Vincent le guía hacia el vestidor de Luxemburgo. Gales se descubre casi de inmediato en cuanto sale de la vista del flamenco. O sea, ahora ¿no quieres ser más obvio que con el que tienes problemas es con Luxemburgo?
A Vincent ya le ha parecido todo esto bastante surrealista para comentar nada
Eso parece una buena noticia, sinceramente.
Ya bueno, pero tú sigue robándote cosas y a la próxima te va a meter mano cuando te cachee
Ya, ya... vamos, que ya vio que a la primera le ha desnudado el torso. La verdad, a la próxima va a esconder la figurita en los calcetines... o puede que en sus calzones. Digo... vamos tendiendo a la desnudez. Ahora solo tiene que arreglárselas para desnudarle él. Ejem. Porque por un momento temió, pero TEMIO que fuera Vincent el que le cacheara
Vaya con la mosquita muerta. Naaaaah, Vincent iba a sujetarle, si acaso.
—¿Esta parte de la casa ha evitado mostrármela por algún motivo? —pregunta Gales, sonriendo un poquito de lado
—Son los aposentos del monsieur.
—Bueno, es... una parte interesante del tour —sonríe un poco más, con cierta suficiencia.
—¿Por? ¿Planea usted renovar su vestuario?
—En realidad, esa polo que trae usted ahí... es mi favorita. No es que yo quiera remodelar mi vestuario... es Monsieur Luxembourg el que parece interesado.
Vincent le mira con cara de "a mi que me cuentas" y luego se mete al vestuario buscando.
—Puede darme lo más cutre que tenga.
Va a sacar prendas nuevas y sin estrenar, por supuesto. Un polo Lacoste todo perfectamente doblado... blanco que parece que debes tener uno EXACTO para Wimbledon. Solo con como cuarenta años más. O a lo mejor es Fred Perry.
—Monsieur Vincent! Pero si usted... ¡tengo uno IDÉNTICO a este! —sonríe tan feliz.
Vincent levanta una ceja pensando ¿Pues por qué no se lo ha puesto? Y luego saca unos calzoncillos y calcetines también nuevos a estrenar, de buena marca. Gales piensa que si tuviera que hacer esto mismo para Luxemburgo tendría que... elegir los menos viejos.
—Lo uso para ir a Wimbledon... a veces. Cuando no va la realeza que entonces hay que ir de traje —las explicaciones—. Que tiene ahí dentro una tienda ¿o qué?
—Non, son mudas nuevas por si sucede algo.
—Me está diciendo que usted preveía que esto pudiera pasar.
—¿A caso quiere usted unos usados?
—No me estoy quejando... —se ríe—. De verdad que noto que su odio ha ido en aumento.
—Estaba usted ROBANDO —le saca un pijama de satén que este debe estar por estrenar porque Luxemburgo los odia y alguien se lo dio por navidad.
—Secuestrando a Tintín
—Al monsieur le habrá hecho mucha gracia, pero yo no le voy a quitar los ojos de encima. No me ha pasado desapercibido que esta mañana cuando han venido todos ustedes ha desaparecido también un cuadro y una foto de la sala
—¿¡Un cuadro?! ¿Cuál cuadro?
—Encontrará toallas en el baño junto a su cuarto —saca unos vaqueros y unas zapatillas, estos sí que no están nuevos, se los pone en las manos frunciendo el ceño.
—Bien... merci —sonríe un poco haciendo un gesto con la cabeza habiéndose puesto la polo blanca. Vincent se cruza de brazos y espera a que salga—. ¿De verdad que supone que voy a robarme algo de aquí? Hombre... ¡si voy a robar que sea algo que si note!
—No se robe nada —la mirada.
—No lo haré si él se da cuenta... —sonríe de lado y... va a ir al despacho otra vez, planeando su venganza.
—Debe haber formas mejor de conseguir que alguien le toque —Vincent le sigue con el ceño fruncido.
—Excuse me? —se detiene y le mira con el ceño fruncido
—Parece que sea justo eso lo que busca. Parecía usted encantado.
—No! —Se sonroja.
—Mais non... Debo decirle que el monsieur no es de esos.
—¿De cuáles?
Vincent le mira con cara de circunstancias de nuevo
—Él estaba haciendo todo lo que estaba haciendo SOLITO —sigue Gales, defendiéndose.
—Y usted estaba más que encantado con ello.
—¡E-Él lo estaba también! ¡Se está divirtiendo!
—¿Está seguro?
—¿Usted no? — Gales parpadea—. Casi no ha trabajado en todo el día. Parece distraído y relajado... cómo debería estar un domingo
—Eso no es un buen síntoma, al monsieur le gusta su trabajo.
—Es Domingo
—A él le gusta.
—No va a decirme ahora que si no está trabajando no es feliz.
—Eso es muy relativo.
—¿De verdad cree que lo mejor sería "dejarle trabajar"? Es DOMINGO.
—Ha funcionado así durante mucho tiempo sin ningún problema.
—¡Que funcione así no quiere decir que sea lo mejor! Solo soy un conocido nuevo que se divierte con él y le hace pasar un buen rato.
Ojos en blanco.
—O sufra profundamente mientras ve como entretengo a su empleador.
—Mientras solo sea eso...
—No he hecho nada más que eso.
—De momento... que sepamos.
—Bueno, siga observando. Pero en serio a mí me parece que se ve feliz.
Vincent le fulmina, porque la mayor parte del problema es que sí luego se encariña de la gente y al final solo querían aprovecharse… Gales camiiiina hasta el despacho y toca la puerta
—Adelante...
Gales entra, muy digno, cargando todas las cosas que le dieron.
—Vaya, un hombre nuevo —le sonríe un poco burlón.
—Shut up
—Te ves bien. El blanco es mi color favorito —sonríe porque no es en burla ahora.
—Thank you... —el sonroooojo.
—Anda ven —palmaditas a la silla donde estaba antes.
—¿Vas a ponerme a trabajar otra vez? —es que ahí va, con sus mil cosas en la mano, dócil.
—Pues no has acabado.
—¿Estaré preso hasta que acabe? —mira a Tintín de reojo en el escritorio
—¿Traigo unos grilletes?
—Please... aunque esta invitación empieza a hacerme sentido ahora —pone las cosas sobre el escritorio
—Nah, si quieres puedes leerlo después de cenar, pero Allemagne me lo va a pedir mañana en la reunión —le tiende una libreta igualmente.
—¿Mis comentarios?
—Lo míos, que van a ser los tuyos revisados y adaptados.
—Tienes que aprender a decir que no, ¿lo sabes?
—Venga, le he dicho que no a lo de los abogados, pero esto solo es un comentario de texto.
—Me refiero a que, es normal que la gente en domingo quiera... bueno, no estar trabajando. Si tú también lo quisieras, Germany tendría que entenderlo, no importa lo que haga él —sonríe un poco, tomando la libreta.
—Non, si él no suele trabajar los domingos, siempre acabo persiguiéndole yo.
—Bloody hell... —parpadea porque no se esperaba eso—. Vamos a hacerle un favor a muchas personas entonces —se ríe un poco.
—Exacto. Vas a ganarte un trocito de cielo.
—No me refiero a eso... me refiero a que el día que dejes de trabajar los domingos, muchas personas serán felices.
—¿Voy a dejar de trabajar los domingos?
—Si tienes mejores cosas que hacer, espero que la mayoría.
—¿Y cuáles van a ser esas cosas?
—¿Cachear a un británico incauto y criticar su atuendo?
—¿Cuántas veces voy a tener que cachearte? Empezaré a pensar que te gusta
—Yo estoy seguro de que a ti te gusta más que trabajar así que... —Gales se ríe, sin mirarle, atrapado.
—¿Cachearte?
—Parecías MUY feliz de hacerlo hace rato.
—Voy a tener que hacerte sentir más incómodo para que esto funcione.
—¿No te pareció lo suficiente?
—Visto lo que me dices ahora, non.
—No dramatices —sonríe.
—¡Es la verdad! Esto tenía que funcionar de modo disuasorio de reincidir
—¡Fue bastante vergonzoso con el hombre este aquí! O sea, la vergüenza parece ser el público... no que te medio desnuden.
—Bien, más público la próxima vez. Me lo apunto —sonríe. Gales aprieta los ojos y se lleva la mano al ojo morado porque le ha dolido
—Ugh... tú quieres que toda la casa me odie
—Nah, lo quieres tú que planeas seguir metiéndote con mi pequeño —toma la figurita de Tintín, dejando el posavasos que había puesto en sus pies por ahí encima y lo acaricia protectoramente. Gales nota el posavasos y sonríe de lado.
—Parece ser una buena forma de conseguir que hagas lo que quiero.
—¿Que te odie y te castigue?
—Eso definitivamente no es lo que quiero.
—¿Entonces? —se ríe.
—Tienes una mesa de billar...
—¿Y? ¿Quieres jugar?
—Mañana. Contigo.
—¿Conmigo? Uy...
—No he dicho a las once de la mañana... a qué hora sales del... lugar donde trabajas.
—No tengo una...
—Es decir, ¿puedo elegir cualquier hora?
—Non, no exactamente, significa que no sé a qué hora sea. De verdad, es mejor que no me esperes.
—Desde luego que voy a esperarte... —le sonríe
—Ugh... vas a enfadarte conmigo.
—Nah...
—Eso dices ahora, pero...
—¿Qué Es lo más tarde que puedes llegar? De madrugada...
—Oui.
—Bueno, pues... dormiré un rato en la tarde y cuando llegues estaré leyendo—sonríe de lado.
—Y yo caeré dormido sobre la mesa —aprieta los ojos y se ríe.
—Si llegas de madrugada no vamos a jugar billar.
—Menos mal.
—Aunque si lo que quieres es no verme... —Gales se ríe un poco.
—Si me dieran un céntimo por cada vez que alguien me dice eso...
—Viendo esta casa empiezo a pensar que sí que te lo dan —el británico se estira un poco, mirándole igual, sonriendo un poco—. Bueno ¿y comes? ¿Al medio día? —O sea, la intensidad, Gales. ¿Puedo desayunar contigo? ¿Y comer? ¿Y esperarte en la noche?—. No que... no digo que mañana o... solo es una duda así general, no es que no vaya a dejarte en paz.
—Oui, pero normalmente en el parlamento.
Gales le mira, y sonríe. Y es que está en esa etapa de tontera que quisiera pasar todo el día con él. Se sonroja un poco y mira la Tablet que se ha apagado
—De veras, no me voy a ofender, no tienes que esperarme si tienes hambre o sueño. Sé que mis horarios son insufribles —suspira.
—Decía lo de comer porque... bueno, ya me imagino que si comes en el escritorio supongo que tú secretaria te buscará comida o algo, pero, si no... puedo yo llevarte algo de comer o... No me preocupa esperar un rato hasta que tengas el tiempo... me llevo uno de tus libros y ya está
—Valoro el ofrecimiento, pero luego se me complican las cosas y...
—Es que no me creo que no quisieras comer al menos media hora y distraerte.
—Bueno, oui, pero... no se puede. No pasa nada, estoy acostumbrado.
—Eso sí que no me lo creo.
—Pues siempre se complica —se encoge de hombros.
—Es que no me creo que no puedas parar quince minutos. No más, quince. ¿Cuánto tiempo llevas trabajando así?
—De verdad, esto no es... —aprieta los ojos porque Mónaco es igual
—Vaaaaale, vale. ¡Solo no me riñas si lo intento! —Gales se ríe.
—¿Intentar qué?
—Ir ahí a distraerte un rato y a qué toooooodos tus empleados me odien.
—Ugh, non, ¡mira! ¡Hoy no me has dejado hacer nada!
—¿Lo has pasado mal? —levanta las cejas y le mira a los ojos un poco retadoramente.
—¡Ese no es el asunto! —protesta apretando los ojos.
—Look... no quiero hacer tu vida tres veces más estresante porque no estás haciendo las cosas que deberías estar haciendo en horario laboral. Pero... en serio, es Domingo. Y no quiero ir al parlamento a que no trabajes la tarde, pero tienes la pinta de NECESITAR una poquiiiiiita de distracción de vez en cuando.
—Necesitar... —repite Luxemburgo. Gales e humedece los labios y se sonroja un poco
—Vale, quizás no necesitar como tal... —aprieta los ojos.
—Non, non, sé porque lo dices, pero...
—¿Por qué lo digo?
—En realidad todos opinan lo mismo
—Supongo que todos... suelen suponer que lo que tú necesitas es distracción cuando en realidad lo que a ti te gusta es trabajar y que no te distraigan.
—Pues... un poco. Lo que pasa es que la gente suele frustrarse cuando no consigue distraerme y consideran que no me importan suficiente o que no me interesan y acaban tomándolo personal y enfadándose.
—Hasta ahora no tengo ese problema —sonríe y él le sonríe de vuelta—. Pero qué no se diga que no tengo buena voluntad... desbloquéame esto
—Veintitrés cero seis.
—¿Es tu cumpleaños o algo? —pregunta escribiéndolo.
Asiente.
—Ahora tú no me distraigas —Gales sonríe un poco.
—¡Yo no te estoy distrayendo! —vuelve a dejar a Tintín en su sitio y a volverse al ordenador.
—Si que me estás distrayendo siendo cute y todo eso...
—¿Siendo... qué?
—Shut up —se sonroja sin mirarle.
Levanta una ceja y se vuelve al ordenador otra vez. Gales lee un poco, concentrado, levanta la mirada después de unos segundos y Luxemburgo ya está enfrascado otra vez en lo que hacía.
Gales sonríe, recreándose un poquito en mirarle detenidamente medio escondido en la Tablet y el flamenco ni se entera, de hecho, creo que está haciendo como tres cosas a la vez y bastante deprisa, además.
Es guapo. Gales se sonroja un poquito más y va a hacer un esfuerzo por hacerle unos comentarios al texto desde el punto de vista de un comunitario, como para que pueda dárselos a Alemania como suyos sin tener que modificarlos.
Igualmente los va revisar porque es un control freak y la verdad, también quiere las ideas que puedas tener tú como alguien del otro lado porque va a dejarlos a todos impresionados de la empatía y conocimiento de la mente del... enemigo
Es que ya me imagino las notas...Desde el punto de vista comunitario esto les conviene (aunque es un absoluto abuso de poder!) "De hecho te podría decir exactamente como podrían jodernos más pero tampoco soy imbécil, bastante es con que lo hagan así..."
Se supone que esto tiene que ser un acuerdo.
¡Acuerdo mis canicas! "England te vas a rebatir este y este y este punto. Elijan bien sus batallas." Lo que si es que va a tomarse su tiempo en hacer estas notas.
—Una época daba clases en la universidad...
—¿Eh?
—Esto me lo ha recordado... tomar notas así. Es un trabajo.
—Oh... ¿Y de qué dabas clase?
—Literatura, drama, estilo... obviamente de galés y de lengua inglesa —ojos en blanco —... historia. Estas cosas que sabemos nosotros.
—Oh... sí tienes pinta de profe de literatura así con... una pajarita y un chaleco... —en serio no ves los símiles.
—Con una chaqueta con piel en los codos, tal cual.
—Cielos, qué cliché.
—Bueno, aunque te burles, ese estilo tiene bastantes seguidores.
—Oui? ¿Tenías muchos pretendientes?
—No, yo nunca he tenido muchos pretendientes...
—¿Entonces? ¿Los seguidores?
—Tenía... una o dos chicas que parecían tener intenciones inapropiadas.
—¿Y?
—Pues eso es mucho más que de costumbre. Así que seguro si era por el atuendo —se ríe.
—A lo mejor podrías volver a la universidad entonces.
—¿Para... conseguir chicas con intenciones inapropiadas? —Gales suspira.
—Non?
—No sé... no se ahora mismo si... —se ríe.
—¿Si qué?
—Si quiera realmente conseguir a una chica —un chico, though...
—¿Non? Un clavo saca otro.
—No con una ciudadana... pero quizás... —le mira a los ojos.
—¿Aja?
—¿Dices que Mónaco dice que trabajas mucho?
—Anda ya! —se ríe protestando y Gales se ríe también.
—Quizás podría ocupar su lugar —sí, ha dicho su lugar. Carraspea un poco.
—No me parece que seas su tipo. O sea, ¿dices que vas por ahí con una pajarita y una chaqueta con coderas y las chicas no caen fulminadas a tu alrededor? No te creo.
—Ya, ¡ya me has dicho que soy feo lo suficiente!
Vuelve a reírse.
—Eso de ser feo es... a propósito.
—Ah, como lo del sonrojo. Te sale muy bien.
—Thank you —protesta haciéndole reir otra vez.
—¿Tienes hambre? —pregunta Luxemburgo.
—¿Vas a mandarme por la cena?
—Oui.
—¿Qué quieres cenar?
—Tú eres el invitado.
Gales se ríe un poco pensando que este chico no les conoce en lo absoluto. Piedras, comerían... PIEDRAS.
—¿Qué sueles cenar?
—Normalmente cosas poco elaboradas... algo de pan y embutidos o huevos o queso.
—Vendido.
Luxemburgo sonríe y se levanta, sacando la cabeza por la puerta y hablando con Vincent.
Por supuesto... Es que va a desaparecer Tintín una vez más.
Noooon!
Pero esta vez solo lo va a esconder de la vista.
Porquoi? Porquoi?
Puede que en una maceta o detrás de unos libros, pero desaparecerá de su sitio además en un solo segundo. Pues... es que solo tú le dejas aquí a solas.
Date prisa, no es tan largo lo que le tiene que decir a Vincent.
Pues ahí está, lo quita de ahí y lo pone en un buen rincón en el librero, detrás de un libro antes de estirarse de nuevo con perfecta cara de Póker.
—Ya está, ahora nos avisan —vuelve a sentarse.
—Very good... —ni siquiera le mira.
Luxemburgo se vuelve al ordenador a seguir un poco más. No, no ha visto lo que has hecho, no cree que vayas a volver a atentar contra Tintín tan pronto.
—Ya terminé —Gales sonríe un poquito, de lado.
—Ah, oui? perfecto, dame que lo revise —le tiende la mano—Ya que me has ayudado, te mereces algo bueno, dime un capricho que te guste comer y veré si podemos conseguirlo.
—Como te diga yo que marmité...—se ríe un poco dándole la Tablet—. No te has enterado aún del asunto de la comida, por lo que veo...
—Ah, puedo mandar a ver si alguien puede comprarlo en algún lado. Hay un supermercado gourmet al final de la calle, aunque en domingo...
—Nah, nah... Es broma. Estoy SEGURO que cualquiera de los quesos que haya aquí es lo bastante bueno —le sonríe —. Pero sí que quiero mi premio por haber trabajado por primera vez en años...
—¿Pues qué quieres entonces?
—Quiero que elijas un día entre hoy y el viernes y me dejes llevarte a comer —Bosteza, porque ha sido un dia láaaaaaaargo
—Pero... ¡no es necesario! Eso no es un premio, además.
—Oh, venga. Si que lo es.
—Déjame mañana que Charlotte me explica como tenemos la semana y te digo, ¿vale?
—Eso suena perfecto —Gales asiente, sonriendo de lado igual y... suena el teléfono de Luxemburgo.
—Pero ma... —se detiene sacándolo y sonrojándose porque aún suena con "If I was a rich girl" Gales levanta una ceja y Luxemburgo carraspea, descolgando.
—Allò?
