Descargo: Type-Moon y Puella Magi son propiedad de sus respectivos creadores, sólo escribo un Fanfic inspirado por As N Approaches Infinity escrito por Corisanna.
Nota del Autor: Luca Saijou es un OC basado en el hermano de Miyu y el hijo de Elsa Saijou, una máster en Fate Prototype: Fragments. Su trasfondo y habilidades se revelarán conforme avanza el Fic.
Capítulo 02.
Tres años atrás, 2001(Línea temporal de Luca).
Londres – La Torre del Reloj.
Paseando por los pasillos de la facultad de Mineralogía, Luca Saijou conservaba de forma animada con una chica de cabello negro corto y ojos azules, debido sus rasgos faciales asiáticos indicaron que era una magus extranjera, como él. Tōsaka Sakura es una muy talentosa joven que, tras una situación con su familia en su ciudad natal, se mudó a Lodres y se unió a la Torre. La chica era bonita y dulce, pero todavía era objetivo de la xenofobia y el contento que los magi londinenses llevan por los asiáticos.
Luca también estaba parcialmente en la misma situación, aunque sus rasgos más prominentes eran de su ascendencia germánica, seguía siendo un "extranjero" que se había unido a través de favores.
—Sí, debería haber esperado que eso sucediera.
—Al menos tu decano no se enojó contigo, pero meterte en tantas peleas no es bueno, Saijou.
Sakura había escuchado sobre eso, sólo dos meses de estar en la Torre y algunos estudiantes volvieron a pelear con él. Ella debía pensar que el pelirrojo lo provocaba deliberadamente, en clases de Evocación Espiritual también sucedió, excepto que el profesor intercedió.
—Honestamente, no entiendo qué es el problema con ellos, sólo cumplo con las peticiones hechas por los conferencistas.
—¿No fue por responderle a ése chico?.
—¿Quién?.
—... Sabes, estoy segura que eso sería un problema, pero tampoco recuerdo quién fue ésta vez.
A pesar de la conversación, había un ambiente bastante ligero entre ambos, en el momento que se conocieron parecían haber encajado cómodamente como amigos. La pelinegra sonreía de manera elegante y dulce, oyendo el relato de otra "payasada" que realizó el pelirrojo durante sus clases. Ellos compartían cuatro, ella tenía Zoología en el tiempo que él estaba en Cábala, ambos veían Maldiciones, Evocación y Mineralogía juntos. Contando Fundamentos Generales, solían discutir de temas variados, incluso mantener largas conversaciones en japonés si querían.
—Bueno, Lord Animusphere quiere hablar conmigo sobre algo, y espero que no sea sobre eso específicamente. Ah, Lord Trambelio y Lord Valualeta también me esperan, tengo suerte que acordaran horas diferentes.
—Agotarás toda tu suerte a éste ritmo, Saijou… Bien, tengo que ir a Zoología. Trata de no meterte en una pelea de camino a la facultad de Creación, dudo que puedas defender tu caso si sucede.
—Mientras no se enteren, ¿Cómo puede afectarles?.
—Cierto, no es como si fueran a ser muy vocales si llegan a vencerte, o puedas lucir presentable frente a los Lores… Por cierto, ¿Qué es el trato con eso?. Eres uno de los estudiantes que más interactúa con ellos, de alguna forma.
Genuinamente curiosa al respecto, Sakura esperó una respuesta de Luca, que sonrió de forma burlona.
—Debieron encariñarse con mi agradable y carismática personalidad, ¿No?.
—Humilde también.
Ambos rieron ante la respuesta de Sakura, la pelinegra mantuvo su risa lo más baja que podía, sin embargo el pelirrojo se rió felizmente. Luca disfrutaba conversar con los amigos que hizo en la Torre, incluso con las intrigas de poder subyacente y las políticas del lugar, no impedía que hiciera amistad hasta con algunos senior. Puede ser que tuviera enfrentamientos con varios estudiantes, por diversas razones que iban desde un ego herido, a simples pruebas de habilidad, pero tenía amigos bastante capaces o queridos.
Una combinación de ambos, Luca no pensaba formar amistad con alguien con quien no pudiera relacionarse, eso debían estar más en la categoría de "queridos".
—Bueno, suerte con tus reuniones.
—Que te vaya bien en Zoología.
Despidiéndose de su amiga, dejando por caminos separados la facultad de Mineralogía, Luca estaba por buscar un transporte para llegar a la facultad de Astrología, cuando una limusina se detuvo frente a él. El panel de vidrio ahumado bajó, revelando a una bella señorita con cabello dorado trenzado y ojos azules que eran similares a los de Sakura.
—Hola, Luce.
—¿Cómo se encuentra, señorita Luvia?.
—Veo que estabas hablando con Tōsaka.
—Sí, es agradable charlar con ella.
—Ya veo… Entonces, Luce; ¿Te diriges a la facultad de Astrología, no? ¿Quieres un aventón?.
Esbozando una hermosa sonrisa, con una mirada que le pedía considerar esto, Luca entretuvo el pensamiento un segundo y se dirigió a Luviagelita Edelfelt.
—No quisiera molestar, eso…
—¡Para nada! Vamos, no hemos tenido mucho tiempo para conversar. También, conozco un restaurante al que podemos ir cuando estés libre.
—Suena maravilloso, y te tomaré en la oferta, pero hoy tengo varias reuniones con…
—Con más motivo, entra y déjame ayudarte.
Encarando a la entusiasta señorita, el pelirrojo esbozó una sonrisa ligera como se resignó, apeándose al lujoso vehículo sintiéndose un poco inconfortable. Éste es el chico que puede hablar con su decano sin complicación, pero aceptando la buena voluntad de los amigos que había hecho era laborioso para él.
No quiere decir que no pudiera aceptarlos, incluso en Japón recibía ayuda de manera ocasional por parte de algunas amistades que había formado, y dos de sus mentoras estaban ahí. Pero en la Torre, la impresión que tenía era distinta, tenía que demostrar su entera competencia para asegurar su posición, y mantener sus habilidades ocultas al mismo tiempo. Sonaba raro, sin embargo era normal que los magi oculten parte de su habilidad, guardando alguna carta del triunfo por si acaso.
Una vez dentro de la limusina, sentado junto a la hermosa rubia – porque ella dejó en claro el lugar reservado para él, el vehículo comenzó a moverse. Saludando al mayordomo actuando de chófer, quién también era el guardaespaldas de la joven dama, Luca miró a Luviagelita. La chica de cabello dorado trenzado, vestida con un vestido azul realeza de una pieza, que era probablemente tan costoso o más que la limusina, era otra de sus amistades en la facultad de Mineralogía.
—Parece que estás muy apresurado hoy, Luce.
—Recibí varias notificaciones, o puedo llamarlas citaciones en el despacho de los Lores con los que entablé una forma de… Relación, por así decirlo.
—Entiendo por qué Lord Valualeta puede quererte, y Lord Trambelio, más nunca llegué a entender cómo te volviste más cercano con Lord Animusphere.
Era una situación difícil de explicar, aún para Saijou quien estaba en el centro de eso, la manera más sencilla de expresarlo es que conocía su posición y capacidad. Demostró competencia, potencial, pero él reconocía su posición[..., sin embargo eso no representaría todo. Con Lord Valualeta fue una carta de recomendación, por parte de una vieja estudiante suya, una de las mentoras de Saijou. Mientras esto influyó en la decisión de Lord Trambelio, fue su evidente manejo de los fundamentos y su "potencial por extraer" algo que empezó a ganar al poderoso Lord.
Con Lord Animusphere la situación era diferente, muy distinta y de cierta forma, más sencilla y complicada a la vez.
—¿Puede decirse que soy amigo de la hija de Lord Animusphere? Bien, más como un amigo, guardaespaldas, niñera…
Llamarlo una relación inusual se quedaría corto, no era la razón real en su totalidad pero sí un factor. De hecho una amiga de la infancia de Luca se hallaba actuando de "aprendiz" de la señorita Olga-Marie, aún si habían otros motivos de por medio. Lord Animusphere tomó interés en él, hasta su protegido empezó a asesorarle, incluso si Luca creía poder formar una amistad con Kirschtaria aún sin eso.
—No tenía idea… Sin embargo, parece que no estás ocupando ése papel en el momento, ¿Significa que puedo contestarte como mi guardaespaldas personal?.
—Estoy seguro que conseguirás a alguien con más habilidad.
—¿Qué sobre un mayordomo personal?.
—Puede ser… Debería tomarlo en cuenta, pero a veces necesito volver a Japón por razones personales. Lo siento por no poder aceptar la oferta.
—Descuida, entiendo que tengas tus responsabilidades de vuelta en casa, también tengo las mías.
Mirando a la proclamada "más bella hiena del mundo" sonreír de manera radiante, Luca devolvió la sonrisa y asintió.
—Quizás en el futuro, cuando esté menos atareado y esté seguro que todo estará bien en casa, pueda trabajar contigo.
—¡Voy a tomar tu palabra en ello, Luce!.
Riendo en el entusiasmo de Luviagelita, el pelirrojo inquirió sobre el restaurante que la chica de trenzas doradas comentó. La rubia en vestido azul empezó a relatarle rápidamente, su energía y felicidad en par con su orgullo le dieron un carisma casi magnético. Los Edelfelt eran una familia de magi provenientes de Escandinavia, se conocían como las "hienas más bellas" y poseyeron un rasgo raro que les permitía tener dos herederos simultáneos. Otra cosa era la profesión de la familia, ellos eran mercenarios de alto reconocimiento, haciéndolos más afines a la manera de ser de Luca.
Debía ser la razón por la que se llevaron bien, Saijou conoció a varios autónomos y se las arregló para formar relaciones de camaradería con ellos, a pesar de su corta edad. Su guardiana legal también es una, haciendo entendible que supiera mucho de la vocación, y él mismo se metió en tantas situaciones sobrenaturales que sólo podía ser tratado como uno.
No era su culpa terminar enredado en los planes de otro magus[...] En realidad sí, considerando que se entromete bastante en asuntos donde no lo llaman.
—Llegamos, señorita Edelfelt, joven Saijou.
—¿Eh, tan pronto?.
—Desde que el joven Saijou tiene una reunión con su decano, consideré que sería lo mejor llegar lo más pronto posible. Discúlpeme por cortar su tiempo juntos, mi dama.
El jefe mayordomo, chófer, cocinero y guardaespaldas personal de Luviagelita se disculpó con la joven, quien no parecía muy satisfecha con el resultado.
—Oh, está bien… No quiero que él se meta en problemas. Luce, cuidado con los Lores, son muy peligrosos y susceptibles.
—Descuida, tengo una idea del motivo detrás de las citaciones, sólo es una rara coincidencia que llegasen para el mismo día. Que te vaya bien, Luvia.
Nadie se creería que Lores puedan citar a alguien un mismo día, para referirse a cosas enteramente diferentes. Luviagelita parecía querer preguntar al respecto, teniendo una clara idea de cómo funciona todo el esquema político de la Torre. Más, ella no voceó sus dudas ahora, tendría tiempo después para charlar con el pelirrojo y entender qué pasaba con su amigo.
— Dudo que a Lord Valualeta le interese o sepa del proyecto de Lord Animusphere, e incluso de saberlo no debería tener un conocimiento de que soy parte de esto.
Despidiéndose de Luviagelita y su chófer, Luca avanzó a la facultad de Astrología después de ver la limusina irse. Ideas se formaron en su mente, sobre qué podía haber hecho o dicho para recibir alguna notificación de Lord Valualeta. Dudaba que fueran sus encuentros y desacuerdos con otros miembros de la facultad, porque la Torre tenía una política de no meterse en ello mientras no se dañen o destruyan las instalaciones y fuesen escaramuzas. Incluso eso podría ser tergiversado, como los "duelos honorables" podían finalizar muy mal para un lado y nadie mencionará nada sobre eso.
— Si no es sobre violencia excesiva, debe ser sobre otras actividades…
Luca conseguía parte de sus ingresos en la Torre, como un proveedor de códigos místicos personales. Había destacado en el Departamento de Creación por ello, por vender códigos diseñados de acuerdo a las peticiones del comprador. Mientras que tuviera los recursos y entendiera cómo funciona el código, él podría fabricarlo en tiempo breve y dejando una tarifa al Departamento de Creación, hacía una buena cantidad de dinero. Luego usaba el dinero ganado para sustentar sus propios proyectos, junto con sus frecuentes viajes a la Tumba Espiritual de Albion para obtener más recursos.
Acumuló una fortuna vendiendo códigos, no obstante el presupuesto de sus varios proyectos y otras cosas comían una gran porción de esto, muy rápidamente. Aún si él pudiera ser más económico por buscar los recursos personalmente, todavía tenía pensado gastar en una residencia fuera de los dormitorios. La mayoría de los materiales siempre fueron para actualizar su taller, o almacenados para un tiempo posterior cuando finalmente tuviera un lugar propio.
— Veamos, técnicamente mis proyectos no consumieron tanto… Bien, las botas y los guanteletes, y Sagittarius… Y… Puedo ver que sí estoy gastando un poco. Pero eso no podía haber llamado la atención, aún si ellos mantuvieran seguimiento de mis cuentas bancarias.
Como un becado, Luca hasta recibía un estipendio para su investigación, y él se aseguraba de mantener un meticuloso manejo de sus cuentas. En dado caso que se tratase de una revisión de su progreso, tenía plena confianza de demostrar tanto de su habilidad que no comprometiera su supervivencia y libertad. Le relataron historias aterradoras sobre vivisección, aunque su mentora en taumaturgia decía que dependía del sujeto, si se realizaba o no.
— Dudo que la abuela vaya a lanzarme a los lobos, desde que mi progreso mientras esperable no entra en "es peligroso". Aún si con los comentarios de Touko, ellos no saben ni tienen forma de saber.
Llegando al despacho del decano del departamento de Astrología, Luca tocó la puerta y esperó hasta recibir permiso para entrar. Luego de una cortés disculpa de el joven pelirrojo, entró en el despacho y se encontró con un hombre de cabello blanco largo y algo ondulado, y un joven rubio de cabello igualmente largo pero lacio. Podía esperarse la presencia del joven, sabiendo que era el protegido y aprendiz del Lord, así que Luca se dirigió a ellos con ligera reverencia y naturalidad.
—Lord Animusphere, senior Wodime, buenas tardes.
—Saijou, toma asiento.
Recibiendo permiso del Lord y un leve asentimiento de Wodime, el joven aceptó tranquilamente. El despacho del Lord era amplio, poseyendo una biblioteca extensa y un elegante escritorio blanco, había una mesita a un lado donde flotaba un globo terráqueo, rotando lentamente. El chico se dirigió a la silla a unos metros frente del escritorio, con Wodime sentándose en un sillón junto a la mesa anterior.
—¿Cómo avanzas en tus clases?.
Sabiendo que el Lord no lo citó para saber el progreso de su educación, aún si estaba interesado en alguna medida, Luca decidió mantener su respuesta lo más precisa que fuera posible.
—No tengo ninguna complicación para entender el material, y si tengo dudas en algún campo, suelo consultar con otros estudiantes… A veces pido ayuda al senior Wodime en Astrología, trabajando en uno de mis proyectos personales.
—Veo que estás manteniéndote al margen, dejando de lado la frecuencia con la que entras en conflicto con estudiantes de la facultad. No obstante – éste no es el motivo por el que estás aquí.
Si había notado su incomodidad en explicar sus acciones y progreso, o sólo quería pasar al tópico central tras una supervisión superficial, el hombre no mostró cambio alguno; Lord Animusphere se dirigió al joven.
—El proyecto continuará, ¿Participarás de nuevo, o te has retractado de tu decisión?.
—Participaré.
Una respuesta directa, sin ninguna sombra de duda, vacilación o titubeos. Luca Saijou miró a los ojos dorados de Lord Marysbury Animusphere, con sus propios irises de un color muy similar. El hombre parecía estar satisfecho con la respuesta, aún si sólo era una forma de corroborar algo que supo desde el principio.
—Entonces, hablemos sobre tu situación desde ahora, como la vasija de un héroe o futura vasija. Tengo la esperanza de que mantendrás tu identidad, de la misma forma que la señorita Hayakawa podrá conservar la suya.
Asintiendo hacia el hombre, Luca siguió escuchando los planes del Lord, junto con responder a sus preguntas ocasionales y las intervenciones de su senior Kirschtaria. En el fondo, estaba emocionado y algo aprensivo sobre esto, pero conforme la conversación avanzó fue relajándose.
— Debería encontrarme con Tachi más tarde, y saludar a la damita también.
Sonriendo de forma genuina con tales pensamientos, Luca recibió permiso para retirarse por parte del Lord, y con una despedida a éste y su senior, se dirigió a sus clases.
— No puedo esperar…
El proyecto empezaría, sin embargo no le aguardaban resultados exitosos al chico pelirrojo, tampoco a su amiga pelinegra de ojos heterocromáticos.
§§§
2011, 113vo Bucle Temporal(Akemi Homura).
Mitakihara – 6 días hasta Walpurgisnacht.
Akemi Homura avanzaba por lo que sólo podía ser referido como arenero, donde una Bruja con cabello castaño trenzado elaboraba obras con la arena. Familiares conformados por tres pelotas estaban a su alrededor, más la Bruja casi no le prestaba atención, enfocada en su labor. Poseía una forma bastante humanoide, usando un vestido y con un balde y pala adornando su cabeza a modo de sombrero. Ella no suele tratar con ésta Bruja en particular, desde que en algunas líneas temporales no se encontraba en Mitakihara.
— No parece que Saijou haya entrado ésta vez, y todavía…
Akemi se giró para encarar a la recién llegada, una joven un año mayor que ella con cabello verde esmeralda y ojos color púrpura, iguales a los suyos. Ella usaba un "tubo" blanco con gris oscuro, y bordes a cuadros que produjeron la impresión de una cinta de películas. Dicho "tubo" se extendía y finaliza en volantes, que actuaron como una pseudo falda y vestía pantalones cortos blancos y gris oscuro.
Eran unos pantalones "bastante cortos", dejando expuestos una porción de sus muslos que descendieron en calcetines blancos con la misma temática de cinta y unas pequeñas zapatillas. Sus manos fueron cubiertas por extensos guantes blancos y sedosos, que llegaron hasta la mitad de sus bíceps. En su conjunto, su tubo estaba conectado a un "cuello" por medio de cintas negras, con un listón negro alrededor del cuello de camisa desconectado. Su cabello esmeralda estaba adornado con un broche dorado, que parecían unas tijeras o las manecillas del reloj. Finalmente, sobre la corona de su cabeza descansaba un sombrero pequeño color verde debajo y gris oscuro en la parte superior, con la usual temática de metraje.
Ignorando la apariencia de la muy bonita peliverde, Homura observó sus manos que tenían listones negros envueltos alrededor de sus muñecas, los lazos se extendían más allá de sus rodillas. Pero no eran los listones negros, sino la encantadora tijera dorada con una gema púrpura en esto lo que mantuvo su atención. Incluso si ésta chica no fuera a atacarla, Akemi hallaba bastante difícil no fijarse en su arma y luego en ella. Ni siquiera la Gema del Alma con forma de lente de cámara de un color púrpura obtuvo su atención, desde que ya conocía a la joven.
La peliverde llevaba su tijera dorada en su mano derecha, y no aparentaban ser un arma particularmente preocupante, en especial porque no poseían una cómoda empuñadura. Adicionalmente, la chica con temática de metraje de cinta de película no venía para pelear, o atacar a Akemi.
—Akie Mabayu.
—Oh, ¿También yo me gané ser llamada por nombre completo…? Disculpa por mantenerte esperando, Akemi.
—¿Necesitas Semillas de Dolor?.
—Honestamente, esperaba mantener mi actividad al mínimo, pero recordando las cosas que pasaron… Sí, lo siento…
—No necesitas disculparte.
Akie Mabayu era una chica que contrata esporádicamente, alguien que encuentra difícil socializar y una cinéfila que prefiere observar películas sola. Ella también tiene varias facetas, ella cuida y juega con Amy, una gata negra que Homura se mantiene salvando en cada línea temporal, y ella se avergüenza fácilmente al ser atrapada jugando con la gata. Mabayu había tratado de ayudar en ocasiones, más la naturaleza de los bucles volvió imposible que pudiera contribuir mucho a pesar de saber sobre las líneas temporales previas y la verdad de las chicas mágicas.
Realmente no esperaba que Mabayu se mostrase, no en momentos como este. La pelinegra sabía que la senior peliverde no poseía mucha experiencia de batalla, o destreza como combatiente en realidad. No es que Akemi la considere torpe o inepta en alguna medida, no contando lo terrible que era ella misma al empezar, sólo que la otra chica tenía problemas en varias áreas. También sabía que su tijera dorada podía cambiar a una forma mucho más óptima para combate, sólo que ella no logró desempeñarse muy bien la última vez.
[...] Precisamente, cuando combatió con una Bruja y murió en el intento.
Sacudiendo su cabeza, intentando no pensar en otro de sus fracasos, porque Homura no podía ver la muerte de Akie como más que otro fallo cometido en su extensa lista, se dirigió a la peliverde.
—¿Quieres combatir juntas, o estás al borde de transformarte?.
—... Todavía puedo combatir, creo… Oye, Akemi… ¿Está bien hacer esto? No pude ayudarte, no…
—No pienses en eso… Seriamente, no lo hagas, aceleras tu transformación al sentir culpa y emociones negativas.
—Bien… Muy bien, no pensaré en ello.
Akemi sabía que Akie definitivamente iba a pensar en ello, la pelinegra en sí a veces no lograba evitar que su mente vague por ése rumbo también.
—Una cosa más, ¿Eres familiar con Saijou?.
La pregunta de la peliverde la confundió por un segundo, Homura siguió con su vista a los familiares de la Bruja antes de preguntarle de regreso.
—Sólo lo conocí ayer, ¿Por qué?.
La chica con ojos igual de púrpura miró a la pelinegra, Mabayu parecía curiosa en general, incluso si ella no se brindaba a sí misma a ser honesta al respecto.
—Parecían conversar mucho en el café.
—Debí olvidar que eres una voyeur.
—Creo recordar que alguien califica como acosadora.
—¿Quieres tratar con la Bruja por tu cuenta?.
—¡No! Moriré si lucho con esto yo sola, Akemi.
Resoplando ligeramente a la pronta respuesta de Akie, Homura sacó un subfusil de su escudo y sin mucho afán, cuestionó a la peliverde.
—¿Por qué importaría?.
—Ah, es porque apenas los vi juntos, yo… Investigué un poco sobre Saijou, usando mi magia para saber más de él.
—¿No eso cuenta como acoso?.
—¡Eres la menos indicada para decirlo, Chibi!.
Lanzándole una mirada punzante a la chica peliverde, Homura observó cómo la Bruja continuaba elaborando alguna clase de edificación con arena. Ella no estaría dignificando a Mabayu con una respuesta, aún reconociendo la referencia a Sailor Moon.
—¿Por qué decidiste buscar sobre él?.
—Bien, me parece curioso que decidieras relacionarte con otro ser humano, y él usó una forma de magia en el café. Así que estuve preguntándome si Kyubey decidió extender sus propuestas de trabajo a chicos, o si él era una chica que se volvió chico a través de un deseo. Admito que en el último no encontré nada que indicase que fuese el caso, a menos que su deseo re-escribiera el universo más que el tuyo…
—Estás balbuceando, Akie Mabayu.
—¡El punto! No encontré nada sobre él, sólo sé que él existe y suele desaparecer o morir en algún lado una semana antes de Walpurgisnacht. Créeme, busqué en cada registro al que tuviera acceso entre las memorias de los bucles, pero nada… Sólo se desvaneció un día.
—Oh, eso explica mucho… En realidad no tanto como esperaba.
Mabayu lucía ofendida por sus esfuerzos recibiendo esa reacción, pero entonces, ella a veces era una reina del drama en la perspectiva de Homura. Tanto como Akie había visto mucho sobre la pelinegra, ella tuvo tiempo para estudiar cómo actúa la chica de cabello esmeralda cuando creyó que nadie estaba observando. En cierta manera, era adorable y ligeramente torpe, comportándose de forma exagerada y algo soberbia a veces.
Una reina del drama, era una manera adecuada de referirse a ella.
—¿Por qué presiento que estás teniendo pensamientos degradantes sobre mi?.
—Hasta donde sé, tu magia no es leer los pensamientos de otros.
—No necesito leerlos, sólo te conozco lo suficiente… Aunque no tanto como para esperarme que invites a un chico al café donde trabajo, o pases la hora del almuerzo con él al día siguiente.
—Estás viendo cosas donde no las hay, detén tus teorías; tenemos una Bruja que cazar.
Aunque tenía el impulso de sacarle la lengua a la pelinegra, Mabayu asintió y se preparó para combatir, mientras Homura sólo agradeció parar la conversación. El tópico se había vuelto algo incómodo, ya que ella no quería conversar con la chica peliverde de todas las personas. Nadie en general, si Homura tenía elección, seguirá enfocada en cumplir con su "misión".
No tenía tiempo de tontear como los demás, ni siquiera entretener ideas tan absurdas como las de Akie.
— Aún tengo una conversación pendiente con él…
Viendo a la peliverde blandiendo tijeras doradas más grandes contra familiares que "rodaron" hacia ella, Homura abrió fuego a las criaturas "cuadrúpedas" y cambió su posición, aproximándose a la Bruja por las seis. La criatura humanoide detuvo su actividad, el sonido del combate llamando su atención y haciéndola voltear momentáneamente.
Sin querer desperdiciar tiempo y aún más energía en esto, Homura detuvo el tiempo y extrajo varios explosivos grado militar, que accionó y arrojó hacia la Bruja. Alejándose y arrastrando a Mabayu con ella, Akemi permitió que el tiempo resuma su curso, resultando en potentes ondas expansivas golpeando sus cuerpos. La Bruja se llevó lo peor de las explosiones, y dejando que Akie se parase por su cuenta, la pelinegra examinó los alrededores con el Laberinto derrumbándose.
Algunos familiares trataron de escapar, y estos no llegaron muy lejos como Akemi congeló el tiempo y vació el cartucho de su subfusil contra ellos, exterminando a la mayoría antes de resumir el tiempo. Akie se quedó petrificada ante la eficiencia de trabajo de la pelinegra, aún después de que el tiempo volviera a fluir y los colores regresaran al mundo, la peliverde tardó unos pocos segundos en volver a actuar. Moviéndose hacia los familiares restantes, blandió su gran tijera dorada, "cortando" las criaturas compuestas de pelotas.
Supervisando a Akie haciendo un trabajo rápido de los cuatro familiares restantes, Homura se dirigió a recoger la Semilla de Dolor.
—¡Creí que íbamos a luchar juntas contra la Bruja!.
—No estás en condiciones para eso, eres una peleadora cercana, por lo que mis tácticas usuales te pondrían en riesgo.
—Sé eso, no es como si fueras a disparar un lanzagranadas conmigo dentro del radio de explosión, pero podía haber hecho más contra la Bruja.
—Otra vez, debes recuperar tus energía primero, entonces la próxima vez te dejaré lidiar con la Bruja hasta que necesite intervenir.
—... Puedo aceptar eso.
La peliverde reconocía su precaria situación, todavía no estaba tan mal como Sayaka lo había estado, pero observando su propia muerte dejaba secuelas en uno que eran difíciles de expresar – y tratar. Por eso, sabiendo que Homura tenía sus mejores intereses en mente, aún si no posee las habilidades sociales y técnicas de comunicación para hacérselo saber, es que Mayabu desistió. Había visto muchas veces a las otras chicas mágicas discutir con la pelinegra, sobre cosas sin sentido, tácticas de batalla y la Incubadora.
No quería sumarse a sí misma a las chicas que discutieron con Homura y acabaron muertas, o convertidas en una Bruja que la pelinegra entonces mataría. Akie podía atestiguar que la viajera del tiempo posee buenas intenciones, difícil de leer y pésima en comunicarse como es, jamás intentó lastimar a otra chica mágica sin razón aparente.
—Aquí tienes, limpia tu gema, puede que encontremos otra Bruja, Mitakihara nunca está libre de ellas.
—Ok, y debes contarme qué es tu trato con Saijou, ¿En serio es una chica que deseó ser chico? Porque no logro acceder a ningún registro de eso.
—... A veces me pregunto si lo es, pero él no posee una Gema del Alma, su reacción a las Semillas de Dolor fue genuina. Verlo inspeccionar una, llamarlas combustible para maldiciones… Parece que fue la primera vez que veía una.
Mabayu se cruzó de brazos, su gran tijera dorada se encogió en tamaño, volviendo al de una tijera de costura. Examinando un poco a Homura, aceptando la Semilla de Dolor ofrecida por la pelinegra, suspiró y tomó la gema púrpura circular de su cintura. Durante unos segundos, Akemi sólo se quedó observando la manera en que la semilla extrajo la oscuridad.
—Creí saber todo lo que se necesita saber sobre las semillas y las gemas, no estoy tan segura ahora.
—¿Eh? ¿Qué quieres decir? No seas tan críptica, no soy Kaname, Miki o Tomoe.
—Saijou tiene una perspectiva bastante inusual sobre la magia, él sugirió que podemos… Tener familiares y levantar barreras, como las Brujas pueden.
—... Olvídalo, llámame cuando la realidad vuelva a hacer sentido, ¿Sí, Akemi?.
Notando la expresión desconcertada y un tanto escéptica de Akie, Homura nada más puede encogerse de hombros, ella misma hallaba difícil de aceptar eso. Si era posible, estaría desdibujando más la línea separando a una chica mágica de una bruja. No obstante, la Incubadora había dicho que las "chicas mágicas" son para las "brujas", lo que las chicas son para las mujeres. Una etapa previa, era una forma de maduración, y todavía esto tomaba una apariencia deshumanizada y retorcida de la chica mágica.
Una mofa, una caricatura, una criatura de negatividad.
— Necesito entender mejor ésta opción, si es posible, si realmente se puede canalizar el poder de una "bruja" sin perder la humanidad… Debería poder ganar el poder para balancear las cosas. No.. debería conseguir el poder para mantenerlas a salvo ésta vez, no me veré obligada a centrar todo mi esfuerzo únicamente en Madoka…
Si podía mantener a todas a salvo, era improbable que Madoka contratase con la Incubadora, especialmente si le advierte las consecuencias. Homura contemplaba una posibilidad surrealista, una que estaba transformándose poco por poco en aquello que perdió hace mucho.
Esperanza.
Concentrándose en ése tema, en cómo acceder a los poderes de su forma Bruja, Homura en realidad no tenía idea de por dónde empezar.
— ¿Necesito estar al borde de la desesperanza?, ¿O inestabilidad emocional?, ¿Estrés?. No puedo saber cómo acceder a algo así, tampoco puedo imaginar cómo sería practicar algo así y las consecuencias de fallar…
Si fallaba perdería su humanidad, ella se convertiría en una Bruja, y entonces habría fallado de manera definitiva.
—¿Te encuentras bien, Akemi? Ah, vaya pregunta estúpida, es evidente que no.
—Perdóname, quedé inmersa en el tema.
—Realmente crees que puedes utilizar los poderes de una Bruja.
—Saijou puede levantar barreras, realizar actos similares a nosotras y tal parece que puede producir familiares. Él encuentra raro que nosotras no tengamos familiares, o yo desde que no sabe sobre ti.
Explicando de manera superficial, Akemi encontraba difícil no ser críptica o guardar información, mientras Mabayu aún parecía escéptica. Incluso entonces, la viajera del tiempo de ojos amatista sabía que la chica peliverde entendería, o por lo menos sería más consciente de su actitud que alguien como Sayaka. Por eso, Homura en cierta forma contaba con la cinéfila, para que ella comprendiera en lugar de juzgar, aún si es difícil no hacerlo con ideas descabelladas.
—Muy bien, sólo intenta no experimentar mucho con eso, no quiero tener que… ¿Sabes? No quiero que te transformes en Bruja, serías más aterradora de lo que ya eres. Muchísimo peor, dudo tener una oportunidad de derrotarte, estaríamos condenadas si eso ocurre. Déjame saber cuándo estás experimentando, Akemi, al menos para llevar una semilla cerca o algo.
—Eso es… Aceptable.
—¿Dijiste algo sobre seguir cazando?.
—También introducirte a Saijou.
—Eh, ¿Tengo que hacer eso?.
—No puedes ser una voyeur invisible toda tu vida, Akie Mabayu.
—¡No es mi culpa que mi magia me permita hacerme invisible!.
Notando que no denegó la parte de "voyeur", Akie enrojeció notablemente y Akemi se esforzó en mantener su rostro inexpresivo. Ambas chicas continuaron charlando, buscando por firmas de energía desde laberintos, dispuestas a cazar más Brujas antes de que se hiciera más tarde.
—Olvidé acordar un lugar de reunión con Saijou.
—Ah, qué lástima…
—Usaremos el café de tu familia.
—... Eres bastante mala, ¿Sabes?.
—No puedes encerrarte viendo películas por siempre.
—¿No tienes alguna base militar que asaltar?.
La pelinegra y la chica de cabello verde esmeralda avanzaron por Mitakihara, Akie era lo más cercano que Akemi tenía a una amiga en[...] Lo que bien parecían ser años.
§§§
Después de haber buscado materiales alternativos para su taller, Luca se golpeó a sí mismo por olvidarse de dos cosas. La primera es que no tenía consigo su Bolsillo de Números Imaginarios, siendo la razón principal de que no tuviera sus recursos; y que debido a eso, no tenía donde guardar las cosas que compraba. Él tendría que mover los productos por sí mismo, algo que mientras no era difícil, se volvía una tarea sin gracia luego de unas horas de buscar por los componentes para el taller.
Su segundo motivo, fue no acordar un lugar y tiempo de reunión con Akemi, algo que debió pensar de antemano. En verdad sería sencillo para él encontrarla con sus runas, Saijou era habilidoso hallando sus objetivos. Aún si sería incómodo explicar el cómo la encontró, el pelirrojo no dudaba de que recibiría una mirada helada de los cristalinos ojos amatista.
— Dudo que a alguien le guste saber que puedes conocer su ubicación en cualquier momento, o hasta qué están haciendo a pesar de la distancia. Ah, tendré que preguntarle si tiene defensas contra esa clase de seguimiento, si no posee alguna tendré que implementar unas… O hasta enseñarle cómo hacerlo.
Saijou esperaba obsequiarle un silabario, incluso si las runas no pudieron utilizarse a plena potencia en Japón, eran demasiado versátiles y útiles para ignorarlas. En todo caso, el pelirrojo quería empezar a poner en práctica lo que sabía de onmyōdō, un campo del que sólo conoce la teoría. Él no había podido practicar y dominar esto, apenas conocía la teoría gracias a algunos obsequios de su mentora, y considerando su apretada agenda no podía arrojarse a sí mismo a aprenderlo. Sin embargo, esa agenda ahora estaba trágicamente vacía, aunque Luca intentaba no darle mayor importancia al hueco que sentía en su pecho por eso.
— Onmyōdō es sólo Formalcraft japonés, dudo que me sea complicado dominarlo, y debería adentrarme en brujería si ayuda a Akemi con sus "brujas"...
Pensando que era excelente estudiante, el magus pelirrojo media con cuidado cómo utilizaba su tiempo. Él sabía que no podía dominar tantas ramas de taumaturgia en tan corto tiempo, así que redujo de manera consciente su "carga" para enfocarse con plenitud en ciertas áreas. Todavía, él había estudiado los demás campos al menos en el aspecto teórico, siendo una necesidad para entenderlos y enfrentarlos. No podías diseñar contra-hechizos para algo que no comprendes en alguna medida, el pelirrojo estaba seguro que los Lores de la Torre aceptarían con él.
Por eso continuó estudiando la teoría de diversos departamentos, aún cuando se hallaba en proceso de dominar hasta seis ramas de taumaturgia. Luca había llegado bastante lejos profundizando en misterios dentro de sus campos de elección, tanto para empezar a diseñar sus hechizos que lamentablemente siguen incompletos en algunos casos. Dejando de lado las demás formas de taumaturgia, él conocía la teoría para Zoología, Brujería y Onmyōdō, en un nivel donde podía empezar a practicarlas en cualquier momento que quisiera.
— Todavía estoy tratando con los departamentos donde soy "bueno", será un grave problema si atraso el desarrollo de algo… ¿Pero en qué sentido? No es como si ellos están dándole seguimiento a mi investigación, o que importase. Nadie está aquí para comprobar… Yo… No, enfócate.
Tanto onmyōdō como brujería podían ser útiles, ayudando a Akemi en cierta forma, incluso si Saijou no estaba seguro sobre ello. La chica actuaba como un autónomo, alguien que llevaba años trabajando en su profesión, una vocación peligrosa donde puedes morir en cualquier momento. Más Akemi genera una sensación enigmática, indescifrable y que guarda más de lo que dejaba ver. Luca conocía el sentimiento bastante bien, ésa profundidad inusual en la chica de ojos amatista se volvió parte de su interés.
— Primero que nada, necesito examinar con más cuidado esa "semilla". Entender cómo funciona, cómo lograron darle a un alma forma física y porqué… Dejarla en tal condición. Necesitaré desempolvar las habilidades de un evocador, incluso volver a incursionar en nigromancia.
Nigromancia era un campo extrañamente afín a personas que "pasan mucho tiempo en guerras", donde la muerte formaba una parte de lo cotidiano, Luca recibió esa rara explicación por parte de un autónomo. Era un campo que trataba con la muerte, con los muertos, y no encontrarías una mayor cantidad de muertes frescas en un lugar que en un campo de batalla. Por supuesto, puede que no sea el área que requiere, no justo ahora y no para éste asunto, hasta que obtenga más información.
— Evocación entonces, ¿Es posible formar una línea de comunicación con el alma en esto? Si puedo conectar con ella, debería ser más sencillo que utilizar pensamientos residuales.
Deteniéndose un segundo, Luca consiguió ver a una joven vestida de blanco con un gran sombrero sobre su cabeza, de largos cabellos ondulados dorados grisáceos que fluyeron en el viento. Los encantadores ojos verdes se fijaron en él, como la joven esbozó una enigmática sonrisa, una que denota astucia y diversión.
—Mucho gusto, debes ser el nuevo socio de Akemi.
A pesar de que sus ojos verdes fueran preciosos, su sonrisa juguetona le dió a Luca una sensación similar a Adashino de Legislación, o la hermana menor de Lord Elmelloi II. Sabía que ella era problemática desde eso, su expresión bastó para que el pelirrojo entendiera una parte de ella y en general, esperaba no tener lidiar con una chica como ellas.
Podía tratar con Reines, pero Adashino es demasiado problemática y era más fácil sólo encerrarla junto a Lord Elmelloi II en una habitación. Luca tenía esperanza de estar leyendo mal su expresión, que sólo confundió su naturaleza y era una sonrisa beatífica sin más.
—Mi nombre es Mikuni Oriko, un placer conocerte… Oh, y ella es mi compañera, Kure Kirika.
Una chica apareció detrás suyo, Luca sólo giró un poco y dando un paso al lado, pudo ver una chica de corto cabello negro, vestida de negro y con garras metálicas sobresaliendo de sus mangas.
—Vaya, el comité de bienvenida es muy acogedor… Mi apellido es Saijou, mi nombre es Luca… Y espero que ustedes quieran tener una simple charla como personas civilizadas.
Porque de lo contrario, estarían recibiendo el mismo tratamiento que todos los idiotas en la Torre que intentaron emboscarlo, es posible que hasta fuese más en serio con ellas si estaba en nivel similar a Akemi. A quien Luca podía admitir, no podía seguir en tiempos, la chica parecía teleportarse o contraer la distancia, causándole vértigo.
—Ah, una conversación, ¿Qué sugieres entonces, Saijou?.
La rubia vestida de blanco continuaba sonriendo de manera beatífica, como si hallase entretenida su propuesta, donde el pelirrojo de manera honesta contestó.
—Quizás tomar té en alguna terraza, charlar y separar nuestros caminos, tengo asuntos que atender más tarde.
—Ya veo, es comprensible.
La chica usando un vestido blanco con aspecto clerical, junto con un gorro blando grande que cubría su cabeza, asintió y preservó la expresión burlona expresando que sabía cosas que Luca no. A pesar de prestarle atención a la rubia, mantuvo una parte de su atención en la pelinegra, ella le brindaba una sensación fácil de entender. Quizás fuese su expresión y su lenguaje corporal relajado, o la actitud descuidada que acompañaba su ligero vaivén y la forma en que ladeaba su cabeza con clara curiosidad, pero él podía leerle mejor.
Esto lo preocupaba más que la chica con sonrisa burlona, porque no importaba que información supiera, Luca podía reconocer que la pelinegra era "una variable volátil". Es normal que sean difíciles de predecir, que tengan un estilo inortodoxo y que se centren en dinamismo, por eso mismo era más fácil para él tratar con ella primero. Si una pelea sucede, tendría que dejar fuera de combate a la pelinegra, pero por ahora estuvo estudiando a ambas.
Lenguaje corporal, minuciosos cambios en su mirada, movimientos micro-musculares en su expresión. Sus sentidos se estaban agudizando, alcanzando el territorio de los animales y su postura se ajustó de manera ligera.
—¿Vaya, pelearás con nosotras, Saijou?.
—Prefiero no hacerlo, ¿Podemos dejar esto para otra ocasión?.
Una expresión complaciente, como si ella tuviera todas las cartas y pudiera ver las suyas, como si supiera cosas que él no. Tenía el tipo de expresión confiada de su propia victoria, como si hubiera ganado la batalla antes de que la pelea diera inicio. Durante circunstancias normales, habría sido un mero farol, alguien pretendiendo superioridad para provocar una reacción. Leyendo sus alrededores, Luca todavía necesitaba notar ninguna trampa o algún cambio en el entorno, buscando su fuente de confianza.
No era la primera vez que fue emboscado, tenía experiencia de las numerosas veces en que estudiantes de la Torre intentaron arrinconarlo, y sabía cómo finalizó eso. El chico parado en medio de una solitaria calle de Mitakihara, con el Sol poniéndose, estudió a las chicas mágicas de blanco y negro.
—A éstas horas deberían estar saliendo de la escuela, ¿Acaso decidieron saltarse clases para encontrarse conmigo? Cielos, desconozco qué pude haber hecho para ganarme su interés.
—Fufufu, digamos que preparé nuestro encuentro, Kirika salió antes de la hora y yo llamé avisando que no me presentaría a clases hoy. Nuestra asistencia no es el asunto, Saijou… ¿Por qué estás solo, corriendo por Mitakihara? Me encantaría saber.
—Comprando algunas cosas, olvidé mi bolso en clases sin darme cuenta, algo despistado de mi parte, ¿No?.
—Mucho, deberías prestarle atención a tus cosas, Saijou… De todas maneras, desde que eres socio de esa chica, tendré que terminar nuestra charla aquí. Es una lástima, porque pareces un chico muy razonable… Kirika.
—¡Sí, Oriko~!— La pelinegra respondió entusiasmada, para luego dirigirse a él—. Lo siento, pero eres un problema para Oriko.
— Como una pequeña Yakuza que escucha a su Oyabun pedirle que elimine a alguien… Pensé que sólo los que eran criados en familias de magi y yo teníamos tales conductas extrañas.
Justo después de disculparse, la figura de la chica se desdibujó, abalanzándose hacia él como un gran felino, balanceando sus negras garras curvadas. La joven de negro con un muy corto pantalón blanco, revelando sus muslos, cerró la distancia en lo que parecía un parpadeo. Kirika se movió ágilmente, llegando a una velocidad que sorprendió a Luca por fracciones de segundo. No se esperaba una rapidez tan explosiva, para sus ojos era un borrón de color negro y saltó a un lado a tiempo para evadir profundas laceraciones.
— Si es que logra atravesar la barrera de viento rodeándome, pero por fracciones de segundo… Creí que era más rápida que yo.
Algunos llegan a describirlo como alguna clase de percepción extrasensorial, otros como una "linterna giratoria" que permite ver el mundo moviéndose lentamente. No obstante, Kirika parecía un borrón para él aún con sus sentidos mejorados. Luca es capaz de leer muy bien a sus oponentes, percibir cambios en su entorno y también en la situación, siendo consciente de todo lo que sucede en sus alrededores. Hasta utilizaba su borde acotado para respaldar ésta capacidad, permitiéndole percibir los movimientos de proyectiles supersónicos y esquivar casi por reflejo.
Ella había superado sus sentidos, pero no había producido un estallido supersónico, confundiendo a Luca durante un segundo exacto.
Por supuesto, por mantener consciencia de todos los cambios en su entorno, sabía precisamente la condición de Mikuni Oriko, la otra atacante. La chica mágica blanca también parecía moverse rápido, era algo extraño y que él entendió por ser familiar con esto.
— Dilatación temporal, estoy en medio de alguna burbuja de tiempo ralentizado… No pude notar en qué momento levantó un campo para eso. No, ni siquiera percibí el borde… Eso debería ser improbable, sólo si me supera en habilidad con creces es que lograría algo así.
Descubriendo de qué se trataba, tenía dos maneras de tratar con ello, Luca intentaría aumentar su resistencia mágica hasta que pudiera romper libre, o utilizará su opuesto como contrapeso. Notando que el borrón negro se aproximó de nuevo, y su cuerpo apenas mantenía el ritmo, decidió por usar el contrapeso.
— "Atrapa tantas rosas como puedas".
Su velocidad estalló.
Doblando su mitad superior hacia atrás, Luca observó a la pelinegra con parche en el ojo, su único ojo visible de un brillante color dorado que compartían. El mundo pareció ralentizarse para él, o puede decir que recuperó el ritmo que debería tener en primer lugar. Sentía los relojes imaginarios en su cabeza, ajustándose a los cambios impuestos en el flujo temporal y dejándole actuar con libertad.
Usualmente, esto significa un aumento explosivo de su velocidad, por el tiempo siendo comprimido para permitir un mayor margen de acción. Sin embargo, como él estaba contrarrestando los efectos de la dilatación temporal, nada más recuperó su propia rapidez. Pudiendo seguir libremente las acciones de la pelinegra, además Luca posee una velocidad comparable.
Viendo la figura sobre él, sus mejorados sentidos le permitieron verle moverse en cámara lenta; aún si son relativos respecto a rapidez – todavía fueron distintos en una pelea.
Arrojando un izquierdazo a las costillas de su atacante, causando que ella volase varios metros abriendo la distancia entre ellos, procedió a estudiarla como la chica con reflejos casi felinos se retiró. Su expresión delatando su sorpresa, la pelinegra con un parche no esperaba que él esquivara, estando cerca de desgarrar su cuerpo con sus garras curvadas.
—Bonito truco… Oh, necesitaré volverme más serio…
Notando orbes metálicos flotando sobre y alrededor de la rubia, el pelirrojo observó estos y[...] Dedujo para qué servían. Eran similares a códigos místicos, su propósito podía estimarse en base a cómo parecen apuntarle, haciéndole preparar una forma defensiva enseguida. En el transcurso de un instante, láseres se dispararon de las flotantes esferas metálicas, directo hacia Luca a la velocidad de la luz.
Incluso tan rápido como era, Luca Saijou es plenamente consciente de sus límites, sabía que no podía moverse a la velocidad de la luz para esquivar. No que necesitase esquivar, mientras la luz era rápida todavía posee propiedades, que él conocía bien.
Los láseres se desviaron, refractados por una superficie reflejante que parecía haber sido materializada de algún lado, y no fue porque haya un espejo invisible entre ellos dos. Refractados en múltiples direcciones, los haces de luz no pudieron alcanzar al magus, que debía darles crédito porque su emboscada era "mejor que el promedio".
Cristales flotantes se materializaron, frente a los lugares donde los láseres golpearán, sólo a varios centímetros del pelirrojo que materializó una sábana escarchada y una cuchilla de hoja cristalina.
— Láseres, dilatación temporal, una de ellas se encarga del combate cercano y la otra ofrece precisa cobertura. Éste dúo es mejor que el promedio en la Torre, bien… Son más interesantes que los estudiantes comunes.
No pensaba arrojarlos contra Kirschtaria, Luca en sí no quería probar sus chances contra su senior de Astrología, pero eran buenas en esto.
— Todavía, no creo que la pelinegra sea tan buena en combate cuerpo a cuerpo, a pesar de su arma. Entonces ella debe ser quien produce los efectos sobre el tiempo, dejando a su objetivo vulnerable, pudiendo facilitar un golpe limpio con sus garras.
Analizando a sus oponentes en tiempo real, diseñando contramedidas y trazando docenas tras docenas de planes de acción en segundos, Luca produjo escalofríos en muchos magi incluso si él no sabe eso.
Las Chicas Mágicas de Blanco y Negro, a pesar de ser conscientes de una porción de las habilidades del pelirrojo, no podían hacerse una idea sobre qué tanto erraron con su juicio.
Más precisamente, Mikuni Oriko falló en entender a quién eligió enfrentar, ella sólo aprendería muy malamente eso.
§§§
Observando con plena seguridad al chico pelirrojo, Oriko encontró fallos en su visión sobre él cuando, en lugar de producir sus dos falcones mezclados con pistolas, sólo produjo una capa y una cuchilla cristalina. Esto la confundió por un segundo, como su Oracle Ray fue refractado y desviado por cristales, que se materializaron frente al pelirrojo perfectamente posicionados para defenderle.
Sus visiones no habían mostrado eso, él utilizaba los inusuales híbridos de espadas y pistolas, junto con viento y fuego durante esos eventos y ellas podían luchar contra el pelirrojo un tiempo. Entonces se volvía claro que no lograrían nada, a menos que pudieran conectarle un ataque antes de que él se deshiciera de los efectos de la magia de Kirika sobre sí mismo. Por esto, Oriko había utilizado Oracle Ray cuando encontró la oportunidad, excepto que no consiguió el resultado que esperaba.
Todo lo contrario, Saijou la estudiaba con sus helados y oscuros orbes dorados, era similar a un depredador examinando a su presa. Ciertamente, una noción absurda para Mikuni Oriko, quién estaba dispuesta a muchas cosas para cumplir su objetivo. Hasta tenderle una emboscada al chico con el que Akemi parecía asociarse, aún estaba sorprendida de que la pelinegra no se hubiera transformado en Bruja.
Era hora, porque la chica podía acabar condenando al mundo entero en su tonta misión. Primero que nada, tenía que lidiar con el "chico" que posee magia, Oriko no estaba segura si en serio es un "chico" o sólo una chica marimacho. Sin embargo, previendo el siguiente movimiento de éste, disparó su Oracle Ray preventivamente.
Los haces de luz desde sus orbes, fueron refractados de nuevo por cristales flotando cerca de Saijou. Mikuni tenía la impresión de que eran diamantes, unos finamente cortados y pulidos, utilizados de método defensivo muy efectivo contra ella. Habría asumido que Akemi le advirtió, si no fuera porque el joven no conocía nada sobre las dos hasta ahora.
Mientras la rubia disparaba sus láseres, la pelinegra buscaba un ángulo apropiado de dónde atacar, pero su camino suele ser bloqueado por un haz de luz. De manera sorprendente, el chico no sólo interceptó los láseres de Oriko, incluso los utilizaba para mantener a Kirika a raya.
Tras medio minuto en un impasse, el chico pelirrojo tarareó, sus ojos todavía fijos en la chica mágica vestida de blanco. En su mano derecha, empuñaba la espada con cuchilla cristalina y sobre sus hombros, se encontraba la sábana escarchada.
—¿Alguna forma de precognición, eh? Es un poder interesante, señorita Mikuni…
—Sólo Oriko está bien.
—Entonces llámame Luca, por favor.
Antes de que fuera interrumpido, Saijou parecía haber querido decir algo, así que prosiguió justo donde lo dejó.
—Como decía, es un poder interesante, eso…— Un fantasma de una sonrisa se dibujó en su rostro—. Vamos a hacer un experimento, probemos cuántos futuros puedes ver.
Un escalofrío golpeó el entero cuerpo de Mikuni Oriko, si existieran tales cosas como el instinto de supervivencia, éste estaría sonando igual que las sirenas anunciando un desastre. Reflexivamente, la joven rubia accedió a su magia esperando vislumbrar las futuras acciones del pelirrojo, quería ver qué le deparaba el futuro y encontrar cómo prevenirlo. Había sido una acción impulsada por el instinto de "pelea y corre" arraigado en la psique humana, las chicas mágicas fueron humanas alguna vez y su subconsciente tendría los rasgos que llevaron a la supervivencia de la entera especie.
Estos rasgos condenaron a Mikuni Oriko.
Activando su magia fue el peor error que ella pudo cometer, enfrentándose a Luca Saijou.
Observó las acciones que tomaba el joven pelirrojo, desde los pasos que daba hasta cómo blandía la espada cristalina, vió los cristales moverse y orbitar a su alrededor en una manera similar pero diferente a sus propios orbes. Cerrando la distancia con la chica más cercana, Saijou se apresuró en dirección de Kirika ahora armado, con lo que no podía ser una espada funcional en realidad. Esto no previno a la chica de ojos verdes de disparar Oracle Ray, buscando divertir la atención del pelirrojo siquiera un tanto.
No funcionó, el láser fue interceptado y el chico exhibió una maestría de esgrima precisa y veloz, evadiendo las garras de la pelinegra de ojo dorado, para luego propinarle una estocada. Retrajo su espada ágilmente, usándola para desviar las garras de Kirika y entonces, como la pelinegra continuó atacando, súbitamente perdió una extremidad.
Sus impredecibles ataques con sus garras fueron inútiles, él predecía estos a través de puro lenguaje corporal y conocía desde qué ángulo vendrían sus ataques. Desde ahí sólo era cuestión de esquivar, desviar e interceptar, todo mientras refractaba los láseres de Oriko devuelta hacia ella. Esto obligó a la rubia a saltar fuera del camino, sorprendida porque el pelirrojo actuase de forma tan precisa, tan clínica.
Kirika perdió su brazo izquierdo, entonces Saijou empujó y en un estallido de rapidez, balanceó su impráctica espada y rebanó las piernas de la pelinegra. Sin llevar nada devuelta, el pelirrojo amputó la extremidad restante de la pelinegra, y con su siguiente barrido cercenó el cuello de Kure en un movimiento.
Ahora libre de los efectos adversos del tiempo dilatado, se volteó hacia ella y para Oriko, su figura era un borrón. Meramente comprendió el momento en que su cuerpo perdió fuerzas, cuando dejó de sentir sus piernas y cayó por la gravedad. Decenas tras decenas de cortes, infligidos por un arma que no debería poseer filo funcional, mucho menos la agudeza para rebanar un cuerpo en pedazos.
— ¿Por qué es tan rápido? Para moverse de esa manera, aún cuando Kirika está volviendo lento todo lo demás…
Todavía viva, aún como su tronco fue troceado y sus extremidades fileteadas, los ojos verdes de Oriko parpadearon y ella se encontró devuelta a hace poco más de un minuto. Reviviendo el escenario en su mente, estuvo por advertir a Kirika, sin percatarse que el pelirrojo se apresuró hacia ella. Desconcertada, abriendo fuego con Oracle Ray, pudo ver los láseres que lograron conectar derramarse sobre la sábana escarchada. Lo siguiente que ella supo, fue que su cabeza era desprendida de su cuerpo.
Kirika no reaccionó bien a esto, Saijou realizó un breve trabajó de ella otra vez, como Oriko parpadeó de nuevo.
Volvió a observar a Saijou dirigirse a Kirika y atacó preventivamente, sólo para que él se volviese hacia ella en una finta – de dos fases, apuñalando desde detrás de él a la chica pelinegra. Propinándole un codazo a Kure en el rostro, Saijou barrió los pies de la joven y utilizó su sábana escarchada para interceptar sus láseres. Estos volvieron a derramarse sobre su superficie, fluyendo en la "capa blanca" y volviéndose inútiles.
El pelirrojo tomó una de las extremidades de Kure, retorciendo está y ganando una palanca en la chica, antes de cortarle otra vez la cabeza a la pelinegra. Apunta a la cabeza, más precisamente al cuello, esto dejó a Oriko preguntándose si él sabía que las gemas las mantenían vivas. Aunque en ése caso, sería mejor destruir las gemas, porque en caso de Kirika podía muy bien transformarse en Bruja.
Enfrentándose a éstas circunstancias.
Escuchó tintineos a sus pies, saltando hacia atrás en reflejo, Oriko encontró los cristales que Saijou utilizó para refractar sus láseres. Para cuando se percató, los cristales a sus pies no eran los únicos que estaban, porque a sus alrededores habían decenas de cristales flotando y girando sobre su propio eje. Estos cristales tienen una forma de dodecaedro, y cuando ella disparó su Oracle Ray, los haces de luz se refractaron y ramificaron en sus facetas entre las muchas joyas.
Estaba atrapada en una prisión hecha de su propio Oracle Ray, donde no es capaz de avanzar o retroceder sin que los haces corten su cuerpo con su intensidad. Había algo inusual, sobre cómo parecían mucho más potentes tras refractarse a pesar de la ramificación por las muchas facetas.
Había sido rebanada por láseres, como las gemas rotaron moviendo los haces de luz, provocando que golpeen otros cristales y se ramifiquen. Parecía casi imposible que pueda seguir todos los haces, y una forma brutal de "infierno de láseres" fue lo último que vió, sus ojos verdes se cerraron una vez más.
[...]
Abriendo sus ojos, Oriko se encontró otra vez con Luca, finalizando su anuncio. Él averiguó en tiempo récord su magia, pero eso no quiere decir que pudiera tratar con ella. Incluso si había visto en qué resultó, todavía debería poder ver un futuro donde pueda ganarle, o eso creyó. La verdad es que Mikuni perdió control sobre su magia, aún con su férrea determinación, continuó viendo los eventos desarrollarse una y otra vez.
— ¿... Por qué?... ¿Por qué no puedo ganarle?, ¿Por qué es tan rápido?, ¿Por qué parece saber lo que haré, antes de que yo misma lo haga?.
Incluso si realiza un ataque preventivo en el momento, Oriko cometería un error por basarse en un diferente escenario, en una visión similar pero distinta. Había tratado de advertirle a Kirika, intentó re-agruparse con ella, trató de enfocar su Oracle Ray y en ocasiones, dejó que la desesperación ganase. Siempre abría sus ojos y estaría devuelta frente a él, donde el pelirrojo empezaría su asalto preciso, clínico – en ellas. Igual que la cuchilla de un escalpelo abriendo la piel, alcanzando con precisión un vaso sanguíneo y seccionando esto sin vacilación.
Golpes, rodillazos, codazos, estocadas, balanceos, barridos, gemas refractando láseres en un infierno hecho de haces de luz. Oriko tenía dificultades procesando los eventos, no comprendía dónde las cosas empezaron a salir mal. Únicamente podía comprender que estaban abrumadas, un sólo "chico" superó sus estimaciones de forma espantosa.
Extremidades amputadas, perforaciones; Kirika perdió su ojo visible en algún punto, su cabeza fue torcida en un movimiento rápido en otro. Ella vió éste escenario que se desarrolló cada vez que parpadeaba, que sus ojos se cerraban para luego abrirse de nuevo, reiniciando todo.
El chico se apresuraba hacia ellas, como un depredador y todavía se trataba de una calmada aproximación. Una máquina de matanza bien aceitada que no prestaba atención en quiénes eran cortados, y en cuántos pedazos terminaban. Porque él troceó, y despedazó, y fileteó y acuchilló, y golpeó, y pateó[...] Sin perder el ritmo, sin sombra alguna de vacilación.
Nunca titubeó, no cuando estrelló la cabeza de Kirika contra el suelo, no cuando pateó el pecho de la rubia con tanta fuerza que éste se hundió. Cuando Kirika quedaba fuera de combate, y los efectos de su magia casi se desvanecen, él recuperaba su control sobre el aire. En esos momentos, se volvía un diferente tipo de infierno para Oriko.
Entonces las explosiones llenaban el lugar, ondas expansivas producidas por su querer y sus caprichos, la atmósfera se volvía cargada y pesada con chisporroteos de arcos eléctricos. Sentía su cuerpo ser apretujado por el aire, en algunos casos experimentaba una ausencia de esto, y se hallaba súbitamente despedazada desde la cintura hacia abajo. Ráfagas de aire frío cortaron su cuerpo, Mikuni quedaba algo desorientada por la toxicidad en la atmósfera, a pesar de poder sobrevivir a muchas de esas cosas por ser una chica mágica, esto era excesivo.
Ondas expansivas, cambios volátiles en la temperatura, arcos eléctricos golpeando su cuerpo, cámaras de vacío y el súbito aplastamiento producido por la atmósfera en respuesta a los deseos del pelirrojo. La rubia no podía seguir el ritmo, porque en un momento era arrojada como una muñeca de trapo por vientos huracanados, y en el siguiente era golpeada por plasma súper caliente.
Estos eventos se repetían cuando Kirika cae primero, y estaba a merced de etéreas y vibrantes llamas azules. Entonces volvía a cerrar sus ojos, para abrirlos de nuevo, en donde todo empezó.
Predecir era una cosa, puedes prever a tu oponente todo lo que quieras, pero ella no sabía cómo enfrentar a alguien así.
Los futuros comenzaron a desdibujarse, no sabía si la atacaba a ella, o Kirika, o si utilizaba su Oracle Ray para atacar a Kure mientras se aproximaba a ella. La rubia no podía seguirle el ritmo, no sin Kirika, pero la pelinegra era abrumada muy rápido en combate cercano, una diferencia enorme en habilidad y destreza. Él había pulido su técnica en batallas a muerte, asesinando a más personas que Kirika en sí por todo lo que sabía.
Las visiones siguieron desdibujándose, ella no podía distinguir entre el futuro y el presente, entre un futuro y otro, en algún momento dejó de intentar atacar. Esto no importaba qué oportunidad se presente, el pelirrojo sería consciente al respecto o se habría posicionado de forma que aquella sábana escarchada intercepte los láseres. Entonces rápidamente terminaría con una de las dos, para encargarse de manera cómoda de la otra, sin tanta complicación.
Parecía que consideraba a Kirika la mayor amenaza, él no daba mucha importancia a una chica que ve el futuro y prevee cada de sus acciones. Aún si Oriko es capaz de moverse, incluso cuando ella puede evadir por prever una acción en su contra, casi parecía que el chico se anticipaba a dicho futuro. Poseyendo una contramedida en el lugar, realizando una doble finta, o si fuera necesario empleando una táctica distinta.
Es muchísimo peor cuando sentía el aire agitándose, comportándose como un ser vivo y respondiendo, porque no tenía una forma de esquivar eso. Cuando el aire se volvía una herramienta de su enemigo, la entera atmósfera se sacudía, y empieza a producir fenómeno tras fenómeno.
A veces arrojaba su espada primero en un ángulo donde ya no podía esquivar, como la cuchilla compuesta de cristal refractaba sus Oracle Ray, para entonces realizar un estallido de velocidad y atraparla sin más demora. Para cuando notaba, la espada se encontraba devuelta en su diestra, siendo blandida con maestría fuera de lo común para un adolescente.
Una y otra vez, repetidamente, el pelirrojo ni siquiera hablaba o explicaba. Su actitud indiferente, callada y mecánica le recordó a Oriko de Akemi, en alguna medida.
— Oh, veo que encontraste a alguien muy parecido a ti, pero… Él es aterrador, ¿No?. Sólo, deja que se detenga…
Mikuni Oriko maldecía, despotricaba y se enfurecía, y más importante, sentía una profunda desesperación cuando la cuchilla cristalina era blandida en su contra. Saijou había exhibido en ocasiones, muchas más habilidades con esto que sencillamente interceptar y desviar sus láseres o invocar gemas, era como una muñeca Matryoshka infinita.
— Kirika bloquea o impide de alguna forma que él controle el aire, o la atmósfera a su alrededor… ¿Importa? No, no realmente.
Cerrando sus ojos, los abrió de nuevo y sus piernas se rindieron, Oriko se resignó a no saber si estaba en otra visión. Ella no quería saber su futuro, no si eso implicaba que Saijou estaría frente a ella, viéndole con oscuros ojos dorados. Podían ser de colores distintos, pero ella empezó a notar más parecido con la mirada de Akemi.
Ojos cansados, fríos y oscurecidos, como alguien que había perdido todo y entonces recibió burlas al respecto.
—... Utilizaste tu precognición.
Anunció el demonio en piel humana, ella no podía reconocerle como algo menos, en una de las visiones asesinó a la Bruja de Kirika en menos de 30 segundos. Sólo podía llamarlo un monstruo, Oriko estaba frente a alguien que anticipó sus visiones y se adelantó a sus movimientos uno tras otro.
—¿Qué tan en el futuro puedes ver?, ¿Es diez, veinte o treinta movimientos?, ¿O tus visiones son más allá y puedes vislumbrar días enteros?. No, no creo que puedas ver tanto con claridad, es probable que sólo recibas fragmentos de información y luego realices asunciones sobre ellos, sin saber una cosa.
El joven se aproximó, su paso mucho más pausado que antes, Oriko no se molestó en levantarse o correr. Era consciente que lágrimas fluyeron de sus ojos verdes, pero no tenía ganas de limpiarlos, o apartar la mirada de la criatura de ojos dorados.
—El futuro no es fijo, sino probabilidades que pueden suceder y que de cierta forma, "ocurren" incluso si no podemos percibirlo. Puedes ver un futuro, ése es uno de varios futuros posibles, digamos que ves el futuro con un noventa por ciento de certeza, aún posee un margen de error. Incluso si ves el futuro con cien por ciento de certeza, es seguro que sólo viste un fragmento, pero careces del contexto sobre esto.
El pelirrojo interceptó a Kirika con su espada, la pelinegra balanceó sus brazos, arrojando zarpazo tras zarpazo en el chico que agraciadamente esquivaba, desviaba y bloqueaba cada vez. Saijou ni estaba mirando a Kirika, no mientras la chica de traje negro y parche atacaba con toda su fiereza.
—Dime, ¿Cuántos futuros puedes ver?.
—... Muchos.
—Oh, tiene sentido… En ése caso, tengo que decirte una última cosa.
Soltando su espada, atrapando una de las muñecas de Kirika, el pelirrojo procedió a realizar un lanzamiento absurdo propio de alguien con fuerza sobrehumana. Claro, la pelinegra con reflejos y agilidad felina, en honor a los de su clase, cayó sobre sus pies a pesar de ser arrojada diez metros lejos.
—Nosotros somos esclavos de lo que vemos.
Esas palabras golpearon a Mikuni Oriko de manera inexplicable, Saijou ignoró el estremecimiento de la rubia de ojos verdes. Acercándose hasta que estaba a pocos pasos de ella, se arrodilló junto a la resignada Oriko y notó una gema en su traje blanco. Resaltaba porque lucía de un color más oscuro, dando un contraste con el resto de blanco del atuendo.
—Por eso cuando ves el futuro, eres esclava del futuro.
—... ¿Qué ves, entonces?.
Recuperando la semilla que Akemi le dió, la semilla que según ella era suya para usar, el pelirrojo tomó la semilla y la colocó frente a la gema oscurecida. Observó que el orbe oscuro que sostenía entre sus dedos por su púa, limpiaba rápidamente la gema amarilla en el atuendo blanco de Mikuni Oriko, absorbiendo su oscuridad como demostró Akemi.
—... Veo el pasado, soy un fantasma del pasado, en cierta forma.
Mikuni Oriko rompió en risas, incrédula ante lo descabellado de todo esto, y que un chico que ve el pasado anticipe a una chica que prevé el futuro.
—¿Conoces mi pasado, entonces?.
—Ah, no… Tengo un buen control sobre esto, así que puedo evitar ver cosas. En ciertos casos, ver menos es ver más… No que sea siempre así.
Si ella no hubiera intentado vislumbrar el futuro al inicio de la pelea[...] Es probable que su cuerpo esté hecho pedazos ahora, el de la pelinegra también.
—Kirika, nos vamos.
—¿Eh? ¡Pero él hizo llorar a Oriko!.
—No, él no… Sólo vámonos.
—¿Él no?... Ok.
Levantándose a duras penas, sintiendo sus piernas temblando, Oriko examinó la expresión del pelirrojo que habitaría sus pesadillas más que la bruja que destruyó el mundo. Viéndolo detenidamente, Saijou posee una expresión muy afable, y Mikuni no sabía qué pensar sobre eso.
—Dile a Akemi que no me entrometeré… Mejor le digo yo misma.
—¿Ustedes no se llevan bien…?.
Pensando más rápido que sus Oracle Ray, Oriko sacudió su cabeza.
—Para nada, somos muy amigas.
No quería tener que encarar al pelirrojo, Oriko racionalizó que podía escudarse en Akemi por el tiempo de ser. Puede que no fuese tan complicado, la chica no atacaría a otra chica mágica sin motivo. Incluso no las asesinó apenas regresó en el tiempo, ella no tomaba las vidas preventivamente, aún si le ahorraría varios problemas más tarde.
— ¿Por qué es que no trabajé junto a ella en primer lugar…? Ah, cierto… Akemi intenta mantener viva a alguien que puede y va a destruir el mundo, ésa idiota.
Puede ser que pudiera convencer a Saijou de ayudarle a razonar con Akemi, que sólo quizás, su misión fuese un riesgo para el entero planeta.
Partiendo caminos con Saijou, acerando su mente, Oriko observó al pelirrojo irse hasta que desapareció de vista. Luego de que el demonio se marchó, la rubia de ojos verdes se abrazó a la chica de corto cabello negro.
—Nunca quiero tener una repetición de eso, jamás de nuevo… Por Dios, Akemi, ¿Dónde encontraste esa cosa?.
Tenía que pedirle a la viajera del tiempo que lo volviese a dejar donde lo encontró, Oriko decidió mientras abrazaba a una muy confusa Kirika.
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Regresando a su residencia a finalizar su taller, sin ser consciente de los daños a la psique que había causado, Luca pensó un momento en ambas chicas.
—Tienen potencial, ¿Akemi sabe que más magi viven aquí? Eh, chicas mágicas… No debe haber territorios entonces como con los magi. Debe ser agradable…
Más que ingenuidad, era un malentendido y la esperanza de que las cosas fueran mejores que en su universo anterior. Tras comentar sobre ello, el pelirrojo se dirigió al sótano de la residencia, donde planeaba tener su taller. Realmente no había hallado nada que sirviera para hacer uno decente, obligándolo a comprar componentes que procesará para producir materiales. Luca esperaba anclarse a una Línea Ley, pero la ubicación de su residencia no estaba en posición para ello.
— Tendré que mover alguna línea para que conecte con el taller, eso llevaría tiempo… Así que mejor empiezo a hacer baterías.
Podía acelerar el proceso si movía una Línea Ley, volviendo el taller funcional aún en condiciones deplorables. Sin embargo, mientras levantaba los bordes acotados configurados para aislar el taller, junto con mecanismos defensivos que servirían para frenar intrusos, él pensó sobre ello. Hasta ahora, no esperó que tuviera intrusos o ser atacado en su residencia, causando que esté exasperado en su situación.
— Si un magus normal intentase atacar… Es probable que me dejen vivo un tiempo para regodearse, monologar y todo eso.
Desestimando la posibilidad de ser atacado en su taller no sería buena idea, Luca entendía eso muy bien. Incluso que ataquen la residencia es una posibilidad, forzando al chico a levantar más defensas alrededor de la casa. Una residencia de dos plantas solitaria, que según lo que él pudo ver – era el lugar donde vivió solo durante años.
Al menos, en ésta línea temporal, tenía algunos relativos distantes que no cuidan mucho sobre él.
— Bien, momento de cargar baterías y preparar los diagramas, puedo finalizar en veinte minutos… Cuarenta si surgen contratiempos.
Observando las cajas en el sótano, que habían estado acumulando polvo durante meses, o puede que años, Luca suspiró.
— Fabricar autómatas que se encarguen de mover cosas y limpiar el lugar, puede que hayan otras habitaciones iguales…
Dentro de la residencia, la sala de estar, la cocina, el baño, su habitación y los pasillos estaban limpios. Su contraparte no veía necesidad de mantener tal pulcritud en habitaciones que nunca se usarían, o donde no quería entrar. Luca entendía un poco el sentimiento, él trató de no pensar en cosas que tocan fibras sensibles en sí mismo.
Razón por la que la cocina, a pesar de estar impecable, no había sido utilizada en meses – él no quería usarla, ni cocinar. No podía, la actividad acababa causándole reacciones adversas, y mientras menos expuesto esté mejor para su estabilidad.
Hasta la fecha, Luca compraba su comida, iba a restaurantes o puestos de comida rápida, verdaderamente nadie creería que él no soportara la actividad ahora.
— No gasté tanta energía, parece que lo que sea que haya hecho en esos futuros, obligó a la chica a desistir de la pelea. Puedo llenar mínimo cerca de veinticuatro, contando la energía que me tomará fabricar éstas… Debería hacer conservar Od por si acaso.
Una vez que levantó un taller básico, Luca descansó la espada cristalina y la sábana cubierta de gemas pulverizadas a un lado. La "capa" era más como un abrigo, con el polvo de diamante en la fábrica sirviendo para refractar ataques mágicos, un simple diseño. Él diseñó y fabricó la misma para no quedar atrapado en algunos hechizos, especialmente la Prisión Lumínica que produce ocasionalmente.
Prisión Lumínica consiste de diamantes cortados en diversas formas, las facetas servirían para ramificar los láseres que golpeasen una cara del diamante, así interconectados en una prisión hecha de luz. Por supuesto, él podría reducir el área de la prisión, o rotar las gemas en su posición para cambiar el ángulo de estos láseres. Algunos diamantes eran cortados de forma prácticamente circular, siendo el equivalente a una esfera de disco, desde donde surgirán los láseres.
La espada cristalina tenía la función de absorber ataques mágicos, refractarlos y utilizar la energía absorbida para producir láseres de alta intensidad. Compuesta con gemas, su hoja no era funcional para una espada, aún reforzada con taumaturgia como estaba. Utilizando el prototipo de las espadas Azoth como su base, todavía era mejor como espada que las Llaves Negras de los Ejecutores.
Cuando Luca la fabricó, su propósito era absorber la energía mágica de ataques y el maná residual en el ambiente, entonces disparar un láser enfocado que penetre a su oponente. Actualmente, era utilizada para estocadas y cortes mejorados por taumaturgia, además que esto amplifica con creces su taumaturgia basada en el elemento Tierra.
"Amplifica" y "Simplifica" la utilización de taumaturgia con base en joyas, tierra, luz y éter; uno de sus trabajos prácticos para uso personal.
—Bueno, empecemos…
Tomando un diamante cortado con forma de dodecaedro, el pelirrojo llenó esto con energía mágica hasta el límite, entonces procedió a repetir el mismo proceso con media docena. Cuando se agotaron los diamantes, Saijou procesó polvo de grafito para fabricar nuevos, entonces infundió su energía en estos también.
Grafito posee la composición y estructura más similar al diamante, los que él fabricó a pesar que fueran "artificiales" poseen las mismas propiedades que los reales. Esto incluye su naturaleza fotoreceptora y sus propiedades lumínicas, razón por la que los usaba para su "Prisión Lumínica". El chico podía infundir "éter" en ellos, con el propósito de interrumpir algún hechizo.
— Cuando termine con las baterías, tendré que examinar los cambios en la semilla…
Podía hacer suposiciones con respecto a lo que significaba, que esto absorbiera la oscuridad de las gemas que las chicas como Akemi y Mikuni llevaban. Él no se encontraba feliz sobre eso, y menos por tener que exponer un alma a más de ése contenido.
— Tendré que buscar una alternativa para que recuperen su magia, entonces…
Recuperando la semilla, el orbe oscuro con una aguja metálica sobresaliendo se sentía aún más lúgubre para él, Saijou lo dejó descansando sobre una mesa en el sótano. Entonces, moldeando varios vasos de vidrio, creó una caja en donde guardar la semilla tras examinación, que cerraría y reforzaría con runas después.
—Por ahora lo dejaré solo, tendré que hacer una repisa luego y varios paneles de polímero reforzado… En caso de que algo pase.
Planes seguían apilándose, como el chico pelirrojo continuó con la renovación del sótano de la solitaria residencia.
—Ah, olvidé reunirme con Akemi… Bien, la veré mañana y hablaré con ella sobre esto, y entonces le explicaré en qué consisten las defensas mentales.
Hechizos que eran configurados para proteger contra la interferencia mental, un método defensivo secundario a la propia energía mágica de uno. También en caso de ser expuestos a maldiciones y similares formas de corrupción, eran vitales en una medida, incluso si no todos utilizaron éste método.
Algunos solamente utilizaban su fe ciega en algo, Luca mismo podía hacer eso.
—Los días están volviéndose ajetreados de nuevo…
Murmuró para sí mismo Luca, trabajando en su taller a medio construir, con una expresión indescifrable.
Él no podía explicar el sentimiento que experimentaba en el momento.
Fin del Capítulo 02.
Notas del Autor: Me tomó más tiempo del que esperaba, por distraerme. La batalla contra las Chicas Mágicas de Blanco y Negro debía suceder en algún momento, se supone que sería un catalizador para que Oriko acepte por lo menos hablar con Homura sin ser tan[...] Oriko en el proceso.
Ellas dos junto con Mabayu y Kirika, pueden formar un equipo encargado de prevenir el contrato de Madoka, pero ellos decidieron hacer otra cosa con eso.
Espero haber hecho un trabajo decente con la batalla, desde la perspectiva de Oriko quien no sabe mucho sobre peleas con espadas, Luca es muy habilidoso a extremos donde podía manejarlas a ambas, ella y Kirika. Algo que sólo fue posible porque él tenía una manera de contrarrestar la Dilatación Temporal de Kirika. Ah, estaré ignorando las reglas de los JoJo's y otras más y estableciendo una más cercana a Fate en esto. Depende del concepto y escala cuánto la Magia puede afectar a otra.
La Dilatación Temporal de Kirika posee un concepto y escala comparable al Hechizo usado por Luca, Compresión Temporal y por eso fue contrarrestada. En cambio, el Tiempo Suspendido de Akemi supera en ambos, concepto y escala, a las formas de manipulación temporal de ambos. Para un resumen: Tiempo Suspendido Dilatación Temporal = Compresión Temporal.
