NO SOY DUEÑO DE INUYASHA. PERO SI SOY DUEÑO DE MIS HISTORIAS Y NO DOY PERMISO A NADIE A UTILIZARLAS.
HOLA DE NUEVO.
EN ESTE VIAJE LOS LLEVARÉ A UNA HISTORIA DIFERENTE, CON AVENTURAS, CONFLICTOS ROMANCE… UNA HISTORIA MUY DESDE EL FONDO DE MI IMAGINACIÓN. NO ES LA PRIMERA DE ESTE GÉNERO NI SERÁ LA ÚLTIMA, PERO ESPERO QUE SEA UNA DE LAS MÁS ENTRETENIDAS.
ABRAZO ENORME.
Capitulo 11
Kokuryu caía estrepitosamente. No podía volar aún. Las alas quemadas por el reiki de Higurashi no sanaban como él esperaba. Náraku al ser mestizo, estaba en mejores condiciones que él.
Pero no confiaba en su sobrino. Tenía que lograr reponerse antes de la próxima luna negra… La luna en la que los hanyou cambiaban…
De otra manera, sería alimento para los carroñeros. El Mestizo el Sur, sería youkai completo por una noche, él tenía que resguardarse si deseaba sobrevivir…
Náraku tenía su sangre y la del brujo.
Su sangre…La de su padre Ryukotsussei. Eso era evidencia del poder que ese hanyou tenía. Sólo él, Kokuryu era capaz de contenerlo, los demás eran demasiado débiles. Si él moría, nada detendría a Náraku. Tenía que matarlo. Y pronto.
Era un serio riesgo para él y sus planes de gobernar el mundo.
En el hostal.
Souta veía a Inuyasha a los ojos.
-"Qué es?"
-"El pacto ya fue honrado"
-"Lo sé, Miroku…"
-"No. Miroku llegó al Oeste muy mal herido. Luego de que tú fueras emboscado, fue atendido y aún se encuentra en el palacio…"
-"Pero Cómo?."
-"Kohaku usó tu armadura en el frente. Y estuvimos intercambiando algunos soldados parecidos a ti en la tienda"
-"Qué?"
-"Eso, si no llegabas, el pacto no sería respetado, el Este caería en desgracia ante los ojos de todos"
-"Pero Kohaku no se parece mucho a mi, cómo hicieron para aparentar mi presencia?"
La mirada seria del semi inu. Tenía que pensar en algo y rápido.
"Piensa Inuyasha, piensa!"
-"Las Miko de Hakurei, prepararon una pócima…"
Souta recordó en vial que vio en el suelo del pasadizo de la montaña.
-"Ah…Ahora veo"
El silencio los cubrió unos momentos. Sango despertó y se quedó escuchando inmóvil en el camastro.
-"Y entonces?"
-"Todos piensan que han convivido contigo todo este tiempo. Si te hablan y te cuentan cosas, por más extrañas que te parezcan, deberás seguirles la corriente. Y todo saldrá bien"
-"Mmm."
El joven pensó por unos instantes
-"Quiénes saben de esto?"
-"Kikyo, Kohaku, Miroku, Sango y yo"
-"Kagome?"
-"No"
-"…"
-"Está bien… Así se hará…Gracias por no permitir que el Este fuese deshonrado, Inuyasha"
-"No es a mí a quien debes agradecerle"
Pensaba en Kagome y todos los riesgos asumidos por ella. Deseaba vehementemente
intercambiarla y lograr que todo se acomodara…Rogaba que así fuera…
-"Si, cuando vea a Kohaku y los demás, les agradeceré"
Suspirando el mestizo se puso de pie.
Despertemos a Sango. Hay que partir hacia el campamento.
Pagaron su cuenta, y las miradas enamoradas de algunas señoritas los veían partir.
El guapísimo Señor del Este montaba su blanco corcel y partía junto al menor de los Taisho.
Y así retomaron el regreso.
Kohaku cerca del campamento había presenciado TODOS los sucesos de esa noche. Estaba fuera de sí. Negra oscuridad o no, muchos machos estaban interesados en su "Souta" Kagome… Era lo peor que podía suceder!
¿Cuándo estarán en el Oeste, para poder apoyarse en Miroku?, seguramente él sabría qué hacer…
En eso, en la pradera, unas codornices comenzaron a volar alarmadas, el joven taijiya estiró su lente y gracias a la luz de la luna logró ver de qué se trataba y se preparó para avisar al campamento.
Su catalejo le mostró a Inuyasha con Sango en la espalda y a Souta.
-"Son Inu Chan, Neesan Y Souta…"
-"SOUTA!"
Sin perder tiempo corrió hacia la tienda de Kagome y entró.
Sacudió a su prima para despertarla
-"Kagome…Kagome…Despierta"
-"Mmm. Qué sucede? Qué haces aquí?"
-"Inuyasha viene por el camino, con Sango y Souta"
-"Qué? Niisan?"
-"Sii, vístete ya y vete, toma el caballo y no te detengas hasta Hakurei"
Kagome rápidamente se vistió, enrolló el futón, con ayuda de su primo, tomó todas sus pertenencias, reunió todo lo sospechoso que podía haber en la tienda y salió velozmente.
Casi ya sobre su montura, la grave voz le hizo erizar los cabellos.
-"Aún falta para el amanecer, Higurashi…Pensé que necesitaba descansar"
Ambos en shock, ante la presencia del mayor de los Taisho.
Kohaku intentó aparentar calma. Era muy bueno para eso. Luego podría desmayarse cuando estuviera solo.
Kagome giró tranquilamente
-"Sólo quiero asegurarme de que está bien que partamos…No confío en esos dragones. Daré una vuelta como para calmar la humana desconfianza que me apremia ahora"
Humana desconfianza, extraña expresión…
-"Haga como prefiera, pero el viaje reamente será largo, no nos detendremos hasta llegar al palacio"
-"Le preocupa que lo retrase Lord Taisho?"
-"…"
-"Los humanos, somos más resistentes de lo que parecemos"
Kohaku la veía con los ojos enojados
¿Qué? Realmente iba a hacer eso? Acaso las palabras pronunciadas por el Lord esa noche la habían ofendido? ¿Pelear con Sesshomaru? No había tiempo para eso!
Por su parte el Daiyoukai supo de la molestia del humano. Evidentemente lo había ofuscado con sus declaraciones.
Pero qué podía hacer, el oso lo estaba presionando, debía dejar asegurado su honor masculino, no pensaba unirse físicamente a otro macho, definitivamente no.
-"Eso podrá demostrarlo fácilmente, Higurashi Sama"
Kohaku incómodo prefirió retirarse para que Kagome también lo hiciera lo más pronto posible
-"Cuanto antes salga, antes regresará, Mi Lord. Nos veremos al amanecer Souta san…"
Asintiendo al Lord Inu continuó su camino a su sitio de vigilancia.
-"Sesshomaru Sama"
-"Hn."
Desde allí esperó a que todo se acomodara, rogándole a Kami.
Kagome y Sesshomaru se miraban a los ojos.
-"Como dijo mi primo, nos vemos al amanecer, Lord Taisho"
La luna continuaba jugando en contra de los dos. Dotando de un brillo etérico a Kagome y un porte de majestuosidad y poderío a Sesshomaru.
Ella sentía la mirada del Inu penetrar en su alma. El no lograba contener la mirada de Shimaru y su s ganas de acercarse al monje, olfatearlo y hacerlo someter…Cómo se atrevía a verlo con esa mirada desafiante… Cómo se atrevía a deambular sin liberar su esencia… Los youkai, se manejaban con los sentidos para todo, si, él como monje sabría de esas cosas, debería presentar su aroma por simple respeto y cortesía…
La verdad es que no le interesaba en absoluto el protocolo, Sesshomaru estaba perdiendo la calma y sentía que también la cordura por culpa de los "encantos MASCULINOS" de un monje un tanto andrógino pero hermoso por donde lo viera.
Verlo desnudo o casi, en la cascada fue lejos de ofensivo, bastante excitante, vergonzosamente sensual.
El Daiyoukai se enojaba cada vez más consigo mismo. Y Higurashi no cesaba de alistar su caballo para irse…Irse…Con el permiso de quién?
Ella continuaba sus preparativos bufando y dando jalones al apero de su corcel. Enojada, con ella…Enojada con él…
Simple humana eh?
Luego procuró saludarlo con etiqueta.
Viéndose directamente. La mirada roja del Macho Inu frente al negro de los ojos femeninos.
-"Taisho Sama"
Reverenció apenas y se giró para tomar la montura del caballo para subir…
Nada preparó a Kagome para lo que ocurrió después.
Con velocidad increíble, el Señor del Oeste se movió.
En un segundo Sesshomaru la tenía presa entre el caballo y su firme pecho. Respiraba alterado y sus gruñidos guturales brotaban de su garganta inconscientemente.
La bestia con su nariz en la base del cuello del monje aspiraba en busca de algún vestigio aromático pero en vano.
El pobre corcel espantado corrió hacia el bosque. Sesshomaru ahora tomó al sacerdote de sus brazos. Lentamente comenzaron a bajar hacia sus caderas redondeadas.
Las manos del Inu recorrían el torso y la cintura del monje mientras susurraba detrás de su sído.
-"Tan delicado y atractivo…Tan humano…"
-"Lord Taisho…Qué hace?!"
-"…"
El reiki buscaba defenderse y le picaba la piel de las manos.
En ese momento los sonidos de entre los arbustos provocaron que la bestia levante la cabeza y mire hacia el follaje. Un enorme y bastante ofuscado Kumazawa emergía con las riendas del caballo de Kagome en una mano y su katana en la otra.
-"Aquí está su caballo, mi Lord, lo encontré en el camino del bosque, es mejor que se apresure, el sol saldrá en algunas horas"
Sus ojos rojos chocaban con otros ojos rojos.
Su youki buscaba enfrentar a otro youki
-"Sesshomaru Sama"
La bestia sintiéndose en evidencia respondió mientras se alejaba lentamente de Higurashi
-"Kumazawa"
Sin perder tiempo, Kagome montó y dando dos vueltas en su caballo miró a los machos y luego partió.
Sesshomaru de inmediato formó una nube de youki y desapareció en el aire con rumbo opuesto.
El oso suspiraba, y caminaba hacia el campamento
-"No importa cuánto luche o niegue sus sentimientos, Taisho sama…Usted está tan condenado como yo"
