Ladies and Gentlemen!
Tengo tantas historias guardadas de Shadowverse y en especial de ellos dos que poco a poco saldrán a la luz. Porque les puedo asegurar que son demasiado hermosas, demasiado lindas y tiernas que les hará suspirar y desear más. Sin duda, Hiro y Lucia son mis personajes/pareja favorita.
It's time to read!
It's showtime!
Aclaración: Shadowverse (TV) no me pertenece. Yo solamente pido prestado sus personajes para poder escribir mis historias que se podrán leer a continuación.
Aclaración: Con estas historias no estoy cobrando por ninguna ganancia o regalía. Solo escribo para el entretenimiento de todo público pidiendo permisos al autor. Cualquier aclaración, pueden escribir en los comentarios su opinión al respecto.
¿Eso era un sueño?
Yonazuki Lucia no podía comprender que estaba pasando. En el momento que abrió sus ojos, Ryugasaki Hiro apareció frente a él. Ambos se miraban con cierta sorpresa en sus rostros que ni las palabras salieron en ese momento.
¿Por qué decía que aquello era un sueño?
Bien, no era nada extraño que en sus sueños apareciera el mejor duelista de Shadowverse, estaba acostumbrado a que el chico de cabellos rojos estuviera siempre a su lado. Cuando se encuentra "despierto", es Hiro el primero que siempre le dedica los buenos días con una gran sonrisa en su rostro como tomar su mano cada mañana para ir a clases, aunque ambos fueran a diferentes escuelas y de vez en cuando se quedaban en la casa del otro era lo primero que veía al abrir los ojos y disfrutar de aquel rostro dormido. Cuando se encuentra "durmiendo", era muy bien sabido que los sueños también son creados a raíz de lo que se vive en el día a día. Así que revivir una y otra vez los momentos que pasa con Hiro, no le era nada molesto, al contrario, era demasiado lindo, pues su corazón se sentía demasiado cálido al saber que grabo muy bien en su inconsciente, que Ryugasaki Hiro en ningún momento y bajo ninguna circunstancia, lo iba abandonar.
Tener a alguien que tome su mano en el día como en aquellas noches de pesadilla, era lo que lo mantenía tranquilo y seguro que estas poco a poco empezaron a desaparecer que dulces y tranquilos sueños era capaz de tener pero no era capaz de decirle la verdad al susodicho, pues quería seguir despertando con una mano muy bien conocida, enlazada a la suya.
Aun cuando el tiempo pase y no sean aquellos chiquillos que lucharon una vez por la paz en el mundo, ahora que son unos jóvenes adultos lideres de los duelistas más fuertes del Shadowverse, estar al lado del otro era tan normal para ambos como tomarse de las manos para darse un poco más de seguridad como también era aquella seña de cariño que solo ambos comprendían.
Así ha sido la vida de Lucia desde entonces.
Y si las cosas eran así.
¿Por qué decía que aquello era un sueño?
Claro, ahora tenía 17 años, aun no podía considerarse en su totalidad como un adulto, pero estaba en proceso a convertirse en uno. Era mayor, eso no se podía negar. Había crecido tanto mental como físicamente, era más alto y sus facciones eran más maduras y finas. Su cabello blanco lo había dejado crecer un poco, no era de más mencionar que fue a petición de Hiro, pues a su mejor amigo le gustaba la suavidad del mismo cuando lo tocaba y solo fue una pequeña mención de que un día le gustaría ver con el cabello así. De eso no había nada de extraño. Lo que, si se le hacía algo muy difícil de creer, es ver a un joven Ryugasaki Hiro de 14 años que lo miraba con admiración, aunque también era demasiado perceptible aquella sorpresa de ver a su mejor amigo de cabello blanco más alto.
En ese momento se pellizco el brazo, pero sintió dolor. Fue algo extraño porque se supone, en los sueños es imposible sentir dolor. Sabía que aquello era producto de su imaginación, pero por un lado, sentía que no era así. Era una dulce realidad.
-¿Lucia? -Escucho hablar aquella joven versión de su Hiro.- ¿Por qué te vez más maduro?, ¿Por qué te vez más alto? -Miro inseguro a todos lados.- ¿Qué es lo que está pasando?
Ante aquellas preguntas, no pudo evitar sentir un poco de ternura. No pudo evitar sonreír y caminar silencioso a su encuentro, aunque Hiro daba dos pasos atrás, Lucia apresuraba su paso para evitar que este se escapara de aquellos brazos que lo envolvieron con cariño. Sintió a Hiro removerse y querer separarse, pero no lo permitió, ahora que era más alto, también era más fuerte. Soltó un pequeño suspiro al sentir aquella calidez, el aroma frutal que conocía a la perfección y del que emanaba su cabello. Un pequeño cuerpo que había extraño tanto ver desde el momento que ambos empezaron a crecer, Hiro dejo su ternura a un lado para convertirse en un adulto sin perder aquella traviesa sonrisa que lo cautiva siempre.
-Te extraño tanto, Hiro -Murmuro Lucia.- Eras tan pequeño y lindo cuando teníamos catorce que no te quiero dejar ir -Bajo un poco el rostro para meter su nariz en el cabello rojo y aspirar con suavidad. Hiro se removió nervioso, pero sin querer alejarse de él, es que lo abrazo con cuidado. El joven de cabellos blancos sonrió complacido.- Me gustaría detener el tiempo y quedarnos así para siempre pero sé que no se puede, es imposible, en algún momento tendré que despertar
-No entiendo
-No tienes por qué entender -Carcajeo Lucia, subió sus manos para tocar aquellas mejillas y aplastarlas con suavidad para que ambos se mirasen a los ojos.- Aunque ahora que eres adulto sigues siendo lindo, debo decir con molestia que ahora eres más alto que yo -Soltó un pequeño suspiro.- Pero eso no importa, porque como te veas, sigues siendo el joven más escandaloso que he conocido, eres esa luz que fui capaz de seguir y que me salvo de mis peores momentos
-¿Yo te salve?
-Fuiste tú quien siempre creyó en mí y nunca dejaste de hacerlo -Los ojos de Hiro brillaron de la emoción al escuchar aquellas palabras, esa suave sonrisa de orgullo como ese tierno sonrojo.- Fuiste el único capaz de poner esta sonrisa en mi rostro y mostrarme un nuevo camino -Bajo su rostro y beso con suavidad su frente, sintió a Hiro brincar sorprendido.- Un camino a tu lado -Tomo las mejillas del pequeño joven de cabello rojo.- Me permitiste ver una luz más brillante a pesar de que siempre he estado inmerso en la oscuridad, desde entonces puedo tomar tu mano y no ser capaz de soltarla, aun cuando me lo pidas, es lo único que necesito para ser feliz, para continuar en este largo y tedioso camino
-Me alegra que Lucia es feliz ahora -Sonrió el joven Hiro.- Mereces ser feliz y mucho más, dime -El menor dudo.- ¿No me he ido de tu lado?
-No -Respondió Lucia. Una gran sonrisa volvió aparecer en el rostro del menor.- No es como si te dejara ir tan fácil pero -Bajo un poco el rostro y pego sus frentes.- Tampoco es como si tu quisieras alejarte de mí, cada que abro los ojos, lo primero que veo, es tu gran sonrisa
-Supongo que tu sonrisa ha de ser más bonita -Carcajeo el menor.- Siempre imagine que te verías mejor con una sonrisa en tu rostro, por eso me esforcé mucho en hacerlo realidad
El joven Hiro alzo sus manos para tocar el rostro de Lucia. Delineando con mucho cuidado sus mejillas, pasando con cuidado sus dedos en sus labios. Aquella mirada concentrada, provoco que el mayor lo mirara con atención, que prácticamente fuera imposible moverse de su lugar, de pronunciar palabra alguna o de siquiera separar su mirada de él. Aquellas palabras dichas, provoco que su corazón golpeara su pecho. Una vez que dejo de apreciarlo, se paro de puntitas para besar una de aquellas blancas mejillas. Lucia abrió los ojos sorprendido, pero con un tenue sonrojo en sus mejillas.
En un momento rápido, el mayor se arrodillo y tomando la mano de Hiro con suavidad, es que beso el dorso de su mano. Al alzar el rostro, sonrió al ver al menor completamente sonrojado que por más que quisiera esconder su rostro, era imposible.
-Me gane el derecho de estar a tu lado -Sonrió Lucia.- No me importa ser el segundo mejor jugador de Shadowverse mientras el mundo entero sea capaz de admirar tu juego y tus habilidades, yo estaré por bien servido -Negó con cierta diversión.- Eres la luz de mi oscuridad, yo soy la oscuridad que protegerá sin dudar a su luz, te prometí en ese entonces y lo hago ahora, que siempre estaré a tu lado -Volvió a bajar el rostro y besar el dorso de su mano.- Estamos juntos en esto, no lo hago porque siento que te debo mi vida, lo hago por algo mucho más grande y especial que se encuentra en mi
Al alzar el rostro, aquel joven Ryugasaki Hiro desapareció para encontrarse con el Hiro que conoce en la actualidad. El joven adulto de 17 años cuya sonrisa en su rostro era demasiado grande que una carcajada se escucho en ese momento, con mucho cuidado, tomo las manos de Lucia para ayudarle a levantar y en el proceso, enlazar sus manos como posar con suavidad sus frentes con el otro. Cerraron los ojos con suavidad, sintiendo su suave respiración como el suave golpeteo de sus corazones.
-Lo sé, sé muy bien porque Lucia se encuentra a mi lado, es la misma razón por la que soy egoísta y no me he ido de tu lado -Murmuro el joven de cabellos rojos.- Porque al igual que eres la oscuridad que protege la luz, yo seré la luz que guía a la oscuridad
-Me parece bien
Una suave risita se escucho en ese momento. Lucia, sintiendo su cuerpo un poco más pesado, dejo salir un suave suspiro al sentirse cobijado en aquellos brazos, en aquella tierna calidez de la que, al poco rato, abrió los ojos un tanto somnoliento y soltar una risita al ver una de sus manos siendo tomadas con fuerza por Hiro que se encontraba durmiendo a su lado. Aquel rostro tranquilo y maduro del que era dichoso de ver todos los días. Sonrió aun más en ese momento para acercarse al pecho contrario y esconderse en aquel cuerpo que sin duda, lo atrapo en ese instante.
Grandes carcajadas se escucharon en ese momento mientras más se escondían entre las sabanas de aquella cama. Una vez ocultos, se miraron a los ojos. Los rubí de Lucia contra los ámbar de Hiro. Si pudiera detener el tiempo, sería justamente en ese momento. Donde la mañana había llegado ya y lo primero que ve, es a Ryugasaki Hiro a su lado.
-Buenos días, Lucia
-Buenos días, Hiro
Agradecía cada día por despertar de esa manera. La soledad y la tristeza se fueron desde hace mucho tiempo que ahora, solo disfrutaba de aquella agradable compañía como el suave palpitar de su pecho. Aquella gran sonrisa que ahora aparece en su rostro, puede decir que tiene nombre y apellido. Aunque pensándolo bien, no sería bueno detener el tiempo, porque no sería capaz de disfrutar de momentos como este. No podría disfrutar del adulto que se convirtió y mucho menos, podría dar un suave beso en los labios como en ese momento estaba haciendo.
Compartieron una risita antes de salir de las sabanas y quedarse un rato acostados antes de iniciar su día con sus obligaciones. Querían olvidar todo lo que no era importante y quedarse un rato más de esa manera. Dejando fuera de aquella habitación las preocupaciones y dejando entrar esos tiernos sentimientos que serán eternos.
¡Muchas gracias por leer!
¡Ya quiero que sea abril para la próxima temporada de Shadowverse! Quiero ver un poco más de nuestros protagonistas viejos como los nuevos. ¡Necesito ver más! Pero en lo que llega esa nueva temporada, aquí me verán subir nuevas historias.
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¡Nos vemos a la próxima!
Atte.: AnZuZu Dragneel
Fecha: Domingo 21 de Enero de 2024