Vampire and a Transfer por Dude932

Traducción por Linkinm1a1

Capitulo 3

Shinigami y un vampiro

Los dos adolescentes se miraron el uno al otro en el centro comercial que casi había sido robado, sin embargo, los dos que actualmente se miraban el uno al otro se detuvieron. Ichigo agarró con fuerza la placa de sustituto en su bolsillo cuando escuchó la voz de Yuzu mientras miraba los ojos rojo carmesí de la vampira de cabello plateado frente a él. Apretó los dientes, no podía iniciar una pelea aquí donde Yuzu pudiera lastimarse. Sintiendo su presión espiritual, sus ojos se abrieron ligeramente... era más alta que un humano, sin embargo, en este momento solo estaba en un nivel bajo de los oficiales. Mucho más bajo de lo que esperaba que fuera.

¿Un nuevo oficial que se hará cargo del distrito de Karakura tal vez? reflexionó Ichigo antes de mirar a Kokoa, quien los observaba a los dos con una mirada inquisitiva. Ichigo sacó la mano del bolsillo antes de rascarse la nuca con ella. —Supongo que si Kisuke no se molesta contigo... —dijo Ichigo sin darse cuenta.

—¿Que es él? —Moka pregunto haciendo que Ichigo la mirara nuevamente para ver sus ojos, los orbes carmesí mostraban lo sería que estaba, no tenía idea de lo que estaba pasando actualmente. Ichigo se giró para ver a Yuzu pagando al cajero.

—¿Quién Kisuke? Es sólo el dueño de una tienda de dulces. —Ichigo se encogió de hombros—. Es un poco extraño y tiene algunos o muchos tornillos sueltos. —Le dijo haciendo que su ira aumentara.

—¡No me jodas! —Moka dijo su ira ardía, los ojos de Ichigo se estrecharon mientras su presión espiritual se elevaba a la de un teniente.

Si ella no sabe qué es Kisuke y aún así tiene una presión espiritual tan alta... ¿entonces qué es ella? se cuestionó Ichigo. Los Arrancar saben que son los Shinigamis así que no es eso, si ella fuera una Shinigami sería capaz de reconocer el reiatsu mío y el de Kisuke. Pensó antes de mirar sus endurecidos ojos carmesí. —¿Qué eres exactamente? —Los ojos de Moka se entrecerraron e Ichigo se preparó para el ataque.

—Ichigo, ¿has terminado de charlar con la chica linda? —La cara de Ichigo se puso roja brillante ante el ataque sorpresa de Yuzu. Instantáneamente se giró y miró a Yuzu, quien simplemente le sonrió al ver sus mejillas rojas y sonrojadas—. No se preocupen por Ichigo, él es sólo un gruñón. —Le dijo a Moka, quien la miró—. Soy Yuzu y este es mi hermano Ichigo. —Le dijo Yuzu mientras Moka se calmaba un poco ante la sonrisa que la chica le ofrecía.

—Moka. —Ella se presentó—. Mi hermana Kokoa. —Continuó mientras la vampira pelirroja caminaba a su lado con las bolsas que había comprado en el cajero, inclinando la cabeza ante la repentina presentación de la joven.

—¿Son nuevas por aqui? —Yuzu cuestionó, su sonrisa nunca fallaba.

—Nos acabamos de mudar hoy. —Moka le informó—. Sólo necesitábamos agarrar algunas cosas, eso es todo.

—Bueno, espero que disfruten su estadía, es posible que nos veamos por ahí. —Yuzu dijo con una sonrisa, Moka simplemente asintió antes de mirar el rostro ligeramente sonrojado de Ichigo, con el ceño fruncido mientras él apartaba la mirada de ella—. Vamos Ichigo, tienes que cocinar tu cena en el microondas. —Yuzu se rió haciendo que Ichigo suspirara.

—En realidad, tu hermano me dijo que le gustaría mostrarme la zona. —Moka dijo haciendo que los ojos del adolescente de cabello naranja se abrieran mientras se giraba hacia ella.

—¿¡Que, qué!? —Gritó Ichigo.

—¿Lo hizo? ¡Oh, papá estará tan feliz de escuchar eso! —Yuzu se rió y aplaudió alegremente—. Bueno, supongo que puedo dejarte un plato, Ichigo, para que no tengas que calentar nada en el microondas. —Ella se rió haciendo que Ichigo gruñera, ¿mostrarle a Moka y su hermana los alrededores y conseguir una comida bien cocinada o cenar en el microondas? ¿Por qué su día era tan malo?

—¿Moka? —Kokoa le pregunto, sin embargo, fue ignorada mientras Moka miraba fijamente los ojos marrones de Ichigo.

Ichigo se dio cuenta de que había una razón completamente diferente por la que Moka quería que él le mostrara los alrededores y sabía que no tenía nada que ver con las vistas de Karakura.

—Bien. Yuzu, estaré en casa pronto. —Ichigo le dijo haciendo que Yuzu le sonriera antes de volverse hacia Moka.

—Por favor, cuiden bien de mi hermano. —Se inclinó haciendo que Ichigo gruñera ante lo vergonzoso que Yuzu estaba haciendo que fuera la situación actual—. Aquí tienes Ichigo. —Dijo ella devolviéndole su tarjeta bancaria, que él colocó en su billetera.

—Gracias... —murmuró Ichigo mientras Yuzu se despedía y salía de la tienda, haciendo que Ichigo volviera a mirar a Moka y Kokoa, quienes estaban tratando de entender lo que estaba pasando actualmente. Con un suspiro se giró y comenzó a salir de la tienda, la policía ya se había reunido y arrestaba a los ladrones que habían intentado robar la tienda, algunos de los cuales aún estaban inconscientes.

—Ciertamente trabajan rápido. —Dijo Kokoa caminando detrás de su hermana, quien seguía a Ichigo mientras los conducía por la calle.

—Tú tampoco eres humano. —Ichigo miró por encima del hombro ante la repentina declaración de Moka.

—Aún no has respondido mi pregunta. —Dijo Ichigo volviendo a caminar por la calle—. ¿Qué eres?

—Nada de lo que dijiste antes. ¿Arrancar o Shinigami? ¿verdad? —Preguntó Moka.

—Sí... —dijo Ichigo tratando de descubrir qué eran ambas chicas—. Lo siento, me los encuentro tan a menudo... y por la forma en que actúas, no eres un Full Bringer... ¡Ah, ja! Eres un Quincy. —Dijo dándose vuelta haciéndola levantar una ceja—. Hombre, si fuera así de simple, podría haberte llevado donde Ishida y terminar de una vez. —Murmuró Ichigo—. ¿Puedes pretender ser un Quincy para que pueda ver la expresión del rostro de Ishida? —Preguntó.

—No.

—Genial... —murmuró Ichigo mientras continuaba caminando por la calle.

—Moka, ¿qué estamos haciendo? —pregunto Kokoa.

—Obteniendo respuestas. —Moka simplemente le dijo—. ¿Quién era ese hombre que conocimos antes? —Ella pregunto.

—¿Quién Kisuke? —Ichigo preguntó mirando por encima del hombro para verla asentir—. Esa es una buena pregunta, él te dirá todo lo que necesitas saber. —Ichigo sonrió para sí mismo, sí, ya que Kisuke lo había fastidiado hoy, ¿qué daño podría haber en molestarlo? Mientras caminaban por la calle en silencio, la ira de Moka comenzaba a aumentar antes de que se detuvieran frente a la tienda de Kisuke solo para que la ceja de Ichigo se moviera. Había un cartel en la puerta que simplemente decía "Me fui a pescar". Ichigo levantó su puño y lo golpeó contra la puerta varias veces—. ¡Kisuke! ¡Saca tu trasero de aquí! —Rugió golpeando la puerta antes de que lo tiraran hacia un lado y lo empujaran hacia la puerta de madera, su espalda se estrelló contra el marco de madera mientras los ojos rojo carmesí de Moka miraban fijamente los suyos marrones.

—¡Estoy harto de que ignores con mis preguntas! ¡Contéstame! ¿¡Quién eres!? —Ichigo levantó una mano y los ojos de Moka se abrieron cuando simplemente apartó su muñeca de su camisa y la giró haciéndola hacer una mueca de dolor cuando su brazo estaba en un ángulo incómodo. Ichigo simplemente clavó sus ojos marrones en los de ella carmesí mientras usaba su reiatsu para aumentar la fuerza de su cuerpo.

—¡Déjala ir! —Kokoa gritó cargando contra Ichigo solo para que Moka levantara la otra mano para detenerla—. ¿Hermana mayor? —Ella le pregunto.

—Eres igual que él, ¿no? —Ella cuestionó con los ojos entrecerrados—. Lo mismo que el hombre que reside aquí. —Ichigo suspiró mientras soltaba su muñeca, Moka la retiró instantáneamente y dio un paso atrás, recordando el poder abrumador de Kisuke, mientras Ichigo asentía.

—Sí. —El asintió—. Algo llamado Shinigami. —Él le dijo, sin embargo, que ella no reconocía el término—. Guiamos las almas de los muertos al más allá. —Él explicó—. Empecé siendo humano, sin embargo, las cosas estos días se han vuelto complicadas. —Se encogió de hombros mientras metía las manos en los bolsillos—. Te mostré el mío, muéstrame el tuyo.

—Somos vampiros. —Moka le dijo haciendo que Ichigo le levantara una ceja.

Los que odian el ajo, los chupadores de sangre, los murciélagos que se convierten en legiones de no-muertos, ¿ese tipo de vampiro? —Las cejas de Moka se fruncieron mientras lo miraba fijamente.

—¡No odio el ajo, no me convierto en murciélago y no estoy muerto! —Ella le gruñó.

—Sin embargo, no niegas la parte de chupar sangre. —Ichigo le dijo con un ligero suspiro.

—¡Ha pasado una semana desde que tomé algo que no fuera un sustituto de la sangre, así que yo andaría con cuidado! —Ella le espetó haciéndole levantar las manos en defensa.

—Bien, entonces explica el sol, ¿acaso no estás destinado a ser un hada brillante a estas alturas? —Dijo esbozando una sonrisa cuando vio su ceja temblar.

—Dios, odio esa película. —Kokoa gruñó.

—¡Crepúsculo es ficción! —La ira de Moka comenzó a crecer al ser comparada con un vampiro así.

—Entonces no deberías estar estallando en llamas. —Dijo Ichigo, su sonrisa aún en su lugar.

—Información falsa. —Moka le dijo con un ligero resoplido mientras se cruzaba de brazos.

—Muy bien entonces, ¿qué pasa con aquel en el que los vampiros no pueden entrar a las casas de personas que no los han invitado a entrar? —Preguntó, su curiosidad aumentó ligeramente.

—¿No estás preguntando demasiado? —Kokoa resopló mientras se daba la vuelta.

—Falso.

—¿Qué tal esto entonces? ¿Puedes cruzar el agua? —Preguntó Ichigo haciendo que Moka abriera la boca antes de cerrarla.

—No, no podemos. —Ichigo levantó una ceja—. El agua es pura y es una debilidad para los vampiros.

—Ah, entonces, si te pasas de la raya, ¿todo lo que tengo que hacer es conseguir una botella con atomizador? —Preguntó Ichigo.

—Inténtalo y te arrancaré la yugular. Moka le espetó.

—Bueno, esto ha sido informativo. —Ichigo dijo llevándose una mano a la barbilla mientras pensaba—. Quién hubiera pensado que los vampiros existirían.

—¿De verdad nos crees? —Kokoa cuestionó sorprendida.

—Ambos están irradiando más poder que los humanos, no están al tanto de Shinigamis, Arrancar y Quincy, dudo que sean un Bount, así que no es eso. —Ichigo se encogió de hombros—. Realmente no tengo ninguna razón para no creerlo. He visto algunas cosas raras en los últimos años, ¿por qué no agregar vampiros a la lista?

—Los vampiros son los más fuertes entre todos los monstruos, ¡no somos raros! —Kokoa gritó poniéndose en la cara de Ichigo antes de que él la golpeara en la cabeza haciéndola gemir mientras retrocedía sujetándose la cabeza.

—Aún es la primera vez que oigo hablar de ello. —Ichigo le dijo—. "Entonces, ¿cuántos años tienen ustedes? ¿Como siglos? —Él pregunto.

—Tengo diecisiete años. —Moka le dijo.

—Dieciséis. —Kokoa gruñó sosteniendo su frente desde donde la había golpeado, le dolía mucho más de lo que pensaba.

—Espera... ¿entonces qué pasa con ese viejo que estuvo contigo antes? —Preguntó.

—¿Padre? Nunca nos ha dicho su edad, solo sabemos que tiene al menos tres siglos. —Ichigo simplemente asintió.

—Bueno... es bueno saberlo. Supongo que nos veremos por ahí. —Dijo alejándose antes de que lo agarraran por el hombro y miró hacia atrás para ver a Moka mirándolo—. ¿Qué pasa ahora?

—Francamente, dijiste que nos mostrarías los alrededores. No sabemos cómo llegar a casa desde aquí. —Los ojos de Ichigo se abrieron antes de gemir.

—Bien, los llevaré a su casa. —Dijo Ichigo—. ¿Dónde está? —Preguntó mientras Moka le decía su dirección y comenzaron a caminar por Karakura una vez más. De hecho, Ichigo les dio un pequeño recorrido por la ciudad en la que había vivido toda su vida. Descubrió que incluso con el maltrato que se habían dado anteriormente, él y Moka tenían algunas cosas en común. Ambos tenían lo que parecían ser ceños fruncidos permanentes, no mostraban gran interés en nada de lo que decían el uno al otro y encontraban molesto el entusiasmo de Kokoa por entrar a cada tienda por el que pasaban.

—Entonces, ¿a qué escuela vas? —Moka de repente cuestionó a Ichigo mientras estaba sentado en un banco junto a ella mientras Kokoa estaba en una tienda, desenvolviendo un helado y la miró.

—¿De repente quieres tener una pequeña charla? —cuestionó Ichigo.

—¡Solo responde la maldita pregunta! —Ella le gruñó.

—Preparatoria Karakura. —Ichigo se encogió de hombros mientras mordía su helado.

—Entonces supongo que nos veremos más. —Moka le dijo—. Ambas nos trasladaremos allí, comenzamos mañana.

—Yippie. —Ichigo murmuró alrededor de la golosina fría haciendo que Moka lo mirara por el rabillo del ojo. Moka simplemente se recostó en el banco y observó la tienda mientras Kokoa se movía, Moka se preguntaba si era mala idea darle la tarjeta bancaria que su padre les había dado, a su hermana—. Entonces, ¿qué te hizo transferirte?

—No es asunto tuyo. —Le dijo Moka, haciéndole encogerse de hombros.

—¿Desde dónde te estás transfiriendo? —Lo intentó de nuevo.

—Si nunca has oído hablar de la verdadera existencia de los vampiros, entonces no lo sabes. —Moka le dijo cerrando los ojos antes de que se abrieran de golpe al ver que se estaba imaginando a Tsukune con los demás que se habían llamado a sí mismos sus amigos. Agarrando el banco con fuerza, la madera crujió bajo sus dedos mientras apretaba los dientes conteniendo un gruñido.

—Oye, vaya, ahora la silla no hizo nada malo. —Dijo Ichigo haciéndola mirarlo antes de mirar hacia abajo para ver sus manos rompiendo la madera del banco. Moviendo sus manos las colocó en su regazo y dejó escapar un suspiro de cansancio—. ¿Un día difícil?

—Podrías decirlo. —Murmuró mientras se desplomaba ligeramente en el asiento. Los dos permanecieron en silencio por un tiempo mientras escuchaban a Kokoa todavía en la tienda. Ichigo estaba jugando en su teléfono, lo que hizo que Moka sintiera cada vez más curiosidad por lo que estaba haciendo. Ella misma no tenía un teléfono celular ya que la Academia Yokai no tenía recepción y los monstruos generalmente no solían tener teléfonos celulares—. ¿Qué estás haciendo? —Ella pregunto haciéndole mirarla.

—¿Qué?

—El dispositivo, ¿qué estás haciendo con él? —Preguntó, su curiosidad se apoderó de ella.

—Uh... jugando un juego." Dijo mostrándole la pantalla que tenía un pequeño pájaro en el medio.

—¿Flappy Birds? —Ella pregunto—. Déjame jugar. —Exigió.

—No.

—¿Disculpa? —ella gruñó.

—Estás excusada. —Ichigo resopló—. Por la forma en que trataste el asiento por nada, destruirías mi teléfono en cuestión de segundos. Eso no va pasar. —Él le dijo antes de que ambos escucharan pasos y miraran hacia arriba para ver a Kokoa saliendo de la tienda con numerosas bolsas y una gran sonrisa en su rostro.

—¿Cuánto gastaste Kokoa? —Preguntó Moka.

—No te preocupes, descubrí que la cuenta está vinculada a la de papá, así que no tenemos que preocuparnos por nada. —Ella sonrió.

—¿Cómo te diste cuenta de eso? —preguntó Moka.

—El cajero automático. —Kokoa se encogió de hombros.

—¿Están ustedes dos listas para irse? Yuzu tiene preparada la cena y yo tengo tarea que hacer. —Dijo poniéndose de pie. Kokoa simplemente se encogió de hombros mientras Moka se levantaba y los tres comenzaron a caminar por la calle una vez más, Kokoa cargando sus bolsas mientras Ichigo las guiaba por la calle.

—¿Estás segura de que esto está bien? —preguntó Kokoa.

—Francamente, Kokoa, no tengo idea. Esta mañana me desperté feliz. —Moka le dijo—. A medida que avanzaba el día, solo empeoró. Así que hasta que descanse un poco, podré pensar en todo correctamente. Ichigo nos llevará a casa, prepararemos la cena y nos iremos a la cama. Ya me imaginaré lo que es cuerdo. y no mañana. —Ella le dijo.

—Ah... ¿ok? —Kokoa dijo suavemente, nunca antes había visto a Moka así.

Moka suspiró mientras bajaba la cabeza, lo que dijo era la verdad. Esa mañana se había despertado feliz de saber que pasaría otro día con Tsukune, luego, después de todo lo que pasó, había estado tratando de mantenerse calmada, ni siquiera había estado actuando como ella misma, tenía muchas cosas en mente. Francamente, ella sólo quería acurrucarse en la cama e irse a dormir esperando que hoy todo hubiera sido un sueño extraño. Sin embargo, aquí ella continuó caminando detrás del adolescente de cabello naranja mientras caminaban por una calle residencial.

Solo tengo que llegar a casa y luego puedo relajarme. Moka pensó para sí misma antes de que Ichigo se detuviera y las dos vampiras miraran a su alrededor solo para ver que estaban frente a la casa.

—¿Es aqui cierto? —Ichigo cuestionó señalando la casa con el pulgar.

—Sí. —Kokoa asintió—. Gracias por eso... supongo. —Dijo haciendo que Ichigo levantara una ceja antes de simplemente asentir levemente, Kokoa apenas había hablado con él desde que él le dio un golpe en la frente. Parecía contenta con seguirlo en lugar de hablar con él.

—Puedes irte ahora. —Moka le dijo haciendo que Ichigo se volviera hacia ella antes de suspirar.

—De nada. —Ichigo resopló antes de comenzar a alejarse.

—¡Espera! —Kokoa lo llamó haciendo que Ichigo mirara por encima del hombro, Moka estaba un poco sorprendida por el arrebato de su hermana—. Hiciste toneladas de preguntas sobre nosotros los vampiros.

—Cierto. —Ichigo asintió.

—Déjame preguntarte sobre Shinigamis. —Los ojos de Ichigo y Moka se abrieron cuando Ichigo se giró para mirarla y simplemente asintió—. ¿Por qué necesitan ser tan fuertes para simplemente guiar a los muertos al más allá? —Cuestionó haciendo que la mirada de Ichigo se endureciera y Moka tuvo que admitir que era una muy buena pregunta. Eso fue antes de que un escalofriante chillido resonara en el aire de la noche, Ichigo simplemente había girado su cabeza en dirección al hollow que estaba cerca.

—Porque hay monstruos que están decididos a hacerme enojar. —Ichigo gruñó mientras sacaba su placa de sustituto de su bolsillo y ambas chicas observaron cómo se la acercaba al pecho antes de observar cómo su cuerpo caía al suelo y otro Ichigo estaba parado allí con un shihakusho negro, que tenía cuatro líneas verticales negras. en sus antebrazos y bandas negras como tatuajes que cruzaban su pecho, muñecas y tobillos. Bandas similares, pero con extremos blancos, se encuentran alrededor de su cuello a modo de collar. Una gran espada envuelta en vendas en su espalda.

—¿Pueden ustedes cuidar mi cuerpo? —Cuestionó mirándolos—. ¡Y dijiste que ha pasado una semana así que no lo comas! —Gruñó haciendo que el ojo de Moka temblara antes de que los ojos de ambas chicas se abrieran cuando Ichigo desapareció de la vista en un abrir y cerrar de ojos.