No sé por dónde empezar… Me ha pasado algo que sinceramente no sabría explicar, aun pienso que me han drogado y que todo lo que vi eran simplemente alucinaciones y fumadas por el efecto de las drogas. Dios… hasta por un momento pensaba que había muerto y aparecí en el infierno, un infierno peculiar…

….

….

….

….

….

Un chico castaño estaba examinando la cámara que estaba en sus manos, por su expresión se le veía aburrido. Subió su cabeza para ver sus alrededores, estaba en el metro, curiosamente no había casi personas dentro. A lo mucho unas 5 y poco más.

-Seguramente sea por la hora, debí haber tomado el autobús… si no fuese porque se me hizo tarde y no alcance a llegar. -Suspiro frustrado, se había estresado por ello. Con sus dedos jugaba con la pantalla de la cámara.-

El joven Nathan empezó a bostezar, se sentía cansado, puesto que había corrido bastante para llegar al bus y también para llegar el metro. Guardo la cámara dentro de su chaqueta marrón, decidido a tomar una siesta. Sus párpados se cerraron lentamente hasta adentrarse al mundo de los sueños, sin saber lo que le esperaba.

…..

…..

…..

…..

…..

…..

…..

El sonido del metro sonaba, indicando la parada y llegada de la estación.

-Ultima parada…. ¡Mogeko! ¡Mogeko!

Esa voz resonaba entre la cabeza del castaño, despertándose de golpe. Exaltado gira su cabeza en varias direcciones.

-¿¡Q-Que? ¿Dónde están todos? ¿Y acabo de escuchar algo sobre Moge-que mierda? -Hablo confundido, era el único pasajero que estaba dentro. Lo cual lo asustó un poco, se levantó de inmediato, sintiendo el pequeño mareo que uno tiene cuando se levanta rápidamente después de estar sentado tanto tiempo. Pero eso no importaba ahora.

El chico se asomó por la ventana, viendo que había un cartel que decía "Estación Mogeko".

-¿Mogeko…? Nunca he oído que exista una estación así. ¿Dónde diablos estoy? -Esta situación lo estaba poniendo de nervios, pero respirando hondo, da un paso para salir de aquel tren. No sin antes, ir a donde estaba el conductor, para llevarse la sorpresa de que no había nadie adentro. Tragando saliva decidió salir luego de pensar un rato.

En esta nueva estación no había nadie, absolutamente nadie. Solo había rejas con varios agujeros a la vista, junto con varias hojas regadas por doquier.

-Esto parece típica ambientación de película de terror. -Camina hacia una de las hojas que estaban por ahí, toma uno y empieza a leer.

"Haz paz con el prosciutto"

-¿Qué es eso? -Se preguntó confundido, dejó la nota en dónde estaba y caminó hacia donde está la siguiente.

'

'¡Pimiento Rojo y Asociación de pasta!

¡Ahora reclutando miembros!

¿Te volverás un pimientofan?

¡Llama por detalles! —- 000-XXX-000''

-Okey…. ¿Dónde carajos me metí? -Fue directo a la siguiente hoja tirada en el suelo.

''DEBO GUIAR CHICAS DE PREPARATORIA''

-¡Muy bien, suficiente de esta mierda! -Hizo bola la hoja y la tiro donde sea que haya caído, apresuro su paso para irse de ese lugar.

Ni siquiera se detuvo a leer las demás notas que tenían enfrente, primero el tren lo dejó a una estación que nunca ha escuchado, sin CONDUCTOR en la cabina, segundo no hay ninguna persona en este lugar y por si fuera poco, hay notas muy raras que de seguro un degenerado escribió.

-Ahora que recuerdo… -Se puso a buscar en su chaqueta la cámara que tenía, notando un bulto. Sacando dicho objeto, suspiro aliviado. Por suerte nadie se la robo mientras estaba dormido.

-Tal vez debería grabar esto, solo por si acaso. -Abriendo la pantalla, pulsa el botón de grabación. Este mismo estaba haciendo algunas pruebas de acercamiento, viendo que todo está correctamente, continua caminando notando que al final había un túnel.

…..

…..

…..

…..

…..

…..

…..

…..

…..

No sabía cuánto había caminado, pero se estaba frustrando por no encontrar nada. Solo había árboles tras árboles, este bosque parecía interminable, sin contar la sensación de estar siendo observado por algo… El castaño esperaba encontrar un pueblo para que pudieran ayudarle, pero nada.

-Esto solo puede pasarme a mi. Ya tenía suficiente con lo que me pasó, ahora. ¿Qué podría pasar en este bosque raro?

Y como obra del destino, una especie de rugido se escuchó detrás del chico. Asustándose voltearía para esperar a un animal salvaje, solo para encontrarse…. Con un ¿Gato amarillo…?

-...

-...

Ambos parecían tener un concurso de miradas, el joven estuvo a punto de hablar hasta que la criatura hizo un sonido.

-¡Mogege!

-¿Que…? ¿Qué carajos eres? -Miro extrañado apuntando la videocámara hacia el gato amarillo.

-No eres una chica de preparatoria, moge. -Ignoro por completo la pregunta del protagonista, solo miraba de arriba a abajo al chico.

Ignorado la obvia suposición, frunció el ceño ante lo que dijo.

-Creo que eso es obvio… ¿Acaso tu eres el que escribió esas notas de degenerado?

-Eso no importa, no eres una chica como las que a mi me gusta. ¡Ya sé! Puedo convertirte en una, no será difícil. Ya me puedo imaginar las cosas que te har-...

Ni siquiera pudo terminar de decir porque recibió una patada en lo que se supone que es su entrepierna. El chico castaño salió corriendo de ahí sin mirar atrás, guardando la cámara con las pruebas. Nervioso y algo asustado no paraba de correr para alejarse de aquella criatura, de algún modo podía oír pisadas como de una manada. No quería mirar atrás, solo corría despavorido.

Luego de una gran carrera que se marcó el joven, paró viendo que ya no lo seguía nadie. Solo suspiró aliviado jadeando por el cansancio de correr tanto.

-¿¡Qué carajo!? ¿Qué fue todo eso? -Su respiración se entrecortaba entre lo cansado y lo nervioso.

-Cálmate… ponerte así no te ayudará de nada. Pero… ¿Qué clase de especie es esa?

Sacudió la cabeza, hablar solo no lo sacara de donde está. Al comenzar a caminar nota que a lo lejos se ve algo grande, sacando de nuevo su cámara. Haría zoom para ver con más claridad.

Y vaya sorpresa que había un maldito castillo con la cara de esa especie. Se quedó en silencio pensando en que estaba soñando y que en cualquier momento despertará.

¿Verdad?

-Muy bien, esto está pasando realmente…. Me debieron haber drogado cuando me dormí en el metro. Si, eso tiene que haber pasado. -Si, se estaba intentando convencer de que pasó eso. -Ahora por ello estoy en el mundo que un drogadicto estaría viendo. Ya decía yo que debí haber hecho caso a los anuncios del fentanilo de la secretaría de salud de México.

La cámara seguía grabando, era lo único que podía probar de todo lo que estaba viendo. Dejando escapar un suspiro nervioso, reanudó su caminata hacia aquel castillo, después de todo tenía curiosidad sobre ello.

Charcos de sangre estarían esparcidos por el suelo que caminaba el chico, el olor metálico de ello lo comenzaba a marear un poco. Se encontró que había un cadáver de esas cosas amarillas.

-Que puto asco…. ¿Qué le habrá pasado? Mejor no me quedo a averiguarlo. -Grabo por supuesto al cadáver como todo morboso que es.

El camino estaría muy silencioso y tranquilo, claro, sin contar aquel muerto de atrás. Solo caminando por el puente, habían algunos criaturas amarillos flotando en el agua, pero decidió ignorarlos y no llamar su atención. Lo único que leyó antes de cruzar el puente fue que unas estatuas decía ''Castillo Mogeko''

-Mogeko…. ¿Será que ese es el nombre de esta especie de gatos? Para empezar, ¿Cómo es que la humanidad nunca descubrió estas criaturas? Me parece raro que nadie los haya descubierto y haya información al respecto. -Preguntas y dudas pasaban por su cabeza, sin darse cuenta había llegado en lo que parecía la entrada de aquel castillo.

En primer lugar… ¿Qué estaba haciendo? Debería haber corrido a otra dirección en busca de ayuda, un maldito pueblo tendría que estar buscando.

-Soy un pendejo, pero también… ¿Qué opción tengo? Si vuelvo a donde estaba es más que seguro que esos ''Mogekos'' me encontraran y me convertirán en una mujer. No tengo ganas de cambiar de sexo, gracias. -Habló en sus pensamientos, con su mano se tallaba la cara con frustración.

-De igual manera, si vuelvo y voy en busca de ayuda. Es más que seguro que me perderé en este gran bosque, si es que no me mata algún animal salvaje.

Agarrando fuertemente la cámara, decidió entrar en aquel castillo. Dando un último vistazo atrás suya.

-Estaré cometiendo un error ahora, pero no es tiempo de arrepentimientos.

Con eso dicho, entraría sin saber lo que le esperaba dentro de aquel castillo tan particular. Solo el tiempo dirá lo que ocurrirá con él….