Armor Guardian Sailor Moon

Honestamente, el 2023 fue un año complicado en varias cosas y particularmente, en el ámbito de los fics, hubo problemas con mi computadora y lo que eso implica para escribir, aparte de todo lo personal que me quitó hasta cierto punto la inspiración por bastante tiempo, pero aquí estamos, deseando que el 2024 sea mejor en todos los sentidos.

Feliz 2024 para todos, espero que sus propósitos dentro de la legalidad se cumplan y nos veamos más seguido por aquí.

En fin, pasamos a los reviews:

nadaoriginal

Usagi ha alcanzado un nivel alto por ella misma y luego de creer en su propio potencial, luego de los varios golpes que ha recibido a lo largo del fin y bueno, eso será la base para su nueva actitud hacia su deber de Sailor Guardian, porque lo que previamente era incluso un obstáculo, su convicción, ahora será su mayor fortaleza. Rei y Shizuka son primas, eso lo tenía pensado desde hace tiempo como una forma de enlazar un poquito a las nuevas Sailor Guardians con las originales, como en el caso de Ami y Margie, aunque ya no haya forma de hacerlo con Mei, Aiko y Makoto y Minako, sin repetir la fórmula xD. Rei y Usagi siempre hicieron química de pareja más que de amigas, pero de momento será algo que tal vez solo se insinúe, aunque Usagi necesita preferir carne antes que pescado para que Chibiusa y Hikari puedan existir, por decirlo así, ya sabes cómo es la mitología griega :v

MoonSonicPower

Ya tenía tiempo que no te veía y siempre me da gusto que lectores de comienzo sigan aquí. Me sonrojan tus palabras, pero siendo honesto, tan tantas historias tan geniales por internet que la mejor no creo que sea ésta, pero muy agradecido, muy agradecido n_n. Las cuatro OC que acompañan a Usagi en la aventura tienen años de vida y tal vez por eso se sienten bien en el entorno, porque les he puesto cariño xD. Sobre las referencias, entre cameos y diálogos, pues he visto bastantes cosas y hay cosas que me gustan tanto entre series y demás, que simplemente si tengo que adaptarlo para que entre, pues que entre. Sobre la frase a lo Yusei, pues es un referente para el crecimiento de Usagi en la historia, además de cierto paralelismo con el burro con alas, o sea el Seiya xD. La descripción del fic cambia cada capítulo para el capítulo en particular luego de la parte inicial y si, el clímax de la historia no está muy lejos ya…

¡Y ahora vamos al fic!

Capítulo 32

El puño del amor.

— Fuera del agotamiento extremo que presenta, parece que todo está normal, salvo que tiene un leve caso de desnutrición y por su cuerpo desmejorado, parece ser que en estos días casi no ha dormido, así que necesitará todo el reposo que sea necesario…

Saeko Mizuno se retiraba el estetoscopio de los oídos y entonces se orientó al grupo de amigas que permanecían expectantes. Su hija Ami, su sobrina Kasumi, aquellas chica de cabello contrastante y los mismos ojos, así como esa pelirroja alta, la chica de piel clara con cabellera elegante de color morado y las dos niñas que permanecían atentas.

Delante de ellas, en la cama que previamente ocupaba Mei, Usagi Tsukino dormía profundamente, ajena a la clara atención sobre ella. Su rostro ligeramente demacrado era la señal clara de que realmente había llevado a su cuerpo a los mayores límites puesto que desde el inicio de su viaje solo había descansado luego de haber sido noqueada la primera vez por la Reina Gem, además de que no había probado bocado desde el comienzo de su travesía. Un catéter sobresalía en su brazo derecho como la señal de que necesitaba cierto nivel de atención médica, pero nada que realmente comprometiera su vida…

— ¿Puedo preguntar qué le pasó? —La madre de Ami preguntó, expectante.

— Digamos que se fue de viaje y al parecer no se preocupó por comer ni dormir en lo absoluto durante el recorrido. —Replicó Shizuka.

— Entiendo, así son los jóvenes de hoy… Bueno, solo puedo recomendarles que la cuiden mucho y si presenta alguna complicación, no duden en llevarla al hospital de Juuban…

La doctora suspiró, aliviada luego de pensar inicialmente que aquella amiga de Ami estaba en peor estado. Entonces se dispuso a irse…

— Si gustas, puedes quedarte con ella hoy, Ami.

La aludida, sumergida en sus propios pensamientos, volteó a ver a su madre, sorprendida por el hecho de que le autorizara faltar al día siguiente a la escuela de forma implícita, por lo que sonrió de forma tímida y asintió a manera de agradecimiento.

— Gracias, mamá… —Replicó la chica genio.

— Bueno, será mejor que me vaya entonces, cuídenla mucho…

— La acompaño a su casa. —Shizuka encaminó a la mujer, quien se despidió de las chicas con un discreto saludo de mano.

— Gracias por venir, tía. —Margie se unió a la azabache.

— Gracias por confiar en mí, Kasumi…

— Bueno… En cuanto a nosotras, tenemos que ver dónde se quedarán nuestras invitadas hoy.

Aiko estiró los brazos y volteó a ver alternadamente a Ami y a Hyppeia, quienes le sonrieron de forma discreta.

Conforme fueron ordenando todo para que las dos nuevas chicas pasaran la noche en el lugar, fueron poniendo a la Satellite Guardian sobre todo lo acontecido desde su desaparición, principalmente las derrotas de Pinkie Pie y Fluttershy a manos de Aiko y Shizuka respectivamente, mientras que la chica genio del otro grupo de Inner Sailors, decidió quedarse un poco más con la rubia…

Hyppeia quedó incrédula a la vez que triste, al saber que las dos chicas más dulces de las Siete Virtudes habían caído en batalla. Ciertamente como Sailor, eran sus enemigas, pero tampoco podía olvidar que durante bastante tiempo formó parte del grupo y vivió tanto con ellas, que a pesar de todo, las apreciaba demasiado. Aunque no lo admitiera en su interior, ya no era solamente la Satellite Guardian, sino que también era Rarity Diamond, por más que esa identidad fuera producto de la manipulación de Metalia.

Mei caminaba con discreción hacia la que fuera su habitación.

No había estado de acuerdo con que Ami se quedara a solas con Usagi, pero dado que había sido su madre quien había atendido a su colapsada amiga, no se atrevió a replicar. Estuvo un rato con Aiko, Hyppeia y las niñas, pero todavía intranquila, decidió darle un vistazo a su mejor amiga… Se asomó de reojo por la puerta entreabierta para mirar a la otra Mizuno sentada junto a la cama, mirando con melancolía y pesar a la chica, que dormía profundamente.

— U-Usagi… No sé si puedas oírme… —Los ojos de Ami se cristalizaron de forma notoria conforme su voz se entrecortaba—. Pero… Estoy muy arrepentida por todo lo que ha pasado… Dejé que mi soberbia se apoderara de mí y llegué a creer que así como nosotras llegamos a sufrir en combate, pensé que merecías sufrir también y eso te haría crecer para el futuro… Lo lamento tanto… Tú, que fuiste mi primer amiga, te di la espalda por esa tontería, a pesar de que pude darme cuenta de cuánto te dolió el que nos alejáramos de ti… Discúlpame por no haber sido una verdadera amiga para ti y sobre todo, por lastimarte solamente por mi propio ego, ojalá me des algún día la oportunidad de compensarte…

La pelirroja se limitó a ver en silencio cómo Ami se recargó en el cuerpo de su amiga, a la altura del pecho, para soltarse a llorar, completamente derrumbada por la culpa y el pesar. Estuvo llorando por varios minutos, sollozando, dejando salir todo el remordimiento que había sentido desde que había comenzado la prueba y se había forzado a contener.

Al principio, pensó que solo era un acto de culpa por parte de la peliazul, pero el ver cómo se restregaba suplicante en su dormida amiga, que según la doctora Saeko podría dormir por varios días debido al nivel de agotamiento y falta de alimento, le provocó tristeza. Pudo sentir el dolor de Ami y hacerlo suyo, puesto que se dio cuenta de la honestidad de aquellos sentimientos. Se acercó con cautela y se quedó de pie, junto a la desolada chica genio…

— Tal vez no pueda escucharte ahora… Pero cuando despierte exprésale lo que sientes y estoy segura de que ella te disculpará.

— M-Mei-san… —Ami levantó la cara para contemplar a la chica de China.

Ruborizada por la forma como había sido vista sobre su amiga, la Mizuno bajó la mirada, apenada. La Huo-Long suavizó su expresión, dándose cuenta de que esa chica genio en realidad no era una persona mala ni nada por el estilo, sino que simplemente no había tomado las decisiones correctas y eso le podía pasar a cualquiera.

— Mei está bien, Ami-san… —Sonrió de forma amistosa—. Usagi-chang tiene la cabeza dura como yo, pero si le explicas lo que sientes, tal vez no todo esté perdido…

— Mei…

— A ella también le sentará bien que puedan rescatar la amistad que alguna vez tuvieron, no te des por vencida… —La china volteó a ver a su amiga, que continuaba durmiendo profundamente.

— G-Gracias, Mei… —De forma tímida, Ami sonrió.

— Ahora vamos, hay que dejarla descansar…

— Sí…

Un día más empezaba en la Preparatoria Juuban y para Minako fue bastante tedioso. En las clases era notoria la ausencia del grupo de Usagi y las demás, puesto que al sentarse cerca entre ellas, se notaba el espacio de su ausencia.

La Guardiana del Amor simplemente refunfuñaba por lo bajo, ya que esas chicas habían faltado sin razón y en su grupo no había una Ami que las regañara u obligara a ir a la escuela. Después de pensarlo un momento, se entristeció al darse cuenta de que se había quedado sola. No sabía nada de Ami por el momento y a Rei no la iba a ver hasta la salida, así que sería un día realmente aburrido para ella…

Pensó en los días en que las cinco amigas originales disfrutaban sus días sin pensar en la misión fuera de cuando era necesario y entonces se mostró melancólica al recordar a Usagi y a Makoto. A diferencia de Ami y Rei, que todavía albergaban esperanzas de recuperarlas, ella era más escéptica y pensaba que posiblemente ya nada sería como antes y eso, tomando en cuenta que la Guardiana de la Fuerza pudiera regresar a su lado luego de revelarse como Indigo Zap de la Generosidad.

Para la rubia era más doloroso de lo que parecía, ya que había perdido a sus más cercanas cómplices en sus aventuras románticas, puesto que el carácter serio de Ami chocaba con su amor por las aventuras y el romance, así como la firmeza y cierta seriedad de Rei…

Todo el día pensó en eso, por lo que no se dio cuenta de cómo iba avanzando el reloj y solamente cuando sonó la campana de salida fue que reaccionó, dándose por enterada de que el día había terminado, así que simplemente guardó sus pertenencias en su portafolio y abandonó el aula con paso tranquilo, cabizbaja, mirando de reojo en todas direcciones, pensando en qué momento atacarían las Siete Virtudes y si a pesar de los milagros que habían pasado, realmente podrían vencer a esas poderosas enemigas.

Levantó la cabeza al sentir las miradas sobre ella.

Nunca podía evitar el sorprenderse al ver ese lujoso auto convertible en la acera frente a la preparatoria. Pero mayor fue su sorpresa cuando vio que las cuatro Outer Sailor la esperaban expectantes. Hotaru le sonreía discreta con las manos tras la espalda, Haruka se mantenía seria, cruzada de brazos, Michiru permanecía atenta, con las manos sujetando sus codos y Setsuna la miraba fijamente, con los puños a los costados de la cintura.

Se acercó de inmediato a las cuatro con discreta sonrisa, aliviando un poco el sentimiento de soledad que la había invadido a lo largo del día…

— ¡Chicas! ¿Qué ocurre? —Minako miraba alternadamente a cada una de ellas.

— Hemos encontrado una manera de enfrentar a las Siete Virtudes… —Contestó la Guadiana del Tiempo al instante.

— ¿Qué? —Replicó la líder de la Inner Sailor, sorprendida.

— Hemos estado investigando alguna manera de hacerlo luego de saber lo que pasó con Usagi, Aiko y Shizuka… Ahora que la encontramos, tenemos que avisarle a las demás lo más pronto posible. —La violinista entrecerró la mirada.

— ¿Dónde está Ami? —La líder de las Outer cuestionó.

— No lo sé, hoy no vino a la escuela… —Contestó la rubia de moño, dudosa.

— Siendo así, debemos apresurarnos, Rei ya está al tanto y nos está esperando en el Parque Juuban…— Declaró Hotaru, expectante.

— Está bien, vámonos entonces…

Minako siguió a las demás rumbo al auto, abordando todas rápidamente para dirigirse a su destino. El camino fue silencioso para sutil incomodidad de la rubia de moño, puesto que las cuatro Outer Sailors parecían bastante concentradas incluso para conversar entre ellas, así que luego de resoplar un par de veces durante el camino, aparcaron cerca del parque, para luego adentrarse a pie hasta la explanada.

Algo que notó la Aino, fue que durante su recorrido no había gente, a pesar de que era de día y a muchas personas les gustaba pasar la tarde en ese lugar. Pensativa, continuó el silencioso trayecto hasta que las cuatro chicas se detuvieron frente a un frondoso árbol coronado por unas bellas manzanas rojas, listas para cosecharse…

«Un momento, ¿es época de manzanas?» Minako se mostró dudosa.

— Hemos traído a Minako así como deseaba, Lady Applejewel…

La líder de las Inner originales se puso en evidente estado de alerta luego de esas palabras, más al darse cuenta de que las Outer ya estaban inclinadas delante de ella, con las cabezas agachadas, sus rodillas derechas posadas en el suelo y los ojos cerrados, como si estuvieran adorando a la Reina Serenity misma. Del árbol, como si atravesara un cuerpo de agua por las ondas que se hicieron visibles en el tronco, emergió Applejack en su estado Rainbow Power, Applejewel, quien miraba con una discreta sonrisa a la Guardiana del Amor.

— Hola, Minako querida… —La rubia de las Siete Virtudes se mostró complacida.

— ¿Q-Qué pasa?

A pesar de que saber que estaba en evidente peligro, el corazón de Minako palpitaba con intensidad, como si estuviera rebasado por una emoción agradable más allá de su comprensión. Entonces notó a Rei inclinada de la misma manera que Haruka y las demás al costado derecho de la Castidad, besando su mano derecha con una devoción notoria, sosteniéndola entre las suyas…

— No te preocupes, Minako querida… Pronto mi Cutie Charm hará efecto en tus sentimientos y me adorarás tanto como tus amigas… Dime, ¿no te gustaría adorarme?

— Y-Yo, no… —La Aino trataba de negar con la cabeza ante la mirada depredadora de su enemiga.

— Eso es, resiste, Minako… —Applejewel sonrió complacida—. Entre más te resistas, más poderosa será mi influencia sobre ti y terminarás incluso besando el suelo que pise… Ahora adórame, querida…

La rubia de moño sentía cómo una fuerza poderosa la quería obligar a inclinarse en el piso al igual que sus amigas. Intentaba resistirse, sin darse cuenta que el brillo de sus ojos desaparecía poco a poco. Volteó a ver a sus amigas, pero ninguna hacía lo más mínimo por ayudarla, permaneciendo inmóviles como si fueran estatuas en esa incómoda posición, que poco a poco le iba pareciendo adecuada para adorar a sus amada señora…

Agitó la cabeza lo más que pudo, tratando de sacarse ese pensamiento de adoración para la hermosa Lady Applejewel, sabiendo que estaba mal, pero era cada vez más difícil resistirse a honrar la inigualable belleza de esa preciosa mujer que se merecía todo y a pesar de que ella plenamente segura de que le gustaban los hombres, amar con toda su intensidad a esa preciosa mujer no tenía nada de malo, porque era el ser vivo más hermoso sobre la tierra…

Y sin darse cuenta, Minako Aino dejó de luchar y sintió cómo su corazón era envuelto en el irresistible deseo de adorar ciegamente a su Lady Applejewel con toda la devoción del mundo, porque ella era indigna de tal privilegio, pero su señora era tan considerada, que la dejaría ser su fiel servidora. Sintió que era un insulto no estar inclinada ante ella y rápidamente asumió la misma posición de sus amigas, deseando disculparse con ella, besando el suelo en cada lugar que pisaran los zapatos que contenían sus perfectos pies…

— ¡Lo lamento mucho, Lady Applejewel! —Incluso llorando, la líder de la Inner Sailor, se inclinó a los pies de la Virtud de la Castidad—. ¡No debí resistirme a adorarla, lo siento tanto!

— No te preocupes, querida… Con que me adores y hagas lo que yo te diga es suficiente.

Con su mano libre, Applejewel le dio unas suaves palmadas en la cabeza, gesto que recibió Minako levantando la cabeza para mirarla con infinita devoción y un amor mayor al que hubiera tenido antes por cualquier otra persona, sonriendo plena y feliz luego por terminar de abandonarse totalmente a esos incontrolables sentimientos por la más bella de las personas que alguna vez hubiera conocido.

— Como siempre, esto nunca falla… En el pasado se resistían incluso menos, pero todas las Sailor Guardians terminaban igual, matándose entre sí para ganarse mi aprobación… Ahora vamos chicas, hay trabajo que hacer…

Las seis Sailor Guardians siguieron como mansas ovejas a la Castidad, quien se dio media vuelta y comenzó a caminar hacia el árbol, para regresar a su interior acompañada por sus presas.

Ami Mizuno corría presurosa luego de aquella inesperada llamada recibida, en la que Rei le indicaba que las Outer tenían un mensaje muy importante y era de vital importancia… ¿Por qué no le había avisado a Aiko, Shizuka, Kasumi y Mei? Porque tenía que averiguar sobre la situación y no quería arriesgar a su prima dado que se había quedado sin Pluma de Transformación y Usagi debía estar protegida ante cualquier eventualidad, de ser necesario.

Era raro.

El Templo Hikawa se sentía con un aire lúgubre que la tenía intranquila. Ni siquiera durante el ataque previo de Pinkie Pie se llegó a sentir de esa manera. Recorrió la todavía maltrecha escalinata con lentitud, cautelosa. No entendía cómo, pero estaba consciente de que algo no estaba bien. Continuó su camino poco a poco hasta que finalmente llegó a la parcialmente derruida explanada del templo, mirando alternadamente en todas direcciones.

— Gracias por venir, Ami… —Rei pronto hizo acto de presencia en el lugar, saliendo de su casa.

— Vine en cuanto me fue posible… ¿Qué es lo que sucede? —Cuestionó la chica genio con cautela.

— Lo que sucede es que Haruka, Michiru, Setsuna y Hotaru encontraron la forma para poder evitar que las Siete Virtudes sigan tomando la vida de las Sailor Guardians… —La sacerdotisa habló con tranquilidad.

— ¿De verdad? —Cuestionó Ami—. ¿Y en qué consiste ese método?

— Es sencillo, Ami… —Hotaru salió de la casa de Rei—. En realidad, es muy simple…

Lo que puso en alerta a la Guardiana de la Sabiduría no fue el tono tranquilo usado por la chica, sino que estaba ataviada en el traje de Sailor Saturn. Tras ella salían Uranus, Neptune y Pluto. Al final, tras Setsuna, Minako avanzaba, todas en una tan solemne como desconcertante marcha sincronizada. Finalmente se colocaron a la derecha de una expectante Rei, que lucía extrañamente tranquila…

— La forma de hacerlo… —La azabache levantó su mano derecha hacia el cielo y luego de brillar en un tono carmesí brevemente, reapareció como Sailor Mars—. Es jurarle lealtad eterna a las Siete Virtudes como sus fieles sirvientas, tocar con la frente el suelo que pisen y besar sus pies, aunque nos alejen a puntapiés después…

— ¿Qué estás diciendo? —La incredulidad en el rostro de la chica genio se hizo presente.

— Piénsalo, Ami-chan… —Sailor Venus tomó la palabra—. Ahora que Makoto se ha revelado como Lady Indigo, jamás volverá a nosotras, somos inferiores a las Siete Virtudes y no merecemos ni su atención… Eso debe dolerte más a ti, sabiendo cuánto la quieres más allá de la amistad…

La chica genio ahogó una expresión de asombro mientras quedaba boquiabierta. Ese era su secreto mejor guardado. A pesar de lo que parecía sentir por Uryou, la verdad era que en su corazón, el mayor espacio ocupado era de Makoto Kino. Por más que fuera una chica prodigio y considerada la más inteligente del país, simplemente no podía entender cómo ese amor había nacido en su corazón y creció más y más…

Pero sabiendo que su amiga era una romántica empedernida, deseosa de encontrar a su Príncipe Azul, decidió que lo mejor era guardar esos sentimientos en lo más profundo de su corazón y dejarlos ahí, donde no afectaran a nadie. Posiblemente, al final Uryou lograría conquistarla y todo quedaría como un sentimiento espontáneo que supuestamente no sabría nadie nunca.

Bajó la mirada involuntariamente al saberse descubierta.

— No te sientas mal, querida… Para mi Element of Harmony, Honestly, no hay mentiras ni secretos… Además, puedo abogar por ti con Indy para que seas su sirvienta personal y solo la atiendas a ella.

Ami levantó la mirada con claro temor en su rostro al reconocer la voz de Applejack de la Caridad, quien se mostraba delante de sus amigas en su estado Rainbow Power como Applejewel…

La rubia sonreía discreta, pero lo que más puso en alerta a la chica genio fue que su corazón comenzó a palpitar acelerado, de una forma incluso más intensa que cuando a solas en su habitación, pensaba en su querida Mako-chan. De inmediato se dio cuenta de que estaba cayendo en el influjo de la Virtud de su enemiga y entonces dedujo que sus amigas eran víctimas del mismo poder como para aceptar felices la servidumbre para con el enemigo.

No obstante, poco a poco se dio cuenta de que la claridad en su cabeza estaba desapareciendo por una necesidad obsesiva de complacer a su adorada Applejewel. Todo en su mente dejaba de tener importancia para enfocarse en ser una obediente esclava de la hermosa Castidad, pura e inalcanzable…

Era un poder aterrador contra el que intentó luchar con todas sus fuerzas, enfocándose en que era la enemiga, pero incluso su esfuerzo le jugó en contra, ya que un arrepentimiento surgido desde lo más profundo de su alma surgió con fuerza y minó su resistencia, para terminar por posar las rodillas y manos en el suelo, mientras sentía cómo esa fuerza invisible aplastaba su convicción y terminaba por dejarla a los pies de Applejewel, mientras las lágrimas de impotencia comenzaban a surgir de sus ojos ante la inevitable derrota…

«Lo siento, chicas…» Miró de forma fugaz a sus sonrientes amigas antes de bajar la cabeza ante su adorada enemiga—. Lo siento mucho, Lady Applejewel, por resistirme a ser su fiel servidora…

— No te preocupes, querida Ami, en mi honesto corazón siempre hay lugar para perdonar a mis fieles esclavas… —La rubia sonrió satisfecha al ver a la chica genio completamente sometida a ella.

— ¡Shinken…!

Para sorpresa de las Super Sailor Guardians, una corriente de viento súbita surgió casi desde el cielo y obligó a saltar a la Castidad para evadirla, la cual cuarteó visiblemente el suelo en el área donde impactó apenas un segundo después. Para sorpresa de la Virtud y las chicas, Sailor Mars cayó suavemente frente a todas, mirando con dureza a la Castidad. Una vez que Applejewel se reincorporó, enfocó su mirada en la decidida, Mei Huo-Long, que portando su Sailor Dress, se disponía a luchar contra ella…

— Justamente a ti te quería como la primera de mis víctimas, querida Mei. —Applejewel sonrió confiada—. Tú que has sido la única que ha resistido mi Cutie Charm…

— ¿Estás bien, Ami? —La pelirroja volteó de reojo hacia la chica genio.

— Sí…— La aludida se puso de pie súbitamente, de forma un tanto tétrica—. Ahora que sirvo fielmente a Lady Applejewel, estoy bien…

Ami levantó su mano derecha al aire para verse envuelta en un destello celeste y transformarse al instante en Super Sailor Mercury, poniendo en alerta de inmediato a la pelirroja.

— ¿Sabes, Mei? A lo largo de la Guerra Antigua, las Sailor Guardians que se veían afectadas por el poder de mi Cutie Charm jamás podían resistirse y al final siempre terminaban bajo mi influencia… —Applejewel sonreía con sutileza, pero de repente adoptó un gesto serio que puso en alerta a Sailor Mars—. Pero en tu caso, es impresionante tu resistencia… Las pocas Sailor Guardians que intentaban resistirse en el pasado ni siquiera podían permanecer de pie en mi presencia y siempre terminaban siendo superadas por mí poder… Es por eso que tu caso llama tanto mi atención y honesta como soy, eso me molesta demasiado… —Mei se colocó en pose de pelea al ver las claras intensiones hostiles de la Castidad—. He decidido que tú serás la única Sailor Guardian que va a morir, las demás me van a servir por el resto de sus vidas…

— ¡Entonces ven! —La pelirroja replicó, decidida—. ¡Acabemos con esto!

— Creo que no me estás entendiendo… —La rubia sonrió de lado—. ¡Acaben con ella!

Sailor Mars ladeó el cuerpo para evadir el súbito puñetazo que le lanzó Super Sailor Uranus y todavía sorprendida por el ataque de la Outer Sailor, apenas pudo reaccionar para bloquear otro puñetazo con su mano derecha, ésta vez proveniente de Super Sailor Neptune, quien la miraba con inesperada ferocidad.

— ¡Muere! —Michiru aplicaba casi toda su fuerza.

— ¡Acabaremos contigo…! —Apenas y pudo reaccionar para detener con su mano libre un segundo ataque de Haruka.

— ¡Oh, no…!

De inmediato Sailor Mars tomó distancia de las dos Sailor Guardians claramente manipuladas por Applejewel y entonces se dio cuenta de que las Inner y las Outer tenían claras intenciones de atacarla de forma conjunta. Volteó inmediato hacia su enemiga, quien sonreía de forma sutil, claramente burlándose de que las rivales de Mei iban a ser sus propias compañeras…

— ¡Esto es entre tú y yo! —La pelirroja se mostró claramente enojada.

— En realidad… —Applejewel entrecerró los ojos con oscuro deleite mientras las Sailors dominadas por su Cutie Charm se colocaban delante de ella—. Esto es una guerra entre la humanidad y las que quedamos de los demonios… ¡Escuchen! Si me entregan su cadáver, les dejaré ser mis fieles y devotas servidoras para siempre…

— ¡Sailor Venus: Love Me Chain (Sailor Venus: Cadena de Amor)…!

Mei se mostró claramente sorprendida al apenas poder colocar su mano derecho al frente para que aquella cadena luminosa surgida de la mano derecha de Super Sailor Venus no la atrapara del cuello. De inmediato colocó su mano libre en posición de golpe de espada para liberarse, pero pronto se dio cuenta de que ya tenía encima el ataque de Super Sailor Mars y duras penas logró ladear el cuerpo para evadirlo, siendo rasgado su traje en la zona del torso donde todavía era de tela, con suma facilidad.

La fecha de fuego continuó con su trayectoria hasta que impactó de lleno contra un árbol, el cual comenzó a incendiarse con rapidez y pronto se vio envuelto en feroces llamas...

— ¡Sailor Saturn: Abyss Edge (Sailor Saturn: Filo del Abismo)…!

La Sailor de la Tierra tenía sus brazos al frente de su cuerpo. Los agitó de golpe hacia los costados liberando súbitamente cientos de rocas afiladas que se dirigieron a una velocidad asombrosa a una sorprendida Mei, que como acto reflejo apretó sus puños ante la incapacidad de esquivar los agudos proyectiles.

— ¡Shinken…!

Los trozos de roca comenzaron a salir elevados hacia el aire conforme los veloces golpes de Mei provocaban corrientes de aire que apenas lograban pulverizar las rocas centímetros antes de impactarla, haciendo una demostración de fuerza y velocidad que si bien mantuvo indiferentes a las sometidas Sailor Guardians, provocó discreta intranquilidad en Applejewel, que se limitó a observar con detenimiento el desarrollo de los acontecimientos.

— ¡Sailor Neptune: Deep Sumerge…!

— ¡Sailor Uranus: World Shaking…!

— ¡Sailor Pluto: Dead Scream…!

Sailor Mars observó atónita cómo los tres poderosos ataques de las Outer Sailor se dirigían hacia ella por tres diferentes flancos y los recibió de lleno, incapaz de esquivarlo ante la premura de los impactos, desapareciendo en medio de una considerable nube de humo, ante la mirada expectante de las Sailor contraladas y de Applejewel que se mantenía extrañamente atenta…

«¡Ahora…!»

La nube de humo se disipó de golpe mientras una polvorienta Mei corría a toda velocidad aprovechando el elemento sorpresa para dirigirse a atacar a la Castidad evitando la intervención de las otras Sailor Guardians. Mientras hacía gala de su gran velocidad se disponía a preparar su ataque para darle un golpe fulminante a la sorprendida Virtud…

— ¡Mars Rising…!

— No te dejaré…

Sailor Mars sintió un dolor considerable en su brazo derecho al tener que frenar de forma violenta su golpe, puesto que Super Sailor Mercury se había colocado delante de la mujer demonio y extendiendo sus brazos, hacía claras sus intensiones de protegerla usando su propio cuerpo como si fuera un escudo. Contrariada, Mei apretó los dientes, sabiendo que si golpeaba a Ami Mizuno con el golpe que pretendía asestar en el cuerpo de Applejack, seguramente la chica genio saldría muy malherida.

— Qué ternura, cuidas de tus compañeras Sailor pesar de que ellas no vacilan para matarte… —La pelirroja bajó la mirada, imponente—. Y siendo así… Creo que acabar contigo ahora será más piadoso… ¡Golden Apple (Manzana Dorada)!

Antes de que Sailor Mars tuviera la oportunidad de reaccionar, del cuerpo de la Castidad surgió una luz dorada en todas direcciones que la engulló sin darle siquiera oportunidad de gritar junto con Ami y segundos después la pelirroja salió de la luz proyectada por los aires y cayó pesadamente al piso a varios metros de la Virtud, considerablemente lastimada, tendida bocabajo en el suelo, mientras miraba con dificultad cómo la todavía más herida Super Sailor Mercury se ponía de pie como podía, visiblemente herida, para continuar protegiendo a Applejewel…

«¿Q-Qué hago…?» Mei pensaba temerosa, sin moverse. «No puedo atacarla… Usará a Ami y a las otras como escudos… No podría sacrificar la vida de ninguna de ellas…»

— Es una sorpresa, querida Mei… —La rubia sonrió de forma sutil—. En verdad sigues con vida… Pero no te preocupes, en breve enviaré al otro mundo… Luego, someteré a tus amigas de la misma manera que a éstas chicas y entonces todo terminará…

«No puedo… No sé qué hacer… No puedo lastimarlas y ya no se me ocurre nada…» Mei bajó la mirada, con aparente resignación. «Me siento, impotente…»

«Mei…» La chica china escuchó una voz masculina en tu mente. «Escucha, Mei… ¿Por qué crees que sigues con vida y tu energía no disminuye…?» En ese momento, la pelirroja volvió a alzar el rostro.

«M-Maestro…»

«¿Puedes recordarlo, Mei? Recuerda lo que realmente te impulsa a combatir…»

«Maestro…»

La cascada milenaria de Lushan, aquella caída de agua que se decía, se había formado cuando cayó una estrella del cielo y la había formado… Frente a esa impresionante vista, aquella pequeña pelirroja de cabello corto y alborotado que apenas tenía 8 años, miraba al borde del acantilado a aquél hombre que la había encontrado días atrás en el bosque de bambú, hambrienta, débil y sobre todo, sin recuerdo alguno, incapaz de recordar su propio nombre…

Vestida únicamente con aquél traje consistente en camisa de tirantes y pantalón holgado de color púrpura, así como humildes zapatos de piso negros, la niña se mostraba melancólica, incapaz de saber a dónde reconducir su vida al no tener ni siquiera un indicio de quién era realmente…

¿Qué ocurre?

Cuestionó aquél sujeto de larga cabellera negra y atuendo tradicional chino de color blanco, sentado en pose de loto, desde una roca alta al otro lado de la ladera de la cascada, mirando fijamente a la pequeña niña asustada y que apenas podía evitar soltarse a llorar. A la derecha de la pequeña, una joven azabache con el cabello atado en una larga trenza que colgaba de su hombro izquierdo miraba con expectativa a aquél hombre.

Yo quiero… Quiero saber quién soy… ¿Tengo familia? Tengo miedo… —Aquella niña apenas podía contener el llanto.

Calma, pequeña… —La mujer a su lado posó su mano derecha en su espalda, intentando consolarla.

¿Ustedes saben quién soy? No sé ni cómo me llamo… —Susurró de forma que apenas se le alcanzó a oír.

Lo siento, pero esa pregunta solo puedes contestarla tú misma… —Replicó el hombre, cruzado de brazos y mirando fijamente a la pequeña—. ¿Quién eres?

N-No, no lo sé… —Replicó la niña, al borde del llanto.

¿Qué recuerdas?

No puedo recodar nada… —Negó con la cabeza mientras las lágrimas comenzaban a recorrer sus mejillas—. No sé nada de mí y me siento muy triste… No quiero sentirme así…

Si no recuerdas nada de tu pasado, puedes empezar por saber qué quieres…

No quiero sentirme sola y abandonada… —Murmuró en medio de su llanto.

¿Sabes? —Aquél sujeto regresó su mirada hacia la cascada—. Yo recorrí un camino tan diferente como similar al tuyo… Nunca olvidé quién era ni mi nombre, pero desde muy pequeño perdí a mis padres, mi única familia y tuve que valerme por mí mismo… El destino me eligió para venir a este lugar para entrenar con mi maestro, quien fue como un padre para mí y me dio un lugar al cual pertenecer… Pero él se ha ido y ahora solo estamos nosotros dos este lugar, que es nuestro hogar… —Ambos pelinegros voltearon a verse por unos instantes—. Perdí amigos valiosos durante ese largo camino, pero también conocí a personas muy especiales, porque mi maestro me enseñó que a pesar de las dificultades, siempre debes dar lo mejor de ti y ser más fuerte cada día, llegar siempre más allá de tus límites y nunca rendirte ante las dificultades…

Y-Yo… Yo quiero eso…

Entonces debes ser como el legendario dragón que remontó ésta cascada y alcanzó las estrellas, que a pesar de las penurias por las que tuvo que pasar, jamás se dejó vencer, que siempre luchó por lo que creyó correcto y una vez que encontró nuevas personas a las cuales considerar sus seres queridos, los protegió como sus valiosos tesoros y estuvo dispuesto a dar su vida por ellos…

Ante la mirada fascinada de la niña, aquél hombre dio una muestra asombrosa de capacidad física, posándose frente a ella luego de un espectacular salto en el que dio varias vueltas con los brazos extendidos a los costados, cayendo de forma suave con sus dos pies juntos…

¿Puedes ver esa estrella? —Los tres enfocaron su mirada hacia el cielo, donde brillaba una estrella carmesí—. Las estrellas brillan porque queman su combustible a toda su capacidad cada segundo de sus vidas… —La niña miraba embelesada el astro, sintiendo consuelo en su corazón—. Y no dejan de hacerlo hasta el final… Es lo que debes hacer, buscar personas que sean tus valiosos tesoros y aferrarte a cuidarlos y preservarlos, vivir tu vida al máximo y siempre dar lo mejor de ti para alcanzar tus sueños en cuanto logres definirlos…

La vida en este planeta es posible gracias a la luz de nuestra estrella, el sol… Abarca toda la tierra con su luz e incluso durante la noche, a través de la luna, está presente en todo momento, en el interminable viaje de la tierra por el cosmos… Y se dice que de ese sol surgió nuestro planeta, el cual nos otorgó el don de la vida, por lo que puede decirse que la tierra y toda la vida que surgió de ella, tiene una parte, aunque sea una pequeña semilla del sol… Pero cada persona es quien decide qué tanto puede brillar esa semilla y convertirla en una estrella, de acuerdo a cómo vive su vida, así que tú serás la única que decidirá qué tan fuerte brillarás…

Una estrella… —La pequeña pelirroja sonrió suavemente—. Esa seré yo, Mei (Estrella)… —Cerró los ojos con emoción—. ¡Una estrella que brillará siempre!

«Es verdad… Toda la vida he buscado algo que proteger, por eso acepté venir con la maestra cuando se presentó ante mí…»

Applejewel ahogó una expresión de sorpresa cuando vio a Sailor Mars levantarse poco a poco, con dificultad, pero también con una convicción innegable. Entonces, la Castidad se dio cuenta del por qué Mei era diferente a cualquier otra Sailor Guardian que había combatido en el pasado…

Lo que alentaba a combatir a esa chica, no era su deber como Sailor Guardian o su deseo de combatir como le pasara a ella misma, a Raibow Dash o a Indigo Zap. Las razones de la chica pelirroja eran más profundas que eso e inconscientemente sintió un escalofrío, dándose cuenta del verdadero potencial de aquella chica, por lo que poniendo su mano derecha en posición de golpe de espada, ante las miradas devotas de las esclavizadas Sailor Guardians a su alrededor, adelantó su pie derecho ligeramente mientras su extremidad se veía rodeada de un intenso resplandor dorado.

— No creo estar en peligro por ahora, pero no es una buena idea dejar con vida a una Sailor Guardian como tú, querida Mei…—. Applejewel agitó su mano derecha—. ¡Ahora mismo voy a cruzarte el corazón con toda mi fuerza…!

— Te venceré… ¡Y liberaré a Ami y a las demás de tu influencia!—. La Huo-Long reasumió postura de pelea, con su antebrazo izquierdo al frente a manera de escudo y su puño derecho detrás.

— Primero te romperé el brazo… ¡Luego te haré pedazos el corazón!

«¡Es mi oportunidad! Detendré el golpe aunque me rompa el brazo y luego…» Entrecerró los ojos, viendo por fin una oportunidad.

Applejewel se lanzó al frente, corriendo a una extraordinaria velocidad que no se esperaría de ella por sus elevados tacones y su largo vestido, dejando ver sus estilizadas piernas en cada zancada con el firme objetivo de cruzarle el corazón a una Sailor Mars que se veía rodeada poco a poco de una intensa aura carmesí que crecía poco a poco…

— ¡Adiós, Mei…! —La Castidad lanzó su ataque como si su mano fuera la punta de una lanza imparable que apuntaba al pecho de Mei.

— ¡Lo detendré pase lo que pase…!

El momento del impacto fue directo y breve, con una Applejewel confiada en que no había cuerpo humano que soportara su golpe y aunque fuera el guante de un Sailor Dress, para su fuerza sería menos que una hoja de papel en su objetivo, por lo que para ella fuera darse una sorpresa impactante el darse cuenta de que su golpe había fallado porque había sido parado en seco por lo que parecía ser un escudo circular de metal plateado que recubría el brazo de Mei.

— ¿Cómo? No tenías ese escudo hace un segundo… Ah, ¡Imposible!

Miró alternadamente el cuerpo de Mei, dándose cuenta de que su Sailor Dress se había transformado por completo en una especie de armadura hecha de un metal plateado y brillante, que tenía detalles que emulaban escamas de dragón en las botas y a los costados del torso, así como sutiles bigotes de dragón en el dorso del antebrazo derecho y crestas a los costados de la corona que evolucionó de su tiara. Su brazo izquierdo era protegido por un escudo circular con un grabado que aludía a un sol de ocho puntas al frente.

— ¡Hadouryuken…!

La Sailor Guardian le lanzó su ataque original a quemarropa en un instante, impactándola de lleno en el rostro para enviarla hacia atrás, derrapando varios metros en el piso antes de detenerse. De inmediato se reincorporó, ante la mirada expectante de la atenta Mei, que respiraba agitada y tardó varios segundos en normalizar su respiración…

— Eres una desgraciada, querida Mei… —Con sonrisa maliciosa, la Castidad se limpió un hilillo de sangre que surgía de la comisura izquierda de sus labios.

«Si el Hadouryuken hubiera estado completo, la habría derrotado… » Pensó la pelirroja mientras adoptaba postura defensiva, claramente consternada. «¿Todavía no tengo la fuerza suficiente como para vencerla?»

— Ese golpe me dolió… —Applejewel entrecerró la mirada, con una sonrisa forzada que hacía clara su furia—. Me las vas a pagar…

«Esto es bastante complicado… De por sí debo resistir ésta sensación de sentir que algo me estruja el corazón, debo cuidar no herir Ami y a las demás cuando las utilice como escudos y encima, no tengo la fuerza para darle un golpe definitivo…» La china se encogió de forma sutil. «¡Un momento! Ésta sensación ya la había tenido durante nuestro encuentro anterior…» En ese momento endureció el semblante, llamando la atención de su enemiga.

— ¿Qué pretendes? —Cuestionó la Castidad, seria.

«Es como si algo invisible quisiera envolver mi corazón y luego entrar en él con bastante insistencia… ¿De qué puede tratarse? ¿Será su Cutie como se llame?» Su mirada se enfocó completamente en su enemiga.

— Empiezas a molestarme de verdad, Mei…

Applejack se mostró cautelosa, chasqueando los dedos para que las Super Sailor Guardians se posaran frente a ella como las marionetas dispuestas a sacrificar sus vidas por ella en las que las había convertido con su poder.

«Puede ser que sea su poder tratando de afectarme y si es así, si se trata de algo invisible, puedo intentar una cosa…» En ese momento adoptó una postura defensiva.

— ¿Te estás resignando a la muerte? —Cuestionó la Virtud, mirando con indiferencia a la chica.

— De hecho, tengo una última luz a la cual aferrarme… —Tomo vuelo con su puño diestro.

— ¿Hm? —La Castidad entrecerró los ojos, desconfiada.

— Y si tengo éxito en lo que planeo… ¡Tú pierdes!

El puño derecho de la pelirroja comenzó a emanar pequeños rayos a su alrededor al tiempo que lo echaba ligeramente hacia atrás para preparar su golpe definitivo. Applejewel se mantenía cautelosa, con las Super Sailor Guardians a su alrededor listas para servirle como escudos ante cualquier eventualidad…

«Es hora, Mei… ¡Es hora de terminar lo que empezaste hace años…!»

¡Ah, maestro…!

Aquél hombre se acercaba curioso a su estudiante ya con 10 años de edad, luciendo su cabello a los hombros. Cuando paraban del intenso entrenamiento de fortaleza física, la chica se tomaba su tiempo para practicar por sí misma, dado que en aquél lugar remoto no había algún pasatiempo que le llamara la atención fuera de hacerse más fuerte y pulir sus habilidades. La chica en ese momento se encontraba delante de una pequeña cascada cercana a la principal de Lushan.

¿Qué haces, Mei? —El azabache esperaba la respuesta, expectante.

Verá, maestro… —La niña sonreía con discreción—. Estoy pensado en crear mi propio ataque, en el que voy a combinar mi cuerpo, mi mente y mi alma para dar un único golpe con todo mi ser… Me ha costado trabajo, pero he logrado concentrar toda mi fuerza en un golpe que he llamado Taiken, ahora estoy practicando un golpe a toda velocidad que se va a llamar Shinken y cuando termine… Encontraré la forma de golpear incluso lo que no puede tocarse y cuando tenga algo que proteger… ¡Lo haré con mi propio golpe!

No importa cuánto tiempo te tome, Mei… —El sujeto le sonrió a su estudiante—. ¡No debes de dudar jamás en tus metas…! —La pelirroja asintió firme.

¡Sí!

— Primero golpea el cuerpo… —Tomó vuelo con su mano derecha—. Después golpea la mente… —En su puño formado comenzó a manifestarse un sutil resplandor—. ¡Y luego golpea el alma! ¡Konken (Puño del Alma)…!

Ante la mirada sorprendida de las Super Sailor Guardians, Mei lanzó su golpe al frente, liberando un haz de luz que cruzó el aire a gran velocidad e impactó directamente a Applejewel, atravesando su pecho mientras la dejaba con una expresión de incredulidad pura. Mei respiraba agitada con su brazo estirado, mirando fijamente a su enemiga, esperando algún resultado…

«Lo… ¿Lo logré?» Pensó expectante.

— M-Mei… —La Castidad se encorvó hacia atrás ligeramente—. T-Tu luz… —Se erguió de forma súbita y violenta, con una sonrisa demencial en su rostro—. ¡Tu última esperanza no te sirvió de nada! ¡Ja, ja, ja…!

«¡No!» Con creciente pesimismo, Sailor Mars miraba impotente a su enemiga. «Acaso… ¿Acaso no es posible atacar la esencia del enemigo?»

— Si ese fue tu último intento, en verdad es lamentable… —Applejack sonrió de lado, creyendo suya la victoria—. Creo que mejor voy a terminar con su sufrimiento…

Mei dio involuntariamente un paso hacia atrás, pesando que había llegado su fin puesto que se había quedado sin alguna otra idea para superar la cobarde estrategia de la Castidad, que comenzó a brillar para lanzar su ataque de energía previo…

— ¡Sailor Mercury: Shabon Spray…!

Para desconcierto de Applejewel y las demás Super Sailors, la neblina que producto de aquél ataque se había hecho presente en el campo de batalla. Desconcertada, Mei se limitó a permanecer inmóvil entre la densa niebla cuando sintió a su derecha el apoyo de Ami Mizuno, que la cargaba con sus hombros bajo su brazo.

— Ami…

— No sé qué pasó… Pero gracias a ello, recuperé el control sobre mi cuerpo y mi mente, gracias Mei… —La chica genio sonrió de forma suave, sabiendo que la batalla estaba lejos de terminar.

Applejewel se limitaba a observar alternadamente en la niebla, tratando de encontrar a su enemiga y a esa Sailor Guardian que se había liberado de su control. Su rostro serio dejaba notar una ira contenida al saber que Super Sailor Mercury se había liberado de su Cutie Charm, algo que jamás había pasado antes. Incluso Soara, Gaia y Nike tenían que escapar del campo de batalla antes de que lograra someterlas por completo y solamente tras la muerte de Indigo Zap fue que las Sailor Guardians no tuvieron que enfrentar más su aterradora habilidad en lo que restó de la Guerra Antigua…

— ¡Golden Apple…!

La neblina se disipó violentamente cuando la energía dorada barrió con ella junto con las Super Sailors, que cayeron pesadamente al suelo sin tratar de protegerse. Del otro lado, Ami fue arrojada al piso antes de que la onda de choque la golpeara y Mei la recibió de lleno sin moverse, permaneciendo de pie mientras la diadema de su Sailor Dress caía al suelo tras el viento producido.

El pequeño agujero en el cuerpo de la Castidad comenzaba a cerrarse con la carne regenerándose entre pequeños relámpagos naranjas…

«Ella ya no es una Sailor Guardian ordinaria…» Applejewel miraba expectante a Sailor Mars mantenerse de pie, a pesar de que un hilo de sangre comenzaba a recorrer su frente, cubriendo su ojo derecho casi de inmediato. «No intentó defenderse…»

«Ami quedó libre de su control…» La pelirroja miró de reojo a Super Sailor Mercury en forma fugaz, regresando su atención casi de inmediato a su enemiga. «Eso significa que mi idea no está del todo equivocada… ¡Solo me queda continuar hasta que salga bien!»

— Esa última treta no resultará porque no dejaré que vuelvas a tocarme. —Applejewel se lanzó al frente—. ¡Resígnate, Mei…!

Las dos combatientes se lanzaron al frente tomando vuelo con sus puños derechos y lanzando sus golpes casi con involuntaria coordinación, siendo ligeramente más rápida la Sailor Guardian y logrando conectarle un golpe en el vientre a su enemiga, que ahogó un gesto de dolor mientras tomaba distancia, apenas alcanzando a rosarle la ceja derecha a la pelirroja.

Tomaron distancia mientras se observaban con detenimiento, respirando agitada la humana mientras la sangre nacía de su frente y comenzaba a recorrer el costado derecho de su rostro, ante el gesto severo de la chica demonio…

«A cada momento que pasa, su velocidad y la precisión de sus golpes aumentan…» La Virtud frunció el ceño de forma marcada. —Entonces volveré a usar mi Golden Apple… ¡Vas a morir en mis manos, Mei…!

— ¡No lo hagas…! —Gritó la desesperada Ami desde el suelo—. ¡Las chicas no resistirán otro ataque…!

Volteó en todas direcciones, mirando a las malheridas Super Sailor tratando de levantarse para continuar con la misión que les imponían sus dominadas voluntades de servir a Applejewel hasta la muerte…

— ¡¿Y eso a mí que me importa?! —Applejack sonrió con soberbia—. ¡Muertas o esclavizadas, me sirven igual…!

«Infeliz…» Sailor Mars se mostró consternada ante la posibilidad de que sus compañeras murieran.

«¡No puede terminar así…!» Ami miraba alternadamente a las dos combatientes, pensando en algo que pudiera ayudar a la pelirroja. «¡¿Qué puedo hacer?!» Con impotencia, cerró su mano derecha, comprimiendo con sus dedos un poco de tierra que había quedado suelta durante la batalla. «Ah…» Ahogó una expresión de incredulidad, mirando a Mei. «Me liberó atacando algo invisible, eso significa que…» Cerró los ojos por un instante, para abrirlos con una determinación palpable—. ¡Mei…!

— ¡¿Qué pasa?! —Replicó presionada ante el inminente ataque de su rubia enemiga.

Applejack negó con incredulidad cuando vio a la peliazul arrojarle tierra en los ojos a Sailor Mars.

— ¡Ami! —Mei intentaba tallarse los ojos para quitarse la tierra—. ¡¿Qué carajo te pasa?!

«¿Volvió a estar bajo el poder de mi Cutie Charm?» Pensó la descolocada Applejack, realmente confundida.

— ¡Escucha, Mei…! —Gritó firme Ami—. ¡Yo no lo entiendo, pero al parecer pudiste atacar algo que no se puede ver a simple vista! —La Sailor Guardian volteó hacia la Super Sailor, confundida, sin poder verla por la tierra en sus ojos—. Así como dice aquél libro… ¡Lo más importante es invisible a los ojos!

— ¿Invisible a los ojos? —Repitió Applejewel—. ¡Si no lo puedes ver, claro que es invisible! Eso suena demasiado estúpido… ¡Ahora acabaré con ustedes para que no sigan diciendo tonterías!

«Lo más importante… El alma misma, que existe aunque no se pueda ver…» La chica asintió ligeramente. «En "El principito" dice que… Eso es, no debo verlo… ¡Tengo que sentirlo!»

La pelirroja se concentró por completo, quedando en una infinita oscuridad a su alrededor. Poco a poco, comenzó a sentir algo cerca de ella, tratándose de una esfera que brillaba de color celeste…

«Es una sensación suave y calmada… Justo como lo es Ami…» Entonces, otra pequeña esfera se hizo visible, de color rojo. «Es una energía que se siente caliente, debe tratarse de Rei…» No muy lejos se hizo presente una luz amarilla. «Se siente algo entusiasta, por decirlo así… Creo que es Minako» Al instante apareció una esfera de un tono violeta suave y cálido. «Una energía llena de vida y fuerza, asumo que es Hotaru…» Cerca de esa esfera, pudo percibir una de tono sombrío. «De ella puedo sentir melancolía y me produce tristeza, aunque hay un poco de brillo, así que debe ser la Guardiana del Tiempo…» A unos pasos pudo notar una esfera turquesa. «La de ahí, es misteriosa y profunda, así que supongo es Sailor Neptune…» Junto a esa, había una de tono arena. «Un energía aguerrida y firme, que creo es de Sailor Uranus…»

Mei se mantuvo tranquila, hasta que pudo notar que salvo por la esencia que identificó como la de Ami, las demás estaban rodeadas como algo que solo podía definirse como gusanos semitransparentes, los cuales salían de una gran forma luminosa de color naranja, la cual tenía una vaga forma de manzana…

«Esas cosas surgen de esa presencia enorme…»

— ¡Hasta aquí llegaste, Mei…! —Applejewel brillaba con gran intensidad—. ¡Desaparece junto con tus amigas…!

— Yo puedo… —La pelirroja tomó vuelo con su puño derecho, el cual comenzó a rodearse de pequeños rayos—. ¡Puedo verla! ¡Esa es la Castidad…! —Se arrojó de frente hacia la rubia—. ¡Konken…! —Gritó a todo pulmón mientras lanzaba su golpe.

— ¡Desaparezcan! ¡Golden Appl…!

Applejewel ahogó su voz de forma súbita, puesto que el rayo de luz surgido del puño de Mei la impactó en su pecho, justo al centro, atravesándola y dejándola atónita tanto por la intensidad como por la velocidad del impacto, deteniendo en seco la ejecución de su ataque. Cuando se dio cuenta de que no había sido un golpe mortal, Applejewel recuperó la confianza, sonriendo de lado al ver que su regeneración ya trabajaba para cerrar la herida…

— ¿Qué sucede, Mei? ¿De nuevo falló tu intento…? —Cerró los ojos—. Ni siquiera tengo que ensuciarme las manos contigo… —Abrió los ojos para ver a la Hino, quien se reincorporaba poco a poco no muy lejos de ella—. Que esto sea poético… Rei, querida, acaba con ella.

— Q-Qué… ¿Qué sucedió? Dónde… ¿Dónde estoy?

La Castidad quedó totalmente estupefacta cuando vio a Super Sailor Mars reincorporarse poco a poco, sujetándose la cabeza, claramente desorientada y lo más importante, ignorando su orden. Entonces se dio cuenta de que las demás Sailor Guardians estaban levantándose de la misma manera, desorientadas y confundidas. Entonces se dio cuenta de que estaban libres de su influencia…

— No… ¡No puede ser!

Las chicas voltearon a ver con sorpresa y desconcierto a Applejewel, quien se mostraba realmente descolocada. Entonces reaccionaron y al notar a Ami auxiliando a Mei, se acercaron rápidamente a ella, dejando sola a la Virtud, que apretaba los dientes con creciente molesta.

— ¡Mercury! —Minako fue la primera en llegar—. ¿Qué está pasando? Recuerdo que Haruka y las demás llegaron a la escuela y luego…

Volteó a ver con preocupación a la Castidad, quien se mantenía expectante, recordando el momento en que fue emboscada por ella y sus sometidas amigas, a las que volteó a ver de reojo cuando llegaban hacia ellas, con cautela.

— Ya estamos libres de la influencia de esa infeliz… —Uranus enfocó a su enemiga con evidente rencor—. ¿Cómo fue que quedamos libres?

— Mars lo hizo, ella fue capaz de liberarnos… —Ami también observaba con detenimiento a su enemiga.

— ¡Bien hecho! —Dijo Michiru, asumiendo postura de batalla.

— Entonces debemos acabar con lo que empezó Mars… —Sailor Pluto apareció con firmeza su Granate Orb, tomándolo con clara convicción.

— ¡Así es! —Saturn invocó la lanza de punta recta que había sustituido a la Silence Glaive, levantando su mano hacia el cielo para luego girarla con gran habilidad y luego apuntando con ella hacia Applejewel—. ¡Acabemos con ella!

— ¡Vamos entonces! —Rei tomaba con su mano derecha uno de sus sellos.

— ¡Al ataque…! —Exclamó Super Sailor Venus, siendo la primera en lanzarse al frente.

Ami se mantuvo sosteniendo a una Mei que continuaba respirando de forma intensa, jadeando todavía por el esfuerzo, mientras observaba a sus amigas arrojándose decididas hacia la Castidad.

— ¡La tenemos! —Declararon Rei y Hotaru, decididas.

— Creo que no están entendiendo bien la situación…

Haruka fue la primera en atacar a Applejewel, quien sin moverse de su lugar, detuvo el derechazo que le lanzó al rostro con su mano izquierda y en menos de un segundo la tomó de la muñeca para usarla como si fuera un látigo contra Michiru, quien literalmente recibió un latigazo con su amada en el vientre, saliendo las dos varios metros hacia su costado izquierdo una vez que la demonio rubia soltó a la Sailor del Viento.

— ¡Uranus! —Exclamó Saturn, consternada.

— ¡Neptune! —Agregó Pluto, claramente preocupada.

Con renovada furia ante la forma como sus amigas fueron despachadas, las dos Outer lanzaron firmes estocadas con sus armas, pero fueron paradas con una facilidad enorme por Applejack, quien simplemente sujetó los bastones con las manos, haciendo gala de su fuerza al dejar suspendidas en el aire a las dos y luego las chocó entre sí, delante de ella, produciendo un impacto brutal que las hizo toser sangre para luego arrojarlas despectivamente, no muy lejos de Uranus y Neptune…

— ¡Sailor Venus: Love Me Chain…! La cadena luminosa de Super Sailor Venus había logrado sujetar con éxito a la Virtud, apresando sus brazos contra su torso.

— ¡Akuryu Taisan (Dispersión de Espíritus)…! —Exclamó Rei, mientras en la espalda de Applejewel quedaba adherido su sello Ofuda—. ¡Ya te tenemos! —La azabache sonrió triunfal.

— ¡Con tu energía suprimida no podrás liberarte! —La Sailor rubia complementó lo dicho por su amiga.

— ¿En serio? —La Castidad rompió con absurda facilidad la cadena de luz haciendo solo un poco de fuerza en sus brazos.

— ¡Imposible…! —Negó Super Sailor Mars atónita, mientras Minako se mostraba incrédula ante la fuerza de su enemiga.

— No sé qué haya hecho Mei, pero la realidad es que solamente pudo liberarlas de mi Cutie Charm, yo todavía sigo siendo Applejewel de la Castidad… —Se quitó el sello de su espalda con una facilidad absurda—. ¡¿En verdad creen que pueden vencerme con sus trucos baratos?!

Minako y Rei no tuvieron tiempo siquiera de reaccionar, puesto que Applejack se arrojó al frente y al mismo tiempo les asestó golpes en sus estómagos, provocando que las dos tosieran sangre de inmediato y se doblaran en el suelo luego de arrodillarse. Entonces las pateó, primero a Venus y luego a Mars, enviándolas a derrapar varios metros lejos…

— Maldigan a Mei, porque pudieron haber sido mis fieles sirvientas… —La Castidad observó despectivamente a las Super Sailor tratando de reincorporarse en vano—. Pero ahora las voy a mandar a reunirse con sus antecesoras al otro mundo… Aunque…

Volteó al frente para encontrarse a la angustiada Ami y a Mei, que todavía no podía abrir los ojos. La Sailor del Conocimiento de inmediato asumió postura de combate, preparada para intentar enfrentar a esa poderosa enemiga que con simples golpes había neutralizado a sus amigas.

— Primero acabaré con Mei, porque ya no quiero más sorpresas desagradables…

Poco a poco, Applejewel se acercaba a las únicas Sailor Guardians que permanecían de pie, con expresión dura, lista para acabar con ellas. Decidida, Super Sailor Mercury dio un paso al frente para mostrarse firme en su convicción de luchar hasta el final, pero su expresión cambió súbitamente por un rictus de sorpresa cuando sintió el empujón de la pelirroja por la espalda, que la hizo a un lado…

— ¡Mei! —Exclamó desconcertada la peliazul—. ¡¿Qué haces?!

— Yo soy su objetivo, Ami… —Murmuró mientras se ponía en guardia.

— ¡No puedes enfrentarla sola y menos sin poder ver!

— Eso me agrada de ti, Mei… —Applejewel sonrió de lado—. ¡Tienes agallas! Lástima que tenga que arrancártelas.

Ami no pudo ver el ataque en el que Applejack se lanzó al frente y le dio un gancho a Sailor Mars en la barbilla con su puño derecho, proyectándola al aire. La Virtud sonrió al ver volar a su enemiga sin que pareciera oponer resistencia alguna.

— ¡Mei! —Gritó Ami, empezando a llorar por la impotencia.

— Y cuando caigas, te remataré en el suelo… —Applejewel se relamió los labios esperando el momento del choque, pero su gestó pronto se transformó en un uno de incredulidad al ver que la pelirroja hacía una vistosa pirueta para caer de pie—. No puede ser…

— Mei… —La Mizuno sonrió al ver que su amiga estaba bien.

— No te preocupes Ami, yo ganaré este combate… Te lo aseguro. —La china se posó frente a frente con la Castidad, todavía con los ojos cerrados.

— ¿Lo aseguras? ¡Ahora mismo estás tan ciega como un topo! —La rubia demonio se mostró claramente irritada—. ¡Insolente! —Lanzó otro golpe directo contra Mei, pero para su creciente incredulidad, la chica ladeó su cuerpo para evadirlo con milimétrica precisión.

— Increíble… —Murmuró Ami, atónita.

— ¡Ya me tienes harta, maldita humana…!

Conforme se recuperaban de los golpes de Applejack, las Super Sailor observaban asombradas cómo la pelirroja del grupo de Usagi era capaz de esquivar con inesperada facilidad los ataques de la Virtud. Haruka incluso se talló los ojos para comprobar que su vista no la estuviera engañando; la china con sus ojos cerrados podía evadir con fluidez los puños y las patadas lanzados por Applejewel de forma frenética en sus fallidos intentos por alcanzarla.

— A pesar de no poder ver, ella es capaz de evadir los ataques de Applejewel con suma facilidad… —La Sailor de la Tierra miraba incrédula.

— Es como si tuviera una especie de percepción especial que le permite sentir los ataques de la enemiga y esquivarlos antes de que la alcancen… —Michiru observaba expectante.

— No lo sé… Pero ella ya no es una Sailor Guardian ordinaria—. Ami llamó la atención de todas con esas palabras—. Algo en ella ha cambiado luego de lograr atacar el poder especial de Applejewel…

Sorprendidas, las chicas regresaron la atención al combate, justo en el momento en que luego de esquivar un golpe de la rubia que apuntaba a su rostro, Mei contraatacó con un golpe preciso justo en la boca del estómago, que dobló parcialmente a la Virtud.

— Desgraciada… —Applejack se llevó la mano derecha a la zona donde recibió el impacto—. Tú no puedes vencerme, soy la más fuerte de las Siete Virtudes después de Sunset e Indigo… Yo no… ¡Yo no puedo perder contra ti!—. Se lanzó de forma violenta contra su enemiga—. ¡Voy a quedar como imbécil si logras derrotarme…!

«Aprendí a golpear con el cuerpo…» Recordó fugazmente la primera vez que rompió una enorme roca con su puño limpio a sus 10 años. «Aprendí a golpear con la mente…» Su memoria la llevó a una visión en la que detenía por un instante el flujo de una larga cascada con la onda de choque producida por su puño a los 13 años. «Y… Aprendí a golpear con el alma…» Revivió de nuevo el momento en que pudo atacar la visión del Cutie Charm de su enemiga minutos atrás. «Ahora puedo… Golpear con todo mi ser… Finalmente está completo…» Echó su puño derecho hacia atrás, el cual comenzaba a rodearse de pequeños rayos.

— ¡Con ese golpe no me venciste antes! —Applejewel posó de nuevo su mano en posición de golpe de espada durante su trayectoria—. ¡Mucho menos ahora!

«Observe, Maestro Shiryu…» Applejack ahogó una expresión de sorpresa cuando la pelirroja abrió sus ojos de golpe, con la auténtica ferocidad de un dragón plasmada en ellos—. Este es el verdadero…

¡Hadouryuken…!

Mei Huo-Long lanzó su golpe al frente, soltando su poder en la forma de un dragón de energía carmesí, el cual avanzó de frente hacia la horrorizada Castidad, deteniéndola en seco y luego echándola hacia atrás mientras el dragón brillante se abría paso entre su abdomen para continuar su ruta ascendente y elevarse al cielo del atardecer hasta disiparse por completo.

Un golpe seco resonó por todo el lugar cuando Applejack cayó de espalda al suelo, quedando tendida con un enorme boquete en su torso y varias heridas por toda su anatomía. Trató de levantarse, pero solo pudo contraer sus extremidades un poco para terminar completamente inmóvil…

En ese momento, Mei se dejó caer de espaldas al suelo, completamente inconsciente.

— Increíble… —Solo Hotaru pudo decir algo entre las incrédulas Sailor luego del ataque de la pelirroja.

— Bien hecho, Mei… —Applejack sonrió débilmente luego de perder el Rainbow Power tras un fugaz resplandor.

— Ella te pudo vencer, infeliz… —Setsuna miraba con desprecio a la derrotada Virtud.

— Es verdad… —Dijo la rubia, para sorpresa de las chicas—. La herida que me hizo… No se regenera con mi magia… Eres fenomenal, Mei…

— Ella no puede oírte… —Ami replicó con dureza, sujetando a la exhausta chica entre sus brazos—. Llegó a su límite…

— Es una pena… —Poco a poco, del cuerpo de Applejack comenzaban a desprenderse pequeñas partículas de luz, como en su momento ocurrió con Rainbow Dash, Pinkie Pie y Fluttershy—. M-Me hubiera gustado… F-Felicitarla…

— ¡¿Cómo puedes decir eso?! —Haruka encaró a la agonizante chica demonio—. ¡Para ustedes esto solo es un juego!

— E-Era una guerra… —Cerró los ojos ante la mirada fría de las chicas—. Que me hubiera gustado pelear de frente con ella, sin trucos… —Suspiró, sabiendo que su final se acercaba—. Indigo, Twilight… Lo siento…

— ¡Applejack…!

Para sorpresa de las chicas, especialmente Setsuna, Hyppeia llegaba corriendo agitada, arrodillándose junto a la rubia, recargándole la cabeza en sus piernas, como una forma de confortarla un poco antes del inevitable fin…

— Rarity… —Apenas pudo susurrar la Virtud.

— H-Hyppeia… —Murmuró incrédula la Guardiana del Tiempo.

— Antes de que te vayas… —La Satellite Guardian miraba entre lágrimas cómo la mayoría del cuerpo de Applejack había desaparecido—. Tengo que decirte… Yo, si esto hubiera sido diferente… ¡Yo te quiero!

Lo poco que quedaba de Applejack, su pecho y su cabeza, dejó ver una marcada sorpresa luego de esa inesperada revelación, para luego sonreír con lo poco que quedaba de sus fuerzas a modo de respuesta mientras derramaba un par de lágrimas…

«Yo también…»

Detrás de la inconsolable Hyppeia, Shizuka, Kasumi y Aiko, que le ayudaba a una maltrecha Usagi a permanecer de pie, miraban en silencio cómo lo último de la Castidad terminaba por elevarse al cielo de la noche que recién empezaba…

Notas

Otra Virtud ha caído y ahora a manos de la solemne Mei, que ha establecido una amistad con Ami. Hay guiño a cierto personaje original de otro de mis fics, pero bueno, Mei también ha completado tanto el desarrollo de su Sailor Dress así como en la consolidación de su técnica original. Me basé bastante en el arco de Flazzard, de mi serie predilecta, Dragon Quest Dai no Daibouken porque simplemente amo esa parte y de hecho, faltan más guiños al mencionado personaje.

"Lo más importante es invisible" es una parte significativa del conocido libro "El Principito" durante la parte donde conversan el Principito y el Zorro, aunque con un significado claramente distinto para el contexto del episodio y evidentemente, haciendo alusión a la gran cultura que tiene Ami.

Es algo obvio en retrospectiva, pero aquí un personaje altamente reconocido hace tiempo se había mencionado indirectamente por medio de un lugar característico de su historia y ese es el maestro de Mei, que confirmo ahora, es Shiryu de Saint Seiya, en un futuro luego de la Saga de Hades. ¡Sorpresa!

Para cerrar, al final del episodio también muestro los sentimientos que se tenían Rarity/Hyppeia y Applejack, como referencia a los guiños que hubo de eso entre ambas en Equestria Girls.

Y así cierro las notas.