Lala Lulu: Hola! Después de la RanKaneweek, ya estamos a bordo del tren. El momento esperado. Encuentros inesperados/esperados y con resultados... ¿De Guerra? Jajaja¿Y cuánto tiempo más podrá escapar Serena? ¿Y Vergeta? Muchas gracias por el apoyo a todo el #Fandomcito, un especial a abrazo a Nita-Chan por su cumpleaños. ESpero les guste el capítulo ¡Y a leer se ha dicho!

¡Advertencia! Si ya has leído mi historia anterior sabrás que yo no escribo Lemon, sino Smut, mucho Smut. Smut es sabrosura primero, explicaciones después. Así que esto es para adultos ¡Porque soy una maldita pervertida!

No me pertenecen los personajes, son Creaciones de Akira Toriyama y Naoko Takeuchi. Hecho por un fan, para algún otro fan que ande dando vueltas por la Vía Láctea…

"Como explicar

La magia que tiene su

Manera de enamorar

Tan bella

Me estimula su calor

Su forma de caminar

Sensual hacia mí

Déjate llevar

Por la música que incita

Nuestros cuerpos no quieren parar

Deja de luchar

Que hay razón para que me ames

Nuestro destino es así

Suave como me mata tu mirada

Suave es el perfume de tu piel

Suave son tus caricias

Como siempre te soñé

Como siempre te soñé

Suave como la brisa de verano

Suave como transportas al placer

Suave amor sin prisa

Como siempre te soñé

Como siempre te soñé

Como controlar

La cálida seducción que tienes cuando

Me das tus besos

Aunque lo quiera evitar

Mil cosas me harán pensar

Que voy hacia ti…" Suave, Canción de Luis Miguel.

Capítulo 13

Serena miraba atenta, hay un par de fotos bien claras y nítidas del banquete. Traga duro al ver el rostro de Vegeta tan cerca de su hombro, casi besando ésa zona. —"¡Qué tipo!"—El lado orgulloso de Serena se enoja, mira a Vegeta de reojo, frunciendo el ceño en desaprobación.

Vegeta presiona un poco la Tablet donde le muestran un par de fotos, algo borrosas por la luz de la discoteca y el movimiento. Él y Serena abrazados, entrelazados en plena pista de baile. —Además del chisme ¿Hay algo más de lo que debemos preocuparnos? —Vegeta sisea enojado, con lo que le gusta su vida privada, ahora esto.

—Han empezado a mandar invitaciones a nombre de Serena y tuyo. —Dieciocho les muestra el archivo, con un código para escanear. —Exclusivamente ¿Entiendes?

Serena exhala, se adelanta a hablar antes que Vegeta. —Bueno, la idea era integrar a todos. Este fin de semana es el evento inaugural de la competencia, con esto podremos obtener facilidades. —Arma una estrategia sencilla y obvia. —No hagamos nosotros un escándalo, nosotros estamos saliendo hace poco. Lo demás que sea hermético y con profesionalismo.

—Sí, creo que el chisme tiene la misma dinámica de las películas de terror. —Dieciocho comenta con un par de risas. —Mientras menos se ve el monstruo, más se especula y más miedo da. —Señala a Vegeta, quien solo se limita a gruñirle y devolverle violentamente la Tablet.

Vegeta se acerca discreto mientras el ambiente laboral empieza a circular de forma cotidiana. — ¿Planes para el almuerzo?

Serena dibuja una sonrisa cuadrada. —Pues, ahora sí. —Le muestra su correo estallando de mensajes.

Vegeta rechista de lado. —Bueno, por lo general cuando cumplo una promesa, me gusta que los involucrados funjan de testigos. —La ve fruncir el ceño, se acerca a ella, casi arrinconándola contra la pared. No le toca ni un pelo, pero invade su espacio personal. —Voy a ir con la charlatana.

Serena baja los hombros, su boca se abre un poco por la sorpresa. Aclara la garganta para sacar el pecho y no sentirse sobornada por su cercanía. —No le digas así, es también mi amiga. —Se quedan mirando un rato a los ojos.

Vegeta reprime el beso que quiere darle a Serena, relamiéndose un poco y se gira sobre sus pies. —Llámala si quieres corroborar que es cierto. —Presiona los puños y afila su mirada. El toque de Serena en su brazo lo hace voltear en completa sorpresa.

—No es para torturarte. —Serena puede verlo molesto, baja su tono y sus ojos azules se entristecen. —Es porque quiero verte mejor, quiero que seas tan fuerte como sea posible.

¿Qué va a decir? ¿Hace falta que responda? De pronto se da cuenta, de toda la fe y esperanza que tiene Serena en él. —"Como si yo fuera digno de éso…"—Desvía sus ojos negros, muy despacio quita la mano de Serena, dejándole una caricia con la yema de sus dedos. Asiente y se concentra en hacer pasar las horas, porque la hora más difícil la tendrá al mediodía.

Mediodía, Vegeta maldice lo rápido que ha pasado la hora.

La tensión flotaba en el aire. Setsuna cree que jamás experimentó esto, como si respirara plomo en el ambiente. Ahí está su paciente, que muy impaciente y en silencio mira la hora. No quiso usar el diván, ni el sillón de la mesita de té. Está sentado en una silla idéntica a la suya, de cuero, color caoba. Vestido de negro, todo bien pulido. Su manera de sentarse es dominante, con su talón cruzado sobre la rodilla, su codo apoyado en el apoyabrazos y descansando su mentón en la palma. —"Más que un Corredor, parece un mafioso, un asesino…"—Setsuna se acerca a la cafetera, sirve una taza y cuando va a servir la segunda…

—No gracias. —Vegeta la apunta con la vista unos segundos y vuelve su atención a las manillas del reloj. Como buen chico malo, encontró una manera de cumplir una regla a su modo. —"Dije que vendría, pero no que hablaría de nada…"

—No está envenenado. Jaja. —Setsuna lo escucha gruñir y ésos ojos negros casi atravesándola como estacas. —"¿Cómo hace Serena para estar con él? Me da escalofríos horribles cuando me mira..."—Bebe el café, trata de relajarse. —Los silencios también dicen muchas cosas… —Toma su lápiz y sus notas, no escribe, garabatea para evadir ésos ojos negros. —Es obvio que Serena te hizo venir… ¿Alguna mujer te ha obligado a hacer algo contra tu voluntad como ella?

Como un chasquido incendiario, Vegeta respira y toma el control. Horribles recuerdos quieren salir a la superficie, como la expansión de una bomba. Justo tuvo que tocar ése asunto, arma las piezas y puede que sea coincidencia, nadie sabe nada de lo que le hizo su madre. Al menos sólo lo sabe Nappa y él es leal. —A mí ninguna mujer me obliga a nada. —Cortante responde.

¡Diablos! Éste es difícil, Setsuna se siente un poco perdida. —Bueno, entonces me parece lindo detalle que hayas QUERIDO venir porque Serena te lo pidió.

Vegeta rechista de lado, pone las manos en el apoyabrazos. Exacto, por Serena, solo por una noche con Serena ¿Qué le hace Serena? Incluso ahora, que se pone a pensar en su ausencia, siente que daría lo que fuera por estar a su lado ¿Cómo hace ella para soportar estar lejos de él?— ¿Ella le habla de mí? —Vegeta baja la mirada.

—Es secreto profesional, lo siento. —Setsuna le aclara. —Lo tuyo también. No diré nada, es más no sé porqué viniste en principio. Si tengo que ser sincera en lo que deduzco… Serena debe creer que hay algún trauma o carencia sin resolver en ti…

—Yo sé muy bien lo que me falta y lo que no. —Vegeta sisea con rabia. —Sé lo que puedo dar y lo que no. Funciono perfectamente, y si no me cree, tengo el apto psicológico de otros terapeutas. —Se compone un poco, se endereza un poco más en la silla.

Setsuna exhala, mira el reloj también. —Es admirable, conocerse tan bien. —Silencio de nuevo. —"Ay Serena ¿Por qué nos metes a nosotros dos en ésta situación?" —Se sirve más café y piensa en voz alta. —Puedo hacerte un certificado de que "Tú tienes toda la razón" y se lo presentas a Serena. Jajaja, créeme que sé lo cabeza dura que puede ser ésa mujercita. —Parpadea, lo ve esconder una sonrisa, como si recordara alguna travesura que hizo con ella. —Mira, la verdad es que no puedo "interrogarte" en contra de tu voluntad. No puedo "obligarte" a sacar cosas que no quieres. —Setsuna lo ve ponerse serio de nuevo y asentir duramente. —Es cierto, eres un hombre adulto. Sería muy tonto decirte que no averigüé sobre ti. Estuviste en hogares sustitutos un tiempo, a tu tutor le costó varios meses poder adoptarte. Es lo normal en los adoptantes solteros. Estuviste un tiempo internado, con un severo caso de desnutrición y maltrato… —Setsuna puede sentir la mirada de Vegeta como una espada negra a punto de matarla. —Sin embargo mírate, un profesional, un hombre con disciplina y buena salud ¿Qué mujer no haría lo que fuera para estar contigo? Eres perfecto. —Sonríe sincera.

Vegeta mira su mano, siempre recuerda la imagen que le quedó grabada de pequeño, una mano pequeña, minúscula, que no podía ni defenderse así mismo. En cambio ahora, con sus manos podría romperle la cara a quien se interpusiera. Al mismo tiempo, piensa en cómo necesita sus manos de una manera delicada, piensa en Serena, en su piel, en sus manos entrelazadas. También recuerda las marcas que le dejó las primeras veces, eso lo enoja. —Yo…No soy perfecto. Y definitivamente no creo ser lo mejor para Serena. —Trata de mantener las expectativas bajas sobre él. —Ya le digo, no sé qué le haya contado…Pero… —Se levanta de golpe, da la espalda y se odia así mismo por soltar la lengua. —Nadie puede ayudarme. —Sentencia mientras mira los libros de la biblioteca frente a él. No lee los títulos, los usa como distracción, dibuja las letras doradas en su cabeza.

Setsuna se levanta, camina y queda hombro con hombro con él. Frunce los labios. —Una vez más aciertas. La gente cree que la Terapia es como llevar el auto al mecánico y salir andando. Pero no, sólo podemos ayudarnos a nosotros mismos y estar dispuestos a enfrentarnos a nuestro peor enemigo; nosotros mismos. Muchas veces, enfrentarnos a versiones viejas que se transforman en sombras y demonios…

Vegeta exhala con hastío, la mira de lado, preguntándole a dónde quiere llegar con toda ésta cháchara sin sentido. —"Tengo razón, las cosas son así y nadie puede cambiar… La gente como yo, es así. Tarde o temprano, todo volverá a descarrilarse. Voy a chocar sin remedio."—Se angustia de solo imaginar a Serena, de nuevo en la situación de la otra vez, y también se angustia de pensar que lo de ellos algún día llegue a su fin. —"Sería lo normal, las pasiones se queman. Nada dura para siempre."

—Hay algo que siempre le digo a Serena. Es una frase trillada. —Setsuna puede verlo, luchando contra la oscuridad, en una tormenta feroz y es admirable cómo él la contiene con todas sus fuerzas. —Quienes no aprenden de su pasado, estarán condenados a repetirlo. —Lo observa voltear a ella, se miran sin parpadear. —Rezaré cada día para que los dos hayan aprendido de sus errores, sino su propio pasado puede chocarlos.

Vegeta abre la boca en forma de O, reprime un jadeo. Se relame, disimulando la ansiedad que provocaron las palabras de ésta mujer. Frunce el ceño y mira a los lados, siente que debe decir algo, argumentar en contra o asegurarle que Serena está a salvo, que él es más fuerte que toda su mierda.

Suena el suave timbre, un aviso de que la sesión ha terminado. Setsuna puede verlo fuera de lugar, sin saber qué decir. Le señala la puerta, lo acompaña con una sonrisa para darle consuelo. —Jeje, tranquilo. Ya te dije que tengo secreto profesional. Veo que eres un buen hombre, así como Serena es una buena mujer. Y a las personas buenas, sólo les deseo lo mejor. —Camina junto a él, larga otra risita. —No me mires así. Tú no "crees" en la terapia ¿Recuerdas?

Vegeta la mira y asiente. Recupera su postura altiva. —Lo mío con Serena… Lo nuestro…

Setsuna lo detiene con la palma. —Es asunto de ustedes y de nadie más. De mi parte, tan solo puedo enseñarles a manejar la ansiedad o el miedo.

Ansiedad…Miedo… Vegeta queda con ésas palabras, maneja de vuelta al trabajo por la autopista. —"Sí puedo sentirme más tranquilo al pensar en eso, supongo que la terapia hace ésas cosas, que uno se quite un par de tensiones. Hmp, ni muerto se lo voy a admitir a Serena."—Se ríe para sí mismo, apoya su codo y descansa un poco la cabeza de lado en la yema de sus dedos.

En el Templo Hikawa, Ami y Rei estaban en la cocina, tomando el té. Ami trataba de digerir la información de Rei, mejor dicho, procesar los detalles de lo que escuchó. Sacude la cabeza y la detiene. — ¡Pe-Pero! ¡Espera! ¡Está saliendo con Lita! —Se horroriza.

— ¡¿Qué me quieres decir?! —Rei presiona su pecho ante tal ofensa. —Yo no le quité el novio… E-Ellos salían, es cierto. —Exhala. —Mi-Mira. —Se muerde la lengua de tanto tartamudear, toma aire otra vez. —Son más amigos que otra cosa, no ha pasado nada entre ellos.

— ¡¿NADA?! —Ami otra vez queda tiesa, pero de incredulidad. Bien los recuerda, manoseándose en la discoteca.

— ¡Ami por favor! ¡Ya no grites ni te escandalices!—Rei trata de mantener todo lo menos dramático posible. —Él me contó y confío en él.

— ¡Je! Sí ¿Y hablaste con Lita? —Ami le levanta una ceja, la ve avergonzarse.

—Voy a hacerlo, a su tiempo. —Rei se siente nerviosa de sólo imaginarse ésa conversación. —"¿Y si me dice que se había enamorado de él? ¡Dios! ¿Qué hago?"—Llora por dentro y se come las uñas. Su instinto le indica que huya en dirección contraria.

—Está bien, no me meteré con eso. —Ami se sirve otra taza de té. —Si la cosa se pone color de hormiga, voy a intervenir y recordarles, a las dos, que la amistad es más importante. —Se toma una pausa. — ¿Y… Es algo casual? ¿Van en serio o…?

—Despacio, vamos con prudencia. —Rei toca un poco la realidad, bebe su té, cierra los ojos. Su cuerpo da temblores recordando el encuentro carnal. —"No soy algo de una sola noche, él me lo dijo."—Ya le cuesta trabajo verlo como ése Corredor mujeriego y pretencioso. Mira de lado su teléfono, pelea con su orgullo para saber si es prudente o no, llamarlo o enviarle un mensaje.

En la tienda de Mina, todo se preparaba para empezar a tomar medidas al primer grupo de hombres. Sus asistentes están entusiasmadas, no paran de hablar de cómo esto es una oportunidad única para la empresa de Mina. No entienden su cara tan seria y preocupada, pero asumen que es porque es algo importante. Jamás la han visto tan seria y concentrada.

Mina está detrás del mostrador, mira la hora en el reloj de la pared. Tiene sus dedos cruzados. —"Al mal paso, darle prisa…"—Piensa para darse valor y se repite que no debe desmoronarse. Raditz, Krillin, Diecisiete y Nappa vienen… Y también viene Broly.

Mientras, Broly, venía en el auto de Nappa, en el asiento del acompañante, junto a todo el grupo detrás. Los escuchan hablar de tonterías e interrogan a Raditz, para saber dónde amaneció. Broly tiene los brazos cruzados en el pecho, espía a Nappa. — ¿Y es como una revisión médica verdad?

Nappa lo mira de lado, lo ve tenso. Bueno, siempre está con una especie de tensión sobre sus hombros. —Pues, algo así. Es menos invasivo… Si te sientes incómodo, me avisas y damos una vuelta. —Mira hacia atrás y se escucha la voz de Diecisiete.

— ¿Pero ésa rubia diseñadora es novia de Kakarotto?

—Es "amiga", ya sabes. —Raditz le comenta.

—Ya entiendo porqué se preocupa Bardock. —Krillin niega cruzado de brazos. —Si siguen de "amigos" ¿Cuándo van a darle nietos?

— ¿Qué sabes tú? —Raditz muy juguetón lo sacude del hombro. —Jajaja, quizás es ella la que huye de mi hermanito.

Broly escuchó también, zumba con la voz en afirmación y mira por la ventanilla. —"Si ésa mujer se llega a propasar, me voy de ése maldito lugar."

Ahí los ven entrar, Mina y sus ayudantes quedan con la mirada chiquita. Son más imponentes que en las fotografías de las noticias.

Nappa se da cuenta de sus caras y señala atrás. —Si creen que soy grandote, ahí viene Broly.

Una nube enorme y negra, una especie de entidad oscura entra a la tienda. Todas quedan con los ojos chiquitos, menos Mina, que saca el pecho aunque sus rodillas tiemblan de miedo. —"¡¿Por qué me mira como si me odiara?!"

— ¡Mina! —Raditz se acerca muy contento, la ve con el ceño fruncido, es tan raro verla así. —Ay, ya sé, no soy el hermano que querías ver. Pero mira, dime si ésos ojos celestes no son iguales a los tuyos. —Señala a Diecisiete.

Diecisiete inhala, ofendido se aprieta el pecho. —Raditz, qué grosero. —Se acerca muy seductor, toma la mano de Mina y le deja un beso. —Mucho gusto Señorita. Mis ojos tendrán el color, pero no tienen el poder de los suyos, de poner Imperios a sus pies. —Sonríe de lado.

Mina se ríe, se cubre un poco la cara. —Cada hombre en ésa Empresa es más coqueto que el otro. —Todos, menos ése grandote de la cicatriz, que ha rechazado tan fríamente sus encantos.

—Mucho gusto, mi nombre es Krillin. No todos somos así, algunos somos hechos y derechos. Hombres de familia y trabajadores.

—Ay Nooo, cuñadito, tranquilo que Dieciocho no nos está espiando. —Diecisiete une sus manos y se burla.

Para la mala suerte de Mina, sus asistentes temen la presencia de Broly. —Yo me haré cargo entonces. Señor Densetsu. —Muy seria lo llama para tomar medidas.

—Anda, es una mujer muy simpática y sociable. —Nappa le murmura y queda atento, en caso de tener que asistir en la situación.

Broly se limita a gruñir y asentir, se quita los zapatos y la deja trabajar. Le piden pararse derecho y obedece. Escucha el sonido de la cinta métrica estirarse, le toman la altura. Ve que la rubia da saltitos y busca una silla donde pararse y medirlo desde la espalda. Mira atento el reflejo del espejo. Piensa en que ésta mujer coquetea y tiene manos indiscretas con todos, teme que se sobrepase, quiere mostrarle que él no es como los demás. Poner límites claros y definidos, como le dicen los terapeutas. Si algo no le hace gracia, él no tiene porqué aguantar tragos amargos, lo dice y se va al diablo. Después de todo, Broly no está para hacer amigos con nadie, en cada lugar que ha estado es trabajo y fin de la historia.

¿Por qué? ¿Por qué la mira así? Mina debe hacer un trabajo monumental para ignorarlo, pero está segura que los demás no pueden hacerlo. Flota un espeso humo de incomodidad en el ambiente. — ¿Te…Cough, le molestaría sentarse en el piso? —Habla suave, tanto que su voz parece de otra persona.

Raditz frunce un poco sus gestos, nunca vio así a Mina, tan apagada y preocupada. Broly es serio, pero no tiene para nada el mal carácter de Vegeta ¿Por qué se comportan así éstos dos? Los percibe muy incómodos.

Broly menea la cabeza en afirmación en tanto se sienta. Se tensa por instinto, mira en el espejo y sigue el movimiento de las manos de Mina, es sutil y lento. Ella hace contacto por encima de su camiseta con mangas largas, estira el metro con la punta de sus dedos, de un hombro al otro, suave pero sin detenerse. La ve concentrada y dictando números. Hasta llega al borde de su ropa, sin tocar su piel. —"¿Por qué me pone tan nervioso ésta mujer? ¡Odio esto! ¡Odio como me hace sentir!" —Toma las riendas de su mente, cierra los ojos e inhala profundo… Flores, siente que huele flores amarillas, silvestres y pequeñas. Un toque amaderado, muy delicado, le hace pensar en una fogata en una pradera. Se siente bien.

Lo escucha respirar más lento, lo ve con los ojos cerrados. Cuando va a medir su cuello, él los abre de golpe. Quedan mirándose a milímetros. —"Ta-Tan brillante…"—El corazón de Mina está en la velocidad de la luz, una mezcla de miedo, pánico y gusto parecen estar por hacerla caer en el desmayo.

Broly se volteó por reflejo, la tiene cara a cara, sólo la cinta métrica toca su piel. Son segundos, menos; son milésimas de segundos, donde el tiempo se detiene. El aroma tan agradable viene de ella.

— ¡Bien! ¡Todo anotado! —Mina se hace la tonta, rompe el momento incómodo y habla con sus asistentes. —Probaremos colores por si acaso, ahí tienen unas camisas y sacos de prueba.

Broly queda mirando sus manos ¿Qué fue eso? Siente que quiere salir corriendo, huir lo más lejos posible. No sabe si lo que siente es positivo o negativo, sólo sabe que le es muy incómodo y desconocido. Mira a Nappa y le asiente que está todo bien. Luego se mete a uno de los vestidores, se prueba una camiseta roja y otra, que le parece igual de roja, puede distinguir que la tercera es carmesí, casi como vino o sangre.

—…No, ve tu… —Una de las empleadas de Mina murmura y le da codazos a la otra.

—…No, ni loca. Mira si se enoja. —La otra tironea a su compañera de trabajo.

—Chicas ¿Ya está? —Mina está en el pasillo de los vestidores. Pone las manos en la cintura, sus empleadas tiemblan de nervios. Ella también está nerviosa, pero lo simula muy bien. Se acerca al vestidor de Broly. Tose fuerte para llamar su atención. —Señor, es sólo para ver qué tono de rojo les queda. Elija el que más le guste. —Dice en voz alta, escucha que le gruñe en afirmación. Mina rueda los ojos al techo, ve la cortina un poco abierta. Cuando va a acomodarla, el filo de su ojo capta la espalda morena de Broly, doblándose un poco adelante, quitándose la camiseta, para probarse otra. Una construcción de músculos sobre otra, el sujeto parece irreal y su mandíbula cae al suelo. Las cicatrices en su espalda, lo cruzan de lado a lado, parecen de latigazos. Cada movimiento contrae músculos que ni Mina sabía que existían. Aunque Mina no quiera, está paralizada en asombro y admiración. —"Es como ver una obra de arte viva…"

Broly mira en el reflejo del espejo, en una pequeña abertura de las cortinas de su vestidor, ésa mujer lo estaba espiando. Se endurece de golpe, está fúrico. Se voltea a ella y la tironea de las muñecas dentro del vestidor.

Mina sólo atina a exhalar por la sorpresa, debió gritar, pero siente que no puede, está paralizada. Es como una muñeca de tela, frente a la fuerza bruta y total con la que Broly acaba de inmovilizarla. Con los brazos encima de su cabeza, presionada con ésas gruesas manos contra la pared. —"¡Grita! ¡No, espera! ¡Discúlpate! ¡Grita tus disculpas!" —La razón de Mina es un nudo, su respiración se acelera.

La ve asustada y lo que le sigue, se acerca a ella frunciendo el ceño, como un león a punto de despedazar su presa. —No me interesa tener cerca a ninguna "zorrita" como tú. —La escucha tragar saliva, se inclina un poco más para quedar alineado a su vista. —Que ni se te ocurra tocarme la piel con tus sucias manos de mujerzuela. —Sisea contra su rostro y ella asiente.

Mina no puede sacar su vista de él. Por alguna extraña razón quiere demostrarle que no le teme, pero hace todo lo contrario y peor, sus ojos empiezan a llenarse de lágrimas. —Lo-Lo siento. —Dice casi como un suspiro.

Broly observa ésos ojos celestes llenos de lágrimas que caen en cascada. La suelta de inmediato, entra en pánico. Tal vez ella no lo estaba espiando. —"¡No, no! ¡¿Qué hice?! ¡¿Qué hago?!"—Abre y cierra la boca, ahora es él quien está asustado. Actuó violento, a la defensiva, sin pensar.

Mina se cubre la boca. —No fue mi intensión, voy al baño. —Presiona sus manos contra la boca y se va como un rayo.

Broly quiere arrojarse a las llamas ¡¿Qué carajos hizo?! Se golpea la cabeza contra su puño, siente que está en un embrollo al cual no le encuentra solución. —"Sal y pide disculpas y ya…Pe-Pero ¿Y si me acusa? Tendría razones. Pero no quería atacarla…Sin embargo la ataqué ¡Ay carajo!" —Se pone una camiseta y sale, ubica con la vista a Nappa ¡Eso! Si Nappa le enseñó habilidades sociales a Vegeta, también puede enseñarle a él. —"¿Cómo lo tomará si le cuento? Es decir, Vegeta es un hijo para Nappa, yo no…"

— ¿Todo bien? —Consulta Nappa y la mirada de Broly le indican, alerta naranja.

— ¡Bien! — La voz chillona y alegre de Mina llama la atención de todos. Aplaude un par de veces. —Creo que Rojo vino, carmesí será el elegido, eso junto al color negro. —Dicta en voz alta a sus ayudantes. Mina había huido al baño, se lavó el rostro con agua fría y salió tomando coraje. Trata de no hacer contacto visual con Broly y actuar normal.

Por su parte Broly está confundido, Nappa se acerca, lo mira a los ojos queriendo respuestas. Pero ni siquiera el mismo Broly entiende qué sucede. Niega con la cabeza, dándole a entender que luego le contará.

—… Un grupo se va, el otro entra. —Raditz vocifera en la acera, ve la camioneta de su padre estacionando. Toma su teléfono y le escribe a Rei en esos segundos libres.

De: Raditz

Hola Rei, quiero que sepas que he hablado con Lita. No debes preocuparte. Quiero verte ésta noche, para hablar y algo más…

—Espérenme aquí, me voy con ustedes. —Le avisa a Nappa que él irá en su auto. —Yo entro y salgo. Tengo demasiado trabajo.—Bardock usa ésa excusa, no quiere ni arriesgarse a cruzarse con Lita, sabe son todas amigas de Serena... Observa ésa sonrisita pícara en su hijo, supone que es porque junto a ésa rubia habrá pasado toda la tarde coqueteando. —"¿A quién habrá salido tan descarado y pervertido mi hijo?"—Ruega al cielo y al espíritu de su difunta esposa por una respuesta. Dos caballos tiran de sus riendas, uno donde ve a su hijo, como lo que es, un hombre adulto que se la pasa seduciendo mujeres. Se pregunta si Lita sabe que ella no es la única ¿Le gustará eso? De nuevo, se recuerda que apenas la conoce y reconoce que quiere conocerla aún más. El otro caballo le relincha y bufa con fuerza que es su hijo ¡Está detrás de la mujer de su hijo! ¡¿Cómo puede llamarse un padre para él?! —"Ay Gine, por favor, espero que no me estés viendo, te lo ruego."—Se frota la frente y la garganta, quiere gritar de rabia.

—Hey, una cerveza en la noche. —Nappa sacude a Bardock del hombro, lo ve tenso.

Bardock de inmediato cambia la cara. —Sip. Es una cita. —Bromea dándole un puñetazo en el brazo.

Nappa sonríe con él, se acerca a Broly y a Vegeta, su intención es que Vegeta también participe de lo que sea que tenga que decirle Broly.

—Hola Mina ¿Todavía no han almorzado? —La dulce voz de una mujercita hace voltear a Nappa, olvidándose de los embrollos de su grupo de amigos. — ¿Qué tal todos? Mi nombre es Ami Mizuno.

Observa a la mujer inclinarse con respeto y enderezarse con una sonrisa, su cabello azulado ondeando. —Doctora… —Nappa habla, casi derritiéndose por su presencia e instantáneamente, se queda mudo. Todos lo quedan mirando. — ¡Rápido que todavía hay trabajo! —Grita como una orden, se mete al auto y arranca el motor. —No, no, no, no… —Musita presionando los dientes.

Ami parpadea sin entender. —Oh, pues, sólo pasaba a dejarle el almuerzo a mi amiga. Jeje… —Le pasa un bento con un termo.

—Gracias amiga. —Mina le da un abrazo fuerte. —Ahora te debo el almuerzo.

—No, gracias. —Ami lo dice con horror y Mina le saca la lengua. —Además estaba de paso, estoy viendo departamentos… — Acomoda un mechón de su cabello y espía de lado a Nappa en el auto. —"Hmmm, quería acercarme y volver a agradecerle…"

Nappa ve a todos sentarse. — ¿Ya se pusieron los cinturones? —Parpadea a Bardock que le señala del lado de su ventanilla. Al voltearse una sonrisa femenina lo deja con las cejas en alto. Baja el vidrio.

—Perdón, sé que están ocupados. —Ami de pronto se siente fuera de lugar, pero siente que necesitaba saludarlo más personalmente. —"Quizás es porque siento culpa porque él se dio cuenta que le tenía miedo, aun después de haberme ayudado."

Nappa apaga el auto, se queda mirándola, esperando que le diga lo que quiere decirle. — ¿Sí Doctora? —Siente miradas curiosas alrededor. Da un saltito, casi golpeando su cabeza con el techo del auto. —Ah, sí. Ella es la Doctora Ami Mizuno, la conocí en el Templo Hikawa, cuando te fui a buscar. —Señala a Raditz.

—Hola Ami. —Raditz saluda desde atrás, levanta su mano. Se la cruzó un par de veces de lejos y luego la vio dormida en la sala, mientras se escabullía de la cama de Rei.

—Ho-Hola…—Ami apenas levanta la mano, enrojece y le sale humo de las orejas de solo recordar todo lo que escuchó cuando intimó con su amiga. —Mu-Muchas gracias por arreglar la electricidad y la calefacción.

Raditz sonríe y se endereza. —Gracias, no fue nada. El Templo me ayudó mucho, se lo debía a Rei.

Bardock ve a su hijo con una sonrisa sincera y brillante, mira un poco a ésta mujer. —"¿Cuántas "amiguitas" tiene mi hijo?"—Suspira a sus adentros. Mira con el ceño fruncido a Raditz, como regañándolo. —"No vería a ninguna otra… Si yo tuviera a Lita."—Se muerde la lengua por la rabia, porque no, no la tiene.

—Oh ¿Quiere hablar con Raditz? —Nappa lo señala atrás.

—No, no. —Ami responde rápido. —Eh, quería hablar contigo.

Puntos suspensivos enormes se dibujan sobre todos dentro del auto. Nappa sacude la cabeza. — ¿Sí? ¿Sucedió algo? —Se preocupa, quizás tomó acciones legales contra su ex por acosarla y necesita ayuda.

No entienden porqué se quedan en un silencio incómodo, como la primera vez. —Nada, sólo quería… Agradecerte de nuevo. —Ami pone una mano en la puerta del auto, se pone de puntitas para acercarse. —Gracias y… Llámame Ami. —Unos simples segundos, sus miradas se conectan. Se ponen nerviosos, creen que es por éstos silencios y concluyen que no tienen nada en común para hablar… Pero al mismo tiempo, no saben porqué quieren hablarse.

—"Me gustaría saber qué decir cada vez que te veo…"—Piensan los dos exactamente, al mismo tiempo.

—Hasta luego, Nappa. —Ami dice con esperanza, se aleja. Quizás es la sensación de protección y seguridad que él le dio.

—Hasta luego, A-mi…—A Nappa se le traba la voz, le da pena, como si le estuviera faltando el respeto a ella. Para relajarse en el camino, Nappa contaba qué fue lo que pasó y cómo la conoció en detalle.

—…Sí, es una Doctora. Es compañera de cuarto de la Encargada del Templo. —Raditz agrega. —Parece buena gente, espero que ése Ex se pierda, sino podemos ver para darle una paliza. —Golpea su puño en la palma.

—Deja de meterte en líos de faldas. —Bardock levanta el tono, se cruza de brazos mientras lo regaña. Rechista de lado.

Raditz ahora entiende porqué su padre lo miraba feo. —Papá, ya no ando en líos de faldas. Ya te lo dije, y te digo ahora; pienso tomarme las cosas más en serio.

—Es lo que dices, pero no lo que haces. —Bardock comenta con resignación, al menos quiere que a Lita la respete.

Raditz en lugar de ofenderse, comprende totalmente. La evidencia está en su contra, así que despacio, sus acciones irán hablando por él. —Ya verás papá… —Muy seguro se recuesta y toma su teléfono lee el mensaje de Rei. Se tapa la boca para no reírse.

De: Rei

¿Algo más? Hmmm… Tendré que ver si puedo ponerle paneles contra el ruido a mi cuarto. Y si mi cama se rompe, tendrás que pagarla.

De Raditz

La pago, y es una oportunidad de considerar otras superficies ¿El suelo? ¿La pared? ¿La bañera? ¿La alfombra? Mis rodillas están perfectas para posiciones de parado.

Rei estaba preparando todo para una boda, abre el mensaje. Se prende fuego de pies a cabeza, debe sostenerse la cara para no sangrar por la nariz. Solo imaginarse la figura musculosa de Raditz, tomando su cuerpo en posiciones verticales, sólo con eso, su entrepierna pasa de roca a lava ardiente.

— ¿Todo bien? —Consulta una de las ayudantes que anotaba los detalles de la ceremonia.

—Eh, sí. —Rei abanica su rostro. —Uff, tengo sed, tanto caminar y hablar contigo. Jajaja. —Disimula y responde rápido.

De: Rei

Demonio Lujurioso, no tienes vergüenza.

En el camino, se reían y comentaban sobre la ropa con entusiasmo. Broly queda en silencio y Nappa ya se olvida siquiera que le había pedido hablar.

En el taller…Pareciera que Nappa está en el trabajo, pero en verdad está volando alto, muy alto y en piloto automático. Está ajustando los controles y pedales del auto de Broly y verifica todo en las computadoras. Una enorme presencia que le hace sombra lo despabila y un par de ojos en pánico le hacen recordar.

—Na-Nappa ¿Pode-podemos hablar? —Broly habla con temblores, creyó que era mejor si el asunto quedaba en la nada, pero no se siente para nada tranquilo. Cada momento, le pesa más y más, y hasta siente que empieza a dolerle la imagen de ésa mujer llorando. —Aprovechando que esta…Estamos solos… —Susurra.

Nappa baja la vista, así oculta sus ojos rodando. —"Cierto ¿En qué lío se habrá metido?"

De nuevo Broly mira encima de su hombro, están solos. — ¿Puede ser un lugar más cerrado?

Nappa le señala la pequeña oficina que comparte con Bardock, entre el taller y la sala de entrenamiento. Se sienta en el escritorio y Broly en la silla, inclina la cabeza de lado. —A ver ¿Qué pasó? ¿Cuál es el misterio?

—Prométeme que no te vas a enojar. —Murmura y retuerce su gorra. —Yo te tengo respeto y nunca necesité hablar con alguien como ahora.

Baja tanto el tono que Nappa debe inclinarse a él y prestar atención. —Aprecio eso. —Gira su muñeca, indicándole que vaya al tema de una vez. Y ahí lo escucha, relatando como un niño que "sin querer", rompió una ventana ajena. Sin embargo, Nappa se enfurece. — ¡¿PERO CÓ—Se pone de pie de inmediato y frena su puño derecho, puede notar su arrepentimiento. —Da-dame un par de minutos. —Nappa camina hasta el rincón y se traga el coraje, refunfuña contra la pared. —Respira, respira… Es como cuando Vegeta le sacó el diente a ése niño… —Se mentaliza en voz baja que no todo puede resolverlo a los golpes.

Broly siente a Nappa voltearse, mira al piso, a sus pies. Sin siquiera saberlo, puede sentir una energía asesina que lo atraviesa. —Lo siento… —Murmura en una sola respiración.

—No es a mí a quien debes decirle eso. —Señala a la puerta. —Sino a la pobre mujer que le hiciste eso. —Tiene que esforzarse para que los gritos no salgan de su pecho. — ¿Cómo se te ocurre atacarla?

— ¡No la ataqué! —Broly se levanta de su silla. —Ella me espiaba, me asusté y actué a la defensiva. —Baja el tono y se vuelve a sentar.

Nappa pasa su mano, como si peinara mechones, cree conocer la razón de su calvicie. — ¿Asustarte? La mujer mide casi la mitad que tú ¿Qué crees que pensó ella cuando un tipo como tú la inmoviliza contra la pared y le dice ésas cosas horribles sin conocerla? —Chilla al cielo.

—Una vez se me acercó sin permiso, no me gusta socializar y-yo. Tú sabes que me asquea el tacto. —Broly cruza sus dedos.

Nappa se cruza de brazos y deja caer la cadera. — ¿Y ella qué sabe de tus traumas? ¿Le advertiste? —Recuerda a ésa rubia, sip, puede decir casi con seguridad, que es tan pervertida y coqueta como los hermanitos Son. — ¿Estás seguro que te espiaba? —Lo ve encogerse de hombros y menear la cabeza.

—No estoy muy seguro, todo fue muy rápido. —Broly piensa bien, no le dejó oportunidad a nada.

—Primero, debes disculparte y segundo, debes explicarle que tienes Hafefobia. —Nappa le da una solución. —Que fue por eso que te asustaste y te sentiste atacado.

—No me gusta andar explicando mis cosas. —Broly se ofende y frunce el ceño.

— ¿Ah sí? —Nappa lo pica con un dedo encima de la chaqueta. —Pues te aseguro que a ésa muchacha tampoco le gusta que la ataquen así o la llamen mujerzuela. Mucho menos un tipo que parece un demonio gigante. —Lo escucha gruñir. —Ruega al cielo que ella no te resienta y te haga mala fama, debes cuidar tu imagen pública ahora. Debes acostumbrarte a tratar con la gente, de una manera más suave.

— ¿Suave?—Es lo único que Broly tiene para decir.

—Sí, suave… —Nappa le repite y también suaviza su tono. —En especial con una mujer. La clave de ser caballero es ser suave. Por favor, prométeme que si hablas con ella vas a tratarla así. —Lo mira muy serio, porque Nappa no está jodiendo.

—Suave… —Broly asiente con los ojos conectados a los de Nappa. —Sí, lo voy a hacer.

Se escucha que golpean la puerta. —Hola ¿Sucede algo? —Krillin consulta a través de la puerta.

Nappa abre. —Nada, una charla.

—Me mandaron a llamarlos a los vestuarios. —Krillin sonríe, hace bailar su cabeza para ver si lo nota.

— ¡Oye! ¡Es la gorra nueva! —Nappa se la ve puesta, van los tres a ver los nuevos uniformes.

Kakarotto entra, recién llegando de medirse ropa en la tienda de Mina. Mira las cajas y si bien frunce el ceño por los colores ¡Maldita sea! Las modificaciones que hizo Mina en el diseño quedaron espectaculares. Casi le recuerdan a su uniforme en el ejército.

—Por favor, miren qué buena calidad. —Serena saca una gorra y se la pone. Carga una caja, que contiene varias camisetas y chaquetas para el equipo de los Pits. La caja se siente liviana de golpe, Vegeta la ayuda y en ése pase involuntario del peso, él roza sus dedos y sonríe, mirándola a los ojos.

Atracción, electricidad, humedad, palpitaciones. Todo eso le provoca ésta mujer, más se intensifican todas las sensaciones, al verla pasar por lo mismo. —"Sus ojos son tan transparentes… Espero que a mí no se me note tanto…"—Vegeta piensa con algo de hastío, un hastío falso que usa su orgullo para no darse a torcer.

Dieciocho habla de los eventos, en especial el inaugural que se dará en la Torre de Tokio. Serena actúa como si escuchara, hasta hace el acto de asentir muy seria. —"¿Cómo le habrá ido con Mina? Se me hace raro que ésa mujercita, no me haya enviado mensajes a cada rato, haciendo su trabajo de inteligencia."—Mira a Milk unos segundos, la ve natural, escuchando todo y probándose su chaqueta con el nombre bordado. —"Parece todo natural…" —Mira a Vegeta de nuevo. —"Me pregunto si Milk y Vegeta charlaron de algo en el negocio de Mina… ¡No, basta!"—Sacude sus inseguridades, ve a Kakarotto bromeando con Milk. Después sus ojos azules quedan de nuevo, atrapados en la fuerza de ése par de nubes negras, cargadas de tempestad. Vegeta no ha dicho ni A, supone que se hace el serio o el misterioso. —"¿Por qué me gusta tanto éso?"— Ninguno de los dos puede evitar ir acercándose de lado, simulando estar apoyados contra la pared.

— ¡Oigan! ¡Ustedes dos! —Tarble aplaude, como si separara dos perros. — ¿No escucharon lo que pregunté?

Vegeta sacude la mirada, con los brazos cruzados, saca el pecho. — ¿Qué? —Cortante.

— ¿Que si alguien de la prensa los ha seguido? —Tarble repite.

Bardock levanta la mano. —Creo que aquí el objetivo es Vegeta y Serena, como fuimos en mi auto supongo que suspendieron cualquier persecución.

—Además fuimos discretos. —Nappa le revuelve el cabello a Tarble. — Anda "Universitario", no te preocupes que de algo nos sirvió el Servicio Secreto.

—…Te queda bien, tenemos que sacarnos una foto. —Kakarotto se pone su chaqueta y su gorra. Pasa un brazo por encima de Milk. Saca una selfie de ellos dos. — ¿Ves? Somos guapos. Jajaja Y ya verás, los vestidos para los eventos te quedarán todavía más lindos.

Milk levanta una ceja y frunce los labios. —De acuerdo, si tengo que ser honesta; sí disfruté probándome ropa tan fina y elegante. En especial cómoda. —Hace tiempo que ni siquiera un par de zapatos se compra. No es por falta de dinero, sino porque su mente ha estado demasiado enfocada en el trabajo. Mira alrededor y sí, siente que ha valido la pena. —Tal vez necesito más amigas mujeres…

—Mina es la mejor, confía en ella. —Kakarotto le asegura. — ¡Ya mismo le envío a ella la foto! ¡Así sabe que la fábrica, ya tomó las modificaciones que hizo en el diseño!

Milk desarma sus brazos cruzados. — ¡No te di permiso para eso!—Trata de quitarle el teléfono a ése tonto. — ¡Más te vale no subirla a tus redes sociales o algo así!

— ¡Claro que no! —Kakarotto le explica. —Sólo para que nuestra amiga vea los resultados de su trabajo. —Le guiña un ojo, la ve rodar ésos ojos negros al techo y darle permiso. Ya sabe él, que con una sonrisa convence a su amiga la gruñona. —Hace tiempo que ya no estoy metido en redes sociales…

Milk levanta una ceja. — ¿De verdad? ¿Y ése cambio? ¿Te empezaron a acosar tus "novias"? —Se burla de él y siguen charlando, mientras Kakarotto envía el mensaje.

Mina tomaba una bañera relajante, sus piernas ardían, tanto como su cabeza y sus ojos. Es la primera vez en mucho tiempo que trabaja en piloto automático, con el cerebro solo en su profesión y nada más. Se repite que está bien, que así es una mujer adulta, no todo son juegos, risas y chismes. En el fondo, sabe que no es por haber redescubierto una etapa madura de su personalidad, sino por la tensión que le dejó ése desafortunado evento ¿Cómo pudo afectarla tanto? Racionalmente, no fueron ni dos minutos, emocionalmente, fueron dos vidas y algo más… — ¿Cómo se atreve a decirme mujerzuela? ¿Y él qué? ¡Hmp! Los más callados son siempre peores. —Refunfuña enojada y en voz baja. Mira sus muñecas, la dejó a su merced como si nada. Suspira y se hunde en la espuma. Recuerda ésos ojos negros, tan furiosos que parecían lanzarle rayos que la pulverizaban.

Antes de acostarse a dormir, Mina observa su teléfono. Tiene un par de mensajes sin leer, uno de ellos es de Kakarotto. —"¡No puedo creerlo! ¡Me olvidé de vigilar a ése par tan sospechoso!"— Se pone una camiseta larga que usa para dormir, se sienta en forma de loto. — ¿Cómo puedo estar así? Siento que solo puedo concentrarme en el trabajo, no puedo estar en todas como siempre. —Siente una opresión en el corazón. Tiene demasiado revueltos sus sentimientos, como para ver por los demás. —O sea, sí. Lo admito. —Levanta las manos y mira al cielo y se confiesa ante Dios. —Sí he estado hasta con más de uno a la vez, he hecho mis locuras, coqueteo con cada muchacho guapo que se me cruza por delante. Pe-Pero eso no significa que… —Empieza a ver que Broly tiene un poco de razón sobre ella, niega con la cabeza. —No, no. Luego de ése error que cometí en mi juventud, yo les dejo bien en claro a los hombres que yo no soy exclusiva, que si lo aceptan bien y si no… —Todos los regaños de sus amigas vuelven como violentos flashbacks. — ¿Y si yo fuera hombre? Las chicas me dirían "hombre zorra"…—Se responde, un par de lágrimas caen de sus ojos. —Es que yo esperaba a alguien más, esperaba al mejor, al correcto. Por supuesto que no me iba a quedar, virginal y sin probar los placeres de la vida… Sin embargo ahora… —Piensa en Serena y su relación con Darien, siente envidia, incluso pensando en Serena y Vegeta. — ¿Acaso me quedé esperando un cuento de hadas? —Recuerda lo que siempre le repetía Ami. — ¡Ay! Debo responder a Kakarotto…Abre el mensaje.

De: Kakarotto

Mina ¡Mira lo genial que quedaron tus diseños! Sólo porque son tuyos voy a soportar usar éstos colores ¡Ya quiero probarme la ropa de los eventos!

PD: Recuerda, extra sexy para mí…

Mira detenidamente la foto, Milk y Kakarotto con las gorras y las chaquetas, mirando a la cámara con una sonrisa. Una bonita selfie, trata de ver si la mano de alguno de los dos está en lugares peligrosos. Pero nada y sólo hacer eso le produce jaqueca. Pone el despertador y se tira a dormir.

Serena está especialmente callada, Vegeta la lleva a su casa. Toman las precauciones necesarias por si algún reportero o fotógrafo los embosca de nuevo. Aunque suene frío, Serena quiere que la única información que salga de cualquier miembro del equipo, sea a través de las entrevistas y promocionales. Que es lo único que debe agradecerle a los chismes, tienen la agenda llena de entrevistas.

—Y… —Serena rompe el silencio. — ¿Cómo te fue con Setsuna el otro día?

Vegeta mira a los lados en el semáforo, da un vistazo por el espejo retrovisor; vigilancia rutinaria. —Mmm, puedo contarte pero ¿A cambio de qué? —Sonríe grande de lado y presiona una mano en la rodilla de Serena.

—Te hablo en serio. —Serena le da un pequeño manotazo a la mano de Vegeta, y se la deja apoyada en la palanca de cambios.

—Si en serio quieres una respuesta, deberás pasar la noche conmigo. —Vegeta sube su mano desde la pierna de Serena hasta su mano. Toma sus finos dedos, se aferra suavemente.

—Ya estamos camino a mi casa. —Serena no quita la mano, también se aferra a él.

—Puedo cambiar rápido de dirección o bien, puedo meterme a tu cuarto. —Vegeta sugiere, en parte porque le gustaría aunque sea pasar el tiempo en el espacio íntimo de Serena. —Jaja, prometo que será solo para dormir.

—El fin de semana está cerca. —Serena hace el comentario, pero sin querer no suena alegre. Se da cuenta y mira por la ventanilla. —Y tenemos la Fiesta Inaugural de la Temporada, los días son cada vez más cargados. —Se justifica y trata de simular naturalidad.

— ¿Pasa algo? —Vegeta siente que algo le oculta y eso lo pone de malas.

—Nada, lo que ya te dije. —Serena intenta relajarse, pero siente que eso la hace ver más nerviosa. Mira por el rabillo del ojo, la mirada negra y amenazante de Vegeta. —Ya está bien. Déjame aquí. —Un intento inútil de escapar a unos cien metros de la casa.

Inoportunamente, Vegeta tuvo que frenar en la esquina para dejar pasar un grupo de niños, su vista está desconcertada, en tanto Serena toma sus cosas, abre el auto y se escapa. — ¡Serena qué— Vegeta recibe el portazo del auto en la cara.

Serena ni siquiera mira atrás, casi volando llega a la puerta. Deja la bolsa con la ropa nueva de la Empresa, busca sus llaves en la cartera. —"¿Por qué no puede aceptar que estoy con mucho trabajo? Mejor dicho que ESTAMOS llenos de trabajo. No siempre vamos a tener tiempo, no somos adolescentes o jovencitos…Quiero tomar las cosas a paso lento, suave…"— El subconsciente de Serena, sabe muy bien la respuesta. Es porque él sabe que ella está mintiendo, que está ocultando algo. Eso la pone más nerviosa.

—¡Serena! —El grito alegre de un hombre la deja catatónica. Serena voltea y se le cae la mandíbula. — ¡Por Dios! ¡Te ves espectacular! ¡Hermosa!

Serena responde al abrazo, siente que extrañaba un poco el calor de sus brazos, aunque sea inoportuno. — ¡No me dijiste que vendrías! —Los brazos del rubio la levantan del suelo y la hace dar un pequeño giro. La deja en el suelo, sacude la cabeza y su vista se va a Vegeta, técnicamente cayendo como un misil.

¡¿Quién mierda es ése?! Vegeta ni siquiera lo pensó, bajó del auto, azotó fuerte la puerta ¿Es esto lo que ella le ocultaba? ¿Ése tipo? ¡Es imposible! No obstante, los ve abrazarse tan alegremente y eso es como el click de un gatillo. Toma del hombro a ése maldito. — ¡Quítale tus manos de encima! —Presiona su puño, el tipo forcejea con él.

Serena abre grande la vista, el puño de Vegeta toma impulso. —¡VEGETA NO! —Al mismo tiempo que grita, se interpone, tratando de separar a ambos hombres a nada de romperse la cara. — ¡Es mi hermano!

Vegeta lo suelta y da un paso hacia atrás. Todavía le hierve la cabeza. — ¿Tu-Tu hermano? ¿No dijiste que era pequeño?

Serena se ofende por ésa falta de confianza, toma aire para hablar, pero su hermanito toma la palabra. — ¡Sí, soy su hermano Samuel! ¡¿Y quién mierda eres tú?! —Mira a su hermana con enojo, luego mira a ése sujeto. Está dispuesto a demostrar que él es un hombre de verdad aquí mismo. Da un par de pasos, dispuesto a dar el primer golpe contra ése bravucón que pretende a su hermana.

¡Dale con la silla! A Sammy a Vergeta, cualquiera, queremos pinch3s ch1ngadazos XD (No sé si entra en cliffhanger, sería un ¿mini suspenso?) ¡Hasta el próximo viernes!

Saluditos…

Nita-chan84: baia, baia, celos y dudas de un lado y del otro ¿Terminará todo en una pelea de gatas? Jejeje. Creo que Kakarotto y Serena son demasiado parecidos, o sea sus personalidades tan, pero tan iguales se repelen en mi mente. Puedo verlos como amigos, pero nada más. Y sí, el Yamcha la llevó en los malos pasos. Ami Winehouse señora culturosa, yo la saludo XD Bueno, no sólo los celos del Vergeta, ése Kakarotto todo atrevido. Pero los tacones, además de darle estilo, Serena los usa para defensa personal XD Me lo imaginaba al Raditz acercándose amenazante, empujando al Jadeite y gritando: "¡Aléjate de ella hermoso hombre de perfecta figura!" ( not homo) Jajaja. El NappAmi viene SUAVE! Como me mata tu mirada XD Jajaja, sí, cómo me gustan las escenas hot del ReiDitz, porque me gusta la Rei con experiencia, tomando el toro por las bol- cuernos, cuernos. Me alegra que te gustara, a veces reviso un poco, porque empiezo y escribo y escribo zabrozura y no puedo parar ASDFGHJK *baba_en_teclado. Siempre me queda la duda de si fue demasiado Jaja. En el KakaChi se friendzoneaban entre los dos, estilo "me gusta tanto que no puedo ni hablarle" XD ¡Gracias por el Ki Lunar! Hay veces que la cuerpa no aguanta, Jajaja uno lo presiona y lo presiona, pero estuve viciando bien rico con tecito y caldo en la #RanKaneweek Un beso grande ¡Gracias por tu rw!

OhaioIzumikun: Sí, sí y sí. Ya estamos a nada de calentar los motores broom, broom XD Qué vengativa eres Rubí, pues el orgullo y el ego de Seiya han sido lastimados. Y Vergeta inocente? Hmmm, ya sabremos más de ésta historia. Y el ReiDitz, pues como dijo el LuisMi "Un plllaacerrr". Es como el pasado viniendo a morderte lo de Jadeite, cosas que tal vez no cerró bien Rei, en especial porque se estuvo preguntando si lo que eligió fue correcto y ahí el universo dándole las herramientas para sus respuestas. La Ami envidiosa, Jejeje, da años de vida, tan divina también, pero ya vorás, vorás que chí XD Bardock y Lita, si no encuentran el norte, pues se estrellarán en el centro. Veladora para ellos y muchas gracias por tu tiempo y tu rw :)

Alexandraaa417: Baia, baia, nos volvemos a ver Sr Bond XD Justo, justo que iba a cerrar todo y decir: "Travesura finalizada", jajaja tu rw calentita. A ver, a ver. Sí lo de Bulma tendremos pistas, versiones. Pero más adelante pienso poner con lujo de detalles lo que ha sucedido, ya lo dijo Kakarotto, la situación es complicada. Ay qué bueno que te gustó la escenita ReiDitz, siempre espero reacciones respecto a ello, en parte es mi perversión y en parte porque me dejo llevar y llevar, escribo y escribo digo: "Sí, sí, que le muerda, le chupe y le de giros con la lengua, que le coma todo aSDASDSFJFLKSD ¡Mas! ¡Más! ¡Maaaaas!" Así que gracias, autoestrellita para mí XD Ésa Mina, pobre, las cosas se le ponen difíciles con Broly. Y el BardLita está ahí, al filo de la navaja ¿La distancia los ayuda a olvidar? Hmmm... Más parece que son los viejos zabrozos los que no saben qué hacer con el ganado tan joven jajaja. Y volviendo al ex de Rei, sí me dio risa como lo tomó Raditz estilo: "Déjeme estrechar su mano de poeta a poeta" y ahí va ahí va, la vida de Raditz después del accidente dio un vuelvo en más de un sentido. Y el púdrete Seiya me desmayó de la risa jajaja. Por favor cómo no voy a leer tu RanKaneweek, si estuvo para chuparse un manguito. Gracias a ti por tu tiempo y buenos deseos *veladora_para_la_inspiración* y un beso grande!