Summary: Dicen que un corazón roto no toma buenas decisiones, ¿será tan así? Al menos la idea de convertirse en una chica mala dejando en el olvido la novia perfecta que aspiraba ser le parece de lo más sensata y más aún si tienes a un rompecorazones con un carácter de los mil demonios como guía perfecta para esto.
Culpa a mi "Ex"
V
—Debes estar bromeando, Naoko.
Estoy segura que esas 4 palabras que acabo de decir se escucharon con altas dosis de pánico, el mismo que veo reflejado en las miradas de mis amigas Rika y Chiharu.
La aludida nos mira con cierto nerviosismo y no es para menos si estamos al borde del colapso por su genial idea que asumo que es una broma, porque debe serlo, ¿no?
¿Quién en su sano juicio tomaría la decisión de que participemos en el festival de talentos de la ciudad cuando con suerte hemos tocado canciones para nuestras familias?
¡Obvio que debe ser una broma!
—Bueno… —su voz se ve interrumpida por un ataque de tos que hace que sus lentes casi salgan volando.
Al parecer la influenza aún no desaparece, la pobre ha estado con casi dos semanas de licencia médica y por lo mismo hoy estamos todas conectadas mediante una videollamada que Rika y Chiharu me recordaron todo el santo día, y pese a eso, me conecté con 10 minutos de atraso.
Porque sí… lo había olvidado.
—Okey, primero, no me sigan matando con la mirada y segundo, lo lamento mucho, pero no es una broma.
—¡Qué! —soltamos al unísono Rika, Chiharu y yo, provocando la risa en nuestra cuarta amiga.
—Hey, no es tan terrible.
—Naoko, lo es, la fiebre te hizo tomar una pésima decisión, ¡y ni siquiera nos preguntaste!
—Lo siento por eso, Chiharu. Pero estar varios días en casa y en cama me hizo pensar en un montón de cosas y ¿saben? Es nuestro último año, el próximo cada una seguirá su camino, quizás hasta estemos en diferentes ciudades, ¿no creen que esto podría ser un lindo recuerdo? Da lo mismo si ganamos, es solo el hecho de intentarlo y qué mejor si es algo en donde estemos las cuatro.
Dios.
Algo en mi mente me hace recordar la conversación con el trio de la perfección, precisamente el momento en el que esta loca idea se me cruzó por mi cabeza.
¿Será coincidencia?
¿O simplemente nuestra amistad está bastante sincronizada?
Las palabras de Naoko comienzan a hacer eco en mis pensamientos e inevitablemente llevo mi vista hacia una foto que tengo justo al lado de mi computador. La nostalgia me invade al ver los rostros de cuatro niñas de no más de 10 años posando para una fotografía con sus caras embetunadas en protector solar y teniendo de fondo un hermoso día en la playa.
Sonrío al ver lo graciosas que nos veíamos, parecíamos unos mimos llenos de arena y totalmente despeinadas ya que por más que mi madre intentó hacernos algún peinado a los minutos este se desarmaba, finalmente terminó por darse por vencida y dejar que nuestras melenas tomaran vida propia.
Es increíble cómo pasa el tiempo tan rápido, somos amigas desde la primaria y la vida nos ha llevado a seguir juntas y sí, Naoko en algo no se equivoca, el próximo año seguiremos diferentes rumbos: Rika ya está clara que quiere estudiar pedagogía, Chiharu alguna ingeniería, y Naoko seguramente estudiará derecho, y yo… bueno, yo la verdad aún no tengo nada claro.
Rápidamente intento sacar esa preocupación que tiende a consumirme cada vez que hago el intento de estudiar para los exámenes de admisión, pero el hecho de no tener un rumbo claro afecta muchísimo mi ánimo y desde luego mi predisposición.
Así que hago lo que me es más fácil: evitar este tema.
—Bueno, viéndolo así, podríamos pensarlo mejor, chicas, ¿no lo creen? —la suave voz de Rika con su siempre tono conciliador me hace volver la mirada a la pantalla.
Chiharu suelta un largo bufido mientras sus manos desordenan su pelo ondulado y que cae a la altura de sus hombros.
—Sakura, eres mi última esperanza, vamos, apóyame y dile a este par que esto es una completa locura, ¡ni siquiera tenemos un nombre de banda!
—Debo además informar que ya tenemos un nombre, espero que les guste porque ya no se puede cambiar…
—Naoko… —y Chiharu diciendo el nombre de mi amiga entre dientes me hace soltar una risa algo nerviosa.
—4Pink —continúa tranquilamente Naoko. Las comisuras de mis labios se elevaron apenas escuché el nombre escogido por mi amiga—, y sí, en inglés, siento que refleja nuestros inicios en esto de tener una banda, ¿se acuerdan de nuestra obsesión por este color?
—Ay, dios, nuestro pelo de seguro que sí —agrega Chiharu haciéndonos reír.
Aún recuerdo cuando le robamos el tinte rosa a una prima de Rika e intentamos teñir las puntas de nuestros cabellos. Fue un completo desastre en donde el rosa donde menos quedó fue en las puntas.
Y… ¡Joder!
Siento mis manos sudar.
¿Qué tan malo sería participar en esto?
Pensándolo seriamente, el ridículo lo haremos solo una vez y seguramente quedará en el olvido para la gente y en nosotras como una loca anécdota.
Me pregunto qué haría mi versión de chica mala en esta situación. Podría asegurar que definitivamente aceptaría el reto, y con una seguridad que desde ya le estoy envidiando.
—4Pink no suena mal, de hecho me agrada —comento atrayendo la atención de mis tres amigas, la cara de poco convencimiento de una de ellas me hace continuar hablando—. ¡Vamos, Chiharu! Sin la batería no somos el cuarteto de rock completo, y eres buena, y lo sabes, por algo estás en la orquesta de la escuela como la baterista principal.
—Eso es diferente, en la orquesta tocamos otro tipo de música y no llamo la atención, en esto seremos el foco de atención de todo el mundo, es decir, estaremos en el festival más connotado de esta ciudad y alrede…
—¿Y desde cuando te ha importado lo que piensen los demás? —la pregunta de Rika interrumpe a Chiharu provocando un silencio que solo se prolonga por unos segundos.
—La verdad… nunca.
—¿Entonces? —cuestiona Rika con una de sus cejas elevadas.
Miro expectante a Chiharu, a los segundos suelta un sonoro suspiro para luego sonreír.
¡Oh, dios!
Eso solo puede significar una cosa.
—Participaremos, ¡no lo puedo creer! —digo extremadamente emocionada y a la vez sintiendo como mi estómago se revuelve de los nervios, solo espero que el pánico escénico no aparezca cuando llegue ese día.
—¡Sabía que apoyarían mi idea! Tenemos cerca de 2 meses para prepararnos y salir a la luz de la mejor forma.
El optimismo de Naoko es contagioso, veo a Chiharu asentir y Rika sonríe esperanzada de que esta locura funcionará.
Vamos, si tocamos desde los 12 podemos hacer algo decente, ¿no?
—Y ya habiendo aceptado tu loca idea, Naoko, es hora de dar paso a lo que tiene que contarnos otra persona aquí presente —parpadeo algo confusa y…—. Sí, te hablo a ti, Sakura.
Rika me mira con sus cejas alzadas, mis dedos de forma algo nerviosa comienzan a jugar entre ellos, paso algo de saliva no sin antes humedecer mis labios que de un momento a otro sentí secos.
Sabía que tenía que contarles todo lo de Yue porque son mis mejores amigas y si supieran que Li se enteró antes que ellas seguramente me lo sacarían en cara, pero vamos, para qué dar tantos detalles.
Ya es todo un estrés mencionar lo de Yue y más cuando se enteren de que de cierta forma me usó, y ellas como son mis mejores amigas saben lo mucho que este chico me ha gustado…
¿Aun sigue gustándome? Obviamente no debería, pero todo es reciente, y no sé qué pensar al respecto, me he llegado hasta a cuestionar si todo lo que he sentido estos años es meramente una idealización.
¿Podría serlo?
¡¿Cómo diablos poder saberlo?!
No, no, no, olvídalo, Sakura.
¡Bloqueo, bloqueo, bloqueo!
Mejor centro mis energías en mi súper plan de ser una chica mala y no dejar que nadie vuelva a romperme el corazón.
Sí, muy bien, eso es lo mejor, aunque… ¿debería contarles esto también a mis amigas?
Ya lo del almuerzo con los "perfectos" fue algo que les llamó la atención, pero lo de ayer con Li que terminó siendo una especie de especulación de casi toda la clase, no fue tema para ellas. De hecho, no hicieron comentario alguno.
Ni uno solo… y eso sí que es raro.
—Tierra llamando a Sakura, tierra llamando a Sakura —la voz de Chiharu me hace volver al presente, por un segundo olvidé que estoy en medio de una videollamada y mis amigas esperan a que hable de una buena vez.
—Yo…Lo siento.
—Estabas en la luna, chica, como siempre —comenta Naoko provocando la risa de las demás y sacándome una pequeña sonrisa.
Cierto, en una luna con un montón de preguntas sin respuestas… aún.
Suspiro.
—Sé que tengo que hablar de cierto tema y ahora lo haré… solo no me interrumpan, ¿okey?
Las veo asentir y al fin comienzo a contar lo sucedido el viernes, solo que omitiendo la parte final de ese día en donde el alcohol tuvo protagonismo al igual que cierto compañero popular y a la vez algo antisocial que hizo aparición o más bien yo hice aparición en su vida y lo involucré en un acuerdo que para mí tiene muchísimo sentido.
—¡Voy a matarlo!
—Dije que no me interrumpieran y ese petición iba exclusivamente para ti, Chiharu.
—No, no, es que es un jodido imbécil, ¿cómo hace eso? ¡¿con qué fin te invita para luego dejarte sola e irse besuquear con otra?!
Miro rápidamente hacia la puerta de mi habitación, opto por conectar rápidamente mis audífonos porque seguramente mi hermano ya debe estar por llegar de la universidad y existe la posibilidad que lo que acaba de casi gritar Chiharu llegue a sus oídos a través de las paredes de mi habitación.
—Bueno, quizás es mi culpa, creo que soy muy ingenua...
«Que él haya sido una mierda no es tu culpa»
—Detente ahí, Sakura Kinomoto, nada de esto es tu culpa, eso, por favor, tenlo claro, eres un chica genial, bellísima y con un humor que adoramos, tú no eres el problema, amiga.
Mis ojos comienzan a escocer y maldición, no quería llorar nuevamente porque sentía que estaba lidiando decentemente con esta decepción amorosa, mi primera la verdad, por esto retrasé este momento, sabía que en cuando les contara la pena volvería en oleadas altas, inmensas y que terminarían en lágrimas que me serían difícil de detener.
Y para peor, mi conciencia de forma masoquista hace resonar esas palabras que me dijo cierto chico, palabras que calzan perfectamente con lo que Rika me acaba de decir.
—Lo sé… —afirmo casi en balbuceo, paso saliva y me esfuerzo por sonreír—. Ya pasó, estaré bien chicas, de verdad.
—Joder, yo también quiero matarlo —dice Naoko casi en un gruñido—, ¿Han... hablado?
Niego rápidamente con mi cabeza mientras seco el torrente de lágrimas que bajaban por mis mejillas. Inspiro profundamente y luego de unos minutos de silencio que mis amigas no interrumpieron vuelvo a sacar mi voz.
—Él lo ha hecho, pero no he querido responderle nada, sé que tarde o temprano me encontraré con él, estos días vuelvo a casa siempre nerviosa y me encierro acá en mi cuarto porque sé que es probable que llegue un día y lo encuentre junto a mi hermano, es algo habitual, son mejores amigos.
Con mi hermano Touya nos llevamos solo por dos años así que estamos en etapas similares, él en su segundo año de universidad y yo en mi último de instituto, motivo por el cual nuestros círculos de amistades tienden a estar bastante en sintonía.
Mis amigas me animan un montón, me dicen que está bien llorar, desahogarse, y me agradecen el que confíe en ellas; yo les agradezco su apoyo y les recalco unas 3 veces que son las mejores, porque sí, lo son.
—Somos amigas y esto hacen las amigas, y si tenemos que organizarnos para darle una lección a Yue, ahí estaremos.
El comentario de Chiharu nos hace reír a todas.
La videollamada dura solo unos minutos más y antes de despedirnos acordamos que cada una debe escoger una canción como candidata a tocar en el festival.
Misión para nada fácil, pero no imposible.
Salgo de mi habitación con la sensación de cargar menos peso, qué bien se sintió soltar todo a ellas, solo espero no botar más lagrimas por cierto chico… corrección, no más lágrimas por ningún chico, no más.
Me dirijo al primer piso, directamente hacia la cocina ya que mi estómago me está pidiendo con ganas algo de comida.
Sonrío al encontrarme con mis padres ya cenando y me uno a ellos rápidamente. La cena fue como es siempre, alegre, con las típicas preguntas de cómo estuvo mi día, y bueno, quizás fui algo apresurada, pero aproveché de contarles sobre lo del festival.
—¡Al fin el mundo las conocerá! —exclama mi padre, Fujitaka Kinomoto, con un entusiasmo bastante contagioso y que me saca una sonrisa.
—Técnicamente solo Tomoeda nos conocerá, papá —corrijo sin ser escuchada, por supuesto.
—Cariño, deberías hacer alguna publicación de esto —dice mi padre a mi madre quien asiente lentamente.
—Sí, podría subir algo a las redes sociales —mi madre, quien trabaja en el área de marketing digital para una agencia, se une al entusiasmo de mi padre.
Suelto una risa algo nerviosa y cruzo los dedos para que cuando llegue ese día todo salga bien.
Tras la cena bajo al sótano, una de mis habitaciones preferidas y en donde paso gran parte de mi tiempo libre junto a mi guitarra y ensayando con mis amigas. Si en las películas el garage es el lugar donde los adolescentes tocan con su banda de rock, para nosotras es el sótano, con escasa luz natural, pero con el espacio suficiente para tener nuestros instrumentos.
Apenas llego a la habitación me acerco a mi guitarra eléctrica, la conecto a su amplificador y tras regular el volumen comienzo a tocar notas sueltas, sin una melodía clara, simplemente me dejo llevar por lo que siento, al rato esas notas tomaron una estructura más clara y los acordes de Love is embarrassing comenzaron a hacer eco en la habitación.
Por alguna razón esta canción la tengo pegadísima, ¿será que es una señal que me quiere dar la vida?
No puedo darle más vueltas al asunto ya que el sonido de algo cayendo me saca de mis pensamientos, mi corazón se acelera de golpe y más al ver una silueta oscura al pie de las escaleras.
¡Y dios!
Grité tan fuerte que estoy segura que hasta mis vecinos me escucharon.
El maldito miedo —que me tenía con el corazón en la mano— desapareció apenas la risa de cierta persona hizo eco en la habitación. Siento cómo la rabia comienza a invadirme por completo y si pudiera lanzar fuego lo haría, oh sí.
—¿Acaso pensaste que era un fantasma?
Rodé los ojos e hice algo para nada admirable, pero que adoro hacer sobre todo a él: ley del hielo y con ganas, no sin antes levantarle cierto dedo de mi mano.
—¿No me digas que te enojaste? Anda, vamos, Sakura, y yo que te traigo esto.
¡No mires, no mires!
Centro mi atención a mi guitarra y en los acordes que vuelvo a tocar, pero no es fácil, mi hermano está frente a mí y su zapatillas entrando a mi campo visual me lo confirman.
—Te traje tu favorito.
El aroma de helado de fresas con chocolate inunda mis sentidos.
—Oye, no quería asustarte tanto, aunque me hubiera encantado grabar tu cara de miedo, y tu grito, joder, parecía calcado al de las películas de terror que tanto odias ver.
—Idiota —dejo la guitarra a un lado y le quito el pocillo con helado que me estaba ofreciendo.
Mi mira con esa sonrisa burlona que siempre me hace cuando me saca de mis casillas, como ahora.
—Te dejo, sigue con lo tuyo, dicen que la práctica hace al maestro, supongo que el ruido que tocas algún día será música.
Respira, Sakura, respira.
—¡Deja de molestar, Touya!
—¿Ves? Ya te transformaste en un monstruo, no digo yo que esa es tu segunda personalidad.
—Eres…
—Tu querido hermano mayor, ¿no?
—Créeme que si tuviera otro hermano, tú serías el menos querido.
Lleva su mano al pecho de forma tan teatral que casi, casi me saca una sonrisa.
—Has dañado mi orgullo de hermano mayor, pero te perdono.
Vuelvo a poner mis ojos en blanco y opto por llevar mi atención al delicioso postre que mi hermano me trajo, si no hago esto de seguro ya le habría tirado alguna cosa por la cabeza.
De hecho, podría hacerlo, ¿no? Se lo merece con creces.
Quizás el cojín que tengo cerca de mis pies podría servi…
—El sábado haré una pequeña fiesta, dile a las chicas, están invitadas como siempre.
La cuchara que llevaba a mi boca queda a mitad de camino y estoy segura que estoy conteniendo mi respiración.
Eso solo puede significar que…
—¿Yue… vendrá?
Touya frunce un poco su ceño.
—Obvio, si es mi mejor amigo, definitivamente ese helado te congeló el cerebro.
Y en este momento estoy odiando la manía que tiene mi hermano de hacer fiestas sobre todo en nuestra casa.
Es lógico que él estará en la fiesta...
Y no sé si esté lista para verlo.
Notas de Caris:
Hola, hola!
Perdón, perdón, perdón!
La demora fue bastante, excusas hay, pero bueno, para qué darle vueltas a eso.
Cap 5 arriba y desde el POV de Sakura y enfocado en su círculo cercano, como adelanto puedo decir que el próximo cáp será desde el punto de vista de cierto tutor que tiene un plan para esta chica en vías de ser mala, plan del que aún no se entera jijiji
Un detalle por si se les pasó en la lectura, en esta locura los hermanos Kinomoto se llevan por solo 2 años, así que Touya probablemente sea más pesote o quizás no jajajaj ya lo veremos :D
¿Qué les pareció la idea de Naoko?
¿Creen que fue bueno que Sakura mantenga lo del acuerdo con Shaoran en secreto?
¡Y Yue a la vista!
Espero leer sus impresiones, son motivación constante para escribir esta locura. Agradezco su interacción y apoyo aquí en Fanfiction como en Wattpad con sus votos y comentarios, mil gracias *-*
Estoy organizando mis tiempos para que la próxima actualización sea mucho más rápida.
Un abrazo grande y lindo inicio de semana, espero les guste este nuevo cap.
