CAPÍTULO 2: PLAN DE DEFENSA
El día transcurría con tranquilidad en el Santuario. En el área confinada para Santos femeninos, las guerreras de Athena entrenaban como de costumbre.
-Estoy exhausta – dijo una mujer alta de cabellos largos, tumbándose en el pasto- deberíamos dejar el entrenamiento hasta aquí e ir a comer.
-No empieces con eso Geist, anda -insistió Shaina- ponte de pie. Aun falta una hora para el mediodía.
Ante la renuencia de la morena, Shaina lanzó un ligero golpe, haciendo que la morena lo esquivara y terminara dando volteretas en el piso.
-¡A veces eres insoportable! -dijo molesta Geist, poniéndose de pie- No entiendo por qué esa obsesión con entrenar tan duro todos los días.
-No tiene nada de malo querer ser la mejor.
-¿La mejor en que? Bien sabes que estas al nivel de varios caballeros de plata masculinos. Shaina, no tienes que demostrarle nada a nadie.
-Lo sé y quizás es tonto pero…- alzó su mirada ilusionada hacia las doce casas y terminó la frase en un susurro- tal vez algún día pueda ser algo más.
-Perdón ¿dijiste algo? - Geist preguntó mientras se quitaba la máscara para lavar su cara.
La peliverde negó con la cabeza mientras tomaba una toalla para secarse el sudor, recordando su llegada al recinto.
Con tan solo 8 años y siendo una pequeña huérfana italiana, miraba por la ventana cada noche las luces de los 12 templos que se imponían en el paisaje. Se preguntaba cómo serían aquellos míticos caballeros dorados, si eran tan fuertes como contaban y si alguno de ellos sería una mujer. Y mientras creció entrenando para convertirse en un Santo femenino, en su interior fue creciendo ese deseo de convertirse en una guerrera, que algún día pudiera ser considerada tan fuerte como aquellos caballeros de las leyendas.
-¡Shaina, Geist! -la voz de una tercera mujer interrumpió los recuerdos de la cobra- las estaba buscando, el Patriarca nos ha llamado, quiere vernos en su templo.
-¿El patriarca? -preguntó Geist- ¿estás segura de eso, Marín?
La peliroja asintió ante el asombro de las otras dos. El sumo sacerdote pocas veces se dejaba ver y ninguna de ellas había sido antes llamada ante él.
Aun así, decidieron ir de inmediato y subir por las interminables escalinatas que llevaban hasta el templo del maestro.
-Todo en el Santuario parece normal- observó Shaina- ¿Por que nos habrán llamado?
-No lo sé -respondió Marín- El viejo Gigas solo dijo que fuéramos cuanto antes, así que andando.
Al llegar al treceavo templo las tres se detuvieron.
-¿Soy la única a la que este lugar le da escalofrío? -cuestiono la amazona de cabello negro al entrar- Se supone debería ser un lugar lleno de armonía, pero emana un cosmos muy inestable.
-Y muy poderoso también – agregó Shaina- entremos.
Dando un paso adelante, Marín abrió la enorme puerta del salón principal, donde lo único que se escuchaba eran sus propios pasos. En el trono, un hombre se encontraba sentado en quietud, cubierto por una máscara al igual que ellas.
-¿Nos ha llamado, gran Patriarca?
-Así es… Les voy a encomendar una misión de suma importancia. De su victoria dependerá el bienestar no solo del Santuario, sino de la misma diosa Athena.
Las mujeres asintieron con mucha curiosidad y el hombre de cabellos azules continuó.
-He visto cosas que me preocuparon en las estrellas. Una diosa pacífica pero rencorosa al parecer ha volteado la vista hacia la Tierra en busca de una ventaja.
-¿Una diosa? - preguntó Shaina-.
- Si, la diosa de la primavera, Perséfone, quien a pesar de haberse mantenido al margen de las guerras santas entre su esposo Hades y su hermana Athena, por algún extraño motivo esta vez parece dispuesta a intervenir.
-¿Quiere decir que el Santuario entrará en guerra con la diosa Perséfone? -preguntó Geist-.
-Aun no estoy seguro, pero su templo ha emergido y sus guerreras atacaron a un soldado la noche de ayer. Si Perséfone planea algo en contra de Athena, nuestro objetivo es evitar que tenga éxito. Por esto quiero que vayan a Japón y resguarden la vida de Saori Kido.
-¿Saori Kido? -preguntó Marín, recordando que su discípulo Seiya había mencionado aquel apellido alguna vez-.
-Si. Saori Kido es una niña de 10 años, nieta del magnate japonés Mitsumasa Kido, es posible que Perséfone esté interesada en ella.
-¿Por qué? ¿Que tiene esa niña de especial?
El Patriarca observó a Geist, tal como lo imaginó, las guerreras hacían más preguntas de las que podía contestar con sinceridad.
-Quizás quiera usarla como recipiente -mintió- y para evitarlo deberán derrotar a las Avernales, ninfas guerreras que han velado por Perséfone desde la antigüedad y sus armaduras poseen cualidades que ningun otro tipo de armadura tiene.
-¿Avernales? -preguntó Shaina- Jamás escuché sobre ese tipo de caballeros. ¿Que clase de habilidades tienen?
-Eso es porque su principal misión es proteger y acompañar a la diosa a la que sirven. Se cree que son mujeres que pertenecieron al culto de los misterios eleusinos en la antigüedad y les fue otorgada la vida eterna por Hades para ofrendárselas a su esposa. Sus armaduras, las Lanterns fueron forjadas para iluminar el camino de la diosa en el Inframundo, así que son capaces de emanar una luz que puede cegar a cualquiera.
-Espere -interrumpió la peliroja- si les fue otorgada la vida eterna ¿Quiere decir que son inmortales?
-La leyenda es contada así pero solo hay una manera de saberlo -respondió el Patriarca poniéndose de pie y caminando con algo de ansiedad- ustedes caballeros femeninos han sido elegidas para esta misión porque creo que pueden eliminar la principal ventaja del enemigo. Con la ayuda de polvo de estrellas, sus máscaras les permitirán enfrentar a las Avernales con igualdad.
-Por supuesto, gran maestro -dijo Geist con entusiasmo- no lo defraudaremos.
Con la mano en su cabeza y un extraño cambio de coloración en el cabello, el patriarca comenzó a tener la respiración agitada y se apresuró a dar los últimos detalles de la misión.
-Deben ir a Jamir… Allá es donde encontraran al reparador de armaduras. Ya le he avisado de lo que necesitan y 2 santos femeninos más deberán encontrarse allí con ustedes.
-¿2 más? - preguntó Shaina curiosa- ¿Quienes son?
-Son caballeros de plata igual que ustedes, -respondió algo impaciente el Patriarca- algo más experimentadas, trabajen en equipo y asegúrense de cumplir con su objetivo. ¡Ahora salgan de aquí!
Las 3 jóvenes asintieron y salieron del salón apresuradas. Cerrando la puerta tras de sí.
-¿Que le pasa al maestro? -dijo confundida Gesit- Parecía ansioso porque saliéramos de ahí.
-No lo sé… -se quedó pensativa Marin- Hay muchos rumores alrededor de él. Hay gente que dice que es noble y poderoso como un dios, otros dicen que posee la maldad de un demonio y nadie jamás ha visto su rostro.
-Como sea -las interrumpió la peliverde- debemos prepararnos para partir.
Al llegar al Coliseo del Santuario, las 3 mujeres observaron a algunos caballeros que entrenaban, entre ellos a Aioria, quien era cercano a la santo del Aguila y se acercó a saludar.
-Hola, parecen apresuradas ¿sucede algo, Marin?
-No es nada, solo fuimos asignadas a una misión por el Gran Maestro.
-Ya veo, estoy seguro que la llevaran a cabo con éxito -las animó el castaño- Por cierto ¿que harás con Seiya? ¿Necesitas que lo supervise en tu ausencia?
-¿De verdad? -preguntó la peliroja entusiasmada- Te lo agradecería mucho, solo sería por unos días.
-Por supuesto. Yo mismo he estado ayudando a otro pequeño aspirante estos días, así que no veo problema.
-¡Te lo agradezco mucho Aioria!
Mientras ellos hablaban, Shaina se quedó en silencio pensando qué pasaría con Cassios mientras ella no estaba.
-¿Que pasara con tu pupilo? -preguntó Geist adivinando los pensamientos de la peliverde-.
Shaina dudó en responder y fue interrumpida por una voz grave y algo tímida, de alguien que las había escuchado.
-Yo podría ayudar…
-Aldebarán… -Dijo sorprendida ya que aquel imponente hombre pocas veces hablaba con ellas- ¿estas seguro? No quiero molestar a nadie, Cassios es lo suficientemente responsable y…
-Con gusto lo haré, dile que lo veo mañana a primera hora.
La cobra asintió y le dio las gracias.
-Bien, todo esta resuelto entonces -Geist afirmó para apresurar a sus compañeras- tenemos cosas que hacer, así que ¡andando!
Las actualizaciones de este fic serán algo espaciadas, ya que no quiero hacer muchos spoilers respecto al proyecto mangafic.
Recuerden que para ver la historia ilustrada pueden ir a facebook - ssmasquerade e instagram - ss_masquerade
Hasta pronto!
