NOTAS: Como prometí, aquí regreso para traerles el segundo capítulo de esta corta historia :D
Finalmente, antes de comenzar a leer, debo dar un pequeño aviso. En caso de que llegaran a leer esta o alguna otra de mis historias en otro lado, es muy seguramente un plagio. Yo siempre uso el seudónimo "RozenDark" y únicamente público en Amor Yaoi (aunque hace un buen rato que no publico nada por aquí), Wattpad, y AO3. También otorgue el permiso para una traducción al chino de una de mis historias de One Piece, "La Inocencia Viste De Blanco" y solamente se encuentra en la plataforma/app "LOFTER"…
Esto lo digo, debido a los recientes fallos de Wattpad y que esta misma plataforma tiene una página espejo donde lucran con las historias. Por lo que cualquier cosa, les estaré agradecida si me lo hacen saber. De cualquier manera, en caso de algún otro cambio, les daré el aviso correspondiente :3
En fin, los personajes de las Tortugas Ninja son propiedad de Kevin Eastman y Peter Laird. TMNT 2012 es copyright de Nickelodeon Animaciones Studios y los demás son de propiedad de mi autoría. Las imágenes utilizadas a lo largo del fic son propiedad de su servidora :3
Y sin más que decir, les invito a leer (^3-)/
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-Actualmente en el Plano Astral-
Hamato Yoshi estaba descansando en la paz que le brindaba el reinó astral. Al fin estaba al lado de la mujer que amaba y que una vez perdió por culpa de los celos y obsesión del que una vez fue su hermano. Aunque aún en su paz y comodidad que la muerte le había traído, procuraba estar siempre atento al llamado o la necesidad de sus hijos.
Sabía que le había dejado una gran responsabilidad a Leonardo como líder y actual Sensei en el Clan Hamato y aunque sabía que su hijo no lo decepcionaría, así como tampoco el resto de sus hijos, tenía muy en cuenta que los cuatro aún eran demasiado jóvenes como para sentir que su padre los había dejado sin que alguno lo hubiera esperado o deseado. Así que cada vez que su hijo mayor meditaba en busca de ayuda, se aseguraba de acudir en su ayuda y procurar guiarlo en su confusión.
Sin embargo, el llamado actual no era de Leonardo o de alguno de sus hijos, más bien era el llamado de un hombre que sin duda alguna no era de su universo o al menos, no del mundo del que provenía él. Sabía la existencia de otros universos con otras variantes de sus hijos y de él mismo, así que no se le hacía extraño que alguien de otro universo le hablará.
Lo que sí era extraño era escuchar que un perfecto desconocido se asegurará de hablarle precisamente a él para darle una advertencia. Sin duda alguna el plano astral era muy hermoso, pero al mismo tiempo muy confuso.
"¿Y qué es lo que usted desea advertir?"
El hombre frente a él pareció pensar en lo que estaba a punto de decir, algo que sin duda alguna era un mal presagio y Splinter esperaba que su familia no se viera involucrada, pero esperar algo así, era sin duda alguna algo imposible cuando se trataba de sus cuatro hijos…
"Sé perfectamente que el Clan Hamato conoce la leyenda de la tortuga de jade, la historia de un dragón que se convirtió en una figura de jade, por culpa de un castigo. Y no es necesario que lo niegue, porque sé perfectamente que esta historia fue contada en todo universo existente en las distintas variantes del Clan Hamato".
Splinter asintió con una mirada preocupada. "Se dice que los dragones eran criaturas que los humanos adoraban y que, a su vez, estos en agradecimiento usaban forma humana para encajar y convivir en armonía, pero que uno de ellos no estaba de acuerdo con la unión y que decidió crear caos entre ambos bandos…"
El hombre asintió. "Se dio una guerra entre los dragones y los humanos durante años, hasta que un tercer bando apareció y unió varios Clanes para detener esa guerra sin sentido, el Clan Hamato entre ellos", la mirada del hombre mostró un brillo melancólico al recordar aquellos días. "Por un momento se pensó que los dragones ganarían, pero gracias a ese tercer bando, es que la guerra cesó y aquel dragón recibió su castigo, por desgracia, la persona que logró que la guerra llegará a su fin, sacrificó su vida…"
"Conozco la historia, después de todo, mi padre nos la contaba a Saki y a mí cuando éramos niños. Al final, el dragón que inició la guerra, fue castigado y encerrado en la forma de una tortuga de jade y a su vez, fue escondido en un lugar completamente desconocido, junto con los objetos utilizados para hacer posible ese castigo".
Hamato Yoshi sentía la preocupación creciendo cada vez más. Algo le decía que ese tema en la conversación no era algo sin razón alguna y de ser así, era posible que sus hijos estarían en gran peligro…
"Y por siglos la figura de jade y los objetos estuvieron perdidos, hasta que alguien encontró la figura de jade y logró hablar con el ser malvado encerrado en esa forma…"
"¿Quién es exactamente usted? ¿Cómo sabe de estas cosas y qué es lo que desea de mí…?" Preguntó Hamato Yoshi con el ceño fruncido.
"Solo alguien que busca ganar tiempo y que la única manera de hacerlo es hablando con usted en el plano astral", respondió el hombre con seriedad. "Actualmente la única manera que tengo es informar lo que está por venir, mientras me encuentro con una versión alternativa de su familia. La figura de jade se encontraba en mi mundo, pero los objetos que fueron utilizados en ese entonces se encontraban en el suyo y por desgracia, el último objeto lo tiene un miembro de su familia…"
Splinter cerró los ojos para pensar en la historia que su padre le contaba. Recordaba que su padre siempre hacía énfasis en cada detalle de aquella leyenda, incluyendo los nombres de cada objeto utilizado y solamente cuando recordó uno en particular, dio una mirada de pánico y temor al hombre, mientras negaba sin detenerse.
"Si usted se sabe la historia detrás de esa leyenda, entonces recordará que la persona que creó la tortuga de jade, dio una advertencia antes de morir: Un día en un futuro lejano, aparecerá el sucesor de este traidor y reunirá los materiales ahora utilizados, pero solamente el corazón del Clan Hamato, le dará libertad de su encierro al dragón y dependerá de mi sucesora y los nuevos portadores de la luz evitar que ese dragón quede en libertad nuevamente", terminó de contar aquella profecía con la seriedad marcada en su rostro. "Cada uno de los objetos fue otorgado a las variantes de los clanes que ayudaron a detener a ese dragón, pero con el pasar de los años y con la masacre que Oroku Saki cometió en su mundo, esos objetos dieron a parar en manos de humanos que desconocían la magnitud del problema que traían consigo, a excepción del último…"
"¿Quién tiene ese objeto…?" Preguntó Splinter alarmado. "¿¡Cuál de mis hijos tiene ese objeto!?" Exigió saber con la preocupación brillando en su mirada.
El hombre frente a Hamato Yoshi estaba comenzando a desaparecer. Aun así, la mirada que le dio era algo que no hubiera deseado ver…
"Cada uno de sus hijos tiene un lugar en su familia, desde el valiente líder, hasta la fuerza y la inteligencia, pero el hijo que tiene el último objeto es el corazón del Clan Hamato y se perfectamente cuál de sus hijos lo es…"
Y así como apareció aquel hombre, desapareció ante sus ojos, dejando a Hamato Yoshi completamente preocupado por lo que pasaría con sus hijos, en especial con el menor de ellos…
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"Fuera De Control"
Leonardo y Donatello no podían creer lo que veían frente a ellos. Su temperamental hermano se había transformado de una manera que ni siquiera ellos podían explicarse. Era como si Raphael hubiera sufrido una segunda mutación y si ellos no supieran que su hermano había sido herido por un ladrón que tenía poderes mágicos, entonces ambos pensarían que Raph había sido expuesto a una segunda dosis de mutageno.
"Raphael"… Hermano, tienes que mantener la calma…"
Leonardo se aseguró de acercarse lo más lento y calmadamente que se permitía, todo, mientras mantenía ambas manos arriba y con una mirada cautelosa para evitar alterar a su hermano. Apenas desapareció la luz que había rodeado el cuerpo de Raph, tanto él como Donnie se percataron de que su hermano no parecía reconocerlos, lo cual, solo era un indicador de más malas noticias.
"Leo… No creo que debas acercarte más…" Donnie sugirió con preocupación, mientras se mantenía detrás de su hermano mayor y al mismo tiempo alerta, pero tratando de no verse como una amenaza para su segundo hermano mayor. "Rapha no parece tener ganas de hablar o de que te acerques a él…"
Leo vio a su hermano menor con una expresión de reproche. "Donnie, confió plenamente en que Rapha va a reaccionar y que no va a hacernos daño a nosotros que somos su familia, ¿No es así, hermano?"
La tortuga de máscara morada asintió sin estar del todo seguro de la idea de su hermano y líder, en especial porque Raph soltó un gruñido furioso al ver que Leo nuevamente avanzaba para acercarse. Y en cuanto iba a decir algo más para que su hermano mayor tuviera cuidado, fue demasiado tarde…
Raph soltó un bestial grito furioso, mientras se movía con demasiada rapidez para alguien de su actual tamaño y sin que alguno de los dos hermanos se lo esperará, tomó la cara de un sorprendido Donatello.
"¿¡Por qué siempre es mi cara!?"
"¡Déjalo ir, Raphael!"
Leo trató de llamar la atención de su hermano menor inmediato, para que soltará a su otro hermano menor, pero la tortuga de máscara roja movía con rapidez la mano donde tenía a su hermano menor, mientras esquivaba a su hermano mayor con una mirada furiosa.
Leo no quería hacerle daño a Rapha, pero si no hacía algo, estaba casi seguro de que su hermano haría algo de lo que se podría arrepentir después, así que, dispuesto a darle en los puntos de presión para controlarlo, saltó, solamente para que Raphael reaccionara demasiado rápido y lanzara a Donnie hacía él, para que ambos terminaran por chocar contra la pared.
"¿¡Qué es lo que está pasando!?"
Mikey quien no había tenido las intenciones de salir de su habitación, al no tener las ganas de ver a sus hermanos en lo que quedaba de la noche, se preocupó al escuchar ruidos demasiado fuertes y los gritos alterados de sus hermanos. Así que decidió guardarse su miseria y tristeza en lo más profundo de su ser e ir a ver lo que sucedía. Grande fue su sorpresa al ver a dos de sus hermanos siendo lanzados a la pared que daba a las habitaciones, mientras el otro parecía haberse transformado en una bestia sin control. Al menos, creía que esa enorme y furiosa tortuga era su hermano más temperamental, considerando que tenía su máscara roja aún en el rostro.
"El ataque que ese ladrón le lanzó a Raph ocasionó esto…" Respondió Donnie, mientras sobaba su cabeza. "Sucedió justo cuando te fuiste y el cuerpo de Raph repentinamente se iluminó y de la nada se transformó en lo que es ahora…"
Mikey asintió preocupado, mientras veía a su furioso hermano. "¿Podremos regresarlo a la normalidad…?" Preguntó preocupado.
"No lo sé…" Respondió Donnie con pesar. "Tendríamos que buscar la manera de calmarlo para que tome muestras, pero estamos hablando de magia, no de ciencia…"
Por un momento, solamente los gruñidos furiosos de Raphael eran lo único que se escuchaba en el lugar, pero al notar que Leonardo se levantaba, tanto Donnie como Mikey lo miraron con ansiosa curiosidad, esperando para una orden en la que no tuvieran que dañar a su incontrolable hermano.
"Tenemos que inmovilizarlo", mencionó Leo con seriedad. "No podemos permitir que salga a la ciudad y cause desastre o peor, que alguien lo vea y decidan capturarlo…"
"Podríamos usar la manera en la que inmovilizamos a Leatherhead cuando lo conocimos…" Sugirió Donnie con un sentimiento de culpabilidad.
"Pero…" Mikey aún recordaba lo mal que su amigo se había sentido cuando sus hermanos lo encadenaron, así que hacer lo mismo con uno de sus hermanos era demasiado desagradable, aun si sus hermanos no lo soportan o quieran cerca.
"No es lo que quisiera Mikey, pero debemos mantenerlo bajo control por su bien y el nuestro…"
Con las palabras de Leo, todos entendieron. Si bien, la idea no era agradable, los hermanos sabían que esa solución era la única viable en esos momentos. Así que decididos, dieron una mirada de tristeza a su hermano, solamente para comenzar a moverse.
Primero debían controlar a su hermano, pero hacerlo sin causarle daño estaba siendo demasiado complicado. No es que ninguno estuviera usando sus armas, pero tampoco podían permitir que Raph les hiciera daño.
El problema era que su temperamental hermano no solo era más grande y más fuerte, también era veloz y cada vez que alguno se acercaba lo suficiente, Raphael se las arreglaba para impedir que lo tocarán.
"Mikey, Donnie y yo lo vamos a distraer el tiempo suficiente para que vayas por las cadenas".
Mikey asintió sin estar del todo seguro con la idea, pero tal como Leo le había ordenado, se movió con rapidez y agilidad para evadir los golpes furiosos de su incontrolable hermano para ir a buscar las cadenas. Mientras tanto, Leo y Donnie hacían lo posible por evadir los ataques de su furioso hermano para que se olvidara de su hermano menor.
La estrategia funcionó el tiempo suficiente, aunque no era del todo difícil, considerando que Raphael seguía siendo él cuando se trataba de que alguien lo molestara.
"¡Tengo las cadenas!"
La señal de Mikey dio inicio a la parte más complicada del plan. Si bien, los tres se separaron para confundir a Raph, mientras cada uno ayudaba a enredar las cadenas por el cuerpo gigante de su hermano, todo parecía indicar que Raph no solo había aumentado su tamaño, sino que además su fuerza.
"Leo… Creo que hay una falla en el plan…"
Leonardo dio una mirada a las ataduras de Raphael y ciertamente, el punto de Donnie era verídico. Su hermano se movía furioso, mientras soltaba gruñidos y uno que otro grito, pero lo preocupante era ver que ninguna de las cadenas no resistiría como en un principio había pensado.
"¿No podemos ponerlo a dormir o algo?" Preguntó Mikey preocupado.
"Sinceramente, dudo que eso funcione", respondió Donnie. "Ese hechizo o lo que ese ladrón le haya hecho lo cambió demasiado…"
"Debemos mantenerlo lo más quieto posible e impedir que logre liberarse" Leo mencionó seriamente. "Debemos buscar más cadenas y que sean más resistentes".
Mikey señaló la pared donde las cadenas mantenían a su hermano atado. "Hermano, creo que las cadenas son lo de menos…"
Leonardo tarde se dio cuenta a lo que su hermano menor se refería cuando no solo las cadenas terminaron por romperse, sino que también el suelo donde se mantenían atadas. Los tres hermanos no tuvieron más opción que prepararse para pelear o al menos, para defenderse e impedir que su hermano logrará salir.
"Rapha… Hermano debes reaccionar…"
'¡Destrúyelos! ¡Destrúyelos a todos!'
A pesar de los intentos del mayor de los Hamato, el hermano de la máscara roja se situó frente a sus tres hermanos con garras listas para desgarrar a los enemigos frente a él.
"Creo que eso no va a funcionar…"
Y aunque Donnie deseaba no tener la razón en esta ocasión, para mala fortuna, su hermano se lanzó furioso a atacarlos con las claras intenciones de eliminarlos. Los tres evitaron las largas y filosas garras de su hermano justo a tiempo, pero eso no detuvo a Raphael de seguir atacando con furia.
'¿Permitirás que esos monstruos se burlen de ti? ¡Tienes que eliminarlos!'
Raphael lanzó un rugido furioso, mientras se lanzaba al ataque hacía Leo, quien evadió lo mejor que pudo a su hermano, pero cada vez que Rapha se enojaba aún más, parecía tomar más velocidad y precisión en sus ataques, lo que lo llevó ser golpeado y enviado directamente a la cocina.
"¡LEO!" Gritó Mikey preocupado.
"Rapha, tienes que reaccionar hermano…" Donnie usó su bastón Bo para detener momentáneamente a su hermano. "Esto no eres tú…"
'¡Termínalos! ¡Aniquila a esos seres que te arrebataron todo!'
Raphael soltó un gruñido y Donatello juraba que su tamaño estaba aumentando más, lo peor fue cuando logró romper su bastón Bo y tal como sucedía cada vez que se encontraba con una bestia incontrolable su cara nuevamente fue tomada con furia.
"¡Haces esto a propósito!" Gritó, mientras trataba de liberarse del furioso agarre de su hermano mayor. "¿¡En serio, porqué siempre es mi cara!?"
Y al igual que el mayor de los hermanos, Donnie fue lanzado con fuerza hacía una de las paredes de la guarida. Y al ver que solamente quedaba uno, la enorme tortuga se preparó para atacar sin piedad.
"Apuesto hermano a que ya te has olvidado de nuestra discusión y de tu enojo sin sentido hacía mi…" Mikey se alejó poco a poco sin dejar de mirar a su hermano con expresión nerviosa. "Raphie, tú serías incapaz de hacerme daño, ¿Verdad…?"
Raphael soltó un gritó furioso, mientras se movía con rapidez y fuerza para atacar. Mikey sabía que era el más rápido entre sus hermanos, pero Raph parecía haberlo superado justo ahora, de eso se dio cuenta en cuanto logró darle un zarpazo furioso a una de sus piernas, causando que perdiera el equilibrio y mirara con sorpresa y miedo la herida sangrante y a su hermano mayor.
Temió en cuanto vio que Raph parecía estar particularmente más furioso contra él, en especial al notar la sangre goteando de las garras de su hermano…
"¿Rapha…?"
La sombra que cubrió a la tortuga de la máscara naranja y la mirada verde de su hermano que parecía tener cierto brillo rojizo, solamente lo alertó. Y aunque Mikey quería confiar en que su hermano no se atrevería a hacerle un daño real por más furioso que estuviera con él, Raphael no estaba demostrando absolutamente nada.
Para el momento en el que Leo y Donnie despertaron de su momentánea inconsciencia, era demasiado tarde…
Lo primero que ambos hermanos vieron fue como Raphael lanzaba con furiosa fuerza y desdén a su hermano más joven completamente herido hacía una de las paredes.
Ninguno de los hermanos quería ver al resto de su familia herida, pero ver caer al menor de ellos completamente herido e inconsciente fue algo que sin duda alguna no era algo que hubieran querido ver y que causaba terror a Leonardo y Donatello…
"¡MIKEY!"
El grito alarmado de Leo y Donnie pareció hacer que Raphael reaccionara. Dio una mirada vacía hacía donde había lanzado a su hermano menor y al ver a la tortuga más joven completamente herida e inconsciente, recordó a su hermano menor.
'Pobre pequeñín, estoy seguro de que esos seres lo manipularon para dañar lo que te queda de familia… ¿Dejarás que ellos se queden con tu hermano pequeño?'
"Mi… Mikey…" Raph apenas murmuro con la confusión plasmada en su voz.
A pasos lentos comenzó a acercarse, lo que llevó a Leo y Donnie a reaccionar. Leo no estaba dispuesto a dejar que Rapha siguiera haciéndole daño a Mikey y aunque no quisiera pelear con su hermano, tenía que impedir que hiciera algo de lo que se arrepentiría al reaccionar. Donnie por su parte, se aseguró de acercarse y verificar las heridas nuevas de su hermano menor, preocupado de ver varios cortes y golpes, casi estaba seguro de que su pierna derecha tenía una fractura y ni hablar de su cabeza y la cortada en su otra pierna.
"¡Tienes que detenerte ahora!" Leo apuntó sus katanas a su hermano, mientras soltaba la exigencia con autoridad. "No quiero pelear contra ti hermano, pero si debo hacerlo para evitar que lastimes a nuestra familia, entonces asumiré la responsabilidad".
'¡Destrúyelos! ¡Lleva a tu hermano pequeño a un lugar seguro y alejado de esos seres que buscan arrebatarte lo que te queda de familia!'
"Mikey…" Raphael se acercó para ver a su hermano caído, pero al ver a dos extraños cerca de él, su furia regresó con más fuerza. "¡ALEJENSE DE MI HERMANO PEQUEÑO!"
Ni Leonardo, ni mucho menos Donatello pudieron evitar que Rapha soltara un grito furioso y evitara a su hermano mayor con rapidez y precisión. Para el momento en el que se dieron cuenta, era demasiado tarde y Leo fue tacleado con furiosa fuerza hacia el otro extremo, mientras que Donnie fue lanzado lejos de sus otros hermanos. Ambos golpearon con fuerza la pared y cayeron con fuerza sin poder ponerse de pie…
"No lo hagas Rapha…"
'¡Hazlo! ¡Llévate a tu hermano pequeño a un lugar seguro!'
A pesar de sus intentos por ponerse de pie y evitar que Raphael hiciera algo de lo que se arrepentiría, último que Leo pudo ver es a su hermano transformado acercarse a Mikey con la preocupación de que Raphael en verdad hiciera algo irreparable a su hermano menor…
'¡Eso es! ¡Aleja lo que aun te queda de familia de todo el mal que lo rodea y tráelo a donde lo mantendremos a salvo!'
"Yo te protejo hermanito…"
Mikey ni siquiera tenía fuerzas para responder o tratar de hablar con su hermano. Simplemente cerró los ojos y le dio la bienvenida a la oscuridad de la inconsciencia, mientras sentía que su segundo hermano mayor lo tomaba en brazos y lo alejaba de la seguridad de su hogar...
Y sin saberlo, en otro lugar, un aura oscura reía al haber conseguido lo que necesitaba…
II
Karai y Shinigami habían descansado lo necesario para recuperar fuerzas. Aunque claro, Shinigami se había asegurado no tener una herida de gravedad, lo cual era pura suerte que no tuviera alguna, considerando que aquel ladrón parecía sentir desagrado hacía ella al ensañarse con sus ataques hacía su persona.
Y a pesar de las nulas ganas de utilizar la antigua guarida de Shredder, Karai debía admitir que debía darle uso a la propiedad que el hombre le había dejado en el testamento, era una buena idea por el momento.
"Aún me pregunto porque no has vendido este lugar, Senpai".
Karai soltó una risa irónica, mientras veía con aburrimiento a su amiga. "No me hace muy feliz que legalmente ese hombre me dejó todo como si en verdad hubiera sido su hija, pero creo que puedo darle un buen uso al dinero y las propiedades, sin duda alguna, es un buen sitio para regresar a visitar a mis hermanos", respondió. "Además, dudo mucho que haya mucha gente que quiera comprar un sitio con celdas incluidas para encerrar a sus enemigos".
Shinigami rió divertida. "Buen punto, aunque deberías decorarla con tus gustos para variar".
Karai asintió de acuerdo con la idea y estuvo a punto de mencionar sus intenciones sobre el asunto, hasta que sintió una presencia desconocida por los alrededores. Al dar una mirada a su amiga, se percató de que ella también se había dado cuenta de la presencia.
"¡Seas quien seas, será mejor que muestres tu rostro antes de que te obliguemos a hacerlo!"
Karai y Shinigami se prepararon para pelear contra ese nuevo enemigo, pero al escuchar un gemido asustado y ver a una chica salir de las sombras con ambas manos en alto, ambas apuntaron sus armas de forma hostil, para exigir respuestas.
"¿Quién eres y qué quieres?" Exigió saber la actual líder del Clan Foot con su katana lista para la batalla.
La extraña pareció vacilar, mientras pensaba cómo responder a la pregunta, casi como si no supiera como responder. "Yo soy… Magical… Si, Magical Rose"
Tanto Karai como Shinigami se miraron entre sí, ambas pensando seriamente en reír o mantenerse serias, decidieron optar por mantener la apariencia de rudeza, para seguir con el interrogatorio.
"Muy bien, 'Magical Rose', ¿Qué es lo que quieres en mi territorio?" Karai preguntó con burla. "No sé si lo sabes, pero el Clan Foot no se toma muy bien a los invasores, en especial el día de hoy y considerando la vestimenta y el arma que posees, diría que no eres una buena presencia en MI territorio".
La chica asintió nerviosa, mientras miraba sus manos. "Supongo que fue muy grosero de mi parte aparecer de la nada, pero en verdad debía hablar con ustedes y las tortugas…"
Karai frunció el ceño al escuchar lo último. "¿Cómo sabes de las tortugas?"
"Niña, se nota que eres una novata en esto, así que responde a las preguntas de mi Senpai si es que no quieres salir herida", advirtió Shini con sus armas listas.
"Pero no quiero pelear…" Murmuró la chica con pánico. "En serio, decidí venir primero con ustedes, porque muy seguramente las tortugas se enojarán si me ven en su guarida y créanme, puedo encontrarlos con facilidad…"
"¿Es eso una amenaza en contra de mis hermanos?" Cuestionó Karai cada vez más furiosa. "¡Habla ya!"
La nerviosa Magical Rose negó cada vez más asustada. "¡Juro que no vengo con intenciones hostiles!" Respondió en pánico. "Vine porque algo malo está por ocurrir en el Clan Hamato y el chico con el que pelearon antes tiene mucho que ver en todo esto".
"¡SUFICIENTE!" Karai se lanzó al ataque al no obtener más que respuestas inconclusas.
Grande fue la sorpresa de la actual líder del Clan Foot, cuando un campo de fuerza de un brillante color magenta rodeo a la chica. Y tanto ella como Shinigami comenzaron a atacar el campo de fuerza para romperlo, pero no cedía ni siquiera cuando Karai tomó su forma de serpiente mutante y comenzó a golpearlo con furia.
"Así que eres igual que ese ladrón…" Siseó con furia Karai. "¡También usas magia!"
Magical Rose negó apresurada, solamente para asentir casi después, sin dejar de lado su campo de fuerza. "No lo soy… Bueno, sí uso magia, pero… En verdad vine a ayudar… No soy como él…" Respondió nerviosa. "No sé qué tanto crean en lo que diré, pero ese ladrón y yo somos de otra dimensión y la razón por la que sé sobre ti y las tortugas, es porque ya los he visto en mi mundo… Al menos de lejos…"
"¿Otro universo?" Preguntó Karai, mientras se calmaba hasta regresar a la normalidad. "¿Cómo ese universo donde los chicos eran demasiado tontos?"
"No sé de qué universo hablas, pero asumo que ya sabían sobre el multiverso…" Mencionó nerviosa. "En realidad, la razón por la que sé de las tortugas, es porque mi maestro me contó de ellos, más que nada para darme la advertencia de no involucrarme con ellos y su clan, aunque el más joven fue a dar un show al cumpleaños de mi hermano menor, hace como dos años…"
"¿Ellos pueden salir de las alcantarillas sin temor a que los descubran?" Cuestionó Shini con sorpresa.
"En realidad, él tenía un disfraz, pero mis poderes me permiten ver el aura y pureza de un alma y debo decir que esa es la razón por la que puedo encontrar la guarida de ellos en este mundo, debido a que ambos parecen compartir esa particular característica. Sin embargo, decidí venir primero hasta aquí, porque esto de una y otra manera concierne a la líder Karai…"
"¿Por qué?" Karai cuestiono exigente.
Magical Rose pensó con nerviosismo como responder. "Verás, este ladrón en mi universo logró impresionar a la líder del Clan Foot, hasta el punto de lograr volverse su discípulo principal".
"Y por eso es que sabía demasiado de los movimientos del Clan Foot y respetaba a mi Senpai…" Mencionó Shinigami, mientras veía a su amiga.
"Aunque eso no explica la razón por la que ambos están en este universo", mencionó Karai de brazos cruzados. "¿Qué es exactamente lo que ese sujeto quiere en mi universo?"
"No sé si conocen la leyenda de la tortuga de jade…"
Karai dio una mirada preocupada a la chica. "¿¡En verdad existe esa tortuga!?" Preguntó alarmada. "Shredder me contaba esa historia cuando era una niña, junto con la advertencia que se dio a todos los clanes involucrados…"
"¿Senpai?"
Karai dio una mirada a su amiga, para después acercarse a la nueva chica en el lugar. "¿Quién eres exactamente?"
Magical Rose hizo desaparecer su campo de fuerza con una mirada apenada al ya no percibir ninguna amenaza. "Tengo entendido que a la raza que puso fin a esa guerra se les llamaba seres de luz, debido a que bueno, la luz que emanaban era capaz de purificar el alma más oscura… Bueno, en mi universo, después de mucho tiempo sin alguna señal, yo soy la primera y única de esos así llamados seres de luz…"
"Wow, incluso yo he escuchado alguna vez sobre ese término, pero estaba segura de que eran solo historias", mencionó Shinigami con sorpresa. "Aun así, podríamos darte la oportunidad de demostrarlo, considerando que no hace mucho peleamos con un raro akuma que trajo momentáneamente de la muerte al mismísimo Shredder".
Magical Rose no pudo evitar que la sorpresa se reflejará en su rostro. "¿Entonces se han enfrentado a la magia y extrañezas similares…?"
"Lo único que no entiendo es lo que tiene que ver todo esto con las tortugas" Karai mencionó aquello con preocupación.
"Porque falta algo muy importante para que ese malvado dragón quede en libertad y eso es el corazón del Clan Hamato…"
"¿Y ese objeto lo tienen los chicos?" Cuestionó Shinigami sin entender la expresión en el rostro de la chica nueva.
Magical Rose asintió preocupada. "No es un objeto como tal, más bien un alma pura y esa alma pura es el menor de los hermanos…"
"Miguel Ángel…" Murmuró Karai con preocupación.
"Como ya les había dicho, mis habilidades pudieron guiarme a la guarida de ellos y eso es porque como un ser de luz puedo ver el brillo que esa alma emana, pero decidí venir primero hasta aquí, porque es más sencillo dar con la guarida del Clan Foot, además de que de alguna manera todo esto es culpa mía…"
Con solo escuchar la historia completa de aquella chica, tanto Karai como Shinigami quisieron atacar. Sin embargo, Karai podía ver en su mirada lo arrepentida que aquella novata estaba, sin contar que, de alguna manera, sentía que necesitarían de su ayuda para parar los planes de aquel chico antes de que se saliera con la suya.
"Voy a llamarlos primero para ponerlos sobre aviso de tu llegada, mientras tanto, piensa bien cómo vas a contar toda tu historia y sin omitir un solo detalle, porque si esto involucra a Mikey, ten por seguro de que ni Leonardo y mucho menos Raphael van a querer confiar en ti".
Al ver un asentimiento por parte de la novata Magical Rose, decidió llamar a Leonardo para advertir lo que estaba por pasar, pero al no recibir ni una respuesta, supo que algo andaba mal…
Tal vez deba llamar también a O´Neil y a Jones para advertir sobre la situación actual…
Sin embargo, poco sabían que llegarían demasiado tarde…
II
Tiger Claw, Rahzar, Rocksteady y Bebop no tenían idea de cómo es que habían llegado a ese lugar. Después de todo, habían hecho la promesa de no volver a ese lúgubre lugar desde el fiasco con el Demodragón que solamente los utilizó para salirse con la suya.
Sin embargo, al ver al chico frente a él y a esos raros mutantes seguidores de su difunto maestro alabando la figura brillante de jade, recordaron como fueron emboscados y se propusieron a exigir respuestas de manera furiosa.
"¿Por qué estaríamos con estos dos locos, si renunciamos a la villanía?" Bebop miro confundido a su compañero.
"No tengo ni idea… Lo último que recuerdo es que estábamos cobrando por un trabajo terminado y de la nada todo comenzó a brillar de un color rojo…" Rocksteady dio una mirada confundida a su alrededor.
Tiger Claw apunto su arma hacía el chico al que había visto antes de terminar inconsciente. "Seas quien seas cachorro, cometiste un grave error al meterte con nosotros".
El chico soltó una risa burlesca, mientras hacía brillar sus manos. "Ciertamente no es de mi preferencia utilizar a lacayos tan incompetentes como ustedes, sin embargo, mi maestro sugirió darles un buen uso para mantener fuera de este asunto a las tortugas del Clan Hamato".
"¿Y qué te hace pensar que haremos lo que dices, mocoso?" Cuestionó Rahzar con furia. "Por si no lo has notado, somos cuatro y tú eres solamente un mocoso".
El chico simplemente se quitó la chaqueta y la máscara que lo cubría, mientras sus ojos se volvían rojos y amenazadores. Con su mano derecha brillando del mismo rojo, apuntó hacía esos patéticos mutantes y al cerrar su puño, los cuatro mutantes adquirieron el mismo brillo rojizo, mientras comenzaban a gritar de dolor, hasta el punto de caer de rodillas frente al chico.
"Para que lo sepan, mi nombre es Kaito Walker, pero ustedes pueden llamarme jefe", respondió con falsa amabilidad. "Y como podrán haber notado, mi maestro y yo no les estamos dando otra opción. Ustedes tienen que servirnos así lo quieran o no".
Con un gesto lleno de desdén, liberó a los mutantes que solamente podían ver al chico y luego a la figura de jade de la que comenzó a resonar una risa burlesca.
"¿¡Qué es todo esto!?" Exigió saber Tiger Claw con furia.
"¡Esto es el inicio de mi liberación!"
"Soy solo yo o esa figura nos está hablando…" Mencionó Bebop con nerviosismo.
Kaito sonrió divertido, mientras se acercaba a los mutantes sin sentir miedo alguno. "Tengo entendido que Tiger Claw es de Japón y que Rahzar vivió por un tiempo allí o al menos lo hicieron cuando aún eran humanos, así que ambos deben conocer la vieja leyenda de la tortuga de jade. Bueno, están sirviendo a esa tortuga. Sobre mis intenciones, creo que es bastante obvio que quiero liberar a mi maestro de ese encierro".
Rahzar no pudo evitar ver al chico con temor. "El maestro solía contar esa vieja leyenda… Jamás pensé que fuera verdad…"
"Sabiendo lo que implica ayudarte en esta locura, aun así, esperas que cooperemos sin más, sin duda alguna debes estar loco cachorro…" Soltó Tiger Claw con desdén.
Kaito soltó una risa divertida. "Como ya les dije, ustedes no tienen más opción que servir a mi maestro, así lo quieran o no".
Sin que los cuatro mutantes lo esperaran, marcas brillantes aparecieron en sus cuellos, mientras el chico reía con diversión y los ojos de la figura comenzaban a brillar peligrosamente.
"Ahora mis nuevos sirvientes, quiero que me traigan el último objeto para ser libre de esta prisión… Tráiganme el corazón del Clan Hamato".
"Genial, además quiere que le quitemos un objeto desconocido a las tortugas", Bebop ni siquiera quería imaginar cómo encontrarían ese objeto desconocido. "Dudo mucho que las tortugas nos den ese objeto si lo pedimos amablemente y tampoco tenemos idea de donde se encuentra su guarida".
"Mi compañero tiene un buen punto", Rocksteady estuvo de acuerdo con el jabalí mutante.
Kaito sonrió con maldad. "Esa es la mejor parte, ustedes solo deben encontrar a la tortuga monstruosa que lleva consigo al corazón del Clan Hamato".
"¿¡QUÉ!?" Ninguno de los mutantes entendió lo que el chico quería decir.
"Lo que mi aprendiz quiere decir, es que el corazón del Clan Hamato no es un objeto, es un ser vivo con un alma pura y el dueño de esa alma es el menor de los cuatro hermanos, Hamato Miguel Ángel".
"Sobre lo demás, digamos que, de alguna manera, Hamato Raphael está siendo un poco controlado por mi maestro y justo ahora, cree que está protegiendo a su hermano menor, pero solamente está al descubierto y haciéndonos más fácil la misión de conseguir a su hermano pequeño", explicó Kai con diversión. "Tómenlo como un incentivo para facilitar su misión de traernos el corazón del Clan Hamato".
Los cuatro mutantes sintieron miedo de esos dos nuevos monstruos, especialmente los dos que ya conocían la leyenda y las consecuencias de que aquel prisionero quedará en libertad…
Una lástima que no pudieran hacer nada para evitar servir a esos monstruos…
Continuará…
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NOTAS: Y eso ha sido todo por este capítulo. Si les está gustando la idea sobre el fic, les agradecería que me lo hicieran saber con sus lindos comentarios :3
Los problemas solamente parecen empeorar ahora que un hermano fue transformado de un 'monstruo' y que el otro está herido y secuestrado para mantenerlo 'a salvo'
Próximo capítulo: "Problemas Con La Magia", donde la chica recién llegada revela las intenciones del ladrón de objetos y el poco tiempo que le queda a Raphael si no se deshacen del hechizo que lo aqueja lo antes posible…
En fin, nos leemos pronto…
Chau chau (^3-)/
