NO SOY DUEÑO DE INUYASHA. PERO SI SOY DUEÑO DE MIS HISTORIAS Y NO DOY PERMISO A NADIE A UTILIZARLAS.

HOLA DE NUEVO.

EN ESTE VIAJE LOS LLEVARÉ A UNA HISTORIA DIFERENTE, CON AVENTURAS, CONFLICTOS ROMANCE… UNA HISTORIA MUY DESDE EL FONDO DE MI IMAGINACIÓN. NO ES LA PRIMERA DE ESTE GÉNERO NI SERÁ LA ÚLTIMA, PERO ESPERO QUE SEA UNA DE LAS MÁS ENTRETENIDAS.

ABRAZO ENORME.

Capitulo 12

Sesshomaru arrancaba los árboles de cuajo. Sus aullidos y gruñidos espantaban las aves del bosque silencioso. Estaba a kilómetros del campamento. Estaba en la que hoy se conoce como Isla Oshinoshima. En ese entonces desierta.

Caía derrotado de rodillas con su frente en el suelo y sus cabellos desparramados sobre la arena. Con los puños golpeaba el suelo, insultando y maldiciéndose a viva voz

-"Estoy maldito! Maldito!"

Sollozaba por su debilidad

-"Cómo es posible que haya caído tan bajo por un macho! Una asqueroso macho humano llamado Souta Higurashi!"

Su llanto solo era oído por su bestia que sacudía su cabeza negando la terrible realidad.

"No hemos caído"

"Cállate! Tú tienes la culpa!"

"Este Shimaru no tiene culpa de nada"

"He tocado el cuerpo de otro macho"

"Has tocado miles, muchas veces para asesinarlos"

"Pero esto fue distinto. No sentí repugnancia por sus formas…Estoy Maldito…"

"Este Shimaru jamás ha deseado otro macho, ni tocado uno…Que no fuera para matarlo… O estrechar su mano…Higurashi ha de ser algo fuera de este mundo para que así reaccionemos…O su poder es más grande aún que el de Midoriko"

"Midoriko…"

"Midoriko Sama, era la poseedora del poder absoluto y siempre nos atrajo el poder. Eso es lo que nos atrae hasta la desesperación"

"Hn.…Demo…Midoriko era una mujer"

La imposible realidad se abría frente al Daiyoukai del Oeste…Era el poder de Higurashi el que lo seducía, no su condición de macho, ni guerrero, sino su increíble poder.

Acostumbrado a ser el único más poderoso en el mundo conocido, los demás aunque fuera por poco siempre estaban debajo de él. Ahora había alguien que estaba a su misma altura o por encima tal vez, y esa idea lo tenía descolocado…

La curiosidad por saber cuán poderoso era el monje lo alentaba a olvidar el vergonzoso incidente y regresar al campamento.

Averiguaría el real potencial del sacerdote del Este, a como diera lugar. Eran excelentes noticias, el Señor Oriental era aliado incondicional de la casa de la Luna, y esta novedad cambiaba todo el panorama acerca de la guerra contra los dragones…

Bien utilizados los poderes de los aliados, el problemita se terminaría en un dos por tres.

Excelentes noticias…Si…

En el Sur Náraku comenzaba a sentir el incremento de su fuerza aunque no hubiera amanecido el día de luna negra.

En esa noche del mes, lentamente y de a poco su parte humana se retiraba a descansar por una noche para permitirle a su lado youkai emerger y mantenerse hasta la salida de los primeros rayos del sol del día siguiente.

Inuyasha sufría cambios también pero al contrario que el mestizo del sur, la que se retiraba a descansar era su parte youkai. Dejando a su par humano a la vista por esa misma noche y hasta el amanecer. Detalle que afortunadamente, los reptiles desconocían.

Kokuryu estaba aterrado. Sentía la mirada de su sobrino seguir cada movimiento realizado por él, intuía que algo sucedería si no tenía cuidado. Para evitarlo se hacía acompañar con cuatro guardias de la elite. Poderosos pero un tanto ignorantes, su fuerza era lo que les aseguraba su permanencia en el ejército.

Su excusa por sus guardias personales…

Enseñarles el protocolo de guerra y así formar un ejército más adecuado para enfrentar desafíos como por ejemplo los Taisho.

Onigumo afinaba los ojos mientras destajaba un trozo de oso negro y lo devoraba con avaricia.

Masticaba y tragaba para beber casi de fondo blanco la copa de sake sureño y pensar…

"Ya te descuidarás, basura, ya te descuidarás…"

Kohaku saltaba del árbol refugio donde se encontraba hacía un tiempo.

El caballo de Souta se encabritaba y se paraba en dos patas.

El monje a duras penas pudo sostenerse de caer

-"Pero qué mierda!"

-"Kohaku!"

-"Neesan! Inu Chan, Souta Kun!"

-"Casi nos matas del susto pendejo!"

-"Lo siento"

Inuyasha fijaba la mirada en el joven exterminador.

-"Está desocupada la tienda de Souta Sama?"

Kohaku se ponía pálido.

-"Si, todo está listo como siempre"

-"Debes avisar al resto que el verdadero Souta está con ustedes ahora, Kohaku"

La mirada del muchacho se clavaba en la de Sango.

Sango asentía. Y luego susurraba

-"Ya le explicamos a Souta que tú y algunos soldados lo reemplazaron para honrar el pacto, él aceptó ayudar y continuar como si nada hubiese cambiado"

Pero el jovencito miraba a Inuyasha que estaba que hervía ante tanta cosa. Sabía que Kagome estaba en problemas con el mestizo, y sentía culpa por ayudarla en semejante locura.

-"Luego hablaremos y veremos cómo nos acomodamos"

-"Qué hay de los otros soldados, no hablarán cierto?"

Souta se giraba a ver al mestizo, no había tales soldados, pero ni modo había que seguir el cuento, por Kagome.

-"Jamás. Fuera lo que fuera, ellos nunca contradecirán una orden de su Señor"

Inuyasha asentía

-"El campamento está tranquilo?"

-"Ahora sí, solo que…"

-"Solo que qué?!"

-"Sesshomaru Sama salió volando en su nube y aún no regresa"

Eso era extraño…Al Hanyou no le gustó para nada. Acaso detectó alguna anomalía en la frontera? De otra manera Sesshomaru no utilizaría su velocidad youkai para alejarse.

-"Luego me contarás todo Kohaku Kun"

Los dorados soles no se apartaban de los brillantes ojos marrones del muchacho. Sabía ahora que Inuyasha estaba al tanto de todo. Y que estaba muy, muy enojado…

Preocupado por su amiga de la infancia, sobretodo. No podía culparlo. Él también tenía miedo.

-"Por supuesto, Lord Inuyasha"

-"Vámonos entonces"

Y así el cuarteto de amigos de Kagome partía muy preocupado al campamento. Después de todo no tenían idea con lo que se iban a encontrar. Las luces del alba aún no se hacían ver en el horizonte, tenían tiempo de meter a Souta a la tienda y que descansara unas horas.

Si Kami los ayudaba todo saldría bien, y nadie más se daría cuenta.

Por su parte Sesshomaru estaba sentado en la playa… Qué pacífico era el romper de las olas y los sonidos del mar… No deseaba regresar.

Higurashi estaría allí y él se moría de vergüenza y el monje vaya a saber cómo reaccionaría al verlo.

Las estrellas lo llenaban de melancolía. Se sentía bien solo, pero su mente lo llevaba a quizás hablar con el monje y aclarar las cosas con una botella de sake de por medio…

Tal vez ir a una taberna o compartir una cena con cortesanas y geishas…Viéndolo deslizarse entre las señoritas o señoritos…Tal vez así se le quitarían las molestias acerca del humano sagrado y volvería a recuperar su balance…

Imaginar a Higurashi seduciendo otros muchachos o youkai le venía Kumazawa a la memoria, tan grande tan masculino, quién lo diría…

De pronto ya no deseaba regresar.

Sus ojos viajaban hasta el cielo nocturno…Tan oscuro…Tan negro… Sin luna… Hoy no habría luna…

LUNA!

Hoy era la Luna negra! Inuyasha sería humano por una noche tenían que regresar al Oeste y pronto.

Si bien, Inuyasha es poderoso y mucho, el detalle del cambio de su medio-hermano, no debía conocerse entre los traidores del Sur. Apreciando como lo hacía a Inuyasha, su condición de humano por una noche, significaría una debilidad a los ojos del clan Ryu.

Debía regresar y ahora.

Si pensarlo dos veces llamó formó su nube de youki y emprendió el regreso más velozmente que en su huída y en un santiamén, estaba de regreso en el campamento…