IZON SHŌ
Kimi ni
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"Adicción, a ti"
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Anexo I
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Las tardes se hacían cada vez más largas. Kagome lo sentía en el aire, en las personas que transitaban junto a ella, en el modo en que sus pensamientos se congestionaban y la dirigían hacia una única placentera y obsesiva idea; InuYasha.
Le resultaba cada vez más difícil dejar pasar las dos semanas que se habían propuesto como espacio entre visita y visita de uno al otro. Él había regresado a Nakano hace casi dos semanas; un par de días después de aquel reencuentro que los había mantenido encerrados en cuatro paredes todo el tiempo que estuvo en Tokyo. Ahora era ella la que viajaría, por un fin de semana, y aunque no sabía si conseguiría terminar con el trabajo que le habían impuesto este mismo día, tenía claro que no perdería la posibilidad de verlo y abrazarlo y besarlo como si fuese el único alimento posible para su famélica alma.
Ante ese deseo fue que Kagome comprendió que las horas también se le estaban haciendo eternas, no sólo las tardes, y el callejón de sus pensamientos únicamente tenía una luz posible; allá, al final.
El apartamento en que vivía le resultaba agradable, le daba la luz suficiente como para sentir que el invierno no era tan dramático como de habitual; o quizás fuese el recuerdo de InuYasha paseándose por la estancia, apenas cubierto con la ropa interior y ocasionalmente con una toalla. Kagome suspiró ante el recuerdo agridulce de su presencia. Lo sentía como algo atesorado y a la vez notaba la miseria de la soledad instalada sobre sus hombros como un oni que le quitaba la energía.
Nada más quitarse los zapatos, comenzó a buscar en su bolso el teléfono para llamarlo. Lo encendió y pudo ver la fotografía que escogió de las manos de él, decorando un plato de ramen con los palillos. Para cualquiera que viese esa imagen en su pantalla, ésta no pasaría de ser la foto casual de un cocinero, sin embargo para ella tenía el aderezo de la semi desnudez de InuYasha en ese momento y de lo deliciosa que le había resultado la comida a su lado aquella noche.
El tono de llamada le resultó incluso melodioso y el corazón se hizo eco de él, hasta que Kagome escuchó la voz que ansiaba.
Hola, chica de todos los días —lo escuchó decir y sonrió como habría hecho una adolescente ante las palabras del chico que le roba el corazón. Entonces comprendió que no es muy diferente, sólo la distancian de aquello unos cuántos años.
—Hola, chico de todos los días.
La respuesta estaba cargada de la emoción que sintió y que se elevó aún más cuando lo escuchó reír.
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N/A
Aquí le comparto el primer drabble de una especie de "vistazo" a lo que continúa para InuYasha y Kagome de IZON. Amo a esta pareja y espero que disfruten de ella.
Un beso.
Anyara
