Notas:

Estoy segura de que el siguiente capitulo los va a dejar con saber más de este fic. Sobre todo, quizás los deje con ganas de saber más sobre el nacimiento de Yurika y Yuudai.

En fin, espero les guste.

Aquí va a aparecer un personaje que quizás no se esperaban.


Capítulo 7. Charlas con tazas de té y Cuervos

"¿En qué se parece un cuervo a un escritorio?"

-Lewis Carol


13 de Julio.

En otra parte de la ciudad, en una residencia lujosa.

02:00 p.m.

Yuta seguía en Kioto, su caso de verdad se estaba complicando demasiado y los asesinatos de hechiceros no paraban.

Aquella nueva víctima fue asesinada en su propia casa.

—Y con este sumamos uno más a la lista de hechiceros asesinados de manera brutal por ese misterioso asesino y todos en un lapso no mayor de 10 días — comento Katsumoto suspirando y viendo la escena del crimen a la que habían llegado— Con este ya hacen un total de seis víctimas.

—Aunque pareciera que este si trato de luchar por su vida con todas sus fuerzas para no ser asesinado.— Comentó otro asistente mirando como esta victima tenía heridas en las manos, incluso había perdido varios dedos.
— Hay que admitir que este hechicero fue el que acabo de la peor manera.

Aquella víctima era un varón de cerca de 30 años. Era de primer grado. Y su técnica servía especialmente para confundir a su adversario, ya que con su energía maldita podía distorsionar el tiempo y las formas del lugar donde se encontrará.

Aquel hechicero había servido por años a la academia y sobre todo fue un perro faldero para los altos mandos en su peor época.

Yuta miró aquel cadáver bañado en sangre, estaba decapitado por completo con una línea perfecta por todo el cuello y además tenía una abertura en el pecho, ya que le habían arrancado el corazón.

—Siento que a él ya lo había visto antes en algún otro lugar...— comento Yuta mirando la cabeza de aquella víctima.

—Su nombre era Haruto Yamazaki, al parecer este hechicero era un informante. Estudio en la academia Jujutsu, quizás lo recuerde porque al momento en que usted ingreso a la academia por allá del 2017, este hechicero iba en cuarto año— comento Katsumoto leyendo el informe.

—Si pero, siento que también lo había visto en algún otro lugar en años más recientes...— Yuta de verdad sentía que a ese hechicero ya lo había visto en otro lugar, quizás un poco antes de lo sucedido con Maki en aquella estación del tren.

Pero quizás eso luego lo recordaría con más claridad en otro momento.

—Como sea, es la misma escena, nada de testigos y el mismo modo de operar del asesino. Atacar a la garganta y después darle una puñalada fatal en el corazón— comento Yuta mirando la escena— Pero ¿Qué relación tenía él con los otros cuatro hechiceros? Realmente no lo estoy entendiendo y de paso, siento que algo estamos pasando por alto— dijo caminando con sigilo para ver si detectaba algo de energía residual.

—Este caso se está complicando demasiado, y más porque parece que no todas las víctimas se conectan entre sí y de paso el tiempo entre cada uno fue muy corto— dijo Katsumoto leyendo los informes anteriores.

De nuevo, algo llamó la atención de Yuta entre la sangre esparcida por la habitación y eso era una pluma de cuervo.

Aquella pieza era la sexta que aparecía en una escena del crimen que él visitaba.

—Esto es muy extraño...— comento Yuta poniéndose de cuclillas y mirando de cerca aquella pluma.

—Se- señor, mire esto...— tartamudeo Katsumoto, llamando la atención de Yuta, quien se acercó a donde apuntaba su asistente.

—Es el cadáver de un cuervo— comento uno de los forenses, quien estaba sacando fotografías de aquella evidencia.

Aquel animal tenía una herida en el pecho, lo que pudo haberle causado la muerte inmediata.

—¿Qué hace un cuervo aquí?— se preguntó Kasumoto muy extrañado.

Yuta se llevó la mano a su barbilla mientras analizaba todo aquello.

—¿Este animal desprende algún rastro de energía maldita?— pregunto Katsumoto observando como ponían al animal en una bolsa.

—Es algo confuso, pero si siento un rastro muy leve provenir de ese cuervo — contesto Yuta.

— Lo sabremos con certeza una vez lo analicemos por completo en el laboratorio. Nosotros les mandaremos los resultados por la noche— comento el forense.

Yuta suspiro y cerró los ojos de frustración. Aquel caso le estaba comiendo la cabeza.


03:10 p.m.

Yuta y Kasumoto dejaron aquella escena del crimen y decidieron ir a comer a una cafetería muy cerca del centro comercial donde diez días atrás conocieron a Yurika y Yuudai.

Yuta no podía dejar de pensar en esos niños y eso lo demostraba en su semblante, el cual se veía nostálgico.

—Me pregunto, si esos mellizos estarán bien y si no estarán metiéndose en problemas — susurro mientras una mesera les traía los platillos que habían ordenado.

Un baguette de pollo para Katsumoto y una hamburguesa para Yuta. Quien al ver ese platillo sonrió un poco al recordar tanto a Maki como a esos dos niños.

—¿Esta todo bien mi señor?— pregunto Katsumoto al observar cómo Yuta miraba fijamente su comida y una sonrisa aparecía en su cara.

—Lo está, simplemente tuve un leve recuerdo, eso es todo — comento Yuta antes de darle la primera mordida a su hamburguesa.

—¿Ese recuerdo tiene que ver con Maki zenin? O ¿Con esos dos mellizos qué conoció hace unas semanas atrás?— pregunto Katsumoto sin dejar de mirar a su jefe.

—Diría que un poco de ambos— Yuta dio una segunda mordida a su hamburguesa y trago.
— A Maki le encantaban las hamburguesas y al parecer tanto a Yurika como a Yuudai también les encantan, por lo que me dijeron, esta es su comida favorita— suspiró.

Katsumoto trago saliva al escuchar aquellos nombres.

—Por cierto...— el semblante de Yuta parecía ahora muy serio —¿Katsumoto cómo va tu investigación sobre lo que te mande a pedir sobre las hermanas Zenin?— pregunto con frialdad.

Katsumoto tomo un poco del té que había pedido para tratar de desbloquear su garganta. El miedo que le producía Yuta con ese tema le hacía temblar.

—Yo— aflojo un poco su corbata.
—He encontrado una pista sobre el paradero de una de las gemelas Zenin, señor. Pero estaba pensando en ir esta tarde a averiguar si la información que he encontrado es cierta para poder compartírsela— dio un trago más a su te.

—¿En serio? ¿Qué información nueva encontraste?— los ojos de Yuta se iluminaron.

—Como dije señor, aun no puedo compartirle lo que encontré porque no quiero darle información falsa y mucho menos quiero llevarlo a un lugar erróneo, por eso primero quiero ir personalmente para comprobar de primera mano que es verídico lo que he encontrado — dijo con seriedad mirando a su jefe de frente.

Yuta sintió que su corazón se iba a salir de su pecho con aquello que decía el asistente.

Pero también no quería aún ilusionarse en vano.

—De acuerdo, confío en ti Katsumoto— comento el hechicero con una sonrisa.

Yuta miró hacia la ventana y su mirada se centró en una niña y en un niño que cruzaban la calle tomados de las manos de sus padres. Esos cuatro se veían demasiado felices mientras seguían caminando por aquella calle que estaba decorada debido a las carrozas que habían pasado al medio día debido al Gion Matsumi.

El hechicero suspiro de nostalgia al ver aquella escena. Ya que él siempre anhelo formar una familia.

—Señor ¿Sucede algo? ¿Vio a alguien conocido? — pregunto el asistente.

Yuta suspiro sin dejar de ver a esa familia alejarse.

—No voy a mentirte Katsumoto. En este momento ando pensando demasiado en Yurika y Yuudai. Y más que como dije, sentí una extraña conexión con ellos— suspiro.
—De verdad, me gustaría volverlos a ver y más que este caso me trae preocupado. Tengo miedo que ese asesino vaya tras los familiares de esos dos, por eso debo darme prisa en resolver este caso y atrapar a ese infeliz — dijo viendo como aquella familia de cuatro se alejaban de ahí.

Katsumoto también vio aquella escena. Apretó los labios y puso su mano sobre su tableta personal que tenía en la mesa.

Quería decirle a su jefe que también había encontrado información super importante sobre esos mellizos. Katsumoto al fin había dado con sus apellidos. Y de paso, parecía haber encontrado el nombre de los padres de esos dos.

—Señor...— estaba tratando de darse valor para decirle lo que había encontrado de esos niños.

—¿Si?— Yuta miro a su asistente.

Katsumoto no tuvo el valor de decirle su descubrimiento.

—¿Desea ordenar algo más? — pregunto dejando de lado la tableta y tomando el menú.

Yuta sonrió un poco.
—Si, me gustaría ordenar un platillo más.


04:00 p.m.

Después de terminar de comer.

Katsumoto y Yuta decidieron separarse.

El asistente iría a comprobar la información que había encontrado sobre Maki Zenin en un cementerio en la parte tradicional de Kioto.

Mientras tanto, Yuta decidió ir a explorar un poco más la ciudad. Esto para despejar su mente debido a que el caso del asesino de hechiceros le estaba resultando muy difícil de resolver.

Las pistas no cuadraban, los sujetos parecían que no tenían una conexión entre si y las plumas y el cadáver de ese cuervo era un punto muy extraño dentro de la investigación.

Algo en este caso estaba mal y él no tenía idea de que pudiera ser.

Así que mientras recibía el reporte de los hechiceros forenses. Yuta decidió caminar por ahí.

Como le habían dicho los mellizos, en aquella época del año se estaba llevando a cabo el Gion Matsuri, el cual era un festival que duraba todo el mes de Julio y muchas calles tanto del barrio antiguo como del moderno se llenaban de colores y adornos. Así como se llenaba de gente. Tanto de residentes como de turistas que iban a disfrutar de los festivales diarios.

La atracción principal, la cual sucedía al mediodía, consistía en un desfile de carrozas, la cual ya había concluido horas atrás.

Pero para aquella hora de la tarde, el festejo no terminaba.
Podías ver a la gente salir y empezar a poner los pequeños puestos de comida, juegos y dulces por las calles donde se hacían las tradicionales fiestas callejeras.

Yuta compro algunos dulces para irlos comiendo en el camino mientras seguía explorando aquella parte de la ciudad a donde había llegado, hasta que se empezó a internar en una zona residencial con casas modernas.

El hechicero siguió caminando hasta que se dio cuenta que se había perdido entre esas tranquilas calles

Saco su celular y miró la hora, faltaban cinco minutos para que fueran las cinco de la tarde y el sol no tardaría en empezar a ponerse.

Yuta siguió caminando, hasta que se detuvo en una calle donde había muchas casas muy bonitas pero no se veía a nadie pasar por ahí.

—¿Dónde estaré? Creo que vi un área de juegos infantiles por aquí, supongo que podría pedir instrucciones ahí— comento Yuta sacando su celular y tratando de entenderle a su GPS.

—¿Pero por donde debería bajar?— se dijo rascando su cabeza.

Pero en aquel momento. Unos gritos le llamaron la atención, aquellas voces hicieron que su corazón latiera de alegría.

—¡Yuta kun!— era la voz de dos niños que él reconocía bastante bien.

Yuta se giró ilusionado y ahí, detrás de él se encontraban Yurika y Yuudai. Quienes llevaban unas lindas ropas casuales.

—¿Yurika? ¿Yuudai? — pregunto con una gran sonrisa.

Esos niños corrieron a abrazarlo. Demostrando que aquello no era una ilusión o un sueño.

El deseo de esos mellizos se había hecho realidad.

"Volver a ver a Yuta Okkotsu"


Media hora atrás.

Mientras tanto en una casa moderna.

04:30 p.m.

—¡Abuela Yuki!— gritaron esos mellizos con gran alegría al ver a esa rubia entrar por la puerta de su casa.

Ambos corrieron a saludarla.

—¡Ya les dije que no me digan abuela! — comento Yuki en un puchero —¡Tengo casi la misma edad que su madre!— mintió y sonrió mientras se agachaba a mirar a esos dos —¡Mejor díganme tía Yuki! O ¡Yuki one san!— comento acariciando sus mejillas.

Le gustaba pellizcar las mejillas de esos mellizos.

Maki rodó los ojos por los comentarios de esa hechicera, cruzó los brazos y sonrió al ver a sus hijos muy obedientes con esa mujer, a la cual, también de una u otra manera le debían la vida.

—¡Esta bien Tía Yuki!— dijo Yuudai con una sonrisa.

—¡Yuki one san!— comento Yurika moviendo sus manitas.

Se puso de pie.
—Buenos niños, así me gusta que me digan— Yuki sonrió y acarició sus negros cabellos.

—¡Pero miren que grandes están! Aún recuerdo cuando ustedes dos eran unos bebés — movió sus manos como si arrullara a un bebé — Yo aun los recuerdo así de pequeños.

Ambos niños solo rieron por aquellos movimientos de la hechicera.

Yuki siguió hablando —Y díganme ¿Las maldiciones los siguen molestando? O ¿Acaso ya saben defenderse de ellas?— pregunto con curiosidad.

—¡Si que nos siguen molestando de vez en cuando!— contesto Yuudai en un puchero.

—¡Pero mamá y Papá Gumi prometieron que muy pronto nos enseñarán a defendernos de ellas!— comento Yurika moviendo sus manitas muy alegremente.

—¡Muy bien! ¡Entonces también yo algún dia les enseñare a golpear maldiciones! — les giño el ojo a esos dos. Haciendo que esos niños rieran un poco y se miraran entre sí.

—Tsukumo san ¿Gustas algo de beber?— Intervino Maki— ¿Piensas quedarte algunos días aquí en la ciudad? Lo digo porque Megumi y los demás dijeron que se vendrían hasta mañana para pasar la primera noche del Yoiyama juntos, lo digo por si gustas acompañarnos— comento mirando a su invitada.

—Si gracias, me gustaría un té y quizás solo me quede estas tres noches aquí en Kioto antes de salir del país— Yuki miró seriamente a la peliverde — Y el motivo principal de mi visita, además de venir a ver como estaban, es porque quiero hablar contigo Maki san— comento haciendo una rápida señal con su cabeza — Me gustaría contarte algo "importante"

Al ver aquel lenguaje de esos adultos, Yurika y Yuudai tomaron cada uno las manos de su madre y empezaron a saltar alegremente. Ambos niños tenían un presentimiento de que alguien importante para ellos estaba cerca de ahí y querían ir a saludarlo.

—¡Mami! ¡Mami! ¿Podemos ir a jugar al parque?— pregunto Yurika dando unos saltitos.

—¡Di que sí Mami, por fis! ¡Yurika y yo prometemos portarnos bien!— comento Yuudai haciendo ojos de cachorro.

—mmm no lo sé, saben que no me gusta que vayan solos al parque— comento Maki mirando a sus hijos seriamente.

—¡Pero queremos ir a jugar con nuestros amigos antes de que el festival comience!— suplico Yurika.

—¡Solo será por un ratito!¡ Por favor Mami! ¿Nos dejas ir? ¿Si?— comento Yuudai haciendo ojos de cachorro y juntando sus manitas.

—¡Prometemos que solo iremos al parque y no nos acercaremos al festival hasta que papá Gumi y mis tíos lleguen mañana!— suplico Yurika haciendo también aquellos ojos de cachorro y juntando sus manitas.

—¡Y mucho menos seguiremos maldiciones! ¡Lo prometemos! ¡No nos acercaremos a ellas!— suplico Yuudai—¿Si Mami? ¿Nos dejas ir?

Maki cruzó los brazos sobre su pecho, un instinto de madre le decía que lo mejor que podía hacer era evitar que ellos salieran en ese momento. Pero tampoco quería que escucharan lo que tenía que hablar con Yuki.

—Déjalos ir Maki, además son niños, ellos merecen explorar el mundo a su manera —Intervino Yuki acariciando el cabello de esos dos — Sabes que esta zona es muy segura, además, no creo que les pase nada, y de paso, así tu y yo podemos ponernos al día — comento con una sonrisa.

Maki suspiro. Sabía que debía hablar con Yuki.

—Está bien, tienen mi permiso para ir al parque pero solo irán por dos horas. Quiero que regresen antes de que el sol se esconda por completo, así que los quiero de vuelta a las siete en punto y tampoco quiero que se vayan con desconocidos y mucho menos quiero que vayan tras las maldiciones ¿De acuerdo?— dijo con los brazos cruzados.

—¡Lo prometemos!— dijeron en coro esos dos.

—Muy bien niños, vayan a jugar al parque, que su madre y yo tenemos que ponernos al día con algunas cosas. Yo ire a buscarlos en un rato— dijo Yuki con una gran sonrisa.

—¡Gracias Mami!

—¡Gracias Tía Yuki!

Maki se agacho para abrazar a sus hijos y despedirlos con un beso en la mejilla de cada uno.

—Vayan con cuidado. ¿De acuerdo?

—¡De acuerdo! ¡Volveremos para la hora de la cena!— dijo Yurika corriendo a la puerta principal.

—¡Volveremos a las siete en punto! ¡Lo prometemos!— dijo Yuudai corriendo detrás de su hermana.

Una vez ambos niños salieron de casa, se dirigieron rápidamente al parque.


04:55 p.m.

Por algún extraño motivo, aquellos mellizos sentían la necesidad de ir por cierto camino porque sentían que por ahí se encontrarían con alguien especial para ellos.

Cosa que así sucedió.

Ambos niños dieron primero una vuelta a la izquierda y bajaron por una calle que quedaba muy cerca de la avenida principal.

Luego se dirigieron a la derecha y bajaron por otra calle que daba directo al parque, esto porque sintieron la energía maldita de alguien muy especial por aquella zona.

Parecía que la frase que dicta que " la sangre llama" se estaba haciendo realidad.

Y ahí en esa calle cerca del parque, estaba aquel hombre de cabellos negros, con el cual ambos niños habían sentido una conexión inmediata y especial con él.

Aquel quién fue su salvador hacia semanas atrás.

—¿Por dónde debería bajar?— se dijo Yuta rascando su cabeza.

—¡Yuta san!— dijeron ambos niños en coro, haciendo que este se girara a mirarlos.

Ambos niños sentían demasiada felicidad de volverlo a ver, que hasta corrieron a abrazarlo.


05:05 p.m.

Una vez esos dos niños salieron por la puerta, esas dos mujeres fueron a la cocina para conversar.

Yuki se sentó en una de las sillas que tenían en la pequeña mesa para cuatro personas que estaba en medio de la cocina.

—¿Qué noticias tienes de Mai?— pregunto Maki regresando a aquella mesa y sirviendo el agua caliente en las tazas que había preparado para ella y su invitada.

Yuki suspiro ante tal pregunta mientras Maki tomaba asiento frente a ella.

—Las cosas dentro de ese infernal clan se están poniendo muy difíciles para ella, esto debido a que no ha podido darles un heredero y de paso, está siendo explotada para crear herramientas y armas malditas para ellos — empezó a explicar Yuki.

—Y mi infiltrado que sigue dentro de aquella residencia, me contó que Mai hace poco tuvo otro aborto espontaneo, con este ya van tres perdidas a lo largo de tres años — Yuki tomo su taza entre sus manos y soplo con cuidado.— No se como nombrar a este fenómeno pero al parecer ella no puede engendrar.

—¿Crees que eso tenga algo que ver con el nacimiento de Yurika y Yuudai? ¿Crees que lo que paso "ese día" tenga que ver con que mi restricción celestial se haya fortalecido y que eso también haya hecho que la técnica de Mai se agudizara?— pregunto Maki algo preocupada por la situación de su hermana gemela.

—Mi hipótesis apunta a que sí, todo esto tiene algo que ver con lo sucedido el día de tu parto— contesto Yuki mirando fijamente a Maki.

—Realmente me gustaría investigar todo esto más a fondo pero debido a que Naoya y los demás dentro del clan no dejan que nadie más se acerque a Mai, lo complica todo. —Gruño un poco.
—Desde que ese engreído se convirtió en el líder, me ha costado más trabajo llevar el registro de ella ante este extraño fenómeno — Yuki tomo un poco de su té antes de seguir hablando.

—Pero mi suposición principal apunta a que el vínculo o mejor dicho, la restricción que inhibía sus verdaderas naturalezas entre ambas se rompió aquel día cuando diste a luz.

Siguió explicando.
—El poder de Mai pudo haberse fortalecido con lo sucedido durante tu "muerte" durante tu parto. Solo eso explicaría el porqué su poder para construir y traer a la realidad armas y objetos se fortaleció un cien por ciento, aunque dependiendo del arma que trate de crear, es la cantidad de energía que consume y dentro de ese clan la explotan demasiado con ese tema.

Yuki suspiro, dejo su taza de té y puso los codos sobre la mesa mientras seguía hablando.
— Es como si al momento de tu muerte por varios minutos, ella hubiera absorbido lo poco que tu poseías de energía maldita. Pero tu al contrario de ella, ante tu "resucitación", tu atadura se fortaleció al grado que tenía Toji Zenin en mis registros. — Se llevo un momento las manos al rostro.

—Es un fenómeno muy extraño de explicar pero el que tu "murieras", hizo que de alguna forma ambas se fortalecieran. Pero la gran diferencia aquí es que ella no puede crear vida y tu si pudiste engendrar a dos bebés sin problema.

Movio sus manos como si fuera una balanza.
—Ella con una gran cantidad de energía maldita pero con problemas de fertilidad y tu siendo demasiado fértil pero sin una gota de energía maldita ¿Eso no te suena algo irónico?— comento Yuki mirando fijamente a su anfitriona.

Maki suspiro de frustración.
—¡Necesito rescatar a Mai de ese lugar de mierda!— se levantó muy furiosa de su silla. —Aunque tampoco para mí se me ha hecho nada fácil todo esto y menos ahora que mis hijos ya están viendo maldiciones.— Se llevo una mano a la frente por la frustración que sentía de saber que su hermana estaba pasando un infierno con el clan zenin.

Maki para nada la estaba teniendo fácil. Cada día el tratar de saldar su deuda con Mei Mei y de paso, tener que administrar los gastos de su casa, así como el atender, cuidar y educar a sus hijos, le hacía muy difícil el ahorrar para poder pagar el rescate de Mai.

—Ya pensaremos en una forma de sacarla de ahí. Por el momento no podemos hacer nada. Pero sé que debe haber una solución para este problema, sobre todo porque su sacrificio no está siendo en vano, ella lo está haciendo para protegerte tanto a ti como a sus sobrinos — dijo Yuki buscando algo en su bolso.

—Hablando de tus hijos ¿Ya hay alguna pista sobre de que clan heredaron sus técnicas? ¿Acaso aún no han dado señas de tener alguna técnica maldita?— pregunto la hechicera de grado especial sacando su libreta de su bolso, estaba lista para anotar las nuevas observaciones de aquel caso.

Yuki seguía investigando todo lo relacionado a las restricciones celestiales y desde que supo que Maki estaba embarazada, aquel caso le había fascinado a esa hechicera de grado especial.

—Aunque debo decir que la energía que desprenden ya es perceptible desde que estas a unos centímetros de ellos, aunque siento que uno de tus hijos desprende más energía que el otro. Pero eso lo averiguaremos con el tiempo— comento la rubia mirando a Maki.

La madre de esos dos negó con la cabeza.
—Aún no han dado pistas muy exactas de que técnica pueden que hayan heredado— volvió a tomar asiento— Pero tengo el presentimiento de que quizás alguno de los dos tiene la técnica de maldición inversa. Más específicamente, creo que es Yuudai el que heredó esa técnica.

—¿Por qué sospechas de Yuudai? Y ¿Por qué esa técnica en especial?

—Porque el otro día, hubo un percance aquí en la casa con una pequeña maldición y ambos resultaron con rasguños. Lo sorprendente fue que al día siguiente Yuudai ya no tenía esas pequeñas heridas y Yurika sí. Así que presiento que el heredó esa técnica a no ser que aún tenga una más. Además, que él fue el primero en ver maldiciones unos meses antes que Yurika también pudiera hacerlo — explicó Maki tomando de su té.

—Interesante, quizás eso de ver maldiciones antes que su hermana se deba a que él nació casi muerto — dijo Yuki anotando aquellas respuestas —¿Y qué dices de Yurika? ¿Notas alguna pista sobre si heredó o no alguna técnica?

Maki llevo su mano a su barbilla.
—De ella aún no he logrado notar alguna técnica en específico. Pero tengo miedo que haya heredado alguna del clan Zenin— suspiro.

—Yurika es una niña muy extrovertida, para nada parecería ser una Zenin con ese carácter tan dulce y alegre que tiene — dijo Yuki en una sonrisa.

Siguió anotando.
— Y actualmente ¿Como percibes sus energías malditas? ¿Acaso ellos logran detectar te?— pregunto la rubia con interés.

—Detectarme, no. Eso lo comprobé el otro día— Maki dio un sorbo a su té — Y sobre sus energías... — suspiró — hay días que siento que se parecen completamente a la energía de Yuta...— acaricio un poco su antebrazo.

Yuki noto como el semblante de Maki cambiaba a uno de tristeza al nombrar a aquel hombre.

—Hablando de Okkotsu...

Maki volteo a mirarla lentamente mientras la rubia seguía hablando.

—No se si ya te enteraste, aunque dudo que Mei ya te lo haya contado, pero es mi deber advertirte que Okkotsu está de regreso en Japón.

—¿Qué dijiste?— los ojos de Maki se abrieron de sorpresa, sentía que su corazón salto de su pecho al escuchar aquella noticia.

—Dije que Yuta Okkotsu está de regreso en Japón después de siete años.

Maki forzó su garganta para poder hablar una vez más — ¿Y a que a regresado ese imbécil?— sonó furiosa.

—Por lo que me han dicho mis informantes de la sede, fue llamado para resolver un caso donde "alguien" anda asesinando hechiceros que curiosamente sirvieron al clan zenin y a la academia hace años atrás — comento Yuki mirando el comportamiento de Maki.

La peliverde apretó los labios ante tales palabras. Hasta parecía que su respiración se había cortado con esa última respuesta, pero trato de mantener un rostro sereno.

—¿Y supongo que ese "asesino" eres tú? ¿No es así? —Yuki miró con seriedad a Maki.—Y supongo que todo esto tiene que ver con todo lo que ellos hicieron hace siete años atrás ¿Cierto?— pregunto observando como Maki ni se inmutaba.

La peliverde dio un sorbo más a su bebida antes de hablar. —Lo soy — admitió sin titubear — Pero tu más que nadie sabe que tengo mis motivos para eliminarlos.

—Lo sé y la verdad para nada pienso interponerme en tu camino— Yuki suspiro —Solo trata de que no te atrape. Aunque sabes que tarde o temprano la verdad siempre sale a la luz.

Maki miró fijamente a la rubia quien seguía hablando.

—En fin, pase lo que pase, sabes que yo solo abogare por Yurika y Yuudai— Volvió su vista a su libreta— Ahora, continuemos con las preguntas sobre tus hijos— sonrió un poco para cambiar el tema.


06:30 p.m.

Después de que Yuta y los mellizos se encontraron en aquella calle.

Esos tres pasaron un agradable momento juntos en aquel parque de juegos infantiles.

La tarde estaba siendo perfecta e incluso el cielo ya se estaba cubriendo de sus tonos anaranjados. Haciendo una agradable y cálida escena familiar.

—En serio, estoy demasiado sorprendido de que nos hayamos vuelto a encontrar — dijo Yuta mientras esos dos pequeños jugaban en la resbaladilla.

—¡Nosotros también estamos sorprendidos!— comento Yurika subiendo de nuevo a ese juego. Escalando con cuidado por aquellos escalones.

—Estamos seguros de que los dioses cumplieron nuestro deseo — comento Yuudai con una sonrisa mientras bajaba por aquella resbaladilla.

—¿Deseo?— pregunto Yuta con curiosidad.

Aquellos niños solo lo miraron y rieron un poco, eso hizo que Yuta comprendiera a lo que esos dos se referían.

—¡Oh! Entiendo, su deseo era que nos volviéramos a encontrar — sonrió.

—¡Por cierto Yuta kun! ¿Ya encontraste a la persona que estas buscando?— pregunto Yuudai subiendo de nuevo a la resbaladilla por aquellos escalones.

—¡Cierto! ¿Ya lograste encontrar a esa mujer que tanto deseabas ver?— pregunto Yurika bajando por la resbaladilla.

Yuta suspiro un poco.
—Aún no, pero espero muy pronto saber algo de ella— recordó lo que le había dicho Katsumoto sobre que iría a confirmar algo sobre el paradero de una de las gemelas.

—Además, apenas hoy me pude tomar un pequeño descanso ya que he estado demasiado ocupado con el trabajo. Pero terminé perdiéndome en la ciudad— rascó levemente su mejilla— Pero gracias a eso es que los volví a ver a ustedes dos— tenía una gran sonrisa en sus labios.

Ambos niños se pararon frente a él una vez bajaron de aquella resbaladilla.

—¡Debió ser el destino lo que hizo que te perdieras y llegaras hasta aquí!— dijo Yuudai con demasiada alegría mientras corría a otro juego.

—¡También nosotros estamos muy felices de verte!— comento Yurika con demasiada alegría siguiendo a su hermano.

Ambos mellizos se subieron a una esfera giratoria.

—¡Yuta kun! ¡Deberías venir mañana al Yoiyama!— comento Yurika desde adentro de esa esfera.

—¿Yoiyama?— pregunto Yuta con curiosidad mientras los alcanzaba.

Ambos niños empezaron a girar el manubrio que tenía por dentro aquella esfera. Pero Yuta decidió ayudarles dándoles algo de impulso desde el exterior.

Aquel juego le hizo recordar levemente cuando él y Rika jugaban de niños en una esfera similar a esa.

Ambos niños rieron a carcajadas por la velocidad. Aquellas risas eran muy contagiosas que incluso Yuta empezó a reír junto con ellos.

Una vez empezaron a detenerse poco a poco, los mellizos procedieron a explicarle.

—El Yoiyama es un festival de tres noches seguidas y se realiza en el santuario que esta por esta zona — comento Yurika muy feliz mientras iban deteniéndose.

—¡Hay muchos puestos de comida, de dulces y de juegos! ¡Y en la noche hay fuegos artificiales!— comento Yuudai muy feliz moviendo sus manitas.

—¡Mañana en la noche vamos a ir al Yoiyama junto a nuestra mamá!— dijo Yurika con emoción.

—¡Así podríamos presentarte con ella! ¡Ya le hemos hablado de ti! — comento Yuudai con una gran sonrisa.

—También van a venir nuestros tíos y nuestro papá Gumi, así también podrías conocer a toda nuestra familia — agregó Yurika.

Yuta sonrió por aquella invitación. Pensó que aquello sería buena idea ya que así podría conocer a los padres de esos mellizos.
—Prometo que mañana los buscaré ahí en el festival.

—¡Yupi!— celebraron los mellizos en coro.

En ese momento, los niños notaron que el cielo ya estaba adquiriendo sus tonos oscuros y las lámparas ya estaban encendiendose en aquel parque.

La noche pronto caería.

Se habían divertido tanto que se habían olvidado completamente de la hora.

—¡Yuta san! ¿Sabes qué hora es?— pregunto Yurika.

—Déjame ver... —el hechicero miro su celular —Faltan cinco minutos para que sean las siete de la noche.

—¡Debemos irnos!— comento Yuudai muy apurado.

—¡Mamá dijo que nos quería a las siete en casa!— comento su hermana dando un brinco fuera de aquella esfera.

—¡Si no llegamos rápido nos va a regañar!— comento Yuudai también bajando de ese juego.

—Déjenme acompañarlos, la verdad me da pendiente que ustedes dos anden solos por ahí y más que cuando la noche va cayendo es cuando más maldiciones salen — comento Yuta con una sonrisa —Y de paso, así poder conocer a su madre de una vez.

—¡Claro! ¡Vamos! — comento Yurika tomando la mano derecha de Yuta.

—¡Es por aquí!— comento Yuudai tomando la mano izquierda de aquel adulto.

Y así, Yuta empezó a caminar junto a esos dos niños hacia la casa de estos, la cual no quedaba muy lejos de ahí.

Mientras iban caminando, a Yuta le llamo la atención un ruido muy particular.

Sobre ellos, en los cables de luz había varios cuervos. Los cuales soltaban algunos graznidos mientras ellos pasaban por ahí.

—Cuervos...— Dijo Yuta deteniéndose a ver aquellos animales.

Aquellas aves que dichas plumas parecían no encajar en las escenas de aquellos crímenes.

—¡Hola cuervos!— saludo Yuudai moviendo su mano libre.

—¡Que lindos se ven sobre los cables!— dijo Yurika mirando aquellas aves sobre ellos.

Aquello le extraño a Yuta, ya que se le hacía muy inusual que a dos niños de su edad les gustaran esos animales de mal augurio.

—Niños ¿Esos animales no les dan miedo?— pregunto con curiosidad.

Ambos mellizos negaron con la cabeza.

—¡Para nada!

—Son animales muy hábiles y de paso inteligentes. No son tan malos como la gente cree — comento Yurika.

—Además que algunos de ellos pueden llegar a ser muy obedientes e incluso pueden ayudar a las personas — comento Yuudai con una sonrisa.

De repente, los tres vieron como esos cuervos se iban volando de ahí.

—¿Ayudar a las personas? ¿A qué te refieres con eso?— preguntó Yuta con curiosidad.

Ambos niños afirmaron con la cabeza.

—Nos referimos a que a veces los cuervos pueden ayudar a encontrar cosas o hasta pueden ayudar a encontrar a otras personas— respondió Yurika.

—¿Personas o cosas?— pregunto Yuta demasiado confundido.

—Si. La abuela Mei tenía uno como mascota y a ella la obedecía en todo— respondió Yuudai sonriendo.

Los tres siguieron caminando, mientras seguían conversando.

—¿Su abuela tenía un cuervo de mascota?— pregunto Yuta con algo de incredulidad. Aquello era muy extraño ya que un animal así es difícil de domar.

—Algo así— comentó Yurika con una sonrisa— en realidad a la abuela Mei la seguían varios cuervos de vez en cuando. Sobre todo, cuando salíamos con ella.

—La abuela Mei nos enseñó a no tenerles miedo y más, como dijimos, son animales muy nobles— contesto Yuudai.

—Incluso la abuela nos contó que en la antigüedad, algunos hechiceros y personas usaban a los cuervos como "espías" o incluso los usaban como mensajeros, esto para poder mandarse recados sin ser descubiertos— respondió Yurika.

Todo aquello empezó a llamarle la atención a Yuta. Aquel animal tenía que tener alguna conexión con aquellos asesinatos después de todo.

—¡Yuta San! ¡hemos llegado!— comento Yurika moviendo un poco la mano de aquel adulto para hacerlo salir de sus pensamientos.

—¡Esa es nuestra casa!— dijo Yuudai muy emocionado.

Después de haber dado la vuelta por una esquina más, los tres habían llegado a la casa de los mellizos.

Aquella casa era algo grande y moderna. Era de dos pisos y parecía tener varias habitaciones.

De frente tenía una linda cerca negra que dejaba ver un poco del jardín delantero por la parte izquierda y tenía una gran pared blanca en su lado derecho, además de contar con un camino a la entrada principal llena de lindas flores y algunas lámparas.

—Tienen un muy bonito hogar — dijo Yuta con una sonrisa.

—¡Gracias!— contestaron ambos niños en coro, mientras se soltaban de las manos de aquel hechicero.

—¡No te muevas de aquí Yuta kun!— dijo Yurika con una sonrisa mientras abrian aquella reja y después corrían hacia la puerta principal por aquel camino.

—¡Llamaremos a mamá para que te conozca!— Contestó Yuudai entrando detrás de su hermana.

Ambos niños entraron en aquella casa muy emocionados mientras la puerta principal se cerraba.

—¡Mami ya regresamos!— gritaron y entraron sin quitarse los zapatos.

—¡Estoy en la cocina!— escucharon la voz de su madre venir de aquel lugar al fondo de su casa.

Mientras esos niños iban por su madre.

Yuta seguía afuera admirando la fachada de aquel lugar.

Aquel hechicero suspiró. Por dentro él anhelaba tener un hogar como ese.

Un hogar que quizás años atrás pudo haber formado junto a Maki.

—Me pregunto ¿Dónde estarás?— susurró mientras admiraba esa casa y recordaba a esa chica.

Yuta empezó a escuchar unos pasos. Incluso se escuchaban las voces de esos niños venir de la puerta principal.

Aquella perilla dio vuelta. De repente una voz femenina llamó la atención de ese hombre.

—¡Okkotsu Yuta!

Dijo con sorpresa esa voz haciendo que el nombrado volteara rápidamente a ver a esa mujer.


Notas:

Espero les haya gustado ❤️

¿Qué les está pareciendo esta historia?

Bueno, por si se lo preguntan, el Yoiyama es un festival que se durante las noches del 14 al 16 de Julio y es un bello festival nocturno.

Y el Gion Matsuri, es el festival más importante de Kioto y se celebra todo el mes de Julio. Se celebra en el Santuario de Yasaka, que fue construido hace más de 1.350 años. El festival en sí también se remonta a más de 1.000 años atrás.

El propósito original del Gion Matsuri era rezar para que se acabara una plaga de enfermedades en 869. Las oraciones fueron ordenadas por el emperador y los que rezaban creían que la epidemia podía detenerse si se apaciguaba a los dioses con un ritual de purificación.

En fin, como decidí dividí el capítulo en dos, quizás la siguiente semana suba la otra parte.

Nos seguimos Leyendo ❤️

Sobre sugerencias sobre este fic, no las ando aceptado aquí, si quieres dejar tus sugerencias, hazlo a través de mi twitter Vera1794