Última Esperanza
Capítulo trece: Primera alegría
Pasaron varios días.
Cada día era muy valioso, así que Tsukiku y Shizuku planearon unas vacaciones para que sus padres pudieran pasar más tiempo juntos.
Con la carita dulce de pulga manipuladora de Shizuku, no fue muy difícil de convencer a todos de tomarse unas dos semanas libres, sobre todo porque lo de Gabriel fue un fuerte golpe emocional y la verdad que tanto Kohaku como los Ishigami necesitaban algo de relajación.
Ahora que tenían a Senku como su aliado, era mucho más fácil planear estrategias para dejarlo pasando más tiempo a solas con Kohaku, aunque para ambas era algo frustrante que él no se atreviera a hacer nada demasiado directo.
—Pff, él siempre fue asquerosamente directo en todo, y ahora resulta que se le romperá una de sus delicadas uñas si le pone siquiera un dedo encima a nuestra madre. —Tsukiku bufó mientras preparaba su maleta para ir a pasar el fin de semana a la playa con Kohaku, los Ishigamis y varios de sus amigos.
—No seas tan dura con él, nee-chan —pidió Shizuku con una risa nerviosa—. Hace lo que puede, pasaron por muchas cosas difíciles. Además hace poco la besó y ella lo rechazó, así que tuvo que ser muy cuidadoso para recuperar su confianza y solo hoy por fin ya volvieron a sentirse cómodos el uno con el otro, eso debemos agradecerlo.
—Ah-ah, no, ni se te ocurra ponerte blanda con ellos ahora. Mañana es viernes, pasaremos dicho día al igual que sábado y domingo en la playa, y el lunes el viejo del tiempo nos volverá a contactar y preguntarnos si nos rendimos. O sea que para el domingo tenemos que estar absolutamente seguras de que esos dos van a estar juntos.
—¡Ja, pero si es obvio que vamos a lograrlo! —Shizuku rio despreocupadamente, como si no tuviera la menor duda—. ¡Ellos ya se gustan, solo tenemos que juntarlos! Y bueno, eso será difícil, p-pero… ¡lo vamos a lograr! —Alzó un puño con entusiasmo.
Tsukiku la miró con sequedad.
—A veces eres tan positiva que me das nauseas…
—¡Vamos, estoy segura de que esta salida a la playa será clave y así lograremos que mamá esté más cerca de perdonar a papá!
—¡Shh! Estamos en casa de personas a las que ya tuve que borrarles la memoria y no puedo borrárselas otra vez, por lo menos no andes gritando lo que no debes.
—Ups… lo siento. —Ella solo rio.
—Pulga irresponsable. —Tsukiku frotó sus sienes, pero acabo sonriendo—. En fin termina de empacar rápido, no olvides que debes ayudar a la abuela Lillian a preparar la cena.
—¡Sip! ¡Algo ligero para que nadie vomite en el viaje de mañana!
Tsukiku rodo los ojos, terminó de empacar y luego decidió ir a ver cómo iban sus padres.
Llegó a la sala, viendo que ambos estaban viendo una película ahora, a diferencia de hace una hora cuando estaban jugando videojuegos.
Por suerte, sus tíos parecían comprender que ellos tenían un lazo especial y en su mayoría los dejaban tener privacidad y darles tiempo a solas, aunque… a Tsukiku le gustaría que avanzaran mucho más.
Técnicamente solo les quedaba poco más de una semana antes de que se acabara el mes que el maldito viejo del tiempo les dio.
Por más que él les hubiera asignado un mundo donde sus padres tenían sentimientos del pasado envueltos en sus corazones, igual no podría perdonar a ese maldito anciano por frustrar sus planes desde el principio y encima torturarlas dándoles esta misión tan difícil y con tan poco tiempo para actuar.
¿Cómo lograrían que su madre perdonara todo el daño que el bobo de su padre le hizo por culpa del miserable de Gabriel? Su madre era una persona pura, sincera y de corazón bondadoso, pero lo que había pasado fue demasiado horrible y tendría todo el derecho del mundo a guardar rencor y odio hacia su padre, sin embargo…
A pesar de todo, Kohaku ahora mismo estaba allí, sentada en el sofá junto a Senku, con su cabeza apoyándose lentamente sobre su hombro.
Era una mujer demasiado buena… su padre no la merecía… en ningún universo… pero aun así, ellos estaban destinados a estar juntos… en cualquier realidad… incluso en aquellas en las que no lo lograban… incluso en aquellas en las que encontraban la muerte…
Era por eso que tenía que encontrar la forma de lograr que esos dos tercos estuvieran juntos, para poder traer a sus dos padres de regreso, porque se necesitaban el uno al otro.
Tsukiku, de niña e incluso de adolescente, siempre hizo muecas de asco al verlos demostrarse afecto, pero en el fondo le gustaba ver lo mucho que se amaban…
No podía traer solo a uno, no podrían soportarlo… lo sabía…
Tenía que encontrar la forma de que esto diera resultado, incluso si era ingenuo de su parte creer que fuera a pasar… debía intentarlo.
Al verlos tan acurrucados, sintió el impulso de hacer algo para fomentar el romance, pero… ¿qué? ¡El romance no era su fuerte, eso era cosa de la pulga!
Aunque bueno, ella tenía su novio con el que muy, muy de vez en cuando… solía tener momentos de romance.
¿Hacían cosas románticas en el sofá al ver películas? Bueno, hacían cosas no aptas para todo público en el sofá, pero ¿románticas? Nah, ellos no eran del tipo románticos, aunque a veces su novio se ponía cursi, pero…
¡Oh, lo tenía! Una vez, cuando fueron al cine y la película era tan aburrida que ella se estaba quedando dormida sobre el hombro de su novio, él le pasó la mano por los hombros y le besó la frente. Eso era romántico ¿verdad?
Pero ¿cómo haría que su padre hiciera una cosa así?
Podría enviar un nanobot que se metiera a su cerebro y controlara su cuerpo para… ¡Agh, no, no, nada de manipulación mental, eso era trampa! Y no era la mejor opción si quería hacer que su padre se pusiera los malditos pantalones de una buena vez.
Bueno, si no iba a usar una solución super tecnológica… bien podría intentar un simple truco de escuela primaria.
Mientras tanto, Senku podía notar a Kohaku casi durmiéndose en su hombro, cosa que lo hacía sentirse bastante complacido, ya que le gustaba que ella tuviera esa confianza con él.
Él también ya se sentía algo soñoliento, pero esperaría a que ella se durmiera para luego poder ser el que la llevara a su habitación… aunque ella le resultaba bastante pesada para sus débiles brazos, pero le gustaba aprovechar la oportunidad para tenerla en brazos aunque sea un breve momento.
De repente, un papelito cayo justo a un lado de su mano sobre el sofá.
Alzó una ceja y miró hacia atrás discretamente, viendo a "Yukiko" hacerle señas.
Literalmente le estaba haciendo lenguaje de señas, diciéndole que fuera discreto para que Kohaku no se diera cuenta.
Alzó más la ceja, pero volteó hacia Kohaku, que tenía sus soñolientos ojos fijos en la pantalla, pero pestañeaba lentamente como seña de que ya estaba a punto de dormirse en cualquier momento.
Volvió la vista al papelito y lo desdobló, viendo que tenía escritas instrucciones de lo que debería hacer para tener un "gesto romántico" con Kohaku.
Volteó incrédulo hacia la otra científica, que le hizo señas de que sabía que eso era una locura, pero era mejor que nada, y que debía ponerse los pantalones y actuar.
Exhaló aire con fuerza por la nariz, llamando un poco la atención de Kohaku que se frotó un poco los ojos y lo miró curiosa.
—¿Todo bien? —preguntó con voz ronca.
Él sintió su boca secarse, mirando a sus labios por un segundo, pero rápidamente apartó la vista.
La última vez que la besó fue un desastre, ¿quién decía que un beso en la frente no causaría el mismo efecto? ¡El plan de la Dra. Shichimi era terrible!
Pero… era muy tentador…
Quizás podría probar al menos… pasando un brazo por sus hombros…
Tragó saliva, levantando su mano lentamente hasta posarla en el hombro femenino, sudando frío, esperando el golpe o un grito o que se fuera corriendo otra vez o…
Se mordió el labio, sin querer ni mirarla, pero…
Todo lo que Kohaku hizo fue acomodarse más en el sofá y en su hombro, finalmente cerrando los ojos y quedándose dormida.
Él la miró con los ojos muy abiertos.
¿No habría golpe? ¿Sin bofetada, sin gritos, sin reclamos o sin alejarse corriendo? Eso era… buena señal…
Tomó aire y luego suspiro largamente, sintiendo un gran alivio.
—Muy bien hecho, galán de telenovela —susurró "Yukiko", acercándose lentamente—. Ahora besa su frente.
—¿Qué caso tiene? Está dormida. —La miró con sequedad.
—Tienes que dejar de ser un cobarde, eso te dará confianza. Está dormida, así que es tu oportunidad perfecta.
Senku se quedó en silencio un momento.
—No lo haré si me miras…
—Agh, como sea… pero más te vale hacerlo. —Ella decidió darle un voto de confianza y retirarse para dejarlo solo y a ver si así le salían agallas.
Senku miró a Kohaku atentamente, viendo su rostro dormido tan delicado y pacifico.
Era tan bella… ya se veía mucho más sana, había recuperado sus mejillas regordetas, todo gracias a la comida que "Shizuka" le preparaba tan cariñosamente, ya nunca estaba tan pálida como solía estarlo, sus mejillas siempre tenían algo de color, sus ojos siempre eran vibrantes, y ahora que los tenía cerrados se veía tan tranquila…
Después de todas las desgracias que le pasaron en su vida, algunas de ellas desgracias que él mismo provocó, le llenaba de calidez el corazón el poder verla tan relajada y en paz.
Quería que estuviera así siempre… quería protegerla de todo mal siempre… estar siempre a su lado…
Posó una mano en su rostro, acariciando su mejilla y subiendo hasta su frente, apartando el flequillo y presionando los labios contra su frente.
Fue un breve beso y rápidamente se apartó, suspirando y cerrando los ojos con pesadez.
Sabía que esto era solo era posible porque estaba dormida… pero despierta nunca lo hubiera aceptado, ella nunca le daría una oportunidad y tenía todo el derecho del mundo, porque él le hizo demasiado daño.
Las hermanas Shichimi ya le habían dicho que no debería culparse a sí mismo, sino a Gabriel, pero de todos modos no podía evitarlo. Y por eso dudaba poder llegar a tener el valor de tener la audacia de querer ser algo más que su amigo…
Volvió a suspirar y apagó la televisión, para luego tomar sus piernas y subirlas por encima de su regazo, sujetándola bien mientras, con mucha dificultad, se ponía de pie.
La dejó apoyar la cabeza sobre su hombro más cómodamente mientras se dirigía hacia las escaleras.
Era difícil cargarla mientras subía las escaleras, pero ya llevaba varios días haciéndolo así que más o menos estaba acostumbrado y ya no tenía tanta dificultad.
La dejó sobre su cama y la cubrió con las mantas, pero entonces notó cómo se mordía el labio nerviosamente, con sus ojos más cerrados de lo que solía ser normal en ella.
Alzó una ceja.
¿Por qué sentía que ella no estaba realmente dormida?...
Negó con la cabeza y salió de la habitación.
No podía ser que estuviera fingiendo… ¿Por qué lo haría? ¿Desde hace cuánto fingía? No. Simplemente no tenía sentido.
Al día siguiente, muy temprano, todos partieron a los autos y emprendieron el viaje hacia la playa divididos en dos grupos.
Sus amigos también irían a la misma playa, pero más tarde, por lo que las hermanas Shichimi ya estaban con sus planes de dejar a Senku y Kohaku a solas todo lo que pudieran.
Senku iba en su auto con Kohaku y las hermanas Shichimi, al igual que Suika.
Por otro lado, Lillian llevaba a Rei y a sus hijos menores Roy y Shinichi.
Senku estaba bastante aliviado de que el ambiente en el auto fuera medianamente tranquilo. Suika y "Shizuka" conversaban alegremente sobre cosas de adolescentes, probablemente.
Kohaku había sido prácticamente empujada al asiento del copiloto por sus primas, pero por suerte no parecía incómoda, cosa que hacía que Senku sintiera sus esperanzas elevarse un poco más al menos en el aspecto de que podría seguir a su lado.
En verdad no creía que ella fuera a darle otra oportunidad, pero si pudiera estar cerca de ella tanto como pudiera por todo este tiempo… entonces lo haría.
Llegaron a la playa y Shizuku de inmediato comenzó el plan para dejar solos a Senku y Kohaku, y fue algo bastante obvio y sencillo, realmente, simplemente les pidió que los acompañara a caminar para recoger caracolas para decorar la mesa del almuerzo.
Luego de juntar algunas, recordó que no había sacado el pollo del congelador portátil y les pidió continuar juntando mientras ella corría a eso.
Senku rodó los ojos, dándose cuenta de inmediato de su intención, pero igual sonrió divertido al saber lo comprometida que estaba "Shizuka" de ayudarlo con su "prima".
La verdad le gustaba pasar tiempo con las dos o con las tres, pero si era a solas con Kohaku no se quejaba ni un poco… menos cuando la veía sonreírle tan emocionada al encontrar caracolas de colores exóticos.
Sin embargo, mientras caminaban solos con las olas rozándole los pies, Senku notó que Kohaku estaba algo… distinta. Parecía más nerviosa, y como si no quisiera mirarlo por mucho tiempo.
A veces la atrapaba mirándolo cuando creía que él no la estaba viendo, y entonces ella apartaba la mirada de inmediato y parecía hasta sonrojarse. ¿Por qué actuaba así tan de repente? Justo cuando acababan de superar la incomodidad por el beso y el rechazo, ¿ahora venía una nueva incomodidad salida de la nada?
Y fue entonces que Senku se preguntó otra vez si de verdad había estado fingiendo dormir la noche anterior cuando besó su frente… ¿Podría ser que eso la tuviera tan nerviosa?
Decidió no decir nada y seguir caminando con ella, aprovechando estos momentos que tenían a solas, ya que no estaba seguro de cuánto podría durar.
Después de que las hermanas Shichimi se fueran en tan solo poco más de una semana, Kohaku ya no tendría ninguna razón para quedarse en Japón, podría volver a Londres con su hermana… y Senku no sabía qué haría si eso pasaba.
Luego de un rato volvieron con los demás y notaron que ya varios de sus amigos estaban llegando a la playa y comenzaba a sonar música y varios ya estaban nadando o jugando vóleibol. Ryusui había llegado en un maldito yate con motos de agua y otras extravagancias suyas, y por supuesto que Kohaku quiso probar una, arrastrando a sus "primas" con ella.
Senku las observó desde debajo de una sombrilla, con una sonrisa relajada, misma que se deshizo cuando Ryusui y Gen se le plantaron en frente, bloqueando su vista.
—¡¿Y qué tal las cosas con Kohaku, eh, galán?! —Ryusui se sentó a su lado para comenzar a codearlo de forma irritante.
—¿Ya lograste conquistarla?~ —Gen no se quedó atrás en ser molesto.
—Dudo muchísimo poder lograr eso. —Bufó, ya sabiendo que era inútil intentar negar que sentía algo por Kohaku, y además "Shizuka" ya le había confesado que había convencido a sus amigos de ayudar en la misión de juntarlo con Kohaku también, y ella era tan adorable que ni siquiera pudo molestarse—. Pero lo intento…
—¡JA, JA! ¡Eso ya es mucho viniendo de ti! —Ryusui chasqueó los dedos—. Aun así, deberías esforzarte más. ¿Qué tal si dan un paseo solo ustedes dos en mi yate?
—No hay forma de que ella acepte eso. —Lo miró con sequedad.
—Estoy seguro de que si yo uno fuerzas con Shizuka-chan lo lograré~ —murmuró Gen con una sonrisa llena de malicia.
—Lo dudo mucho. —Senku bufó.
—Y si logramos convencer a Kohaku-chan, ¿prometes que tú aceptaras sin chistar?
—Sí, sí, claro. —Rodó los ojos, sin creer ni por un momento que pudieran lograrlo.
Gen le hizo señas a "Shizuka", que volvió a la orilla, entonces los dos se pusieron a susurrar y, cinco minutos después, Kohaku estuvo frente a Senku con una mirada emocionada.
—¡¿Podemos pasear en yate solos tú y yo?!
Él se quedó boquiabierto.
¿Qué clase de brujería hacían esos dos?
Aunque sorprendido, no perdió tiempo y se subió al yate con Kohaku, comenzando a alejarse hasta que perdieron de vista la costa, y solo entonces redujo la velocidad y miró a Kohaku, que tenía los ojos brillantes y parecía feliz como niña pequeña.
"Je, qué linda".
Por suerte Ryusui le había enseñado a conducir esa cosa años atrás, junto a todos sus amigos, así que pudo dar varias vueltas e impresionar un poco a Kohaku, que no dejaba de gritar de emoción.
—¡Ja, nunca había subido a una de estas cosas! ¡Es genial!
Él rio complacido, volviendo a bajar la velocidad, y entonces escuchó a Kohaku jadear.
—¡Mira, Senku, mira! ¡S-son un montón de peces saltando! —Ella corrió al barandal izquierdo, jadeando de felicidad.
—Deben ser una subespecie de peces voladores. —Detuvo el yate y se acercó para ver el espectáculo también, apoyándose casualmente en el barandal.
—¡Es grandioso! ¡Son muchísimos!
Senku apenas veía algo de espuma y formas difusas de peces, pero suponía que ella, con su gran vista, veía un espectáculo mucho más digno.
Aun así, para él el mayor espectáculo era verla tan feliz y maravillada.
Ella merecía todo lo bueno en este mundo… y él quería dárselo.
No obstante, sabía que ya era muy afortunado de que ella lo dejara permanecer a su lado… aunque a veces lo sorprendía lo cómoda que parecía con él.
—¿Puedo preguntarte algo? —le dijo sin poder contenerse.
—Claro.
—¿Cómo te convencieron de venir en el yate… a solas conmigo?
Ella volteó a verlo con los ojos muy abiertos.
—Me dijeron que te gustaría llevarme en un paseo.
Ahora Senku abrió mucho los ojos.
—¿Solo eso?...
—¿Era mentira?...
—N-no, pero… —Tomó aire—. No pensé que querrías.
—¡Ja! ¡¿Y por qué no?! —Rio divertida—. ¡Somos amigos!
Él suspiró largamente, cerrando los ojos.
—Sí, somos amigos… lo siento.
—No te disculpes. Has sido muy bueno conmigo estos días y eso es algo que realmente aprecio… Es bueno volver a ser amigos.
Amigos, no podrían ser más que amigos.
—Sí, es bueno ser amigos otra vez. —Abrió los ojos, de repente encontrándose con que ella había avanzado y ahora estaba con su cara a pocos centímetros de la suya.
Se congeló.
De pronto, Kohaku se dio cuenta de lo que estaba haciendo y rápidamente se hizo para atrás, carraspeando.
—¡Y-ya deberíamos volver! ¡Prometí ayudar a Shizuka y Francois con el almuerzo!
Senku alzó mucho una ceja, pero acató su petición.
Volvieron con los demás y él se puso a charlar con sus amigos y "Yukiko", de ciencia, negocios y otros temas, hasta que por fin fue la hora del almuerzo y todos se sentaron a comer las delicias de "Shizuka" y Francois.
—Tienes un muy buen nivel, te felicito. —Francois palmeó la cabeza de la adolescente, que sonrió más que conmovida y feliz.
—¡Tuve una gran maestra! —La miró a sabiendas de que Francois también sabía la verdad y por lo tanto sabía que hablaba de ella, a lo que la mayordomo le sonrió cariñosamente.
Luego de comer la muy deliciosa comida, siguieron pasando el día en la playa y Senku y Kohaku tuvieron que pasar por más trucos de las hermanas y los amigos de Senku para que acabaran pasando más tiempo juntos, como jugar tenis dos contra dos, ellos en un mismo equipo contra otra pareja, pedirles que se colocaran el bloqueador solar mutuamente y otro montón de trucos sucios para que se mantuvieran concentrados el uno en el otro.
Mientras más los observaban juntos, Tsukiku y Shizuku más se llenaban de esperanza, pero las hermanas pronto comenzaron a notar cierta incomodidad creciente entre las versiones alternas de sus padres.
—Pasó algo entre ellos —dedujo en un susurro Shizuku mientras se apartaban algo del resto que estaba contemplando el ocaso desde un pequeño monte en la playa—. Algo que no nos han dicho.
—No creo, ayer papá le pasó un brazo por los hombros, pero a ella no le pareció la gran cosa, estaba casi dormida. Y no sé sí él llegó a darle un beso en la frente, pero sí lo hizo ella estaba dormida ya para ese entonces así que no creo.
—Creo que sí lo hizo… —masculló la más joven, llevándose dos dedos a la barbilla—. Y creo que ella no estaba dormida…
—Son grandes suposiciones y sin nada de fundamento. —Tsukiku la miró secamente.
—Ja, entonces voy a preguntar. —Shizuku sonrió traviesamente y marchó hacia su madre sin pensarlo dos veces y tan rápido que Tsukiku no fue capaz de detenerla.
Se abrazó al brazo de su madre y vieron juntas el ocaso, sonriendo.
Una vez terminó, la jaló para alejarla de los demás y empezó su plan.
—¿Puedo preguntar algo… umm… personal?... ¡P-pero debes prometer que no te vas a enfadar! —Juntó las manos con ojos suplicantes.
—Claro, pregunta lo que quieras…
—Bueno, es que ayer… vi que estabas mirando películas con Ishigami-sensei… —dijo con timidez, y notó de inmediato que su madre se sonrojó levemente—. Y pues… en un momento vi que… que él te besó en la frente… A-aunque no sé si vi mal, puede que el ángulo haya hecho que me confundiera o…
—No… sí me besó en la frente…
Shizuku la miró boquiabierta.
¡Había caído redondita en la trampa! ¡Sí estaba despierta! ¿Entonces su nee-chan había visto mal… o su madre estuvo fingiendo dormir? ¿O quizás fue que su padre la despertó al besarla?
—Oh, yo… creí que estabas dormida, ¿él te despertó al hacer algo tan atrevido como eso? —Fingió mostrarse sorprendida y avergonzada por lo que escuchaba.
—N-no, es que… Umm… ¡S-sí estaba durmiendo, pero…! —Se congeló, obviamente sin saber bien qué excusa decir porque, a diferencia de su marido y sus hijas, ella era una muy mala mentirosa—. Es que… por un momento me sentía muy soñolienta, pero entonces él pasó una mano por mis hombros y… me sentí incómoda, pero no quería pedirle que me suelte así que solo… me hice la dormida y… él luego hizo eso… —Se sonrojó más.
Shizuku se llevó una mano a la boca, intentando disfrazar sus ganas de chillar de alegría con sorpresa.
—V-vaya, eso me sorprende… p-pero ¿su beso en tu frente te molestó? ¿Por eso lo miras un poco raro hoy?
—Nada de eso… —Negó con la cabeza—. Es que… R-realmente no quiero hablar de eso, lo siento. —Se abrazó a sí misma, luciendo muy confundida, a lo que Shizuku asintió, sin querer seguir presionándola.
—Está bien, no te preocupes, no hiciste nada malo, y me alegra que no estés molesta con sensei. —Le dio un rápido abrazo y luego volvieron con los demás y ayudaron a Francois a preparar la cena.
Luego de comer, se fueron a la enorme cabaña propiedad de Ryusui y cada uno tuvo acceso a una habitación propia, aunque algunos habían preferido dormir de a pares, como los matrimonios o algunos hermanos (en camas individuales, claro), y las hermanas Ishigami claro que prefirieron quedarse juntas.
En un momento, arrastraron a Senku a su habitación para contarle lo que habían averiguado respecto a Kohaku.
—¿Entonces ella fingió estar dormida? —preguntó, completamente incrédulo, aunque claro que desde el principio lo había sospechado.
—¡Sí, sí, esa es la señal de que también le gustas! —Shizuku estaba chillando—. ¡Se veía confundida, pero seguro le gustas mucho, tienes que aprovechar la oportunidad y hacer algo más directo para terminar de conquistarla! —Lo miró con los ojos llenos de fuego y determinación, haciendo a Senku sudar frío.
—Creo que debería ir lento… Quiero decir… Sé que es una buena señal, pero no debería presionarla. Estas cosas necesitan tiempo.
Las hermanas intercambiaron una mirada.
Tiempo era precisamente lo que no tenían… pero él tenía un argumento válido, así que decidieron dejarlo irse y siguieron planeando ellas solas qué harían para apresurar las cosas entre ambos.
—Debemos ir con cautela —dijo Tsukiku—, pero rápido. Nos queda solo poco más de una semana, y solo unos días para que el viejo del tiempo nos vuelva a preguntar qué queremos hacer, si continuar o rendirnos y solo revivir a uno de nuestros padres.
—¡Ja, pero claro que vamos a continuar! —aseguró Shizuku—. ¡Mira todo lo que logramos en tres semanas! ¡Podemos hacer muchísimo en una semana más! ¡Y ellos ya están casi en la bolsa! ¡Solo necesitan un último empujón, pero ya es claro que se aman!
Tsukiku no era tan positiva como su hermana, pero se lo dejo pasar y siguieron planeando estrategias para ese fin de semana en la playa.
Mientras tanto, Senku estaba teniendo problemas para dormir, sin poder dejar de pensar en Kohaku, pero entonces notó su puerta abrirse.
Cerró los ojos, creyendo que era uno de sus amigos idiotas queriendo sacarle platica, porque no tenía ánimos para eso, pero escuchó pasos discretos acercarse y los reconoció de inmediato.
Siempre fue capaz de reconocer sus pasos… era Kohaku…
Maldición, no debió fingir estar dormido… ¿Sería muy raro abrir los ojos ahora y decir que solo los había cerrado para deshacerse de sus amigos idiotas? Ella era su amiga también, pero… por otro lado, ¿por qué ella no se había ido de inmediato cuando lo vio dormido?
Sus pensamientos frenaron cuando la sintió sentarse a su lado en la cama, y tuvo que hacer uso de toda su fuerza de voluntad para no abrir los ojos y mirarla.
¿Qué estaba haciendo? ¿Qué planeaba hacer?
Le costó mucho no estremecerse cuando la sintió posar una mano en su mejilla.
Por suerte, era muy bueno fingiendo dormir, a diferencia de ella.
—¿Senku? —preguntó ella en un susurro, como si quisiera despertarlo y a la vez no—. ¿Senku? —repitió, y luego soltó un suspiro de alivio, como si creyera que esas dos preguntas y su falta de respuesta era una buena garantía de que él estaba realmente dormido.
Entonces, sintió su rostro acercarse mucho al suyo, sintió su aliento mezclarse con el suyo.
Sintió sus labios rozar con los suyos…
¿Acaso estaba soñando?...
Abrió los ojos para constatar si ella iba a esfumarse, pero la vio allí, con los ojos cerrados, presionando sus labios más contra los suyos…
Lo estaba besando…
Y él no pudo contenerse, cerró los ojos otra vez y le devolvió el beso.
Por un momento, ambos se perdieron en la sensación, pero entonces ella abrió los ojos de golpe y él también los abrió, y los dos se miraron con pánico.
—¡Yo…!... ¡Yo…!... —Ella no supo qué decir, así que rápidamente se levantó y huyó fuera de la habitación y lejos de él, que se sentó de golpe en la cama, llevándose una mano a los labios, con los ojos muy abiertos por la incredulidad de lo que acababa de pasar.
No entendía ni un poco a esa mujer… pero vaya que la amaba tanto…
Se dejó caer sobre la cama, soltando una risa incrédula.
No sabía qué acababa de pasar, pero sin duda le encantó que pasara.
Al día siguiente, "Shizuka" notó que se levantó tarde (de tanto desvelarse pensando en Kohaku) y fue a llevarle el desayuno.
Al notar su sonrisa imborrable, le preguntó al respecto y Senku sintió el impulso de contarle la verdad.
Ella jadeo ruidosamente, antes de chillar de emoción y abrazarlo.
—¡No puedo creerlo! ¡Es maravilloso! ¡Ella te ama, papá! —gritó extasiada, y Senku se congeló.
—¿Eh?
"Shizuka" se congeló también.
—¿Eh?... —repitió, visiblemente nerviosa.
—¿Cómo me dijiste? —Alzó ambas cejas.
—Umm… —Se frotó los brazos con nerviosismo—. L-lo siento, es que… Y-yo una vez les confesé a ambos que… me recuerdan a mis padres, así que… supongo que inconscientemente se… me escapó llamarte así. —Rio con más nervios—. Lo siento.
—Oh… —Rio, sin saber por qué por un momento sintió que esa palabra tenía un peso enorme, pero claro que era solo el error de una niña, como muchos niños que llamaban por error mamá a su maestra—. No te preocupes, lo siento. Pero… no sé si ese beso significa que ella me ama, de todos modos. Solo es un beso… y esa leona es impulsiva. —Se llevó dos dedos a la barbilla.
—Bueno, sí… pero el impulso nace por un deseo… —Se llevó dos dedos a la barbilla también.
Ambos se quedaron largo rato pensando, con los dos dedos en la barbilla y la misma pose.
—Se me ocurre algo —dijeron finalmente, al mismo tiempo, para luego reírse.
—Tú primero —dijo Senku.
—¡Ok! Emm… Bueno, ella vio que la descubriste, entonces va a estar incómoda, entonces…
—Entonces… —Senku sonrió, suponiendo que ella había pensado lo mismo— tengo que mostrarle que no me molesto lo que hizo. ¿Y qué mejor forma…?
—¿… que con un beso? —completó "Shizuka" brincando de emoción.
—Puede que me mate si lo hago. —Rascó su oído con frustración.
—¡O puede que no! ¡Si no reacciona bien, puedes decir que fue para estar a mano! —Le guiñó un ojo y Senku rio maliciosamente.
—También puedes ser una pequeña leoncita astuta de vez en cuando, ¿eh? —Le revolvió el cabello, y luego se dispuso a comer su desayuno mientras "Shizuka" llamaba a su hermana para contarle todo.
La mayor llegó y entre las dos idearon una forma de dejarlos solos, una forma bastante creativa…
—¿Quieren hacer buceo? —preguntó incrédula Kohaku horas más tarde ya en la playa.
—¡Sip! ¡Nunca he hecho y es muy emocionante! —exclamó la hermana menor—. ¡Vamos, acompañanos en el yate! ¡Necesitamos a alguien con fuerza para jalarnos de regreso en caso de que haya problemas!
—Ok, pero a mí también me gustaría hacer buceo…
—Pueden hacer ustedes primero —aseguró la hermana mayor—. Tomamos turnos.
—¿Yo también? —Senku no se vio nada contento y les envió una mirada de "esto no era parte del trato".
—¡Ja, vamos, será divertido! —"Shizuka" se abrazó a su brazo y él acabó cediendo.
Partieron en el yate y, luego de llegar a un buen lugar, Senku y Kohaku se pusieron los trajes de buzo y saltaron al agua.
Iban a estar media hora buceando y, aunque inicialmente no tenía ninguna intención de hacer eso, Senku acabó divirtiéndose bastante, más porque en un momento empezó a cansarse de tanto nadar y Kohaku, queriendo mostrarle algo, lo tomó de la mano y ya no lo soltó el resto de la media hora.
Amaba a esa mujer…
Terminaron su turno y salieron a la superficie donde las hermanas Shichimi los recibieron con alegría, para después equiparse ellas y saltar al agua.
Fue ahí que Senku empezó a contar los segundos.
Tenía media hora.
Treinta minutos.
Mil ochocientos segundos.
Debía aprovechar la oportunidad para hacer lo planeado, pero…
Volteó a ver a Kohaku, viéndola mirar con evidente nerviosismo las aguas cristalinas que rodeaban el yate.
Cuando ella volteó a verlo, con un rubor evidente en su rostro repleto de belleza sin igual, Senku decidió enviar todas las planeaciones al diablo y simplemente se acercó, tomó su rostro entre sus manos y la besó.
Sabía que ella podría matarlo en ese mismo instante, pero… no lo hizo.
Le correspondió el beso y… por primera vez, él sintió una alegría que nunca antes había sentido… se sintió verdaderamente feliz… Sintió que podría tener un futuro con ella.
Continuará...
Holaaaa :D
Muchisimas gracias a mi querida Paula Maxine por pedir de comisión este cap y marcar así el regreso de este fic! :'D
Todas las gracias a ella!
No sé si aún lo recuerden, lamento muchisimo el hiatus TwT pero espero q este cap les haya gustado!
Estamos cerca de terminar la primera prueba xD Espero actualizar pronto otra vez...
Bueno, muchas gracias por todo y me despido!
CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
