NO SOY DUEÑO DE INUYASHA. PERO SI SOY DUEÑO DE MIS HISTORIAS Y NO DOY PERMISO A NADIE A UTILIZARLAS.
HOLA DE NUEVO.
EN ESTE VIAJE LOS LLEVARÉ A UNA HISTORIA DIFERENTE, CON AVENTURAS, CONFLICTOS ROMANCE… UNA HISTORIA MUY DESDE EL FONDO DE MI IMAGINACIÓN. NO ES LA PRIMERA DE ESTE GÉNERO NI SERÁ LA ÚLTIMA, PERO ESPERO QUE SEA UNA DE LAS MÁS ENTRETENIDAS.
ABRAZO ENORME.
Capitulo 21
Souta ingresaba al Templo en Hakurei
Hidoriko entrenaba a las aprendices de arquería.
Mostraba la correcta postura para lograr un buen blanco.
El joven Lord se quedaba hipnotizado.
Ella era tan hermosa, tan sensual…Tan peligrosa
La comisura de su boca se elevaba en una sonrisa sarcástica.
El arma secreta, su maravilloso ejército de sacerdotisas de Hakurei.
"Zzzzzzziiiittttt pat!"
La flecha acertó en el centro
-"Y así deberán hacerlo, ahora comiencen, cuando su predecesora va a soltar la flecha comienza a preparase la siguiente!"
-"Hidoriko Sama"
-"Higurashi Sama"
Las dulces miradas y sonrisas tímidas
-"Venga Mi Señor, pase por aquí, prepararemos té para usted"
-"Si gracias."
En su costado derecho, entre sus ropas traía un rollo lacrado y firmado por él, y los demás Lores, que cambiarían la historia el día en que se abra y proclame ante el mundo, hasta entonces lo guardaría en el sitio más seguro de todos, el mismo monte de las almas HAKUREI.
Kagura muy seductora, se dejaba admirar por el séquito de dragones mientras caminaba hacia el salón del trono en la guarida del Sur, no se le podía llamar palacio, era una verdadera guarida, oscura, húmeda y maloliente, donde se refugiaban del frío los indignos reptiles.
Naraku aún permanecía en las mazmorras y ni miras había de que Kokuryu fuera a cambiar de opinión o liberarlo.
Kagura también había agregado su granito de arena envenenando al usurpador, Señor del Sur, en contra del Oeste.
Pero el ryu se volvía cada vez más avariento y ahora anhelaba las tierras del sol, por el calor, los recursos alimenticios y la abundancia de agua en ellas, su ira estaba al tope porque gracias a la intromisión de su tío, invadir el Norte ya no sería una opción, los estarían esperando junto a los Taisho, de eso estaba seguro.
Necesitaban calor, alimento y agua interminables, a demanda, para él y sus seguidores…Sólo una dirección les quedaba por tomar y esa era al Este…
La reunión anual se habría realizado ya. Por supuesto él no había sido invitado ya que estaban en flagrante guerra, pero él conocía el calendario protocolar a la perfección.
Seguramente los Señores del Este estarían allí, por lo que sus tierras y el palacio de las almas debería estar desguarnecido y a su merced.
-"General Ryushima, reúna al resto de la elite y preséntense aquí TODOS antes de que el sol toque el horizonte"
-"Sí, mi Señor!"
La bruja del viento ingresaba al recinto a la salida del General dragón.
-"Mi Señor…Ven, te daré un masaje, te ves tan tenso…"
La sola vista de la hermosa hembra tipo humano que se paraba frente a él le llenaba la boca de saliva.
-"Si, estoy tenso pero me aliviarás la tensión más tarde, ahora tengo cosas que hacer…"
-"Como gustes"
Kagura se giraba para retirarse, el vaivén de sus caderas enloquecía al dragón
Afinando los ojos, Kokuryu le dijo
-"Espérame en mi recámara"
De espaldas al reptil, ella tragó duro pero sintió una gran satisfacción al triunfar sobre la férrea voluntad que hasta ese momento había demostrado el demonio de sangre fría.
Se le revolvían un tanto las entrañas de pensar como sería el reptil en la cama pero ya que, ahí estaba y ese había sido su objetivo desde el principio seducirlo y transformarse en la Señora del sur para hacerse de poder y vengarse de Sesshomaru y de Irasue y apropiarse de la casa cardinal de la Luna, para hacer con ella lo que le viniera en gana. Comenzando por erradicar a los mestizos y hanyou del estado, eliminando luego a los humanos para permanecer a gusto en esas tierras como su Señora por toda la eternidad.
Por supuesto que para lograr eso debería deshacerse de Kokuryu, y para ello pensaba ganarse de nuevo el favor de Náraku, ese hanyou para ella, era más fácil de asesinar que el dragón. A Onigumo lo mataría ella, con el tiempo, cuando ya no le sirviera de nada.
Emulando una muñeca de porcelana semi sonriente reverenció al macho exaltado y se retiró grácilmente hacia los aposentos del falso Lord.
Tomaría un baño largo para prepararse, algo le gritaba peligro en su mente. Mejor prepararía algún brebaje para adormecer o debilitar un poco al youkai y poder controlarlo mejor.
Le estaba resultando complicado todo el asunto pero lo valía, si es que acaso deseaba cumplir con sus intenciones.
Deslizándose en las aguas de los baños de la alcoba del reptil, se acicalaba y lavaba sus cabellos susurrando para sí.
-"Maldita serpiente voladora, ya me desharé de ti, alimaña rastrera"
En el Oeste ya en el estudio de Sesshomaru Hiten esperaba la llegada del Lord.
Se preguntaba acerca del motivo de esta reunión, pero imaginaba que se podía tratar del casamiento de su nieta y el segundo hijo de Inu No Taisho.
Esperaba junto a la ardilla que lo atendía hasta que llegara Sesshomaru
Kibò tenía la orden de atender al anciano en todo lo que necesitara.
-"Desearía algo de beber Mi Lord?"
-"Oh gracias! Kibò chan, mirín si fuera tan amable"
Y así se sentaba a esperar al primogénito de Inu No Taisho
Él también deseaba hablar con el Lord, estaba preocupado por Souta, quería regresar al Este.
-"Sesshomaru sama estará con usted enseguida"
Reverenciando la joven ardilla se retiraba al sentir el youki de su amo acercarse.
-"Si gracias por tu amabilidad"
Y el anciano se acomodaba en su silla y comenzaba a degustar su dulce bebida.
Después de la tensión del almuerzo Kagome decidió entrenar con su arco junto a sus primos e Inuyasha.
El calor no la abandonaba, no lograba quitarse el recuerdo de las manos del Lord en su cintura, ni la manera tan hambrienta con la que la había arrinconado junto a su caballo.
Aunque si lo pensaba mucho Sesshomaru le había hecho esas "cosas" al supuesto Souta. Tenía que calmar su energía sagrada. Entrenar era la mejor opción.
El mestizo no desaprovechó la oportunidad para preguntarle acerca de lo que habló o no habló con Sesshomaru.
Ella se mostraba renuente a responder pero le comentó que solo le dijo que regresó, lo cual era cierto, pero el gesto para muchos simple, shockeó bastante al hanyou del Oeste.
Recordó la charla del fogón en el Norte y supo de inmediato que su hermano estaba interesado en ella.
Si era de verdad o sólo por curiosidad, no lo sabía pero la situación se estaba complicando cada vez más.
Tenía que enviar lejos a su amiga cuanto antes.
-"Y …Cuándo partirás a Hakurei?"
Ella lo vio confundida, por qué el repentino interés?
-"No lo sé"
-"Hiten Sama dijo que te irías pronto"
La Miko estiraba el arco apuntando su flecha al blanco
-"Cuán pronto?"
Apretaba los dientes no deseaba pensar, estaba ya bastante alterada
-"Llega la época de la cosecha de sakura, necesitarán todas las manos que puedan"
Frustrada bajó el arco y con las manos en puño le gritó a su amigo
-"Qué demonios te sucede Inuyasha! Por qué me insistes tanto en Si me voy, cuándo me voy, con quién me voy…Acaso me estás echando?"
El Daiyoukai pasaba frente a los portales de la arena de entrenamiento junto a Danaka y se detuvo ante los gritos de la joven y las picaduras que recibía de reiki desbocado.
-"Qué está sucediendo aquí'! Inuyasha?"
El hanyou se juntaba de hombros
-"Keh! Nada, ya te lo dije, las mujeres Higurashi tienen un carácter de los mil demonios, son incapaces de soportar una broma"
Kagome estaba colorada de rabia.
-"Eres un idiota Inuyasha!"
Y dejando el arco en manos de Kikyo se retiró enfurecida.
Antes de pasar junto al Lord lo reverenció apenas y siguió rumbo a su dormitorio
-"Disculpe Sesshomaru sama"
Y el macho la veía retirarse brillando en rosa y provocando el chisporroteo en su cuerpo y luego en las paredes del pasillo.
Vaya poder! Y vaya carácter. Verdaderamente un volcán.
Su instinto le urgía a buscarla, provocarla, luchar con ella, ganarle y si la situación se daba, someterla.
Shimaru babeaba en su mente y clavaba sus garras en el suelo
Él tuvo que apretar los puños para resistir la urgencia y el hambre.
Qué clase de macho sería si no logra controlarse. Pero no dejaría el asunto así, la joven era una invitada de la casa de la Luna y debía ser tratada como tal.
-"Los invitados de esta Casa Cardinal deben ser tratados debidamente, mestizo, si no lo comprendes, te lo explicaré mejor cuando me desocupe…"
Elevando su youki sofocaba la parte humana de su medio hermano
Inuyasha captó la indirecta de inmediato, y lo que también captó fue el fuerte instinto de protección que Sesshomaru estaba desarrollando hacia Kagome.
Eso no era bueno de ninguna manera.
El hanyou asintió reverenciando y separando los brazos a modo de cuasi burla.
-"Ordene Mi Señor…Hijo de puta, te digo que le hice una broma, no tenía porqué reaccionar así"
-"Lo que sea, déjala en paz"
Esa última frase en una voz gruesa y gutural, con sus ojos incendiados en sangre y fuego, la bestia se asomaba y le advertía acerca de su actitud para con la hembra.
Todos se quedaron en una pieza, si la bestia se manifestaba, todo sería más difícil de ahora en más.
El interés del Lord hacia la Miko era verdadero.
Danaka intervenía para evitar una tragedia
-"Mi Lord…Higurashi Sama lo espera en su estudio"
Sesshomaru miró firmemente a su medio hermano y se retiró rápidamente. El tigre observó a Inuyasha y los demás. Y con su garra les hizo señas de que permanecieran allí y siguiendo al Inu embravecido se alejó.
Kikyo y Miroku chequeaban la distancia del aura del Lord.
Cuando estuvo bastante lejos se atrevieron a hablar.
-"Qué fue eso!"
Inuyasha escupía en el suelo
-" Ese hijo de putas está caliente con Kagome! Maldito"
-"Pero sus ojos?"
-"A la bestia de Sesshomaru le interesa nuestra prima"
-"Qué? Y ahora, qué haremos?"
-"Sacarla de aquí cuanto antes. Esto no puede llegar a mayores, si ellos se unen o algo el vínculo de emparejamiento compartirá sus mentes y recuerdos…Sesshomaru indefectiblemente averiguará acerca de la sustitución de Souta"
Kikyo se giraba y con sus manos en puño
-"Pero gracias a ello fue que ustedes se salvaron, los dragones se retiraron diezmados y derrotados…Y eso dio tiempo a que el verdadero Souta se recuperara, El pacto se cumplió! La palabra del clan de sagrados se mantuvo! Sesshomaru tiene que ver eso!"
-"La ley es tajante e irrefutable, está prohibido para las mujeres ir a la guerra y mucho más sustituir a un hombre, un Lord Cardinal ni más ni menos!"
-"Es considerado traición" No lo comprenden?"
-"Esa es una ley de machos egoístas las mujeres somos valiosas y luchamos mejor que muchos de ustedes!"
Kikyo y Sango estaban indignadas
Inuyasha las comprendía pero no por eso la situación cambiaría
Kohaku y Miroku les colocaban una mano en su hombro
-"Sabemos de su capacidad y poder, las hemos visto luchar, pero la ley no se ha cambiado desde hace siglos y hasta que alguien la modifique no se podrá hacer nada…Lo siento anewe"
-"Kikyo…Cálmate…Debemos estar atentos y preparados para ayudar a Kagome"
-"Oniisan…"
-"Shhh, ya… tranquila, pensaremos mejor las cosas y luego resolveremos cómo ayudar o qué hacer para evitar que sea descubierta"
-"Necesitamos mantener la calma para poder pensar y ver qué es lo que podemos hacer, a como están las cosas, todos somos culpables"
Inuyasha muy serio observaba a Miroku y Kohaku. Estaba muy preocupado, conocía demasiado a su medio hermano, no les iba a dejar pasar algo como esto.
Estaban condenados…
Ya en el estudio Sesshomaru respiraba profundo intentando acallar a su bestia.
Shimaru le urgía a ir tras la sacerdotisa, pero no lo haría, tenía otros asuntos que atender y la Miko era lo suficientemente fuerte para arreglárselas sola. Solamente estaba enojada, ya se le iba a pasar.
"Ve con ella!"
"No"
"Pero la Miko…"
"RETROCEDE SHIMARU!"
"No!"
"Cuanto antes terminemos la reunión con Higurashi sama…"
Y la bestia dentro de su instinto animal, comprendió. Si terminaba pronto podría ir a ver a Kagome.
Y la bestia retrocedió
"Hn."
Hiten observaba con calma el debate mental del Lord. Algo lo debe estar atribulando, aquella situación era frecuente en Inu No Taisho y él no lo comprendía hasta que el mismo General le explicó. De allí en más supo que debía esperar en calma hasta que las bestias de cada uno de ellos retrocediera liberando espacio a la razón.
Mientras, bebía con agrado su mirín, al anciano lo perdían las cosas dulces.
Cuando notó que los ojos del Inu regresaban a su dorado original, recién articuló unas palabras
-"Usted dirá Mi Lord…"
-"El Señor del Este…No hay noticias"
-"De eso iba a hablarle mañana, me preocupa y quisiera regresar, luego de lo sucedido al Norte, Kokuryu seguramente lo intentará en el Este…"
El anciano se ponía de pie para estirar las piernas un tanto acalambradas
Sesshomaru hacía lo mismo, no por calambres, sino por cortesía y protocolo y lo acompañaba hacia la ventana.
Afuera, Rin corría y detrás de ella un Jaken que agitaba su báculo y maldecía a la raza humana.
-"El clan ryu necesita del calor para sobrevivir…No atacarán al Oeste, deben imaginar que estamos atentos al Norte…Eso nos deja a los humanos y a las tierras de las almas a merced del maldito"
-"Hn."
En lo que ambos miraban de nuevo a la pequeña del Oeste, Kagome se acercaba a ella.
Se agachaba y le acariciaba la mejilla, la niña la tomaba de la mano y ambas caminaban para sentarse en un banco de madera debajo de una glorieta hermosa plena de flores blancas y fragantes. Kagome llevaba un libro en la mano y se veía que le comenzaba a leer.
Jaken reverenciaba muchas veces a la bella joven y se retiraba corriendo.
A Sesshomaru le llamó la atención que la sacerdotisa supiera leer.
No les estaba permitido a las mujeres por la ley humana. Y a las hembras youkai no les interesaba la inteligencia, sino el poder.
-"Su nieta…Lee?"
-"Mmh? Ah Sí, las letras y las pronunciaciones, lo básico lo aprendió con su abuela materna, Kaede, pero luego… Ja aja Verá, Kagome siempre fue autodidacta, lo que sabe lo aprendió sola, de observar y entrenar arduamente… Cuando domina una disciplina, luego les enseña a sus primas, jaja y las tres, por casualidad van de visita a Hakurei por un par de semanas…Mis mujeres son muy astutas mi Lord"
El anciano rascaba su nuca y reía.
Sesshomaru de nuevo miraba a la Miko interactuar con su hija del corazón. Al parecer la Miko intentaba enseñarle a leer a Rin?
-"Espero no le moleste que mi nieta le lea una historia a su hija, Taisho Sama"
De verdad? Sin su permiso?
Más tarde hablaría con ella…
El viejo regresaba de nuevo a su silla
Y el Inu permaneció observando el jardín unos minutos más
-"Yo pensé que me hablaría del casamiento de Inuyasha"
-"Si la ley cambiara…Las sacerdotisas podrían…Casarse dijo usted? Casarse es la ceremonia?"
-"Kikyo se casará con su hermano…"
-"Pero ella no está destinada a reclusión"
-"Pues no se contempla, ya sabe…La mujer deja su pureza en el lecho marital y siempre se dijo que…"
-"Las sacerdotisas pierden sus poderes junto con su pureza…"
-"Exacto"
Hiten cerraba los ojos para disfrutar el último trago de mirín.
Pero de pronto su copa estaba llena de nuevo.
Al abrir los ojos dos luminarias doradas lo observaban muy atentamente frente a él.
El Inu se sentía avergonzado de preguntarle al humano acerca de esas cosas pero NECESITABA saber.
-"Y la pureza es…?"
Los ojos del anciano se abrían de par en par.
Qué? Su amigo Taisho no le contó nunca nada a este muchacho? Si se había casado con la madre de Inuyasha!… No, claro cómo les iba a describir ciertas cosas…
Por Kami que él no sería el que se lo explicara.
-"Mi Lord! Discúlpeme pero debería preparar las cosas para partir al Este mañana, ya sabe que no soy el mismo Hiten de hace cien años jeje"
Verdad…
Lo mejor sería dejarlo así, ni que le enviara a Miroku para que le explicara ciertas cosas…Ni muerto. Ese nieto hentai que tiene lo haría quedar realmente mal.
Sintiendo el peso de la responsabilidad de ser un poco padre del Lord ante la falta del General y de su propio hijo Ken, el anciano respiró hondo y se volteó
-"Sesshomaru Kun…Sabes que siempre has sido como un hijo para mi…Los humanos somos complicados y frágiles en comparación con ustedes y con los hanyou, ahhhh… esos maravillosos mestizos que son la prueba viviente de que los youkai y los ningen somos perfectamente capaces de congeniar… Si no fuésemos tan similares dentro de nuestras diferencias, acaso nuestro querido Inuyasha estaría con nosotros?...O la bella Izayoi Sama, no hubiese sonreído tanto conviviendo con el Señor de los demonios…No lo crees?"
Girando para irse y levantando una mano se despidió por el momento del Daiyoukai que se quedó de pie con los ojos muy abiertos, de pronto tenía sentido, todo tenía sentido.
En su mente recordaba la enorme sonrisa de la madre de Inuyasha y la ternura con la que intentaba acercarse a él y tímidamente se ofrecía a peinar su cabello.
Izayoi…
Mientras se dirigía ahora hacia el jardín para ver a Rin y a la Miko recordaba la fortaleza que su padre siempre tuvo, pero también se vio incrementada cuando tuvo a la princesa humana a su lado y más aún cuando había nacido Inuyasha. Touga se había vuelto sobre protector con ellos y con él mismo.
-"Sesshomaru tienes algo que proteger?"
Ya de pie frente a las mujeres miró a su hija
Y a la tierna mujer que le leía una historia mientras acariciaba su cabello.
Y pensó
"Hai, Otousan…"
