Rose pvo
Después de que Emmett viniera a buscarme solo había una cosa que me rondaba la cabeza mientras estaba en el coche.
-¿Emm?-le llamé mientras estábamos en un semáforo. Él me miró con una sonrisa.-¿Me harías un favor?
-Claro Rose.-volvió la vista al frente concentrándose en la carretera.-¿Qué ocurre?
-¿Puedes tomar la siguiente salida a Queens?-dije tranquilamente mientras revisaba mi teléfono donde Jasper me había mandado su ubicación. Sí, tal vez todo iba muy deprisa pero quería conocerlo.
-¿A Queens?-dijo incrédulo.-Nena, son las 8. Es tarde. ¿No puede esperar?
-Verás...-dije algo nerviosa mordiéndome los labios.-No he podido dejar de pensar en cómo están viviendo, si necesitan ayuda o algo.
Emmett suspiró rindiéndose.-Está bien.-Era raro que Emmett se negara a algo que yo le pidiera. Me estaba mal acostumbrando.
Yo le di un besito en la mejilla.-Gracias Emm.-Él sonrió.
-A ver pásame la ubicación o compártelo en la pantalla.-Indicó.
-De acuerdo.-Hice lo que me pidió.
-Nena, no has comido. ¿No quieres pasar a cenar antes?-Tomó mi mano mientras conducía.
-No tengo hambre.-Aseguré.-¿Tú tienes hambre?-Volví a verlo.
Él puso un pucherito.-Ok podemos pasar a un autoservicio.-Dije y así lo hicimos.
Cómo era de esperarse Emmett compró comida chatarra y fue comiendo en el camino.
-¿Quieres una patata?-dijo divertido.
-¡Emmett! ¡Vas a mancharme!-le di un manotazo divertida pero acabé cediendo.
-Está deliciosa ¿verdad?-rió mientras veía cómo disfrutaba.
-Las patatas fritas son mi debilidad.-admití con la cabeza gacha.
-Eso no es nada malo nena.-me guiñó haciéndome reír.-Eres una chica de salado entonces.
-Si.-reí.-Eso creo. Aunque no puedo decirle que no a la Nutella.
-Anotado.
Tras eso condujo un par de minutos más hasta llegar a la calle que indicaba el gps. Era un barrio bastante modesto. Pero aún así tenía encanto con las típicas casitas que estaban pegadas las unas a las otras con un pequeño jardín al frente.
-Aquí es.-Se estacionó Emmett frente a una de las casas.-¿Estás lista?-Tomó mi mano y dejó un beso en ella.
Yo me mordí el labio y asentí.-Eso creo.
-Vamos.-Me alentó.
Antes de caminar hacia la entrada me giré y llamé a Emmett. Él volvió a verme.-Cogí una servilleta que tenía en el bolso y se la pasé por la comisura de los labios.-Eres todo un bebé grande.-Dije divertida mientras lo limpiaba.-A ver sonríe.-Pedí y él lo hizo.-Al menos no tienes nada entre los dientes.-Reí.
Él se agachó hasta mi altura y me dió un besito en los labios y me tomó de la cintura mientras esperábamos que nos abrieran la puerta luego de tocar el timbre.
-Hola.-abrió una mujer embarazada a la que directamente etiqueté como Alice, la mujer de mi hermano.-¿Se les ofrece algo? ¿Necesitan ayuda?-era muy linda y amable.
-En realidad si.-sonreí.-Yo...-suspiré y Emmett me frotó la espalda en señal de apoyo.-Yo soy Rosalie Hale.-el entendimiento bailó en los ojos de aquella mujer.
-Oh.-dijo sorprendida mientras se sobaba el vientre.-¡Qué alegría que hayas decidido venir!-dijo emocionada.-Jasper creía que no lo harías.
-Me... me gustaría verlo.-dije algo tímida. La verdad es que su mujer era muy simpática y divertida. Me había caído bien.
-Oh, claro que si.-sonrió cálidamente.-Pasad, poneos cómodos. Iré a llamarle.-se giró y caminó hacia las escaleras cuando llegó miró hacia nuestra dirección.-Estáis en vuestra casa. Soy Alice, por cierto.-dijo antes de dejarnos solos.
-Nena...-Emmett me llamó desde el sofá. Yo no podía simplemente quedarme sentada a esperar estaba viendo la sala para tratar de saber cosas sobre Jasper. Vi algunas fotos familiares de Jasper con sus padres adoptivos, fotos de ellos de pequeños, como pareja... en eso sentí unos pasos bajar la escalera y me giré.
-¿Rosalie?
-Jasper.
Él se acercó a mí y me vio de pies a cabeza. Yo hice lo mismo. Era un tipo alto, aunque no tanto como Emmett, esbelto y tenía el cabello rubio. Sus ojos también eran azules. En realidad era muy guapo.
-¿Cómo estás?-Preguntó con una sonrisa un tanto tímida.
-Bien.-Asentí.-Y siento venir a esta hora.-Me disculpé.-Pero recién salí del trabajo y le dije a Emmett que me acompañara.-Estaba tan nerviosa que había olvidado presentarlo.-Qué modales. Te presento a Emmett...-Él se puso de pie y se acercó a mi lado extendiéndole la mano a Jasper.
-Hola. Soy el prometido de tu hermana. Mucho gusto.-Le dió un apretón.
-Encantado. Ya conocieron a mi esposa Alice.-Dijo mientras ella llegaba y se abrazaba a Jasper.
-Tú y Rose se parecen mucho, Jazz.-Dijo sonriendo.-¿Quieren algo de tomar?
-Yo...-miré a Emmett dudosa.
-Si te apetece no tengo inconveniente, Rose.-sonrió y parecía que me había leído la mente.-No importa.
-La verdad es que si no tenéis inconveniente...-miré esta vez en dirección a mi hermano y su mujer.-Me gustaría quedarme algo más.
-Oh.-dijo.-Por supuesto no hay problema.-sonrió.-Iré a la cocina.
-Iré a ayudarte.-dijo Emmett de repente dejando un beso en mi cabello. Jasper y yo nos quedamos solos.
-Bueno...-sonrió tímido.-Esto es algo incómodo ¿no crees?-dijo divertido.
-Estoy de acuerdo.-reí.-Jasper.-él me miró.-¿Por que no trataste de encontrarnos antes?-pregunté tímida jugando con mis manos.
-Veras Rosalie.-suspiró.-Aunque mis padres me dijeron de pequeño que era adoptado, no quise traicionar su confianza tratando de buscar a mi familia biológica.-se dio de hombros.-Pero bueno, ellos se fueron hace un tiempo y ahora que voy a ser papá.-sonrió y pude ver la felicidad en su mirada.-Alice me convenció de que debía hacerlo. Que eso me haría llenar ese vacío con el que llevaba años luchando.-asentí con comprensión.-¿Cómo son tus padres?-preguntó y tragué duro la situación era muy complicada. Quería abrazarlo y llorar como una niña pequeña. Pero no podía hacerlo, al menos no por ahora.
-Papá es un adicto al trabajo y a los negocios.-Bufé.-Mientras que mamá.-Me mordí el labio.-Ella está más interesada en la moda y la vida social.-Me encogí de hombros.
-No te llevas bien con ellos.-Señaló. Jasper era muy perceptivo.
-No es eso.-Negué.-Pero digamos que desde muy pequeña he sido bastante independiente de ellos.
-Me imagino que te mandaron a uno de esos internados.-Agregó. Obviamente yo no iba a entrar en detalles sobre mis días en Suiza.-¿Tienes más hermanos?
-No. Solo soy yo.-Respondí.-Y bueno ahora estás tú.-Él sonrió.-Pero ya basta. Dejemos de hablar sobre mi. Mejor cuéntame sobre ti, Jasper.
-No sé que quieres que te cuente.-dijo divertido dándose de hombros.-Desde que Lilian me dio en adopción he vivido con mis padres adoptivos y bueno, he tenido una infancia modesta pero muy feliz.-sonrió.-Cuando cumplí los 18 me enlisté en el ejército y estuve unos cuantos años allí hasta que Alice apareció en mi vida. Era hermana de Peter, mi mejor amigo ahí.-su rostro se tornó algo sombrío.-El falleció en una misión.-suspiró y le miré con comprensión.-Después de eso supe que no quería seguir más ahí, así que por mí y Alie continué dos años más. Pero cuando le pedí que se casara conmigo supe que no podría irme a Israel o Afganistán de nuevo sin saber por cuánto tiempo volvería a verla.-yo sonreí feliz por su historia.-Y bueno, llevamos 5 años casados en los que me dedico a la obra ,y ahora, voy a ser papá.
-¿Puedo preguntar...?-quería saber si tendría un sobrino o una sobrina.
-Es una niña.-pareció que había leído mi mente.-Voy a ser papá de una hermosa nena.
-Felicidades.-sonreí abiertamente.-Me gustaría poder ser la tía consentidora.-reí.
-¿No quieres ser mamá algún día?-dijo divertido.
-Oh.-reí incomoda.-En algún momento. La madre de Emmett es un poco intensa con eso. Además de la nuestra.-bufé.
-Y bueno...háblame de tu prometido.-sonrió. Era lindo tener alguien con quien compartir y charlar. Alguien como un hermano mayor.
-Conozco a Emmett casi desde siempre. Nuestros padres fueron socios durante muchos años y en más de alguna ocasión nuestras familias pasaron el verano juntos.-Me encogí de hombros.-Y ahora que regresé a NY nos reencontramos y empezamos a salir y pues Emmett me pidió matrimonio y yo no pude negarme.
-¿Y es bueno contigo?-Preguntó como todo un hermano mayor.
-Sí, siempre está consintiéndome.-Reconocí.
-Es bueno saberlo.-Sonrió.-Me alegro que te haga feliz.
-Al final hemos preparado algunos bocadillos con Emmett.-Apareció sonriendo Alice saliendo desde la cocina acompañada del grandote quien traía la bandeja.
-Oh Alice no debiste molestarte.-Comenté apenada.
-Descuida, Emmett hizo casi todo.-Dijo Alice divertida mientras se sentaba al lado de Jasper.
-¿De verdad?-Pregunté sorprendida.
-Bueno...-Emmett se rascó la nuca apeando.-La verdad solo fui su pinche.
-¡Emmett!-Alice le riñó molesta y Jasper y yo reímos por la reacción.
-Debí decirte que Emmett no es muy bueno con los fogones.-sonreí apenada.
-No importa.-sonrió de forma maternal.-Emmett aprende rápido, no como las niñas donde di clases de ballet en el instituto. Eran desesperantes.-Jasper rió recordando algo.
-Mmmmmm.-Emmett ya estaba atracandose con la comida. De verdad que no tenía fin.
-¿Bailas?-pregunté emocionada.
-Oh si.-sonrió.-De hecho soy bailarina pero bueno ahora no puedo bailar.-señaló su tripa.
-Ay.-grité de emoción.-Mis amigas van a adorarte. Una trabaja en Broadway.
-¡Vaya!-dijo sorprendida.-Eso es impresionante.
-Oye Alice, ¿cuánto te queda de embarazo?-quería saber si necesitaba ayuda con sus temas médicos. Al fin y al cabo ahora eran mi familia y bueno, a la familia siempre se le da lo mejor ¿no?
-Ya tengo 7 meses y medio.-Dijo acariciándose la panza.-Así que 1 mes y medio aproximadamente.
-Si me permites.-Intervine.-Deja que me encargue del nacimiento de mi sobrinita en algún hospital de Manhattan dónde tendrás a los mejores médicos a tu disposición.
-Wow.-Dijo alucinada.-¿Hablas en serio?
Yo asentí.-Rosalie, eso no es necesario.-Dijo Jasper.-No hace falta. Además vivimos en Queens.
-Ese no es ningún problema Jasper.-Intervino Emmett.-Mientras se acerca el nacimiento de la nena podrían pasar unos días en Manhattan con nosotros.-Pasó su brazo sobre mis hombros.
-Pero, ¿Qué hay de mi trabajo?
-Manhattan está lleno de oportunidades.-Comenté.-Además yo sé que Alice estaría encantada con un cambio de aires.-Podría ver que sus ojos brillaban.
-Anda Jazz. Sería maravilloso.
Mi hermano se veía dudoso.-No lo sé.
-Bueno tienen tiempo para pensarlo y discutirlo.-Sonreí.
-Bueno se está haciendo tarde...-Jasper dijo de repente. Su semblante había cambiado. Estaba serio. Alice lo miró con reproche.
-No Alice.-la miré con comprensión.-Jasper tiene razón. Mañana de hecho,también nosotros tenemos que madrugar.-sonreí tratando de ocultar mi tristeza por el repentino cambio de humor de mi hermano.
-Muchas gracias por todo.-dijo Emmett mientras se despedía de Alice.-Estamos en contacto.-sonrió.
-Gracias a vosotros por venir.-dijo Alice mientras nos acompañaba a la puerta.-Rose no te preocupes por lo de antes. Jazz a veces es demasiado independiente.
-Creo que en eso nos parecemos.-reí.-También peco de eso.-suspiré y la abracé.-Gracias por todo de verdad. Si no hubieras animado a Jasper nunca hubiera sabido que tengo un hermano mayor.-sonreí emocionada.
-Ay no es nada, Rose.-sonrió.-Él también lo necesitaba. Tened cuidado al volver.-dijo antes de que me fuera al coche con Emmett.
-Un dólar por tus pensamientos.-dijo Emmett cuando ya llevábamos un par de minutos en el coche y aún no había dicho nada.
-Gracias.-dije simplemente mientras acariciaba el cabello de su nuca mientras él estaba concentrado en la carretera.
-Sabes que siempre cuentas conmigo, nena.-Me dió un apretón en el muslo.
-¿Crees que Jasper se haya enfadado mucho?
-Quizás solo estaba abrumado y pues sintió que tocaste su orgullo cuando le ofreciste ayuda.
Yo suspiré.-No pensé que sería para tanto.
-Dale tiempo, ¿Si?
-Tienes razón.
-¿Perdón? ¿Acaso escuché bien?-Exclamó divertido.
-No te acostumbres.-Rodé los ojos divertida.
Emmett pvo
Después de ir a ver al hermano de Rose y a su mujer, Rose decidió subir a ponerse cómoda. La verdad, yo no sé como esa mujer aguantaba encima de esos tacones durante horas. Cuando entre a la cocina me serví un vaso de agua mientras revisaba mi teléfono. Tenía varios mensajes de Edward. Más tarde los leería. Rose había prometido que tras cambiarse bajaría al sofá para relajarnos un poco, pero pasaron varios minutos y vi que no bajaba, así que, decidí subir.
Cuando llegué a nuestra habitación, pude ver que se había quedado dormida. Y sonreí, porque al verla ahí en medio de la gran cama tan tranquila, pude ver que, aunque tuviera ese caparazón de mujer independiente y cabezota, en realidad, lo que necesitaba era amor para abrirse, y poco a poco, yo lo estaba consiguiendo. Decidí ponerme cómodo y acostarme junto a ella. Nada más sentirme se acurrucó junto a mí y dejé un beso en su hombro.
A la mañana siguiente desperté tranquilamente pero me asusté un poco al darme cuenta que solo yo estaba en la cama. Tuve una especie de dejá vu al recordar la primera vez que pasamos juntos y ella me había abandonado. Sonreí aliviado. Habíamos avanzado mucho desde entonces.
-Veo que ya despertaste.-Apareció ella saliendo del baño usando un albornoz y con el cabello envuelto en una toalla.
Yo sonreí.-Sí. No escuché la alarma.-Bostecé.-Amaneció demasiado rápido.-Bufé.
Ella rió y se acercó a mí dejando un beso en mi mejilla.-Buenos días, Emm. Levántate, anda. No seas perezoso.
Yo hice un puchero.-No tengo ganas.-Me metí de nuevo bajo las sábanas y cerré los ojos. Lo cual no duró mucho. Cuando sentí el peso del cuerpo de Rose a horcajadas sobre mí.
-¿Estás seguro que quieres seguir durmiendo?-Susurró en mi oreja poniéndome realmente caliente.
-Oh nena.-Suspiré cuando se empezó a contonear en círculos sobre mí entrepierna captando toda mi atención en ese momento. Así que bajó a mis labios y me besó con ganas. Sin dudarlo la correspondí y pasé mis manos sobre su cuerpo.
Me sonrió coqueta cuando nos separamos. Sin embargo, lo que pasó después me descolocó por completo. Simplemente se levantó y se metió de nuevo al baño dejándome solo y con una palpitante erección.
Así que me levanté y fui a buscarla. Estaba frente al espejo secándose el cabello. Me coloqué tras ella.
-Creí que tenías sueño.-Dijo apagando la secadora por un momento mientras me veía a través del espejo.
La rodeé por detrás.-Se me ha ido por tu culpa.
Ella me sonrió de forma pícara y encendió una vez más la secadora. Yo la tomé de sus manos y la apagué.
-¿Ya te diste cuenta cómo me dejaste?-Me froté en su trasero haciéndole notar lo duro que me ponía. Y me dirigí a besar su cuello.
-Oh Emm.-La vi morderse el labio a través del espejo. Así que fui en busca de su centro. Mientras seguía pendiente de sus reacciones.-¡Emm!-Chilló ella quejándose cuando me detuve dejándola a medias y me dirigí a desabrochar su albornoz comenzando a jugar con sus pezones. En ese momento ella se giró quedando frente a mi deleitándome con su belleza.
-Hola guapo.-dijo divertida. La alcé mis brazos y la senté en la encimera del lavabo. Ella acarició mi torso mientras me miraba con deseo. Comencé dejando un reguero de besos desde su cuello, pasando por sus pechos y su ombligo mientras le daba placer con mis dedos.
-Ah.-Ella lo estaba disfrutando y yo de verla tan excitada.-Emm...-suspiró haciendo que la mirara.-Házmelo.-dijo mordiéndose los labios y, con una mirada, que hizo a mi pene palpitar. Sin pensarlo más, me coloqué un condón y me adentré en ella poco a poco. No quería hacerle daño pero me moría de ganas de hacérselo fuerte y duro como sabía que a ella también le gustaba.
-¡Ah!-gritó mientras se agarraba en mis hombros.-Me voy a correr Emmett.
-Córrete, nena.-tras dos estocadas más, Rose tuvo un maravilloso orgasmo que me hizo irme tras ella.
-Wow.-dijo mientras su cabeza seguía apoyada en mi hombro.-Eso ha sido increíble.-dijo ruborizada. Yo reí besando su frente.
-Ni que lo digas, Rose.-me salí de ella y la ayudé a colocarse de nuevo su albornoz.-No hay mejor manera de empezar la mañana.-Ella rió y le di una nalgada antes de meterme en la ducha y ella arreglaba su cabello. Cuando ya estuvimos listos, ambos bajamos a desayunar.
-Nena.-le dije mientras me servía café. Ella me miró mientras picaba las frutas para su smoothie.-¿Te parece si vamos a Broadway?
-¿Tú?-dijo incrédula.-¿Quieres ir a Broadway? ¿Qué pasa Emm?-dijo alzando las cejas.
-¿Por qué tiene que pasar algo?-Ella volvió a mirarme sin poder creérselo.
-Honestamente no me imaginaba que te gustara. Pero me parece grandioso.-Sonrió.-Esta semana Leah estrena Chicago.
Yo no pude estar más contento con esa noticia por Sam. Aunque no tenía idea de que se tratara-Estupendo.-Me acerqué a ella y la abracé por detrás antes de darle un beso en la mejilla.-Dile que cuente con nuestra presencia entonces.
Ella se giró y se abalanzó sobre mí en un abrazo yo gustoso la envolví en mis brazos-Oh Emm me alegra mucho que quieras compartir mis aficiones también.-Se estiró en busca de mis labios y yo fui a su encuentro.
-Esta vez será Broadway.-Dije cuando nos separamos y acariciaba su precioso rostro.-Y más adelante no sé.-Me encogí de brazos.-Un partido de los Yankees.
Ella frunció levemente el ceño.-Si quieres llevarme a alguna de tus actividades deportivas... Podrías empezar por el fútbol americano.-Se mordió el labio.-El béisbol no me atrae mucho.-Confesó.
Yo alcé las cejas.-¿Así que prefieres el fútbol americano?-Pregunté curioso.
-Ajá.-Sonrió ella.-Se parece más al rugby.
-De acuerdo.-Asentí.-Será un partido de los Gigantes entonces.-sonreí.-Y oye nena.-Ella estaba recogiendo sus cosas para ir a la oficina.-¿Desde hace cuanto que conoces a Leah?
-Oh.-sonrió.-Es una linda y divertida historia. Fue gracias a Bella que nos conocimos.-yo le miré curioso.-En una de sus exposiciones. Hace un par de años. Leah trabajó con ella y nos presentó. Y desde entonces, es una de mis mejores amigas.
-Osea que...¿os contáis todo?-pregunté tratando de que no me pillara del todo.
-¿Emm?-me miró divertida.-¿A qué viene eso?
-Solo quiero saber más sobre tus amigas. Es todo.-Me encogí de hombros.
Ella entrecerró los ojos y me vio divertida.-¿No estarás intentando emparejar a Sam con Leah como lo hiciste con Edward&Bella?-Diablos a esta mujer no se le escapaba nada.
Al escuchar esto último recordé que tenía varios mensajes de Edward que no había leído.-¿Hmm no? ¿Acaso Bella va en serio con el escuálido de Edward?-Reí.
-Están pasando mucho tiempo juntos últimamente. Pero ese no es el punto.-Dijo.-¿Acaso Sam te mandó a investigar?-Preguntó divertida.
-No.-Me rasqué la nuca nervioso.-Bueno está bien sí.-Me rendí ante la mirada penetrante de Rose.- Es que Sam cree conocer a Leah. Incluso tuvieron algo en el instituto.-Confesé.
-¿Cómo?-dijo sorprendida.-¿Me estás diciendo que tu amigo y mi amiga se conocían de antes e incluso tuvieron algo cuando eran adolescentes y yo no sabía nada?-dijo indignada. Otra cosa que había aprendido de Rose. No le gustaba no enterarse de las cosas. Ella quería saberlo todo para así tenerlo bajo control.
-Nena no es eso.-dije.-Es que ni siquiera Sam está seguro de eso. Quiero decir que llevan más de 10 años sin verse.-me di de hombros.
-Pero...¿cómo es posible que no se reconozcan?-Ella parecía no creerlo.-Leah no ha mencionado nada y...Emm, para que Leah no diga nada es porque ni siquiera sabe quien es Sam.
-Las personas cambian. Y 10 años son muchos años sin saber nada de nada.-me di de hombros.-Por eso necesito que me ayudes. Bueno, a Sam.-reí.-Le gustaría saber si Leah es esa Leah.
-Pero...espera un momento.-dijo de repente.-¿Sam no estaba casado? No voy a ayudarte a que le haga daño a mi amiga, Emm.
-Sí.-suspiré.-También tiene un hijo.-Rose abrió los ojos incrédula y estuvo a punto de irse.-Pero está pasando por un proceso de divorcio, nena. Las cosas en su relación no están bien por un tiempo. No estoy diciendo que vaya a encontrar a Leah y vaya a empezar algo con ella. Solo quiere saberlo y bueno, disculparse con ella.
-¿Disculparse por qué?-Rose estaba como una mamá leona defendiendo a su amiga. Cosa que se me hacía adorable y me ponía a 100.
-Ellos cantaban juntos en el Instituto.-le dije al fin.-Pero los padres de Sam pensaron que eso era de vagos y le obligaron a dejar todo lo relacionado con la música. Incluida a Leah. Y bueno, desapareció de la noche a la mañana. Nunca se pudo despedir de ella.
-¡Oh vaya!-Rose exclamó sorprendida.-Pobre Leah. ¿Y cómo quieres que yo le pregunté ahora? Si fue así como dices... no va a querer hablar sobre eso Emm.
-Oh bueno solo deja que vaya a Broadway con nosotros.-Pedí.
-Ahora entiendo por qué querías ir a Broadway conmigo.-Bufó saliendo en busca del ascensor.
-Oh vamos nena.-La seguí cogiendo las llaves.-No es solo eso. Ya te lo dije que también quiero pasar tiempo contigo. Mejor olvida lo que te dije y dejemos que todo fluya entre ellos.
-Ok Sam puede venir con nosotros-Se rindió ella- pero yo no me meto en esto.
-Lo que tú digas, nena.-Besé su mejilla y ella sonrió.
Tras eso ambos nos montamos en el coche y fui a dejar a Rose a su trabajo.
-Que tengas un buen día, nena.-sonreí después de que me besara.
-Tú igual, nene.-sonrió deslumbrándome completamente al despedirse.
Después conduje hasta la empresa y estacioné en mi lugar.
-Buenos días, señor Cullen.-sonrió Ángela al verme llegar desde su escritorio.
-Llámame Emmett, Ángela.-sonreí.-El señor Cullen era mi padre. Ya te lo he dicho.-Y por supuesto después de lo que habíamos descubierto no quería ser como él.
-Como quiera.-sonrió tímida.-Emmett.-llamó mi atención.-Necesito su firma en estos documentos. Son para el proyecto del nuevo hotel en Dubái.-sonreí y se los firmé mientras les echaba un ojo.
-Gracias, Ángela.-sonreí.-Ve a desayunar tranquila.
Tras eso recordé que Edward me había mandado varios mensajes. Decidí llamarle y él me avisó que en un par de horas vendría a verme a la oficina.
La verdad es que pasé ocupado casi toda la mañana. Había tenido una junta con algunos miembros del Concejo para presentarme un nuevo proyecto.
Luego tuve un almuerzo con un par de socios. Mi suegro me acompañó y la verdad es que todo marchó excelente.
Ya entrada la tarde, Edward apareció en mi despacho.
-Gracias por recibirme sr. Cullen.-Dijo con una sonrisa torcida.-Sé que ha hecho un enorme esfuerzo por hacerme un hueco en su apretada agenda.-Dijo con sarcasmo al verme jugando con mi nintendo switch.
-Para tu información.-Pausé el juego y lo dejé sobre la mesa.-Si he estado ocupado ahora.
-Sí, claro. Prioridades.-Se burló.-Ni siquiera has visto mis mensajes.-me reprochó.
-Oye te llamé.-Me justifiqué.-De todas formas te invité a qué vinieras más tarde. ¿Además qué es todo esto? Ni Rose me reclama tanto.-Rodé los ojos.
-Bueno ya. Quería contarte que tuve mi primer trío con Bella.-Dijo orgulloso.
Ahh de eso se trataba quería alardear. Yo reí.
-Bueno, bueno.-reí divertido.-Explorando nuevos horizontes, Ed ¿Y cómo fue venga?
-Pues Bella lo comentó y no pude decirle que no.-rodó los ojos recordándolo.-Fue todo un espectáculo, amigo.
-No sabía que te gustaba el rollo bisexual, Ed.-dije divertido molestándolo.
-Yo era el único hombre, grandullón.-rodó los ojos.-Es Bella la que disfruta con ambos.
-Y tú disfrutaste viéndola ¿no?-reí.
-Por supuesto.-guiñó.-¿Qué esperabas?
-Osea que...¿tenéis una relación abierta?-pregunté curioso.
-¡Qué va!-Bufó.-Ahora que Bella regresó con su novia... No sé que lugar ocuparía yo ahí.-Suspiró.
-Oh vamos no puede ser tan malo estar follando con dos chicas todo el tiempo.-Lo animé.
-Tienes razón.-Sonrió.-Por suerte no soy celoso. ¿Y qué harías tú en mi lugar?
-Simplemente lo disfrutaría, amigo.
Edward entrecerró los ojos.-Imagina que la marquesa llegará un día y te dice que quiere hacer un trío con Bella o con alguien más, ¿Qué harías?
Fruncí el ceño.-No lo permitiría.
-Menos mal que lo disfrutarías.-Dijo burlándose.
-A ver... Rose será mi esposa en unos meses. Además ni siquiera me gusta compartir.-Admití.-Así que ella no puede estar con nadie más que yo.
Edward rió. Seguimos hablando durante un rato más hasta que tuvo irse. Yo me quedé una media hora más hasta que tuve que irme a recoger a Rose.
Rose pvo
Habían pasado unos cuantos días desde que había conocido a mi hermano y a su mujer. Me habían caído realmente bien pero de verdad esperaba que no se hubiera enfadado por la oferta que les había hecho de ayudarles con el parto de mi sobrinita. Finalmente le había hecho caso a Emmett y les había dado su tiempo para procesarlo todo. Aún así tras haber pasado una semana decidí escribir a mi hermano para pedirle disculpas por si se había sentido mal. Todavía no había hablado con mi madre. Y no sabía cuando lo haría, iba a ser una conversación muy difícil para la que yo aún no estaba preparada. Recogí las cosas en la oficina y me fui al apartamento a arreglarme. Hoy sería la función de estreno de Leah en Broadway a la que Sam, Emmett, Bella, Edward y yo asistiríamos para apoyarla.
Luego nos dirigimos al teatro y para nuestra sorpresa Sam ya estaba ahí.
-Vaya, vaya pero mira cuánta puntualidad, hombre.-Lo molestó Emmett.
-Oh cállate. ¿Cómo estás Rose?-Me saludó dejando un beso en mi mejilla.-¿Has hablado con Leah?
El pobre Sam parecía un manojo de nervios, estaba sudando helado. Yo negué.-Será toda una sorpresa. Pero relájate.
En eso venían Edward y Bella riéndose entre ellos. Últimamente se les veía muy cómplices tanto que su reconciliación con Kate tambaleaba de nuevo, pero esta vez, Edward sería el 'culpable'. La verdad es que hacían una linda pareja. Y veía más relajada a Bella que cuando estaba con Kate.
-¿Y ustedes qué es lo que se traen?-Les preguntó Emmett rompiendo la burbuja de este par.
-Nada que te interese mr. marujo.-Dijo Edward molesto haciéndonos reír.
-Hola rubia.-Bella se acercó sonriendo a darme un abrazo. Yo encantada también la abracé.
-Hola Bells.-sonreí.-¿Tú si me contarás?-susurré divertida.
-En otro momento tal vez.-reconoció algo avergonzada.
-Oh Dios mío.-reí.-Eso tiene que ser bueno. Definitivamente.-dije al ver que sus mejillas se teñían de rojo. Por suerte el resto ya estaban en las butacas.
-¿Emocionado?-pregunté divertida a Sam que estaba literalmente temblando cual gelatina.
-Eso.-preguntó Bella.-¿A este que le pasa?-preguntó confundida. Oh. Ella no lo sabía.
-Leah y Sam ya se conocían.-Contesté.-Antes de la inauguración de tu galería.
-¿De dónde?-Alzó una ceja.
Emmett intervino.-Pues que se montaban High School Musical cuando eran estudiantes.-Rió.
-¿Tú cantabas?-Preguntó Edward sorprendido.
-Larga historia.-Contestó Sam avergonzado.
-Me gustaría escucharla.-Dijo divertido Edward.
-Bueno ya cállense está a punto de iniciar.-Susurró nervioso Sam cuando se apagaron las luces.
El musical que estrenaba mi amiga era el conocidísimo Chicago. Algo muy sexy que la verdad me moría por ver. Ella interpretaba a Velma y la verdad conociéndola como amiga no habrían podido elegir mejor rol para ella.
El show era increíble todo en el decorado y en las coreografías estaba perfectamente cuidado. Y qué decir de Leah. Se estaba luciendo como la que más. Desde que la conocí pude ver que era una artista muy buena y que además le apasionaba lo que hacía.
Miraba de reojo a Sam de vez en cuando y el pobre no podía disimular que se le estaba cayendo la baba. Y la verdad, no le culpaba, mi amiga era una completa bomba.
-Wow.-escuché a Bella por lo bajo.-Esto está siendo brillante.
-Creo que no voy a recuperarme después de ese número en las celdas.-dijo Edward divertido.-¿Qué opinas viejo?-dijo alzando las cejas mirando al moreno.
-Ya no tengo dudas que se trate de la misma Leah. Es que su voz, la forma como baila.-Suspiró.
De verdad que estaba flechado. El espectáculo continuó y yo no había sido consciente que mi grandote no paraba de verme.
-¿Acaso no estás disfrutando el show?-Volví a verlo.
-Ah sí.-Dijo volviendo a la realidad.
-¿Qué es lo que piensas, Emm?-Pregunté en voz baja.
-Es algo tonto.-Dijo un poco apenado. Yo alcé una ceja y él suspiró.-Es solo que pensaba en cómo te verías tú bailando así de sexy con ese vestuario.-Dijo susurrando en mi oreja y pasando una de sus manos en mis muslos.
-¡Contrólate, Emm!-Susurré.
-Oh Rose.-Fue a buscar mi cuello haciéndome reír nerviosa.
-Shhh. Ya dejen de profanar el teatro.-Nos calló Bella que estaba al lado.-Vayan a follar a otro lugar.-Se quejó.
-Esta bien, Bells.-Emmett la miró divertido.-No te pongas celosa.-le guiñó mientras yo negaba divertida con la cabeza. Mi amiga cariñosamente le sacó el dedo de en medio. Cosa que me hizo reír.
Finalmente el espectáculo terminó y esperamos a que Leah saliera y pudiera atendernos. Siempre que estrenaba tenía a todo el mundo encima al acabar. Pude ver cómo saludaba a todo el mundo y se escapaba a saludarnos mientras tomaba una botella de agua.
-¡Hola!-sonrió feliz y satisfecha.-¡Gracias por haber venido!-dijo abrazando a Bella. Luego saludo al resto y ahí fue cuando se percató de la presencia de Sam. Me miró extrañada.
Sam aclaró su garganta.-Hola. Me disculpo por la primera impresión causada el otro día.
Leah alzó una ceja.-Y pues nada enhorabuena. Tienes una maravillosa, voz.-Agregó.
-Gracias.-Sonrió mi amiga.
-Soy Sam, por cierto.
-Encantada. Yo soy Leah.-sonrió divertida. De repente se dio cuenta que todos nos habíamos quedado callados para ver su reacción.-¿Qué os pasa?
-Nada.-yo fui al rescate.-¿Tienes hambre? He pensado que podíamos ir a cenar.
-Oh si.-dijo.-Me muero de hambre. No sabes las calorías que se queman actuando en un show de dos horas.-rió.
-Me lo puedo imaginar.-dijo Bella divertida.-Has estado brillante y te mereces una buena cena, morena.
-Ni que lo digas.-se giró a los chicos.-¿Vais a venir o os vais a quedar ahí parados?
Finalmente habían escogido Five Guys. La verdad es que no me hacía nada de ilusión cenar hamburguesas gigantes así que opté por un sándwich vegetal.
-¿Estás segura que solo eso comerás, nena?-Preguntó Emmett preocupado.
Bella intervino.-No hay manera de que Rose se atraviese una hamburguesa de este calibre para cenar.-Dijo divertida.
-No estoy acostumbrada a tanta grasa.-Expliqué.
-Yo tampoco debería.-Leah dijo de repente y la miramos divertida.-Ya saben, la dieta de las artistas de Broadway pero hoy... definitivamente voy a saltármela.-dijo después de pedir una hamburguesa con extra de queso haciéndonos reír.
Estábamos disfrutando de la cena entre risas cuando el sonido de un móvil nos interrumpió.-Lo siento.-dijo Leah antes de contestar.-Hola guapo.-rió.-Oh. No te preocupes, lo entiendo. De todas formas yo ya he ido a cenar.-volvió a reír.-Si claro. Nos vemos luego. Besos.
-¿Paul?-dijo Bella divertida. Era el "nuevo novio" de Leah. Habían salido un par de veces. Él también era artista.-¿Por que no ha venido a verte?
-Oh. Él también tenía una presentación hoy.-le restó importancia Leah.-Nos veremos por la noche.-guiñó a Bella. Y pude ver como Sam se incomodaba.
-Rosalie, ¿Por qué no me mencionaste nada de eso?-Preguntó Emmett en voz baja frunciendo el ceño.
Yo alcé una ceja.-¿Perdón?
-Mira cómo está Sam.
En eso mi amiga se levantó de la mesa y se dirigió al baño. Yo la seguí y Bella igual.
-No sabía que te seguías viendo con Paul.-Dije curiosa una vez dentro.
Leah sonrió.-Ha sido algo muy reciente en realidad.
-Yo me encontré a Paul él otro día. Y algo mencionó sobre eso.-Rió Bella.
-¿Qué te dijo?-Leah sonrió divertida mientras se retocaba el maquillaje.
-Nada.-rió.-Me comentó que probablemente serías la prota de su próximo corto.-Y es que Paul era director.
-Oh. Claro.-rió divertida.-Está bastante insistente con eso.
-Verás Leah...-ahí entré en la conversación. Tenía que contarle lo de Sam. No sabía cómo iba a reaccionar. Así que mejor decidí contarle lo de Jasper.
-¿Qué ocurre?-Dijo viéndome a través del espejo.
-No te había contado pero hace unos días me enteré que tengo un hermano.
-¿Qué estás diciendo?-Preguntó sorprendida.-¿Cómo te enteraste?-Le resumí todo.
-Eso no le esperaba de Lilian.-Comentó Leah.
-¿Cuándo hablarás con ella?-Preguntó Bella.
-No lo sé.-Me encogí de hombros.-Pero el punto es que a veces aparecen personas del pasado en tu vida y tú decides si conectar con ellas o no.
-¿A qué ha venido eso?-Preguntó confundida la morena.
-Verás...-suspiré. De verdad que no sabía como decírselo.
-Leah.-Bella me tomó el relevo.-Sam y tú os conocéis de antes.
-¿Qué?-dijo nerviosa.-Estás loca ¿Era eso lo que querías decirme? Porque mejor busca una broma más convincente.
-No Leah.-suspiré. Esto iba a ser muy complicado.-Bella tiene razón. Sam iba contigo al instituto.-solté simplemente esperando que lo entendiera.
-¿Podéis parar? De verdad esta broma es de muy mal gusto.-dijo de repente nerviosa tomando su teléfono.
-Oye nena.-Bella hizo que nos mirase. Estaba temblando.-¿Qué ocurre?
-Eso no puede ser.-susurró.-Es que simplemente es imposible.-repetía una y otra vez. Parecía haber entrado en una especie de bucle mental.-Me siento fatal, ¿Saben? Dejó una profunda herida en mi que costó horrores cerrar.-Suspiró.-Además, ¿cómo lo saben? Yo no les había contado nada porque ese capítulo quedó sellado para mí.
Yo la abracé.-Lo siento mucho Leah. De verdad, pero Emmett me contó que Sam también se había sentido fatal por lo que te hizo.
-Lo hubieras visto ahora. Parecía un manojo de nervios el pobre.
Leah bufó.-¡Qué se joda! ¿Sabéis que? ¡Me voy!
-No Leah.-llamé su atención.-No puedes irte.
-Fue lo mismo que hizo él 10 años atrás.-habló con rabia.-Simplemente se desvaneció.-Salió con paso firme y le pidió al camarero que le pusiera su hamburguesa para llevar.
-Lo sabe.-dijo Sam decepcionado al verla salir por la puerta del local echa una furia.
-Lo siento.-asentí incómoda.
-No importa.-suspiró.-La verdad es que me lo merezco.
Helloooooo :) ¿Cómo estáis? ¡Espero que genial y que hayáis disfrutado de este nuevo cap! ¿Qué os ha parecido el reencuentro? ¿Y lo de Leah? Pobre :/ Esperemos que vaya mejorando.
Tecupi:Siiiii se han reecontrado y la verdad estoy contenta como se está elaborando la trama. Y bueno, Rose cada vez más confía más en Emmett. ¿No es cute?
Nelita: Gracias :) y sí, Rose será tía pronto.
Jupy: Sí, poco a poco todo va mejorando ¿o no? xd
