14.- Visitando a los Potter


Madre: desconocida

"Mother: unknown"

De HufflepuffMommy

Alfa-Bet-eado


«Feliz Navidad, Hermione.»

El hecho de que Draco usara su nombre de pila en lugar de su habitual «Granger» le provocó mariposas en el estómago y no pudo evitar la sonrisa que se formó en sus labios.

Estaba acostumbrada a que él la llamara «Señorita Hermione» cuando Lyra estaba cerca, pero era raro que él usara su nombre de pila, incluso en forma de texto.

Estaba a punto de enviarle un mensaje de texto para desearle el mismo afecto, cuando alguien llamó a la puerta de su habitación.

Guardando su teléfono debajo de la almohada, gritó: «Adelante», y no se sorprendió al ver la cabeza de Ginny asomando.

—No puedo dormir así que estaba pensando en preparar un té. ¿Quieres unirte a mí?

Hermione se puso de pie.

—Sí, por favor.

Era casi medianoche, pero Hermione no estaba cansada. Su cuerpo todavía estaba en el horario de Maine y sintió que era mejor mantenerlo así ya que solo iba a estar fuera un día más.

Incluso con el ajetreado día de ayer, lleno de risas, regalos y buena comida, todavía se sentía completamente despierta.

El anuncio del embarazo de Ginny también la mareó.

Hermione se sentó en la pequeña mesa en el rincón de la cocina de los Potter.

—Aún no puedo creer que vayas a ser madre, Gin.

—Tú y yo —dijo Ginny, entregándole a Hermione una humeante taza de té antes de tomar asiento frente a ella—. Además, ¿sabes lo que eso significa?

Hermione alzó una ceja en cuestión.

—¡Significa que Harry va a ser padre!

—Oh, Merlín, ¡es cierto!

Ambas chicas se rieron, tratando de estar calladas para no despertar al mago antes mencionado. Cuando finalmente se calmaron, Hermione habló en voz baja.

—Será el mejor padre.

Ginny sonrió con nostalgia.

—El mejor.

La mente de Hermione no pudo evitar pensar en otro mago que también era un excelente padre y ocultó su sonrojo tomando otro sorbo de su té.

Pasó un momento entre los dos mientras bebían su té en el silencio de la noche.

—Así que... ¿Cómo has estado? ¿De verdad? —preguntó Ginny finalmente—. ¿Te gusta Estados Unidos?

Hermione le sonrió tranquilizadoramente a su amiga.

—Me encanta allí. Mi casa es muy acogedora, con vistas tanto a las montañas como al océano. Amo mi trabajo y realmente disfruto cuando voy. ¡Incluso he hecho algunos amigos! Una de las cuales es mi compañera de trabajo, Rachel. En cierto modo me recuerda a ti —añadió pensativamente—. Siempre supera sus límites y no tiene en cuenta mi vida personal.

Ginny sonrió.

—Oh, ya me gusta. —Ella hizo una pausa—. Espera, ¿qué tipo de vida personal estás ignorando?

—Mierda, no importa, olvida que dije algo...

—¡Hermione Jean Granger! ¿Me has estado ocultando algo? ¿Estás viendo a alguien? Porque por lo que me dijiste, no has conocido a alguien...

—¡No lo hay! Es sólo...

—…A menos, por supuesto, que hayas estado mintiendo todo este tiempo y en realidad tengas un tipo guapo esperándote, desnudo en tu cama en el momento en que llegues a casa...

—¡Ginny! —jadeó Hermione, tratando de contener la risa—. ¡Basta!

Ginny movió las cejas en señal de sugerencia y Hermione puso los ojos en blanco.

—No. No tengo a nadie esperándome en mi cama...

—¿Ni siquiera desnudo?

Especialmente desnudo.

—Maldición.

—Además, mi trabajo me mantiene bastante ocupada, así que no tengo tiempo para tener citas ni nada por el estilo.

—Jum, nunca mencioné nada sobre citas, solo cogidas—señaló Ginny.

Hermione gimió mientras apoyaba su cabeza en la mesa.

—¿Debes ser tan grosera?

—Sí, a Harry le gusta bastante.

—¿Qué me gusta? —preguntó Harry adormilado mientras entraba a la cocina.

La cabeza de Hermione se levantó y miró a Harry con preocupación.

—¡Harry! No te despertamos, ¿verdad?

Harry se sentó al lado de Ginny.

—No, la habitación estaba demasiado silenciosa para dormir. Esta… —inclinó la cabeza hacia su esposa mientras tomaba la taza de Ginny y tomaba un sorbo. Insatisfecho, arrugó la nariz y se la devolvió—. Ronca más fuerte que la motocicleta de Hagrid. Ella es como mi máquina de sonido personal y cuando ella no está allí, no puedo dormir.

Ginny entrecerró los ojos.

—No sé si debería sentirme insultada o halagada.

Harry sonrió mientras tomaba la mano de Ginny y la besaba.

Ella puso los ojos en blanco antes de girarse hacia Hermione.

—De todos modos, antes de que nos interrumpieran groseramente, simplemente estaba sugiriendo que encontraras a un tipo agradable y en forma que te acomode la matriz de vez en cuando. Harry, que había aprovechado la oportunidad para robar la taza de Hermione y estaba a medio sorbo, comenzó a ahogarse.

—Te lo mereces —lo reprendió Hermione, quitándole su bebida mientras Ginny le daba una palmada en la espalda.

—Caray, Gin —jadeó Harry.

Ginny fingió hacer un puchero.

—Pensé que te gustaba cuando hablaba sucio.

Las puntas de las orejas de Harry se volvieron rosadas.

—Bueno, sí, así es, pero no frente a quien considero mi hermana.

Ginny lo despidió.

—A Hermione no le importa.

—Bueno, en realidad...

—Además, estás de acuerdo conmigo, ¿no? —le preguntó Ginny a Harry—. Ella no debería preocuparse por las relaciones en este momento y debería simplemente divertirse un poco. Vive un poco, ¿no?

Harry se encogió de hombros.

—Creo que Hermione debería hacer cualquier cosa que la haga feliz.

—Estoy aquí, ¿sabes? —dijo Hermione, exasperada.

Ginny se cruzó de brazos y miró a su marido.

—Si no vas a estar de mi lado, entonces puedes volver a la cama.

Harry sonrió y besó su mejilla.

—Bien, pero no tardes mucho o tendré que bajar y llevarte de vuelta a la cama para poder dormir bien.

Ginny luchó por mantener la cara seria mientras Hermione se reía entre dientes.

—Te prometo que no la retendré mucho más.

—Lo aprecio. —Besó la parte superior de la cabeza de Hermione antes de salir.

—Entonces, ¿quién es él? —preguntó Ginny una vez que Harry salió de la habitación.

—¿Él?

—Aquel con quien estás «demasiado ocupada» para tener una relación.

—No estoy…

Ante la mirada mordaz de Ginny, Hermione no pudo evitar el sonrojo que se extendió por su rostro.

—Lo sabía. Sabía que había alguien. —Su amiga sonrió triunfalmente—. Háblame de él. Dame todos los detalles.

De repente, sintiéndose cansada, Hermione se recostó en su silla.

—No hay detalles, Gin. Sólo somos amigos, eso es todo.

—Pero… ¿quieres que sea más? —adivinó Ginny—. ¿Por qué no puede ser así?

—Es complicado.

—¿Complicado cómo? ¿Está casado o algo así?

—¿Qué? ¡No! Por supuesto que no. Ni siquiera consideraría la idea si lo fuera.

—Está bien, entonces, ¿qué es?

Hermione gimió mientras levantaba la cabeza y cerraba los ojos.

—Tiene una hija, Gin. Una niña encantadora a la que le he tomado mucho cariño.

Las cejas de Ginny se fruncieron en confusión.

—¿Por qué eso sería algo malo?

—Porque, bueno, ¿qué pasa si empezamos algo y no llega a ninguna parte? ¿Qué pasa si arruina la amistad que ya tenemos? ¿Qué pasa si...? ¿Qué pasa si los pierdo a ambos?

Los ojos de Hermione se llenaron de lágrimas ante el pensamiento, Ginny se acercó y apretó su mano.

—Será más seguro, sí, seguir como estás; sigan siendo amigos para garantizar que su relación se mantenga intacta sin riesgo de lastimar a nadie involucrado. Pero… ¿Cómo sabes que no te estás perdiendo algo bueno? ¿algo mejor? —Como Hermione permaneció en silencio, Ginny continuó—. Tal vez este tipo sea justo lo que estás buscando, pero nunca lo sabrás a menos que lo intentes.

Hermione miró hacia arriba y olfateó.

—¿Y si quiere más hijos, Gin? No puedo… no podré darle más hijos.

Ginny se encogió de hombros.

—Hay otras formas de tener hijos: subrogación, adopción. Pero probablemente eso no sea algo que se deba resolver de inmediato. Simplemente disfruta conociéndolo como algo más que un amigo. Tal vez tener algunas citas o algo así, pero no decírselo a su hija. De esta manera, si no funciona, ella no se enojará.

—Aún podría cambiar todo —dijo Hermione en voz baja.

—Y ese cambio podría ser justo lo que estás buscando. —Ginny volvió a apretarle la mano antes de soltarla—. Voy a irme a la cama antes de que Harry regrese. ¿Vas a estar bien?

Hermione asintió

—Sí. Estaré bien. Gracias, Ginny.

—Y recuerda, si terminas con él, quiero detalles. —Ginny le guiñó un ojo y dejó a Hermione sola en la cocina.

Se sentó allí unos minutos más, terminando su taza antes de colocar la taza en el fregadero.

Cuando regresó a su habitación, sacó su teléfono celular de debajo de la almohada, abrió el mensaje de texto de Draco y finalmente envió una respuesta.

«Feliz Navidad, Draco.
No puedo esperar a verte a ti y a Lyra en unos días.»


¿Otro? Otro.