Este es un oneshot vinculado a mi longfic "Cuando lo improbable se vuelve probable", más que todo el desenlace de un pequeño conflicto que estuvo presente en toda la historia y que quedo pendiente en el final de la misma. No hace falta leer el otro fic para poder leer este, pero seguramente se perderán muchos contextos.

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Capítulo único - Campamento improbable para un campeón probable.

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— Este es Hilbert Black — Dawn empujó al aterrado chico, frente a sus conocidos — El nuevo campeón de Unova — Declaró con orgullo.

Dawn era complemente inconsciente de la mirada de pánico del joven, mientras se enfrentaba a la pesada mirada de los tres ejecutivos. Hilbert nada más podía ver a tres hombres aterradores, que no solo lo superaban en altura, sino que tampoco lo veían con buenos ojos o por lo menos eso era lo que sus expresiones cerradas y severas le dejaban ver, al tiempo que parecían evaluarlo de pies a cabeza.

— Dudo que no lo sepas, pero… — Dawn agarró la manga de la chaqueta de Maxie para el completo horror de Hilbert, mientras el hombre le dedicaba apenas una mira a Dawn por a la suave presión en su prenda — Este es Maxie Asher, el líder del Equipo Magma.

Maxie dejó a la chica de Sinnoh para colocar toda su atención en Hilbert, que no pudo evitar estremecerse, cuando los ojos del ejecutivo se entrecerraron en un gesto que no supo leer.

— Un placer, joven Black — Maxie saludó con un asentimiento, mientras se ajustaba las gafas — Aunque estoy seguro que no es la primera vez que escucha esto, quisiera decir que me intriga saber todo lo que descubrió sobre los planes del equipo… — Dejó de hablar, cuando el codo de Saturn se hundió en su costado, por lo que arrugó la nariz con disgusto — Es simplemente un placer tener a otro campeón entre nosotros… — El disgusto permaneció en su voz, al tiempo que las palabras salían — Creo que he conocido en persona más campeones en esta vida de lo que cualquier humano común puede decir…

No era un secreto para nadie que los tres hombres delante de Hilbert, habían tenido que aprender a vivir bajo el ojo agudo de todas las autoridades competentes de sus respectivas regiones, incluso al punto de tener que informar cualquier cosa que hicieran o planearan hacer durante su vida cotidiana. A fin de cuentas muy pocos creían posible que los hombres pudieran redimir sus acciones o incluso mantener sus manos lejos de asuntos turbios, pero hasta el momento todas sus acciones indicaba que realmente querían compensar sus errores y muchas de las restricciones que alguna vez tuvieron fueron levantadas o aligeradas.

« O es lo que Dawn se ha encargado de hacerme creer » Hilbert pensó con algo de pesar, incapaz de relajarse frente a los varones o creer por completo en las palabras de su amiga, cuando tuvo que enfrentarse a los protagonista en vivo y directo.

Aunque tuvo que admitir que las palabras de Dawn sonaban más reales, mientras más veía su forma navegar entre los tres hombres como si estos fueran sus amigos de toda la vida.

— No es que seamos "cualquier persona", socio… — Archie se burló de su homólogo, antes de extender su mano y tomar la del desprevenido Hilbert, que se tensó ante el repentino contacto — Un placer, mocoso — Sacudió con algo de brusquedad su unión — Soy Archie Steamer, líder del equipo Aqua y socio de estos dos pelmazos — Se presentó, ignorando la expresión de disgusto de dichos socios — Un placer… espero podamos llevarnos bien — Sonrió, pero el gesto pareció no llegar ningún lado.

Hilbert no supo si no era del agrado del hombre o simplemente no quería estar allí, pero su sonrisa no parecía alegre por alguna extraña razón. No conocía lo suficiente al hombre como para decirlo en voz alta, solo podía sentir cómo un aura oscura brotaba de él, mientras simulaba ser cordial.

« ¿Qué se supone que hice para disgustarlo? » Hilbert lloró en su interior — Es… es un… placer conocerlos señores — Tartamudeó, al tiempo que forzaba una sonrisa en sus labios.

El hombre pareció notar su incomodidad o quizás quisiera aumentarla, ya que su se ensanchó y sus ojos tomaron un brillo malicioso.

— Lo estás asustando — Dawn regañó y apartó la mano de Archie, entrecerró los ojos en dirección del hombre, que soltó una carcajada, antes de fijarse en el inquieto Hilbert — No tienes nada que temer — Agitó la mano para restar importancia — Pueden parecer intimidantes, pero no son nada peligrosos… — Dudó de soltar lo último, porque si bien el dúo ahora tenía menos ataques, todavía había momentos que hasta el sereno Maxie mostraba su lado maniático.

Hilbert simplemente asintió a las palabras de Dawn, ya que no se sentía capaz de decir algo sin tartamudear, y en cambio miró con curiosidad al hombre faltante, que miraba con cansancio al dúo, que había comenzado a incriminarse entre sí el hecho de haberlo asustado.

— Y este… — Dawn agarró el brazo completo del personaje faltante, quien volvió para observarla de reojo — Es Saturn Huygens es actual presidente de la Nueva Galaxia.

El azul se encontró con el marrón, antes de que los primero se entrecerraran y una sonrisa de complicidad tirara de sus labios, algo que sorprendió a Hilbert. La mano de Saturn palmeó dos veces la de Dawn, antes de soltarse de su agarre y extender su extremidad libre en dirección de Hilbert.

— Un placer, joven Hilbert — Saturn se presentó con un ligero apretón de manos y sin perder su sonrisa — ¿Usted también ha sido forzado a venir aquí?

— Uhm… — Hilbert parpadeó y buscó la mirada de Dawn, solo para ver a la chica angustiada — ¿Si…digo… no?

— ¡Saturn…! — Dawn regañó entrecerrando los ojos en dirección del nombrado, mientras este le regresaba la expresión y se cruzaba de brazos — Nadie fue obligado a venir aquí — Aclaró.

— Habla por ti misma, Dawn — Saturn se quejó, antes de levantar sus manos para señalar el entorno selvático que los rodea — No creo que ninguno de los presentes quisiera venir a una selva a acampar y menos para celebrar la toma de título de…

Saturn guardó silencio, cuando observó como Hilbert levantaba la mano con expresión indignada y Dawn le dedicaba una sonrisa de suficiencia, mientras señalaba algo por detrás de su espalda. Buscó lo que Dawn le indicaba, solo para encontrar con que Maxie también levantaba la mano, al tiempo que su expresión ligeramente iluminaba indicaba que tenía algo que decir, antes de notar como una pequeña forma junto a los dos hombres, también levantaba la mano.

Si el inmenso y ridículo gorro no decía la identidad de la niña, lo harían las coletas o la igual de ridícula indumentaria, que solo acentuaban su infantil forma. No sabía en qué momento había llegado Lyra ni por qué se encontraba tan tranquila entre los dos ecologistas, aunque conociendo su amistad con May, no era algo tan extraño que ya tuvieran alguna especie de relación.

— Saben que… Olvídenlo — Saturn entornó los ojos y aseguró la pesada mochila en su espalda, mientras liberaba a su Toxicroak y Gallade — Solo esperemos a May para empezar esta tortura — Soltó con resignación, antes de volver a posar su atención en Hilbert — Entonces solo puedo decirte, felicidades por tu título, Campeón — Le dedicó una pequeña sonrisa desganada, pero sincera que el chico no esperó

— ¡Sí! — Dawn canturreó, al tiempo que alzaba los brazos — Felicidades por haber superado a la liga de Unova.

— Y bienvenido a lo que será el campamento más peculiar que vas a vivir, solo… no tomes muy personal nada de lo que pueda ocurrir — Saturn ignoró el codazo que Dawn le dio por sus palabras — No puedes garantizar que todo salga bien y tú también lo sabes.

Hilbert miró confundido a Saturn, mientras que este revisara su Pokégear y su expresión se tornaba sombría, antes de soltar un largo suspiro. Dawn también pareció preocuparse por la actitud del hombre e intentó ver lo que había leído en el aparato, pero cualquier pensamiento fue dejado de lado, cuando May decidió aparecer con su Altaria y un pequeño huevo entre sus brazos, que entregó a una emocionada Lyra.

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Saturn había oído las palabras "revivir viejos tiempos" y "solo vives entre papeles" al menos quince veces, antes de decidir que no quería seguir siendo torturado y aceptar la sugerencia dada por su demasiado entusiasta asistente. En ese momento no sabía en que se estaba metiendo, ya que solo había accedido para apaciguar la ira de la joven, pero ahora estaba viendo la magnitud de su error, mientras se aferraba las amarras de su mochila y luchaba con el terreno inclinado en algún lugar perdido de la pata de Arceus en Hoenn.

Era consciente de que debió sospechar, cuando Dawn le informó con quienes iban a compartir la experiencia y que ella misma se encargó de armar su equipaje, así como de todo lo demás. Dudaba que fuera el completo cerebro de la operación, pero tenía que haber notado las señales muy claras de que algo grande estaba por suceder y de que él, de todos los presentes, era el menos apto para todo el asunto.

Detuvo su lento paso para soltar un suspiro cansado y pasarse el antebrazo por la frente para limpiarse el sudor, antes de escuchar como la Pokémon a su costado croaba en burla. Saturn soltó un resoplido y giró la cabeza, solo para entrecerrar los ojos en dirección de su Toxicroak, que le regresó la mirada con una expresión de diversión.

— Si tan gracioso te parece — Saturn se quejó, al tiempo que desamarraba la mochila de su espalda y se la entregaba a su Pokémon — Se mi invitado.

La Toxicroak hizo un sonido de chasquido con su bolsa de veneno, antes de mirar entre su entrenador y la mochila ofrecida. Se encogió de hombros con indiferencia y tomó el objeto, solo para cargarlo sin problemas y pavonearse frente a su entrenador, mientras lo adelantaba sin esfuerzo.

« Maldita presumida » Saturn apretó los dientes, al tiempo que observaba a Toxicroak unirse al grupo más joven.

De repente escuchó un murmullo cargado de preocupación, por lo que tuvo forzar su cuerpo a relajarse, antes de enfrentar la mirada angustiada de su Gallade. Este al ver que tenía la atención de su entrenador, extendió los brazos en su dirección e hizo un además con la cabeza, acción que horrorizó a Saturn.

— Gallade agradezco el ofrecimiento, pero… — Saturn hizo una mueca, al ver cómo la expresión determinada del Pokémon guardián cambiaba a una abatida — Puedo caminar por mí mismo o más bien lo prefiero — Susurró lo último — ¿Por qué no mejor ayudar a Toxicroak? — Preguntó con la esperanza de alejar las preocupaciones de su Pokémon.

Tanto Saturn como Gallade buscaron a Toxicroak, solo para encontrarla caminando sin problemas a unos pasos de Dawn, mientras parecía interesada en la conversación que esta tenía con las incorporaciones más reciente del grupo, Hilbert y Lyra, que escuchaban con atención las explicaciones que tanto Dawn como May le daban sobre los Pokémon locales. Saturn regresó la vista a su otro Pokémon para encontrarse con la mirada poco impresionada de su Gallade, que no veía la necesidad de ayudar a su compañera de equipo, antes de que este se cruzara de brazos y sacudiera la cabeza con resignación.

— De verdad no lo necesito — Saturn aseguró a su Gallade.

Saturn no pudo evitar hacer una mueca al sentir el regaño silencioso de Gallade, pero no era como si fuera a permitir que este lo cargara, solo porque era muy notoria su falta de resistencia física. El Pokémon guardián soltó un suspiro y decidió avanzar un par de pasos por delante de su entrenador para tomar el centro de la formación creada por el grupo, mientras se mantenía alerta a su entorno y de los diversos Pokémon salvajes que podían escucharse a la distancia.

« No es mi culpa que tuviéramos recursos para movilizarnos sin tanto desgaste físico » Saturn se excusó mentalmente, antes de frotarse los hombros adoloridos y buscar a los otros integrantes del grupo « Me alegra no ser el único que lo está pasando regular » Se consoló.

Por algún extraño motivo el siempre alegre Archie parecía sombrío, incluso había estado en un extraño silencio desde que comenzaron su caminata por la montaña. No estaba seguro si su estado era por el hecho de que estaban lejos del océano o de cualquier fuente de agua, puesto que el hombre tenía una afinidad tan natural con el elemento, que parecía secarse si no lo tenía cerca.

El único motivo posible que se le ocurrió era que hubiera sido obligado a venir, ya que conocía lo suficiente al hombre para saber que cualquier cosa que involucrara dejar el trabajo lo emocionara, pero nunca se podía estar muy seguro y más May estaba involucrada en el asunto. Por otro lado se encontraba Maxie, tan forrado en ropa como si estuviera trabajando en un día normal en su oficina con aire acondicionado, algo que hacía que solo su vista generará más calor, que la humedad del bosque que los rodeaba.

— Debo decir que admiro tu capacidad para continuar usando ese tipo de ropa en cualquier circunstancia — Saturn señaló a Maxie y su cuello de tortuga, mientras este dejaba de observar el terreno y anotar en su libreta para prestarle atención — Eres la única persona que conozco capaz de llevar algo tan abrigado para una acampada en mitad de la selva y lucir tan fresco como Empoleon o bueno… — Hizo un intento de sonrisa, que salió más como que una mueca — Eso sin incluir a tus subordinados

Maxie entrecerró los ojos y miró su indumentaria con confusión sin encontrar lo malo en ella. Por otro lado Saturn miraba con receloso el cuello de tortuga de mangas largas, las chaqueta y las calzadas largas que el homólogo de Magma usaba.

— Estoy acostumbrado a usar estas ropas y nunca he tenido problemas con ir "demasiado abrigado" — Maxie se encogió de hombros, antes de acariciar la cabeza del Mightyena, que caminaba a su lado — Incluso recuerdo llevar más protección, cuando buscábamos el lugar de activación piedra para "Groudon" y algunas veces ameritaba caminar por senderos similares a este — Entrecerró los ojos sin perder el ritmo lento de su caminata — Casi todo el trabajo debía hacerse en el campo y tuvimos que mapear todo el terreno que compone Hoenn. A fin de cuentas no había forma real de detectar el lugar exacto o por lo menos no sin examinar físicamente el sitio y estudiar el terreno nunca estuvo de más.

Saturn arrugó la nariz, solo al imaginarse al equipo magma correteando por todo Hoenn, mientras buscaban el lugar exacto donde cometieron la mayor estupidez que se les pudo ocurrir. No es como si pudiera jactarse mucho de las motivaciones que tuvo su propio equipo o de Cyrus, pero por lo menos ellos tuvieron la ventaja de la tecnología en todo momento.

Maxie tenía todos los recursos tecnológicos que uno pudiera imaginar, solo que estos no les servían de nada para lo que buscaba, ya que el asunto se resumía a la reacción de una piedra, que para el resto del mundo era solo un simple objeto inanimado. Se preguntó que tantas veces debía uno pasar por tal tortura para "acostumbrarse" y lucir como si caminara a la Pokétienda más cercana, en vez de por un sendero empinado y rodeado de un bosque plagado de humedad o quizás esas ropas no eran solo lo que él venía y tenían algo especial, que las hacía más frescas que la ropa convencional.

— Archie estuvo en la misma situación, por lo que también debe estar acostumbrado — Maxie miró a su homólogo y Saturn fue capaz de ver el momento exacto, en el que el deprimido hombre mostraba el primer vestigio de emoción desde que comenzaron a caminar — Recuerdo como nos cruzábamos cada vez que nuestro grupo debía acercarse al mar y el suyo estaba más tierra adentro de lo normal… — Soltó un prolongado suspiro — Todavía no entiendo como no quedaron sordos, después pasar tanto tiempo en el fondo marino, supongo que Kyogre estaba de su lado de alguna forma…

— Si, comprendo lo que quieres decir… — Saturn comentó, mientras recordaba su propia experiencia en la primera inmersión con Archie y el dolor en sus oídos que siguió a dicho acontecimiento, antes de escuchar la carcajada estridente de líder Aqua.

— ¡Esos fueron buenos tiempos! — Archie reconoció con un asentimiento y una gran sonrisa, al tiempo que aseguraba las dos mochilas que llevaba — Sin ofender, pero era divertida aquella rivalidad estúpida que teníamos y realmente nos ayudaba a pasar las frustraciones acumuladas de días de búsquedas infructuosos.

— Estoy de acuerdo con eso — Maxie confirmó con una pequeña sonrisa — También era curioso cómo siempre los contadores se encontraban igualados… pese a tu ventaja — La sonrisa creció para convertirse en algo más malicioso — Es una lástima que nunca pudiéramos definir a un ganador.

— Podríamos hacerlo en este…

Saturn gimió interiormente, al ver cómo el dúo comenzaba a discutir, mientras los Mightyena junto a ellos miraban con pesar a sus entrenadores. Decidió que estaba demasiado cansado para intervenir en la acalorada conversación entre los dos ecologistas, a fin de cuentas todas sus fuerzas estaban concentradas en mantenerse consciente y respirando.

Por lo que apresuró su paso para igualar el de su Gallade o incluso pasarlo, pero no llegó a hacer ninguna de las dos cosas, ya que una mano se posó con demasiada fuerza en su hombro, antes de regresarlo junto al par del que intentaba huir.

— ¿Lo tuyo no es la escalada, verdad? — Archie preguntó con su propia sonrisa maliciosa, que solo se amplió al ver la mirada desdeñosa de Saturn — Creo que alguien no hizo bien su trabajo, mientras era comandante — Se burló — ¡Tampoco eres muy bueno en el buceo, mocoso!.

— No lo creo — Maxie se apresuró a intervenir — No ha demostrado ser nada menos que capaz y competente.

Saturn no supo cómo sentirse con las palabras de Maxie, por lo que se concentró en Archie.

— No era necesario hacer este tipo de cosas, pero si trabaje en el campo — Saturn se excusó, mientras se salía del dominio de Archie — Digamos que me encargaba de la financiación, así que no estuve muy involucrado en el tema de la recolección de datos o incluso en la investigación del todo, pero si ayude con la construcción de dispositivos junto con… Charon — Torció la boca como si las palabras le causaran acidez

El dúo guardó silencio por el tiempo suficiente para llamar la atención de Saturn, ya que no era como si no conocieran su historia.

— Ya veo… — Maxie fue el primero en romper el silencio, mientras ajustaba la montura de sus gafas — La verdad que es una lástima el no haberte tenido entre mis hombres — Cruzó los brazos sobre su pecho — Me habría asegurado de que tuvieras mejor condición física, a fin de cuentas la financiación nunca fue un problema para mi negocio.

— Habla por ti mismo — Archie refunfuñó — No todos nacemos con fondos ilimitados, ricachón — Resopló a un Maxie perplejo e indignado — Nosotros siempre funcionamos en base a donaciones, hasta que…

Archie dejó de hablar y los tres se detuvieron, cuando una pequeña niña se paró frente a ellos. Sus grandes ojos de color marrón los examinaron con curiosidad, antes de que hiciera contacto visual con Saturn y que una sonrisa juguetona se extendiera por su rostro, algo que no hizo más que estremecer a Saturn.

— Lamento interrumpir su charla, porque de verdad estaba muy interesante y quería saber de dónde sacaba su financiación el Equipo Aqua — Lyra comentó con un cierto tono de decepción — Pero Dawn está preocupada por ti, Proton — Comentó con naturalidad, mientras ignoraba deliberadamente las miradas que caían sobre Saturn ante sus palabras.

— Lyra… — Saturn siseó, al tiempo que se pasaba una mano por la cara — ¿Podrías dejar de llamarme así?

— Ella pregunta si necesitas que Saki te lleve en su lomo… — Lyra ignoró la pregunta y continuo — Si prefieres puedo decirle a Lima que te lleve — Señaló al Pokémon a su lado.

El Meganium junto a la niña cantó y sacudió sus pétalos, mientras miraba a Saturn y esperaba su respuesta. Saturn observó al alegre pokémon de hierba, antes de sacudir la cabeza en negativa.

— Muchas gracias por ambos ofrecimientos, pero no es necesario, ya que puedo caminar por mi…

— Entonces un mensaje de May — Lyra lo interrumpió y cambio miró abiertamente a los tres hombres — ¿Albaricoque me haces los honores?

Solo en ese momento se dieron cuenta del pequeño Chatot en el hombro de Lyra, que trinó con entusiasmo, antes de mirar al trio con determinación.

— ¿¡PODRÍAS MOVERSE MÁS RÁPIDO, LA IDEA ES ARMAR EL CAMPAMENTO ANTES DEL MEDIODÍA, NO AL ANOCHECER!? — Chatot soltó con la voz de May, aunque ligeramente chillona.

Tres pares de ojos buscaron a la susodicha, solo notar la distancia que tenían de desventaja con el resto del grupo y un Gallade confundido que se detenía de a ratos para observar su progreso. Saturn soltó un suspiro de resignación, mientras asumía una caminata más apresurada junto con los ecologistas sin notar que Lyra todavía los acompañaba y que Archie volvía a caer en una expresión sombría.

— ¿Puedo ver en esa batalla? — Lyra preguntó de repente a Archie y Maxie, quienes volvieron a fijar su mirada en la campeona de Johto — Me gustar presenciar un combate entre los líderes villanos.

Las palabras fueron absorbidas por los presentes, en tanto Saturn pensaba en todos los posibles problemas en los que se meterían si a la niña le pasaba algo y eso sin contar al otro mocoso.

— Lyra no sabes lo que estás pidiendo… — Saturn intentó detener lo que se avecinaba, pero al ver la expresión de Archie sabía que ya era demasiado tarde « Lance no va a estar contento con esto…»

Solo pudo rezar a Arceus para que la pelea de ese par no llegar a mayores y solo quedara en "revivir viejos tiempos".

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Finalmente y después de lo que pareció una eternidad, el grupo llegó a su destino. Un lugar entre la ruta 119 y 120 de Hoenn, en donde la inclemencia de la primera ruta no los afectaba, pero podía sentirse en el aire, y se encontraba lo suficientemente aislado para dar privacidad.

El sitio era una extensión de terreno plana, que si bien no estaba completamente despejada para ser llamada un claro, si daba el suficiente marguen para tener un buen vistazo del cielo, pero lo más importante y lo que sacó un aullido alegre de Archie, fue el arroyo que pasaba en las inmediaciones de la zona despejada.

— Te acordaste de mis chicos — May se permitió sonreír con orgullo, cuando el hombre fornido la abrazó — Sabía que no podías ser tan mala persona, ogr… digo May.

En cambio Maxie examinó el lugar con ojo crítico, antes de levantar una ceja en dirección de May, antes de notar cómo Dawn se llevaba un dedo a los labios para silenciar cualquier comentario inteligente. Por lo que Maxie se limitó a soltar un suspiro y cambiar su atención a los otros miembros de su extraño grupo, prestando especial atención en los dos nuevos integrantes.

Lyra y Hilbert, si bien conocía a la primera por su afición a convertirse en cómplice de las travesuras de su socio y May, no sabía ni se había molestado en saber nada sobre el segundo. No es que fuera ignorante de las noticias o sucesos de otras regiones, pero tampoco quería tomarlas por completo sin considerar a la persona misma, ese era un error que no repetiría jamás, ya que conocía el impacto que esa confianza ciega podía causar.

Maxie apretó los labios y cerró los ojos, antes de soltar un resoplido y acercarse a Archie para quitarle una de las mochilas. Llevó el equipaje a la sección más alejada del arroyó, consciente de que su amigo y ex rival iba a reclamar la zona más cercana al agua, no tenía ningún problema es ceder dicho espacio, ya que le era mejor estar alejado de cualquier elemento que su querido socio pudiera usar en su contra.

Con cuidado comenzó a desempacar su equipaje y a ordenar meticulosamente todo el contenido por partes, antes de pensar en armar su gran tienda, cuando algo golpeó con suavidad su hombro. Maxie se encontró con el Gallade de Saturn, que lo saludó con un murmullo alegre, al tiempo que señalaba los materiales deliberamente ordenados y que debían ensamblarse.

Una pequeña sonrisa tiró de los labios de Maxie, al presenciar la siempre alegre disposición del Pokémon guardián, algo que no encajaba en el equipo de un ex-delincuente. Buscó al entrenador del Gallade, solo para parpadear sorprendido al descubrir que este ya tenía su tienda armada y que el susodicho se encontraba acomodando las cosas en el interior, mientras su Toxicroak y el Luxray de Dawn dormían dentro.

Volvió a mirar al Gallade orgulloso, que posó contento por el elogio silencioso que provocaba la sorpresa de Maxie, algo que hizo que la sonrisa de este último se ampliara y negara con la cabeza.

— Estaré muy agradecido de gozar de tus eficientes servicios — Maxie dio un paso atrás y dejó que el entusiasta Pokémon se encargara del asunto de la tienda.

Sacó la libreta y un bolígrafo de entre sus cosas, antes de que sus ojos volvieran al inusual suelo en el que se encontraban. Ya tenía sospechas del lugar y la acción de Dawn, solo aumentó la picazón debajo de su piel, por lo que se propuso investigar la zona, pero en el momento que abrió el cuaderno, algo lo detuvo.

— Ni siquiera lo pienses, Maxie Asher — La mano de May se posó sobre el cuaderno y ambos intercambiaron mirada por un par de segundos, hasta que la mujer cedió con un suspiro — Está bien, pero espero que no juegues a ser un geólogo todo el tiempo de la acampada.

— No juego a ser un geólogo — Maxie arrugó la nariz y se ajustó los lentes — Tengo doctorado en geología y…

— Maxie — May interrumpió, al tiempo que palmeaba con suavidad el brazo de nombrado y lo calmaba físicamente — Solo estoy bromeando…

El hombre parpadeó y buscó confundido la mirada de May, estudió su expresión por un par de segundos, antes de entender el punto y parecer arrepentido por su respuesta.

— Lo siento, no lo entendí el sentido de tus palabras… — Maxie soltó un suspiro y cerró los ojos, al tiempo que se masajeaba el puente de la nariz — Sabes que no soy bueno para esas cosas.

— Lo sé — May se encogió de hombros — Sé que te tomas las cosas muy literales — Apretó el brazo debajo de su mano y llamar la atención del Maxie de nuevo a ella — Solo mantente en el hobby sano y no regreses al otro.

Maxie paso de avergonzado ha indignado en un segundo, mientras miraba de reojo a la mujer nada impresionada junto a él. Una fina capa de color cubrió las mejillas y orejas del ejecutivo, antes de que su forma se desinflara visiblemente.

— No puedo prometer nada, pero… procurare no recaer en la costumbre

— Me conformó con que lo intentes — May sonrió y volvió a palmear el brazo de Maxie — Solo no quemes el bosque.

May se alejó en dirección de los nuevos integrantes, que parecían avergonzados de sacar sus tiendas individuales, después de ver las otras más grandes. Por otro lado Maxie permaneció perdido en sus pensamientos, hasta que el ladrido de su Mightyena lo sacó de su aturdimiento.

— Intentemos no causar problemas, amigo — Maxie susurró a su Pokémon, antes de posar sus ojos en la tienda para encontrarla completamente armada.

Guardó silencio sin saber que decir o cómo reaccionar, así que solo respondió el asentimiento del dedicado Gallade, antes de verlo partir en dirección de Archie, quien estaba en proceso de luchar contra su propia tienda. Maxie parpadeó y miró confundido a su Pokémon, antes de encogerse de hombros y volver a examinar el entorno que lo rodeaba.

No tuvo que ir muy lejos para encontrar las huellas ocultas entre la tierna hierba y que delataban al creador de la explanada, pero guardó silencio y en cambio se dedicó a garabatear sus observaciones en las hojas limpias, al tiempo que estudiaba cómo el terreno había reaccionado al cambio forzado y, así mismo, cómo la naturaleza intentaba volver a reclamar su sitio.

No entendía por qué la chica se había tomado la molestia en adaptar un lugar para el dichoso "evento", pero él no sería quien difamara el esfuerzo por lograr que la frágil armonía del grupo se mantuviera. Con ese pensamiento continuó su escrutinio por el lugar, apenas atreviéndose a mirar el arroyo, pero consciente de que también tendría que inspeccionarlo, aunque fuera solo para saber si también había sido creado artificialmente por la mano de la mujer ociosa junto con sus Pokémon o si realmente pertenecía al lugar.

El hombre se encontraba tan enfrascado en sus observaciones y apuntas, que ni siquiera fue consciente de la mirada curiosa de Hilbert sobre él, al tiempo que este lo veía pasear de un lugar a otro por el campamento y escuchaba sus murmullos incompletos.

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— Las reglas serán simples…

— ¡Y aburridas! — Se quejó Archie con los brazos cruzados, mientras fruncía los labios y evitaba obstinadamente el contacto visual con May — ¿No podemos simplemente tener un combate y ya? — Preguntó exasperado — ¡Maxie no va a quemar el maldito bosque! — Señaló en dirección a los árboles para después apuntar hacia sí misma — Yo no lo permitiré y ustedes dos tampoco — Cambio a Dawn y May, antes de mirar a Saturn, Lyra y Hilbert con pesar — Lo siento por el resto, pero creo que no tienen algo para… — Las palabras murieron en su boca, cuando un Quagsire y un Seismitoad fueron revelados de las simultaneas luces rojas — Oh… — Posó sus ojos en Saturn, que mantuvo su rostro indiferente y aburrido, demasiado consciente de la burla que estaba a punto de recibir — Creo que eres el único que no sería de ayuda en caso de que Maxie se deje llevar.

— Eso es lo que crees — Saturn puntualizó para su propia diversión — Tengo mis formas de intervenir de ser necesario.

— ¿Por qué soy solo yo el que hará algo y por qué todos piensas que solo se quemar cosas? — Maxie se quejó con los brazos cruzados contra su pecho — No es como si tú no fuera a hacerlo… — Su postura dudó, antes de agregar — Por lo menos no intencionalmente…

— Tienes que admitir que en medio de un bosque y tierra adentro, tú eres el más peligroso — Archie se encogió de hombros — Otra cosa sería si estuviéramos cerca del océano y… pudiera usar a todos mis chicos sin restricciones molestas — Sonrió descaradamente a su ya irritado oponente — Entonces también tienes que reconocer que tienes ventaja, ya que puedes usar todos tus Pokémon libremente y yo no.

May que había estado escuchado el intercambio, decidió que era momento de intervenir y más cuando vio a Maxie apretar la mandíbula.

— Las reglas serán simples… — May repitió y desafió con la mirada a Archie de volverla a interrumpir — Será una batalla doble, pero… — Se permitió sonreír, al ver la expresión alegre de Archie caer — Ustedes solo pueden usar un solo Pokémon, por lo que deben elegir a alguien de los presentes para que los ayude y de allí ganara el primer equipo que logre sacar de servicio a los uno de los dos Pokémon del otro equipo — Señaló — El equipo perdedor buscara la leña ¿está claro?

Ambos ecologistas asintieron y dejaron de mirarse entre sí para buscar entre los presentes. Archie sabía a quién elegir y no dudo en hacer contacto visual con la mocosa, que reconoció su señal silenciosa con emoción.

— ¡Lyra! — Archie llamó a la chica, que aplaudió emocionada y corrió para pararse junto él, mientras mandaba a Albaricoque con May.

Lo que Archie no esperó fue ver a Maxie dudar en si elección, sabía que en cualquier otro momento el hombre elegiría a Saturn, pero su vacilación le hizo sospechar que algo pasaba por la cabeza de su rival.

— ¡Joven Black! — Maxie declaró sin perder detalle de la expresión sorprendida del joven y de todos los presentes, que se levantó de forma vacilante y caminó hasta ponerse junto a él.

— Muy bien tienen 5 minutos para decidir que Pokémon van a usar cada uno — May comentó, mientras sacaba su Pokénav y esperaba que el tiempo pasara.

Y con esa señal los grupos improvisados se juntaron y comenzaron a discutir en voz baja sus opciones. May miró orgullosa al cuarteto, antes de fijarse en la pareja, que continuaba al marguen y que parecían tener una animada conversación entre susurros.

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— ¿Te unes o no? — Dawn preguntó en un susurro, mientras enfrentaba con los ojos entrecerrados a un sorprendido Saturn, que no dejaba de ver la Pokéball marcada que descansaba en las manos de su asistente.

Saturn estaba sorprendido, no por el hecho de descubrir que todo el asunto de la acampada había sido una tapadera, a fin de cuentas eso ya lo sospechaba desde el primer momento en el que la situación se asimiló en su cerebro. Lo que si le tomó desprevenido y le costó digerir, es el hecho de que Dawn fuera la autora intelectual y que su cómplice directo fuera Hilbert.

Saturn se pasó una mano por la cara y soltó un suspiro cansado, en un intento por apartar todo lo agobiaba, antes de enfrentar a los ojos suplicantes de Dawn, mientras la batalla doble que estaba en pleno apogeo y que May tenía su atención en ello.

— También estoy enojado por la constante intromisión de May, pero… — Saturn susurró en respuesta, al tiempo que señalaba la Pokéball en las manos de Dawn — Usar a Darius no debería ser la solución… — Soltó un suspiro, al ver la expresión de Dawn agriarse — Solo digo que someter a un amigo a pesadillas constantes no debe ser muy saludable, ¿verdad?

Dawn torció los labios con disgusto y se cruzó de brazos, mientras entrecerraba los ojos y arrugaba el ceño en dirección de Saturn, que se encogió en respuesta.

— ¡Tuve pesadillas por más de una semana, Saturn! — Dawn se quejó en voz baja — Ella no pensó mucho en mi salud en ese momento, entonces por qué debo pensar en la suya — Siseó con los dientes apretados — Sabes perfectamente cómo lo pase.

— Pero eres mejor que eso, ¿no? — Saturn intentó razonar, solo para sonreír, al ver la expresión renuente de la chica — ¿Hilbert no propuso otra forma?

Dawn guardó silencio, mientras ambos devolvían su atención al campo de batalla improvisado y veían como el Nidoking de Lyra brillaba, antes de pisar con fuerza el suelo y quebrarlo en dirección del Weezing de Maxie y el Galvantula de Hilbert. El Weezing respondió al ataque abriendo sus múltiples bocas y soltando una espesa nube de humo negro, que cubrió rápidamente a los dos Pokémon y los oculto de la vista de sus rivales.

Saturn observó divertido cómo el Crawdaunt de Archie detenía su arremetida de forma abrupta para permanecer al margen del humo, consciente de que si entraba en él estaría en desventaja.

— Propuso usar su Musharna para comerse cualquier sueños y dejar pesadillas — Dawn respondió por fin — Y realmente no se cual es peor… si Mampa o mi Darius.

Saturn apretó los labios y dejó el combate para mirar confundido a su acompañante, mientras intentaba recordar todo lo que sabía del Pokémon extranjero, que no era mucho para su vergüenza.

— Sé que esos Pokémon están relacionados a los sueños y esas cosas, pero… — Saturn hizo una mueca, cuando el Crawdaunt de Archie fue impactado por la repentina embestida del Galvantula, que de alguna manera había salido catapultado desde el humo y que no dudo en escupir su red electrificada sobre el Pokémon siniestro — ¿Cómo pueden ser peor que ser maldecido por el mismísimo Darkrai?

Dawn soltó un suspiro, antes de abrir su Pokédex y buscar entre la lista de Pokémon que tenía registrados. Le entregó el aparato a Saturn, que leyó rápidamente la entrada del Pokémon y arrugó el ceño sin creer lo que leía, hasta que Dawn asintió a la pregunta no formulada.

— ¿Realmente ese mocoso hizo que su Musharna comiera solo pesadillas para esto? — Saturn preguntó, mientras le regresaba el Pokédex a su dueña y hacía una mueca al ver cómo esta volvía a asentir — Su nivel de preparación y planificación es espeluznante… — Tragó con incomodidad — ¿Estas segura que él no era la mente maestra del Equipo Plasma y que solo deserto a último minuto para no ser arrestado? — Preguntó medio en broma, medio en serio.

Dawn no pudo evitar reírse de las palabras de Saturn, mientras dejaba caer parte de su peso contra él y sacudía la cabeza.

— No, es solo un chico inocente, que sabe usar al máximo las características de sus Pokémon…— Dawn aseguró, antes de agregar — Por muy espeluznantes que sean.

— Estoy empezando a creer que ese niño es tan mala influencia como May — Saturn susurró, antes de suspirar y buscar a su Gallade — Entonces a que tortura prefieres someterla — Preguntó por fin, cuando los curiosos y aterrados ojos de su Pokémon lo encontraron.

Dawn se encogió de hombros y esperó hasta que el Gallade de Saturn estuviera resguardado en su Pokéball, antes de responder.

— ¿Y si tiramos una moneda? — Dawn preguntó, al tiempo que sacaba una de su bolsillo — Es muy fácil — La hizo girar en el aire — Cara Darius es quien actúa, Cruz Mampa es el elegido.

— Creo que ya es demasiado tarde para salvarte de la corrupción — Saturn entornó los ojos y volvió a fijar su atención en la batalla — Simplemente usen al Musharna y que sea lo que Arceus — Suspiró — Darius me sigue parecieron la opción menos opcional de todas.

Saturn dejó que una pequeña sonrisa tirara de sus labios, cuando el Crawdaunt de Archie cayó bajo los efectos persistentes del veneno de Weezing y la red electrificada que Galvantula que había estado ocultar entre la hierba.

— ¡Ganadores Maxie y Hilbert! — May declaró dando fin al encuentro.

— ¡Ese insecto eléctrico hizo trampa! — Archie se quejó, al tiempo regresaba a su Pokémon caído y que señalaba indignado al Pokémon de Hilbert, que no había dudado en trepar sobre su entrenador.

— Perdón Archie — Lyra se disculpó, mientras regresaba a su Nidoking y bajaba la mirada — Si hubiera sido más rápida con Galleta, supongo que será para la próxima…

Archie miró a la chica, antes de soltar un resoplido y acercarse a ella. Lyra soltó un chillido, cuando una mano hundió la hinchazón de su gorro y palmeó el lugar con cuidado.

— Nada de eso, mocosa — Archie sacudió la cabeza — Si hay que culpar a alguien, que sea a Hilbert y su bicho escurridizo o a Maxie y su bola toxica flotante.

— Deja de llorar — May entornó los ojos y sacudió su mano en dirección al bosque — Ahora ve con a buscar ramitas para la fogata — Espantó al hombre, que la miró con fingida ofensa, antes de animar a Lyra a acompañarlo a cumplir su penitencia — Ahora… ¿quién se encarga de la comida?

Saturn levantó la mano sin dudarlo, no dispuesto a volver a salir envenenado por ingerir los intentos culinarios de cualquiera de los presentes. Desconocía si Hilbert era buen cocinero, pero prefería no arriesgarse a lo desconocido si podía evitarlo.

— Entonces Saturn es el chef — May declaró con simpleza.

Saturn miró por última vez a Dawn y le indicó que se acercara a Hilbert, antes de levantarse y buscar los implementos que iba a usar para preparar la comida.

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Con la noche llegó el momento de discutir la distribución de las tiendas, mientras el grupo se reunía junto a la fogata, ya que May se negó a dejar que Lyra o Hilbert durmieran en sus reducidas cabañas o que Dawn compartiera con Saturn.

— Lyra, Dawn y yo deberíamos dormir en la misma tienda — May declaró, al tiempo que ignoraba las miradas que Saturn y Maxie le dedicaban — Podemos pasar una noche de chicas y… — Miró a los varones — Ustedes pueden hacer lo mismo.

— ¿Y me puedes explicar en donde exactamente van a dormir ustedes tres? — Maxie preguntó — Porque hasta donde tengo entendido Dawn no trajo una propia y tú estás en la misma situación de Lyra y Hilbert — Puntualizó.

May se encogió de hombros y señaló la tienda con el logo del equipo magma de su interlocutor.

— Si tanto te preocupa nos puedes prestar la tuya e ir a compartir con Saturn — May sonrió a la expresión indiferente que Maxie le dedicó — Allí hay suficiente espacio para ti y Hilbert.

— De negado — Todos respondieron a excepción de Lyra y Archie, que observaban al Spheal rosa del último jugar en el arroyo.

May frunció los labios y se cruzó de brazos, mientras murmuraba un "aguafiestas", antes de tirar algunas hojas al fuego.

— Comprendo porque Saturn y Dawn quieren compar…

— No es lo que piensas y la tienda es lo suficientemente grande para los dos y nuestros Pokémon — Saturn se apresuró a interrumpir, consciente de en qué dirección quería ir May — Además que tenemos suficiente confianza para saber ninguno hará nada, mientras el otro duerme… — Su mirada se tornó desconfiada — Pero esto no se aplica contigo… Señorita Maple

Maxie apretó los labios para no reír de las palabras de Saturn, al tiempo que era apoyado por Dawn y un inseguro Hilbert.

— No es por ser malo… pero me sentiría más a gusto en mi propia tienda — Hilbert confirmó con tímidos — Lamento si esto la molesta, May.

Dawn y Saturn no sabían si las palabras de Hilbert eran reales o eran una tapadera para soltar a Mampa por la noche sin ser notado, ya que sabían que las cosas se complicarían si tuvieran que compartir tiendas con demasiados ojos. La aludida se desinfló y sacudió la mano en el aire para restar importancia en el asunto, algo que pareció animar al joven campeón.

— Es comprensible que todavía te sientas incomodo, solo espero que eso cambie en el futuro — May sonrió al chico, antes de entrecerrar los ojos en dirección de la pareja — Recordare esas palabras.

Saturn dejó que una sonrisa retadora tirara de sus labios, al tiempo que apoyaba los codos en sus rodillas y entrelazaba los dedos para descansar su barbilla sobre ellos.

— Yo todavía no he olvidado nada Señorita Maple — Saturn puntualizó con malicia.

El comentario quedó allí con un intercambio receloso entre los dos, antes que los gritos de un Chatot empapado sacaran a todos de su lugar. Lyra llegó unos segundos después, soltando una serie de disculpas al pequeño polluelo tembloroso, mientras lo acercaba a una distancia prudente del fuego.

Archie llegó unos minutos después con un Spheal demasiado alegre, que no parecía consciente de la mirada rencorosa que el pequeño pájaro le dedicaba.

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— Tienes que admitir que ustedes tres se pasaron bastante con su venganza.

Saturn abandonó la gráfica en la pared y en cambio observó al ejecutivo de Magma, que le regresó la mirada con los brazos cruzados y el ceño arrugado. El presidente de la Nueva Galaxia parpadeó de forma inocente, antes de encogerse de hombros y regresar a su labor de actualizar los datos en el tablero.

— Digamos que… fue un ojo por ojo o más bien una pesadilla por una pesadilla — Saturn dejó que una sonrisa tirara de sus labios, al recordar el primer asalto del Mampa y cómo May había despertado de forma abrupta, mientras gritaba algo sobre Gastrodon gigantes.

— ¿Tres días seguidos de pesadillas? — Maxie preguntó con preocupación — ¿Realmente era necesario?

Saturn volvió a detenerse y enfrentó a su socio, al tiempo que ambos ignoraban los intentos de risas silenciosas de Archie, que procuraba permanecer al margen de todo el asunto.

— Es lo justo — Saturn se encogió — Dawn estuvo angustiada por una semana y en ese tiempo me arrastró con ella, porque por alguna razón debía asegurarse de que yo no desapareciera o me convirtiera en un tal "Proton" — Los ojos de Saturn se posaron en Archie, que dejó de reír abruptamente y en cambio buscaba algo que ver en la habitación.

— Todavía me sigue pareciendo demasiado — Maxie suspiró — No podrías haber intervenido y…

— Intervine, ya que originalmente planeaban usar a Darius — Saturn se estremeció ante el pensamiento, gesto que compartió con su socio, que dejó caer sus hombros en derrota.

De repente la puerta corrediza se abrió y una ojerosa May entró junto con una sonriente Dawn. La primera extendió la mano y dejó a la vista un documento, que ya tenía su firma y la de su acompañante.

— Un trato — May susurró con voz cansa — Un trato para que yo no me vuelva a entrometer entre ustedes y ustedes no vuelvan a intentar… — Hizo una mueca, al escuchar la risa de su supuesta amiga — Destruir mi psique con pesadillas.

Saturn dejó que una sonrisa triunfal tirara de sus labios, mientras tomaba el papel y comenzaba a leerlo.

— Me alegro que por fin estemos hablando en los mismos términos, señorita Maple — Saturn respondió en tono divertido, antes de apuntar con su pulgar en dirección de Archie — Pero hagamos una extensión para él y terceros, ya que no quiero más cómplices sorpresa.

— Pienso igual… — May gimió al pensar en el Musharna de Hilbert y la nube negruzca que rodeaba lo que debía ser un Pokémon completamente rosa.