Danmachi La esperanza del calabozo. Capítulo 3. Xenos
-¿Eh?, ¿Dónde estoy?
Abriendo poco a poco los ojos recuperando la conciencia Bell despertaba en una superficie algo dura, pero acobijado como si estuviera en una casa.
La visibilidad se aclaraba rápidamente y cuando por fin enfoco bien su vista notó el techo de una carpa, eso fue de cierta manera lo que menos esperaba.
¿Una carpa? Yo estaba en el calabozo ¿no?
Sus pensamientos eran los que aún no llegaban a estar totalmente claros, algo lógico considerando la situación.
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-¿Cómo llegué aquí? Después de enfrentar a los monstruos toda la noche caminé hasta llegar de vuelta al quinto piso, no recuerdo hasta donde bajé, ni siquiera cuantos pisos subí de vuelta.
Intenté hacer mayor esfuerzo tratando de recordar cualquier otro detalle, sin embargo, un dolor de cabeza me sacudió, me sostuve la frente con fuerza y la punzada que tenía poco a poco fue disminuyendo.
Y en esos instantes recordé, es rostro, el de la chica que me salvo, nuevamente frente a mi sonriendo de esa forma tan gentil y dulce.
No solo eso volvió a mi memoria, también la razón del porque entre al calabozo.
Las burlas que recibí, esa impotencia que tuve de ser tan débil, eso me hizo apretar los dientes, ese sentimiento no desaparecía por más que trataba de ignorarlo.
Suspire pesadamente, decidido a saber que era lo que paso anoche
-Muy seguramente Kami-Sama estará molesta conmigo por no regresar a casa.
Me levante con un poco de dificultad, dándome cuenta que estaba vendado de varias partes del cuerpo.
Tenía puesta una camisa negra y pantalones grises que no me pertenecían claramente, mi ropa habría quedado hecha un desastre.
Ya de pie pude caminar a la salida de la carpa, una leve luz me cegó momentáneamente, ahí fue cuando me di cuenta que no estaba en la superficie, a mi alrededor solo estaban las paredes del calabozo, aunque no recuerdo haber estado en esta parte.
-¿Si no estoy en la superficie en donde me encuentro?
Aunque mis palabras fueron interrumpidas en el instante que vi un par de monstruos que no reconocía a lo lejos.
Agachándome lo más rápido que me permitía mi condición, ocultándome gracias a las rocas del calabozo logre no ser visto por las criaturas.
Mi respiración me delataría de estar más cerca los monstruos, no podía controlarme, no me sentía con la capacidad de enfrentar a uno solo.
-¿Por qué hay Monstruos aquí? No reconozco a ninguno, ¿Eina no me había enseñado lo suficiente con sus clases? ¿O acaso son irregulares?
Tuve que forzarme a mantener la calma, aun cuando mi pecho subía y bajaba casi llegando a la hiperventilación.
Lentamente dirigí mi vista a los monstruos nuevamente, estaba oculto, pero un error me costaría la vida.
Un lagarto gigante de color rojo, un War Shadow, un Goblin con gorra roja, una harpía de plumaje marrón, una mujer con la mitad inferior del cuerpo de una serpiente, una lamia.
Esas dos últimas solo logre reconocerlas por la descripción que mi abuelo daba en varias historias que me contaba cuando era niño, eso solo me dejaba en peor situación, en el mejor de los casos solo lograría acabar con el goblin y el War Shadow.
Pero lo más preocupante era que tenían armamento, partes de armaduras y armas de otros aventureros seguramente.
Trague saliva al pensar que quienes me pudieron haberme ayudado fueron derrotados por estos monstruos y su equipamiento saqueado.
Debía retirarme lo más silencioso posible, aunque no lograba visualizar una salida especifica fuera del camino que cubrían los monstruos.
Estaba decidido, camine agachado con mucho cuidado de no hacer ruido, rodeando la carpa.
Voltee la cabeza para asegurarme que no viniera ningún monstruo en camino, al parecer seguían en un tipo de charla entre ellos, logre salir fuera del campo de visión, así que camine un poco mas rápido, pero para mí mala suerte choque con algo.
Caí sobre mi trasero, sobándome la cabeza por el golpe, al alzar la vista vi con que choqué, un enorme monstruo humanoide de más de 2 metros, uno que se asemejaba a un minotauro con un pelaje grisáceo.
El noto mi presencia y extendió su mano en mi dirección.
-AAAAAAHHHHH.
No pude evitar gritar mientras retrocedía de espaldas, trataba de alejarlo con patadas muy ineficientes y desesperadas.
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-AAAAAAAHHHHHH.
Los monstruos que estaban algo alejados lograron escuchar el grito y fueron corriendo en su dirección.
Al llegar vieron como el chico peli blanco corría sin ver delante suyo, atrás de él su compañero intentaba detenerlo.
Corriendo imprudentemente en su dirección, al menos hasta que choco con el lagarto.
Bell cerro los ojos por el dolor de chocar nuevamente con algo y cuando volvió a levantar la vista vio al enorme lagarto armado enfrente suyo, quien al verlo no supo hacer otra cosa más que intentar dar una sonrisa amistosa.
Pero para Bell eso fue lo peor que hubiera hecho un monstruo, desde su punto de vista parecía que el monstruo se burlaba de él antes de acabar con su vida.
El chico intento retroceder otra vez estando en el piso, estaba completamente desarmado, herido y rodeado de monstruos que claramente superaban su nivel, una escena de terror para cualquier aventurero.
Al ver que el lagarto intento tomarlo con ambas manos el peli blanco se cubrió con ambas manos en un último intento desesperado de defenderse.
-Podrías tener un poco más de tacto.
Al oír una voz más en el lugar Bell fue sacado de su estado y levemente bajo los brazos para observar de quien se trataba, aunque lo que vio lo dejo desconcertado.
Un golpe con una piedra fue dado en la cabeza del lagarto, una persona con capucha que paso por encima del monstruo y se la dejo caer.
-Woof Woof.
-Kyuu Kyuu.
Las sorpresas no acabaron ahí, había un Almiraj y un Hellhound a cada lado, estos parecían estar defendiéndolo ya que sus amenazas iban en contra del lagarto que se sostenía la cabeza.
-Ustedes son…
Viendo mejor ambos monstruos Bell por fin los reconoció, ese traje azul y moño rosa eran sin duda algo que no olvidaría, puesto que estaba vivo por ellos.
Sin dilación la persona encapuchada se colocó delante del chico viendo por los hombros al lagarto.
-No puedo irme a explorar esta zona porque lo primero que haces es asustarlo apenas despierta Lyd.
-No fue mi culpa, yo intentaba ayudarlo, en todo caso fue Four quien lo hizo correr.
-¿Eh?
La cara del chico de pelo blanco paso a una de absoluto terror mezclado con una gran sorpresa apenas escucho que el lagarto hablo como una persona.
Intento retroceder, pero algo se posó en su hombro con mucho cuidado, era un ala de lo que parecía ser una harpía.
A quien pertenecía la emplumada ala era de la persona cubierta justo enfrente.
-Tranquilo, no tenemos intención de dañarte, solo queremos hablar.
-Woof Woof
-Kyuu Kyuu.
Bell estaba incrédulo, primero por que escucho como los monstruos hablaban entre si en su lengua y segundo porque ahora casi como si estuvieran dándole confianza el Hellhound se restregaba con cariño sobre su costado derecho mientras que el Almiraj le abrazaba su brazo, sin contar que la que parecía ser una harpía se ponía de rodillas, estando a una altura similar.
Estando al mismo nivel logro ver su rostro por fin, lo que le hizo abrir aún más sus ojos.
Era ella, la chica que lo salvo, esa mujer sin duda era a quien tenía de frente, mirándolo con esa cálida sonrisa.
-Tu… Eres.
-Permíteme presentarme adecuadamente.
Al levantarse la chica descubrió la capucha que tapaba su rostro con una de sus alas, dejando ver un rostro bello con ojos azules, pero junto a eso un plumaje dorado con puntas azules, luego toda la túnica cayo, dejando ver el gran par de alas del mismo color y unas piernas de ave, la única vestimenta que llevaba cubría únicamente su pecho.
Bell se quedó inmóvil, no sabiendo cómo reaccionar a tal revelación, la chica que lo salvo y que tanto quería ver, era un monstruo que podía hablar, no solo eso, todos los monstruos alrededor parecían tener inteligencia o la capacidad de hablar.
Lo noto al ver que ninguno se movía para asesinarlo como lo haría normalmente un monstruo.
-Mi nombre es Ray, es un placer conocerte.
La ahora conocida Ray continuo con su presentación sin esperar que el chico devuelva la presentación.
-Ellas son Helga.
Señalando a la Hellhound todavía recostada junto a él.
-Y ella es Aruru.
Contino la chica ahora señalando al Almiraj.
-Ellas no pueden hablar, pero ya se conocen y te tomaron bastante cariño desde el incidente del minotauro.
-¿E… Ellas?
-Nosotros nos hacemos llamar Xenos, es un placer conocerte mi nombre es Lyd ¿Puedo saber el tuyo?
La cabeza de Bell iba a máxima potencia no sabiendo que era más impactante ahora, sí que los monstruos se estén presentando amablemente, que la mujer que lo salvo fuera un monstruo, no saber en donde se encontraba o el hecho de que el Hellhound y Almiraj fueran hembras muy apegadas a él.
-E.. Esto.. Yo.. Yo.
La sonrisa del lagarto le transmitía al chico de pelo blanco todo menos confianza, por ello solo alcanzaba a tartamudear.
-Puedes estar tranquilo, no te forzaremos a nada, es normal que reacciones así, somos una completa irregularidad incluso para el calabozo.
Nuevamente Ray tomo la palabra, dejando que el chico se calme y asimile la información dada.
-Helga y Aruru te salvaron también del minotauro, pero no esperamos que devolvieras el favor sabiendo que somos monstruos, algo en ti nos hizo tener esperanza, por eso queremos presentarnos ante un humano como un paso más a nuestros sueños.
Bell escucho atento cada palabra de Ray sin perder el significado de estas.
-Somos los Xenos, monstruos con inteligencia, algunos de nosotros con la capacidad de hablar, así que te lo pregunto yo ¿Podemos saber tu nombre?
Por unos instantes el albino guardo silencio con una cara complicada, volteando a ver a los conocidos Xenos a su alrededor.
-Be… Bell, me llamo Bell Cranel… ¡U… Un placer¡.
Alcanzo a decir con nervios y para sorpresa de los Xenos, extendiendo su mano para dar un apretón.
-El placer es nuestro Bell.
Colocando su ala para dar lo que era un extraño apretón de mano a ala, Ray amplio su sonrisa al mismo tiempo que sus compañeros monstruos victoreaban la acción.
Aun en su saludo la chica ayudo a ponerse de pie al albino, quien pese a todo seguía con claros nervios, buscando encogerse para no ser el centro de atención.
-Mucho gusto Bell-chi ¿eh? ¿Puedo llamarte Bell-chi?
-Cla.. Claro.
-Bell-chi, es toda una experiencia conocer a un humano que no nos ataca, eso me emociona.
Ahora quien tenía estrechando la mano de Bell era el lagarto, en un rápido movimiento cambio de lugar con Ray por pura felicidad, sin fijarse que eso casi le sacaba el corazón del susto al chico.
-Oh Lyd ¿Puedes ser más consciente de tus acciones?
-Perdón, es que ya sabes, no es algo que pase del diario, convivir con un humano.
Durante el intercambio de palabras entre camaradas el peli blanco seguía con el rostro pálido al sentir las garras que podrían acabar con él saludarlo casualmente.
-Yo me Let, ¿Puedo estrechar su mano también?
-Mucho gusto soy Fear y disculpa Lyd, no suele pensar bien lo que hace.
-Yo soy Laura, es un placer chico.
Ahora el Goblin, La harpía y la Lamia se presentaban, rodeándolo, cada uno paso emocionado a dar un apretón de manos con el peli blanco.
Inclusive el War Shadow, que no podía hablar, pero se notaba muy amigable, claro que eso no cambiaba en nada la situación a Bell.
Una vez todos ellos se presentaron dieron paso a alguien más, en el instante que lo vio, todo el cuerpo del chico se tensó.
-Él es Four, es un Fomoire tampoco puede hablar, pero lamenta haberte asustado.
Dijo Ray poniéndose al lado del tembloroso chico.
El Monstruo semejante a un minotauro, pese a su tamaño imponente se rascaba la parte posterior de su cabeza con pena, casi como pidiendo disculpas de una forma extrañamente tierna.
-No.. No hay pro.. Problema.
Sin dejar pasar la oportunidad el monstruo también extendió su mano con el gesto más amable que podía hacer con su rostro, algo de pesadilla si lo vieras en tus sueños desde otro punto de vista.
La lenta mano del chico tomo su tiempo antes de estrechar manos nuevamente con otro monstruo, lo que cambio fue la reacción del Fomoire.
En un rápido movimiento para Bell fue atrapado entre los brazos del Xeno, quien se quería disculpar como creía mejor, con un abrazo, también de cierta forma para darle más confianza, gesto que desde luego descoloco a Bell, que quedo casi inconsciente, colgando del poderoso abrazo de oso del amigable monstruo.
-¡Espera Four, él es un novato en el calabozo y está herido, lo vas a aplastar¡.
-¡Mide tu fuerza, no parece estar respirando¡.
-¡Kyuuuu¡.
-¡Woof¡.
Laura y Let intentaron separar al Fomoire del chico para que no fuera convertido en pure de forma involuntaria, mientras que Helga y Aruru se preocuparon al instante que lo vieron caer de cara al piso.
-Parece ser un buen chico, creo que le agradara a los demás.
-Si hay más personas como Bell tal vez un día por fin podamos salir a la superficie.
Lyd y Fear dijeron para ellos, observando con una sonrisa la interacción de sus compañeros.
-Eso solo si aprenden a relacionarse mejor.
Interrumpió Ray viendo como la Hellhound y Almiraj movían levemente al chico albino cuyo rostro quedo completamente azul.
-Jejeje.
Rieron nerviosos ambos Xenos.
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-Perdóneme Diosa Hestia, no pude dar con el paradero de Cranel-San.
Agachando la mirada Ryuu informaba de su fallida tarea, lo que provocó que la Diosa bajara la vista con preocupación, sabía que Bell aún vivía, sentía la conexión con el Falna de su único hijo, pero eso no evitaba que sintiera miedo por su seguridad.
-No te preocupes elfa-kun, agradezco tu ayuda de todos modos, creo que regresare a casa, tal vez ya se encuentre ahí.
Hestia se había quedado esperando en la Anfitriona de la fertilidad hasta el regreso de la elfa, confiaba en que podría traer a su dependiente, pero todo se vino abajo en el momento que reapareció únicamente ella.
-Si vemos al chico lo enviaremos directo con usted.
Mamá Mia dijo de espaldas, acomodando cosas de su taberna, ella fue bastante tolerante en dejar a la Diosa quedarse a esperar el regreso de Ryuu.
-Se los agradezco, yo me despido, muchas gracias por su ayuda de todos modos.
Después de dar una leve reverencia la Diosa dio media vuelta, marchándose del bar con una clara preocupación en su mirada.
-Ese niño tonto.
Dando un leve suspiro cansada Mamá Mia regresaba a sus deberes.
Mientras que la mirada de Ryuu se quedó fija en la entrada del local donde hace unos instantes se fue la Diosa, tal vez tenía razón y Bell en algún momento regreso a casa mientras ella se dirigía al calabozo.
Ya lo sabría, por el momento no le quedaba de otra que esperar verlo de nuevo ir al calabozo como lo hacía diario.
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Calabozo, Piso desconocido.
-¿Ya te sientes mejor Bell-san?
-S… Si.. Solo me tomo por sorpresa.
La chica Xeno Ray estaba a su lado asegurándose de que se encontrara bien.
Ciertamente el trato recibido por los monstruos no era el mejor, pero considerando que no eran como los habituales encuentros donde lo intentaban asesinar ya era un gran avance.
-Esto.. No quisiera So… ¿Sonar grosero, pero eres una harpía?
-¿Oh?
La pregunta del chico descoloco levemente a la Xeno.
-Perdón, es solo que... tus alas son muy bonitas y distintivas, pero n… no recuerdo que esa fuera la apariencia de una harpía.
Sintiéndose culpable rápidamente el chico se disculpaba, explicándose del porque su pregunta, aunque en realidad solo quería entablar una conversación normal para no sentirse presionado.
-Jejeje en realidad soy una Siren, no te preocupes, es normal que no conozcas a todos los monstruos del calabozo, eres un novato ¿no es así?
Las palabras de Ray lo calmaron, ella cubría su boca con una de sus alas, evitando seguir riéndose de la actitud del chico.
Para el Peli blanco fue un completo alivio, pero a su manera era extraño, llevaba una conversación amena con un monstruo parlante.
-Y yo soy un Lizardman Bell-chi.
Apareciendo detrás el lagarto envolvía su brazo amistosamente alrededor del cuello de Bell, interrumpiendo la charla.
Esto naturalmente le dio un susto, no obstante paso rápidamente a ser una risa nerviosa.
-Bell-chi, ¿Puedo saber que hacías en el calabozo tan tarde y solo? Hasta donde yo sé, los humanos no bajan de noche, menos siendo novatos explorando pisos.
-Lyd, no creo que eso sea de nuestra incumbencia.
Debido a la pregunta del Lizardman el rostro del chico cambio a uno complicado, recordando los motivos de estar ahí, detalle que no paso de largo para Ray que trato de pasar del tema.
-Es solo que… me di cuenta que soy alguien débil… realmente... dependo de que me salven y todo parece recordármelo siempre.
Lo dicho por el chico albino, les provoco un sentimiento de culpa a los Xenos que escucharon, sin embargo, no dejarían que eso quedara así.
-¿Bromeas Bell-chi? ¿Cuánto tiempo llevas en el calabozo?
-¿Eh? Bu… bueno en realidad apenas conseguí una familia hace dos semanas y es el tiempo que llevo siendo aventurero.
Ahora Lyd ampliaba su sonrisa, la respuesta era más que satisfactoria.
-¿Ya ves?, no eres alguien débil, he sabido de casos en los que grupos de aventureros les toma bajar estos pisos alrededor de unos meses, tu solo combatiste todo el piso 6 y lo limpiaste por completo toda la noche, algo asombroso si me lo preguntan.
-Lyd tiene razón, para llevar dos semanas como aventurero es ciertamente una gran hazaña.
El Lizardman sabia como levantar los ánimos, sus palabras junto a las de Fear, quien escucho todo fueron de gran apoyo para el chico.
-Bueno… Yo.. ciertamente… también estuve por morir.
Aunque la humildad del chico no lo dejaba aceptar eso como algo de reconocérsele.
-Ellos tienen razón, fue increíble que hicieras eso, pero también fue muy imprudente.
Ahora era Ray quien hablaba, dejando una postura neutra a las acciones del peli banco.
Por su parte él bajo la cabeza como un niño recibiendo una pequeña reprimenda.
-Vamos Ray, todos tenemos momentos en los que buscamos ser más fuertes a toda costa.
Continuando con su abrazo amistoso Lyd trataba de que los ánimos no se fueran de nuevo por la borda.
-Todo tu potencial se desperdiciaría si mueres, yo veo que puedes convertirte en alguien fuerte, pero debes sobrevivir para lograrlo.
Pero contrario a lo que pensaban los demás, Ray elogio nuevamente al chico, dando sus razones de las anteriores palabras.
Bell dibujo una amplia sonrisa en su rostro, asintiendo con un entusiasmo renovado.
-Ciertamente no fuiste tan mala como pensé.
Las palabras del Lizardman le costaron un golpe en la nuca por parte de una de las alas de Ray.
Todos los presentes rieron por la interacción de sus compañeros.
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Un par de horas después.
-¿Y cuál es tu sueño Bell-chi?
-¿Eh? ¿Mi sueño?, yo pues… en realidad es algo vergonzoso.
-Vamos Bell-chi, siéntete en confianza con nosotros, no te juzgaremos de nada.
-Ve.. Verán, como les platique, mi abuelo me contaba muchas historias de héroes, yo siempre Qui.. quise convertirme en uno y ya saben… esto…
La convivencia con los Xenos y Bell fue escalando en grado de confianza que se tenían como para compartir una comida en medio de una improvisada fogata.
Lyd dio una leve sonrisa ante la respuesta, mientras que los otros lo miraban con unas expresiones felices.
-Nosotros tenemos el sueño de salir a la superficie y vivir ahí, conocer allá afuera, ver un atardecer, convivir en armonía sin ser cazados o tener que escondernos.
Fear fue quien continuo con la plática, ellos tenían sueños, metas, esperanzas y miedos, exactamente como los tenían las personas, eso puso en duda todo lo que creía el chico de pelo blanco.
Volteo a ver a cada uno, en sus ojos claramente se observaban sentimientos, pudieran hablar o no, ¿Qué era lo que los hacia distintos a él entonces?
-Si, aunque hay sueños algo variados también Bell-chi, como el de Ray.
-¿Eh?
Al ser mencionado ese tema la Xeno adquirió un leve color rosa en sus mejillas.
-Ella sueña volar junto a la persona de la cual que se enamore y ser abrazada cálidamente.
-¡LYD¡
La Siren poco pudo hacer para evitar que revelaran eso al chico, la vergüenza le pudo más y simplemente se cubrió la cara con ambas alas evadiendo la mirada del peli blanco.
Los demás Xenos retomaron sus risas, esta vez como una pequeña burla a su compañera.
-Tal vez puedas ser tu esa persona especial si te sigues esforzando Bell-chi.
-¿Eehhh?
El Lizardman se acercó al chico con una mano cubriendo a medias su boca y le susurro esas palabras, poniéndolo totalmente rojo.
Aunque tal escena paso por su mente un segundo, imaginando dicho escenario.
Rápidamente sacudió su cabeza alejando esos pensamientos improbables de su mente, ciertamente le parecía bonita, pero al ser un monstruo se le dificultaría poder llegar a un lugar con ella.
Nuevamente sacudió su cabeza por llevar muy lejos sus pensamientos, agradecido que Ray este cubriéndose aun el rostro, a la par que los demás no le prestaban atención.
-Jejeje.
Pero para Lyd esto fue un buen método para molestarlos a ambos en un futuro.
-Lamento interrumpir la diversión, pero creo olvidan el tiempo que tenemos chicos.
Una nueva voz se hizo presente, provocando que todos voltearan en su dirección, se trataba de una persona encapuchada, su túnica era tan larga y oscura que le cubría por completo su identidad.
-Oh Fels, por fin llegas, ya despertó Bell-chi, ahora tenemos un nuevo amigo humano.
-Ciertamente despertó antes de lo que estime, espero no hayan causado una mala impresión.
-je.
Acercándose al grupo el ahora conocido Fels se puso delante del chico.
-¿Bell Cranel no es así?
-Ehh.. Si… ¿Como sabe mi nombre?
El que supiera quien era desde luego lo puso de nervios.
-No fue muy difícil, tu apariencia es ciertamente única en esta ciudad, para el gremio no es muy difícil acceder a esta información.
-¿E… El gremio? ¿Usted trabaja para el gremio?
-En parte, solo para el más alto mando del gremio.
Fels revelaba como si no fuera la gran cosa, provocando que el rostro del chico cambiara a uno más pálido.
-Así es, el Dios Uranos ha sido quien nos ha brindado su apoyo Bell-chi.
-Eso era completamente innecesario de decir actualmente Lyd.
Por tal revelación el encapuchado reprendió al Lizardman, cuya actitud no cambia.
-¿Todos en el gremio saben esto?
Claro que, el que si cambio para peor fue el chico albino, haciendo una pregunta casi de manera automática, sin esperar una respuesta.
-No, solo el Dios Uranos, un muy reducido grupo de personas, Dioses y yo sabemos de la existencia de los Xenos.
Fels nuevamente hablo, intentando calmar a Bell.
-En cuanto los Xenos te trajeron herido yo te cure lo mejor posible, investigue cualquier detalle sobre ti o tu familia, como dije, nada difícil por tu apariencia de conejo.
-Mi Familia…
Ciertamente lo último que dijo Fels lo dejo bastante tenso.
-No te preocupes Bell Cranel, no buscamos hacerte daño, era más que nada por prevención, entenderás que esta información alteraría el orden de lo que conocen incluso los Dioses del calabozo.
El peli blanco tenía que darle un punto al tipo, era un problema bastante grande en el que se había metido sin saberlo.
-Se que eres un novato, que eres el único dependiente de la Diosa Hestia y el incidente del Minotauro un par de días atrás.
Bell tenía que ser honesto, la capacidad de reunir información de esta persona daba miedo.
-El que tu familia apenas haya iniciado contigo facilita algo las cosas, ya que no hay más personas involucradas, pero debo preguntarlo, ¿Tu Diosa sabe algo de tu ayuda a los Xenos durante el incidente del Minotauro?
-N… No… No le comenté nada al respecto, solo que fui salvado por alguien que no pude identificar bien.
En ese instante Bell se puso de pie bastante asustado, mencionando a Hestia y tomando en cuenta su escapada, junto al tiempo que seguía en el calabozo, en el instante que regrese a casa seria reprendido muy duramente por su Diosa.
-La Diosa Hestia debería estar buscándote, ciertamente algo imprudente lo que hiciste, sin embargo, de cierta manera lo agradezco.
Fels cambio un poco el tono de sus palabras a uno más ameno.
-Que los Xenos se hayan llevado bien contigo es una luz de esperanza para nosotros.
No podía verlo, pero sentía como si el tipo le diera una sonrisa.
-Pero no tenemos más tiempo, los Xenos deben moverse de este piso mientras que tu tienes asuntos con tu Diosa.
Caminando hacia uno de los pasillos del lugar Fels le indicaba que lo siguiera.
-Cierto, ya debo volver con Kami-Sama, debe de estar muy preocupada, ni siquiera supe cuánto tiempo estuve inconsciente o en que piso estoy.
-No te preocupes Bell Cranel, tienes suerte, muy recientemente descubrimos esta zona segura en el piso 5.
-¿Piso 5?, Pero yo no recuerdo esta locación.
-Es natural, el calabozo parece que tiene más sorpresas que los Xenos, esta zona estuvo muy bien oculta, es más, me atrevo a decir que fue creada hace no mucho tiempo por el propio calabozo.
Mientras caminaban por un pasillo iluminado de piedras mágicas Fels apuntaba a las paredes, presentando el lugar.
-Esta zona tiene conexión con los pisos 7 y 10, una maravilla de la mazmorra, sin embargo, algo que espero guardes en secreto, puede que sea un atajo entre pisos para los aventureros, pero dadas ciertas circunstancias es una zona perfecta para esconder a los Xenos que más frecuentemente aparecen en los pisos superiores.
-Por supuesto.
La charla que llevaban pronto se vio interrumpida por el Lizardman, colocándose a la par de ambos.
-Hay que darle confianza a Bell-chi, no es alguien malo Fels.
-Tal vez Lyd, pero sigue siendo un problema mayúsculo el saber de todo esto así que lo mantendré vigilado.
-¿Vigilado?.
Sin muchos ánimos el chico peli blanco dejaba salir un suspiro resignado.
-¿Puedo sugerir algo más Fels? Para que estes tranquilo con Bell-chi.
-¿Y eso sería?
La capucha no permitía ver las expresiones del sujeto encapuchado, sin embargo, podía apostar que al igual que él tenía una ceja levantada en duda.
-Facil, algunos de nosotros nos quedaremos en esta zona un par de semanas para hacerla más acogedora y de paso entrenamos a Bell-chi.
-¿EEHHH?
La reacción de todos fue la misma al principio, no obstante cambio, dividiéndose por dos lados, unos con una gran emoción de poder seguir viendo al humano, otros con preocupación.
-Pero Lyd, entrenar con nosotros ¿No crees que está fuera de su nivel?, además dudo que llegue a tener tiempo.
-Para nada Ray, tu misma dijiste que tiene potencial y que mejor maestro que nosotros que vivimos en el calabozo para instruir a un novato.
La Siren quería seguir objetando, sin embargo, esta vez se quedó sin muchos argumentos en contra de su camarada.
Yo, creo que Lyd puede tener razón, de esta forma le demostrara a Fels que es alguien de confianza.
Ahora la Harpía apoyaba al Lizardman, aunque también le daba cierta razón a su otra compañera.
-Hay que preparar muchas cosas, tener en cuenta otras y sobre todo estar de acuerdo todos para eso Lyd.
Por parte de los Xenos la idea les agradaba, aunque Ray no lo admitiera abiertamente, en cambio Fels solo quería ver como se desarrollaban las cosas.
-¿Tu qué piensas Bell-Chi? Si lo que querías era ser más fuerte nosotros te podemos ayudar y de paso nos ayudas a entender mejor a los humanos.
-Bu… Bueno yo… No…. No quiero causarles molestias.
Contrario a lo que hubieran pensado de las respuestas del chico, este no es que aceptara por conveniencia o se negara por rechazo a ellos, pudieron ver genuinamente que no buscaba aprovecharse de la situación, casi lo leyeron como un libro abierto.
-Si siempre eres así de fácil de leer puede que nuestro secreto no dure mucho, te encargo eso también Lyd.
-No hay problema, le ayudaremos en cualquier aspecto posible.
Fels bajo la cabeza con pesades, a partir de ahora sentía que estos dos le causarían dolores de cabeza.
-Ya oíste Bell-chi, puedes contar con nosotros para lo que sea.
-¿Eh?
Lo que escucho Bell era casi como si hubiera pasado una prueba, obligándolo muy voluntariamente a aceptar la propuesta del Lizardman.
-Cuento con ustedes.
Aceptando su destino el chico acepto la sugerencia, recibiendo varias palmadas en la espalda con unas alas por parte de Ray y Fear.
Aunque al ver el rostro feliz del resto de Xenos le hizo recuperar los ánimos, dando una sonrisa al peculiar grupo.
-Hemos llegado Bell Cranel, en este punto debemos despedirnos, te acompañare hasta la salida del calabozo.
-Claro, esto… Ray, Lyd, a todos, fue un placer conocerlos, les agradezco que me hayan salvado y espero que nos llevemos mejor de ahora en adelante.
Luego de caminar varios minutos habían llegado al final del pasillo, este parecía ir en ascenso en el punto que se veía una pared, no obstante, el Fomoire coloco sus manos ahí, haciendo fuerza logro moverla, mostrando que era simplemente la obstrucción de una enorme piedra bloqueando el resto del camino.
Para Bell ciertamente fue increíble el como si lo vieras desde afuera no pareciera ser más que una piedra más del calabozo que nadie se molestaría en mover.
-Aún falta algo de recorrido, pero esto es lo más que puedo dejar que vayan, así que nos vemos chicos.
Fels continúo avanzando con Bell, pero los Xenos ya no irían con ellos en este punto del camino, por lo mismo todos comenzaron a despedirse.
-Espero verlo de nuevo pronto Bell.
-Ya verás que nos conoceremos mejor Bell.
-Nos vemos, fue un gusto poder conversar con usted.
-Kyuu.
-Woof.
Fear, Laura y Let se terminaban de despedir mientras que Aruru y Helga solo emitieron sus característicos sonidos que el chico interpreto como un adiós amistoso.
-Ciertamente las circunstancias en las que nos presentamos no fueron las mejores, pero agradezco que compartieras tiempo con nosotros Bell.
Luego fue el turno de Ray, su calmada voz junto a su sonrisa relajó al chico.
Seguidamente fue abrazado por el Lizardman, quien fingía unas lágrimas.
-Es una pena que tengamos que despedirnos, pero nos veremos más pronto de lo que crees.
-Por supuesto.
-Además, recuerda quizá un día puedas volar junto a Ray y cumplir sus sueños.
Lo último Lyd lo dijo como un susurro para que solo Bell lo escuchara, ocasionando que el rostro del joven aventurero fuera casi del mismo color de sus ojos.
-Vo…. Volar juntos.. ¿Qué está diciendo Lyd-San?
-Jajajajaja, nada, toma mis palabras como gustes.
Al Xeno se le hacía bastante divertido molestar a ambos con ese tema, aunque nadie mas escucho lo que dijeron, entendieron que su compañero solo molestaba al humano.
-Avancemos Bell Cranel.
-S.. Si, adiós a todos.
Fels fue quien salvo de la vergüenza al joven, avanzando por el ahora túnel parcialmente oscuro.
-Adiós Bell.
Dijeron todos en la entrada de ese pasillo, observando cómo se perdían en la lejanía.
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El transcurso del camino fue silencioso y bastante incómodo para Bell.
-Lamento no ser muy expresivo Bell Cranel, pero comprenderás que saber acerca de todo esto nos traerá problemas a todos, aunque pudiste evitar seguir relacionándote con ellos, aceptaste la propuesta de Lyd.
-En realidad ellos me parecieron muy amables y atentos, no soy alguien que haya estado rodeado de amigos, pero conociéndolos no pude evitar darles esa confianza, no son tan distintos de nosotros después de todo.
-Realmente eres alguien muy peculiar.
La leve platica de ambos siguió hasta llegar a una pared donde se detuvieron.
Varias formaciones rocosas daban la ilusión de ser el arco de una puerta, no obstante, no había nada más a simple vista que la pared del calabozo.
Fels uso una especie de ataque mágico en medio de la peculiar formación, provocando que lo que el pedazo de pared se destruyera.
Del otro lado Bell por fin pudo reconocer los pasillos del piso 5.
Al pasar por el agujero y explorar su entorno Bell se percató de la gran velocidad a la que se reconstruía el hueco que Fels hizo.
-Fue pura casualidad que encontráramos esto, solo se necesita de algo de fuerza únicamente en este punto para abrirlo, por alguna razón esta conexión tiene este punto frágil, perfecto para esconderse, aunque lo encontraran todavía deberían localizar el pasillo a la zona oculta.
El rostro de Bell quedo perplejo, no solo por la explicación, sino que también porque a mitad de las palabras de Fels el calabozo se reconstruyo por completo, ciertamente algo que los aventureros de primera o segunda clase nunca notarían tratándose de los pisos superiores.
Retomaron su camino a la superficie luego de eso, notando que encima de todo el pasillo era aparentemente un callejón sin salida lejos de la ruta principal de los aventureros, básicamente un escondite bajo las narices del enemigo.
El transcurso del viaje paso sin mucho incidente, fue Fels quien se encargaba de todos los monstruos con su magia.
Al llegar a la salida del calabozo Fels se detuvo.
-Me tengo que retirar Bell Cranel, pronto te daré las instrucciones, la fecha y la hora para que nos encontremos de nuevo, por favor evita comentar esto con nadie más.
Dándose vuelta para verlo el peli blanco noto que el tipo había desaparecido por completo.
Él solo se quedó parado, pensando en los recientes acontecimientos, luego solo camino de vuelta a casa, esperando ser regañado por su Diosa.
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Continuara.
