Hildr y Trunks habían entrado a aquel templo y apenas habían pasado la entrada, un terrible escalofrío los golpeó sin piedad, haciendo que quedaran paralizados donde estaban parados. Aquí adentro había una oscuridad y malicia demasiado fuerte, entendiendo esto ambos fruncieron sus ceños en seriedad y guardia. Cuando cruzaron miradas se asintieron entre si y volvieron a retomar el camino, era una enorme estructura antigua según el estado de las paredes de piedra. Había musgo, daños y demás cosas que confirmaban el hecho de que aquel lugar era muy antiguo. Trunks podía sentir el hecho de que este lugar estaba saturado de energía maligna y le causaba algo de tensión, así como un poco de temor que le hacia mantener la guardia alta por si algún peligro saltará de sorpresa. Aunque de hecho, su vida fue un jodido infierno que lo llevó a mantener sus alertas siempre en alto. Así que no habría problemas en ese ámbito.

Sin que Hildr se diera cuenta, veía su mano mientras la abría y cerraba. Viendo con frustración oculta el como sentía aquella sensación tan rara.

Ahora soy vulnerable a la magia ¿Uh? Esto no me lo esperaba—pensaba confuso ante la situación que se presentaba dentro de el— pero si bien esto no me limita del todo, no puedo dejarme de preguntar ¿Cómo sucedió?

Esto era un misterio demasiado grande para el, de un momento a otro paso de ser indiferente a la magia a ser vulnerable a ella ¿Cómo pasó? Nadie lo sabía, Odín estaba al tanto de eso y decidió investigar de manera oculta, con solo algunos conscientes del estado de Trunks. Si esto llegara a ser conocido por las demás razas, podrían utilizar aquella nueva debilidad para aprovecharse de su estado y tenerlo bajo su control. Cualquiera aprovecharía dicha oportunidad para tener bajo su control a aquel sujeto tan poderoso, en especial los demonios. Aunque sabía que Sirzech haría lo necesario para controlarlos, no podía estar atento a esto en todo momento. Debían tomar medidas antes de que se agote su tiempo.

Si bien tenían muy en claro que esto no podría mantenerse oculto por mucho tiempo, podrían retrasarlo lo suficiente como para encontrar el motivo del porque. Así talvez podrían encontrar la manera de revertir lo que sea que ocasionó esto o si no es posible, al menos disminuir esta deficiencia. Pero olvidaría esto de momento al haber algo más importante.

—Puedo sentir algo…

—¿Uh? ¿Qué sucede?—preguntaba curioso Trunks por las palabras de su compañera.

La valquiria no respondió, ante los ojos del saiyajin camino un par de metros frente a el antes de acuclillarse y poner su mano en el suelo. Cuando cerró sus ojos, su mano empezó a brillar de verde claro. Cuando abrió sus ojos, se aterro por lo que veía. Esto era demasiado terrorífico.

Pudo sentir una amalgama de energías malignas de distintos orígenes, todas convergiendo en todo el lugar como si se tratarán de infinitos hilos de arañas. Todos se dirigían había un solo lugar.

—El centro del lugar…

—¿El centro dices?—preguntaba Trunks confuso por las palabras de la valquiria y observo hacia el frente cuando la valquiria asintió en respuesta—pues algo debe estar esperando ahí, talvez lo más importante de este sitio. Aquel que es culpable del invierno negro.

Hildr frunció un poco el ceño, pues tenía la sospecha de que esto no solo era el maligno invierno negro, era algo aun más letal de lo que todos creen. Posiblemente se trate de aquel invierno maligno de las profecías que relatan el final de los 9 reinos nordicos.

Mordía ligeramente su labio inferior al sentir el posible peligro que se cernía sobre los reinos, pero ¿Qué podía hacer? Era una valquiria muy poderosa, aún así no era alguien al nivel de un dios y estos tampoco podían ir en contra del destino que marca las profecías. Al parecer el ocaso de los dioses era inevitable, los nueve reinos del Yggdrassil serían borrados en una caótica tormenta de destrucción y muerte. Aunque podría haber una oportunidad de éxito y se encontraba junto a ella.

¿Puede que Trunks…?—pensaba la valquiria dudosa viendo de reojo al saiyajin.

—¿Hmm?—Trunks sintió la mirada y se dio cuenta de que la valquiria lo observaba—Hildr ¿Sucede algo?

—No, nada, solo divagaciones mías. No te preocupes—respondió la legendaria valquiria volviendo a centrarse en el ahora y al frente por ser descubierta—debemos estar alerta, esto no es un simple templo. Es una mazmorra.

—¿Mazmorra, dices?—preguntaba sorprendido y recibiendo un asentimiento por parte de la valquiria—he oído hablar de ellos, lugares misteriosos y difíciles de descubrir en los nueve mundos. Ocultan tesoros extremadamente valiosos que sólo pueden obtener tras casi imposible pruebas en el camino.

—Pruebas mortales que toman la vida del incautó avaricioso—agregaba la valquiria sería y preparándose para lo peor en este camino.

—Entiendo—respondía el hijo de Vegeta serio y también preparándose.

Seguían el camino que los llevaría a pasar varias pruebas mortales, esperaban que esto no fuera algo tan difícil. Pues no tenían tiempo que perder.

No sabían que eran vistos por ojos llenos de burla y malicia.

El cual sonreía burlesco por ver su plan moverse sin problemas.


Desde las alturas, Loki observaba muy divertido y satisfecho el como todo se estaba llevando a cabo según lo que habían planeado. Todo esto mientras se encontraba creando caos en el reino demoníaco.

El rugido de Fenrir hizo temblar todo el salón de eventos, aquel lobo con la capacidad de eliminar a los mismos dioses, generaba temor a todos lo presentes y eso incluía a los mismos maous, pues si bien Lucifer y Belcebú eran súper demonios con capacidad de eliminar a dioses, no los hacía invulnerables a Fenrir. Este lobo podría matarlos con solo un raspón de sus colmillos y garras, era un auténtico milagro que no hubiera invocado a sus nietos y su otro hijo, Jormüngandr. El dios nórdico de las mentiras y engañosos sólo se mantenía en el aire, flotando con arrogancia y un exceso de confianza que tenía en estos momentos. No era para menos, sin duda todo este evento hubiera tenido un desenlace diferente si no tuviera el poder que le otorgaron sus "maestros" desde aquel lugar apartado, fuera de esta realidad. Veía su palma con una sonrisa mientras emanaba un poco de aquel poder cósmico que le fue otorgado por ellos, era inmenso para los estándares de la tierra y los mundos que se conectaban a ella. Eso podían sentirlo todos en el lugar.

Odín, el padre de todos de la mitología nórdica, observaba con molestia y enfado a aquel que consideraba su hijo. Era lo único que podía hacer en estos momentos.

—No podemos liberarlo, Odín-sama. Lo sentimos—uno de los tantos demonios informaba agitado dejando de intentar liberarlo.

—Si, me lo imaginaba. Es algo inevitable—respondía molesto sin dejar de ver a su hijo adoptivo—después de todo gleipnir no es algo que se pueda romper fácilmente incluso para los dioses.

En esos momentos, Odín de encontraba muy molesto, pero no podía hacer nada en esos momentos. El dios líder de asgard se encontraba totalmente inmovilizado en medio de la sala, puesto que desde el cuello hasta su torso, sus brazos y piernas, hombros, caderas, todo su cuerpo en realidad se encontraba inmovilizado. Poderosas cadenas de brillo azul lo rodeaban sin ninguna oportunidad de liberación cercana, gotas de sudor bajaban por su rostro en el esfuerzo y agotamiento que representaban los intentos de liberarse así mismo y el hecho de que las cadenas tenían otra habilidad. Estaba drenando y enviando las energías divinas y vitales del padre de todos a quien lo había capturado.

Las ataduras (o mejor conocidas como cadenas) mágicas gleipnir, creaciones mágicas forjadas por dos de los más talentosos enanos de esvartalheim. Ataduras creadas a base de seis maravillas casi imposibles de obtener, creadas específicamente para sellar al hijo canino de Loki hasta el ragnarok. Estas además de ser prácticamente indestructibles, tienen otra gran habilidad. Drenan y sellan también la energía vital del capturado, manteniéndolo en un constante agotamiento que lo mantiene inmovilizado y es por eso que son consideradas como artefactos de gran poder e importancia en los reinos nordicos y posiblemente incluso para otros panteones a causa de sus capacidades de sellar a un dios. Lastimosamente, las sagradas ataduras han sido tomadas para un fin maligno y sin honor. Odín no podía creer ni entender como todo esto había ocurrido sin que nadie se diera cuenta, fueron guardadas en la bóveda privada del padre de todos, siendo un misterio hasta para el mismo Heimdall. Por eso no podía entender como Loki había logrado dar con ella, pero luego recordó algo de gran importancia y obviedad. Loki es el dios del engaño, mentiras y también, el de la astucia. De alguna manera debió encontrarla con sus propios modos.

El mencionado se encontraba regocijando en las alturas, podía sentir como el poder de su padre se unía al otorgado por sus maestros y eso lo volvía alguien más poderoso de lo imaginado. Eso podían sentirlo todos en la sala en esos momentos.

El sello de Ajuka no funcionó, es imposible. Debió haber sido sellado—Sirzech Lucifer analizaba toda la situación en su mente, anteriormente Ajuka había lanzado un sello para apresarlo y enviarlo lejos, pero fallo a causa de los grandes y desconocidos poderes que obtuvo el dios nórdico. Ahora no tenían ningún otro método para ganar esta mortal contienda sorpresa—Loki, dios del engaño. Responde ¿Qué has hecho?—preguntaba serio e intrigado al dios en las alturas.

Loki desvío su atención al maou Lucifer y lo observó con superioridad y arrogancia.

—"¿Qué he hecho?" ¿Preguntas? Se ve que no conoces tu lugar, demonio. Pero te responderé—decía con sorna para molestia del maou y de todos los presentes—solamente uso el "préstamo" que logre obtener.

—¿De qué estás hablando?—ahora preguntaba Odín desde su cautiverio.

—Oh, eso pronto lo averiguaran. No deben impacientarse—decía el dios de las mentiras y astucia para más frustración de los presentes—pero deben enterarse de la verdad, no hago esto por una travesura o maldad. Todo lo contrario—decía retomando su seriedad descolocando y confundiendo a todos—es por el bien de todo lo existente.maldad. Todo lo contrario.

—¡¿De qué locuras estas hablando? !—preguntaba furioso Baraquiel con su hija atrás de él protegiéndola—¡solo quieres destruirlo todo sin importar nada!

Loki se mantiene inmutable ante las acusaciones del caído del relámpago negro y le presta atención.

—Créanlo o no, es la verdad. Aún cuando no quieran aceptarlo—decía mientras descendía un poco y empezaba a emanar sus poderes desconocidos que hacían retroceder a todos—quienes me abrieron los ojos, me revelaron la verdad de la existencia misma. Una en donde todo debe arder ¡Para renacer! Devolver la pureza a la existencia misma…

Todos se encontraban tensos e inmóviles y temblorosos, pues

—No cabe duda que has perdido la razón, Loki. Mira que crear un Armagedón por tus enfermas aspiraciones y delirios—Ajuka había tomado la palabra acercándose a Sirzech para así ambos encarar al dios demente—no podemos dejar que cumplas tus malignas ambiciones ¡Como los líderes del inframundo vamos a detenerte!

—¡Así es!—respondía Sirzech con ira a causa de esta ofensa y atentado al inframundo.

Ambos son considerados súper demonios, algo que se confirmaba al sentirse el poder de ambos que se emanaba en esos momentos. Aquel dúo infernal, fue capaz de vencer a los Lucifer y Belcebu originales en la antigua guerra de las tres facciones. Todos los presentes sentían el gran poder de ambos en la sala, podían sentir emerger de sus seres, una extraña mezcla de terror y alivio al sentir los poderes de estos dos seres excepcionales, incluso los mismos demonios admitían que ambos tenían un poder monstruoso, uno capaz de eliminar (posiblemente) incluso a dioses. Para más alivio de los demás presentes Serafall y hasta el perezoso de Falbium se unieron a esta contienda, eran los reyes demonio actuales (excepto Serafall de momento aunque eso nadie lo sabía obviamente) y debían proteger su reino. Los cuatro desplegaban sus poderes, aún cuando los dos últimos no llegaban al nivel de súper demonios, sobresalían a los demás miembros de su raza. Sin duda se trataba de aquellos quienes gobiernan el inframundo.

El mismo padre de todos admitía que eran sorprendentes, pero hasta él sabía que no eran suficientes. No con los poderes malignos desconocidos que había obtenido su hijo.

Loki solo observaba y sentía ese despliegue de poder que emanaban aquellos cuatro, no parecía que fuera afectado o siquiera un poco aturdido. De hecho, podría decirse que estaba divirtiéndose. Esa sonrisa confiada y burlesca lo confirmaba, para emparejar las cosas comenzó a emanar nuevamente su poder total y para terror de los presentes, superaba a la de aquellos cuatro. Incluso a pesar de eso, los cuatro seguían manteniéndose en guardia. Esta contienda de poderes hizo que ambos bandos retrocedieran por la presión que generaban, era demasiado para ellos. Incluso Fenrir, el feroz y voraz lobo gigante con capacidades de eliminar dioses, solo pudo retroceder y gruñir a sus enemigos mientras se posicionaba debajo de su padre. Los demonios sólo podían esperar que la batalla sea renovada.

Aún cuando seguía teniendo cierta aversión y resentimiento irracional contra su progenitor, Akeno aceptaba la protección de Baraquiel. En esos momentos no podía dejarse llevar por los sentimientos negativos

—Jajaja, que divertido el ver como seres inferiores se aferran a luchar ante una adversidad superior a pesar del inminente final. Además de patético—Loki se burlaba ante los intentos de los presentes para molestia de estos—no pueden hacer nada para cambiar la situación y aún así, siguen intentando. Los demonios siguen siendo seres divertidos después de tantos eones.

Sin duda alguna, esto era una situación demasiado difícil, peligrosa y molesta para todos los presentes. Pero no tenían más opción.

Debían detener al corrupto dios de las mentiras en este momento.


Un gran cráter humeante se veía ante los ojos de los presentes.

Una parte del bosque oscuro del inframundo había sido desintegrado sin piedad.

Nadie podía creer lo que sus ojos les habían mostrado segundos antes, aún cuando fueron testigos directos de aquel hecho, no podían (y algunos no querían) creerlo. Issei aún se encontraba en la misma posición y en el mismo estado anímico, su puño con el cuál había lanzado aquel mortal ataque aún emanaba humo. Era una faceta que nadie esperaba de alguien conocido como un pervertido y alguien muy subestimado por algunos sobrenaturales aún cuando era el actual sekiryuutei, pues era reconocido como el más débil de la historia. Aunque sí vieran esto muchos se tragarían sus palabras.

Todos estaban en shock por lo que habían sido testigos, hasta el mismo Issei jamás espero llegar a este nivel de destrucción y acciones. La armadura brillo por unos momentos antes de desvanecerse y dejar al chico sin ella, suspiro para calmarse y ponerse en una posición calmada. La verdad era que esto no parecía afectarle en imagen, pero era todo lo contrario. Nunca había eliminado a alguien tras una batalla, de eso se encargaban Rias y las demás por tener más sangre fría y experiencia en esto. Issei aún no había ganado todo el soporte mental que todos deben tener en este tipo de situaciones, pero al menos ahora podía soportarlo de mejor manera. Aunque eso no significaba que fuera algo fácil.

—Ise…

¡!

No quería voltear, en serio no quería. Pero la voz de su ama lo obligaba a hacerlo al instante. Volteó esperando ver a su amada aterrada por las consecuencias que habían generado sus acciones, pero lo que vio cuando lentamente giro su vista fue todo lo contrario. Se veía preocupada ¿Cómo era posible aquello? Suponía qué debía sentirse aterrada en lugar de preocupada por el, asesino a sangre fría a la hermana de Koneko. De esa última esperaba que lo odiara a fin de cuentas acaba de eliminar a su hermana mayor.

La pequeña nekomata blanca siguió el camino hasta quedar al borde del gran cráter que el masivo ataque dragonico observando fijamente, no se movía, su expresión era neutral y sin cambiar. Sólo se quedó ahí sin moverse ni un centímetro.

—¿Te encuentras bien?—preguntaba la pelirroja acercándose a su prometido de manera preocupada.

—Yo, uh. Más o menos—respondía el castaño más calmado ante la preocupación de su ama—no tuve más opción, buchou. Lo siento—se disculpaba viendo nuevamente el gran cráter humeante.

—Si, te entiendo. No te preocupes—decía de manera comprensiva y no iba a mentir, sentía ligero temor por el. Pero su amor y preocupación eran más fuertes—aunque Koneko….

Ambos veían preocupados nuevamente a la pequeña nekomata, Issei no podía dejar de sentir un deje de culpa por sus acciones. Pero sabía que no tenía más opción, Kuroka era alguien demasiado peligrosa para dejarla hacer lo que le plazca. Si bien no quería eliminarla, no le quedó opción al tener ella intenciones homicidas bastante claras. Todo para obtener a su hermana a la fuerza, sabia que seguir el mismo sendero que Trunks lo transitará en caminos turbulentos, demasiado ajetreados y difíciles. Pero alguien debía hacerlo, el tomó aquel manto por voluntad propia para mantener a salvo a sus personas queridas. No se arrepentía de sus acciones y el camino que había escogido seguir, pero eso no significaba que no doliera. Sin duda Issei ya empezaba a madurar.

¿Su kohai lo odiaría? Sin duda que pasará, pero era algo que soportaría y aceptaría a causa del bienestar de todos ellos. Esperaba que no durará tanto tiempo su resentimiento, todo esto lo hacía suspirar en los problemas que se avecinarían en su contra. Su kohai era alguien violenta y desconfiada con el ya desde el pasado por su reputación (y admitía que por su propia culpa) pervertida, pero no era momento para pensar en ello. Ahora solo debía pensar en cómo seguir con todo lo que vendrá con su resentida y extremadamente fuerte kohai. Esto dolería bastante.

Aunque no tuvo tiempo para aquello, pues debía salvar su vida. La de ellos tres en realidad.

—¡MALDITO SEAS, SEKIRYUUTEI!

¡Foooosh!

Un gigantesco y veloz bastón se estiraba a gran velocidad contra de ellos, Issei y Rias se sorprendieron y tuvieron que saltar velozmente y Koneko fue tomada por el castaño. Un poderoso ataque destrozó la zona donde se encontraban, levantando escombros y polvo. Bikou descendía con furia ciega montado en su nube voladora, se notaba al ver como sus venas brotaban de su cuerpo, sus pupilas se encontraban muy dilatadas, sus dientes se apretaban con una ira asesina. Estaba furioso ¿Cómo no estarlo? Habían eliminado a su compañera de equipo sin piedad y no había quedado nada de ella, ahora descendía a toda velocidad con intenciones asesinas contra el actual sekiryuutei. Issei apretaba sus dientes en tensión por causa de la batalla que se avecinaba contra el.

¡Groooar!

Bikou en su estado de furia berserker había olvidado que se encontraba luchando anteriormente contra el ex rey dragón Tannin, el cual descendía detrás del actual rey mono rugiendo en guerra, tratando de alcanzarlo para evitar que destruyera a Issei y las dos chicas. Lanzo varios ataques de su fuego meteórico, aún en su estado de furia, Bikou tenía la suficiente estabilidad mental para evadir con mucha agilidad esos ataques. Tannin era inteligente y sus ataques evitados no caían sobre los tres, sino sobre los alrededores. De todas maneras creaban explosiones de gran magnitud que llamaban las atención de todos.

[¡Booster Gear: Balance breaker!]

¡Fooosh!

Aún abrazando a una inexpresiva Koneko, Issei fue nuevamente rodeado y protegido por su armadura carmesí. Sin perder el tiempo lanzo a Koneko hacia Rias y comenzó a concentrar su poder dragonica en su puño derecho, pero el rey mono era demasiado veloz y tuvo que saltar de lado para evitar ser embestido. Nunca dejó de cargar su poder en su puño.

—Maldita sea ¡Es demasiado veloz!—reincorporándose trataba de seguir sin éxito a Bikou—no puedo seguirle el ritmo a este tipo.

—¡Te mataré maldito sekiryuutei!—exclamaba el rey mono furioso retrayendo su nyoibo destruyendo sun más la zona y girándolo en sus manos—¡voy a vengar a Kuroka!

¡Bam!

—¡Aaagh!

Ahora cegado por la ira, por fin no fue capaz de ver cuando el rey dragón había llegado contra el y lo golpeó con su cola con toda su fuerza. De hecho tuvo un deje de inteligencia y por eso fue capaz de sentir el peligro para tratar de bloquear el ataque con su bastón legendario, obviamente no funcionó del todo. Salió disparado de la nube por el fuerte golpe, rebotando varias veces antes de frenar con sus pies dejando una senda de arrastre con ambos. Se notaba muy herido por aquel ataque sorpresa, pero de todas maneras no cambió su ira asesina. Este sujeto no abandonaba sus ganas asesinas contra el castaño.

El antiguo rey dragón descendía con sus alas batiendo quedando por encima de los tres jóvenes, el rey mono apretaba los dientes en ira a causa de no tener la oportunidad de eliminar a ese maldito dragón y vengar a su compañera. Esta era una situación que lo superaba totalmente.

—Ríndete, rey mono. Te superamos en fuerza y cantidad—informaba el ex rey dragón flotando de manera amenazante—hazlo o deberé hacer lo que el sekiryuutei hizo con tu compañera de equipo—el rey dragón amenazaba mientras cargaba su poder dragonica en su boca e Issei le apuntaba con su poder cargado.

¡Grab!

Los dientes y puños se apretaron en señal de ira creciente por haber mencionado aquello, ver como su compañera era consumida por aquel ataque. Que lo mencionara de aquella manera tan insensible lo enfurecía.

—Maldito sekiryuutei—maldecía el mono furioso con un hilo de sangre bajando por sus labios—vas a caer, te voy a eliminar con mis propias manos. Recuerda eso.

Al verse totalmente superado, sabía que no tenía oportunidad de victoria. No tenía más opción que huir.

Un portal mágico se abrió bajo los pies de Bikou y comenzó a engullirlo, pero en ningún momento dejó de observarlo con odio y así fue hasta que desapareció. Issei y Rias pudieron respirar aliviados nuevamente, el peligro había desaparecido de momento. Pero luego se llevaron una sorpresa.

—¿Dónde se encuentra Koneko?—preguntaba angustiada Rias por no ver a su torre en ningún lado.

—La pequeña nekomata se encuentra allá—Tannin señalaba hacia cierto lugar con su garra —deben ser fuertes por ella.

Koneko había vuelto a las orillas del gran cráter, parada sin moverse ni despegar su mirada de ahí. Parecía una pequeña estatua.

—Koneko-chan…—decía Issei sin saber cómo actuar en esta situación.

—Esto debe ser muy difícil para ella, Kuroka era una criminal buscada y muy peligrosa. Pero era su hermana a fin de cuentas—decía Rias preocupada por la situación de su pequeña torre—nunca creí que harías algo como esto, Issei. Me sorprendiste.

—Buchou, lo siento. Yo…

Issei aún con toda su culpa trato de disculparse, pero Rias lo detuvo con su mano. Pero ella no mostraba signos de miedo o molestia hacia el, todo lo contrario. Le daba una ligera sonrisa comprensiva.

Rias entendía el proceder de su prometido.

—No te preocupes, Issei. No estoy enojada o asustada de ti. Solo me sorprendiste—decía acercándose para abrazarlo y confortarlo de sus temores—así que no te preocupes por eso.

—Pero Koneko-chan…

—Estará muy dolida, perdió a su hermana. Pero lo hiciste para protegernos a todos de su maldad—lo observa a los ojos con comprensión para rebajar sus temores y culpas—ella lo verá y entenderá, ya lo verás. Sólo dale tiempo.

—Lo entiendo desde ya, no se preocupe Issei-senpai.

—¡Aah!

Ambos se sorprendieron y abrazaron fuertemente cuando la loli albina se encontraba caminando justo a lado de ellos dos, hasta el rey dragón se sorprendió al no sentirla. Esta chica si que era alguien veloz y ágil acorde a su apariencia.

Obviamente también ayudaba su naturaleza felina.

Pero en eso frenó y observo de reojo a Issei, este trago grueso en nervios y temor por el odio que podría albergar en su contra. Aunque sí los llegará a tener, no la culparía y la entendería. Hasta podría dejar que descargue toda su ira en contra suya sin poner resistencia, solo eso podría hacer por ella. Pues para nada se arrepentía de lo que había hecho para salvarlas.

Rias sentía la presión en el ambiente y eso le preocupaba, pues no quería que hubiera inestabilidad y enemistad en las piezas de su séquito. Estaba a punto de intervenir, pero no fue necesario. Pues la misma pequeña neko siguió su camino.

—Las culpas no son necesarias, senpai. Era lo necesario—para sorpresa de ambos, la neko mencionó aquellas palabras de perdón que Issei no se esperaba. Koneko sólo suspiro al ver el estado de su senpai—si no hubieras hecho esto, talvez ustedes no estarían vivos ahora y yo secuestrada viviendo como una fugitiva junto a nee-sama. Eso debo agradecerlo Issei-senpai—daba una ligera reverencia.

Eso sorprendió a todos nuevamente por la acción, pues la nekomata hacia una reverencia agradecida en lugar de sentir odio y rencor contra el castaño. Así que no se esperaban para nada esta situación.

¡Booom!

¡!

Para sorpresa de todos antes de que Issei pudiera decir algo, una explosión sacudió el lugar y casi los hizo caer. Dirigen su mirada hacia la dirección donde se situaba el lugar de reunión y eso los alarmó.

—Maldita sea ¡ha ocurrido algo en la reunión! Debimos esperarlo—rugía el rey dragón viendo el desastre que causo —un momento, estas energías que siento en el aire. No puede ser—mencionaba el ex rey dragón aterrado al reconocer ese poder divino —maldito Loki, ha venido y de seguro fue el causante de todo esto. Ese canalla.

—¿Loki? ¿El dios de las mentiras nórdico? No puede ser—decía Rias incrédula ante la revelación del ex rey dragón—¿ha venido hasta aquí? ¿Por qué?

—Loki siempre ha sido un ser molesto, cínico y arrogante, de seguro esta en contra de esta alianza. Y eso no es lo peor—apretaba sus colmillos al sentir el temor de la otra presencia divina y aún más peligrosa —para asegurar su victoria trajo a su hijo mayor ¡Fenrir: El lobo asesino de dioses!

¡!

—¡¿Fenrir?! ¡¿El lobo Fenrir?!—preguntaba aun más alterada Rias por esa información y en eso observa nuevamente—¡debemos volver pronto a la reunión!

Sin esperar más tiempo comenzaron todos a correr hacia el sitio de la reunión a toda velocidad.

Nadie se dio cuenta de cómo Koneko observó de reojo la zona donde su hermana fue erradicada, solo había un cráter gigantesco y lleno de destrucción humeante. Podía escuchar el tintineo del único cascabel dañado que quedó ahí dentro.

No había nada que hacer ahí, solo pudo volver su mirada al frente para seguir el camino. Tenía la esperanza de que todo estuviera bien al final de todos.

Deseaba a su hermana que estuviera bien donde sea que se encuentre.


Loki se regocijaba ante lo que había logrado hasta ahora, sin dudas eran los mejores momentos de nuestras vidas. Había logrado dominar a todos los presentes.

Cada demonio ahora se encontraban ya sean inconscientes o incapaz de luchar, totalmente neutralizados. En estos últimos se encontraban ambos súper demonios y a duras penas, los otros dos maous, aquellos que tenían la fortuna de mantener la consciencia estaban atrapados en círculos mágicos que no les permitían levantarse. Otro era el mismo dios padre de asgard, pero este se encontraba ileso al no haber sido herido por no poder hacer nada al estar atrapados por gleipnir. El dios del engaño sonreía burlesco ante la mirada estresada, impotente y frustrada de Odín al no poder liberarse de las ataduras sagradas. Pero había algo que Loki no sabía.

Odín tenía un último As bajo la manga.

—¿Puedes verlo, padre?—preguntaba el dios del engaño descendiendo lentamente al frente del encadenado padre de todos—estos seres inferiores no tienen nuestras capacidades, nuestra inteligencia, habilidades. Nuestro potencial—caminaba hasta quedar cara a cara con su padre adoptivo, uno con una sonrisa de victoria y suficiencia, el otro con seriedad y calma. Una confrontación de dioses que podría afectar el inframundo—¿Por qué rebajarse a aliarse con estos seres? No le veo el sentido, no hay motivos suficientes o lógicos como para tener que cederles el honor de caminar junto a nosotros. La sola idea es ridícula.

—Tu mente elitista no te permite ver el potencial de todas estas alianzas, eres de mente limitada. No tienes la capacidad de ver las posibilidades y beneficios que obtendríamos—respondía el padre de todos sin perder la calma aún con el peligro que su hijo y eso molestaba a Loki—por eso es que mientras tengas esa mentalidad tan cerrada y anticuada nunca tendrás la capacidad de gobernar ¡Y nunca la tendrás!

Silencio.

Tras aquellas duras y verdaderas palabras, el silencio era lo que gobernó en esos momentos. Incluso los líderes del infierno se sorprendieron por el arrebato del dios a pesar del peligro en el que se encontraba en esos momentos, eso demostraba una gran e inquebrantable fuerza de voluntad. Pero también se colocaba en una gigantesca situación de riego mortal ¿Acaso no valoraba su vida? Era una posibilidad que rondaba en las mentes de todos.

Fenrir, el poderoso lobo perteneciente a la raza de los gigantes, con una voracidad insaciable y con la capacidad de asesinar dioses con suma facilidad sin importar su estatus o nivel de poder, gruñía y se acercaba a pasos lentos hacia el dios padre de asgard con obvias intenciones de destrozarlo y devorarlo por aquellas palabras insensibles y fuera de lugar contra su padre. Confuso detuvo su marcha cuando su propio padre se lo prohibió alzando un brazo, reticente e insatisfecho acato la orden, pero no dejaba de gruñir y observar al padre de todos con una furia asesina. El mismo Odín no tenía miedo a pesar de la situación mortal en la que se encontraba, nadie podía observarlo por estar tan distraídos en sus palabras que se les pasó por alto como Odín estaba moviendo sus dedos de manera oculta. Una pequeña luz dorada comenzaba a generarse en ella, así como una especie de grabados comenzaban a formarse. Era el último recurso de Odín.

Para sorpresa, confusión y temor de los presentes, Loki rompió el gutural silencio que se había generado. Unas risas salieron de su boca, primero leves, pero poco a poco fue aumentando la intensidad hasta que aquella risa inundó todo el lugar. Incluso el mismo Fenrir se encontraba confuso e intimidado a causa del comportamiento de su padre.

—¿Gobernar? ¿Yo? Que gracioso eres, padre. Además de ingenuo—decía divertido para confusión de todos—¿Cuándo he querido ser el nuevo padre de todos? ¡Eso es ridículo! Nunca aspire el trono al nunca interesarme algo como eso.

¿?

La confusión llegó al rostro de todos por dichas palabras, no tenían sentido. Si no quería el gobernar asgard ¿Qué es lo que realmente buscaba?

—¿Qué es lo que buscas? ¡¿Cuál es tu finalidad?!—preguntaba Falbium con mucha dificultad a causa de sus heridas y hechizo que lo mantenía en el suelo.

Loki solo observó de reojo al demonio que seguía forcejeando en el suelo y sonreía ligeramente de nuevo por su estado.

—Solo intento que el motivo de mi vida se cumpla—fue lo que respondió el dios de las mentiras sonando el pelaje de su hijo—mi destino, por lo que nací, el propósito por el cual llegué a este mundo. Aquel que me fue escrito desde que fui concebido.

—¿A que te refieres?—preguntaba Sirzechs en el mismo estado que su compañero, lo único que recibió de respuesta fue una sonrisa divertida. Ahí el y todos se llenaron de sorpresa y terror al entender la situación—no… estas demente… ¡¿Haz perdido la cabeza?!

—¿De que estas hablando?—preguntaba a duras penas Serafall siendo sometida por el hechizo de Loki.

—El Ragnarok—terminaba de hablar muy serio y furioso Ajuka al también entender a que se refería Sirzechs—es justo como dijo Baraquiel ¡Estás loco!

—El ocaso de los dioses, la caída de las deidades nórdicas. Pero no se limita a solo ellos—informaba Baraquiel quien aún herido y sometido por el hechizo de Loki, seguía firme en defender a su hija. Esta se encontraba inconsciente atrás de él—Según las profecías Asgard caería en dicho armagedón, pero la verdad es que no solo ellos serán afectados. También todos los demás panteones se verán afectados por el ¡Es por eso que jamás debería ocurrir!

Mientras había este intercambio de palabras sucedía, Odín seguía con sus movimientos ocultos. Era su última carta de triunfo.

Ya falta poco....—pensaba el dios padre durante su acción.

—Por supuesto ¿Qué podría esperar de ustedes? Seres inferiores—mencionaba Loki con burla ante las palabras de todos por sus palabras—donde ustedes ven "destrucción" yo veo "purificación" esa es la diferencia entre sus ideales y los míos—empezaba a flotar nuevamente ante la vista de todos emanando su poder—purificare no sólo los 9 reinos del Yggdrassil, sino todos los demás. Me refiero a los demás panteones.

—¡¿Qué?!—exclamaron todos ante dicha declaración sorpresa—¡Eso es una verdadera locura! ¡No tienes el derecho a hacer esto!—exclamo Sirzechs furioso por dicha declaración.

Esas palabras le causaron más diversión al dios del engaño.

—¿Qué no tengo el derecho? ¡Qué gracioso eres! ¿Acaso olvidan quién soy?—preguntaba divertido y superior mientras hacía temblar todo el lugar—¡Soy un dios!

¡Fooosh!

Expulsó todo su poder en una poderosa onda expansiva y energética, casi empujó a todos y eso incluía a Odín. Loki reía con soberbia y locura al demostrar su superioridad e imponencia ante todos los demás presentes.

—¡Eso no te da el derecho, Loki!

¡Crash!

¡!

Para sorpresa de todos, el techo del lugar había sido destruido y no solo eso. Algo descendía de él.

¡Bam! (¿?)

—¡Agh! ¡Maldita sea!—maldecía Loki al sentir como parte de su cuerpo era atravesado de manera muy veloz y dolorosa—¡Aagh!

No pudo quejarse más al sentir como de un momento a otro, varios pesos lo golpearon desde la espalda y sujetaron sus extremidades. Aterrizaron violentamente destrozando el suelo por la fuerza ejercida.

Fenrir, su hijo mayor primero estaba sorprendido antes de volver en sí y rugir en ira para luego correr a la zona donde su padre fue derribado. Pero no se esperaba lo siguiente.

¡Crash!

—¡Groaaar!

Tras un feroz y poderoso rugido, el feroz lobo gigante fue embestido por una fuerza inmensa que atravesó y destrozo la pared por completo ¿El causante? El ex rey dragón Tannin, había atacado por sorpresa al gigantesco lobo y por eso no pudo evitarlo. Terminaron destruyendo la siguiente pared al atravesarla y alejarse para luchar en otro lado.

—¡Onii-sama!

—¡Rias!—Sirzechs exclamaba sorprendido al ver llegar a su hermana y dos de sus sirvientes—¿Qué ha? Oh por…—horrorizada veía como todo el lugar estaba destruido, algunos invitados junto a la seguiridad estaban inconscientes y desparramados por el suelo. Además de que el mismo Odín estaba encadenado de pies a cabeza.

Todo el estaba hecho un completo caos.

—¡Rias!—exclamaba Sirzechs nuevamente para llamar la atención de su hermana menor—se que esto es inesperado y aterrador, pero no tenemos tiempo para eso. Debes concentrarte y tratar de liberarnos!

—¿Eh? ¡Por supuesto!—Rias volvía en sí y trataba de liberar a su hermano con su magia, pero no podía. Recibió una descarga eléctrica tratando de liberar el sello—¡ah! No puedo hacerlo ¡Ise!

—¡Hai!—respondió el castaño entendiendo lo que quería su ama, así que comenzó a cargar nuevamente su puño tras materializar la booster gear. Aunque debía concentrarse—disparare a discreción ¡No se preocupen!

—¡No lo hagan! No funcionara.

¡!

Todos nuevamente alzaron la mirada al escuchar aquellas nuevas voces desconocidas.

Aunque Odín volvió a sonreír.

Mas siluetas caía del techo destruido y cuando aterrizaron, se trataban de hermosas mujeres con armaduras de oro y plata, armas del mismo material. Lo más característico de ellas, era que tenían alas de ave de grandes tamaños y variados colores. Aun teniendo algunas similitudes, se veían claras diferencia con los angeles. Todos en la sala reconocieron de quienes se trataban estas mujeres.

—Bienvenidas, guerreras de asgard. Poderosas y honorables valquirias —fue lo que menciono el padre de todos.

¡!

Valquirias, todos reconocieron aquel nombre. Uno de los estándares más altos en cuanto a guerreros asgardianos se refiere.

Aquellas doncellas de batalla que no solo recogían el alma y cuerpo de aquellos quienes caían de manera honorable en batalla para formar las filas de asgard, habían llegado y mostraban una presencia imponente y orgullosa, hasta los líderes admitían que eran guerreras de porte imponentes. Algunas aterrizaron como se mencionó anteriormente, mientras que otras se mantenían en el aire, pero todas se mantenían en alerta. Todas se mantenían vigilantes al enorme cráter donde había sido derribado el dios del engaño nórdico.

—Por supuesto, así que a esto se refería Odín-dono. Debimos suponerlo—decía Ajuka calmado y entendiendo la situación—de esto se trataba ¿Verdad?

—Soy el líder de Asgard y lo 9 reinos nórdicos ¿Qué esperaban? Ojojo—decía divertido el padre de todos.

—Bueno, es un alivio que estemos a salvo. Las valquirias son una gran ayuda—decía Falbium aliviado de que hayan llegado los refuerzos—entonces ¿Podrían liberarnos?

—Por supuesto—respondía el padre de todos para observar a las valquirias que se habían acercado —adelante.

—Como ordene.

Sin perder el tiempo las valquirias que se habían acercado se dirigieron hacia quienes se encontraban neutralizados, con magia asgardiana rompieron cada uno de los sellos que mantenían atrapados a los líderes y demás. Así como también sanar a los heridos, aunque los que estaban inconscientes no despertaban por la fatiga. Además de que no podían liberar al padre de todos por obvias razones.

Los líderes agradecidos poco a poco comenzaban a retomar sus poderes

—Lo sentimos padre de todo—una valquiria con pena y decepción de si misma se disculpaba con su líder por no poder liberarlo de sus ataduras—no podemos liberarlo de manera inmediata.

—No se preocupen por eso—decía Odín muy serio y luego observaba el cráter en medio del lugar—asegurarse de que Loki este bien apresado.

—Si, señor.

Tras aquella orden volaron hacia el cráter juntándose con el resto de ellas, los líderes del infierno y quienes aún mantenían sus consciencias también. Aún la estela de polvo seguía, aunque mas leve. Hasta que termino por disiparse.

El dios del engaño se encontraba totalmente dominado y capturado, dejaba escapar gruñidos de ira y molestia a causa del dolor generado. Tenía a cinco valquirias sentadas en su espalda, cuatro de ellas sostenían sus brazos y piernas fuertemente. Este no podía hacer nada al ser sometido por más que forcejeara, runas de magia arcana se habían generado en su espalda que bloqueaban su magia y por eso no podía quitarse a las valquirias de encima. Loki se encontraba furioso, bastante humillado. No podía pensar en algo aún más denigrante y humillante que esto ahora mismo.

Aunque casi todos se llevaron una gran sorpresa a reconocer a una valquiria en especial, la quinta para ser exactos. Esta se encontraba parada encima de Loki y es algo diferente al resto, pues sus armas no eran las normales de guerreros asgardianos. Esta se encontraba apuntándole con dos revólveres y según las heridas que había obtenido anteriormente, estas armas fueron las causantes. Un par de armas inusuales para una valquiria o cualquier otro guerrero de asgard.

—¡¿Mai-san?!—Issei fue quien exclamo aquella pregunta sorprendido.

—Hola chicos, tiempo sin verlos. Pero es mejor hablar después porque ahora me encuentro bastante ocupada.

Así es Mai había llegado ahí junto a otras valquirias y era un de las cuales habían derribado a Loki.

¡!

—¡¿Quién?!—preguntaba molesto, sorprendido y adolorido Loki. Había reconocido aquel nombre—¡Tú! Debí suponerlo. La amante de Trunks.

¡Pooof!

Sus rasgos faciales no cambiaron en nada a causa de esas palabras, seguía estoico y neutral como siempre. Lo único nuevo en ella, fue el color fuerte carmesí que rodeo su rostro y lo hacia brillar como una lámpara. Era una versión nueva de Mai que nadie esperaba ver.

De todas maneras no dejaba de apuntarle al dios del engaño.

—Muy bien, Loki. No te muevas y solo acepta el castigo que tendrás por tu osadía—decía sería Mai sin dejar de apuntarle y aún con el sonrojo—nunca me agradaste ¿Lo sabes? Desconfíe de ti desde el primer momento que te conocí.

Nunca lo negó —pensaron los demás presentes divertidos al ver que Mai nunca negó ser la amante de Trunks.

—¡Je! Puedo decir lo mismo de ustedes dos ¡plagas!—aun sometido y adolorido Loki respondía con odio y veía a sus alrededores—ustedes llegan de la nada, interrumpen la paz y el equilibrio de todo. No sólo ustedes—decía con odio aún sin poder moverse y viendo a todos—ángeles, caídos, demonios, dragones. Seres inferiores a nosotros ¡Dioses! Ninguno de esos seres inferiores deberían caminar junto a nosotros! ¡¿Acaso has perdido la cabeza, padre?!

Todos pusieron rostros de enojo por las palabras despectivas y racistas del dios del engaño nórdico, claramente era un elitista con orgullo supremacista. Algo que todos odian sin importar la raza a la que pertenezcan, Issei veía esto con molestia en especial. Su naturaleza dragonica le generaba mucha mas molestia que a los demás, sentía un gran sentido de protección hacia sus seres queridos, en especial a su amada buchou. Se aguantaba las ganas de destruirle la cabeza con un dragón shoot, pero sabía que no podía hacerlo. No quería meter en problemas al inframundo con los nórdicos al matar sin consentimiento a uno de los hijo de Odín.

Odín solo escuchaba a su hijo sometido y no podía evitar sentir decepción por lo que ha escuchado de su propia boca. Negaba con su cabeza al entender a que nivel de arrogancia y egoísmo ha alcanzado, no negaba que amaba a su hijo adoptivo, pero tampoco el hecho que ha sobrepasado todos los límites con sus malvadas acciones actuales. No había excusa valida para evitar el castigo, aún cuando era hijo del padre de todos. Loki sería castigado de la manera más justa y aun con todo el dolor del mundo, el sería quien personalmente se encargaría de que se lleve a cabo. Aunque sabía que no era el final de sus acciones, Loki es alguien muy astuto a fin de cuentas. No saben que podría estar planeando ahora mismo.

Aunque Odín también era alguien muy inteligente, sabio y astuto a diferencia de lo que otros piensan a causa de su naturaleza pervertida. Su plan aún no había acabado y eso se dejaba en claro en su aún movimiento de dedos ocultos.

—Quien ha perdido la cabeza eres tu, hijo. Estas perdido en el pasado y tus creencias supremacistas—decía el padre de todos para molestia de Loki que apretaba sus puños en ira—es verdad, somos deidades, pero eso no significa que tengamos el derecho de azotar a los demás. Cada quien tiene libre albedrío, la capacidad de seguir su propio camino. Todos somos iguales y por eso podemos ayudarnos mutuamente ¿Acaso te es tan difícil ver y entender aquello? De ser así, me decepcionas hijo mío. Tu madre y yo no te hemos criado de esa manera.

¡Grab!

Loki no podía creer lo que escuchaba de su propio padre ¿Dioses iguales al resto? ¡Qué tontería! Un dios es un ser supremo, por encima de todo lo demás, nada debería estar por encima de ellos. Pero su padre era un necio ¿Acaso no podía ver la verdad como le fue revelada a el? Es por eso que seguía siendo un ignorante a pesar de todos sus incontables años de vida, no tenía la visión clara de lo que rige el mundo, el equilibrio que no debe ser roto. No, claro que no, era incapaz de ver y aceptar aquello. El no estaba equivocado, todos los demás lo estaban. Por eso fue elegido por sus maestros en lugar de otras deidades, el sí comprende la realidad de toda la existencia. Es por eso que debía seguir adelante con su plan.

La purificación de toda la existencia misma y su renacimiento en una era de perfección y armonía divina.

—Tu…tu….tu…¡Viejo senil e idiota!

¡!

Todos se sorprendieron a causa del grito furioso del dios nórdico y se preparaban para una posible batalla nuevamente.

Mai tenía sus dedos preparados en los gatillos de sus armas.

—¿Coexistencia? ¿Igualdad? ¿Ayuda mutua? ¡Patrañas!

¡Boooom!

A menos de un segundo para que Mai jalara sus gatillos, Loki demostró todo su poder creando una explosión de energía expulsando a las valquirias que lo tenían sometido. Mai giraba sin control en el aire junto a sus compañeras, pero lograron recuperar el equilibrio usando sus alas y aterrizaron frente a todos los demás con armas en alto. Todas apretaron sus dientes y puños al sentirse impotentes al no ser suficientemente rápidas y fuertes para evitar su liberación y solo podían luchar ahora, todos los demás liberados también comenzaron a prepararse para luchar. Issei en especial ya tenía preparado el más poderoso dragón shoot que ha creado.

—Maldita sea…—maldecía Mai apuntando al cráter.

Odín seguía con sus movimientos, ahora su otra mano también comenzaba a generar energía dorada ligera. Otras runas también empezaban a formarse.

Loki se elevaba del cráter rodeado de su energía divina maligna, era una vista aterradora y sorprendente. Incluso el par de súper demonios se sorprendieron de gran manera, era una cantidad de poder gigantesco. Lo mas aterrador, era la forma feroz y errática que se presentaba, de esa manera se mostraba lo furioso que el dios del engaño se encontraba. Cuando alzó su mirada, se vio sus ojos inyectados en sangre y sus dientes se apretaban tan fuerte que parecía que en cualquier momento se destrozaría, sus puños mostraban visiblemente como sus venas palpitaban y sangraban a causa de lo fuerte que eran apretadas. Sin duda alguna el dios de encontraba enfurecido, incluso interrumpió la batalla entre el ex rey dragón y el lobo mata dioses. El dios nórdico había perdido toda su paciencia.

—¡Basta! ¡Esta ridiculez ya duro demasiado!—para temor de todos, el dios comenzaba a concentrar su poder. Quería eliminar a todos los presentes y eso incluía a su propio padre—¡Desaparezcan por decreto de los dioses!

—¡Ahora! ¡besegling av korrupte sjeler!

[Sellamiento de las almas corruptas]

¡!

Para sorpresa de todos, Odín había terminado lo que hacía. Lanzó un hechizo desde su mano aún atrapada.

Una estela de energía dorada salía disparada veloz y errática como una serpiente contra el sorprendido dios de las mentiras nórdico, este no tuvo tiempo de reaccionar al se totalmente rodeado fuertemente y atrapado por aquella energía dorada desconocida. Loki gritaba de dolor por lo ardiente que eran y como apretaban a cada segundo que pasaba, no pudo mantenerse en el aire y cayó bruscamente al suelo. Mientras más pasaba el tiempo, entendía que no podía liberarse. Por eso intento usar todo su poder junto al adquirido por sus maestros, pero no funcionó para su sorpresa e incredulidad. Nadie entendía que estaba sucediendo.

—No podrás romper esa ataduras, Loki. Son posiblemente más fuertes que Gleipnir—informaba sorprendiendo a todos por aquello—sorprendente ¿Verdad? Es una creación a base de una energía perteneciente a alguien que odias.

—¡Maldito viejo!—exclamaba furioso aún forcejeando para tratar de liberarse sin éxito—¡¿Qué son estas cosas?!

—Una nueva versión de las ataduras de Gleipnir, fortalecidas con la energía de nuestro invitado. Trunks Brief—informaba para sorpresa y odio del dios de las mentiras—estas cadenas que me rodean son como ramas secas comparadas a la resistencia de las que te han atrapado, no podrás liberarte de ellas tan fácilmente, hijo mío. Acepta tu derrota y tu castigo.

—¡Jamás!—exclamaba furioso mientras una especie de capullo comenzaba a generarse y envolverlo poco a poco—¡Fenrir!

¡Crash!

—¡Groaaaar!

El feroz hijo mayor de Loki nuevamente llegaba a la sala atravesando otro muro, pero se notaba lo herido que se encontraba tras su batalla contra Tannin y al parecer, había huido de aquella batalla ante el llamado de su padre y fue en su rescate. Sus fauces y garras fueron directo contra el padre de todos que estaba inmovilizado.

Pero no pudo seguir adelante.

—¡Dragón shoot!

¡Fooosh!

¡Bang! (¿?)

Su cuerpo sufrió un gran daño cuando a segundos de llegar contra Odín, una estela de energía carmesí de gran poder y disparos variados de dos armas especiales, evitaron que llegaran contra el anciano. Para colmo, Tannin volvió también a través del techo y aplastó al lobo, eso lo neutralizó de manera definitiva. Ambos se rugían en guerra, pero se notaba que Tannin tenía el control. Aunque también se veía muy herido.

Al parecer ambos habían tenido una batalla bastante reñida y eso se había demostrado en los fuertes temblores que generaban afuera en su batalla.

—¡Malditos entrometidos!—exclamaba furioso el dios de las mentiras.

—Buen disparo Ise—felicitaba alegre Rias a su prometido.

—¡Yei!—respondía el castaño con una gran sonrisa satisfecha y orgullosa.

El dios nórdico de las mentiras veía sorprendido como las ataduras empezaban a brillar aún más y el capullo aceleraba el proceso de captura.

—Esto no se quedará asi—declaraba furioso mientras era envuelto poco a poco y sin dejar de ver a todos los presentes—esto no me detendrá por siempre ¡voy a volver y los eliminar a todos cuando lo haga!

El capullo de luz dorada al fin termino de cerrarse y cuando unas runas arcanas se grabaron en todos los pliegues, se desvaneció por completo junto al dios. Al fin todo había acabado.

O eso parecía.


Trunks y Hildr se encaminaron dentro del antiguo templo que parecía emanar una energía oscura y ominosa. A medida que se adentraban, la atmósfera se volvía más densa y pesada, como si el propio edificio estuviera impregnado de una presencia maligna.

—Este lugar no parece muy acogedor —comentó Trunks con cautela, observando las gárgolas retorcidas que adornaban la entrada del templo.

Hildr asintió en acuerdo, su mirada reflejaba la determinación mezclada con un toque de aprehensión. Ambos guerreros estaban conscientes de que se adentraban en un territorio peligroso, pero la necesidad de encontrar respuestas y detener la amenaza del invierno negro los impulsaba.

Al ingresar más al interior del templo, una oscuridad más profunda los envolvió. El eco de sus pasos resonaba en los pasillos desiertos mientras avanzaban hacia el corazón del antiguo edificio. Una luz mortecina titilaba en el fondo de la sala principal, revelando una especie de altar rodeado por sombras danzantes.

—Esto no se siente bien —murmuró Hildr, ajustando el agarre de su espada.

Trunks asintió, su instinto de guerrero aguzado le advertía que algo no estaba bien. La energía oscura que emanaba del altar les envolvía como una manta gélida, haciendo que sus sentidos estuvieran en alerta máxima. Con cada paso, la tensión en el aire se intensificaba, y ambos guerreros se prepararon para enfrentar lo que les aguardaba en ese oscuro santuario.

A medida que avanzaban por el templo, se toparon con una escena macabra. Los pasillos estaban sembrados de cadáveres, cuerpos que yacían en el suelo en diferentes estados de descomposición. La visión era impactante, y el olor nauseabundo del deterioro llenaba el aire.

Hildr frunció el ceño con repugnancia y furia contenida. —Algo realmente malévolo ha ocurrido aquí. Estos no son simples cuerpos sin vida; han sido víctimas de una atrocidad.

Trunks compartía la misma sensación de indignación. Su mirada se volvió más penetrante, buscando pistas sobre lo que pudo haber provocado tal carnicería. —Parece que estamos ante un acto de pura maldad. No creo que esto sea obra del invierno negro, pero algo oscuro está en juego.

Continuaron explorando el templo, siguiendo la pista de la energía oscura que emanaba del altar. Cada paso les acercaba más al corazón de la perturbadora situación que se desarrollaba en ese lugar olvidado por el tiempo.

Hildr, con el ceño fruncido, murmuró entre dientes. —Esto va más allá de lo que imaginaba. ¿Qué tipo de lugar es este y qué podría causar tanta destrucción?

Trunks compartía la inquietud de la valquiria. Los ecos de una tragedia antigua resonaban en cada rincón del templo. —Parece que este lugar fue testigo de eventos atroces a lo largo de los años. Quizás esas criaturas fosilizadas sean vestigios de un tiempo muy lejano.

Continuaron su camino, cautelosos ante cada descubrimiento. La energía oscura crecía a medida que se acercaban al núcleo del templo, alimentando su determinación de descubrir la verdad detrás de la misteriosa presencia.

Al llegar al núcleo del templo, una penumbra densa envolvía el lugar. El débil resplandor de la energía oscura se conjugaba con jadeos tenues, resonando como un susurro siniestro. Trunks y Hildr intercambiaron miradas inquietas, preparándose para lo que pudiera aguardarles en las sombras.

Se aproximaron con cautela, y entre las sombras emergió una figura colosal y monstruosa. Una bestia de aspecto amenazador, con ojos brillantes que reflejaban la malicia. Aunque herida y exhausta, la criatura aún mantenía una ferocidad que advertía sobre su peligrosidad.

Hildr apretó el mango de su espada, lista para la acción, mientras Trunks adoptaba una postura defensiva. —No subestimemos a esta bestia. Parece estar al borde de la muerte, pero su instinto podría hacerla aún más peligrosa.

Los jadeos de la criatura resonaban en el núcleo del templo, creando una atmósfera tensa e impredecible.

Trunks, cauteloso pero decidido, tomó la iniciativa para abordar al dragón herido. Antes de que pudiera articular sus pensamientos, el dragón, con voz débil pero llena de desprecio, lanzó su murmullo:

—¿Hmm? ¿Qué es esto?—preguntaba el enorme dragón viendo como habían llegado más sujetos desconocidos —¿Más idiotas que se adentran en el templo movidos por la avaricia?

Hildr apretó su arma, mirando al dragón con firmeza.

Por extraño que pareciera, Trunks encontraba curioso al dragón. Había algo en el que le generaba algo de nostalgia.

Pero de todas maneras no bajaría su guardia.

—¿Quién eres tú?—preguntaba el chico sin bajar su guardia— siento como su energía es oscura, pero no solo eso. Puedo sentir otros sentimientos y emociones aparte de la maldad—se decía mentalmente analizando al enorme dragón.

Aquella bestia a pesar de sus grandes y variadas heridas, se empezaba a levantar para alerta de ambos jóvenes que retrocedieron lentamente sin bajar sus guardias ni romper contacto visual. Aquel enorme dragón a pesar de su estado agónico, se veía poderoso e imponente ante la vista de ambos. Trunks se veía maravillado ante el porte orgulloso y altivo de este ser ¿Serán acaso sus genes saiyajin? Podría ser, pero eso no cambiaba el hecho de que este enorme dragón había llamado toda su atención.

Hildr en todo caso, no le importaba en lo más mínimo la apariencia del dragón. Ella solo mantenía su gran espada en alto para acabar con el si debiera hacerlo.

—Mi nombre es Kramer—informaba el dragón imponente viendo a los dos por encima como todo dragón orgulloso —soy el guardián de este templo, todo aquel que quiera adentrarse y tomar las riquezas y objetos especiales de él, deben pasar por mi primero. Pero solo una pelea a muerte es como puedo dejarlos pasar—informaba el gran dragón con severidad.

Tras un rugido de guerra y batalla, Trunks y Hildr vieron que no tenían más opciones. Debían luchar para esclarecer el misterio que envuelve el templo oscuro.

Y mientras Trunks desenvainaba su espada solo podía pensar en una cosa.

—Muy bien ¡Aquí vamos de nuevo!