"No pensé que la vida diaria sería tan aburrida"
El sonido del timbre escolar se hizo presente, la profesora llegó en ese momento al salón mientras todos los alumnos se fueron a sentar a sus lugares y se acomodaron.
"Levantarse de la cama, vestirse con el uniforme para luego ir a clases"
- Muy bien, vamos a pasar lista. – la profesora pasó al escritorio para empezar a pasar la lista del salón. Esa chica de cabello negro atado a dos coletas y mirada aburrida a la ventana decidió no prestar atención.
"Esta vida no se compara en nada a lo que hago de noche… esa es mi verdadera vocación"
- ¿Ikuhara? – La profesora llamó su nombre sin que ella hiciera caso. – Ikuhara, tienes que responder.
- Esto… sí… presente. – Fue todo lo que dijo antes de seguir mirando por la ventana. Ella mantenía un perfil bajo en la escuela, sin saber lo que hacía en las noches, una chica con una doble identidad…
"Shoujo Stories"
"Feat… Hatsune Miku as Ikuhara Tomiko"
Las clases han terminado, puede que los demás alumnos se fueran en grupo pero ella estaba sola, esa es Ikuhara Tomiko, una chica la cual no tiene nada de extraordinario, es alguien común y corriente desde que tiene memoria.
Avanzó por los pasillos sin dirigir la mirada a nadie, una chica solitaria por decisión propia que optó por ese estilo de vida. Ella simplemente camina ignorando las voces del resto, apaga sus propios oídos mientras solo avanza hacia su objetivo.
Antes de darse cuenta ya había salido de la escuela y estaba en camino a su propio hogar, ella vivía sola, decidió salirse de la casa de sus padres apenas entrando a la secundaria y desde entonces ha mantenido poco contacto con las demás personas. Ya en ese momento llegó a su hogar, era un pequeño apartamento sin nada que lo hiciera demasiado llamativo, así abrió la puerta donde le recibió un gato.
- Mitsu. – Ella sonrió tomando al mínimo en brazos para acariciarlo. - ¿Cuidaste bien de la casa en mi ausencia? – Este maulló. – ya veo, descuida que pronto te serviré algo de leche.
Ella pasó a la cocina la cual no tenía demasiado, abrió el refrigerador viejo para sacar un cartón, de tal modo sirvió un poco de leche en un plato y lo dejó en el suelo para que el gato lo bebiera, ya entonces empezó a preparar algo de comida, un bento sencillo.
"Lo que otros no saben de mi segunda vida… es algo que he mantenido en secreto desde hace un año… porque no es algo que la gente acepte…"
- Miau~ - El gato se veía feliz, ella lo acarició mientras se agachaba.
- Escucha, esta noche volveré a irme, así que sigue cuidando la casa en mi ausencia ¿entendido? – El gato solo maulló ante la petición de Ikuhara. Ya entonces decidió dejar pasar el tiempo en aquel momento, puesto que la noche es donde ella cambia, es entonces que entró al baño para darse una ducha.
- … Es en este momento donde yo cambo totalmente… - En ese momento se miró al espejo, su cabello ya no era negro sino que de un color verde esmeralda, entonces agarró un labial el cual empezó a ponerse, ya entonces pasó a su habitación y abrió un ropero, dentro se encontraba un kimono de color rojo. – Ha llegado el momento…
Su segunda identidad era una cortesana, nadie pensaría que alguien a tan corta edad trabaría de eso, pero le ha permitido subsistir, un trabajo del cual le ha otorgado bastante dinero. Ahora pasamos al distrito nocturno donde varias trabajadoras se reúnen para complacer a los hombres.
- Pero sí es Ritsuko, bienvenida. – la recibió una de las trabajadoras. - ¿Vienes hoy por el trabajo?
- Claro. – Ella respondió con una sonrisa. – Después de todo este es mi trabajo.
- Jeje, no por nada eres la mejor que tenemos, espero estés lista.
- Sí. – Ella asintió, en ese momento entró a un local, dentro habían más mujeres que servían y entretenían a los hombres, ella avanzó hasta entrar a una habitación, dentro se encontraba una anciana. – Jefa, he llegado.
- Ritsuko-chan, el día de hoy tienes dos solicitudes, una la conoces muy bien.
- Claro. – No dijo nada más y entonces avanzó hacia otro lugar, en ese sitio había un escenario y es entonces donde ella se subió.
- ¡Ya está aquí!
- ¡Ritsuko-chan! – Los hombres estaban contentos con la aparición de ella debido a que, sí es que fue contratada por alguna razón… es su voz.
Empezó a cantar, esa voz tan angelical que tiene derrite los corazones más fríos que existen, trae una gran sensación de calma, cualquiera pensaría que un trabajo de cortesana sería el de complacer a los hombres pero ella era distinta, utilizaba su propia voz para llegar hacia sus corazones, ese era el trabajo del cual nadie podía enterarse.
- Que buena presentación diste. – Apareció una chica, ella sonrió.
- Gracias, esto no ha sido nada.
- No es cierto, todos te tienen aprecio, clientes y amigas por igual. – Soltó un guiño. – Ahora pasa al siguiente lugar, ahí te espera.
- Claro. – Ella entonces se movió a una habitación, quizás no podía hacer lo mismo que las demás, pero si podía dar otro tipo de confort, en ese momento entró a la habitación. – Buenas noches, soy Ritsuko y el día de hoy yo… - En ese momento levantó la vista para quedar asombrada… era un joven de su edad ¿Qué hacía ahí? Y además lo reconocía de cierto lado, estaba en su salón.
- E-Esto… me llamo Haru, he reunido mucho dinero, así que espero un buen trato.
- Claro… - Ella no esperaba llegar a ver a un chico de su propia escuela y además salón ahí, no entendía lo que estaba pasando, por ahora solo necesitaba actuar sin levantar demasiadas sospechas. - ¿Quieres una bebida?
- Claro, si pudieras servírmela, un jugo.
- Claro, en un momento. – Ella fue a servirlo, una vez trajo el vaso, se sentó a un costado de este. - ¿Es la primera vez que vienes?
- Sí… mis amigos me hablaron de que, pagando lo suficiente podían permitir menores de edad entrar… veo que eres joven igual ¿eres de mi misma edad? – Eso la puso nerviosa.
- N-No realmente, parezco de dieciséis pero tengo veinticuatro años. – Tuvo que mentir.
- Ya veo, no pensé que hubiera lolitas reales. – Expresó con una sonrisa, por ahora ha logrado mantenerse segura.
- ¿Qué trae a un joven como tú aquí?
- Bueno… yo he pasado por malos momentos en mi escuela. – En ese momento ella lo escuchó. – He tenido muchos problemas debido a que me molestan, como puedes ver, soy alguien muy débil físicamente y no he tenido muchos amigos también. – Eso la hizo recordar su situación aunque, en comparación a él, ella escogió la soledad. – Eso no me ha permitido tener la vida que esperaba, por eso tuve que recurrir a esto, aunque sea pagado, al menos una chica puede escucharme.
- Lo has pasado mal. – Ella acarició su cabello. – Seguro no has tenido a nadie.
- Eso es verdad… aunque… la verdad es que he visto a una chica que también está sola… se llama Ikuhara Tomiko. – En ese momento sus pupilas se dilataron. – Ella siempre está sola, no habla con nadie pero se ve tan fuerte… no sé cómo puede estar así.
- Oh… y esta chica ¿has hablado con ella?
- Para nada… aunque me gustaría intentarlo, después de todo no hay nadie que pueda estar solo en este mundo, se necesita de un amigo al final.
- … Ya veo… - Eso la dejó sorprendida, no esperaba que alguien la hubiera observado en ese tiempo. - ¿Quieres algo de comer? Traje algo. – En ese momento puso el bento que tenía con ella.
- ¿Lo hiciste?
- Claro, no sé si te moleste, ya que no tiene la gran cosa.
- Para nada, tenía hambre. – Tomó el bento para empezar a comerlo. – Está delicioso, las verduras están bien cortadas.
- Me alegra saberlo… no vivo en una gran casa a decir verdad, es un departamento pequeño.
- ¿En serio? Pensé que las cortesanas vivían en grandes casas y con bastantes lujos.
- Yo no necesito de esos lujos exagerados, me gusta mi vida actual.
- Ya veo, supongo que todos tienen sus propias razones. – El joven bajó la mirada. – Quisiera llegar a conocer más a la chica de la cual te hablé.
- Quizás puedas hablar con ella en otra ocasión.
- Claro, eso haré, gracias por haberme escuchado… quizás si lo intento, puede que sea mi primera amiga en la escuela, supongo que pueda parecer algo condescendiente ir por alguien solitario, pero no tengo ese tipo de intenciones.
- Ya veo… espero que puedas lograrlo.
Pasó el rato hasta que se fue, en eso ella bajó la mirada, no esperaba encontrar a un joven así, quizás debería hacer algo.
Llegó el día siguiente, ella entonces fue a la cocina, los recuerdos de la noche anterior seguían vivos en su cabeza, ese chico quizás intentaría ir a hablarle.
- ¿Qué hago? – Se preguntó, debería hacer algo aunque ella misma se puso un muro el cual evitaba que otros pudieran atravesarlo. - … Prepararé algo.
Comenzó a preparar un bento en aquel momento, cortó las verduras y encurtidos para luego colocarlos dentro luego del arroz, ya entonces al terminar, lo cubrió.
- Espero le guste. – El gato se acurrucó en su pierna, ella sonrió. - ¿Crees que está bien si cambio? Digo, el hacer un amigo. – El gato solo ladeó su cabeza.
Ella se preparó con su uniforme y entonces empezó a ir a la escuela, siempre ignorando sus alrededores, todo se veía como oscuridad para ella, pero entonces agitó su cabeza.
- (Necesito verlo todo con claridad ahora…) – Así fue que empezó a ver la luz, ahora ya había gente a su alrededor, sus ojos se iluminaron. – (Así es todo entonces…)
Ella llegó a su salón, como tal fue a sentarse y entonces vio al chico, fue así que entonces tomó el bento, se levantó y fue a su lugar.
- ¿Ikuhara-san?
- ¿Quieres? – Le entregó el bento, eso lo sorprendió.
- ¿Por qué tan de repente?
- Digamos… que algo pasó anoche y decidí hacerlo. – Soltó un guiño. - ¿Quieres que hablemos durante el almuerzo?
- E-Esto ¡Sí! Me gustaría. – De tal modo Ikuhara Tomiko, una chica que se había recluido en el pasado ahora ha tomado un nuevo rumbo en su vida, donde todo quizás ahora se ilumine más para ella.
"Reproduciendo: Hatsune Miku – Yubikkiri"
Koyoi wa anata no tame
Kono mi wo sazukemashou
Anata to wa tokubetsu na no
Kore wa seji toka
Kuzetsu ja nai no
Aa atashi koi wo shite
Anata no me ni utsuru mono subete nikuku mieru no
Atashi igai wa minai de
Kokoro no oto ga suru wa
Kitanai kasureta koe
Mae no otoko no yukue yori mo
Anata no mirai
Ki ni narimasu
Aa mitasareru kurai
Karada mo kokoro mo zenbu tsuyoku oku no oku made
Saa motto atsuku sasete yo
Chiisana mise de yokotawaru
Hokori mamire no kono koi wo
Makoto no koi to yobanu nara
Ima shimeshimashou ai no akashi wo
Aa atashi anata nara
Kamikiri mo tsumehagi mo koete yubikiri suru wa
Kawashite kawaranu ai wo
Yubikitta
Los créditos terminaron y la tele se apagó, ahí se encontraban todos reunidos en la sala para ver el capítulo donde Miku participó, ella infló el pecho de orgullo.
- ¿Qué tal? ¿Cierto que soy una buena actriz?
- Lo hiciste bastante bien Miku-san, todo el esfuerzo dio frutos. – Comentó Kaito, eso la hizo sonrojarse.
- Bah, eso es de aficionados. – Comentó Meiko restándole importancia, la peliverde solo pudo gruñir.
- Lo hiciste Miku, pudiste superar tu temor. – Comentó Kei, ella asintió.
- Gracias a la ayuda de todos… ese trauma que llevaba finalmente ha desaparecido.
- Y traigo buenas noticias. – Roswa apareció en aquel momento. – Viendo el gran desempeño que Miku le dio al episodio, nos han llamado y dicen que desean contar más con nosotros para futuros proyectos, incluso un programa propio para ustedes. – Eso los sorprendió.
- ¿Un programa? – Luka estaba asombrada, los ojos de Len se prendieron.
- ¡Seré una estrella de televisión! Tendré a todas las chicas.
- Calmado estúpido pervertido. – Rin lo golpeó. – Pero un programa, eso nos sorprende.
- Jeje, ya todo el mundo conocerá mi belleza y mi fama crecerá. – Sonrió Meiko de forma engreída.
- Claro que primero tienen que hacerse más reconocidos. – Expresó el productor. – Convencer al presidente de la cadena es complicado pero si obtienen más logros y reconocimiento, puede que sea algo posible.
- Entonces hagamos que sea realidad. – Miku miró al resto. – Tener un programa para nosotros nos acercará más a nuestro sueño, así que tenemos que esforzarnos más por conseguirlo, hay que ir a la cima con todo.
El programa donde participó Miku les ha abierto las puertas a todos y tienen más oportunidades, ahora necesitaban dar de todo su esfuerzo para conseguirlo, ya eso les traería grandes cosas a futuro y lo aprovecharían, el camino hacia el éxito continuaba de gran forma.
Ninja Britten 11: Para Miku fue bastante duro, sí que el trauma recaló bastante en ella como para sufrir parálisis pero el trabajo de todos la pudo relajar un poco y pues se vieron los frutos.
Este cap mayormente mostré la actuación de Miku y lo pudo hacer sin sentir nervios, al menos eso les abrió las puertas a mayores posibilidades debido a lo que dijo Roswa, todos ya seguirán progresando en sus carreras, ya se verá qué más vendrá ahora en futuros trabajos que tengan, por ahora es todo, nos vemos en el próximo cap. Saludos.
