CAPÍTULO 8: CONFESIONES
Perséfone dio un bocado a la manzana que tenia en su mano, y miró a su hermana. Sabia perfectamente que le iba a sermonear.
Meg miró a su hermana. tragó saliva y se dispuso a hablar. No iba a ser nada fácil contarle lo que le tenía que contar, pero era necesario para que supiese con quien estaba tratando. Ese dios de ojos dorados no era tan bueno como ella creía.
-¿ A que estás jugando Per?.Esto es más serio de lo que crees.-
La joven rubia habló:- Se que piensas que es malo… pero…-
Su hermana no le dejo continuar.-Es un embaucador. Te tiene engañada con sus sonrisas y sus trucos baratos, pero es ruin, déspota, egoísta…- ¡ Ya basta!- A Perséfone le hervía la sangre al oir hablar asi de Hades.-Sé que lo del asunto titán no estuvo bien, pero lo ha pagado con creces. Además¡Tú no lo conoces!-
Meg sonrió con amargura.-Por desgracia lo conozco muy bien.
Su hermana arqueó una ceja. Esa respuesta no se la esperaba. -¿ Que quieres decir?-
La mueca de Megara se transformó en una cara seria.-Yo he trabajado para él. He sido su secuaz, y he hecho cosas horribles.-
La manzana que la muchacha de ojos azules sostenía entre sus manos cayó al suelo.-¿Cómo?-
-¿Recuerdas a ese idiota de Adonis? Cuando le mató el jabalí y corriste a buscar ayuda invoqué a Hades. Le vendí mi alma a cambio de salvarle. Y el desagradacido de Adonis me dejó por Helena.- Meg bajó la mirada. su pasado era algo de lo que se avergonzaba.
Seph miraba a su hermana casi sin pestañear. no se imaginaba a su perfecta hermana de esbirro de nadie, y mucho menos haciendo cosas horribles.
La prometida de Hércules levantó la vista, y sintió una punzada de dolor al ver como Perséfone la miraba.
-Así conocí a Hércules. Hades queria matarle porque era lo único que podía evitar que consiguiese el Olimpo. Me utilizó para ver cual era su debilidad y derrotarle, y acabé enamorándome de él.-
Seph no daba crédito a lo que le había contado su hermana. Le había mentido. Y Hades también. No técnicamente, pero si le había contado lo del incidente titán y no le había dicho que Meg trabajó para él,le estaba escondiendo la verdad. Y para Seph eso era como mentir.
-Le hizo hacer un trato sellado a Herc. Yo no sufriría ningún daño si el le daba sus poderes. Pero al final me arrepentí, y ayudé a Hércules. Cai herida de gravedad, y Herc recuperó sus poderes. Venció a los titanes y me rescató del mundo de los muertos. Él fue el que le dio el puñetazo a hades que hizo que estuviese durante meses atrapado en el rio de los muertos.
La joven rubia seguía sin abrir la boca. No se imaginaba al dios con el que había pasado una noche tan especial, siendo el dueño del alma de su hermana y utilizándola para conquistar el Olimpio. No parecía que estuviesen hablando de la misma persona. ¡Santa Hera!¡Si había arriesgado su vida para salvarla de un cracken!
-Per…¿ que clase de relación tenéis exactamente?-
Esa era una buena pregunta. la muchacha había vivido tan intensamente aquello que fuese lo que tenían, habían sido tantas emociones y sentimientos nuevos, en tan poco tiempo, que apenas le había dado tiempo a pensar que era exactamente lo que ellos tenían. Algo había, estaba claro. Ella había sentido la conexión desde el principio, y luego simplemente se había ido desbordando todo. No esperaba que las cosas hubiesen sucedido tan rápido. no era la clase de chica que se iba con alguien a la primera de cambio, y sin embargo con el dios de los muertos todo era tan fácil, había salido todo de manera natural, sin forzarlo. Si su hermana supiese que había perdido su virginidad con él…
-Tengo que irme- Dijo la joven rubia.-Lo siento. la verdad es que ni yo misma lo sé.-
se levantó y dejo a una cabizbaja Meg, que no sabía que le hacia más daño, si ver la decepción en los ojos de Per por lo que había hecho en el pasado, o el dolor que vió al pensar en lo que tenía con hades.
En el Inframundo:
Hades se despertó. No sabía cuantas horas llevaba durmiendo. Hypnos sabía hacer bien su trabajo. Aspiró la almohada, todavía olía a ella… y se sorprendió a si mismo cogiendo la almohada donde había dormido la mortal y enterrando la cara en ella.-¿ Pero qié estoy haciendo?-Tenía muchas cosas en que pensar, no podía holgazanear en la cama aunque fuese lo que más le apetecía en estos momentos.
Se vistió y tras un café rápido caminó hacia el tártaro para liberar a Hécate. A fin de cuentas la diosa tenía trabajo allí. Aunque tendría que tenerla bien vigilada, estaba seguro que estaba detrás de todos aquellos sucesos extraños que pretendían incriminarle. Pero lo peor había sido liberar al craken. Esa estúpida bruja había estado a punto de matarle, pero lo que más hacía que le herviese la sangre es que hubiese utilizado a Seph para hacerle daño. no dejaba de ser irónico, él una vez utilizó a Megara para dañar al tocinito de cielo. Aún retumbaban en su cabeza las palabras que un día le dijo a Meg..``Todos tenemos una debilidad´´´.
Hades pensaba que no tenía debilidades, y resulta que esa mortal era su debilidad.
Mientras caminaba pasó por el valle donde crecían las granadas. El fruto de los que encadenaba a alguien permanentemente a la muerte, al Inframundo. Aquello que podía convertir a Seph en un pequeño peón para su juego, y en una reina para él Se sorprendió.¿ había pensado en la hermana de Megara como su reina? Quizás por ese día era mejor dejar de pensar. Cuantas más vueltas le daba a todo más dificil y enrevesado se volvía.
Un sonido de sandalias aladas acompañado de una ráfaga azul cielo le sacó de sus pensamientos.
-¿Se puede saber que haces aqui?¿Te has perdido?- Preguntó el dios de pelo de fuego al mensajero de los dioses.
-No exactamente. Tengo buenas noticias para ti, o quizás sean malas. Según como lo mires.- Dijo el dios con una sonrisa.
-¡Dispara! No tengo todo el día.- Zeus ha decidido que tu y la señorita Perséfone podéis volver a asistir a las fiestas de compromiso de Hércules.-Genial, todo un detalle- Contestó Hades. Había conseguido librarse de ese muermo y ahora tendría que volver asistir. Cuando pensaba que las cosas no podían ser más complicadas todo volvía a enrevesarse.
-El viernes nos vemos grandullón. Aunque me alegra tu hospitalidad, debo irme a comunicárselo a tu novia.-
Y Hermés desapareció tan rápido como había llegado.
-¿Novia?-Hades no pudo evitar decir aquello en voz alta.¿Perséfone era su novia?
Pasaron tres dias. Tres dias en que todo había parecido normal. Meg se alegró mucho cuando se enteró que su hermana podía volver a asistir a las fiestas de los era una buenísima noticia. Podía ser el comienzo de la redención de Perséfone con el resto de dioses. Tras los acontecimientos que habían tenido lugar y ser vista con el dios del inframundo, Per no era muy popular entre ellos.
La hermana de Meg llevaba tres dias que iba de la casa de curación de Hipócrates a su cabaña. Incluso el médico le había dicho que necesitaba descansar. No había vuelto a hablar con Meg sobre su antiguo trabajo con Hades, ni sobre Hades en general. Se sentía como un fantasma, una espectadora. Sabía perfectamente que la joven de ojos violetas por las noches se asomaba a su cabaña aver si estaba. Iba con cualquier excusa y no podía ocultar su sonrisa de satisfacción cuando Perséfone le abría la puerta.
Seph tenía todo el dia libre. Hipócrates le habia dicho tras tres días en los que la joven no había salido de la casa de curación más que para dormir que se tomase libre el día siguiente. Incluso le amenazó con no abrirle la puerta si iba al dia siguiente a trabajar.
La mortal tuvo justamente lo que no quería, tiempo para pensar. Marchó al bosque a recoger plantas medicinales. Aquello la distraería de esa sensación de naúseas que le daba pensar que su hermana y el dios de los muertos habían estado asociados para destruir el Olimpo.y se dio cuenta que no solo le molestaba que el dios de pelo de fuego no se lo hubiese contado. Se dió cuenta que le molestaba que su hermana estuviese cerca de Hades en ese sentido.
Su plan de no pensar se había ido al garete. Incluso le pareció sentir una presencia muy familiar. Entonces también se dió cuenta que no era la primera vez que cierta presencia chocaba en esa zona del bosque con ella.
-Hades si eres tú sal de ahi.-
¡Hola de nuevo! Casi no me creo estar publicando otra vez después de 4 años. Debo confesar que hubo un tiempo en que pensé que no iba a poder terminar el fic. Debo pedir perdón por haber desaparecido de esta manera.
Probablemente muchos de los que en su dia lo siguieron no deben ni seguir aqui… y me da algo de pena.
He decidido continuar con este fic y darle el final que se merece.
Este capítulo quizás sea un poco más corto, pero no podia esperar a publicarlo.
Prometo seguir actualizando, ya no recordaba lo que disfrutaba escribiendo sobre esta pareja, y aunque en este capítulo en concreto no tienen interacción, prometo que el siguiente no os defraudará.
¡Nos seguimos leyendo!
