Capítulo 8: Haciendo nuevas amigas.

Elvira y Severus se despertaron casi a la vez, se arreglaron para la cena y se sorprendieron cuando vieron que salieron casi a la vez de sus habitaciones.

-Vaya Severus, parece que nos hemos sincronizado para ir al comedor. - El maestro de pociones elevó una ceja.

-¿No dicen que las grandes mentes piensan igual? Aquí está la prueba. - Elvira se reía.

-¡Sí que eres modesto, Snape!

-¿Acaso miento?

-No, pero será mejor que no presumamos de nuestra inteligencia superior…para no generar envidias.

Severus le dedicó una sonrisa y le ofreció el brazo de nuevo para escoltarla. A Elvira le parecía algo un tanto anticuado, pero conociendo a Severus y sabiendo que no era muy dado a buscar contacto físico con nadie, prefería no rechazarlo, en él lo encontraba un gesto muy tierno y agradable. Llegaron al comedor y ya estaba allí todo el personal. Se sirvió la cena y estuvieron charlando sobre cómo había ido el primer día de trabajo previo al curso escolar y lo que habían planeado para esa noche. Cuando terminaron el postre las mujeres se despidieron y fueron a la habitación de Minerva, Elvira se fue después de despedirse de Severus diciéndole que lo echaría de menos, lo que provocó algunos codazos entre los hombres.

Noche de chicas.

La noche empezó para las mujeres del personal en la habitación de Minerva. Allí se reunieron todas, la sala de estar de Minerva era grande y acogedora, así que entre Minerva y Hermione ampliaron los cómodos sofás para que pudieran echarse y charlar informalmente, a Elvira se le ocurrió agrandar un par de pequeños cojines que estaban en los sillones de Minerva, y ahora había unos cómodos y enormes puffs para echarse allí. Poppy alabó su iniciativa:

-Buena idea Elvira, seguro que a Minerva le gustaría dormir en uno de éstos en lugar de en su cama… a su parte de gato seguro que le vuelve loca… lo único es que igual le da lumbago…aunque lo niegue, ya está mayor.

Minerva se enfadó y le lanzó un cojín de manera juguetona.

-¡Mira quién fue a hablar de estar mayor! Para quien no lo sepa, aquí mi amiga Poppy es 2 años mayor que yo.

-Sí, pero me conservo mejor.

-¡Oh, cállate ya!

Estuvieron jugueteando un rato bajo la mirada sorprendida de Hermione y Elvira, Pomona les dijo:

-No les hagáis caso, están siempre igual, lo que pasa es que con los hombres delante se cortan…por eso quedamos sólo mujeres, termina siendo más divertido, ¿No creéis?

-Pues sí, tienes toda la razón, Pomona.

Minerva después de ir un momento a su despacho a dejar unos papeles que le dejó Dumbledore durante la cena, para revisarlos al día siguiente, dijo:

-Muy bien señoritas, ya he dejado los deberes de mañana en el despacho, ¿qué tal si vemos lo que hay en mi mueble bar y brindamos?

Pomona dijo abriendo el mueble:

-¿Qué os parece si preparo unos cócteles? -¿Sabes hacer cócteles?

Preguntó una sorprendida y, aún inocente, Hermione.

-Por supuesto, querida, ¿no os he contado nunca que tuve un novio muggle? Era barman y me enseñó a hacer mojitos, margaritas, piñas coladas… por no hablar que me descubrió los orgasmos múltiples…

Hermione se ruborizó y todas las demás reían a carcajadas y aún no habían bebido nada.

Cuando Pomona sirvió unas copas y empezaron a charlar y bromear, entonces Hermione dijo a Elvira:

-¿Por qué no traes el televisor? Me gusta la charla pero he pasado el verano con Harry y Ginny y llevo meses sin ver una película y es una de las cosas que más me gustan.

Entonces dijo Minerva:

-¡Esa es una idea genial! Elvira ¿Necesitas ayuda para traerlo aquí, alguna de nosotras puede acompañarte.

Elvira contestó:

-Gracias, Minerva, pero no es necesario, los puedo encoger y guardarlos en un pequeño maletín, así lo llevaba en mi baúl. Traeré también las palomitas, ¿Os gustan saladas o con mantequilla? Mejor traigo de las dos.

-No hace falta que traigas también las palomitas, ya vas a traer el televisor, se lo puedo pedir a mi elfo.

-No es molestia, Minerva querida, siempre llevo un buen cargamento de palomitas para microondas bajo un encanto conservante en el fondo de mi baúl.

Hermione dijo:

-Pero si son para microondas no las podremos preparar.

-Claro que sí, una vez se me rompió el microondas cuando vivía cerca de Boston, no podía en ese momento comprar otro y probé con un hechizo de calor…¡quedaron mejor que usando un microondas! Ya veréis.

Les guiñó el ojo y le dijo a Hermione.

-De las que estamos aquí, Hermione, tú eres la única que ha visto películas, ¿vienes conmigo a elegir una o dos cintas?

A todas les pareció bien que fueran ellas a elegir la película, mientras ellas moverían los muebles de Minerva para hacer sitio para el televisor y Hellen se ofreció a ir a las cocinas a buscar unos cuencos para las palomitas y algunos dulces.

Elvira y Hermione entraron en su habitación y mientras Elvira fue a su dormitorio a por su maletín para el televisor, el vídeo y la mesa donde estaba, cuando volvió Hermione estaba fascinada mirando su colección de libros y películas.

-¿Hay algo que te guste?

Hermione se volvió y dijo:

-Disculpa por cotillear…tienes una colección de cine clásico de terror genial. Podríamos llevar el Drácula de Bela Lugosi y La Novia de Frankenstein. Para empezar, otro día podría ser algo más aterrador.

-Ok, no vaya a ser que se nos traumatice todo el personal femenino.

Se miraron la una a la otra y empezaron a reír. Elvira metió su televisor en la maleta y cogió las dos películas, después cogió tres paquetes de palomitas saladas y otros tres de mantequilla, lo encogió y lo guardó todo en su maletín. Después se le ocurrió una idea.

-Hermione, ¿Qué te parece si le sugerimos a las chicas una fiesta de pijamas? Podríamos ponernos el pijama y ver la película y después podríamos seguir bebiendo y charlando, según lo que bebamos podríamos dormir allí, o volver cada una a nuestra habitación, ¿Qué opinas?

-¡Oh, esa es una idea genial! Vamos a ver qué opinan las demás.

Llegaron rápidamente a la sala de estar de Minerva, les sugirieron su idea y todas se mostraron entusiasmadas, Minerva dijo:

-¡Es una idea estupenda! Será como cuando estudiábamos aquí y conseguíamos meter una botella de whisky en los dormitorios, ¡Qué juergas nos montábamos entonces!

Entonces Poppy estaba bebiendo un sorbo de su mojito y le dijo a Minerva:

-Me sorprende que aún te acuerdes de esas juergas, fueron hace tantísimos años…

Minerva le dijo:

-Pero serás zorra, ¡como si tú tuvieras 20 años!

Volvieron las risas y fueron todas a buscar sus pijamas para cambiarse allí mismo…no les apetecía cruzarse con Filch en pijama…era viejo pero siempre había sido un poco pervertido.

Elvira volvió rápido de buscar su camisón y su bata y mientras las demás se cambiaban ella instaló el televisor y el vídeo con su mesa y todo, le enseñó a Hermione a hacer las palomitas para que le ayudara. Ya estaban todas con su ropa de dormir, estaban las palomitas recién hechas, habían decidido ver las dos películas que trajo y les advirtió que no se asustaran, que todo era ficción y que nada saldría del televisor. Estuvieron viéndolas mientras comían palomitas y se llevaban algún que otro susto, pero con el puntillo que tenían con los mojitos que había preparado Pomona, había casi más risas que sustos. Todas se lo estaban pasando en grande, cuando terminó la segunda película, recogieron un poco los cuencos y los vasos vacíos, para no darles trabajo extra a los elfos al día siguiente.

Se sirvieron unas últimas copas, estaban comentando lo que les parecieron su primera experiencia con el cine, cuando de pronto Rolanda, a la que se le soltaba la lengua con el alcohol, le preguntó a Elvira:

-Oye Elvira, desde que llegué aquí tenía ganas de preguntarte algo, ¿Qué le has hecho a Severus? Madre mía, dices que lo conociste cuando estuviste un curso en Hogwarts y que él estaba en último curso y tú en quinto…yo en aquel entonces estaba en segundo, pero de verdad era cierto lo que escuché aquel año? -¿Qué escuchaste?

Preguntaron todas al unísono con los ojos como platos…Rolanda sonreía maliciosa.

-Los Gryffindors decían que erais novios y que, según le dijiste a Sirius cuando lo rechazaste, no te interesaba saber nada de él porque Severus no sólo te parecía más atractivo, sino que te tenía muy satisfecha con la gran serpiente escondida en sus pantalones…

Elvira se echó a reír con todas las demás. Cuando consiguieron parar de reír, Elvira les dijo:

-A ver, le dije a Sirius que me dejara en paz y seguía insistiendo, así que le dije que era novia de Severus y por eso pasábamos mucho tiempo juntos. No era cierto, pero por lo menos así me dejarían en paz esos pesados…además sabía que a Severus no le importaría, él sabía lo mucho que me fastidiaba que esos tontos me persiguieran, me decía que si en algún momento necesitaba ayuda le avisara. Lo del tamaño de "su serpiente" no lo sé, y sigo sin saberlo, pero Sirius era tan pesado que sólo se me ocurrió esa excusa.

Todas volvieron a reír, Minerva dijo:

-Sé que eran muy pesados contigo, pero no sabía que tuviste que inventarte un noviazgo con Severus para que te dejaran respirar.

-A ver, que si Severus no hubiera sido en ese tiempo tan tímido seguro que ahora os podría describir su "serpiente" con todo lujo de detalles.

Todas volvieron a reír a carcajadas. Ésta vez intervino Hellen:

-¿Cómo es que te hiciste amiga de Severus entonces? ¿Siempre ha sido como es ahora? Lo tuve como profesor de pociones en mi último curso y luego fui a la academia de aurores, llegué aquí tras la caída de Voldemort y cada vez tiene peor carácter…cada vez que te veo con él me pregunto si le has hechizado de alguna manera.

Hubieron risitas y Poppy dijo:

-Sí, cuenta, ¿qué le has visto a nuestro querido murciélago para estar siempre pegada a él? Y no sólo por trabajo…

Elvira contestó:

-Siempre me ha gustado mucho, la verdad, me gusta su físico y su inteligencia, además es uno de los pocos hombres que tienen en cuenta mi opinión y hablan conmigo mirándome a los ojos en lugar de a las gemelas.

Elvira hizo un gesto, se señaló los pechos que asomaban por encima de su camisón de seda negra escotado…todas estallaron en carcajadas. Se estaban riendo como locas. Cuando Minerva recuperó la compostura le dijo:

-Y bien, no has contestado a todas las preguntas, ¿Le has hechizado o algo? Conozco a ese hombre desde que tenía 11 años y nunca lo he visto comportarse con alguien como contigo, sólo con Lily…y entonces era un niño, luego tuvieron una pelea un par de años antes de que vinieras, no se acercó a nadie hasta que tú llegaste ese curso, así que algo debiste hacerle.

-De verdad, no le hice nada, simplemente me gustó y me acerqué a él… y como él decía entonces, no era como las otras chicas que sólo hablan de estupideces, supongo que me gané su amistad.

Pomona intervino:

-¿Ganarte su amistad? Hiciste un milagro chica…tal como os vemos durante las comidas y paseando por los pasillos, en la próxima reunión de chicas nos podrás contar si es verdad que Severus tiene un "arma oculta de gran calibre".

Todas volvieron a reír como locas. Entonces Minerva cambió de tema y le preguntó a Hermione:

-¿Y a ti cómo te va con Ron, querida?

Hermione se ruborizó hasta las orejas.

-Hemos roto, me ha dejado por Lavender, porque quiero esperar para casarme y tener hijos, quiero hacerlo algún día, pero aún me parece que soy muy joven para pensar en eso.

Todas se quedaron estupefactas. Minerva vio que la joven estaba a punto llorar:

-¡Oh, cariño! no lo sabía.

-Nadie lo sabe, por eso vine esta semana en lugar de la semana que viene como habíamos hablado.

Minerva la abrazó con cariño y le dijo acariciándole el pelo rizado:

-Tranquila pequeña, si deja escapar a una chica maravillosa como tú por esa mema es que no te merece. Además siempre he pensado que eres demasiado buena para él.

Elvira dijo:

-Mira, no conozco a Ron en persona y a ti te conozco desde hace sólo unos días, pero si deja escapar a una chica bonita, inteligente y agradable como tú para irse con otra es que debe ser muy idiota.

Todas le dieron la razón a Elvira, Hermione se levantó y fue a abrazar a Elvira que se sintió muy enternecida, le devolvió el abrazo y le dijo:

-No te preocupes que seguro que hay por ahí algún chico maravilloso que apreciará de verdad todas tus cualidades…y cuando tú quieras tendrás unos niños preciosos e inteligentes…porque con ese cenutrio seguro que hubieras tenido los niños más tontos del mundo. Y mientras decides si quieres asentarte o no, te puedo llevar al Londres muggle de marcha y a ver si te ligas a algún muggle como el barman de Pomona.

Todas volvieron a recuperar el buen humor, se reían como locas.

Entonces fue Rolanda la que cambió de tema:

-Ahora te toca a ti Hellen. Cuéntanos, ¿Qué te traes con Yoshi?

Hellen Kingston se ruborizó ligeramente.

-Nada, me cae bien y tenemos cosas en común, hemos charlado un poco, pero nada más…

Rolanda siguió:

-Vamos, seguro que a él le gustas, seguro que quería quedarse con nosotras porque estabas tú…ya nos contarás en la próxima noche de chicas.

Le guiñó un ojo y todas, incluida Hellen, se echaron a reír…ahora fue Elvira la que habló: -Bueno, señoras, aquí están preguntando a las jóvenes, pero y vosotras qué, ¿Tenéis a alguien que os alegre los bajos?

Minerva por poco se atragantó con el mojito que se estaba bebiendo en ese momento, todas se echaron a reír incontroladamente. Cuando recuperó el aliento, Minerva dijo:

-¡Ay querida! Ojalá hubiera alguien, por eso os preguntamos a vosotras, vivir en este castillo es muy aburrido y tenemos poca acción.

-Habla por ti, Minerva. Que Hagrid últimamente no te hace caso.

Dijo Poppy avergonzando a Minerva. Todas se quedaron sorprendidas y preguntaron a la vez:

-¿En serio? ¿Con quién estás Poppy?

-Con el hermano de Albus.

Intervino Elvira:

-¿Con el tío Abe?

Preguntaron todas a la vez:

-¿Tío?

-Sí, es que Albus no quería que se supiera para que no se pensara que había enchufe para darme este trabajo, pero mi madre es familia lejana de los Dumbledore, prefirió decir que no teníamos ningún parentesco para que no se pensara mal de mi.

Minerva le dijo:

-Tranquila querida, que eso no nos va a influir, nos gustas mucho independientemente de tus parientes.

Todas estaban de acuerdo, eran ya cerca de las dos de la mañana y muchas estaban empezando a notar la flojera del alcohol y el sueño estaba a punto de vencerlas… Minerva dijo:

-Bueno chicas, qué tal si nos vamos a dormir ya.

Decidieron quedarse allí, transformaron los cojines que encontraron en cómodas camas para todas, Elvira recogió el televisor y el vídeo para hacer más sitio, incluso Minerva se quedó allí con las demás, se durmieron rápida y profundamente y nadie se despertó en toda la noche. Además podían levantarse tarde, todo el personal había decidido tomarse libre el día siguiente y recuperarlo más adelante… Elvira fue la última en quedarse dormida, estaba esperando a que las demás estuvieran dormidas para quitarse el camisón y dormir más cómoda…además de que no paraba de preguntarse qué estaría haciendo Severus…

Salida de chicos.

El personal masculino, incluido Albus, tras la cena fueron al exterior de Hogwarts, Albus propuso aparecerse cerca de Las Tres Escobas, podría ser peligroso usar un carro a la vuelta si ninguno iba muy sereno…ya verían lo que harían para volver. Severus ya estaba exasperado y aún no habían salido. Les dijo:

-Si queréis, he traído pociones de sobriedad, cuando salgamos de allí nos las tomamos y volvemos igual que nos fuimos.

Albus le dio una palmada en la espalda a Severus:

-Ése es mi chico, siempre preparado.

Severus lo miró con fastidio.

-No lo hago por vosotros, es que no quiero cargar con un montón de borrachos ridículos como otras veces.

Todos se rieron de su agria respuesta aunque a él no le hizo gracia…ojalá se hubiera podido quedar con Elvira viendo una película de Bela Lugosi… pero sólo serían unas horas y podría volver a su habitación a dormir. Echaría de menos a Elvira toda la noche…

Ya decididos esos detalles, se aparecieron en el punto de aparición acordado. Entraron y fueron recibidos amablemente por Madame Rosmerta, que enseguida los acompañó a su mesa, Albus le había enviado esa tarde una lechuza para avisarle de sus planes. Se sentaron todos y pidieron la primera ronda de whisky. Severus se tuvo que sentar entre Hagrid y Yoshi, Albus estaba frente a él entre Filius y Longbottom, aún faltaban por llegar los profesores de Aritmancia y de Astronomía y Runas Antiguas, pero el de Aritmancia y el de Runas eran unos tipos muy aburridos y nunca se apuntaban a las salidas en grupo, incluso Severus iba... pero iba porque no quería que Albus se pusiera aún más pesado de lo que ya era. El profesor de Astronomía por lo general pasaba todas las noches en la Torre de Astronomía. Así que aunque estuvieran en el castillo hubieran sido sólo ellos.

Estaban todos ya empezando a beber la segunda ronda, cuando pasaron de contar sus vacaciones de verano entre bromas a charlar sobre las novedades del próximo curso. En ese momento, Hagrid puso una mano sobre el hombro de Severus y dijo bastante alto:

-Aquí nuestro afortunado profesor de pociones es el que disfrutará de un gran curso con una ayudante tan atractiva. ¿Dónde le has conseguido una ayudante así, Albus?

Severus lo miró como si quisiera matarlo. Albus miró al semigigante y le dijo:

-Hagrid, no la contraté sólo por su aspecto, está muy preparada para el trabajo, como sabéis todos, estuvo un curso en Hogwarts y ella y Severus se hicieron muy amigos, así que era perfecta para el puesto, no sólo era inteligente y ayudaría a Severus en sus obligaciones, era una de las pocas personas que él soporta.

Todos lo miraban ahora mientras Severus apartaba la mano de Hagrid de su hombro un tanto malhumorado, diciéndole que tuviera cuidado, que ese era el lado de la cicatriz.

-Lo siento, profesor, no me había dado cuenta.

Severus suspiró aún con el ceño fruncido.

-Está bien, procura no tocarme de nuevo.

Siguieron hablando de Elvira, Albus les contó que ya que parecía gustarles, que era una bisnieta de una prima lejana suya que se casó con un norteamericano. Aunque Severus pensaba que dejarían de hablar de ella, pero siguieron diciendo que era tan simpática y divertida como hermosa, Severus sufría echándola de menos, entonces Filius le preguntó a Longbottom donde iba tan cargado esa mañana, había ido al invernadero de Pomona a llevarle unas semillas que ella le había pedido que le trajera de su viaje a Italia y lo vio saliendo con una caja del invernadero. Longbottom le contestó:

-¡Ah, sí! Fui a llevar al aula de pociones los ingredientes que se necesitaban del invernadero estuve un rato en el almacén ayudando a Elvira a ordenarlos. Yo le iba pasando los botes de ingredientes y ella se subió a un taburete para poner los que iban en las baldas superiores de la estantería.

Severus miró a Neville para que dejara de hablar, el chico al ver la mirada que le lanzó su antiguo profesor se calló de inmediato. Hagrid, que estaba bebiendo esa noche más que ninguno ya estaba bastante achispado y soltó:

-¿Y qué más chico? Se dio la vuelta y pudiste ver de cerca esas pedazo de tetas?

Severus casi escupe su bebida porque lo pilló bebiendo y le lanzó una mirada furibunda a Hagrid, Yoshi parecía avergonzado y de todas formas esa noche habló poco, Filius estaba intentando no reírse por esa salida de tono tan grosera, Longbottom estaba completamente abochornado y Albus miró a Hagrid completamente enfadado.

-Por favor, ¡Rubeus compórtate! Sabes que no permito tales groserías.

-Lo siento, señor director, sabes que cuando bebo muchas veces no sé lo que me digo.

Severus no se pudo contener y contestó:

-Elvira es algo más que una mujer preciosa con unos grandes pechos, espero que a partir de ahora la respetéis como es debido.

Todos se quedaron muy callados, casi se les pasó la borrachera de la impresión, todos en el castillo sospechaban que a Severus le gustaba Elvira…ahora estaban prácticamente seguros de que estaba enamorado de ella.

Después de esa pequeña conmoción cambiaron de tema a hablar de quidditch, pidieron otra ronda, cuando Rosmerta fue a llevársela, se puso al lado de Severus, y le dijo:

-Oye Snape, esta tarde estuvo una amiga mía en Madame Malkin y me dijo que te vio allí con una mujer muy atractiva, con la que te vio reír a carcajadas…no me digas que tienes novia, ¡Qué calladito te lo tenías, sinvergüenza! Tráela por aquí y me la presentas, os invitaré a una copa de un vino buenísimo que me han mandado hace poco.

Severus se quedó aún más pálido y conforme hablaba se le iban enrojeciendo un poco las mejillas.

-No es mi novia, es una buena amiga y mi nueva ayudante.

-Disculpa Snape, es que cuando me dijeron que te reías con ella lo primero que pensé es que sería tu novia, es natural, aún eres joven y, si me lo permites, atractivo.

Antes de que pudiera reaccionar nadie en la mesa Rosmerta ya se había ido.

-Vaya Severus, levantas pasiones.

Dijo Filius sin mala intención. Todos rieron menos Severus que seguía serio. Entonces se desvió el tema al interés que alguno había notado por parte de Yoshi hacía la profesora Kingston, el chico se ruborizó un poco y dijo que sólo le caía bien, que acababa de conocerla y era pronto para decir si le gustaba o no. Después el otro joven fue el objetivo del interrogatorio de los mayores más habladores.

-¿Y tú qué Neville? ¿Sigues con Luna?

-No, lo dejamos hace meses, casi un año, yo quería estudiar con la profesora Sprout y ella quería irse a trabajar con criaturas mágicas, además ya no era lo mismo, nos dimos cuenta de que nuestra relación era mejor cuando sólo éramos amigos, seguimos siendo amigos y nos carteamos, ahora está en Brasil. Así que soy libre como el viento.

A Neville el whisky le soltaba un poco la lengua. Así que dijo:

-¿Y los veteranos solteros qué? Filius sé que está casado, pero los demás no tengo ni idea de si tienen alguna dama esperándolo en casa.

Severus lo miró sorprendido, sí que se volvía descarado ese bobo de Longbottom con un par de copas. Severus dijo rápidamente:

-No esperes que os cuente mi vida privada Longbottom.

Albus miró a Longbottom y dijo:

-Como comprenderás, no dispongo de tiempo para tener relaciones con mujeres, dirigir Hogwarts es un trabajo muy exigente.

-Sobretodo porque no existe una mujer que sea tu tipo, ¿verdad Albus?

Todos se quedaron estupefactos ante la salida de Severus…

-Vamos Albus, no te preocupes, no es ningún secreto y nadie te juzga en esta mesa.

Albus sabía que todo era cierto, la sorpresa se debió a que fue Severus quién lo dijo, pero todos sabían que Albus era homosexual.

Entonces Hagrid, del que no se habían dado cuenta que llevaba toda la noche ahogando sus penas en alcohol, a pesar de sus comentarios soeces, empezó a hablar:

-Salí un tiempo con Olympe, pero no funcionó por la distancia y, llevo un par de años tonteando con la profesora McGonagall, pero aún no hemos concretado nada en serio, pero creo que si yo no doy el primer paso la perderé, lo sé, soy un cobarde.

Aquí Hagrid estaba casi lloriqueando, Severus estaba ya un poco harto, miró la hora, vio que eran casi las 12, sabía que en poco tiempo Rosmerta iría a decirles que era hora de cerrar.

-Bueno caballeros, antes de que tengamos que medio arrastrar a un semigigante lloriqueante o que nos echen de aquí, será mejor que nos vayamos.

Los demás miraron la hora y estuvieron de acuerdo. Pagaron la cuenta y salieron dando algunos tumbos así que antes de llegar al punto de aparición Severus les dijo:

-Caballeros, ¿Están bien para aparecerse o necesitáis una poción de sobriedad?

Todos decidieron que lo mejor era tomarse la poción, después de todo no es buena idea aparecerse estando borracho. En unos segundos estaban en la puerta de Hogwarts. Hagrid fue a su cabaña, los demás entraron en el castillo y cada uno fue a su habitación. Severus estaba a punto de llegar a su puerta cuando miró a la puerta de Elvira y estuvo tentado de entrar a ver si estaba allí, aunque lo dudaba. Seguro que aún estaba con las demás. Entonces pensó en ir a la habitación de Minerva a ver si necesitaban algo para la resaca para el día siguiente. Fue allí y se dio cuenta que no habían silenciado la habitación, supuso que lo olvidaron, iba a llamar pero escuchó un montón de risas descontroladas y femeninas, decidió que era una tontería y, en realidad, una excusa porque lo único que quería era ver a Elvira y darle las buenas noches.

Volvió rápidamente a su habitación, se dio una ducha en un momento, no estaba sudado pero el pelo le olía a tabaco, se lavó los dientes y se acostó. Puso un aviso en sus protecciones a las 8:30 y se dispuso a dormir, le tranquilizó saber que ella se lo estaba pasando bien, estaba deseando verla al día siguiente, se durmió pensando en la mañana siguiente.