No soy dueño de Naruto ni de los Simpson. Estos pertenecen a sus respectivos creadores.
Primera actualización del 2024. Feliz Navidad y feliz año nuevo a todos retrasado. Honestamente tenía varios proyectos para las fechas. Un capítulo navideño especial de Crimson maelstrom resort que pasó a ser de año nuevo, que luego no pude terminar.
Aún así, aquí estoy actualizando está historia que muchos han pedido. Les advierto que hay un pequeño lime en este capítulo por lo que quedan advertidos.
No les quito más su tiempo y espero que disfruten este capítulo, espero que este año pueda traer actualizaciones más constantes. Espero sus comentarios, por pequeño que sea se agradece… aunque se agradece más un comentario extenso.
Gracias y feliz inicio de año
Comienza.
Fueron contadas las ocasiones en que Naruto entró a la habitación de Marge, la gran mayoría -por no decir todas- de las veces fue para realizar alguna tarea de remodelación; cosas como colocar una barra sobre la ventana para las cortinas, cambiar algunas tablas de madera del piso qué rechinan, destrabar un cajón de la cómoda, arreglar contactos de luz, etcétera.
Y por supuesto, siempre durante el día.
Por lo que no era extraño que Naruto se sintiera nervioso al ser invitado por Marge a pasar a su habitación al caer el manto de la noche sobre la ciudad. No ayudó que dicha mujer cerrará la puerta con candado, corriera las cortinas y le pidiera tomar asiento en la cama.
A pesar de las molestas insinuaciones de Kurama sobre que Marge estaba alistando la habitación para pasar una larga noche de diversión. Naruto en ningún momento consideró que su amiga tuviera tales intenciones. No, algo le pasaba a Marge; lo notaba en su vacilación para hablar, en cómo se movía de un lado a otro con un claro nerviosismo en su caminar, como apartaba la vista de sus ojos cuando hacían contacto visual.
'Solo dilo' Marge se repitió en su mente. Ella quería hablar y expresar su molestia, tratar los temas por los que invitó a Naruto a la privacidad de su alcoba, discutir el problema y encontrar una solución juntos. Pero cuando por fin sentía que se armaba de suficiente valor, una voz en su cabeza le recordaba el riesgo que conlleva la honestidad; su mente siendo repentinamente invadida con escenarios de como Naruto podría reaccionar.
Ninguno fue alentador.
A pesar de conocer a Naruto y su gran corazón, Marge no podía evitar pensar en el peor resultado posible. En mayor o menor medida, la gran mayoría de los intentos por explicar la situación terminaban con Naruto dejando a su familia; abandonando Springfield y negándose a volver. Por supuesto, no era suficiente para su imaginación y está quiso retorcer el figurativo cuchillo en su corazón al hacer énfasis en cómo Naruto la terminaría odiando, revelando que solo la ayudaba por lástima y que nunca la considero más que una carga, confesando antes de irse para siempre que solo se divirtió con ella y quería ver como de desesperada estaba por arrojarse a los brazos de cualquier hombre que le mostrara un mínimo de amabilidad.
De repente dejó de caminar, su respiración se volvió irregular y comenzó a hiperventilar, era solo su estúpida imaginación y aún así no podía evitar experimentar un ataque de ansiedad. Pequeñas lágrimas se arremolinaron al borde de sus ojos, la mínima posibilidad aunque absurda de que Naruto la despreciara le hacía temblar de pavor.
Y ese era el problema.
Ella no debería estar preocupada por cómo los rumores que circulan por Springfield podrían afectar a su relación con Naruto ¡Ella es una mujer que perdió recientemente a su esposo! Un gran hombre con el que pasó diez años de su vida y con quien tuvo tres maravillosos hijos.
Debería estar llorando la muerte de Homero, cada día tratando de recuperar los pedazos de su destrozado corazón, centrarse únicamente en sus hijos y trabajar por superar el duelo de la pérdida en compañía de su familia.
Y en vez de ser una afligida viuda como era lo normal, a un mes de la muerte de su esposo, Marge Simpson era feliz.
Por primera vez desde hace años; su vida no giraba en torno a limpiar, cocinar, ir a la sala de emergencia, pagar en secreto los destrozos de su esposo y hacer las compras. Podía relajarse, hacer un poco de ejercicio, leer una novela de la gran pila de libros pendientes en su polvorienta estantería, retomar su pasión por la pintura, charlar amenamente con alguien que en verdad la escuchaba y le interesaba lo que tenía que decir. Pasar tiempo con sus hijos se volvió algo normal también, por primera vez sus conversaciones no se limitaban a preguntar qué hay de comer y dónde está tal cosa.
Ya no necesitaba hacer rendir la comida y limitarse a un presupuesto de doce dólares a la semana, el refrigerador y la alacena estaban llenos de alimentos de primera calidad. Cualquier desperfecto en el hogar era inmediatamente arreglado y la enorme torre de pendientes de Homero estaba prácticamente concluida. Sin mencionar que las cartas del banco y servicios desaparecieron, siendo ahora las deudas inexistentes para su familia.
A pesar de toda la felicidad que la invadía cada día al despertar, de la estabilidad financiera y lo segura que se sentía con Naruto en su familia. No pudo ignorar el persistente sentimiento de culpa.
Solo mirenla, invitando a un hombre a vivir a su casa y dejándolo tomar las riendas de su hogar. Feliz de ver a dicho hombre educar a sus hijos como sí fueran suyos y corregirlos como un padre lo haría cuando se equivocan. Fantaseando con que la haga suya sobre la misma cama qué compartió con su esposo, ajustando su vestido para realzar su escote y llamar su atención, sacudiendo sus caderas como una zorra cuando pasaba frente a él.
Patética.
Pero antes de soltar en su mente una nueva maldición contra su persona, un par de grandes manos tomaron las suyas con un gentil toque. Marge abrió los ojos y se sorprendió al ver un par de brillantes ojos azules devolverle la mirada con nada más que amabilidad y confianza. En su autodesprecio no se dio cuenta de cuando Naruto se había puesto de pie y caminó frente a ella.
Naruto no dijo una palabra, pero para Marge; ver a ese par de grandes orbes azules tan llenos de compasión y amabilidad le recordó cómo es que su amigo consiguió abrirse pasó a su corazón. Toda duda o temor que la agobiaba fue desterrado con el simple contacto de sus manos. Aún ahora le sorprende como ese par de grandes, fuertes y callosas manos podían ser tan gentiles y suaves.
Sonriendo al hombre, Marge apretó suavemente sus manos en un acto de agradecimiento, supo que Naruto reconoció su mensaje cuando su sonrisa se amplió hasta mostrar sus dientes nacarados. Con renovada confianza, la mujer lo guió de regreso a la cama; aún cuando ambos tomaron asiento al borde del colchón, los dos mantuvieron una mano firmemente enlazada con la del otro.
Marge apartó con su mano libre un rebelde mechón de cabello de su frente y lo pasó detrás de su oreja, discretamente limpiando las lágrimas no derramadas de sus ojos. Miro directo al rubio y noto como él la alentaba con un asentimiento a continuar, tal gesto le hizo sonreír.
"Naruto, tu…" el lindo rostro de Marge se arrugó en una mueca "¿Recuerdas a mis hermanas?".
"Claro, Patty y Selma. Nunca las he conocido en persona, pero recuerdo que las mencionaste un par de veces" específicamente durante las semanas cuando Mona aún vivía en la residencia Simpson; Marge les mostró a ambos unos cuantos álbumes familiares para ayudar a contarles la vida de Homero.
Fue gracias a esas fotos que obtuvo una imagen clara de las gemelas y logró evitarlas; no por que las odiara o las considerara feas -no eran las mujeres más hermosas del mundo, pero tampoco monstruos horribles como algunos locales de la ciudad las consideran- No, el verdadero motivo por el que no quería conocerlas aún, fue por su actitud en el funeral de Homero.
Marge pasaba por una difícil crisis en ese momento y en vez de recibir el apoyo de sus hermanas que tanto necesitaba, Patty y Selma se dedicaron a tratar la muerte de Homero como una celebración equiparable a la fiesta de año nuevo. Sí bien, Naruto quería decirles un par de verdades a las gemelas, no creía tener ningún derecho de reprocharles nada y no quería causarle algún problema a Marge con su familia
Por lo que prefirió no arriesgarse y simplemente evitarlas.
La mujer de cabello azul se sintió un poco nerviosa por lo que seguía, pero un rápido vistazo a sus manos aún enlazadas le dio el impulso para continuar.
"Bueno, mientras salías a la tienda con Bart y Lisa; ellas vinieron de visita" le confesó la mujer.
El Uzumaki asintió. Ahora entendía por qué cuando regreso del Kwik -E- Mart podía percibir un ligero olor a cigarro impregnar algunas habitaciones de la casa, principalmente en la cocina. Si algo aprendió Naruto sobre las hermanas de Marge, es que ambas tenían un amor insano por los cigarros…. cigarros y el actor de la serie Macgyver.
Marge quería contarle a Naruto poco a poco lo que descubrió en la visita de sus hermanas, intentando suavizar el shock o por lo menos amortiguar los daños. Pero sabía que eso era retrasar lo inevitable.
Cerrando los ojos, inhalo y exhalo un par de veces, pensó muy bien lo que estaba por decir, apretó ligeramente la mano de Naruto, abrió los ojos para mirar directamente a esos hermosos orbes azules qué tanto la cultivaban y espero lo mejor.
"Mis hermanas escucharon en las calles que algunas personas en Springfield creen que eres mi amante…".
La mujer de cabello azul notó extenderse la sorpresa por la cara de Naruto. Sus cejas se alzaron, su boca se abrió en una pequeña 'o' y… ¿Sus mejillas se pusieron rojas? No, debió ser solo su imaginación. Pero afortunadamente no vio rastro de ira, disgusto o molestia, a lo sumo la incredulidad consecuente de una revelación tan inverosímil.
Naruto estaba teniendo un momento muy difícil para concentrarse, la sorpresa y constantes carcajadas de Kurama resonando con eco en su cabeza le complicaba pensar en una respuesta.
'¡Que te calles!' le gritó Naruto al zorro de nueve colas luego de casi un minuto, pero este no parecía querer terminar pronto.
'Jajajaja ¡Oh, vamos! Tienes que admitir que es divertido' le dijo el zorro sin poder dejar de reír.
Al no ver ningún indicio de que Kurama deje de burlarse en el corto plazo, Naruto no tuvo otra opción que cortar la conexión con su inquilino por el bien de su salud mental.
Naruto puso nuevamente toda su atención en Marge. No fue difícil notar la preocupación en los ojos de su amiga y lo incómodo del tema para ella. Su primer pensamiento fue en mostrarle su apoyo y desestimar las habladurías como chismes sin ningún peso en sus vidas. Estaba por contarle un poco de su infancia, de como lo que susurran a tu espalda no te define- sin revelar qué viene de otra dimensión- cuando Marge lo interrumpió de repente.
"... Y que también eres el verdadero padre de mis hijos".
Naruto agradeció haber cortado la conexión mental con el zorro, casi podría apostar que en este momento la risa de su amigo se debió transformar en una carcajada a toda regla, prácticamente podía sentir a Kurama rodando de un lado para el otro dentro de su paisaje mental.
El rubio Uzumaki abrió y cerró la boca intentando sin éxito gesticular alguna palabra, cualquier cosa. Sin embargo, a pesar de estar lleno de dudas, lo único que salió de su boca fue…
"¿Qué?".
"Es lo que dijeron mis hermanas" comentó Marge mientras apartaba la vista al suelo. Según Patty y Selma no creyeron los rumores al principio, los descartaron tan rápido como los escucharon. Pero una vez que llegaron a visitarla y notaron las grandes mejoras a la residencia Simpson (así como a su persona) comenzaron a dudar.
Marge discretamente miró a Naruto para evaluar su reacción. Su ceño estaba fruncido y su expresión no le transmitía mucha información de sus pensamientos. La mujer de cabellera azul de inmediato asumió que al joven Uzumaki le molestó tal revelación.
Suspirando, Marge con mucho pesar, soltó la cálida mano de Naruto y junto las suyas sobre su propio regazo.
"Lo siento".
La suave voz de Marge sacó a Naruto de sus cavilaciones. Un sentimiento de molestia surgió del rubio al escuchar la tristeza y arrepentimiento de la voz de ella. Poniendo atención en el rostro de la mujer de larga melena azul, su molestia se transformó en preocupación al verla derramar un par de lágrimas de sus hermosos ojos.
"Entiendo si estas enojado y quieres alejarte de…" pero su declaración fue interrumpida cuando Naruto sacudió sus manos efusivamente.
"¿Alejarme? No, no quiero irme, tampoco estoy enojado. Solo… bueno. Me sorprendiste" dijo el Uzumaki aún tratando de digerir la noticia, su expresión se volvió menos alegre mientras se inclinaba al frente con sus dedos entrelazados y los codos sobre sus rodillas "Además, yo soy el que debería disculparse".
Fue el turno de Marge de verse afligida ante la expresión triste de Naruto. Fue la primera vez desde que conoció al rubio que vio cómo ese rostro siempre sonriente y lleno de confianza se transformó en uno atormentado por la culpa, sin su brillante sonrisa que iluminaba la habitación o su vibrante actitud que la hacía sonreír.
"Lo siento" dijo Naruto con su ceño fruncido e incapaz de ver a su amiga.
Debería haberlo visto venir. A pesar de que su máxima prioridad era cuidar y ayudar a la familia del hijo de Mona, debió considerar que su repentina intromisión podría acarrear consecuencias. No podía simplemente instalarse en la casa de una viuda y esperar que los vecinos no comiencen a hablar. Y sí bien, con el pasó del tiempo terminó por no importarle lo que otros digan de él a su espalda y que lo señalen al pasar. Olvido que otras personas podrían sufrir el juicio de la sociedad y verse afectados por los chismes.
¿Qué otras cosas se decían de Marge y sus hijos en Springfield? ¿Desde cuándo iniciaron estos rumores y quien lo comenzó? ¿Estaba afectando la vida de Bart y Lisa? ¿Era por eso por lo que estaban tan serios en el auto? También existía la posibilidad de que fueran invenciones de Patty y Selma; según Marge sus hermanas podían ser mujeres muy mezquinas y manipuladoras, la idea de que ellas estén inventando todo los chismes no sonaba descabellada. Sin embargo, no podía descartar el peor escenario; Ned Flanders fue un claro ejemplo, el hombre intentó ocultar su descontento, pero era obvio que tenía un problema con él viviendo bajo el mismo techo que su vecina.
Los pensamientos de Naruto regresaron al presente al sentir el tierno y suave toque de Marge sobre una de sus manos. Miro hacia abajo y vio la otra mano de Marge unirse a la primera y comenzar a acariciar tiernamente sus nudillos en un relajante masaje. Al levantar la vista, sus ojos hicieron contacto con los hermosos orbes color avellana qué eran los ojos de la mujer.
"No es tu culpa" dijo suavemente la madre de cabellera azul sin dejar de mirarlo a los ojos.
"Marge, yo…".
"Tu no hiciste nada malo" sentenció negando suavemente con su cabeza "Todo lo contrario, desde que llegaste no has hecho otra cosa más que ayudar a mis hijos y a mi. Gracias a ti hemos sobrellevado la muerte de Homero de la mejor manera. Nos has dado tanto y nunca pediste nada a cambio".
El rubio Uzumaki sonrió suavemente ante las palabras de Marge.
"Aún así, me siento responsable" Naruto frunció el ceño.
"No había forma de saber que algo así podría pasar" respondió Marge "Además, sí alguien tiene la culpa soy yo. Yo fui la que insistió en que te quedaras en primer lugar" confesó Marge con su ceño fruncido.
Marge quería ayudar de alguna forma y no sentir que abusaba de la amabilidad de Naruto. Por lo que cuando el Uzumaki sugirió ir a pasar la noche en un hotel, ella le ofreció su habitación. Marge podría dormir en el sofá, dijo. No sería la primera vez desde que Homero tenía la costumbre de causar problemas qué la llevó a enojarse y no querer compartir el lecho matrimonial por algunos días.
Naruto de inmediato se negó pues no tenía la intención de causar ningún inconveniente a la familia que trataba de ayudar. El debate fue un ida y vuelta de argumentos entre los adultos que terminó cuando el rubio sugirió ser quien durmiera en el sofá. Marge no estaba muy conforme, no creía que fuera justo que su invitado dormiera incómodo. Pero gracias al encanto natural de Naruto y su habilidad para hablar, terminó cediendo sin sentirse culpable.
"Por obligarte a que te quedaras, cause este problema".
"Oye, no digas eso. Lo único que querías era ayudar" pidió Naruto con voz suave al ver como los ojos de Marge reflejaban tristeza "Y sí soy sincero, me alegra que me dejaras quedarme en tu casa; vivir contigo y los niños ha sido de las mejores experiencias que he tenido en mucho tiempo".
"¿En serio?" las mejillas de Marge una vez más se tiñeron de rojo.
"Por supuesto" respondió el rubio con una sonrisa. Es verdad que desde que llegó a está nueva dimensión ha tenido divertidas y gratas aventuras alrededor del mundo; ha conocido personas increíbles, visitado lugares maravillosos, hecho cientos de cosas que nunca se habría imaginado disfrutando. Pero vivir con Bart, Lisa, Maggie y Marge sin duda se ha convertido en un suceso importante en su nueva vida.
Incluso a la par de conocer a Francine.
Naruto sacudió suavemente la cabeza en un intento por desterrar la imagen de su amante. No quería admitirlo, pero aún pensaba mucho en la mujer, esa hermosa y tierna dama con la que compartió no solo noches de intensa lujuria, sí no dulces momentos que lo llevaron a pensar que había algo más en su relación. Claro, él no la culpaba por intentar salvar su matrimonio; simplemente creyó que lo que tenían era algo más que una simple aventura.
Enterrando ese sentimiento de vacío en su pecho que dejó la mujer de Langley Falls para resolver después. Naruto prestó toda su atención en la mujer de cabello azul. Marge estaba extrañamente silenciosa ¿Era su imaginación o la mujer estaba más cerca? No, definitivamente estaban más cerca, no sabía sí fue ella o inconscientemente él se movió, pero ahora sus cuerpos se tocaban más allá de la unión de sus manos, también podía oler perfectamente esa dulce fragancia del shampoo de Marge junto al toque seductor de su perfume.
Espera… ¿Seductor?
Es decir, sabía que su amiga es una hermosa mujer. Tiene lindos ojos, con su cabello lacio resalta más sus lindas facciones. Su personalidad no se quedaba atrás, es una madre amorosa y devota, inteligente y con una gran fuerza de voluntad, sospechaba que incluso sin su ayuda ella habría encontrado la manera de superar las adversidades tras la muerte de su esposo.
Luego estaba otro aspecto en Marge y del que se culpaba por disfrutar al apreciarlo… su cuerpo.
Podía fingir todo lo que quisiera, decirle a Kurama que veía a Marge solo como una amiga; pero la verdad era que necesita usar mucha de su fuerza de voluntad para no azotar ese grueso y redondo trasero cada vez que la veía de pie frente al fregadero de la cocina. Para no girar su cabeza cuando Marge se alejaba sacudiendo sus caderas ¿Ella lo hacía a propósito? Lo dudaba, pero ese bamboleo lo hipnotizaba. Sus pechos aunque no eran los más grandes que ha visto -ese título le sigue perteneciendo a la abuela Tsunade- tenían un tamaño perfecto para resaltar su figura en forma de reloj de arena.
"Naruto" la suave voz de Marge llamó la atención del nombrado hombre. Naruto de inmediato cortó cualquier pensamiento indecente sobre Marge cuando ella giró la cabeza e hizo contacto visual "¿Crees que soy una mala persona?" preguntó con un rostro expectante.
"¿Mala persona? ¿Por qué piensas eso?" preguntó Naruto, perplejo por la repentina duda de Marge.
Marge soltó la mano del rubio, miró al suelo y comenzó a jugar con el borde de su vestido al tiempo que sus mejillas se ponían rojas "Es decir… " los nervios alcanzaron nuevas alturas para Marge, se mordió el labio inferior y no podía mantener su corazón en calma "... Imaginemos que los rumores fueran ciertos".
"¡Solo el rumor de que tengo un amante!" agregó rápidamente pues no quería que Naruto malinterprete el escenario que intentaba plantear.
"¿Ok?".
"Hmm, suponiendo que quisiera iniciar una nueva relación… ¿Crees que al hacerlo con tan poco tiempo después de la muerte de Homero me hace una mala mujer?" preguntó nerviosa e incapaz de mirar a su interés romántico por la posible respuesta negativa.
Naruto consideró la pregunta por unos minutos. Ciertamente conoce de primera mano el dolor de la pérdida; estar aquí era prueba de ello. Todo su mundo se desmoronó en el instante que decidió apartar a Sasuke del camino del último acto desesperado de Kaguya por vengarse. Y sí bien, confiaba en el último Uchiha para trabajar con los demás Kages en buscar la paz de una manera que honren su memoria, no aliviaba por completo el dolor y desesperación que era no poder volver a ver a sus amigos.
-X-
En otro universo, cierto Uchiha estornudo sobre unos papeles importantes que recién había terminado de firmar. Frunció el ceño e intentó limpiar lo mejor que pudo sin arruinar la tinta, por un instante se debatió sí debería enviar así el importante mensaje hacia su compañero Kage del país de la roca o arriesgar su muñeca a otro esguince. Lamentablemente no pudo decidir a tiempo pues su esposa de cabello rosa le quitó el papel de la mano y lo lanzó a la papelera mientras traía otra gran pila de papeles para que los lea y firme.
En momentos así se preguntaba qué había hecho para merecer un castigo como este… luego se acuerda y comienza a trabajar para ser un mejor Hokage.
-X-
Sin embargo, se levantó. No cerró su corazón, ni permitió que el dolor lo abrumara, tampoco que el recuerdo lo frenase de intentar avanzar. Por supuesto, era un shinobi, un ninja entrenado para no permitirse ser abrumado por los sentimientos. Pero él siempre fue una persona emocional, así que si. Sí él podía levantarse del fondo del abismo en poco menos de un mes, Marge también podría conseguir tal hazaña.
Pero antes de poder abrir la boca, una molesta voz lo interrumpió.
'Empujala contra la cama, acuéstate sobre ella, mirala con una sonrisa confiada mientras usas una mano para recargarte y la otra para obligar a su cabeza a mirarte a los ojos mientras le susurras "Solo sí no es conmigo" entonces suelta su barbilla y usa tu mano para acariciar su muslo suavemente hasta llegar al borde de su vestido dónde metes la mano bajo su…'
'¡Kurama!' gritó mentalmente, enojado y confundido de que aún estuviera presente '¿No se supone que corte la conexión?' preguntó con las mejillas rojas.
'Oye es una vía de dos carriles, sí tú puedes cortarla, yo puedo restablecerla' respondió el zorro y Naruto no necesitaba verlo para saber que tenía una enorme sonrisa plasmada en el hocico.
'¿Puedes hacer eso? ¿Desde cuándo estás…? Sabes que, olvidalo. Solo no digas nada, no lo entiendes'.
'Por favor. Te gusta, le gustas ¿Qué más necesito entender?' preguntó Kyubi al mismo tiempo que ponía los ojos en blanco.
'Bueno, además del hecho de que aparentemente algunas personas en la ciudad creen que soy el amante de Marge y que Bart, Lisa y Maggie son mis hijos…' dijo Naruto pero fue interrumpido por Kurama.
'Si, sobre eso. Yo me haría un prueba de paternidad sí fuera tu. Vamos, tres niños con tu cabello y los ojos de Marge' Kurama le dio una mirada de desaprobación a su amigo 'Tienes muchos cumpleaños y navidades por pagar'.
'... Marge necesita un verdadero consejo y un amigo que la apoye' continuó Naruto ignorando olímpicamente a Kurama. Sabía que el zorro intentaba molestarlo por lo que no le prestó mucha atención.
'Sí, claro, un amigo' dijo el zorro mientras resoplaba 'Pero sabes algo, creo que tienes razón. Ella necesita que la apoyes… que la apoyes contra la cama y le des tan duro que…'
Antes de que su más viejo amigo pudiera terminar su declaración, Naruto lo silenció cortando la conexión mental con él. Algo inutil tal vez, pero que le dio el tiempo suficiente para prestar atención a Marge; la dama parecía impaciente y aunque no podía ver su rostro; podía deducir su inquietud gracias a la fuerte presión ejercida de su mano contra la suya.
"Lo siento, estaba pensando" mintió Naruto antes de suspirar "Y sobre tu pregunta, no. No creo que seas una mala persona por querer continuar con tu vida" respondió con honestidad y en base a su experiencia.
"¿En serio?" Marge preguntó con un tono bastante animado y girando su rostro para mirar a Naruto con ojos esperanzados, aunque de inmediato trato de disimular la alegría que le provocaba la respuesta.
"Quiero decir… ¿En serio?" preguntó con un tono más calmado "¿No es muy poco tiempo? Leí en algunas revistas que el duelo puede durar incluso dos años".
"Algo importante sobre el duelo es que no afecta a todos de la misma manera" respondió Naruto "Algunas personas tardan años, otros apenas semanas y muchos más nunca logran superar la pérdida. Nadie puede decirte cuánto tiempo debes sufrir; eso solo depende de ti".
"Creo que tienes razón" Marge apartó la mirada con un lindo sonrojo tiñendo sus mejillas, su mano tentada a tomar la de Naruto "Aunque… ¿Qué pasa con los demás? ¿No te molestaría que tus amigos y conocidos hablen a tus espaldas?".
Naruto se encogió de hombros "Admito que antes me importaba lo que otros pensaran de mí, de hecho trabajé mucho para cambiar la opinión de mi pueblo natal sobre mi".
"Pero al crecer te das cuenta de que sí permites que el juicio de los que están a tu alrededor dicte tu vida, nunca vas a ser verdaderamente feliz. Claro, no puedes solamente alejarte de todo el mundo. Pero sí puedes decidir a quienes escuchar y a quien ignorar, siempre habrá personas molestas que su único placer es juzgar a otros para intentar sentirse mejor con sus patéticas vidas".
"Entonces ¿No te molesta lo que dicen de ti y de mi?" preguntó Marge.
"Claro que sí" respondió Naruto con el ceño fruncido.
"Oh" el ánimo de la mujer se marchito.
"Como se atreven a hablar mal de ti. Digo, no me importa sí me insultan o hablan toda esa basura sobre mi. Pero nadie y digo nadie va a insultar a una persona importante para mi y salir ileso" una diabolica sonrisa apareció en el rostro de Naruto "Oh, solo espera a que le ponga las manos encima al idiota que comenzó a esparcir esos chismes".
'Importante para mi' la palabras se repetían una y otra vez en la mente de Marge como un mantra; esa intensidad, la seguridad, el cariño en cada sílaba. Repentinamente Marge se dio cuenta de su posición, sus cuerpos tan juntos, su mano sobre el muslo de él.
La voz de Naruto lentamente bajó de intensidad, pues el rubio sentía el peso de una mirada a su costado que clamaba por su atención. Giró su cabeza y se encontró contemplando el hermoso y lindo rostro de Marge a escasos centímetros. Sus ojos de color avellana miraron al azul y viseversa en completo silencio. Sus ojos miraron al otro durante un largo tiempo en donde ninguno de los dos parpadeo ¿Cuánto tiempo estuvieron así? No lo sabían, quizá minutos, tal vez horas. Lo único seguro fue que algo hizo click en sus mentes y cuando abrieron los ojos luego de parpadear al mismo tiempo ya no estaban sentados en la cama.
Marge estaba sobre Naruto, sus piernas abiertas a cada lado del cuerpo de su amigo, sus labios sellados contra los del rubio. Las manos de Naruto no estaban ociosas, sosteniendo su trasero cuyo vestido subió por su posición. Se dio cuenta de que habia reventado la camisa de Naruto y ahora estaba acariciano sus musculos, sus uñas incapaces de dejar una minima marca a su cincelado cuerpo.
Los ojos de Marge se ampliaron de golpe, intentó separarse, casi saltar de Naruto. Pero el rubio fue más rápido, tomándola por las cadenas giró su cuerpo para dejarla ahora a ella descansando sobre el colchón. Naruto se sostuvo con los antebrazos a cada lado de su cabeza y la miró como un depredador hambriento a su presa; su respiración y la del hombre sobre ella era laboriosa, pues su sesión de besos aparentemente fue más larga de lo que recordaba.
"Lo siento, Marge" Naruto susurro "Intente ignorarlo, trate de engañarme, me contuve todo lo que pude. Pero ya no puedo negar lo que siento, me gustas… yo te amo. Amo tu forma de ser tan amable y dulce. Lo amorosa que eres como madre para tus hijos. La maravillosa persona tan bondadosa, confiable, fuerte, graciosa, honesta, inteligente, madura…"
El corazón de Marge se saltó un latido.
Naruto apartó la mirada, quería decir más cosas, pero sabía que la estaba incomodando "...Solo quería que lo supieras antes de que me odies. Me iré ahora mismo y no te preocupes no pienso dejar de ayudar a tu maravillosa familia; puedes seguir usando la tarjeta que te di".
Dando una sonrisa triste a la mujer cuyo rostro por la culpa no podía ni ver, Naruto intentó empujar su cuerpo y levantarse. Sin embargo, sus planes se vieron interrumpidos por las piernas de Marge, sus tobillos se cruzaron firmemente detrás de su espalda. Naruto no pudo girar su cabeza cuando las manos de Marge lo tomaron de las solapas de su camisa abierta y lo jalo.
Una vez más, la boca de ambos chocó en un tierno beso. Marge fue la primera en moler sus suaves labios contra los más duros pero no por eso menos agradables de Naruto. El beso rápidamente escaló en intensidad, volviéndose más íntimo, los brazos de Marge abrazaron el cuello del rubio en un intento por profundizar aún más su unión, Naruto se sostuvo con uno de sus brazos mientras la mano libre la usaba para acariciar las caderas de Marge.
La necesidad de oxígeno nuevamente se hizo presente para Marge, separando sus bocas las cuales aún se unían por un fino hilo de saliva, los dos adultos se miraron con un claro deseo en sus ojos. Marge liberó una de sus manos y la uso para acariciar la mejilla de Naruto.
"También te amo" la cara de Marge adoptó un color rojo hasta las orejas "Se que es repentino y que no debería sentirme así, pero es difícil no enamorarme de ti, me haces sentir especial, me gusta que me escuches y tengas en cuenta mi opinión, verte pasar tiempo con mis hijos y…" Marge apartó la mirada "...Eres un hombre muy guapo".
Los dos se quedaron en silencio, un poco largo pero muy cómodo para ambos. Ninguno intentó hacer algún movimiento para cambiar su posición o iniciar una nueva sesión de besos. Naruto podría durar horas en esa posición, sin embargo tenía un gran problema pues al estar sobre Marge con las largas piernas de ella extendidas a su costado, permitió que su entrepierna estuviera peligrosamente cerca de la zona íntima de la Bouvier.
"¿Ahora que?" preguntó Marge tímidamente.
"Bueno, creo que primero debería levantarme" dijo Naruto con un poco de humor, sin embargo un murmullo de Marge llamó su atención "¿Como?" preguntó el rubio.
"Dije que no me molesta estar así" respondió con una sonrisa.
Naruto compartió su sentimiento de comodidad, pero aún así decidió levantarse. Marge lo imitó, poniéndose de pie mientras se ajustaba el vestido y apartaba unos cuantos mechones rebeldes de su rostro. Ambos quedaron de pie, nerviosos como un par de adolescentes inexpertos, incapaces de mirarse a la cara sin sentir como ardían sus mejillas.
Fue Naruto quien rompió el silencio, frotando la parte posterior de su cabeza con un pequeño sonrojo en sus mejillas marcadas "Entonces… ¿Te gustaria…?" dejo la pregunta inconclusa y sin mirar a la mujer.
Marge se sonrojo "Me encantaría" murmuró lo suficientemente alto para que Naruto la escuche, pero tan bajo como para no desmayarse de emoción.
Una gran euforia invadió el pecho de Naruto, sonriendo ampliamente mientras en su mente ya formulaba varios planes para mañana. No podía usar sus poderes y llevarla al mejor restaurante de Francia como se merecía, así que tendría que pensar en una cena en un restaurante elegante local; había escuchado buenas cosas de un lugar llamado la trufa dorada.
Pero primerto tendra que encargarze del idiota que está inventando los chismes. Lo que le dijo a Marge fue cierto, nadie molesta a las personas importantes para él y sale indemne de las consecuencias. Oh, bueno. Es un shinobi con un amplio arsenal de habilidades; encontrar a un par de bocones no sería problema para él.
Todos los pensamientos de Naruto se vieron interrumpidos en el instante que escucho el sonido de un zipper llenar la alcoba. Girando su cabeza tan rápido que fue un milagro que no se rompiera el cuello, Naruto miró al responsable con ojos llenos de sorpresa.
Marge bajo completamente la cremallera de la espalda de su vestido con la mano derecha mientras su izquierda mantenía la tela verde pegada contra su pecho en un intento por mantener un atisbo de pudor. Agradeció haber escuchado su intuición que le sugirió ponerse unas bragas de encaje o podría no tener tanta confianza. Fue entonces que giró la cabeza y notó que Naruto la estaba mirando con una expresión estupefacta plasmada en su rostro sonrojado.
"¡Oh! ¿No estabas hablando de…?" Marge casi podía sentir el vapor salir a presión de sus orejas ante la vergüenza.
"Por supuesto, simplemente me quedé sorprendido de lo hermosa y sexy que eres".
Marge sabía que estaba mintiendo, era obvio que no quería hacerla sentir más avergonzada de lo que ya estaba. Ella le dio la espalda inconscientemente, sin darse cuenta de que le estaba regalando a Naruto una vista perfecta de su espalda desnuda y sexy lencería, sostuvo el vestido contra su pecho con ambas manos, intentando sin éxito no temblar de vergüenza.
"L..lo siento, yo…" cualquier palabra que trato de expresar, murió en su garganta cuando sintió unas grandes manos acariciar sus hombros.
"Oye tranquila. No tienes por que disculparte" susurró Naruto con una voz aún más profunda que provocó un agradable escalofrío en la columna expuesta de Marge "Solo me tomaste por sorpresa, pensé que querrías tener una cita antes".
Marge gimió ante las suaves caricias de Naruto, como sus manos bajaban por sus hombros, dejando detrás una agradable sensación de calor; su corazón sonó como un tambor cuando una mano del rubio apartó el cabello de su lado derecho para plantar un tierno beso sobre su cuello.
"Mmm, b..bueno, hemos vivido juntos durante un tiempo…creo que eso equivale unas cuantas citas" Marge mordió su labio inferior en un intento por controlar su voz, las manos de Naruto ahora se movieron de sus hombros hacia su vientre, una de sus manos aprovecho el espacio abierto de su vestido para jugar con el elástico de su ropa interior, metiendo el dedo pulgar para bajar un poco la tela, solo tentativamente antes de mover su mano a otra parte de su cuerpo sin tocar sus zonas íntimas.
"Cierto" respondió Naruto dejando el cuerpo de Marge y dando un pasó hacia atrás "Aunque se me hace injusto ser el único en ropa interior".
Confundida y un poco molesta de ya no sentir las manos de su amante recorrer su cuerpo; Marge giró su cuerpo solo para encontrarse viendo a la epitome de la masculinidad hecha hombre. Como dijo Naruto, estaba usando solamente unos muy ajustados boxers de color negro; pero eso no fue lo que llamo la atención de Marge -no totalmente- sino su cuerpo.
Era perfecto.
Desde las pantorrillas hasta sus omoplatos, pasando por un definido paquete de ocho, coronado por un cinturón de adonis, brazos hinchados y hombros anchos, pectorales y clavícula definida. No fue la primera vez para Marge en ver a su amigo sin camisa -Naruto tendía a sudar mucho y prefería no manchar su ropa al trabajar en el jardín- pero en está ocasión fue completamente diferente a todo lo experimentado anteriormente.
No estaba separada por metros de distancia mientras lavaba una y otra vez el mismo plato, haciendo tiempo mientras el Uzumaki arrancaba la mala hierba o podaba el césped con su torso brillando por el sudor. Tampoco se trataba de su imaginación alimentada por novelas románticas y con tintes sexuales.
Fue real, Naruto estaba frente a ella con solo unos boxers -que dicho sea de pasó, no disimulaba para nada el prominente bulto entre sus piernas- sobre su persona. Se expuso ante ella, sus sentimientos y cuerpo para que lo acepte, mirándola con esos hermosos ojos azules que brillaban en deseo carnal.
Y a pesar de que superó completamente cualquier escenario imaginario que su mente pudiera crear. No pudo evitar compararse con otras mujeres. Con su personalidad y carisma, Naruto podría fácilmente tener a cualquier mujer de Springfield, mujeres solteras, jóvenes y con cuerpos más sexys que el de una madre de tres hijos.
Sin embargo, un rayo de luz atravesó la penumbra de su mente acomplejada. Pasar tanto tiempo con Naruto le había ayudado a trabajar en su confianza. Y esa misma confianza le hizo darse cuenta de un hecho que casi omite.
Naruto podría tener a cualquier mujer, cierto… pero la eligió a ella.
No a una bailarina exótica, no a una compañera de trabajo, no a una cantante Country. A ella, aquí y ahora sus ojos solo la miraban a ella, él la deseaba a ella; a Marjorie Jacqueline Bouvier.
Una seductora sonrisa apareció en el rostro de Marge al instante que sus ojos se posaron en su objetivo; ella parpadeo deliberadamente más lento hacia Naruto. Levantó hacia su rostro las manos y con ellas hizo revolotear su melena de cabello azul. Sin sus brazos para mantener el vestido en su lugar, la tela verde cayó al suelo con una suave sacudida de sus anchas caderas. Marge plantó sus manos en su cintura, su cabello azul sobre sus pechos cubrió sus pezones expuestos,
Naruto no sabía lo que le excitaba más de Marge; su exotico color de piel, la seguridad que parecía haber ganado repentinamente o el hecho de que no usaba brasier. Seguramente una combinación de todo y más.
Ambos dieron un pasó al frente y cuando se encontraron a medio camino sus labios fueron por la boca de su nuevo amante. Los brazos de Marge abrazaron el cuello de Naruto por reflejo y las manos de Naruto fueron directo al redondo trasero de la Milf; amasando el par de gruesas mejillas antes de que un instinto animal lo obligará a azotar ambas palmas contra el jugoso trasero, lo que le ganó un profundo y ahogado gemido de aprobación.
Marge quiso oponer resistencia, en verdad que lo intentó. Pero fue una pelea perdida, la lengua de Naruto atravesó sus defensas e invadió su boca con una intensidad abrumadora. Plantando una metafórica bandera en su nuevo territorio, el rubio se dedicó a explorar cada rincón de la húmeda caverna oral de Marge. Los ojos de ella estaban prácticamente perdidos en una bruma de lujuria, las manos de Naruto no se limitaron a su trasero, se movieron por su espalda, su cadera, sus muslos y rozaba su vientre pero sin llegar a entrar del todo a su ropa interior y tocar su condición de mujer.
Los ojos de Marge se abrieron de sorpresa cuando de repente Naruto la levantó del suelo por los muslos y con delicadeza la depositó de espaldas sobre la cama. Sus pies descalzos colgaban del borde de la cama y su pecho subía y bajaba debido a la respiración acelerada. Sus ojos buscaron a Naruto quien parecía evaluarla, mirando cada detalle de su persona. Ella se dio cuenta de que su cabello ya no le cubría los pechos y que sus duros pezones quedaron expuestos. Pero antes de poder hacer algún intento por cubrirlos escucho la voz de Naruto.
"Eres tan sexy".
El coño de Marge estaba listo, en realidad su cuerpo reaccionó desde su primer beso, su consecuente sesión de caricias únicamente echó más leña al fuego. Mordiendo su labio inferior, la mujer siguió los movimientos de Naruto mientras éste le acariciaba las piernas, viajando desde sus pies descalzos, subiendo por sus pantorrillas, dejando atrás un agradable calor sobre sus muslos y deteniéndose cuando llegó a la cintura dónde los elásticos de sus bragas descansaban. Naruto no necesitaba permiso, podía arrancarle la ropa interior sí así lo quería, ella lo aceptaría con una sonrisa.
Pero por supuesto, incluso en su estado alimentado por la lujuria. Naruto Uzumaki seguía siendo un caballero, pidió permiso con una mirada y Marge de inmediato asintió. Subió los pies a la cama y plantó las plantas en el colchón para levantar ligeramente su cuerpo y facilitar a Naruto el poder sacarle las bragas. Y mientras Marge cerraba los ojos y disfrutaba de la sensación de las manos de Naruto sobre su cuerpo, bajando lentamente su ropa interior, recordó un pequeño y minúsculo detalle.
El jardinero había salido de vacaciones.
Los ojos de Marge se abrieron como platos mientras su mirada se dirija hacia el sur; un atomico sonrojo exploto en su cara ante el prominente arbusto de color azul sobre su zona intima. No era una cantidad exagerada de vello, pero últimamente había dejado de usar la navaja de afeitar y se limitó a pasar la afeitadora eléctrica en un nivel que lo mantuviera corto; su zona íntima era bastante sensible y le molestaba mucho cuando el vello salía a los pocos días.
En su defensa no esperaba tener suerte está noche.
Marge se cubrió el rostro con las palmas intentando ocultar su vergüenza, no quería ni imaginarse la cara de Naruto, obvio que arruinó el ambiente. Se preguntó sí Naruto podía esperar mientras corría al baño y se encargaba del problema ¿Incluso querría continuar? No lo culparia sí quisiera parar.
Tímidamente miró entre el espacio de sus dedos hacia abajo y… ¡Espera! ¿En qué momento sus piernas subieron a los hombros de Naruto?
"¡OH! ¡AH! Na.. Naruto no… ¡Ohhh!~" las manos de Marge abandonaron su rostro y golpearon el colchón, sus dedos tomaron un puño cada uno de las sábanas de la cama. Un largo gemido escapó de sus labios seguido de uno más agudo cuando la lengua de Naruto tocó un punto especialmente sensible.
Naruto pensó en quitarle las bragas a Marge lentamente, tomarse su tiempo y disfrutar el momento. Cuando bajo la tela aún había algunos viscosos hilos de néctar femenil uniendo el coño de Marge con su ropa interior, entonces sus ojos se abrieron.
Curioso, le parecía que Marge era de las que se afeitaban completamente o como máximo dejaba un parche de vello. Por lo que fue una sorpresa encontrarse mirando un pequeño bosque de vello azul. Lo sorprendió sí, pero para nada lo desanimó.
Miro discretamente en dirección a Marge y apenas logró contener la risa que amenazó con salir al verla con las manos cubriendo su rostro en completa vergüenza. Por supuesto, la ultima cosa en la que pensaba Marge seria en mantener su coño afeitado para tener relaciones sexuales. Esto confirmaba que la mujer nunca tuvo la intención de seducirlo y se trataba únicamente de la consecuencia de las circunstancias.
Así que sin ninguna duda, subió las sexys piernas de Marge sobre sus hombros, se acomodó de rodillas frente a ella, la sostuvo por los muslos y se hundió de cabeza en el rosado coño de Marge Simpson.
Los gemidos de Marge fueron música para los oídos de Naruto y lo impulsaron a esforzarse, a ser más diligente y devorar por completo el coño de su amante. Cuando Naruto la escuchó gritar su nombre sabía que acertó en poner esa barrera de silencio en la habitación o probablemente habría levantado a los niños y quizás a los Flanders. Su lengua subía y bajaba, penetraba suavemente y besaba los hinchados labios vaginales de la mujer.
Cuando separó su boca fue únicamente para soplar una suave corriente de aire frío sobre la empapada vagina. Los muslos de Marge aprisionaron su cabeza con suavidad, sabía que estaba haciendo bien su trabajo y que Marge lo gozaba cuando las manos de la peliazul lo empujaron de regreso a su coño, acción a la que no se resistió.
"Ohhh, Naruto no pares" Marge intentó contener sus gemidos, sabía que las paredes de su casa eran delgadas y no podía expresar su aprobación tan alto como quisiera. Mordió uno de los dedos de su mano izquierda, cerró los ojos y mantuvo la mano derecha sobre la rubia cabeza del hombre entre sus piernas.
Entre la bruma de placer que asaltaba su mente, Marge apenas pudo darse cuenta del hecho de que las manos que hasta ahora acariciaban sus muslos dejaron sus piernas. Ella no tuvo tiempo para preguntarse a dónde fueron a parar cuando sintió el par de manos tomar sus pechos y acariciarlos.
Apenas pudo contenerse cuando llevó la otra mano a su boca y con ambas silencio el gritó que amenazó con despertar a sus vecinos. Por supuesto, no dejo de empujar al rubio más profundo en su coño, simplemente ya no uso las manos y lo hizo al cruzar sus piernas sobre la cabeza de Naruto. El toque sobre sus pechos fue minucioso, sus dedos se movían con la misma habilidad que lo hacía la lengua dentro de su coño, acariciando con ternura y la cantidad de fuerza suficiente para no lastimarla.
Estaba en el borde, solo necesitaba un empujón para llegar al orgasmo y Naruto lo sabía pues deliberadamente evitó tocar el clítoris que hace tiempo había florecido fuera de su capucha. Limitándose a apenas rozarlo con la nariz o besar los lados. Fue hasta que sintió el cuerpo de Marge tensarse que supo que era el momento de actuar. Sus dedos apretaron los pezones de Marge con más fuerza mientras que su boca atacó al punto más sensible de la mujer, sus dientes mordieron el hinchado clítoris y su lengua se movió furiosamente contra el pequeño botón atrapado entre sus dientes.
'Oh, mi…' pensó Marge con resignación. Fue su último pensamiento coherente antes de ser asaltada por el más potente y gratificante orgasmo que ha experimentado nunca. La espalda de Marge se arqueo a tal punto que lo único que tocaba la cama era su cabeza y manos las cuales rasgaron las sábanas. Sus piernas aprisionaron la cara de Naruto, el rubio no se vio afectado y continuó estimulando el coño de Marge; prolongando su orgasmo por más tiempo.
Una explosion de néctar femenil chocó contra la cara del rubio y Naruto no perdió el tiempo en beber de la fuente. La orgásmica lluvia fue acompañada de un gritó de completa satisfacción femenina, tan fuerte que podría haber levantado al vecindario entero. Pero a pesar de que apenas podía respirar, de los fuertes gritos de orgasmico placer retumbando contra las paredes y el grifo roto que parecía ser el coño de Marge; Naruto no dejo de estimular a su amante, continuo sorbiendo, lamiendo y penetrando con su lengua cada zona sensible que le ayudará a prolongar el clímax de Marge.
Similar a un títere cuyos hilos han sido cortados; las piernas de Marge cayeron sin fuerzas sobre los hombros de Naruto y el resto de su cuerpo sobre la cama. Sonriendo por un trabajo bien hecho, Naruto no pudo evitar darle un último beso al espasmódico coño de Marge lo que provocó una contracción involuntaria del cuerpo de la mujer.
Naruto se puso de pie y admiro su obra completa, afortunadamente había retirado la cobija color naranja antes de poner a Marge sobre la cama o podría haber compartido el mismo destino que las sábanas empapadas, ni hablar de las tiras de tela entre los dedos de Marge.
Y hablando de Marge, ella estaba respirando como sí acabara de correr un maratón, todo su cuerpo bañada en una fina capa de sudor y con su maquillaje hecho un desastre. Lágrimas de rimen corrían por sus mejillas, su cabello estaba esparcido por toda la cama con algunos mechones pegados a su empapado rostro sonrojado, ojos vidriosos mirando al techo, pero su mayor satisfacción fue ver a la mujer con esa enorme sonrisa plasmada en su cara de ángel.
"Ah… yo..ah… ¡Wow!" dijo Marge sin bajar del todo de su orgasmo.
Sonriendo y sintiendo cierto deje de orgullo, Naruto se subió a la cama y se acostó de lado junto a la peliazul. Plantando su codo contra el colchón y descansando su cabeza contra la palma de su mano, Naruto esperó hasta que Marge recobrara el sentido por completo, algo que tardaría de cinco a diez minutos según su experiencia.
Retirando lo mejor que pudo el sudor de su rostro usando la mano derecha, Marge giró la cabeza hacia el responsable de su actual euforia post orgásmica. Naruto le dedicó una amorosa sonrisa la cual le calentó el corazón, habría sido perfecto sí no fuera por la vergüenza consecuente de encontrar algunos vellos púbicos azules en su rostro atractivo.
"N..Naruto…" la mujer señaló su barbilla y la comisura derecha de sus labios. Naruto entendió su mensaje y pasó la palma por su boca y barbilla. Sonriendo picaramente al ver que no solo encontró los residuos del orgasmo de Marge.
"L.. lo siento" dijo tímidamente Marge.
"Nha, no te preocupes" dijo Naruto soplando un largo y rizado vello azul de entre sus dedos "En realidad fue una experiencia interesante".
Marge se acostó de lado frente a Naruto, una de sus manos yendo a la zona entre sus piernas para intentar cubrir su coño, algo inutil considerando la vista privilegiada que disfruto su amante hasta ahora. Su vergüenza se marchitó al sentir como la mano del Uzumaki apartaba su cabello del camino y procedía a depositar un casto y tierno beso sobre su frente.
"¿Quieres continuar?" preguntó Naruto.
Muchos podrían interpretar esa pregunta como una indirecta para seguir con el acto sexual, una forma amable de sugerir que quieres follar sin ser grosero. Pero lo que vio en Naruto fue todo lo contrario; se trataba de una duda real. El rubio aún sonriente le dio una mirada interrogativa; quería saber sí ella estaba de ánimo para continuar o por el contrario tenía el deseo de hacerlo en una fecha posterior.
"Sí tú quieres…" respondió un poco cohibida.
Marge se inclinó y le robó un tierno beso a Naruto, sus mejillas un poco rojas al darse cuenta de que indirectamente se probó a sí misma. Salió de la cama con cuidado pues no confiaba plenamente en sus piernas. Adoptó la misma posición de rodillas que hace poco Naruto usó con ella, con la diferencia de que tomó una almohada para ponerla en el suelo.
"Permíteme" dijo Marge cuando vio a Naruto ponerse de pie frente a ella para sacarse la ropa interior. Marge tenía planeado pagarle su atención tal y como él lo hizo, por lo que quitarle los boxers era su deber. Sonriendo seductoramente, Marge acarició los abdominales cincelados de su nuevo amante, amando lo firme y definido que era el musculoso y atlético cuerpo de Naruto; la sensación de sus dedos viajando por cada grieta del entrenador físico fue casi orgásmica.
Y no fue el tacto su único sentido sobrecargado. Su mente estaba ligeramente mareada por el potente y masculino olor que desprendía Naruto. Necesito frenar su cuerpo para evitar pegar su cara contra la entrepierna aún cubierta del Uzumaki. Así que con su corazón acelerado y con un deseo casi animal, Marge bajo la última pieza de ropa de Naruto con un tirón.
¡PAM!
'Acaso fue…' los ojos de Marge se abrieron como platos al sentir como algo grande y caliente golpeaba contra su frente y resbalaba por su rostro, tragó audiblemente al tiempo que el shock la congeló en su sitio, por lo que no hizo ademán de quitar la gruesa polla de Naruto de su cara. Fueron diez segundos enteros de silencio antes de que Marge moviera su cabeza hacia atrás para confirmar lo que creía.
Entonces lo vio ¡Grande! Fue su primer pensamiento. El miembro viril de Naruto aún estaba flácido y ya había superado el promedio. La polla colgaba hipnóticamente como un péndulo entre sus piernas con un par de grandes testículos del tamaño de pelotas de golf, el pene no solo era largo, también tenía un grosor que Marge no creía poder rodear completamente con una sola mano.
Y al contrario de ella, estaba completamente libre de cualquier vello.
Homero no era pequeño, incluso podría decirse que estaba por encima del promedio ¡Pero Naruto! Marge frotó inconscientemente sus muslos juntos; su amante podría tener una carrera muy exitosa como actor de cine para adultos ¡Y ni siquiera estaba duro aún!
Al ver como Marge se quedaba quieta, Naruto pensó que quizá ella se había desanimado por su tamaño. No sería raro, le ocurrió un par de veces antes de conocer a Francine. Pero antes de sugerir detenerse o sentarse para discutirlo, la mano izquierda de Marge rodeo su polla y comenzó a realizar una suave y un poco torpe paja.
"¿S..se siente bien?" preguntó Marge con voz nerviosa.
El Uzumaki quedó gratamente sorprendido y solo atinó a darle un asentimiento. La mano de Marge era suave, pequeña, pero increíblemente agradable. Empujó su cabeza hacia atrás con los ojos cerrados, disfrutando las tiernas atenciones de Marge sobre su miembro "Se siente muy bien…mmm… hazlo un poco más lento".
Ella obedeció, bajando la intensidad con la que bombeaba su mano. Sí bien, no era virgen ni una mujer inexperta; el tamaño la intimidó al punto de perder algo de confianza, no sabía sí su experiencia pasada podría servir de algo con un hombre tan bien dotado.
Marge se lamió inconscientemente los labios, viendo y sintiendo en su mano como el miembro del rubio comenzaba a crecer y ponerse más y más duro. Fue asombroso a la vez que alucinante el descubrir su tamaño real.
Ahora completamente erecta, la polla de Naruto fue aún más impresionante. El miembro se curvó ligeramente hacía arriba, palpitando con marcadas venas adornando el largo del tronco, el impresionante grosor le recordaba a una lata de Buzz cola con una dureza comparable a la roca. La cabeza en forma de hongo estaba hinchada y un poco de líquido preseminal se asomaba por la uretra. Esa viscosa gota en la punta parecía llamarla, cuando reaccionó ya se había inclinado.
Naruto soltó un gruñido y miró hacia abajo cuando sintió un par de húmedos labios pegarse a la cabeza de su polla. La mujer de cabellera azul lo miró con ojos llenos de sorpresa y aún sin retirar su boca. Sin embargo, fue la primera en parpadear, Marge cerró los ojos cuando su lengua probó el agridulce sabor de Naruto.
La confianza de Marge se reforzó al escuchar los gruñidos y suspiros de aprobación de su amante rubio. Similar a un interruptor que se enciende, la necesidad en la mujer la impulsó a intentar empujar la polla de Naruto dentro. Por supuesto, no llegó lejos, apenas metió la bulbosa cabeza y un par de pulgadas cuando su reflejo la detuvo.
Aún así, decidió trabajar con lo que podía manejar. Sí no era capaz de meter toda esa magnífica carne masculina en su boca -por ahora- se propuso a estimular de otra manera a su amante. Mientras su mano izquierda continuaba subiendo y bajando por el largo y duro mástil, su mano derecha se movió a por las pelotas de Naruto, el saco de semen se sintió pesado, pero logró dar un suave y coordinado masaje con sus dedos. Con sus manos ocupadas, su boca se dedicó enteramente a chupar y lamer la bulbosa cabeza, con cuidado de que sus dientes no tocaran la carne sensible.
Naruto miró a la madre de tres hijos y no pudo evitar sentir el impulso de tomar ese lindo cabello azul y jalarlo hacia su pelvis, obligar a Marge a tragar toda su polla y que le de un garganta profunda, golpear sus testículos contra la barbilla de Marge una y otra y otra vez hasta correrse directo en su estómago. Sin embargo, se contuvo, era evidente que la mujer de rodillas frente a él tenía problemas al meter tanta carne de polla en su pequeña boca y no planeaba arruinar su primera noche juntos por su impaciencia.
Por lo que se limitó a acariciar su cabello y apartar algunos mechones rebeldes de su rostro. Marge parecía salir de un trance ante el amoroso toque de Naruto y abrió los ojos para encontrarse mirando al rubio quien le dedicó una sonrisa a la mujer cuya boca estaba llena de polla. Con un sonoro ¡POP! Marge liberó la polla de Naruto de su cálida boca, aún así su mano izquierda continuó su rítmica paja en el duro mástil, aprovechando la saliva para lubricar el miembro y evitar cualquier posible fricción.
"Creo que es suficiente juego previo" dijo Naruto antes de hacer un gesto a la cama con su cabeza en una clara invitación.
Una parte de Marge quería protestar, quería hacerlo venir como él lo hizo. Pero siendo honesta se sintió algo cansada y su mandíbula un tanto adolorida, sin mencionar que desde hace un rato su coño estaba llamando su atención con una molesta picazón que sus dedos no tendrían oportunidad de calmar.
Poniéndose de pie con ayuda de Naruto, Marge miró a su amante con una sonrisa nerviosa antes de ir a la cama de la mano con su amante.
Fin del capítulo VII
Lo sé, soy un maldito. Pero quería centrarme más en los sentimientos que en el Lemon. Prometo que habrá escena completa en un capítulo posterior.
Estoy empezando a considerar dejar esto como un Naruto x Marge y hacer otra historia de puro lemon. Quizá una dónde Homero finge su muerte y pasa lo del capítulo, con algunas variaciones en el canon.
Una duda que me llamó la atención fue de que color dejar los pezones de Marge. ¿Rosas? ¿Marrones? ¿Naranjas? Me inclino por estos últimos, principalmente por el arte de Milky Bunny en twitter, fue el primero en dibujar un Naruto x Marge que yo viera.
Sin más, espero que fuera de su agrado, deseo leer sus comentarios y sugerencias.
