Antes del ataque conjunto contra los turbantes amarillos, Kai y el grupo se reunió con Sousou, guerrera prominente de la región de Gi para formar un ejército conjunto y acabar con la amenaza de los bandidos, en lo que debió ser una reunión social y amigable terminó en generar un duelo entre él y Aisha contra las dos generales más fuertes que posee la chica rubia, no sé si podía llamarlo mala suerte o un modo de demostrar su valía a la próxima gobernante de Gi, el caso es que estaba hecho.
- Kai-san, aún estás a tiempo para disculparte con Sousou-san y cancelar esto. – Comentó Kousonsan, pero el peliazul negó con la cabeza.
- Ya no es posible, si mi impresión de Sousou-san no es errónea, ella es alguien muy orgullosa por encima de todo y no aceptará la rendición o abogar por el perdón, sí queremos mostrarle que vamos en serio, hay que luchar del mismo modo. – La pelirroja soltó un suspiro.
- Y yo que esperaba que todo saliera sin problemas…
- No habrá problemas, Aisha y Kai-kun no son precisamente débiles, les podrán dar buena pelea a esas dos. – Expresó Sei.
- Y-Yo confío en ambos, qué podrán ganar. – Anunció Touka, Kai sonrió.
- Gracias por la confianza, pero yo no me confiaría, solo pude verlo por encima pero ellas son guerreras fuertes.
- Así es, sus posturas no tenían abertura alguna, se nota que Sousou las reclutó por su poder. – Comentó Aisha, los dos estaban mentalizados en que sería una dura batalla. – Mi señor, no será una batalla que podamos acabar en poco tiempo, lo más seguro es que vayan con todo desde el inicio.
- Entonces debemos responder con la misma moneda. – Kai sonrió. – Si venciéndolas hará que Sousou reconozca nuestro aporte, no es molestia alguna que lastimemos a sus dos generales en el proceso.
- Kai-san, solo no se propase, por favor. – Advirtió Shuri, el peliazul asintió.
- Descuiden, tampoco es que sea un combate a muerte, sé muy bien en qué momento vamos a parar. – Aisha asintió.
- Además… realmente no quiero que nos haga parte de su ejército, así que la derrota no es una opción.
- Jeje, solo dices eso porque sabes que ella podría querer acostarse contigo. – Se burló Sei, causando que Aisha se ponga roja.
- ¿Acostarse? ¿Acaso dormirán juntas en la noche? – Preguntó Rinrin de forma inocente, Shion sonrió a su lado.
- Es algo complicado para ti Rinrin-chan, lo sabrás cuando seas mayor.
- Oh… está bien. – A pesar de todo la pequeña seguía confundida.
- Olviden eso, lo importante es que debemos ganar. – Terminó de hablar la pelinegra. El duelo se llevaría a cabo dentro de una hora por lo que contaban con un tiempo de descanso, Kai aprovechó en recorrer un poco por los alrededores, así es que fue al extremo del campamento, observando sobre el acantilado, a la lejanía se encontraba el campamento enemigo que atacarían.
- Mañana atacaremos ¿eh? – Se quedó observando de frente durante unos minutos, hasta la fecha solo ha estado en peleas pequeñas o atacando a pandillas, pero ahora iba directo a una guerra, era un asalto donde tomarían vidas posiblemente, para él eso es algo inadmisible, no es alguien que se ve capaz de tomar una vida, pero extrañamente se siente calmado ¿acaso era el efecto que dijo su ancestro? No sentía miedo ni nada de eso, sino que… estaba ansioso, las ansias de la batalla estaban recorriendo su ser, deseoso de poder batallar contra oponentes fuertes y lograr su objetivo. – Yo… no soy realmente así, pero extrañamente… quiero que llegue mañana.
- Estás ansioso ¿eh? – Escuchó una voz a sus espaldas, Sousou estaba ahí con una botella de sake. - ¿Te puedes dar el lujo de descansar sabiendo que pelearás contra mis dos generales en un rato?
- Simplemente vine a reflexionar un poco. – Fue a sentarse sobre una roca, la rubia le ofreció algo de alcohol pero él lo rechazó.
- Mi intuición no se equivoca en nada cuando le echo el ojo a guerreros fuertes, por tu porte puedo saber qué has estado en varias peleas pero nunca has enfrentado una batalla a gran escala como esta. – Explicó ella.
- Es cierto… - Kai cerró los ojos. – Mi vida antes de todo esto era simplemente ser un matón, pelearme contra otras pandillas y demostrar mi superioridad y fuerza, no era la vida que deseaba pero terminó así de algún modo, ahora que me veo arrastrado a este lugar, todo ha cambiado de repente, pero… simplemente deseo seguir peleando.
- Tienes la posibilidad de ser un gran guerrero respetado en el futuro… sé bien que continuarás progresando y obteniendo logros, como enviado del cielo ya posees algo de fama pero te aseguro que serás más grande de lo que eres ahora, serás una gran fuerza peligrosa para el reino de China… por eso mismo quiero poseerte, con tu fuerza, es posible que yo logre conquistar todo el país, unificarlo bajo un solo reino, contigo mi ambición no será solo un sueño, por eso te estoy extendiendo la invitación, podríamos olvidar esta pequeña trifulca si aceptas caminar a mi lado. – La rubia le extendió la mano, pero Kai no se movió para nada.
- Creo haber sido muy claro antes, puede que no acepte todo esto del enviado del cielo, pero lo cierto es que Aisha, Rinrin y todas ellas cuentan conmigo, tienen sus esperanzas depositadas en mí y no es algo que desee traicionar, aunque reúnas a los guerreros más fuertes y quieras conquistar los reinos, yo caminaré mi propio camino, junto a ellas, así deba de ir contra ti. – Respondió el peliazul, a pesar de todo, Sousou no mostró algún tipo de cambio en sus emociones.
- Es una lástima, pero lo intenté mientras pude, así que supongo que será por la fuerza, lo cierto es que no me caes mal Sawamura Kai, respeto tu fuerza, por esa misma razón es que la añoro y yo haré todo lo que esté a mi alcance para conseguir lo que quiero, es mejor que te prepares para enfrentar a Shunran y Shuuran. – Se levantó y dio la vuelta para irse. – Que gane el mejor guerrero, necesitarás suerte.
- No la necesito, solo me bastará mi habilidad. – Fue la respuesta de él, Sousou soltó una pequeña risa antes de irse, quedando él solo. – (No puedo confiarme, hasta ahora siempre he ido con todo hasta en mis peleas, así que, para proteger a Aisha y seguir mi propio camino, voy a vencer.)
Había llegado el momento de aquella batalla entre Kai y Aisha contra las dos generales del ejército de Gi, estaban reunidos en un punto abierto para poder pelear sin preocupaciones, ahí también estaban Sousou, su estratega y del lado de Kai, las demás chicas.
- ¡Vamos onii-chan, Aisha, muéstrenles quien manda! – Animó Rinrin. Los cuatro en cuestión se encararon en aquel momento.
- Sin resentimientos, vamos a derrotarlos por órdenes de nuestra señora. – Expresó Kakouen.
- Del mismo modo, cuando pierdan, es mejor que acepten el resultado. – Respondió de vuelta el peliazul. No dijeron nada más, al cabo de unos diez segundos cuando un leve soplo de la brisa nocturna anunció el inicio del combate, siendo las dos del lado de Gi en iniciar, Kakouton corrió portando su gran arma.
- ¡Tomen esto! – Ella atacó a primera instancia con mucha confianza, creyendo que ambos no se defenderían de un ataque rápido, pero no podía estar más equivocada, en el momento en el que quiso atacar a Kai, este rápidamente tomó a Gae Bolg y con el costado, bloqueó el ataque, el peliazul sonrió. - ¿Eh?
- No te confíes, no podemos terminar rápido y no dar un espectáculo. – En ese momento Aisha fue y buscó atacarla por el costado, momento en el que Kakouen llegó a proteger a su hermana, bloqueando el ataque.
- Nee-sama, recuerda que ambos son guerreros igual, confiarse es peligroso. – Alejó a la pelinegra en ese momento. – Al contrario de mi hermana, me tomaré este combate en serio.
- Haré lo mismo entonces. – Aisha retornó su ataque contra la peliblanca con severos ataques poderosos, todos siendo bloqueados por la general de Gi mientras mantenía su postura y guardia. – Realmente tienes fuerzas, eso es algo que reconozco.
- Gracias por el cumplido. – Sonrió Kakouen, ahora fue su turno de actuar, desviando al costado el arma de Aisha para dejarla desprotegida, lanzando su ataque en ese momento, amenazó con golpear a la pelinegra, fue en ese momento que ella logró reaccionar, moviéndose hacia atrás, esquivando por poco el filo de la hoja de la lanza y tomando distancia entre ambas. – Lograste esquivar ese ataque con pocos segundos de diferencia, eres una guerrera realmente interesante.
- ¿Qué sucede? ¿No puedes hacer nada más? – Kakouton continuaba presionando con diversos ataques al peliazul, toda la potencia cargada obligaba a Kai a no hacer nada más que defenderse de los fuertes ataques de la pelinegra. - ¿Eso es todo lo que representa el afamado enviado del cielo?
- No es que realmente haya querido tener ese título, pero si tanto deseas ver lo fuerte que soy, con gusto. – Kai esquivó uno de los ataques de Kakouton y arrojó su lanza al aire.
- ¿Qué haces? – Eso sirvió de distracción cuando ella observó el arma en el cielo, momento aprovechado por Kai que se movió con sus puños y empezó a golpear. - ¡¿Agh!?
- No te distraigas. – Ella no se esperaba un ataque directo de parte de Kai, sintiendo el izquierdo de este impactar en su abdomen, de forma seguida continuó el combo con su derechazo al rostro de ella, pero antes de seguir esta se alejó del ataque, Kai recuperó su lanza al aterrizar. - ¿Ese golpe fue suficiente para alejarte? – Se burló, Kakouton apretó los dientes con fuerza.
- ¡Tramposo, se supone que peleemos con nuestras armas!
- Mis puños son un arma, antes de tener esta lanza fue mi estilo de pelea, no puedes pedirme que abandone lo que me ha acompañado por años.
- Maldito…
- Nee-sama, no dejes que te desconcentre. – Kakouen regresó al lado de su hermana. – Han demostrado tener fuerza y habilidad, subestimarlos nos llevará a la derrota.
- Eso lo sé, pero es que ese sujeto me molesta. – Exclamó la pelinegra con molestia. – Aún siento el dolor de su golpe.
- Entonces acabemos con esto de una vez. – Declaró la peliblanca, Aisha igual se puso al lado de Kai.
- Mi señor, no alarguemos esto más.
- Tienes razón, hagamos de este el ataque final. – Los cuatro se encararon de frente, estaban decididos a terminar el duelo en el siguiente movimiento, así solo uno sería el ganador, ya estaban por atacar cuando…
- Sousou-sama, hay problemas. – Un soldado llegó en aquel momento, la rubia enarcó una ceja.
- Justo cuando se estaba poniendo interesante… ¿Qué sucede?
- Alguien intenta irrumpir en el campamento queriendo verla, dice que quiere acabar con usted.
- ¿Quién busca atacar a Karin-sama? – Kakouton se puso al lado de su general, conmocionada por la amenaza. – Quien sea, voy a acabar con ella.
- Espera Shunran. – Sousou la calmó. – No tengo idea de quien podría querer buscarme, pero será mejor que trate con esto directamente – Vio a los otros dos. – Lamento que el duelo tenga que ser pospuesto, pero este asunto no es algo que pueda dejar pasar en alto, vamos. – Así ella se fue junto a sus generales a ver la conmoción.
- Están huyendo como cobardes, no es justo. – Se quejó Rinrin.
- Creo que es la mejor opción ahora mismo, no estamos aquí para pelear entre nosotros después de todo. – Comentó Shion.
- Es cierto… ¿están bien? – Expresó Touka se preocupación a los dos.
- No tenemos ningún rasguño, después de todo el combate no avanzó a mayores. – Respondió Aisha. – Mi señor, respecto a lo que sucede, si algo les sucede a nuestros aliados, afectará a la operación de mañana.
- Es verdad… lo más pertinente es ir a ver también. – Ordenó el peliazul.
- Descuida, sí es algún alborotador, nos haremos cargo. – Respondió Sei con confianza.
- Ojalá no haya más problemas luego… - Kousonsan soltó un suspiro. El grupo se movió para ir a ver lo que sucede con Sousou y esta persona que desea matarla. Al llegar, observaron a guardias retener a una chica.
- ¡Déjenme pasar, tengo que pelear contra Sousou Moutoku! – Exclamó aquella chica de cabello castaño atado a una coleta.
- ¿Qué pasa aquí? – Justo en ese momento llegó la rubia, causando que aquella alborotadora se enojada.
- ¡Finalmente apareces, yo te reto a un duelo a muerte, pelea contra mí! – La retó, a pesar de la fuerza de sus palabras, Sousou no reaccionó de alguna manera.
- Ahora mismo estamos en una campaña para acabar con un grupo de bandidos, no tengo tiempo para ocuparme con asuntos sin importancia como un duelo.
- ¿Qué dices? – La castaña se enojó con el paso del tiempo. - ¡Realmente as olvidado lo que le hiciste a mi familia, a mi padre!
- Tú, no puedo permitir que insultes a Karin-sama. – Kakouton quiso intervenir pero la rubia puso la mano adelante.
- Sí hablas de tu padre… debes de ser hija de un general ¿no?
- Así es, no creo que lo hayas olvidado, me llamo Bachou Mouki. – En ese momento Sousou enarcó la ceja.
- Entiendo, así que Bachou… ya recuerdo, es cierto que conocí a tu padre.
- Y además lo mataste, por eso quiero un duelo a muerte para vengarlo. – Reclamó Bachou.
- Karin-sama, deje me encargo de esa molestia. – Se ofreció su general pelinegra, Sousou se negó a su petición.
- No pierdas el tiempo contra alguien débil, hay cosas más importantes qué hacer… regresemos a nuestra casa de campaña. – Y en ese momento se retiró a descansar.
- ¡Sousou, vuelve y enfréntate a mí, cobarde! – A pesar de los reclamos de Bachou, no retrocedió y se fue. – Maldición.
- Esa chica grita mucho. – Comentó Sei, por parte de Kai, reconoció su nombre como otra figura histórica más en la historia, en cierto modo entendía su ímpetu pero igual era cierto que no es el momento adecuado.
- ¿Qué hará mi señor? – Preguntó Aisha, el peliazul tenía una idea para ella, de ese modo se acercó a la castaña.
- No me rendiré… - Mientras ella se lamentaba dejar escapar su oportunidad, notó a Kai acercarse. - ¿Qué quieres?
- Solo me preguntaba algo… ¿quieres comer? Sobró algo de lo que preparamos.
- ¿Cómo que comer? Yo realmente… - El ruido de un estómago la acabó por delatar, ella se puso roja. – Uuuh… - En ese momento Kai soltó una pequeña risa.
- No puedes engañar a tu cuerpo, puedes venir a nuestro campamento, vamos.
- … Bien. – Ella dudó un poco pero siguió a Kai, con la mirada él señaló a las demás que lo siguieran, las chicas sonrieron al verle ayudar a esa chica castaña y de ese modo fueron a su campamento de regreso.
Una vez regresaron a su campamento, Kai ofreció algo de la pizza que sobró a Bachou, ella dudó un poco al ver tan foráneo alimento pero esas dudas se despejaron después cuando le dio la primera mordida.
- ¡Jamás había probado algo igual! – Exclamó con brillo en los ojos. – Nunca pensé que tendría el placer de comer algo tan delicioso.
- Me alegra que te gustara, fue algo que hice. – Respondió Kai.
- Realmente lo agradezco, alguien que hace algo tan delicioso no podría ser malo. – Ella continuó comiendo hasta gastar su pedazo. – Ah… estoy satisfecha.
- Ahora, quizás puedas darnos algunas explicaciones sobre lo que hiciste ahí. – Señaló Sei, la castaña bajó la mirada.
- … Está bien, como ya dije, mi nombre es Bachou Mouki, he viajado desde una larga distancia para encontrar a Sousou Moutoku, tengo que reestablecer el honor de mi fallecido padre, derrotándola en batalla.
- ¿Hizo algo para haber mancillado el honor de tu padre? – Ahora preguntó Aisha, la castaña apretó el puño.
- Se supone que él y Sousou eran conocidos, él hablaba acerca de cómo era una persona integra y ambiciosa, le tenía respeto, pero todo cambió cuando él murió, no hubo una noticia de cómo fue hasta que me lo dijeron, ella lo mató.
- … Hay algo raro ahí. – Comentó Kai. - ¿Estás segura de que ella es la responsable de haber matado a tu padre?
- ¡Por supuesto! Ya había hecho contacto con ella y me lo dijo directamente, mi padre murió por su culpa. – Respondió Bachou, a pesar de la veracidad de sus palabras, el peliazul seguía pensando que había algún agujero en toda esa historia.
- Parece que Kai-sama no está del todo convencido. – Expresó Shion con una pequeña risa.
- Lo cierto es que igual creo que hay algo de mentira ahí. – Comentó Touka. – Por lo que he visto, Sousou-san no es la clase de persona que mataría solo porque sí.
- Ese es mi pensamiento. – Kai soltó un suspiro. – Puede ser ambiciosa y algo altanera, pero no es alguien que abuse de su poder solo para enviar un mensaje, lo más seguro es que esa historia sea inventada.
- ¿Cómo que inventada? – Bachou no podía creerlo. – Ella misma lo confesó, mató a mi padre.
- Confío en el instinto de Kai-kun, no es el enviado del cielo por nada. – Sei depositó su confianza en él al igual que las demás.
- Enviado del cielo… oh, por los cielos. – La castaña, al enterarse de quien es Kai realmente, cambió su semblante. – Yo, lo siento, no pensé que eras el enviado del cielo que tanto se rumorea.
- No importa, es solo un título. – Miró a la chica fijamente. – Entiendo que quieras recuperar el honor de tu padre, pero a veces, creer ciegamente en algo te cierra las puertas a otras posibilidades, y estoy muy seguro que, conociendo a Sousou lo poco que he visto, ella decidió seguir la mentira por sus propias razones.
- P-Pero… si es una mentira, yo… que estuve haciendo… - Ella empezó a sentirse mal por todo, el hecho de haber acusado falsamente a Sousou le pesaba. - ¿Qué sucedió realmente?
- La respuesta solo la tiene ella y es mejor que lo conozcamos. – Kai se levantó y con ello las demás sabían lo que harían su señor.
- No podía esperar más de mi señor. – Aisha se cruzó de brazos.
- Jeje, ese es onii-chan. – Rinrin puso una gran sonrisa.
- Bachou ¿quieres conocer la verdad? – Le preguntó a la castaña, ella bajó la mirada, lo cierto es que tenía algo de miedo, de saber cómo es que realmente murió su padre, pero no quería quedarse ignorante del hecho, ella levantó la mirada, totalmente decidida.
- Vamos. – Sin decir más, fueron al campamento de Gi, Sousou diría la verdad, quiera o no.
Al llegar a la zona del campamento de Gi, se encontraban algunos soldados estacionados afuera, al ver al grupo llegar, dudaron sobre qué hacer, ya que estaban invadiendo el sitio, Kai intervino en ese momento.
- No vinimos a pelear, solo quiero hablar con Sousou sobre un asunto.
- Parece que ocurre algo. – La rubia salió en aquel momento. – No esperaba una visita a estas horas.
- No quisiera hacerlo largo, nos gustaría escuchar la verdad sobre la muerte del padre de Bachou. – Respondió él, la rubia no mostró algún signo de cambio.
- ¿Qué te hace creer que estoy mintiendo? Le dije que yo lo maté.
- En todas las ocasiones que he peleado en el pasado, he escuchado un montón de excusas, gente que inventa razones para querer pelear contra mí pero todo han sido mentiras, han sido en múltiples ocasiones que ya detecto cuando algo es inventado y estoy seguro de que este es el mismo caso. – Sousou se quedó callada por unos segundos.
- Ya veo… realmente no puedo esconder nada, es cierto, es un invento que hice.
- ¿Lo inventaste todo? Entonces, di la verdad. – Exigió Bachou.
- Claro que lo diré, pero no saldrá fácil, enviado y Kanu Unchou, aún tenemos el duelo pendiente luego de haber sido interrumpido, esta vez hay que terminarlo, y sí ustedes ganan, diré la verdad. – Fue la propuesta de la rubia, ella no quería dejar ese combate sin un ganador.
- … Muy bien, acabaremos esto de una vez. – Fue la respuesta de Kai, él también quería saber quién ganaría entre ambos grupos.
- Mi señor ¿realmente está dispuesto a hacerlo? – Preguntó Aisha, desde el inicio no fue alguien que le agradara tal duelo.
- Ella lo dirá todo, sí con nuestra fuerza podemos sacarlo, es lo que debemos de hacer. – Fue su respuesta, la pelinegra entendió la convicción de su señor.
- Entonces, vamos a ganar ese duelo. – Sousou sonrió.
- Era lo que esperaba escuchar, Shunran, Shuuran, ahora sí van a derrotarlos.
- Claro Karin-sama. – Ambas hermanas se pusieron al frente, la pelinegra entrecerró los ojos. – Esta vez no habrá interrupciones, vamos a derrotarlos. – Y entonces el combate de antes fue reanudado.
- Bachou, observa bien, que vas a conocer la verdad. – Fue lo que dijo Kai antes de comenzar el ataque junto a Aisha, todos observaron como el combate volvió a hacerse, Kakouton fue directo a él para atacarlo, el peliazul se defendió del ataque y contraatacó con un puñetazo, el cual ahora ella logró bloquear, soltando levemente su arma para usar un brazo libre, ella sonrió.
- Ya no volverás a sorprenderme con tus trucos.
- Y no es que sea el único. – Ahora él levantó su pie para patearla de frente con un botazo, ella tuvo que retroceder al momento, aquel que aprovechó y entonces con su lanza pudo desviar el arma de la pelinegra.
- ¿Qué? – Al no esperar tal movimiento, quiso contraatacar, recuperar la postura, Kai no le permitió tal posibilidad cuando pudo golpearla en el rostro, ella acabó precipitándose al extremo por la fuerza aplicada.
- No puede ser… - Exclamó la estratega de Sousou, viendo con asombro lo ocurrido, ella buscó levantarse, escupiendo sangre al suelo.
- Maldito desgraciado… - Empezó a enojarse debido a la humillación, no quería que su señora presenciara algo así. – No permitiré que vuelvas a lastimarme, no frente a Karin-sama.
- Sí tanto quieres una paliza, solo dilo. – Y volvieron al ataque. Con Aisha y Kakouen, la peliblanca no daba un modo de contraataque a su rival, metiendo bastante presión para acorralarla, la pelinegra tenía poca ventana para contraatacar.
- No creo que sea todo lo que tengas para ofrecer. – Retó ella, Aisha frunció el ceño buscando atacar, Kakouen desvió su lanza y con la parte inferior, la golpeó en el abdomen.
- Agh.
- ¡Vamos Aisha, no te dejes vencer! – Animó Rinrin, la pelinegra se levantó luego de aquel ataque mientras su rival se fue acercando.
- Supongo que todos esos cuentos de la guerrera del cabello negro han sido exagerados.
- Es cierto… exageraron un poco, pero no soy débil. – Se levantó y atacó con velocidad, Kakouen apenas reaccionó en bloquear el ataque dirigido hacia ella.
- Que fuerte…
- Y no es todo. – Ahora fue su turno para presionar con diversos ataques, Kakouen comenzó a retroceder debido a estos. – Lo juro por mi señor, no voy a perder. – Declaró, al costado, Kai sonrió.
- No te distraigas. – Kakouton lanzó un ataque, el peliazul saltó hacia atrás para esquivarlo, ya comenzó a sentir que la pelea se estaba alargando.
- (No puedo gastar más energía si mañana haremos el asalto, tengo que terminar esto… según me dijo Cu, para sacar el máximo provecho a la lanza, no necesito guiarme de fuerza, sino de velocidad… y lo bueno es que me entrenó para poder ejecutarlo.)
- ¿Qué haces ahí parado? Ataca. – Kakouton estaba perdiendo la paciencia, en ese momento Kai se puso serio.
- Muy bien, si eso quieres. – Y entonces empezó a correr, la pelinegra lo esperó pero entonces notó algo, desapareció.
- ¡¿Cómo!? – Ella no tenía idea de que pasó, entonces algo apareció al lado de ella.
- Aquí estoy. – Kai la golpeó con Gae Bolg en ese momento, la sorpresa fue tanta al no saber en qué momento llegó justo a su lado, las demás presenciando todo estaban igual de sorprendidas.
- ¡Que veloz! – Exclamó Kousonsan boquiabierta.
- Kai-san no había mostrado esa velocidad antes. – Comentó Shuri, Shion soltó una risa por debajo.
- Parece que tiene muchos secretos escondidos.
- Maldito… - Kakouton se recuperó del golpe y buscó venganza contra él, pero el peliazul corría a tan alta velocidad que apenas y lograba seguirlo con la vista. - ¡Deja de correr cobarde!
- No, esto es una estrategia valida. – Continuó de la misma forma, corriendo alrededor de ella, lanzó ataques los cuales no lograba ver debido a lo veloces que eran, ella comenzó a sentir el dolor y cansancio de estos.
- No puede ser… no puedo perder, no frente a Karin-sama…
- Entonces acabemos con esto. – Kai corrió de modo que alcanzó una mayor velocidad, su sonrisa se hizo más ancha mientras apuntó con Gae Bolg a la pelinegra, parecía que sería un golpe directo, uno el cual ella no podría defender. – Gae…
*CLANK*
En ese momento otro acero chocó contra él, Kakouen protegió a su hermana justo a tiempo, ante la incrédula mirada de esta, la peliblanca logró salvarla.
- Ya se acabó. – Declaró esta con seriedad. – Fue por poco tiempo pero sentí un aura asesina proviniendo de él… no podemos continuar con esto, nos rendimos.
- ¿Eh? ¿Shuuran? – Kakouton no podía creer lo que su hermana estaba diciendo. - ¿Qué estás haciendo? Puedo seguir.
- Nee-san, tienes varios golpes, además, si no hubiera detenido ese ataque, podrías haber acabado gravemente herida, o muerta… mi instinto me lo dijo, ese golpe iba a ser mortal. – Respondió, poniendo pálida a la pelinegra.
- ¡Kai-san! – Las demás fueron hacia el peliazul, este de repente despabiló, todo impulso de batalla que llevaba se esfumó.
- (¿Qué me pasó? Yo… me vi cegado por unos segundos.)
- ¿Qué fue eso? Por unos momentos parecías… distinto. – Expresó Hinari con preocupación, las demás se sentían igual, el peliazul no quiso preocuparlas demasiado, sonriendo suavemente.
- Descuiden, estoy bien, me perdí en el calor del combate por unos segundos, pero ya estoy normal de nuevo. – Entonces encaró a Sousou. – Ya escuchaste a tu general, se rindieron, así que esa es nuestra victoria.
- Ese es el caso. – Ella se hundió de hombros. – Es una lástima que perdieran, pero igual pude presenciar una gran demostración de habilidad, mayormente me sorprendiste, no pensé que tuvieras tal velocidad que parece superar a un caballo, no hace nada más que aumentar mis ganas de incorporarte a mi ejército.
- Eso no es parte del trato, así que es mejor que cumplas lo que acordamos, di la verdad sobre el padre de Bachou. – La castaña se puso tensa en aquel momento, ya conocería lo que pasó realmente.
- Todo esto fue realmente para proteger el honor de Bachou, sí al menos murió a manos de alguien es considerado honorable respecto a su verdadera muerte… - Soltó un suspiro. – Lo que sucedió ese día es que, luego de la fiesta, bebió demasiado hasta el punto de quedar ebrio, ya que decidió irse por su cuenta, tomó su caballo sin pensar que tuviera el total control, a medio camino este se cayó de su montura y se golpeó la cabeza con demasiada fuerza que no pudo volver a levantarse, solo me enteré cuando me fui un tiempo después y encontré su cuerpo, fue así que ordené a mis hombres reportar el suceso de que lo maté, para que no fuera recordado por tal deshonrosa muerte.
Al terminar de explicar el suceso, hubo un silencio sepulcral, ya que la muerte realmente no fue más que un acto desafortunado, en una época así, sería visto como una burla, la castaña bajó la mirada.
- … Entiendo, así que eso pasó… sí que es estúpido.
- No te pido que lo entiendas, pero nosotros valoramos el honor por sobre todas las cosas, de haberse dado a conocer su verdadera muerte, hubiera traído la burla total a tu familia.
- Eso… lo sé. – Bachou no sabía qué pensar, ahora todos esos años que creyó erróneamente que su padre fue asesinado han sido reducidos a nada, Sousou se dio la vuelta.
- Es momento de que vaya a descansar, mañana tenemos un asalto que realizar. – Ella y sus generales regresaron a su campamento, quedando solo Kai y las chicas, Bachou continuaba totalmente ida al conocer la verdad.
- Eso no salió nada bien. – Expresó Shion.
- Saber que su padre murió de una forma deshonrosa acaba volviéndose un gran impacto después de todo. – Sei se cruzó de brazos.
- Bachou. – Kai se acercó, poniendo su mano en el hombro de ella. – Entiendo lo que estás pasando, la verdad puede ser dolorosa, pero no podremos vivir ignorantes por siempre, lo único que puedes hacer, sí quieres seguir honrando el recuerdo de tu padre, es continuar hacia adelante y mostrar tu mejor versión para que esos malos recuerdos se vayan y de ese modo la gente vea de gran forma a tu familia.
- … Es verdad, Sawamura-san. – Ella levantó el rostro. – He vivido por mucho tiempo con una creencia falsa, saber la verdad de la muerte de mi padre es doloroso, y hasta digo que estúpido, pero no voy a deprimirme por eso… - Se dio unas palmadas en las mejillas. – Ya me decidí, voy a volverme una gran guerrera para que el apellido Bachou obtenga prestigio.
- Es lo mejor que puedes hacer. – Sonrió Aisha, en aquel momento la castaña se arrodilló ante Kai.
- Dicho eso, necesito estar bajo las órdenes de un gran señor que me ayudará y lo he considero, Sawamura-san, quiero volverme en tu guerrera a partir de este momento. – Aquello sorprendió un poco al peliazul.
- ¿Estás segura?
- Sí. – Respondió sin dudar. – Pelear al lado del enviado del cielo no podría ser un mayor honor y si puedo ser partícipe de sus logros, llegaré a traer honor al apellido de mi familia. – Ella hablaba desde el fondo de su corazón, no había razón para que él se negara, además vio al resto y no había objeción alguna.
- Muy bien, entonces serás mi nueva compañera a partir de ahora. – Ella levantó la cabeza con una gran sonrisa.
- Gracias. – Tomó la mano de Kai. – Juro que no lo decepcionaré.
- Yay, tenemos una nueva amiga. – Celebró Rinrin, las demás igual aceptaron a la castaña, así una más estaba en el ejército de Kai.
- Voy a ser la más fuerte para no decepcionarlo mi señor Kai-san, Bachou Kouki, mi mana es Sui, pueden llamarme todos así desde ahora. – Se presentó. Con Sui en el ejército de Kai, ganó otra fuerza la cual se volverá crucial en el futuro, cuando llegue el momento de unificar los reinos.
Una vez todo terminó, regresaron al campamento para descansar, Kai se acostó y en el momento de cerrar los ojos, volvió a aparecer en aquel paramo blanco donde usualmente habla con su ancestro.
- Cu, tengo algo de qué hablar contigo. – Se dirigió Kai.
- Es raro que busques conversación chico, normalmente solo entrenas en tu mente estos días. – Respondió la voz.
- Es algo importante… durante ese combate contra las dos generales de Sousou, sentí una especie de impulso, en el momento que empecé a usar la lanza con la velocidad, hubo algo que se apoderó de mí y no me di cuenta hasta que me detuvieron, estuve a punto de matarla…
- Ya veo… es obvio chico, lo dije antes, es tu sangre celta la cual ansía batallas.
- Pero eso… yo realmente no quería matarla, era solo un combate hasta dejarla fuera de acción, pero hubo algo que me impulsó a continuar.
- Y ¿se sintió bien? – El peliazul no quería admitirlo pero… sí, fue una especie de euforia que recorrió todo su cuerpo, quería ver derramar sangre. – Por tu expresión, puedo deducirlo, nada más puedo decirte que, mientras más pelees, más evidente se hará tu sed de batalla, no es algo contra lo que puedas combatir totalmente.
- No deseo que las chicas me vean como un loco hambriento de batalla… ¿no puedo hacer nada?
- Lo único que te puedo aconsejar, es que controles tu mente, no ejercites tanto la fuerza, busca obtener fortaleza mental si no deseas que esa hambre salga a flote.
- Puede que sea lo mejor, temo que, sí me acabo descontrolando, las acabe lastimando por mi culpa.
- Descuida, yo supe controlar mi hambre de batalla en el pasado, podrás hacerlo igual.
- Bien… buscaré entrenar eso entonces. – Kai se pasó el resto de su sueño entrenando su mente para no descontrolarse. Ya en la mañana, fue el momento para despertar, el peliazul se levantó y salió de su casa de campaña, observando el sol que estaba saliendo.
- Buen día mi señor. – Aisha ya estaba despierta. – Hoy es el día, haremos el ataque contra el ejército de turbantes amarillos.
- Sí, esperemos que acabe este problema de una vez.
- Así será mi señor. – Respondió ella, la pelinegra notó algo en Kai. - ¿Le sucede algo?
- … Solo una cosa, Aisha. – Kai miró fijamente a la pelinegra. – Sí llego a un punto donde ataco de forma indiscriminada a cualquiera en mi camino, quiero que me detengas, sin importar que suceda. – Esa petición la sorprendió.
- ¿Por qué? Yo nunca lo lastimaría.
- No puedo contarte todo aún, pero tengo un problema que se activa cuando entro al campo de batalla, estoy haciendo todo lo posible por controlarlo, pero temo que algún día me descontrole y las acabe hiriendo, desde el combate de ayer, he sentido que se ha vuelto más fuerte, así que estoy entrenando mentalmente para controlarlo, pero no sé hasta que punto pueda, por eso te lo pido a ti, como la más cercana que tengo, confío en que puedas pararme.
- Mi señor… - Aisha no sabía qué pensar, realmente no deseaba lastimar a su señor aún en el caso más extremo, pero vio a los ojos de Kai, sentía la confianza que depositaba en ella y si le pedía eso, es porque no había nadie más fuerte para detenerlo, esta asintió con seriedad. – Entiendo, en caso de que suceda, yo lo detendré. – Kai sonrió.
- Gracias Aisha. – Estiró los brazos. – Es momento de empezar los preparativos para el asalto, vamos.
- Sí. – Los dos fueron al campamento para iniciar el día. El momento de atacar al ejército de bandidos había llegado, y siendo un grupo bastante grande controlado por tres generales, tenían que batallar con todas sus fuerzas, el ejército unido de Kai y Sousou estaba por empezar su movimiento, la dura batalla se estaba acercando.
Aquí empezamos el año con un nuevo cap de este fic, ya seguimos avanzando en la historia, esta vez introducimos a Sui donde Kai la ayudó a saber la verdad de su padre, una vez lo hizo, ella ya se une a su grupo, en el siguiente cap ya finalmente haremos la guerra contra los turbantes, tengo cosas ahí con Kai y se verá de las demás chicas igual, eso sería todo entonces, hasta el próximo cap. Saludos.
