—Aquí tienes —mete los pantalones por las cortinas, solo la mano.

Thank you —los toma y casi le toma la mano.

Luxemburgo se queda fuera otra vez.

—O-Oye y ¿habrá alguna camiseta?

—Esto me lleva a pensar... en esta situación, el hecho que sea un espacio... Ah, sí, seguro, luego las miramos. O espera, voy a ver algunas en lo que te los pruebas.

—No, no, dime —elige unos de los pantalones que le ha traído, poniéndoselos

—Ah, pues... lo que decía es que sí que sea un espacio público le añade... gracia o podría ser en casa.

—Con un espejo, en casa... seguro que...

Quoi?

—Funcionaría bien, bloody hell.

—Es bueno saberlo.

—¡Ahora tú sabes todos mis secretos y yo solo se uno!

—Aunque... ¿qué habría que hacer para que no tuvieras los ojos cerrados?

—Desnudarte —Nada tonto.

—Si yo estoy detrás, eso no importa, no me vas a ver igual.

Es que la pura imagen mental de Luxemburgo penetrándole... atrás y... el... delante así... es... Ugh.

—Supongo que ¿darme algo a cambio? —dice débilmente.

—¿Te parece que no te estaría dando suficiente? —se ríe con el juego de palabras tonto.

—Tengo... otra duda incomoda.

—¿Aja?

—¿Y si invirtiéramos esos papeles? Si te gustaría, ¿no?

Mais oui, pero no hablábamos de mi ahora…

—Ugh. Supongo que podrías decir cosas que me llevarán a abrir los ojos... sin duda.

—¿Cómo qué?

—Eso no te lo voy a decir.

—Oh, venga, es la pura gracia de esto... ya que no puedo hacerlo...

—Puede que... sí me dijeras que te gusta cómo me veo —se sonroja más.

—Mmm... nah

—Ugh. O que me veo ridículo.

—Pensaba más en algo como... mientras estén cerrados, no me voy a mover en lo absoluto. Has dicho que si yo me burlaba no servía.

Bloody hell, ¿ves como no necesitas mi ayuda?

—De hecho, solo quería saber qué proponías... aunque... —se ríe desde fuera.

—¿Aunque...? —saca la cabeza.

—En otro escenario, ¿qué opinas de los ojos vendados? —sonríe de ladito, brazos cruzados.

—Opino que tienes bastante imaginación y eso me gusta —Gales se sonroja un poco más, pero sonríe.

—¡No es eso lo que he preguntado! —la verdad, se sonroja un poco también.

—Opino que la vendada de ojos será para ti mientras te hago con una pluma de la cabeza a los pies.

Luxemburgo aprieta los ojos y se sonroja de muerte porque... efectivamente, a él sí que le gusta la idea.

—Voy a buscar otros pantalones —huye, cobarde.

—¡Una camiseta! —Gales sonríe con eso.

No va a volver con nada, la verdad.

—¿Ya te los... has probado todos?

Gales, que le acechaba desde atrás de la cortina, tira de el en un revuelo metiéndole y poniéndole una mano en los ojos, abrazándole por la espalda con la otra cruzando su abdomen.

Luxemburgo chilla un poco sin esperarse eso, más del susto que de otra cosa.

—Shhh…

Traga saliva, dejando de chillar y moviéndose un poco.

—A mi Merced y sin saber lo que te voy a hacer después...

Q-Quoi? —se tensa un poco.

—¿Eso funcionaria? —le pregunta al oído en un susurrito.

—E-Ehm... —no está seguro de saber de lo que hablas. Aunque tiene una ligera idea y la respuesta es SÍ. pero prefiere asegurarse antes de confesar.

Gales le pica un poco la costilla con un dedo y Luxemburgo mete un salto aplastándose contra él y intentando capturarle las manos.

—C-Cymruuuu…

—Pero debe haber más cosas que funcionen —deba que le capture la mano sin soltarme los ojos.

—N-No creo que este sea el... lugar ni el momento...

—Aún no acabo de determinar si eso es que funciona el lugar o no.

—Es... indeterminado.

—¿Indeterminado quiere decir que funciona igual de bien aquí que en casa?

—Indeterminado quiere decir que no se puede determinar si es así o no —sonrisita de lado.

—Eso, monsieur straight, es trampa.

—No recuerdo una regla que lo prohibiera.

—"Oh, venga, que me digas las cosas es la pura gracia de esto... ya que no puedo hacerlo..."

—No se puede decir que tú no estés haciendo nada.

—Te estoy solo cubriendo los ojos.

—Eso díselo al juez.

—¿Hay uno? —baja la mano que tiene en sus ojos.

—De hecho... sí noto que... te mantienes bastante en la línea.

—No ignoro tus reglas —le mira a los ojos porque si lo está intentando.

—Merci.

El británico sonríe, le hace un cariñito en la cara y se sonroja

—Lo que me hace pensar esto, es como será cuando no lo hagas.

—¿Cómo lo imaginas?

—Más... interesante —le mira y se humedece los labios con cara que le besaría.

—Esto es también interesante —le mira los labios.

—Lo es —le acaricia la cara y sonríe.

—Aun así, hay momentos en los que te comería a besos.

—Ya, bueno —desvía la mirada porque hace un instante también lo habría hecho él.

Gales carraspea un poco y se sonroja, soltándole del todo.

—Uhm... Bueno, alors... ¿Todos?—empieza a recoger pantalones.

—¿¡T-Todos?!

Non? ¿Cuáles quieres?

—No lo sé, todos son muchos.

Alors?

—¿Uno... azul y uno negro? ¿Dos azules? ¿Y uno negro?

—Vale, los dos oscuros. Vístete y te espero fuera —sale y tengo que decir que... se lleva TODOS los pantalones del vestidor, incluidos los que traía Gales puestos.

Parpadeo. Ugh. Lux! Gales levanta las cejas cuando lo nota.

No le creas cuando te diga que ha sido sin querer.

—Eh! Lux!

Ya ha salido de los probadores.

Joder, ¿vas a hacerle salir en calzoncillos?

Va detrás, robándose del primer lugar que puede algo para medio taparse los calzoncillos

Nah, venga, está ahí dejando los que no se llevan.

—¿¡Podrías no robarme la ropa?! —medio protesta dando saltito, porque por lo visto con los saltitos se te ve todo menos.

Quoi? —le mira de reojo

—Mis pantalones —más saltitos.

—Oh... oh, vaya, que torpe —se ríe un poco al "notar" que los lleva en las manos—. ¿Por qué das saltitos?

—Porque... no... ¡dame mis pantalones!

—¿Porque... no? —los aparta.

—Porque... ¡no sé! ¡Porque no tengo pantalones! —sigue donde saltitos.

—¿Estás... —se relame—. Excitado o algo?

What? No!

—Entonces no entiendo los saltos —se ríe—. Te los cambio.

—¿Porque deje de saltar? —es que está NERVIOSO

—Nah.

—¿Entonces por?

—Mmm... —baja la mirada, sonriendo—. Tu ropa interior.

Whaaaat?

—Ya sabes... —le toma de la goma de los calzoncillos y tira un poco de ella, soltándolos—. This.

—¿Y quieres que vaya así sin calzoncillos todo el día? —Gales traga saliva.

—A lo mejor me los puedes comprar de regreso más adelante. O puedes salir de los probadores... comprarte unos pantalones tú y salir a la calle perfectamente vestido —se encoge de hombros.

—Ugh. Te los daré, solo si... ¡vienes al probador a que me los quite!

—Suena justo —hace un gesto para que vaya delante.

Gales aprieta los ojos dando saltitos de regreso. Luxemburgo se ríe porque aún sigue sin entender los saltos. La verdad nadie los entiende

—¿Tengo que... entrar contigo o crees que tengo suficiente con imaginarte medio desnudo ahí dentro?

—¡T-Tienes más que suficiente con eso!

Se ríe quedándose fuera.

—Pásame los pantalones.

—Vale, pero entonces, primero me los das y luego te los paso. No me fío de ti.

—Yo menos de ti, ¿crees que no tengo hermanos?

—Teniendo en cuenta tus otras opciones...

—Si me dejas sin pantalones NI calzones no te perdonare.

—Uuh, eso sería terrible —sonríe.

Gales saca la cabeza y Luxemburgo le sonríe de ladito.

—No voy a darte mis calzoncillos así de fácil sin una... garantía.

—¿Aja?

—Dame tu teléfono.

—No me pareces en posición de negociar.

Le fulmina un poco... y se quita los calzones.

—Te lo doy si te haces una foto.

Whaaaat?!

—Te doy mi teléfono como prenda, si te haces una foto.

—Vale.

Se lo tiende. Gales lo toma... y se va a hacer una selfie de la cara. O sea, no se va a tomar nada de cuerpo entero en lo absoluto.

—Listo.

—Muéstrame.

Se la mueeeeestraaaa

—Oh, que aburrido.

—Venga ya! —protesta, sonrojándose y metiéndose con teléfono otra vez.

Luxemburgo se ríe

—¿Qué tan guarra la quieres?

—Pues que te pida una foto mientras estás sin calzoncillos y me hagas esto...

Shut up! —se gira y se hace una foto del culo contra el espejo en la que no... se le vea mucho más, pensando que... es que no, no es la foto más estética, tiene hasta un grano a medio culo porque la puta pésima suerte. Aprieta los ojos—. Ugh...

Quoi? — se espera.

—Es... fea.

—Pues haz otra.

—Es que... —intenta hacerla del otro lado... y aprieta los ojos. Además, no borra la primera el idiota.

Quoi?

—Ugh... a ver esta.

—Vale, vale, no quería hacer un desastre de esto, venga... —mete la cabeza.

No, bueno... el salto, planchándose contra el espejo. Ahora es un milagro que no se le caiga el teléfono, solo porque tienes suerte, Lux. Se ríe y el británico por supuesto se cubre. Creo que casi directamente CON el teléfono.

Oh... la... lá

B-Bloody hell!

Es que no sé cómo consigues tenerle tantas veces acorralado y desnudo. Francia te aplaude

—Empiezo a pensar que lo haces a propósito —sonríe y entra, y es que... se lo COME con los ojos—. No que me queje.

No está haciendo nada a propósito, ¡ojalá! Está rojo como una manzana, eso sí, mirándole acorralado.

—¿YO?! No!

—Venga —tiende la mano hacia él.

—¿Q-Qué? —le mira la mano con los ojos bastante abiertos.

—El teléfono y los calzones. Vamos— Luxemburgo mueve los dedos en un gesto claro para que le dé.

—Y t-tú... pantalones.

—Primero tú.

Gales aprieta los ojos y le da el teléfono... y los calzones. Casi lanzándole las dos cosas para volver a cubrirse. Si, no está tan tranquilo como él quisiera. Aunque en haber terminado un rato atrás ayuda mucho.

Luxemburgo se ríe, guardándose ambas cosas y mirándole.

—Pantalones.

—Nunca había conocido a alguien que pudiera quedarse desnudo por... accidente tantas veces en tantas situaciones diferentes.

—¡Eso es tu culpa!

—Nunca había sido tan hábil para desnudar a alguien tantas veces en tantas situaciones diferentes.

Gales se ríe.

—En realidad... nadie me había desnudado nunca a mi tantas veces en tantas situaciones diferentes. Nadie parecía tener tanto interés porque yo estuviera desnudo.

—En realidad... estás muy asustado de que te deje así y a mí me parece más interesante pasar el resto del día sabiendo que yo tengo tus calzoncillos —le tiende los pantalones.

—E-Es... uff —Es absolutamente sexy, piensa Gales para sí.

Los saca del bolsillo, mirándole y se los lleva a la nariz solo para hacerle sonrojarse.

Oh my... god! —es que se tiene que tapar la cara, avergonzado.

—Te estoy viendo... —igual muere de risa.

—¡No los huelas! —se destapa la cara y se tapa ahí abajo —. Ugh!

Luxemburgo sigue riéndose y sale del probador, yendo a pagar los pantalones.

Gales se muere unos segunditos porque nadie nunca en la vida le había olido la ropa interior y le ha parecido sexy que te mueres. Sale vestido y aun rojito del vestidor después de un minutillo, acercándose a Luxemburgo por la espalda, que está acabando de recoger las bolsas y dar las gracias al chico de la caja.

Gales se le acerca por la espalda y... carraspea. El flamenco sonríe y se gira.

—Ya está. Ah, espera, que querías ver las camisetas...

Sonrojito. Además, trae los... pantalones suyos que traía hace rato. Se pasa una mano por el pelo.

—Tengo mis polos, quizás no es necesario...

—Si no, otro día. ¿Cómo vas? ¿Cómodo?

—Nunca he estado más cómodo...

—Bien —sonríe yendo hacia la puerta.

Gales hace unos movimientos raros porque no está cómodo, sonrojándose un poco más cuando el chico de la caja le mira con curiosidad. Carraspea otra vez.

Luxemburgo le mira de reojo y es que nota como abre las piernas y mete las manos en los bolsillos para arreglarse, riéndose por lo bajini.

Es que además tampoco se ha quedado tan tranquilo.

—¿D-Donde la has puesto?

—¿El qué?

—Mi.… ropa interior.

—¿Por? ¿Planeas robármela metiéndome mano sin que me entere?

—No, solo... me da curiosidad.

—En el bolsillo, para tenerlos a mano.

—Eso es súper... ¡si yo hiciera eso me tacharían de asqueroso pervertido!

—¿Por?

—Pues porque... sería asqueroso y pervertido —se ríe pasándole una mano por la espalda. O sea, ¿ni tus bolsas vas a cargar?

—Pero... ¡los necesito!

—¿Para hacer qué?

—Esto —los saca y muerde un poquito una puntita.

—Ohh, bloody hell —aprieta los ojos y hasta le suelta de la vergüenza.

—Esto es divertido —se ríe y los vuelve a guardar.

—ES... no sé qué es. Ciertamente.

—Tienes una especie de conexión mental entre... ellos y tu propio... da para infinidad de juego. Como si tuviera un muñeco voodoo.

—¡UGH! es que... —se sonroja más, abriendo el coche y apretando los ojos.

—¡No me estoy quejando! Al contrario —deja las bolsas en el maletero.

—Yo no sé si me estoy quejando, lo único es que agradezco que... hayamos hecho lo que hicimos hace rato.

Luxemburgo se ríe un poco y se sonroja, yendo a sentarse como copiloto.

Gales... hace un par de movimientos raros más, porque esto es incómodo y pese a lo que hicieron no está 100% relajado. Ahí va a sentarse al lugar del conductor.

—Más motivos entonces para no repetirlo tan pronto.

—Ugh.

—Vengaaa ya no protestes que hasta yo sé que no sufres tanto.

—Al menos tiene que parecer que sufro o quizás dejes de hacerlo... Hay que ser cuidadosos con estas cosas...

—¿Eso piensas? —se ríe.

—¿Que puedes querer dejar de hacerlo si sabes que me gusta? Sí.

—¿No crees que quiera... gustarte?

Gales se sonroja y es que... en general con sus hermanos, que te guste algo implica... justamente...

—Venga... digo, no que no tenga gracia fastidiarte un poco, pero...

—Igualmente... no me gusta tanto. Esto... frota y roza y... —Gales sonríe y le mira de reojito

—A lo mejor no son los pantalones si no lo mucho que te está gustando —Luxemburgo le mira la zona en cuestión

—Ah, shut up! —se queja, sonrojándose y riendo, arrancando el coche y revolviéndose un poco.

—Diría que Touché, pero creo que justamente porque no... es que no sirve eso aquí —se ríe también. Gales se ríe un poco más

—Es... una expresión poco apropiada en este momento. Aunque con la conexión que tienes con mi ropa interior...

—¿Crees que podría hacerte acabar otra vez solo haciéndole cochinadas? —vuelve a sacarla del bolsillo.

—No vas ni a intentarlo... —se sonroja más mirando al frente.

—Si tuviera un muñeco voodoo de verdad estarías frito —se ríe.

—Yo preferiría sinceramente que me tocaras.

—¿Mientras conduces?

—¿Sabes? Me... me gusta tu imaginación —Gales le mira de reojo y sonríe un poco

—¿Eh? ¿En qué sentido?

—Tienes ideas buenas.

—¿No te parecen un poco... demasiado?

—No. O sea... quizás ahora sí porque estamos en esta época en la que no PODEMOS hacer eso, pero no me... desagrada la idea.

—Mónaco a veces me decía que siempre hablo de lo mismo. Y que de nada servía inventar todas esas tonterías fuera de casa.

Gales pone los ojos en blanco.

—Especialmente con cosas como... pues los muñecos voodoo o así —añade.

—Independientemente de lo que vayamos a hacer fuera de casa o no... es que solo la idea de estar pensando ASI de ti todo el rato me... —se humedece los labios—. Quizás nunca he estado lo bastante con alguien para que ESA parte me aburra. Te imagino, con un muñequito vodoo mío. Y solo la idea de que DE VERDAD quisieras jugar con él ya me hace ilusión.

—Bueno, oui, supongo que puede tener que ver con que hace mucho que estábamos juntos pero ella decía cosas así como que de qué servía pensar en eso si no es posible igualmente.

Gales... hace un movimiento un poco brusco para estacionarse de golpe casi. Otro de esos gritos tan varoniles, ejem

—Nooo! No puede alguien decirte eso, es... horrible!

Q-Quoi?

—No puedes pensar SOLO en cosas que son posibles, eso... limita TODO.

—B-Bueno, solo es un pensamiento práctico.

—¡Es un pensamiento HORRIBLE!

—Uhm... Bueno, tampoco es para tanto.

—Para mí sí lo sería, imagina no poderte imaginar NADA. A mí me puedes decir TODAS las fantasías que tengas, se puedan o no y las que no se puedan haremos que se puedan o intentaremos que se puedan o... haremos que te las imagines mejor.

—U-Uhm... D-D'accord —parpadea varias veces con eso.

—Quizás no... no te parece importante, pero tienes... ¡tienes imaginación!

—Es que... no entiendo la importancia. Es decir... no parecía tener tanta hasta hace poco.

—Lo que pasa es que... —Gales traga saliva y se sonroja.

—O sea, no digo que no la tenga y que a Mónaco no le gustaran algunas cosas que inventábamos, solo que no en... todas las circunstancias. Entiendo pues que a ti te... gusta más.

—Es que... más bien, eso es lo que YO tengo. Lo único que yo tengo.

Quoi? —se ríe un poco.

—Que yo no... no soy guapo para nada, ni tengo un gran cuerpo, ni soy tan... hábil para hacer estas cosas, soy un desastre para muchas y probablemente lo único que pueda ofrecerte no sea algo tan... terrenal, más bien, es todo un mundo que no está aquí, en las cosas prácticas.

Luxemburgo parpadea con todo eso y le mira.

—Claramente tú no eres yo... quizás por eso a ti no te parece tan grave —sonríe un poquito y se sonroja —. Tú si tienes otras mil cosas que ofrecerles a todos, pero tienes esto, tienes imaginación y eso... es... a mí me gusta.

—Mmmm... es que para empezar lo de la belleza es subjetivo.

Gales sonríe con eso

—Y así es como tú me enamoras a mí —susurra.

—Y lo de la habili... —se le muere la frase al flamenco.

—C-Creo que... —Gales no se atreve a mirarle.

Luxemburgo traga saliva sin mirarle tampoco

—Podríamos... i-ir por comida.

Oui. Oui. Es una excelente idea, oui.

Gales arranca otra vez.

—¿Sabes qué sería genial también? —empieza Lux de nuevo.

What? ¿Que dejara de decir esas cosas? Lo siento.

—No, que dejáramos de decir los dos el verbo enamorarse por completo. O gustar incluso. Debería estar en las normas.

—Vale... —susurra y se sonroja un poco más.

—Y si de repente quieres decir que te gusta... qué sé yo, la mayonesa, pues lo siento, ya no se puede.

—Tampoco podrías decir que no te gustan mis polos —Gales sonríe un poco de lado.

—Pues... no, pero eso ya lo sabes, así que no hay necesidad de decirlo.

—Bien, es un trato, entonces.

—Una norma. La apuntare.

—Me encantas... —Gales se ríe, bajito.

—Ugh, ¡mira que voy a prohibir ese también!

Las risas, porque lo ha hecho a propósito.

Dréckt! ¿Cuántos sinónimos sabes?

—Un par más...

—Vas a tener que decírmelos todos.

—Me agradas, me fascinas, me embelesas, me cautivas, me encandilas, me atraes, me enloqueces, me hechizas, me hipnotizas, me entusiasmas, me conquistas, me deleitas, me ilusionas...

Luxemburgo se sonroja un montón porque esto en su mente iba de algún otro modo, no sabemos cuál. Gales le mira de reojo y se sonroja también.

—Y lo haces...

—V-Vas a tener que... r-repetirlo, lentamente —no le mira.

—Está bien, espera... —gira en la calle y busca un lugar para estacionarse, encontrando uno más lejos de lo que quisiera, pero, se estaciona con bastante prisa, sonrojándose más aún.

Luxemburgo le mira de reojo sacando el teléfono y buscando el archivo para escribirlo.

Se estaciona un poco parsimoniosamente, sonrojándose aún más y humedeciéndose los labios. Apaga el coche y se gira a Luxemburgo levantando el brazo izquierdo y poniéndolo un poco en el respaldo del asiento de Lux, un poco caído hacia enfrente.

—L-Lux...

Le mira de reojo un segundo y se le acelera el corazón, volviéndose al teléfono intentando concentrarse y la verdad, decide encender la grabadora, porque... tampoco es tonto.

—Me agradas, me atraes...

—A-Aja? —no le mira.

Gales estira un dedo y le toca un poco el cuello. El flamenco se sonroja más, tomando nota.

—Me entusiasmas, me fascinas, me encandilas, me embelesas... me conquistas.

Traga saliva, escribiendo

—Me deleitas. Me ilusionas. Me cautivas —dice cada palabra con más fuerza y convicción —. Me hipnotizas. Me hechizas. Me enloqueces.

Se humedece los labios y sigue sin mirarle. Gales sí le mira porque esperaba que él le mirara en algún punto. Es que si te mira ya no escribe.

—Me embobas... me embrujas.

Mon dieu... —susurra.

—Me seduces.

Es que se le van los ojos y se sonroja de nuevo. Gales se humedece los labios, sonrojado aún, desde luego. Ahora le está mirando, ahí está ya... hipnotizado como un animalillo por los faros de un coche.

—Me... flechas, como cupido —Gales sonríe de lado, un poco avergonzadito.

Es que se acerca a besarle.

No va a quitarse, voy a decirlo.

Pues beso.