pequeño y… duro.

Lentamente, como si fuese un movimiento mecánico. Su cabeza viaja hacia el sur encontrándose a su conejito profundamente dormido abrazando como puede a su teta izquierda y detrás de él estaba Leni.

De forma inmediata, cuando su cerebro hizo 'clic' la avalancha de recuerdos la inundaron y como pudo alcanzo su teléfono de la mesita de noche para revisar la hora.

"5:50 a.m."

La mayor se sorprende por lo temprano que es. Al regresar a su lugar no se convierte en un manojo de nervios. Sin embargo, su rostro se ruboriza intensamente al darse cuenta de que la manta que tapaba a los tres se movió, dejando al descubierto la piel desnuda de sus dos hermanos. Cuando los cubrió con la tela, no pudo evitar contemplar a su conejito. Tenía la boca entreabierta y su pecho subía y bajaba esporádicamente. Podía escuchar su respiración y no sabía por qué, pero al verlo así la tranquilizaba de alguna manera.

Lincoln permaneció dormido. Lori continuó escuchando su respiración. Observó sus labios entreabiertos. Notó los pequeños suspiros que emitía y cómo temblaba ocasionalmente. Todo rastro de luz que tenía provenía de la ventana, indicando lo temprano que es, pero aún era suficiente para ver la forma de sus tiernos labios, suaves y… perfectos.

—Esto… es realmente hasta ridículo. —Susurro suavemente la mayor.

Lori pensó que tenía un tipo de chico: alto, musculoso, de hombros anchos, brazos fuertes y manos grandes, lo típico de una adolescente. Pero Lincoln era todo lo contrario, en cierto sentido. Tal vez simplemente no se parecía a ninguna persona que ella había idealizado, o tal vez fue porque todavía estaba creciendo, pero su hermano seguía siendo alguien tan pequeño en todos los sentidos, y aun así mirarlo hizo que su pecho se agitase.

No podría haber sabido sobre el cómo era añorar a alguien así. Por eso simplemente Lori pensaba en regresarle el favor, después de todo, Lincoln hizo un maravilloso trabajo la noche anterior. Sabía que le sentaría bien, por supuesto, y él no tenía conocimiento de lo que la rubia está a punto de hacerle. Lori no pudo evitar recordar este mismo sentimiento con su exnovio, pero quería demostrarle a Lincoln y entendiese cómo se sentía al respecto, después de todo, ¿qué era el amor, sino compartir lo más profundo de sí misma?

Con cuidado ella posó una de sus manos sobre su pecho y con la otra agarró su esbelta cintura, acarició y besó su clavícula, y suavemente se desliza por debajo de la manta para también besarle los pezones del albino. Lori comenzó marcar su camino cada centímetro de él hasta llagar a su objetivo.

Un aroma pesado le indico que había llegado a su destino, el olor de sudor y a acre atravesó sus pensamientos por un momento. La polla de Lincoln estaba hinchada, pegajosa por la anterior atención dada por Leni. La cabeza sobresalía del prepucio como si la desease. Lori lo apretó suavemente con los dedos, haciendo que el cuerpo de Lincoln se retorciese entre sueños. No podía comprender en como este pequeño apéndice recién llenaba la palma de su mano.

Frotó la polla de Lincoln entre sus dedos. Deslizó el prepucio hacia atrás para liberar por completo su cabeza, rosada, perfecta. Había algo especial al hacer eso. No era que el albino no se hubiera sentido bien, pero se lamentaba la mayor en no haber sido la primera chica con quien interactuase de forma tan íntima con él.

Ella se inclinó, acercando su rostro a su polla, respirando el olor ligeramente nocivo a sudor entre sus piernas y otro hedor que desconocía por completo. Colocó una mano en su cadera para sostenerlo, luego presionó sus labios contra la cabeza de su miembro y lo besó suavemente. Fue absolutamente celestial. La piel era suave y cálida, y cuando se lo llevó a la boca sintió la tierna textura en la lengua. Seguía siendo lo suficientemente pequeño como para meterlo todo en la boca fácilmente, lo que hizo especular que tanto llegaría crecer, en todo el sentido de la palabra.

El cuerpo de Lincoln seguía respondiendo a sus atenciones, gimiendo bajo a los cuidados de ella con cada movimiento. Lori no tuvo la necesidad de ver si se sentía bien, con solo percibir los espasmos de su cadera le reconfortaba. Y su rostro sonrojado confirmaba ese hecho. Todo lo que quería era que su conejito se sintiera bien, que su cuerpo supiese cuanto realmente lo ama. Usando su lengua para cubrir su polla con su saliva, aumentando la viscosidad. Lori sintió como su corazón latía con emoción, y la chica no pudo evitar que sus manos se extendieran y se posasen en su pequeño trasero, para poder tomarlo aún más en su boca hasta el punto de besar su pelvis y percibir su esencia.

Por supuesto, el cuerpo de Lincoln le encantó respondiendo con espasmos involuntarios. El calor y la humedad de la boca de su hermana era lo mejor que había sentido en su vida, y cada vez que su lengua viscosa pinchaba su pene, le recorría una ráfaga de calor en su entrepierna. El niño comenzó a hacer ruidos y murmullos sin darse cuenta, soltando una serie de suaves quejidos casi sin ser notado, sus dedos se cerraron entre la manta mientras una feliz Lori se salía con la suya.

El sabor de la piel y cualquier otra cosa casi la intoxicaba, la rubia sorbía con avidez para obtener más de aquel misterioso, pero adictivo sabor, sin importarle que estuviera llenando el aire con sonidos ridículos. En cada bombeo, y podía sentir sus pequeñas bolas en su barbilla haciéndola tan feliz que hasta podía sonreír. Sin embargo, el cuerpo del chico se sacudió nuevamente contra ella.

Lori abrió sus ojos con sorpresa, sacándola a su vez de su estopor al sentir la reveladora sensación de una liberación espesa y cálida en su interior. La rubia comenzó a exhalar fuertemente desde su nariz tras degustar por primera vez lo que es su semen.

"Está bien. Déjalo ir...", susurro en su mente Lori en un vano intento de calmarlo al tener su boca llena con la carne del albino.

Se tomó su tiempo para saborear el íntimo momento y cuando sintió como Lincoln vaciaba todo su contenido. Retiro sus labios de su miembro empapado de saliva, un hilo de saliva conectaba su boca con la cabeza de su pene mientras lo hacía y con cuidado dio leves tragos para así degustar la primera masa blanca de su conejito, terminando con una gran exhalación de plenitud.

Volviendo a posicionarse como estaba antes, miro con satisfacción y añoranza el rostro aún durmiente de Lincoln debido aturdido placer que aún rezumaba en su mente al saber que él ya es capaz de eyacular y cuando una de sus manos estaba a punto de acariciar su blanca cabellera.

—¡Lincoln! ¡Ya es navidad! —Gritaron en unísono Lola y Lana que había azotado la puerta.


Rita miraba con algo de gracia a su hija mayor al notar que seguía molesta con las gemelas al gritar por su hermano en su habitación sin saber que Lori estaba en medio de su cambio de ropa.

Al ver como su madre iba a la cocina con Lily en brazos, la mayor suspira de alivio internamente al notar que ella le creyó su mentira sobre el cambio de ropa.

—¡Whoa…! —Los jadeos de sorpresa de las menores sacaron a la rubia de sus pensamientos y cuando se dio cuenta veía a Leni saliendo del sótano con una bicicleta mal envuelta en papel de regalo con moño adornando en uno de los manubrios.

Por un momento la mayor fue sorprendida por su hermana al si tener un obsequio para Lincoln, pero en su mente hizo 'clic' al recordar cierta cosa, y mejor decidió como se desarrollaba todo.

Por parte con Lincoln, tras ayudar a Lisa en acomodar sus primeras gafas. Se emocionó al escuchar que Leni tenía un obsequio para él, tanto que llegó al punto de ignorar las burlas de Alex sobre lo ocurrido en la noche. Sin embargo, por otro lado, César, al saber quién fue el dueño anterior de la bicicleta, esperaba que la reacción de su protegido fuera tal como originalmente recordaba.

Y dicho eso, sucedió lo que el guardián mayor predigo. El rostro de emoción del chico se tambaleó un poco.

—¿Te gusta Linky? Es tu primera bicicleta. —Anuncio con alegría Leni al ver que lo había dejado 'sin palabras' tras rasgar el papel de regalo, revelando su vieja bicicleta de color rosa, con listones brillantes en cada lado de los manubrios y una cesta de paja en el medio.

Entre las risas Lynn Jr. Lincoln agradece el regalo de su hermana ganándose un abrazo de ella.

Mientras sucedía eso, Lori aún mantenía su mirada en ellos, más específicamente en un punto en concreto en su hermana, con una duda que aún le invadía su mente, y era él: ¿cómo?

"¿Cómo rayos es que ella puede dar leche?", se preguntó la mayor de una forma desconcertante y por un momento también observo a su madre, pero a diferencia de ella, Rita se miraba impasible.

Cuando Lincoln abandono la habitación de sus hermanas al ser arrastrado por las gemelas, Lori se había percatado algo; un rastro blanquecino en las tetas desnudas de Leni. Pero antes de hablarle al respecto sobre haberse 'adelantado' con Lincoln, ella se dio cuenta también y fue corriendo por su mamá para que arreglase 'la fuga' que está teniendo sus pechos pese a que meramente era una mancha sin indicios de ser algo grave.


Después de la primera semana de clases tras el regreso de las vacaciones de invierno. El albino se encontraba ahora en el garaje.

Y… ¿realmente puedes hacerlo? —Pregunta con duda Lincoln a su guardián menor que miraba con más detenimiento la bicicleta que le regalo Leni y extrañado junto con César por lo emocionado que se encuentra Alex.

Oye hasta la duda ofende. Además, ¿tienes ida lo que ella te dio? —Se quejó Alejandro para después pasar a un tono entusiasta.

Cosa que no espero que respondiesen. —Es una bendita BMX del 99´

¿Una qué? / ¿Qué? —Preguntaron a la vez tanto el albino como el guardián mayor. Siendo el niño con un rostro de una clara duda sobre que está hablando y César creía haber escuchado mal.

Sí, solo… —Por un momento Alex busca a su alrededor algo hasta que lo ve. —Con esto servirá. —Comento recogiendo una piedra para después comenzar ligar en la parte trasera del armazón justo por debajo del asiento, descubriendo que entre la pintura las iniciales de 'KB Company' grabadas en el metal.

¿Pero qué?... Cierto los cambios. —Murmuro en mal humor Alex, al ver que las letras 'FZ' fueron remplazadas como los nombres de ciertas consolas y franquicias que recuerda.

Dicho eso, Alejandro regreso su vista con el albino. —Solo necesito algunas ligas para quitar todo ese rosa, pintura en aerosol. ¿De qué color la querías?

Azul. —Sin saberlo, Lincoln respondió con una sonrisa de emoción al saber que podía ser renovada.

Dicho todo eso, este pequeño proyecto de Lincoln con los guardianes fueron los más entretenidos, siendo Alex realizando la mayoría de las cosas en el lijado y en la aplicación de pintura, llevándole todo un fin de semana dicho 'proyecto'.

Oye… ¿qué sucede? —Pregunta César con un poco de intriga que al momento de saber que la bicicleta estaba lista para echarla andar, de inmediato el albino tomo su casco entre las cosas del garaje junto con la bicicleta, pero cuando estaba por salir al exterior se detuvo abruptamente.

Yo… —Miro el suelo Lincoln mientras busca que decir.

Ambos esperando las siguientes palabras con cierta expectación. Siendo César el que tiene una ligera corazonada sin poder evitar que una pequeña sonrisa de ironía sea plasmaba en su rostro.

Yo… no sé andar en bicicleta…

¡PFF!…

¿Era necesario que te rieras así de él? —Pregunta con exasperación César a su hermano, totalmente atado con sus sellos, colgando de cabeza en las ramas de los árboles del paisaje mental.

Pe-Pero es… —Y aun con eso, Alex se entorpece con las palabras con su propia risa.

Ah… —Suspira con desgana al recordar los vagos intentos de su hermano de contenerse, que a su vez trataba de atrapar a Lincoln de sus caídas y sus carcajadas dejaban al segundo plano las explicaciones de César. —Bueno, al menos hoy pudo lograr andar en línea recta sin caerse.

Pero sin saber frenar. —Rápidamente, el guardián menor frunció sus labios para ya no decir más sobre el asunto tras la mirada amenazante de su hermano.

Mientras tanto, afuera con Lincoln.

—Mhh… —Una malhumorada Lisa se quejaba en su cama. Cuando se levantó, notó una tenue luz en su habitación. Descubrió que su hermano estaba leyendo uno de aquellos libros coloridos que siempre cargaba consigo cuando buscaba su origen. Su hermano se dio cuenta de su movimiento, pero con la particularidad de dos cosas más: está sosteniendo una linterna en una de sus manos y se encontraba en ropa interior. Cuando la pequeña se dio cuenta de ese último detalle no pudo evitar preguntarse sobre si no estará pasando frio su hermano por la falta ropa, sin embargo, todo eso se apartó cuando sintió cómo él acariciaba su mejilla. La sensación era tan cálida y…

—¡! —Un escozor en su cuerpo interrumpe el tren de pensamiento de Lisa.

—Volvió la comezón, ¿eh? —Comento con algo de gracia Lincoln cuando vio los ojos soñolientos de su hermanita para después abrirlos completamente, y como de forma automática uno de sus pequeños bracitos se movió hacia el otro para apaciguar dicha irritación.

Pero antes de seguir, es detenida por Lincoln. —No, no, no. No te rasques o tu varicela se empeorará. ¿Dónde está la crema? —Usando otra vez la linterna, el albino busca por los alrededores el ungüento que su mamá le dio para calmar la comezón.

Era algo irónico que al momento que la primera semana de clases le haya brotado varicela en Lisa. Pero al menos eso mantendría la mente de Lincoln ocupada, dado que no tenía ganas de ver a Alex en el paisaje mental, no después de su… intento de aprender en andar en bicicleta. Por ello, decidió que cuidaría de Lisa por las noches y mantendría la habitación helada a una temperatura adecuada para que ella pudiese dormir.

—Mnn… Apesta… —Se quejaba Lisa mientras a su vez arrugaba la nariz, siguiendo sin reconocer que eso le calmaba sus ansias de seguir rascándose.

—Sí, pero al menos ya dejo de picar. ¿no?


Lincoln pedaleaba hacia el parque para verse con Becky. Tras un mes desde su primera lección en bicicleta ha dado un gran avance gracias por las instrucciones de César. Sin embargo, su mente se encontraba en pensando en otra cosa, sobre lo ocurrido en esos días.

Comenzando con la incómoda revelación que tuvo que dar el chico a la pelirroja de un pequeño detalle, él no tenía su propio celular y todo eso dicho con el teléfono de la casa.

En los tiempos que transcurrieron él y Clyde se habían vuelto lo suficientemente cercanos que se veían frecuentando la tienda de comics hasta el punto que el par de amigos se toparon con la pelirroja sorprendiendo al moreno que había chicas que le gustaba también el mismo superhéroe que a ellos.

Por un momento, Lincoln se le deslizó por su mente la idea de que tal vez esto sería algo más que fructífero en que Clyde desviase su atención que tenía por su hermana Lori hacia Becky, pero eso no salió de acuerdo a su plan y, en cambio, ella le dio su número de teléfono en la esquina de un comic que él compró.

Apartando el origen de su partida, también vino con ello su tiempo antes de dejar la casa.


Recién salía Lincoln de la habitación de Lisa después de acompañarla otra noche con su comic en brazos y en calzoncillos. Siendo ahora sábado por la mañana y no teniendo otro pendiente, fue a su cuarto a tomar unos comics extras para dirigirse a la sala y disfrutar de su lectura en el sofá.

—Pero antes algo de desayuno. —Comenta con cautela el chico que cuando sube a la lacena mira a los alrededores otra vez y activa el sello de almacenamiento que está en el fondo para sacar su cereal favorito de su serie de televisión: '¡ARGGH!'.

Mientras disfrutaba de su desayuno, alguien le llamó con un pequeño golpe en su hombro que cuando se dio la vuelta, sus labios chocaron con otro par y solo al separarse, el albino se dio cuenta de que era Lori.

—Buenos días, Conejito~ —Saluda la rubia con cariño para después dar un ligero toque juguetón en la punta de la nariz de su novio disfrutando por completo el notable rubor que tiene el chico en sus mejillas.

Pese a que las muestras de afecto de su hermana mayor hayan aumentado desde noche buena y aunque fuesen sutiles o en privado, eso no quiere decir que Lincoln sea totalmente inmunes a ellas, mucho menos de aquel particular sobre nombre que le ha puesto. Encontrado Lori esa reacción más que adorable, eso y otras cosas más.

—¡! —Lincoln se sobresalta en propio asiento al sentir ser abrazado por su novia para después calmarse al saber cómo ella posaba su barbilla en su blanca cabellera en total silencio. Al menos eso era algo que sí lo tranquilizaba, pero a su vez percibía que cada vez que lo hacía era que le preocupaba o le incomodaba una cosa, en particular relacionado con la escuela.

"Creo que es por los exámenes", empatizo el peliblanco por dicha situación en su interior.

—¡Linky! ¡Quítamelas, quítamelas! —Pero ese reconfortante silencio se vio interrumpido por el grito agudo de Leni, quien tenía algunas arañas falsas en su cabello y, al correr, no se detuvo, derribando al par de tortolos al suelo.


Al menos agradece que quien atendido la llamada fuera Leni. —Le recordó César al niño.

Cierto... —Dando la razón, Lincoln que a su vez un pequeño escalofrío le recorriese al no poder evitar imaginarse ante la reacción de sus hermanas, ni mencionar a Lynn o Luan, sobre todo ella.

—Aunque… me pregunto: ¿por qué Leni le habrá dado a Becky número de teléfono de nuestra casa? —Lanzo en el aire aquella pregunta Lincoln al saber por parte de ella fue la que le dio dicho número.

Becky

¿Realmente está bien lo que hice?

Aún dudaba de mi recién acción sin apartar mi vista del teléfono, sentada en contra de un árbol cerca de los juegos. Sé qué me dije a misma que esto solo es otra reunión entre fanáticos de los comics, pero esta vez, no es solo la primera vez que utilizo mi celular para llamarlo, sino también, estaré a solas con él.

Si se tratase en otra circunstancia, esto sería como una especie de… ¿agradecimiento?

Porque si fuese una cita…

Je… ¿A quién trato de engañar?

Pero al menos Lincoln fue el único chico que su preocupación hacia mí fue… genuina.

Normal

Becky salió recientemente de la tienda de cómics en el centro comercial. Emocionada por leer sus nuevas adquisiciones, decidió sentarse en la primera banca desocupada que encontró, sin esperar a llegar a casa. Sin embargo, se arrepintió rápidamente cuando sintió la fría salpicadura de agua golpeándola en la espalda.

Al darse la vuelta, la pelirroja se da cuenta de que el culpable fue un perro mediano chapoteando en la fuente con su dueña tratando de sacarlo de ahí y el banco de ella se encontraba en la orilla.

—Hmpf… —Con un bufido ahoga su frustración, pero aquello se va al segundo plano al sentir de como el comic en sus manos se ablandaba. Sin más, toma sus cosas y va apresuradamente hacia los baños del centro comercial.

"Mierda, mierda, mierda…", repetía Becky dichas palabras mientras doblaba una esquina con el letrero de los sanitarios, pero por las prisas no se percató de la otra persona…

—Uff… —Jadea la chica al sentir un golpe en su abdomen.

—¡Oye, fíjate donde…! ¿Lincoln? —Se sorprende Becky al ver al albino aquí pensando que ya se había ido con su amigo.

—Eh… Hola… de nuevo. —De igual forma se sorprende Lincoln al verla, pero de inmediato aparta su mirada al sentirse apenado al intentar usarla para que Clyde dejase de lado su fijación por su hermana Lori.

Por muy lindo que se viese la timidez del chico, Becky se dio prisa y se levantó para dirigirse al baño y tratar de secar su historieta con el secador de las manos.

Lincoln solo se extrañó ante la velocidad que se fue la pelirroja, mejor no le dio más importancia, después de todo, ya tiene otras cosas que lidiar debido a sus hermanas.

Pero cuando iba a salir de aquel pasillo una voz le detuvo.

—¡Oye…!

Lincoln volteó su mirada otra vez en los baños para ver a Becky apoyando sus manos sobre el marco.

—¿Me-Me podrías ayudar con algo? Por favor…

Ahora, con más calma, Lincoln pudo notar que el tono de la chica era de cierta urgencia.

Con cautela se acerca a ella; no por no fiarse de sus palabras, sino que prácticamente quería que se adentrase al baño de chicas. Pero al menos, los sanitarios se encontraban en un pasillo sin salida, siendo esta la razón por la cual Becky jalo al albino hacia dentro.

Lo primero que le surgió en la mente de Lincoln fue el 'porque' ella hizo eso para después darse cuenta de que su cuerpo se encontraba empapado desde su cabeza hasta el interior de su sudadera. Pero sus pensamientos se verían interrumpidos tras el pedido de la chica.

—¿Me ayudas a quitarme esto rápido? —Al preguntar Becky le da la espalda para retirar su sudadera y dejar a la vista su camiseta muy ceñida a su figura.

Lincoln, en vez de centrarse en su cuerpo, sus ojos se iluminaron por otra cosa…

—Woah… ¡¿Desde cuándo tienes esa camiseta?! —Lincoln no pudo evitar que su alegría brotase al ver uno de los artículos más raros de Ace Savvy siendo este la saga submarina de 'El Reino Perdido'. Pero también recordó cierto aspecto del artículo que lo convirtió en un bien deseado. —Espera… se está….

—'Encogiéndose por el agua', ¡Sí! Así que… ¡Ayúdame!

Becky suplico por el hecho que ahora podía sentir como sus pechos se estrujaban con la tela, cerrando sus ojos para su vergüenza al estar en esta posición.

*RIP~*


"¡Ahhh! Sabía que esa camiseta solo la daban en talla de niños pequeños, pero me la gane legítimamente en ese concurso", grita internamente Becky mientras se cubre su rostro ante tal bochornoso momento y de su trágica 'perdida' que fue al romperse dicha prenda. Todo por ser alguien muy obstinada con sus cosas.

Pero con ello también le invadió un curioso sentimiento que hasta ella misma desconoce.

Decepción.

Decepción al ver la falta de reacción de Lincoln a su espalda desnuda en aquel entonces, pese haberse arrepentido de no llevar sostén, creyendo que con solo su sudadera le bastaría. Pero las palabras de Lincoln sobre 'haber convivido con sus hermanas' para explicar su falta de reacción no la animaron del todo.

—Je… ni siquiera puedo llamar la atención como las demás. —Sin poder evitarlo, suelta dichas palabras.

Se sentía desanimada al ser la única persona a la que acudían para escuchar algunos consejos falsos sobre el amor sacados de cómics. De manera irónica, esos vagos consejos funcionaban para otras chicas. Sin embargo, cuando ella misma intentaba aplicarlos. No obtenía ninguna respuesta específica, ni siquiera una mirada o una reacción. Y lo único consuelo de ello fue conocer aquel chico albino y a su hermana menor, para después conocer a su amigo en la tienda de historietas, consiguiendo su cometido una genuina expresión de sorpresa.

Pero…

—No es lo mismo…

—Eh… ¿Becky?

—¡! —Se sobresalta la chica, el escuchar de repente otra voz muy cerca de ella y se percata que se trataba del mismo niño que cito en el parque.

—Entonces… ¿Para qué me llamaste? —Pregunto Lincoln mirando con extrañeza sobre que hacía su amiga recostada debajo de un árbol en una postura peculiar.

Por el momento, Becky rezaba en su interior que Lincoln no haya escuchado lo anteriormente dicho. Pero primero iría por el asunto principal que hizo que lo citara para quitarse de su mente aquella duda.

—Es sobre tu hermana Leni.


Ok…

Esto se está poniendo interesante. ¿Y saben la mejor parte?

Que no voy abarcar la parte de Leni, aun…

Pero en vez de eso, será Lincoln encubriendo los desastres hechos por sus hermanas, ya verán que será.

Por cierto, para los que lee en [ ] no se ya no tengo lectores, pero mi indicador ha estado siempre a cero. ¿Eso ya sería una especie de error de la misma página o será que moví algo que no debía?

Bueno que la pasen bien todos.

Panda fuera.