Mónaco se ha levantado realmente temprano después de dormir bastante poco, se ha bañado y arreglado MUY silenciosamente, ha puesto el letrero en el espejo con lápiz de ojos y el beso con labial y... se ha ido aun sabiendo que... es demasiado temprano para ir a cualquier sitio. Pero es que... no, no quería estar ahí cuando Luxemburgo se despertara.
Que triste, que se fuera.
Sinceramente, ella... se estaba repitiendo una y otra vez a sí misma que bueno, que... que esto era en lo que habían quedado, que Luxemburgo estaba actuando de acuerdo al "protocolo" y que, ella sabía que esto podía pasar, podía haberle pasado a ella... solo es que no esperaba que estuviera pasando ya.
Y que todo iba a estar bien, que lo de Luxemburgo solo era una buena... relación de amigos que se acostaban y... que no es que el idiota del hermano del novio de Seychelles fuera tan gran cosa. Seguro le iba mal.
Seguro le iba mal y se iba a arrepentir y cuando se arrepintiera, ella no iba a estar disponible.
Le pide al chofer que la lleve a casa. Aunque ya, ya sabe que la casa del novio de Sey está para el otro lado, pero son como las 6am y Seychelles seguro está aun absolutamente dormida en su casa como para poder... siquiera contestarle el teléfono... así que llega ahí y hace un BUEN drama por un buen rato, hecha bolita en su cama.
Cuando... ha pasado un buen rato se levanta y se baña otra vez... y se viste con su MEJOR vestido de día y llama a Seychelles mientras se maquilla.
Seguro aun duerme.
Mónaco bufa un poco... porque ya sería hora...
Ya, pero... y espera que aún falta el compulsory.
Digna hija de Inglaterra.
Shut up, eso es culpa de Irlanda. Cosa de brits seguro.
Claro, claro. Mónaco... es que no pensaba que esto fuera a pasar. En serio, en serio no se lo esperaba, malditasea. Así que el plan de hoy era pasar el día con Irlanda. Mira el reloj en el teléfono y le manda un whatsapp a Seychelles "Llámame en cuanto despiertes".
Es que.. hasta las nueve y pico no esperes...
Ah, ya, ya pensábamos que era por ahí. Ha llorado un buen rato.
Ah, bueno, entonces tal ves dieeeez.
Seychelles! Es que además Irlanda toooonca junto a ella pero la abraza, hasta sonrisita trae mientras duerme cuando ella está aquí. No te va a dejar ir tan fácil. De hecho le abraza un poco abrazo de oso el muy pegajoso
—Irelaaaaaand
—Shhhhh... ven —la aprieta un poquito más y le hunde la nariz en el cuello.
—Nooo, vengaaaa.
—Que sí, que siiií —Irlanda se ríe un poco y le da besitos.
—No me digas que sí que sí y sueltaaa.
—¿Para qué quieres que te suelte?
—Tengo que irme.
—Whaaat? ¿A dónde? ¿A hacer caca?
—No, con Monaco.
—Noooo pero Seeeey. ¿Y hasta que hora vas a estar? Pero si nunca vieeeeenes.
—Pero si llevas toda la semana sin despegarte de mí ni por un instante.
—Ugh peroooo.
—Vete con los chicos o algo.
—¡Cada uno está en su rollo!
—¿No quieres ir a ver como se echan miraditas y se sonrojan y todo eso?
—¡No! Es asqueroso
—Anda ya... —se ríe
—Ay si, Cymru es ridiculooo.
—Pues no te lo parece tanto cuando lo haces tú…
—¡Yo no lo hago!
—Claro que lo haces.
—Eso dices tu porque tú te me quedas viendo a mí con cara de tonta.
—El que pone cara de idiota eres tú.
—Que va... Mira, mírate la cara de tonta —hace un movimiento y se le pone encima, sonriendo
Seychelles le sonríe y se humedece los labios, no precisamente con cara de tonta. Más bien con cara de Nala. Irlanda traga saliva y pone perfecta cara de idiota.
—E-Eres t-tan g-guapa —susurra. Ella se ríe porque es que es tonto.
Se le echa del todo encima a darle un besote y la chica se lo devuelve abrazándole del cuello. Irlanda es taaaan feliz cuando viene. Va a estar ahí un RAAAATO. Mónaco te odia.
Es que... solo hay un modo de que venga más a menudo
¿Cual?
Una relación más seria.
Pero ¿ya tienen una relación?
No. Por eso.
Ugh. Si ella accediera a ser su novia.
O encontrara un novio como es debido en el continente.
What the hell! No!
Entonces... una hora y media más tarde (sorry, la ventaja de los multis), Seychelles es libre de irse si la aguantan las piernas.
Sí, claro, sigue fardando. Le aguantan perfecto porque la tienes pequeña.
Que va! Pues... Irlanda igual quiere verla caminar.
Camina perfectamente bien.
—¿Entonces nos vemos para comer o algo? —A Irlanda le tiemblan un poco las piernas, pero sonríe como un IDIOTA, con ojitos de corazón.
—No lo sé, ya te diré.
—Uuugh, pero es sáaaabadoooo
—Yes. Y por eso me largo —acaba de ponerse las sandalias.
—Seeeeey —protesta Irlanda mirándola hacer igual y sonriendo—. Bueno quizás esté muy ocupado cuando me hables ya...
—Mejor para todos.
—Ugh — Hace morritos porque no es esa respuesta que quería, haciéndola reir—. Bueno ¿me hablas igual? ¿A dónde vas a ir? ¿A casa de... el novio de Cymru?
—Pues no lo sé, ahora llamaré a Mónaco a ver dónde está, supongo que sí.
—Vale, vale... ugh. Y Cymru va a estar como pegoste. ¡No le digas que me quede solo!
—¿Por?
—No sea que por alguna razón acabe yo inmiscuido en su plan... cielos, a mí sí que me tiemblan las piernas —sonríe un poco.
Seychelles le da una palmadita en el culo. Irlanda pega un saltito y se ríe.
—Ven... tienes...
—No tengo nada, no empieces —sonríe.
—Si tienes, aquí en la mejilla como un... —le señala.
Ella se pasa la mano.
—No, no... aquí —se le acerca... —. Tienes... como que te falta un beso.
—Es aquí —se señala los labios—. Y hoy me voy a ir sin.
—No! No te vas a ir sin —ahí se va directo.
Ella le pone la mano en la boca, riendo maligna.
—No! Es mi besoooo!
—No, es el mío
—¿Y no lo quieres?
—Nah.
—P-Pues... a-al fin que ni quería—Irlanda hace un gesto y frunce un poco el ceño.
—Ya, claro.
Él le saca la lengua.
—Vas a pasarte el día pensando en eso. "Porqué Sey es tan mala? ¿Por qué no ha querido el beso? ¿Es que ya no le gusto? ¡Siempre es una bitch! Pues que ni se crea que me gusta tanto. ¿No será que me huele el aliento?"
—¿Y eso quieres? ¡Que me pase todo el bloody día traumatizado!
—Yes.
—Bloody hell contigo! —protesta, sonriendo igual porque es una tonta, pero le quiere. Ella se ríe—. Y no te voy a decir I love you. Y vas a pasarte todo el día pensando "Por qué no me lo dijo"
—"¿Y por qué quiere que esté traumatizado? ¡Es la peor de las zorras!"
—¡Eso si lo eres! ¡La peor de las bitches!
—No, lo acabas de decir, así que...
—¡No lo dije!
—Claro que sí.
—¿¡Tú no te ibas?!
—¡Lo hago!
—¡Pues no parece! —le abraza por la espalda.
—Si quieres venir ven, pero si no, suéltame.
—¡Ah! ¿¡Puedo ir?! Ohh... ¿A dónde van?
—Pues no lo sé, a hacer cosas de chicas.
—Iugh... mejor me dices y vamos a comer más tarde.
—Porqué, ¡si tú eres súper femenino!
—Feme... WHAT?! NO!
Vuelta a reírse.
—Ugh, ve, ve... y las alcanzo en un rato. Tengo que ir al salón de belleza a que me pinten las uñas de los pies antes —bromea, riéndose.
—Para qué, si te pones calcetines hasta con las sandalias. Ugh. Odio eso solo de pensarlo.
—Es que no has visto mis pies... los odiarías más — Irlanda se ríe. Creo que no trae ni zapatos ni calcetines igual.
—Es que aunque fueras un hobbit, lo preferiría a los calcetines con chanclas.
—Eres muy dramática —Irlanda se ríe
—No!
En un revuelo se acerca y le intenta dar un beso, pero ella le hace una cobraaaaaa.
—SEYCHELLES! —Irlanda se sonroja mientras ella se muere de la risa—. Eres una TONTA.
—Eeeeel rechazado ridículooooo —se burla de él.
—Shut up!
—Niiii un besoooo quiereeeen darleeee.
—CÁLLATE! —se sonroja más.
—Así de desgraciado es —se cruza de brazos, tan cruel.
—N-No me... Ugh! ¡Yo que te iba a decir que vinieras más seguido!
—Quién iba a querer venir más seguido contigo.
—¡Tu!
—¿Yo? Sí, claro. ¡En tus sueños!
—¡Eres de verdad una zorra horrible!
—Y tu besas por donde piso, así que estás jodido —inclina la cabeza sonriendo de lado.
—¡Yo no beso el suelo dónde pisas! —frunce el ceño.
—Oh, sí que lo haces.
—¡No! ¡Y tú eres una tonta!
—Adieu! —le manda un beso tomando su bolso y yendo a la puerta.
—Bloody hell! —va a estar de malitas todo el día, tontaaaa
Tonto él que la cree.
Pues... ¡Pues! ES que... "ERES SUPER TONTA!" le manda pro mensajito casi ni sale por la puerta.
Seychelles sigue riéndose en el ascensor. De hecho, Irlanda... va hasta el balcon, para verla salir... se humedece los labios y se piensa que gritarle. Ella sale con el teléfono al oído, marcándole a Mónaco y yendo a por el coche de Irlanda.
—SEEEEEEEEEEEEEEY!
Levanta la cabeza con el teléfono al oído.
—III LOOOOOVEEEE YOOOOUUUUU, BIIIIITCH
Sey se ríe y le vuelve a mandar un beso. Irlanda se ríe un poco y Mónaco responde.
—Allò?
—Allò! Soy yo!
—Al fin!
—Eh.. sí, se me pegaron las sábanas… Un poquito —Se muerde un poco el labio.
—No me digas... ¿dónde estás?
—Saliendo, en el coche. ¿A dónde voy?
—E-Estoy en mi casa —Mónaco se muerde el labio
—Oh, vale, bajo... ¿o quieres vernos en Luxemburgo? ¿Como es que has ido a tu casa?
—No, no quiero que... no. Ehm... bueno. Tengo que contarte algo.
—¿El qué? ¿Bajo a tu casa entonces?
—Pasó una cosa anoche. Quizás sea mejor, si, aunque el spa... Ugh, no se. Sey...
—¿Qué pasó? Podemos ir a uno en tu casa.
—Oui, oui. Hmm, ¿Sey tú has notado raro a Luxembourg últimamente?
—¿Raro?
—Ven y hablamos aquí. No tardes.
—Vale...
Por favor ve con cuidado... suplica Irlanda en la cabeza de Seychelles. No soportaría que les... pasará nada ni a Sey ni al... coche.
Claro. El coche.
Ambas. No solo es el coche, obvio ella también. Pero el coche...
Ya, ya... con lo mal que debe conducir ella además, acostumbrada al barco.
Por favor no le pegues, ni la rayes. Y cuidado con las puertas en los estacionamientos bajitos, que abren mucho! Y pueden chocar con el techo!
Ahí se ve la preocupación. Sigh... Lo va a rallar entero, ¿vale? Mas vale que vaya buscando otro que comprar, con lo feo que es este coche
¡Aunque suspire!
Noooooooooooooooooooo! Y por favor que solo lo raye, que si lo ralla la mata.
Las dos cosas. Bueno, el caso es que llega a Mónaco y aparca dentro de su casa.
Con cuidado. Please?
Oooooojos en balnco
Mónaco... sale a recibirla, con sus lentes de sol ya puestos y, eso sí, la sonrisita de siempre.
Seychelles abre los brazos y grita un poco corriendo hacia ella. Mónaco sonríe un poco más, y la deja hacer, abrazándola y le da sus dos besos.
—¿Como estas? ¿Volvieron bien anoche?
—Oui, oui! —Mónaco sonríe un poco... y se humedece los labios—. Vamos dentro. ¿Quieres un té?
—Oui, cualquier cosa fresquita.
—Alguien bebió de más anoche...
—Bueno, solo un poco, ya sabes... por eso llego tarde esta mañana.
—Creo que todos bebimos un poco de más anoche... —sonríe sentándose en la terraza. Asiente sentándose con ella—. Tuve una conversación... interesante con Luxembourg.
—¿Sobre qué?
—¿Lo has notado a él diferente?
—N-No.
—Sey, si'l vous plait…
—Quoi?
—Seguro que lo sabes.
—¿Saber qué?
—Es con el hermano de tu novio... no veo cómo...
—Quoi? — levanta las cejas.
—¿De verdad no te ha dicho nada nadie?
—A-Algo, pero prefiero que me lo cuentes tú —aprieta los ojos.
—UGh...
—Pero... no es nada preocupante.
—No es esa impresión la que me dio ayer Luxembourg.
—¿Qué te dijo? —parpadea.
—Que se está... enamorando.
—¿Él? —levanta las cejas.
—Eso me ha dicho...
—Oh... cielos. Eso no me lo esperaba. O sea, sabía que le gustaba a Wales pero...
—¿Y me dejaste invitarle ayer? —Mónaco frunce el ceño
—No pensaba que... fuera a ser recíproco Wales es...
—Es...
—Bueno, él sí es enamoradizo y todo eso, pero Lux...
—Me ha dicho que no es nada definitivo pero que... toda la semana que lleva ahí ha... Que no se han ni besado, cosa que la verdad no se si creerle.
—Mmmm... yo tampoco sé si creerme eso —arruga la nariz.
—Seguro llevan toda la semana acostándose y yo de idiota...
—¿Tú crees? No se conocían, ¿no?
—¡Y yo qué sé! ¡No! ¡En teoría no! Pero dice que es como que viniera alguien a ser exactamente las cosas que necesita... ser. En si no... no digo que este mal, a final él puede hacer lo que... necesite, pero...
—¿Perdona? ¿Y que tú no haces las cosas que necesita?
—A ver, no ha sido tanto así... pero me dio la impresión de que no me estaba diciendo todo lo que pensaba.
—¿En qué sentido?
—Ha empezado preguntándome si estoy enamorada de él y me ha dicho que el no está enamorado de mi pero que quisiera estar... enamorado alguna vez. Y que por lo visto el elegido es... él. De todos. ¡Él!
Seychelles aprieta los ojos con eso.
—En pocas y breves no estaba terminando conmigo, pero me dijo que probablemente pronto me dijera de dejarlo.
—Ya. Y supongo que le dejaste tú.
—Eran como las tres de la mañana.
—¿Y?
—Y nos acostamos a dormir, él se durmió, yo... me salí de casa como a las siete.
Sey traga saliva
—Y estamos en ese limbo... pero creo que sí, voy a dejarle. No voy a sentarme a esperar a que...
—Es que... no me esperaba esto, pensaba que Wales era más como England
—¿En qué aspecto?
—Pues England se pasó la vida tras France. Siempre con los desamores y el corazón roto. Y no es que él no intentara flirtear con más gente y escapar de... la atracción de France. Pero siempre le salía muy mal. Creía que a Wales le pasaría lo mismo con Galia, la verdad. Que intentaría flirtear con Lux o con... quien fuera, pero en realidad nunca podría realmente salir de la órbita de Galia. A lo mejor acaba pasándole eso y deja a Lux de imbécil, visto lo visto.
—Pues si eso es así, no creo que vaya yo a quedarme a esperar...
—Lo que pasa es que enamorarse no es una palabra tan fácil. Ellos no... no saben enamorar a nadie. Literalmente. No tiene ni idea. No saben cuáles son sus puntos fuertes ni sus puntos débiles y mucho menos saben potenciarlos. A duras penas si saben comportarse. Si le está enamorando es porque Wales se está enamorando también. Punto.
Mónaco se humedece los labios.
—Pero no entiendo, si Luxembourg cree que está enamorándose... o que podría enamorarse de él, ¿es porque el chico este se está enamorando?
—Oui. Esa es su mayor gracia. Aunque ellos no lo saben y precisamente porque no lo saben y no pueden controlarla es que lo es
—¿Enamorarse es su mayor gracia? —arruga la nariz.
—Oui. Y por mucho. Se les va de las manos. Están siempre tan... sumamente necesitados de afecto que cuando les das un poco caen redondos. No esperaba que Wales fuera realmente capaz de... detenerse. No por nada dicen que es el más inteligente de todos ellos.
—De detenerse... ¿con Galia? —Mónaco sigue, cada vez con el ceño más fruncido.
Asiente.
—Así que una de dos, o este... tipo está buscando a Luxembourg para seducirle accidentalmente mientras no puede olvidar a Galia y el muy tonto está cayendo. ¡O el idiota está enamorándose de verdad!
—Oui —la mira.
—Mon dieu... ¿y alguien espera que yo me quede aquí a verlo? No.
—Tal vez deberíamos... sacar my sluty agenda.
—Oui. Eso mismo creo que tengo que hacer.
Ahí saca Seychelles su teléfono a ver los contactos y Mónaco se le acerca.
—Necesito alguien... que funcione.
—¿Que funcione?
—Sí, que cumpla su función.
—Ah, pues veamos, tengo varios chicos espectaculares de los que da gusto verlos y aún más montarlos.
—Unos cuantos de esos me vendrían bien —Mónaco se ríe con eso tratando de relajarse y tomar esto de buena forma—. Pero quisiera un.. quisiera algo un poco más serio.
—Y la verdad, te verías super bien con un tipo de chocolate, la prensa se derretiría con una pareja interracial, créeme.
—Ya... ya, eso seguro. Esta... lo siento, pero esta de súper moda el BLM —Mónaco levanta una ceja.
—Exacto y Netflix y todo eso —asiente—. Pero no sé si querrán algo serio...
—Pues...
—Puedo darte algunos números... ¿o has pensado alguien?
—No. No se. No. Necesito... a alguien que sepa manejarse en este mundo.
—Uf... a ver... ninguno de ellos es especialmente listo.
—Ugh, es que Lux... lo hace muy bien...
—Oui, pero también es un cabrón desconsiderado y desagradecido al que tienes que perseguir todo el tiempo y medio raro.
—Y que ahora se está "enamorando" de un tipo FEO.
—Y no es tan bueno en la cama, créeme.
—Ohhhh! ¡Es cierto! ¿Es el? —Mónaco levanta una ceja... y luego la otra.
—O-Oui... bueno...
—Pensé que era otro hermano... ¿cómo es?
—No hay tantos de ellos.
—Ya, ya... no sé, creo que no pensé. ¿Cómo eees?!
—Pues... no le digas esto a Ireland, ¿Eh?
—No le digo, pero ¡sí dime!
—Pues es todo... suavecito y dulcecito hasta el punto de... ser un poco aburridillo, ¿sabes? Como... pasmadito.
—Ohh... ¿o sea Lux va a cambiarme a mí por un tronco?
—La verdad, entre lo que trabaja Lux y que él es como... súper tradicional y clásico... Ni siquiera creo que lo hayan hecho tantas veces. Aunque lívido sí tiene, pero... es que no por nada Ireland le llama "estirado".
—Luxembourg parecía ayer todo menos satisfecho.
—¿Ves? Ahí lo tienes —la mira—. Y Wales no es multi como Ireland, eso lo ha confirmado hasta France.
—Feo, aburrido... es que no sé qué le ve —Mónaco hace los ojos en blanco
—Pues... es que claramente solo puedo hablar por su hermano —Seychelles se muerde un poco el labio.
—Claramente no solo puedes hablar con su hermano que te has acostado con los dos.
—Lo que digo es que, si algo le ve, no es sexual.
—¿TU no le ves algo sexual a su hermano?
—Yo sí, pero su hermano es multiorgásmico y tiene más imaginación que todos los tíos que he conocido juntos. Si me lo he tirado dos veces de la misma forma es porque se le sorbe el cerebro cuando estoy desnuda.
Mónaco hace los ojos en blanco porque Seychelles siempre le dice esas cosas y aun así a ella le parece que... esto es una exageración.
—En ese aspecto no podrían ser más diferentes —tan cruel.
—O sea Luxembourg me está dejando como por un... viejecito aburrido y feo.
—Tampoco... creo eso del todo. Pero es... bastante apurado. Lo que está claro es que Lux tiene un gusto de mierda.
—Bueno, como si tu no tuvieras... un gusto de mierda también! —protesta Mónaco —. Que además es MI pareja aún. Pues... antes de que eso pase voy a dejarle yo por alguien que realmente valga la pena... alguien que tenga estilo, que sea... bueno en la cama, que...
—¡Yo no tengo un gusto de mierda! Ireland es feillo, pero... no es aburrido y al menos no tengo que perseguirle.
—Mon dieu contigo... —Mónaco frunce más el ceño.
—Pues es que... es que no lo entiendes. En serio, no es algo que se entienda desde fuera. Yo tampoco lo entendía cuando France acababa eligiendo a England. Y mira que quiero mucho a England.
—Me estás diciendo que Luxembourg está además haciendo bien en elegir al... galés este.
—No, solo que... es difícil intentar saber por qué hace eso si no... estás tú mismo metido en un problema similar.
—Ahora te estás poniendo de SU lado... sacrebleu
—Non, non, Momo... Estoy intentando... explicarte lo que sé por compararle con Ireland y lo que veía de France con England, pero yo qué sé.
—No, es que estás intentando explicarme desde el punto de vista de que lo que según tu pasa es que... algo hacen que absorben el cerebro de la gente.
—Más que el cerebro... el corazón.
—Y yo no tengo corazón, asumo. Ya bastante es que Lux me haya dicho ayer que no está enamorado de mí, pese a que yo le he dicho que le... quiero. Porque lo hago, supongo que el amor es una cosa de esas... incomprensibles.
—No he dicho que no tengas corazón...
—Quizás no lo tengo.
—¿Qué dices? ¿Cómo vas a no tenerlo?
—Si no puedo querer a nadie fino todos.
—Tampoco él te quería a ti tanto, que ni diga.
—Pues a él si por lo visto.
—No creo que... —suspira—. Bueno, ¿entonces? ¿A quién llamamos?
—No sé... a alguien sofisticado y muy guapo.
—Vamos a ver... —va a buscarle las fotos en internet de los chicos africanos. Mónaco les mira y si hay uno o dos por los que se interesa un poco.
—¿Crees que sepan manejar bien a la prensa?
—Eeeeeh... No mucho, pero no me dirás que Somalia no tiene un polvazo. Senegal siempre se me sienta cerca en las juntas mundiales y es... le gusta mucho flirtear. Madagascar es mono, pero es raro de cojones.
—No, no quiero a nadie raro... —Mónaco arruga la nariz —. Sofisticado, Sey!
—Etiopía o Tanzania... sinceramente la prensa va a decir que estás haciendo algún tipo de labor social. Creo que el que más se aclara es Sudáfrica. Ahora, también te digo que cualquiera de ellos se moriría por alguien como tú.
Mónaco la mira de reojo.
—Y es que ya tuvimos suficiente con Jordania, aunque a ti te vayan los chicos de Asia menor.
—Uy, no, no me lo digas. Que sí que son súper guapos pero no vuelvo a meterme en esos líos. Una cita con el más guapo de los tuyos no está mal pero quiero algo más...
—Es que... no sé qué decirte. ¿Miramos las micro?
—¿Otra vez? —Mónaco suspira —. Es que no hay nadie nunca disponible.
—Ya lo sé, pero... oye, ¿y Hutt? Tendría gracia, ¿no decían que le gustaba Lux?
—Mientras no me venga a decir que siempre quiere irse con él y no conmigo.
Sey suspira de nuevo.
—Pero al menos es un principado.
—Aunque nadie lo reconoce.
—No ayudas... uuugh.
—Es que...
—No puedo salir oficialmente con alguien que está en quiebra, necesito un país reconocido, no quiero que esté al otro lado del mundo...
—Uf... es que Momo... pides mucho.
—Pues por supuesto que pido... lo mínimo indispensable. Cielos, esto va a ser un desastre.
—Oui... ni siquiera se me ocurre alguien que cumpla todas las condiciones.
—¿Quién está soltero en Europa? Es que ahí empezamos mal.
—Bueno, no te creas, están Allemagne e Italie que llevan un tiempo... aunque creo que Allemagne tiene a una... de las ancient, ¿sabes?
—Allemagne no sería mala opción. Dinero tiene, aunque es igual que Luxembourg con el trabajo... —se sonroja un poco porque... ya van llegando a la persona a la que quería llegar desde el principio.
—Y además por lo visto tiene medio a alguien, eso dice.
—Pero Italie...
—No tengo NI IDEA de en qué anda metido Italie.
—Él es guapo.
—Y así como muy gay.
—Ugh! ¿Tú crees?
—Pues... parece, aunque luego ellos son como France.
—France no es precisamente muy gay...
—Lo parece. Además, como vas a decir que no lo es si esta CASADO con England.
—Ya, bueno... ese asunto con los británicos OTRA VEZ.
—Tampoco pensaba que Wales fuera bi. Pensaba que solo England era gay.
—En la vida he visto a Luxembourg mirar siquiera levemente interesado a un hombre más allá de France...
—Ya...
—Por lo visto con ellos dos pasarán todas las excepciones... —protesta. Sey aprieta los ojos sin saber qué decirle—. Ugh... vaaale, habla con uno de tus africanos entonces.
—¿No ibas a llamar a Italie?
—¡Y tú has dicho que es gay y no me hará caso jamás!
—¡He dicho que lo parece!
—¿Le hablo o no? —Mónaco mira a Seychelles, agobiada.
—Pues intentarlo...
—Igualmente organízame algo con yo de tus africanos, solo como... por si acaso.
—¿Con cuál?
—El más guapo y sofisticado.
—En serio... decide tú o te vas a quejar de cualquiera.
—Hum... ¿Senegal has dicho?
—Vale —tuerce un poco el morro pero ahí va.
—Espera... ¿es mala elección? Ayudameeee
—No, no... solo es que...
—Ajá...?
—Es un poco intenso y no para de decirme que cuando me canse de Ireland iremos y haremos.
—Y tú no parece que te vayas a cansar de Ireland nunca.
—Pues no sé si lo haré, pero me jode que lo dé por hecho.
—Pues...
—¿Quoi?
—Yo también pensé que lo harías —se ríe. Ojos en blanco de Sey—. Venga... no te enfades
—Ya, bueno... no es que... en fin—empieza a escribirle un whatsapp a Senegal.
—¡Estamos hoy odiando a los tontos británicos!
—Estamos odiando a Wales. Ireland no tiene la culpa.
—No debí invitarle ayer... aunque... buff.
—Quoi? No creo que invitarle o no ayer hubiera cambiado nada. O sea, ayer no pasó literalmente... nada.
—Solo me hubiera faltado que conmigo ahí! —Mónaco suspira apretando los ojos. (Gales dice que si pasó... un poco)
—Por eso no creo que hubiera cambiado nada.
—Ya...
—Le voy a dar tu número a Senegal —Vuelve a escribirle.
—¿Le... llamaré a Italie? —Mónaco asiente.
—Pues no lo sé, ¿qué quieres hacer?
—Pues... no se. Quisiera no tener que complicarme tanto la vida.
—Ya, bueno, cariño... pero en el lío ya estamos.
—Pero no quiero estar! —lloriquea apretando los ojos (#TodossomosMónaco)
—¿Quieres llamar a Lux?
—Non, non... lo siento, es que... Ugh.
—Venga, llama a Italie.
—¿Segura? No me quiero ver desesperada.
—¿Desesperada por? ¿Has hablado con él últimamente?
—No, pero yo no suelo invitar a nadie a ningún sitio.
—No... vas a organizar pronto algún evento que pudiera interesarle, a lo mejor así viene. Algo de coches o así, suele ir a eso, ¿no?
—Vino Este año al Grand Prix.
—¿Y no puedes organizar una exhibición o una... carrera amistosa o algo así?
—Puedo... decirle que la voy a organizar aún cuando aún no la haya organizado.
—A lo mejor podrías proponerle de organizarla los dos.
—¿Crees que quiera?
—¿Por qué no? No te verás tan... interesada en echártele encima.
—Y si sale bien... será un evento público —Mónaco sonríe.
—Y si sale mal pues solo... ganaras un poco de atención y de publicidad con un evento y si te he visto no me acuerdo.
—Vale, vale... eso suena a un buen plan.
Seychelles asiente.
—Ya será como... hora de que se haya despertado, supongo.
—Supongo...
Monaco suspira y... saca su teléfono, llamándole al italiano, que tarda un poco en contestar.
Mónaco le pone en el altavoz mientras su propio mayordomo les trae el té.
Anda, que seis horas le ha costado al tipo.
¡Ha sido una ceremonia del té muy larga! Ha ido a cosecharlo. Aun así, Mónaco le agradece con la cabeza esperando a Venecianooooo
—Ciao? ¿Quién es? —pregunta claramente con voz de no haber abierto ni los ojos.
—Ohh... Allò? Je suis Monaco! —sonríe un poco sin mirar a Seychelles tratando de soñar fresca y agradable, ignorando la voz de sueño.
—Oh, Monique, buon giorno —saluda bostezando, ¡no seas imbécil! ¡Ha dicho Monaco, no Mónica!
—Mónaco —aclara ella.
—Sí, sí —no, no, no le digas "sí, sí", porque no te enteras—. ¿Qué ocurre?
—Ehm... quería proponerte un negocio.
—¿Un... negocio? —bosteza y hunde la cara el cojín porque... ¿porque entra TODA la luz del mundo a este cuarto? Tiene que pintar las paredes de otro color que no sea blanco porque esto es como vivir en una puta fotocopiadora.
—Oui, quiero combinar una gala con Ferrari en mi casa a final del verano...
Unos segundos en silencio. Eres insoportable, en serio.
Si, lo eres un poco. Mónaco mira a Seychelles de reojo
—I-Italie? —llama esta al ver que no hay reacción. Veneciano parpadea despertándose otra vez.
—Che cosa?
—Por qué no te llamo más tarde —Mónaco suspira un poco porque este no está siendo un buen día.
—No, no, scusa —bosteza—. ¿Quién dices que eres?
—Sacrebleu. Monaco. Le Principauté de Monaco.
—Ah... Ah! No me... no me he acostado contigo ni nada, ¿verdad? —se incorpora y mira alrededor del cuarto con los ojos cerrados, bostezando otra vez y rascándose la cabeza.
—No que yo me haya enterado, tú dirás...
—Nnnn... Scusa. Pensaba que eras otra persoooona —se estira—. Ugh. Necesito un café.
—Te llamo más tarde —Mónaco suspira oooootra vez.
—No, no... cuéntame.
—Te decía que quiero hacer una gala en casa y estaba pensando en si hacerla con Ferrari o con Mercedes.
—Pfff. No vas a comparar —traga saliva y se levanta a por café—. ¿En qué estás pensando?
—En algo con estilo, quiero... algo a lo grande. Lo mejor sería la presentación de un modelo nuevo pero...
—¿Querrías... presentar un modelo en tu casa? —por suerte de camino a la cocina está el baño, así que primero mea, medio zombie. Yendo por la casa descalzo y en calzoncillos. En serio, ¿por qué hay tanta luz en este piso? Hasta en el baño.
¡Deja de quejarte de la Luz!
Pues es que tiene que instalar persianas, pero luego cuando esta despierto se le olvida o le parece que no es para tanto.
Ya, ya... ya.
—A mí me interesa la gala, pero si no consideras que sea... tan apropiado presentar un modelo en casa puedo buscar otras opciones...
—¿Y has llamado a oficinas a ver que tienen? —bosteza tirando de la cadena y retomando su camino a la cocina. Nos gusta el suelo de baldosas hidráulicas, eso sí, porque está fresquito.
—No, no voy a llamar a las oficinas. Te estoy llamando a ti.
—Mmmm... supongo que algo habrá —bosteza de nuevo encendiendo la cafetera y apaga el aire acondicionado, yendo a abrir las puertas de los balcones en lo que se calienta el agua. De repente se oye un barullo de la gente gritando en la calle.
Mónaco tamborilea los dedos un poco en la mesa.
—Eso espero, sinceramente... creo que tú lo harías bien, creo que puede... oh, ¿qué es ese ruido?
—Milano. Y mi cafetera —se estira de nuevo—. Si no, algo podría dibujar —mira el salón que está lleno de papeles y ropa por literalmente todos lados, pensando.
(Alemania secretamente se pellizca el puente de la nariz, un poco preocupado)
—Eso sería excelente.
—Aunque necesito saber un poco más sobre lo que quieres hacer —se acerca a buscar el café y se vuelve a la terraza, a tomárselo ahí. Aún está la mesa puesta de la cena que se tomó con no sé quién, sinceramente, él creía que, con Mónica, pero ahora no está seguro. Supone que la chica se marchó de madrugada o algo.
El desastre de Veneciano.
Sí, bueno, recuérdanos porque NO es buena idea tener Limoncello en casa. ¡Veneciano! ¡No te comas eso que lleva ahí toda la noche!
I —Algo espectacular y sofisticado.
Se toma el café y la verdad, se siente mejor. Aunque por lo visto necesita otro.
—Ya... Me refería a detalles más concretos. ¿Por qué no comemos un día y me explicas?
—Eso me parecería perfecto, por qué no... te invito a comer a mi casa.
—Bien, ¿cuándo? —sonríe.
—¿Cuando te va bien? Qué tal... el lunes.
—Sí, claro. Déjame te confirmo y si no pudiera ser te llamo para concretar otro día, pero en principio creo que esto libre a la hora de comer...
Mónaco aprieta los ojos porque parece ser que el perseguir a quien sea está en su... destino.
Nah, este lo dice más por hacerse el interesante que por nada.
—Oye, ¿es imprescindible que sea con Ferrari? ¿O estarías dispuesta con Lamborginhi o Maseratti tambien? No sé quién estará por presentar algo.
—Tenemos larga historia con Ferrari pero seguro que podríamos adaptarnos de ser indispensable.
—Como estabas planteándote Mercedes pensé que tal vez no estabas tan interesada en algo muy... exclusivo. ¿También Fiat? Seguro ellos tienen algo.
—¿Fiat no son esos pequeños cochecitos...?
—Fiat es una marca más comercial con modelos más utilitarios, como Mercedes.
—¿Te digo la verdad? —Mónaco se ríe con eso.
—O Alfa romeo, si prefie... eh?
—No, no me interesa nada de baja gama. He dicho Mercedes como podría haber dicho Ford, solo para ver si despertabas.
—Oh... entiendo —la verdad, se muerde un poco el labio porque... joder—. Bueno, entonces... ¿vas a organizar una carrera o algo?
—¿Te gustaría?
—Ya sabes que tu circuito es el favorito de todos.
—Yo lo sé... es el más bonito de todos, sin duda —ay el flirteo —. Me encanta que vengan.
Sonríe con eso.
—Y ya sabes que tus coches son mis favoritos siempre.
—Por eso, seria divertido. Tal vez una exhibición de Formula E, si hay algún modelo eléctrico, sería súper divertido.
("Yi sibis qui tis quichis sin mis fiviritis", refunfuña alguien que no parece haber superado esto aún)
(Cállate que has visto como le ha hervido la sangre con Mercedes...)
—¡Oh! Eso suena a una idea excelente... aunque creo que no tiene tanto... glamour ¿o sí?
—¿Por qué no? ¡Es la vanguardia de la tecnología de motor!
—Voy a tener que confiar en ti... pero quiero algo que salga muy bien, necesito consentirme.
—Oh, ¿Cómo es eso? ¿Ha pasado algo malo?
—No... no aún. Te cuento el lunes, mejor.
—Mmm... Vale. Ten un buen día, entonces.
—Ahora será mejor.
El italiano se ríe un poco con eso
—Confírmame
—Desde luego.
—¿Desde luego que me confirmas? ¿O desde luego que vienes? —Mónaco se ríe.
—Venir voy a ir... lo que digo es que te confirmo si es el lunes o más tarde.
—Conste. Hablamos entonces.
Se ríe y se despide. Mónaco cuelga pensando que empezó peor... de lo que termino.
Eso es porque le despertaste.
