El día del concierto estaba cada vez más cerca, en ese momento Kei e IA ya casi tenían todas las pistas para el concierto, los dos habían trabajado lo suficiente luego del problema que hubo con ella y Yukari.

- Así que Yukari-san ya te apoya ¿no? – Preguntó él, la pelirrosa asintió.

- Al final mi miedo parece que fue algo exagerado, me alegra que todo se arreglara y podamos seguir siendo amigas aunque tomemos caminos distintos desde ahora… ya deseo que pronto llegue mi momento para poder estar en el escenario. – Expresó ella, en ese momento Kei cerró los ojos.

- Pues tengo una sorpresa para ti, ponte los auriculares.

- ¿Eh? – Ella no entendía que estaba diciendo el peligris, en ese momento ella se puso estos y Kei empezó a reproducir una pista, los ojos de IA se abrieron totalmente. – Esta pista… no recuerdo que la hayamos compuesto.

- Así es, la hice a escondidas, lo hablé con Roswa-san y decidimos que serás la apertura del concierto. – Ella no podía creerlo, no se esperaba para nada esa sorpresa, y ver su rostro alegró a Kei.

- Yo… no sé qué decir, no esperaba que fuera tan pronto… Kei-san… gracias. – Ella no dudó en abrazarlo, realmente le alegró el que su oportunidad de debut pudiera llegar tan pronto.

- Ejem. – Escucharon una voz afuera, era Luka la cual estaba en la puerta, estaba algo molesta. – Esto… lamento interrumpir, pero quiero hablar de algo con Kei-san.

- Claro, lo siento Luka-san. – IA se disculpó, levantándose. – Nos veremos luego Kei-san.

- Claro. – Ella salió de la sala, mientras Luka la observaba. – Entonces Luka-san ¿de qué quieres hablar?

- Bueno… - Se calmó en ese momento. – Algo ocurre con Miku-chan.

- ¿Miku-san? – Eso confundió al peligris.

- Lo cierto es que no lo expresa directamente frente a nosotras, pero ya viste que lleva un tiempo sin hablar con Kaito-san, cuando normalmente ella habla hasta el cansancio de él.

- Es cierto… he estado ocupado componiendo que no lo he visto ¿acaso habrá ocurrido algo?

- Y hay más, Meiko-san ahora está pasando mucho tiempo con él y Yohio-san con Miku-chan, aunque Kaito-san ha intentado hablarle, esta se aleja en cada ocasión.

- Eso realmente no es normal… ¿me permitirías hablar con ella?

- Claro, pero igual quiero ir, yo igual estoy preocupada por Miku-chan. – Kei asintió.

- Claro, vamos a verla entonces. – Los dos fueron a ver a Miku, lo que fuera que le estuviera ocurriendo, iban a averiguarlo los dos.

Mientras tanto, Miku estaba practicando, con el concierto cerca, tenía que estar en forma y ella demostraba lo que sabía hacer de una gran forma, siempre estando en su mejor momento para cuando llegara el espectáculo, sus movimientos se habían vuelto mucho más delicados y precisos que en un inicio, eso demuestra lo mucho que ella ha mejorado desde el inicio.

- … Ah, quizás debería darme un descanso. – Fue a sentarse y tomar agua, en aquel momento vio llegar a Kei y Luka. – Oh Kei-san, Onee-sama.

- Hola Miku-san. – Sonrió el peligris. - ¿Qué tal la práctica?

- Bastante bien. – Respondió con emoción. – Ya deseo que llegue pronto el concierto, seguro IA-chan y tú han compuesto grandiosas canciones.

- Así es, pero eso no es por lo que vinimos el día de hoy. – De repente cambió el ambiente, la peliverde se sintió algo confundida.

- ¿Eh?

- Vamos a sentarnos. – Señaló, los tres se sentaron en ese momento para hablar, aunque Miku no entendiera la razón de todo.

- Bueno… estamos sentados ¿de qué quieren hablar?

- … Miku-chan, estoy preocupada. – Empezó a hablar la pelirrosa.

- ¿Preocupada? ¿De qué?

- Es que siento que has estado distinta durante estos últimos días… ya no has vuelto a hablar con Kaito-san.

- … Ah… eso… no es nada. – Respondió ella.

- De eso hablo, estás evadiendo el tema y eso es lo que me preocupa. – Señaló Luka, Miku desvió la mirada.

- No es nada Onee-sama, en serio, solo pensé en que debería estar más concentrada en el próximo concierto, después de todo este tour es importante para nosotros.

- Pero hemos tenido tiempo libre, has estado saliendo con nosotras, pero siempre que Kaito-san se acerca a hablarte, acabar por evadirlo, eso no es normal.

- Onee-sama, no tengo tiempo para pensar en cosas comunes como el amor.

- Miku-chan, tu no eres así, brillas mucho más cuando me hablas acerca de lo mucho que piensas en él y de las cosas que hacían juntos, esa es la Miku-chan que deseo ver.

- Por favor… ya basta.

- Miku-chan, tienes que arreglar esto y que ustedes dos vuelvan a…

- ¡Ya basta! – Terminó por gritar, sorprendiendo a los dos. – No te metas en lo que no te importa, te digo que estoy bien y es así, por favor, deja de fastidiarme.

- Miku-chan, pero es que…

- ¡No escucharé más! – Se fue corriendo de la sala, Luka bajó la mirada, pensó que quizás había hecho algo mal.

- Kei-san… ¿acaso acabo de hacer algo malo? No quería presionar a Miku-chan de esa forma… no era mi intención…

- Todo estará bien Luka-san, por ahora déjamelo a mí ¿bien? – Aseguró, Luka asintió, esperando que el peligris pueda hacer algo al respecto. Con eso dicho, necesitaba pensar en que podría hacer, lo de IA y Yukari fue un asunto pero quizás con Miku sea algo un poco más complicado que antes.


Meiko se encontraba leyendo una revista, el día anterior salió con Kaito y pareció divertido, pero sintió algo en el peliazul, a pesar de todos sus esfuerzos, parecía que solo pasaba tiempo con ella por pura cortesía y poco a poco empezó a fastidiarle.

- Maldición… esto no es como antes…

- ¿Cómo te encuentras Sakine-san? – Escuchó la voz de Yohio, levantó la mirada para ver al rubio. - ¿Todo perfecto en tu relación con Shion Kaito?

- … Si solo vienes a fastidiar, déjame tranquila. – Regresó su mirada a la revista.

- Vamos, no seas antipática, después de todo los dos somos cómplices del mismo crimen, al menos me tomo la molestia de saber te encuentras, debiste haber hecho algún avance por lo menos.

- … No he hecho nada ¿feliz? Se encuentra todo estancado y es porque Kaito no se siente feliz y yo… igual me siento vacía, detesto admitirlo pero cuando la mocosa y yo peleábamos por su atención, por lo menos me era más emocionante y valía la pena pelear, pero ahora que lo tengo… no siento nada, no es lo mismo y Kaito se siente igual, no quiero ganarme su corazón mientras se encuentra en un estado tan deprimente.

- ¿Y no es lo que querías? Ya lo tienes para ti, mientras que yo me estoy abriendo paso con Miku-chan, todos felices.

- No realmente. – Ella dejó la revista a un lado. – Acepté esta alianza contigo porque pensé que me daría un acceso más fácil a Kaito y podría conquistarlo con mi personalidad y belleza pero todo… simplemente está mal, no siento el mismo interés, lo sé porque yo misma tuve que abrirme paso hasta este camino, empezando como una modelo gravure, batallé para alcanzar mi sueño de volverme una idol y todo fue con esfuerzo, nunca me lo regalaron, ahora que he vivido esto, de darme la vía fácil… no me gusta, lo siento Yohio pero esta alianza se acabará y voy a ir ahora mismo a hablar con Kaito para que vuelva a salir con esa mocosa para que mis intentos de seducción tengan sentido de nuevo.

- Ya veo… así que eso es lo que piensas ¿eh? Muy lindo de tu parte el que quieras competir con tu rival de nuevo y es algo digno de apoyar… pero, lastimosamente eso no me beneficia. – Los ojos de Meiko se abrieron.

- ¿Qué quieres decir? ¿Acaso no permitirás que lo haga? No es que puedas detenerme.

- Claro que puedo, porque si yo voy a caer… lo harás conmigo. – En ese momento el rubio sacó su teléfono y reprodujo algo, era una grabación del justo momento en el que ambos planearon todo, las pupilas de la castaña se dilataron. – Si piensas ir a hablar con él, revelaré esta grabación al resto y entonces verán lo horrible persona que eres, la perra que hunde a los demás.

- … Tú… no puedo creer que juegues tan sucio. – Yohio sonrió victoriosamente.

- Tengo que utilizar todos mis recursos si quiero ganar y nada evitará que yo sea quien se quede con Miku-chan al final, así es mejor que te quedes calladita y obediente y de ese modo tu reputación seguirá intacta. – Yohio se fue en aquel momento, Meiko no pudo hacer mucho más que apretar su puño con fuerza, estaba acorralada en ese momento.

Kei empezó a buscar a Kaito, ya que Miku no quería saber más del asunto, ahora podría ir a buscar al peliazul y conocer el otro lado de la historia, para su suerte no estaba muy lejos y lo encontró en el pasillo.

- Kei ¿Cómo van las canciones?

- Bien Kaito, pero quiero hablar de otra cosa. – Le invitó a ir a otro sitio, en ese momento que fueron a sentarse, habló respecto a lo que pasaba entre Miku y él.

- Ya veo… es cierto que Miku-san me ha estado evitando, pero seguro es porque sus prácticas son más importantes.

- Pues Luka-san y yo no lo vemos de esa forma, ella perfectamente sale con las demás, se ha estado divirtiendo con ellas pero ha dejado de lado esa parte suya en la cual disfruta hablar de ti ¿Qué has estado haciendo?

- Pues Meiko-san me ha estado invitando a salir a distintos lugares, no dudo que es divertido, pero… igual quisiera que Miku-san pudiera estar ahí.

- Entonces díselo. – Señaló el peligris. – Tienes que hablar claramente con ella.

- Pero es que…

- Kaito. – Kei le miró fijamente. – Yo… tengo una afinidad especial ante los colores de una persona, sé cuando alguien está en sus mejores condiciones y su color brilla mucho más cuando habla o hace lo que le gusta… Miku-san no ha vuelto ha mostrar ese brillo desde hace mucho y tú tampoco.

- Mi color…

- Sí, y la razón de eso es muy claro, porque no han vuelto a hablar, Miku-san brilla mucho más cuando habla y está a tu lado, pone especial esfuerzo porque sabe que puede alegrar a todos con su canto y baile, eso te incluye, pero ya no existe ese brillo o es tenue… Miku-san está guardando algo y el hecho de que huya hace complicado acercarse a su corazón, ni yo ni Luka-san o alguna de otra de sus amigas puede llegar tan profundo, nadie más que tu puede hacerlo, romper ese caparazón y expresar lo que ella siente.

- Kei… - Kaito bajó la mirada, no había pensado que algo así estaba pasando y descuidó a la peliverde. – Tienes razón… debo hacer algo, gracias por abrirme los ojos. – Kei sonrió.

- No es nada, yo no soy un simple compositor, soy su amigo y haría todo lo que fuera por ustedes igual, con tal de que sus sueños puedan cumplirse… tenemos que recorrer un camino duro a veces pero puede superarse.

- Es verdad, ahora si me permites… tengo que ir a buscarla. – Kaito se fue, el peligris le vio irse.

- (Espero que pueda conseguirlo, Miku-san tiene que ser feliz como siempre.)

El peliazul empezó a recorrer el hotel en busca de Miku, ya no iba a descuidarla como había estado haciendo hasta ahora, así que tiene que encontrarla o todo podría quedarse sin arreglar como ha sido.

- Miku-san, donde estarás. – Se le ocurría todos los posibles lugares donde es que ella pudiera estar, seguro practicando o relajándose un poco, comer un helado o algo así, pero no llegaba a verla. – No se encuentra por ningún lado.

- Kaito. – Meiko se apareció en ese momento.

- Meiko-san ¿no has visto a Miku-san? Yo…

- Kaito… - En ese momento la castaña sujetó al peliazul, eso lo sorprendió.

- ¿Meiko-san? ¿Qué estás haciendo?

- Yo… no aguanto más… - Lo abrazó en aquel momento, Kaito levantó los brazos en asombro pero la cercanía de la castaña era demasiado agresiva que no sabía como responder. – Ya no puedo seguir escondiendo estos sentimientos.

- M-Meiko-san…

- Sé que todo lo anterior parecía que era parte de un juego pero yo… no estaba mintiendo, realmente me interesas mucho y aprovechando este momento… quiero confesarlo, así que es momento que conozcas mis sentimientos, Kaito.

- ¿Eh? ¡Hmmph! – El peliazul sintió como Meiko le sujetó de las mejillas y besó de repente, un beso fugaz pero que demostraba lo que Meiko sentía, ya entonces se separaron, ella estaba levemente sonrojada y con lagrimas en los ojos. – Meiko-san…

*BUMP*

De repente el sonido de un golpe se hizo presente, Kaito volteó a ver, sus ojos se dilataron al ver quien estaba en ese momento, Miku estaba frente, había presenciado todo.

- E-Esto, yo… no quería interrumpirlos… jeje, supongo que llegué en un mal momento…

- E-Espera Miku-san, no es lo que crees, yo…

- No es necesario Kaito-kun… ya veo que así son las cosas… espero que sean felices. – Ella se dio la vuelta y empezó a correr, el peliazul se dio cuenta que ella estaba llorando.

- ¡Miku-san! – Rápidamente empezó a perseguirla, Meiko se quedó ahí, apoyándose contra la pared, la golpeó con fuerza.

- ¡Maldita sea!

- Jejejeje… gracias por colaborar con mi plan. – Yohio apareció detrás de la afligida Meiko. – Tú te encargaste de hacer ese movimiento con Shion Kaito y yo, convenientemente, llamé a Miku-chan para encontrarnos, solo para que ella viera la escena, ahora eso definitivamente debió romper el corazón de ella y su amor por él se desvanecerá.

- Eres horrible… - Meiko miró al rubio con odio y lágrimas en sus ojos. – Las cosas no debían ser así, mi primer beso ahora no significa nada por tu culpa.

- ¿Qué me importa? Ahora que el corazón de Miku-chan está destrozado, necesita a alguien para repararlo… y ahí es donde entraré yo, espero disfrutes de tu nueva relación con Shion Kaito, que sean felices. – Él se fue, Meiko se apoyó contra la pared, cubriendo su rostro con sus manos.

- … *Sniff* No debería haber terminado todo así, ahora por mi culpa…

Kaito corrió con todas sus fuerzas para buscar a Miku, no podía dejar que todo se quede así, en un gran malentendido, tiene que encontrarla y hablar de frente, su camino por llevó por todo el hotel pero no había rastro de ella.

- ¿Dónde se fue? – En ese momento vio a los gemelos. - ¡Rin-san, Len-san, han visto a Miku-san!

- O-Oye, calmado amigo. – El rubio estaba algo sorprendido por el estado alterado de Kaito. – Si preguntas por Miku-chan, no la hemos visto.

- ¿Acaso pasó algo? Porque no es normal que te encuentres así. – Rin se llevó las manos a la cintura.

- Es un asunto personal… ¿no tienen idea de donde pueda estar?

- Bueno… recuerdo que hablando entre nosotras, dijo que vio como un parque hermoso, quizás haya ido ahí.

- Me sirve, gracias a los dos. – Se fue corriendo fuera del hotel. – (Miku-san, por favor, no te alejes demasiado.)


Escondida detrás de un árbol en un parque, se encontraba cierta figura de cabello verde, estaba llorando en aquel momento.

- Por qué… por qué ocurre esto, me duele demasiado… - Sus ojos estaban rojos, quería olvidarlo todo. – Quizás deba encerrarlo… estos sentimientos…

- Ey niña. – Un grupo de hombres se acercó en ese momento. - ¿Qué haces aquí sola?

- ¿Eh? ¿De qué hablan? – Estos hablaban en inglés, así que ella no entendía mucho de que hablaban.

- Oye jefe, parece que esta niña es extranjera ¿está hablando chino?

- ¿Qué importa? Los asiáticos son todos iguales, pero ahora que lo vemos ¿no es hermosa? Aunque le falta algo de carne.

- Jeje, es cierto, no tiene tan pecho como otras.

- (No sé… pero siento que me han insultado) – Pensó ella, en ese momento uno de los hombres sujetó su mano. - ¿Qué hacen?

- Una chica sola, no es bueno que estés aquí, ya que hombres malos pueden aprovecharse de ti. – El grupo de hombres comenzó a reír por debajo, en ese momento ella empezó a sentir miedo.

- ¡No, suéltenme! – Ella buscó resistirse, en ese momento uno de ellos sacó un cuchillo y lo colocó peligrosamente cerca del cuello de la peliverde, sus ojos se dilataron.

- Descuida muñeca, las chicas como tú pueden ser aprovechadas de muchas formas y eso es lo que vamos a hacer… - En ese momento empezaron a jalarla, ella estaba en peligro en aquel momento al estar en una ciudad extranjera y sola y a pocos días del concierto… solo lo peor podría esperarse.


Ninja Britten 11: Sí es bueno que las dos hayan arreglado su problema pero lo de Miku y Kaito solo se vendrá mucho peor y con lo que está por vernir.

Bueno, este desarrollo debe sorprender, más que nada viniendo de lo tranquila que estaba la historia, de repente ahora tenemos un secuestro y Kaito no sabe nada, ya entonces se viene un momento muy peligroso para todos y va contrarreloj por el concierto tan cercano. Del mismo modo informo que este arco está llegando a su fin, pronto avanzaremos al tercer y último arco del fic, veamos como sigue todo, hasta el próximo cap. Saludos.