Capítulo 3: Es mío
Esa noche Yamato no pudo dormir al saber la noticia de que pronto seria papá, en menos de 8 meses estaría cuidando de un bebé junto a su amiga de la infancia, si su amiga de la infancia, porque no podía decir que con alguien que amase. Dio vueltas a la cama una infinidad de veces, pensando y repasando los eventos del día. Después de que Mimi acordó conocerse realmente no se sintió más tranquilo, sintió un gran nudo en su estómago. Realmente quería llevar la fiesta en paz con la madre de su hijo, pero tenía muchísimas dudas en como seria todo, y 8 meses se pasan en un parpadeo.
Aun en el auto Yamato pensaba una y otra vez en cómo podría tener una mejor relación con la castaña, porque pese a que era una amiga de su infancia, no tenía tanta cercanía como lo tenía con Sora, e incluso con Hikari, ella era prácticamente terreno desconocido.
—No lo sé qué te parece salir de vez en cuando para conocernos mejor, digo no como en forma de citas sino conocernos, platicar de que haremos y ese tipo de cosas—Mimi con cierta ilusión en su rostro le decía.
—Está bien, pero no esperes que sean diarias, pediré unas cuantas horas en el restaurante para poder completar con el dinero que hará falta.
—De acuerdo, yo buscare también otro trabajo además de la tienda para poder ayudar en los gastos.
—Solo si prometes que no será en un lugar donde tengas que estar de pie, o un lugar donde te exijan cargar muchas cosas, no quiero que le pase nada—Mimi asintió asombrada ante la preocupación de Yamato—Y otra cosa…no vuelvas a llorar o a enojarte de esa manera, le puede hacer daño también.
Yamato de unos minutos a otros había cambiado completamente su postura con respecto al bebé, ahora se preocupaba por el cuándo en primer lugar no lo reconocía. Pasada una media hora conversando en el auto de Joe, el chico de lentes llevo a Mimi a su casa.
Esa noche también en su cama Yamato pensaba en Sora, como decirle a la pelirroja que tendría un hijo con la mejor amiga de esta, sería como jugar con las dos. También pensó en Taichi, que al enterarse de la noticia se le iría a los golpes por estar en esa situación salir con Sora y a la vez tener un hijo con Mimi. Sora y Yamato no tenían una relación formal, incluso se podría decir que no era novios, si a él le gustaba muchísimo pero aún no se daba esa oportunidad de pedirle que fuesen algo más.
Y según él jamás la tendría con esta nueva aventura. Quería morirse por no haber sido más cuidadoso. No debió perder el control aquella noche. Y vagamente comenzó a recordar aquella noche donde estaba muy tomado, pero la chica no aguantaba las ganas de ir al baño a medio camino y su casa estaba muy cerca, bueno ahora tenía una pista de por qué estaba en su departamento, pero no lograba recordar con claridad el resto de la historia.
Era un idiota realmente.
Mimi por su parte prácticamente desde que llego había caído dormida, estar en esas condiciones le daba muchísimo sueño y Joe le había recomendado descansar todo lo que pudieses, también le dijo que le daría el teléfono de una ginecóloga (novia de Joe, lo cual Mimi se enteró en ese momento) para que pidiese una cita y poder monitorear su progreso. También le dijo que le enviaría por correo unas dietas que siguiera para que no aumentara a lo loco de peso con todos los antojos que pudiese tener.
—Yamato.
Al día siguiente Yamato se encontraba profundamente dormido en la biblioteca de la universidad, Sora lo había ido a buscar después del incidente del día anterior. Pero lo vio plácidamente dormido sobre unos libros.
—Yamato—Insistió moviéndolo un poco.
Yamato murmuraba algo que no entendió bien Sora.
—Yamato despierta—El rubio abrió los ojos bastante cansado.
—¿Y el bebé? —Pregunto bastante soñoliento, algo que no entendió Sora de que estaba hablando.
—¿Cuál bebé?—Pregunto la pelirroja cuando Yamato se dio cuenta de quién era.
—Sora que haces en mí…biblioteca—Yamato no sabía bien como era que había llegado a ese lugar, tan solo se sentía bastante apenado por lo aturdido que estaba.
—Viene a buscarte, porque no respondías mis llamadas, ¿De qué bebé hablabas?—Respondió Sora.
—No, nada, estaba soñando—Dijo bastante incomodo Yamato—No respondía porque tenía muchas clases y luego aparentemente me quede dormido aquí.
—¿Tuviste una mala noche? —Pregunto Sora.
—Si algo así, no podía dormir, eso es todo.
—Deberías descansar un poco más, para no tener que dormir entre clases—El rostro de la pelirroja denotaba bastante felicidad.
—¿Para qué me marcabas?
—Oh cierto, como ayer no pudimos salir que te parece si hoy comemos juntos, traje obentos caseros—Sora se veía bastante feliz, mientras que Yamato sentía un gran nudo en la garganta.
Pero al final de cuentas termino aceptando la invitación. Salieron de la biblioteca para ir a comer a unas mesas de la cafetería, la chica se mostraba bastante contenta con esa cita improvisada, que no tuvo el valor Yamato de decirle porque había cancelado. Y para su buena fortuna Sora no insistió en el por qué cancelo la cita el día anterior. Comer la comida de Sora fue lo más difícil que pudo hacer, sentía un gran nudo que no le permitía tragar.
—¿No te gusto? —Pregunto Sora algo preocupada.
—Sí, es solo que…—Veía la cara de preocupación de la castaña—Es solo que no puedo tragar…creo que me enfermare de la garganta—Mintió Yamato.
—Ya veo, deberías irte a revisar antes de que empeore—Sora denotaba bastante preocupación.
—Si tal vez eso haga—Yamato vio la caja de comida con bastante tristeza.
No sabía cómo decirle siquiera que era lo que realmente le pasaba. Tan solo dijo una mentira para salir del paso. Después de la comida Sora volvió a casa mientras Yamato alistaba sus cosas para ir al trabajo, tenía que hablar con alguien, pero no sabía con quien a quien le hablase tendría que confesarle que había dejado a Mimi embarazada…Mimi…tal vez ella pudiese escucharlo…pero y si no…
También tenía que hablar con ella para preguntarle cómo les diría a los demás sin que hubiese golpes de promedio por parte su castaño amigo. Joe lo sabía, pero había sido tan bueno con ellos que no le había hecho nada, más que hacerle entender toda la situación que estaba pasando. Después de decidirlo unos minutos le llamo a Mimi.
—¿Yamato? ¿Ocurre algo? —Mimi pregunto algo extrañada.
—¿Cómo estás? ¿Te encuentras bien? ¿Te sientes bien?
Mimi estaba bastante sorprendida por la preocupación del rubio hacia ella, algo que sabía que si no se encontraban en esa situación jamás lo haría.
—Me siento bien, no fui a las primeras horas por que no pude despertar, pero ya me encuentro en mi universidad—Dijo con voz amable Mimi.
—Entiendo, ¿Sentiste mareos? ¿Comiste bien? —Yamato por alguna extraña razón se encontraba algo preocupado por la salud de Mimi, durante un mes no tuvo esa preocupasen.
—Sí, un poco solo en la mañana, y de hecho estoy comiendo ahorita, Joe me dijo que me mandaría un menú para alimentarme bien, pero hasta el momento no lo he recibido.
Mimi sonaba bastante alegre, y la imaginaba con un vestido rosa como los que ella regularmente suele usar y comiendo una gran caja de arroz.
—No hagas cena esta noche, quisiera que habláramos un poco, yo invito algo del restaurante—Dijo Yamato viendo al cielo, sentía algo en su garganta que le impedía decir lo que realmente quería decir, ese tipo de cosas las tenían que platicar personalmente y no atreves de un teléfono.
—Oh está bien… ¿Tu cómo te sientes? —Yamato se sorprendió porque Mimi no era de preguntar por los demás.
—Algo…cansado y confundido…—Fue lo único que dijo—Anoche no dormí, y hoy estoy en automático, dormí como una hora en la biblioteca si no fuese por Sora que me despertó hubiera seguido durmiendo—Yamato dijo sin pensarlo.
—Sora—Mimi calmo su tono de voz, escuchándose más triste de lo normal, Yamato interpreto eso como ¿Celos?
¿La castaña estaba celosa? Hubo un silencio incomodo, después de que Yamato mencionara a Sora, pero todo lo que tenía que decirle no lo podía hacer por teléfono.
—Tengo que irme—Escucho del otro lado del teléfono.
—Está bien…cuídate…y no te esfuerces—Dijo Yamato algo preocupado.
—No lo hare.
Yamato apenas la iba a despedir de la manera más adecuada cuando escucho del otro lado del teléfono como Mimi cortaba la llamada. Alisto sus cosas y se fue a trabajar. Le conto su situación actual a su jefe diciéndole que, si podía ir más días al restaurante y doblar turnos para así poder solventar todos los gastos que se presentaran, para su buena suerte el jefe accedió, dándole un turno extra, Yamato por lo general trabajaba de lunes a jueves pero gracias a eso trabajaría de lunes a sábado para poder juntar dinero para su hijo.
Mimi se sentía de alguna manera usada, porque después de lo que había pasado aparentemente Yamato había comenzado a salir con Sora, algo que ninguno de sus amigos le había comentado, y más porque no había estado saliendo con sus amigos. Le dolía un poco por que el solo había tenido relaciones con ella dejándola en segundo lugar por Sora. En su casa Mimi hacia inventario de su tienda, mientras pensaba en esa situación tan incómoda que estaba pasando, cuando escucho el timbre, eran más de las 9 y Yamato se encontraba en su puerta con una gran bolsa de comida.
—Cortesía de mi jefe, dijo que podíamos tomas lo que quedaba del día para que alimentarnos bien al pequeño Ishida—Yamato dijo un poco avergonzado.
—¿De verdad?
—Sí, le comente la situación, y cuando me vio en la cocina preparando las cajas para después pagarlas dijo eso, además que el resto de los días podía hacer lo mismo.
Mimi lo invito a pasar a Yamato, inmediatamente fue a la cocina por platos para comer.
—Que amable de su parte—Mimi dijo desde la cocina.
—Eso sí, traje cosas saludables—Yamato se veía un poco triste al igual que Mimi.
En la mesa los dos comían en silencio, sin siquiera verse, Mimi no levantaba la mirada, mientras que Yamato la veía de a poco.
—Te traeré la cena de lunes a sábado, para ayudar un poco con tu dinero.
—Gracias—Mimi dijo en un tono muy apagado.
—Sé que te ha de parecer muy extraño todo…pero estoy intentando dar lo…
—¿Eres novio de Sora? —Interrumpió Mimi.
Yamato la vio, el chico tenía cara de sorpresa, Mimi lo veía con una cara de tristeza.
—No…
—No me mientras, no me importa si sales con ella, solo quiero que sepa lo que está pasando.
—No te miento, no es mi novia…Habíamos comenzado a salir, pero…
—Es igual que ser su novio…
—No lo es, formalmente no lo somos…pero no sé cómo decirle que es lo que está pasando, hasta ayer creía que mi vida seguiría como antes pero no.
—¿Cómo les diremos a los demás?
—De eso quería hablar—Yamato bajo la mirada—No sé cómo decirles a los demás, incluso no sé cómo decirles a mis padres, ¿Cómo les dirás a los tuyos? —Mimi bajo aún más la mirada escondiendo su rostro entre dos mechones de pelo.
—No lo he pensado, ellos han de estar muy decepcionados porque tendré un hijo con alguien que no es mi novio.
Yamato se sintió realmente mal por eso, no se había puesto a pensar en los padres de la castaña, solamente se había puesto a pensar en lo que diría Sora.
—Hagamos algo—Mimi volteo a verlo—Fingiré ser tu novio ante tus padres.
—No—Respondió en seco Mimi—Si eres "mi novio" ante mis padres ellos empezaran a planear una boda, algo a lo que no estamos dispuestos a hacer.
Yamato vio como se le cristalizaban un poco los ojos a Mimi.
—¿Te quieres casar? —Pregunto muy cauteloso.
—¿Es una proposición o una pregunta?
—Es una pregunta—Respondió Yamato algo avergonzado.
—Si…pero sé que no me quieres…es más creo que no te agrado…así que mi respuesta es no.
Yamato se sintió aún más mal por eso, esos días había pensado solamente en él y no en cómo se sentía realmente la castaña, a veces suponiendo que ella quería lo mismo que él.
Durante varios días Yamato no vio a Sora, pasaba las noches cenando con Mimi, tomando ese tiempo para planear en cómo decirles a los demás que serían padres, también planeando en decirles a sus propias familias lo que había pasado. Sora por su parte creía que ese tiempo que esos días Yamato realmente había perdido el interés, y se sentía muy decepcionada porque tolo que había logrado en un mes se estaba yendo por el drenaje, así que lo espero un día a la salida de su trabajo.
El chico salió del restaurante con una gran bolsa de comida, y la vio parada afuera del local.
—Yamato…—El rubio se sorprendió al verla.
—¿Sora que haces aquí?
—He venido a buscarte, ya no me llamas ni me respondes los mensajes.
—He estado algo ocupado.
—Vamos a comer algo—Dijo la pelirroja intentando olvidar todo lo ocurrido en esa semana.
—No puedo, tengo un compromiso.
—Yamato—El chico le desvió la mirada—¿A caso…estas saliendo con alguien más?
Yamato la vio con una cara de sorpresa, sintió nuevamente aquel nudo en la garganta, que no pudo contestarle.
—Dime…para no hacerme ilusiones…
—No…no es eso…—Yamato no sabía cómo responder a eso
—¿Entonces qué es? Dime lo puedo entender todo—Los ojos de Sora comenzaron a cristalizarse.
—Es que…es muy difícil de decir…
—Entenderé…entenderé todo lo que me digas…solo no quiero que juegues con mis sentimientos
Yamato cerró los ojos sintiendo que su alma salía de sí mismo.
—¡Yamato! —Exigió la pelirroja.
—Es…muy difícil de explicar…que ni yo mismo lo entiendo.
—Dime tal vez yo pueda entender…
—Mimi está embarazada…
—Y que con…—Sora entendió inmediatamente lo que estaba pasando.
Llevo ambas manos a sus labios impidiéndole hablar, sus lágrimas caían de apoco por su rostro.
—Ella lo sabía…—Yamato no entendía lo que quería decir—Ella sabía que me gustabas desde hace tiempo.
El rubio se sorprendió, él no sabía realmente los sentimientos de la pelirroja, el solo intentaba conquistarla, pero a esas alturas no sabía que sentía la pelirroja por el.
—¿Desde cuándo? —Se atrevió a decir Yamato.
—Desde hace tres meses, se lo conté, en confesión—Sora lloraba desconsoladamente—Sabia que me gustabas, y ella me animo a salir contigo, pero por los exámenes de hace dos meses no pude hacer nada contigo, y ella aprovecho eso la muy traiciones.
—No, eso no es cierto, yo tuve también la culpa—Dijo Yamato algo avergonzado.
—No la defiendas, ella te sedujo para vengarse de mí.
—¿Vengarse? ¿A qué te refieres?
—Ella hace tiempo, el año pasado me dijo que le gustaba Taichi, pero el día que le dije que me gustabas, Tai me beso en frente de ella confesándome sus sentimientos, salió llorando y le dije a Tai lo que Mimi sentía por él, por eso me dejo en paz, por eso se vengó—Sora gritaba a Yamato desconsolada.
Haciéndole dudar que había pasado aquella noche, cuando reacciono Sora se había ido corriendo, no entendía que era lo que realmente había pasado aquella noche, si había sido venganza, inclusive volvió su teoría de que en ese mes Taichi podría ser el padre. Tenía que poner su mente en claro para tomar la siguiente decisión. Esa noche después de una semana no fue a cenar con Mimi dejándola bastante preocupada por ello, pero Yamato realmente necesitaba estar solo para pensar bien esa situación.
Hola mis estrellitas, los prometido es deuda, todos los miércoles tendremos actualización. Muchas gracias por este recibimiento hacia este fic, he leído comentarios de que recuerdan esta historia y eso me alegra muchísimo. Espero que les guste este cap y los estaré leyendo pronto
