Emmett pov
Rose ya se encontraba mejor, habían pasado un par de semanas del accidente. Así que había organizado una comida en nuestro apartamento. Su madre había insistido tanto en conocer a Jasper así que Rose se había encargado de todo con la ayuda de Alice para persuadir a su marido.
-Emmett ya es hora.-Dijo nerviosa viendo el reloj de la cocina.-Mamá no tarda en llegar.
-Tranquila.-Me acerqué a abrazarla.-Todo irá bien.-Dejé un beso en su cabeza.
-Yo solo espero que haya una buena primera impresión.-dijo sonriendo nerviosa.
De un momento a otro sonó el timbre y mi suegra apareció en la estancia impecable como siempre.
-Hola querido.-me saludo encantadora y fue a abrazar a su hija.-Cielo, ¿cómo estás?
-Bien.-sonrió Rose.-Aunque yo debería preguntarte eso.-rió.
-Estoy bien.-suspiró.-Algo nerviosa, pero creo que todo saldrá bien. He traído vino.
-Gracias má.-sonrió Rose mientras lo llevaba a la cocina.
Tras un par de minutos el timbre volvió a sonar. Rose miró a su madre.-¿Lista?-mi suegra asintió y tragó duro.
-¡Hola!-Apareció risueña Alice. Saludando a todos con una gran confianza. Mientras que Jasper se veía incómodo.
-Hey Jasper. ¿Cómo estás?-Me acerqué yo primero al ver que mi cuñado se sentía fuera de lugar.
-Bien.-Respondió serio.-Creo.
-Relájate que Lilian también está nerviosa.-Le di palmaditas.
-Hola Jasper.-Rose se acercó abrazando a su hermano.-Me da mucho gusto que estés aquí.
-Hola Rose.-sonrió algo tímido.-Me alegro de que nos hayan invitado.
-Ven.-Rose tomó su mano.-Adelante. Vas a conocer a mamá.-sonrió
-Eso parece.-dijo divertido.
-¿Jasper?-Lilian apareció en la sala junto a Alice, estupefacta al ver a su hijo ahí plantado.
-¿Lilian?-el le respondió y ella asintió visiblemente emocionada.
-Creo que deberíamos dejarles a solas un momento.-dijo Alice en susurro cuando llegó hasta nosotros.
Así que nos fuimos a la cocina. Yo me aburría así que decidí espiar un poco y pues a Alice también le pareció buena idea.
-¡Emmett!-Me llamó Rosalie.-Deja de ser tan cotilla.-Me regañó.
-También dile algo a Alice.-Dije ofendido.
-Tú empezaste.-Contraatacó ella.
-Bueno ya basta.
-Shhh. Creo que ya terminaron de hablar.-Susurró Alice.
-Voy a ir sirviendo todo.-dijo Rose divertida al ver que ni Alice ni yo nos atrevíamos a salir de la cocina.-Má, Jasper ¿comemos ya?-dijo divertida. Ellos asintieron y se acercaron a la mesa para sentarse.
Tuvimos una agradable velada, entre risas e historias que Lilian le estuvo contando a Jasper sobre Rose y su infancia. De un momento a otro Alice se quejó.
-¿Estás bien, cielo?-Jasper le preguntó a su mujer.
-Eso creo.-dijo algo nerviosa.-Oh no.-Se quejó de nuevo.
-¿Son... Son contracciones?-Preguntó asustada Rose
-¡Es hora!-Chilló alertándonos a todos por completo.
Mi suegra fue la primera en reaccionar llamando a una ambulancia mientras que los rubios estaban atendiendo a Alice.
Yo no sabía que hacer. La cabeza me estaba dando vueltas y me sentía realmente mareado. Alice acababa de romper aguas. Toda esta situación de un bebé naciendo en mi apartamento era demasiado para mí.
-La ambulancia está en camino.-mi suegra llegó a la estancia y se colocó junto a Alice.-Respira hondo cielo. Todo va a salir bien.
-Eso es, Allie.-sonrió Jasper mientras Alice apretaba su mano.-Blake ya está aquí con nosotros.
-¿Te encuentras bien?-Rose me preguntó y me centré en ella.
-Creo que se me ha bajado algo la tensión.-reconocí.
-Vale.-dijo tranquilizándome.-Siéntate ¿si? Iré a traerte algo con azúcar. No queremos que te caigas aquí. Nadie puede cogerte, grandote.-dijo divertida mientras dejaba un beso en mi mejilla.
-¿Mejor?-Me preguntó segundos más tarde luego de haber bebido lo que me trajo.
Yo asentí.-Dios.-Suspiré.-no sé que me pasó.
-Tranquilo.-Acarició mi rostro.-Mamá se fue con Alice&Jasper al hospital hace un par de minutos.-Ni me había enterado de eso en este lapsus.-Y si crees que es demasiado, espérame aquí en el apartamento. No hace falta que me acompañes.-Aseguró.-¿De acuerdo?
-No.-Fruncí el ceño.-Iré contigo.
-¿Estás seguro?-Se mordió el labio preocupada viéndome.-De verdad que no quiero presionarte con esto. Estuviste a punto de desmayarte.-Señaló.-Y no voy a poder lidiar yo sola contigo si te desmayas en el camino.
-Te prometo que me encuentro perfectamente bien, Rosalie.-Dije serio.-De verdad.
-Ok-Lo dudó ella.-Pero yo conduzco.-Fue a buscar las llaves de mi coche.
-Está bien.-dije divertido.-¿Sabes que eres la única a la que he dejado conducir a mi bebé?
-¿A cuantas mujeres les has dicho eso, Emm?-dijo divertida.
-Solo a ti.-reconocí.-En serio.
-Vaya.-sonrió.-Debo de sentirme afortunada con eso.
-Ajá.-dije divertido.-Espero que no me arrepienta después.
-¿Insinúas que no te fías de como conduzco?-dijo molesta.-¡Agh! Déjalo ¿quieres? Muero por conocer a mi sobrina.
Así que sin más nos montamos en el coche rumbo al hospital.
Para mí sorpresa Rose no conducía nada mal. Pero no quise comentárselo, estaba más concentrado en no volver a desmayarme y mantenerme sereno. No quería ni imaginarme cuando mi Rose estuviese en la posición de Alice. Yo era demasiado sensible para este tipo de cosas.
Finalmente llegamos al hospital. Mi suegra estaba en la sala de espera.
-Jasper está acompañando a Alice.-Sonrió.-No tardarán en darnos la buena noticia.
Mi rubia no podía estar más emocionada. La acerqué hacia mí en un abrazo.
-Espero que seas más fuerte cuando mi nena esté dando a luz a mis nietos.-Comentó Lilian divertida.
-¡Mamá! No seas mala con él ¿quieres?-dijo Rose molesta.
-Perdona Lilian.-dije algo avergonzado.-Soy bastante aprensivo con el tema de los hospitales.-me di de hombros.
-Ay tranquilo hombre.-rió divertida.-Lo entiendo.
-Incluso a veces yo lo paso mal con las agujas y esas cosas.-Rose puso cara de susto. Cosa que me hizo reír.
De repente Jasper apareció en la sala buscándonos con la mirada. Miró a su madre y esta emocionada la miró con el entendimiento bailando en sus ojos. No dudó un momento en abrazar a su hijo. Su primer abrazo después de tanto tiempo. Rose me miró sonriendo emocionada mientras se abrazó a mi.
-Han conectado perfectamente.-Suspiró satisfecha.
-Sin duda.-Sonreí. En eso Rose me soltó y fue hacia donde ellos. Yo decidí esperar en la sala.
-Enhorabuena Jasper.-Lo felicité cuando se fue a sentar por ahí.
-Gracias.-Sonrió- Ya soy papá.-Dijo sin creérselo aún.
-¿Cómo te sientes?
-Nervioso y muy feliz. Todo ha ido bien. Ya tuve a mi pequeña bebé en brazos.-Jasper estaba que no cabía de la felicidad.-Ha sido maravilloso.
Por un momento me imaginé en cómo sería ese momento. Fue mucho más fácil cuando vi a Rose cargando a la pequeña. Estaba mirándola embelesada mientras su madre estaba junto a ella conociendo a su primera nieta.
-Ya os llegará.-dijo Jasper divertido al verme embobado mirando la escena.-Aunque Rose es una mujer muy ocupada y parece que tú también tienes mucho trabajo.
-Nos las arreglaremos cuando eso pase.-sonreí y le di unas palmadas en la espalda. Tras eso me acerqué a Rose.
-Te luce.-Ella me miró divertida cuando su madre tomó una foto.
-¿Qué?-Alzó una ceja divertida.
-Que cuando quieras podemos hacer bebés.-Guiñé. Ella rió.
-Oh Emmett. No estés acelerando las cosas.
-¿No quieres bebés conmigo?-Puse un puchero.
-Emm ya.-Volvió a reír.-¿Quieres cargarla?-Preguntó viendo a su sobrinita con ternura.
-¿Seguro?-dije algo inseguro.-Hace demasiado que no cargo un bebé.
-Bueno. No es difícil.-dijo divertida.-Aun así, ¿cuando fue eso?
-Oh.-pensé.-Yo tenía como 10 años y mi prima tuvo un bebé.-dije sin más haciendo que Rose soltara una carcajada.
-Emmett.-dijo cuando se calmó.-¿Enserio no has cargado a un bebé desde entonces? ¿Qué hay del nene de tu amigo Sam?
-Le conocí cuando su hijo ya podía andar.-me di de hombros. Ella sonrió divertida y me colocó a la bebé en brazos.
-Eso es.-sonrió.-Cuidado con la cabeza.-dijo colocando mi brazo con delicadeza.
-Es tan pequeñita y frágil.-susurré con un poco de temor de hacer algo mal.
-Es una ternurita.-Dijo mi novia mientras le acarició la cabecita.-Tía Rose te consentirá mucho, pequeña Blake.-Exclamó completamente enamorada y yo embobado por ambas. Planteándome que tal vez no sería mala idea tener hijos en un futuro muy próximo.
Pasé un instante así contemplando a la sobrinita hasta que empezó a llorar y Jasper la tomó en brazos y fue donde Alice de nuevo.
Después de eso, Rose y yo acercamos a Lilian a casa y luego tomamos rumbo a nuestro apartamento.
-¿Qué te pasa?-Preguntó Rose divertida. Yo la miré confuso.-Te veo muy metido en tus pensamientos.-explicó
-Oh.-al parecer había notado mi repentino cambio de humor y es que por un momento comencé a pensar en los planes de futuro que tendría con Rose si ella no quería continuar con la estupidez del trato.-No es nada. Simplemente estaba pensando en el futuro. No sé ver a tu sobrina me ha hecho reflexionar.
-¿Sobre que?-Rose preguntó con cautela.
-Creo que es obvio, nena. Me gustaría formar mi propia familia algún día, ¿sabes?
Ella simplemente guardó silencio.-A ti no te entusiasma tanto la idea ahora como cuando estábamos en el hospital.-Señalé.
-Emmett, ser mamá es algo muy distinto a ser solo la tía. Requiere mucha responsabilidad. A partir de ese momento esa personita depende completamente de ti.
-¿No te gustaría intentarlo?-Insistí con el tema.
-Emmett... ¿No te parece que estamos bien así?
Asentí.-Descuida. Recuerdo perfectamente lo de nuestro trato. En nuestro matrimonio no habrá hijos.
-Ni siquiera estaba pensando en eso, Emm.-dijo nerviosa.
-¿Entonces?-pregunté esperanzado.
-Entonces...-dijo nerviosa.-Iremos viendo cosas cuando vaya llegando el momento correcto para hacerlas.-Iba a volver a insistir pero me miró molesta.
-Está bien.-dije divertido y feliz porque no me había dado un no rotundo.-¿Qué se te antoja para cenar, nena?
-Tengo ganas de pizza.
-Pizza será.-Sonreí aliviado de que no quisiera algo como sushi.
Así que ordenamos pizza y nos quedamos viendo una película en el sofá. Esta vez Rose me dejó escoger la película. Escogí una de acción y ella sorprendentemente se encontraba muy a gusto con eso. Ni siquiera había discutido. A lo mejor tenía la cabeza en otro lado pero no decidí indagar sobre sus pensamientos. No quería ser un pesado.
Rose pvo
Habían pasado un par de días desde el nacimiento de Blake. Mi hermano y Alice estaban adaptándose a su nueva vida como padres. Sonreí recordando a mi sobrina. Era tan linda. En fin, yo ya me encontraba mucho mejor así que había convencido a Emmett de salir a divertirnos con Bella y los chicos. Decidimos ir a un karaoke y para nada tenia que ver qué Bella y yo hubiéramos planeado una emboscada para que Leah finalmente aclarase su cabeza con Sam.
-¿Estáis seguras de que esto va a salir bien?-preguntó Edward confuso.-Leah salió huyendo la última vez. No creo que le apetezca cantar con él.
-Oh vamos.-Bella dijo divertida.-Leah no va a decir que no a cantar delante de la gente. Es una artista.-sacó un cigarro.-Se debe a su público.-me guiñó mientras lo encendía.
-Vale.-Ese fue Emmett.-Pero, ¿qué vais a hacer para que no se vaya en cuanto vea a Sam aquí?
-De eso no te preocupes, grandulon.-Contestó Bella con una sonrisa de suficiencia.-Esta vez no lo hará.
Emmett entrecerró los ojos.-¿Por qué estás tan segura? ¿Qué pasa si no resulta? ¿Y qué hay si...?
Bella rodó los ojos y lo interrumpió-Ya cállate pareces un niño pequeño haciendo preguntas por todo.-Emmett la vio indignado.-No sé cómo Rose te aguanta.-Bella lo vio mal.
Emmett iba a replicar pero yo intervine.-Ya guarden silencio aquí viene Leah.
-Hola chicos.-dijo ella sonriendo.-¿No había mejor plan que venir a un karaoke?
-Bueno, nos apetecía divertirnos.-dije yo.-Hace tiempo que no íbamos a cantar.-le guiñé divertida.
-Venga.-Bella la animo nerviosa por lo que estaba apunto de pasar.-Siéntate y tómate algo.-la morena asintió confusa.
De repente, las luces se hicieron más tenues y yo miré al chico del local con el que nos habíamos compinchado haciéndole un gesto de asentimiento. Bella ya tenía en su mano el micrófono para dárselo a Leah. Y, si todo estaba como lo habíamos planeado, Sam se encontraba detrás del escenario evitando que nadie lo viera.
Justo ahí empezó a sonar la música. Bella inmediatamente le pasó el micrófono.
-¿Qué?-Alzó las cejas Leah.-¿Quieres que te deleite con mi preciosa voz, Bells?-Le preguntó con una sonrisa socarrona.
-¿Eh sí?-Contestó dudosa Bella.
-Oh anda Leah.-La animé yo.-No te hagas de rogar.
-Están de suerte porque adoro esa canción.-Chilló emocionada poniéndose de pie y dirigiéndose al escenario. Antes de comenzar a cantar, otra voz sonó por encima de la suya haciendo que Leah se sobresaltara y mirase hacia atrás para encontrarse con la figura de Sam que había comenzado a cantar. La canción que había elegido para sorprenderla era 'Don't Stop Believing' de Journey. Sam nos contó que esa fue la primera canción que cantaron juntos en el instituto y la que les hizo enamorarse. Leah se quedó estupefacta pero, era una artista al fin y al cabo, así que, cuando le tocó cantar, lo hizo solo como ella sabía. Mientras cantaban se notaba un química increíble entre ellos.
-No me imaginaba que Sam pudiera cantar así.-dijo Emmett sorprendido.
-Ya ves viejo.-ese fue Edward.-Nos lo tenía bien escondido.-sonrió divertido. Después miró a Bella.-¿Creen que vaya a funcionar?
La canción finalmente acabo y todos los que estábamos en la sala aplaudimos emocionados Leah estaba sonriente hasta que volvió a ver a Sam. Éste le sonrió y ella simplemente dio media vuelta y se marchó nuevamente.
-Lo sabía.-Bufó Emmett.-Leah tiene aires de diva que jamás le parará bolas a Sam.
-Pues debes recordar qué fue lo que le hizo tu amigo en primer lugar.-Lo volví a ver molesta.-Yo tampoco lo perdonaría tan fácil.
La mirada de Emmett lucía preocupada ahora y justo cuando iba a decir algo. Edward chilló.-¡Oh mira ese cabrón tiene cojones!-Todos volvimos a ver. Sam había ido tras mi amiga y ahora la estaba besando.
-Otro cavernícola.-Rodó los ojos Bella.-La está besando a la fuerza.
-¡Oh Bella!-yo chillé emocionada al ver que Leah le correspondía el beso después. En realidad nosotras sabíamos que Leah nunca había olvidado a Sam.
-No puedo con tanto romanticismo Disney.-dijo mi amiga rodando los ojos. Yo reí y Edward le guiñó divertido.
Leah&Sam continuaban en su burbuja pero lo que pasó después no me lo esperaba. Cuando Leah recobró la compostura, suspiró y miró indignada al moreno que la miraba confundido. Después de eso le dio un cachetada y le grito algo que no llegué a entender. Mi amiga se fue y Sam se llevó una mano a la mejilla y nos miró derrotado.
-Leah tiene carácter.-Silbó Emmett por lo bajo.-Eh. ¡Ánimo campeón!-Exclamó ofreciéndole un trago a medida que se acercaba a nuestra mesa.
-Dale tiempo.-Sonreí apenada por el bochornoso momento ocurrido segundos atrás.-Deja que procese todo esto.
Sam negó.-No sé si alguna vez vaya a perdonarme.-Suspiró rendido.
-No estes tan seguro de eso.-Bella habló y el moreno la miró asombrado.-Leah es así, obstinada. Intenta siempre ocultar lo que siente y, por eso lleva sin volver a enamorarse desde lo vuestro.-se dio de hombros.
-¿Por qué me estás ayudando?-preguntó Sam sorprendido.-Acabas de decir que soy un bruto.-aclaró cuando mi amiga le miró confundida. Yo sonreí por eso.
-Ah.-Bella le miró sin más tomando un trago.-Quiero a mis amigas ¿si? Ellas son demasiado para cualquiera. Pero si veo la mínima posibilidad de que alguien, por pequeña que sea, las pueda hacer felices... Echo una mano.-guiñó con suficiencia.
-Awwwwww.-dije emocionada abrazándola.-Eres un amor, Bells.-Besé su mejilla y ella se sonrojó violentamente.
-¡Oh ya, para!.-Dijo avergonzada.-No hagas de esto un escándalo.
-Sí está en lo correcto.-Emmett habló dándole la razón lo cual me pareció extraño así que lo miré confundida sin entender.-Mejor dame cariño a mi, nena-Dijo coqueto mientras guiñaba.
-¡Ugh!-Se quejó Bella.-Necesito un trago.
Yo reí y Emmett sonrió con suficiencia. Volví a mirar a Sam, sentía algo de lastima por él. Sabía que Leah seguía sintiendo cosas por su primer amor pero no sabía cuanto le costaría olvidar todo lo que había sufrido para volver a empezar.
-Rubia, ¿te animas?-dijo Bella divertida pasándome el micrófono.
-¿Me acompañas, Emm?-Pregunté cogiendo el micrófono.
El pobre casi se atraganta con su bebida.-¡¿Yo?!-Me vio asustado y yo me mordí el labio asintiendo.
-Ay Rose, no le pidas peras al olmo.-Edward estalló en una carcajada y Emmett le dio un zape y se puso de pie dándome la mano y yo lo vi encantada mientras íbamos al escenario.
-¿Estás seguro?
-¡Sí ya estoy aquí!-Exclamó y pude notar que estaba nervioso.
Tras eso comenzó a sonar la canción y Emmett y yo cantamos juntos. Fue lindo y Emmett me resultó de lo más tierno tan metido en la canción. Si era cierto que no cantaba bien, pero tenía valor para subirse y acompañarme. Me sentí rara cantando una canción de amor junto a él ya que no tenía que tomar en cuenta lo que decía la letra ¿no? Era simplemente eso.
Cuando terminamos, Emmett me tomó la mano y le dio un beso haciendo que me sonrojara mientras la gente aplaudía.
-Awww que romántico.-dijo Bella en mi oído de manera irónica cuando volvimos a la mesa. Yo le di una patada por lo bajo.-Ouch.-Se quejó.
-¿Y tú qué?-Emmett volvió a ver a Edward quien tenía una sonrisa burlona.-¿Qué me ves?
-Nada.-Dijo intentando disimular que se quería reír.
Emmett entrecerró los ojos y Sam habló.-No le hagas caso Emmett. Es evidente que no se te da para nada el canto pero lo has hecho bien. Bueno sobretodo tú Rose.-Volvió a verme.-Has estado maravillosa.
-Gracias.
-Sí rubia, cantaste con mucho sentimiento.-Alzó las cejas sugestivamente. Y yo rodé los ojos. Por lo visto Bella no pararía con sus comentarios. Solo había sido una canción no es como si le hubiera confesado a Emmett lo que sentía.
Me di cuenta que Emmett me estaba viendo con esa penetrante mirada suya. Como queriendo descifrar algo hasta que Edward abrió su bocota una vez más.-Mientras tú cantabas como el culo, grandulon.-Por supuesto todos rieron y vi que Emmett estaba furioso en cualquier segundo lo golpearía.
Decidí intervenir antes de que le partiera la cara a Edward.
-Emm, querido, ¿Me acompañas?-Dije tomando su mano.
Él parpadeo un par de veces y volvió a verme.-Claro.- Así que nos fuimos a la terraza.
-¿Tan mal estuve?-Preguntó avergonzado cuando estuvimos solos.
-No.-dije simplemente y él me miró mal.
-No tienes porque esconderlo para hacerme sentir mejor.-dijo algo incómodo.
-Emm.-sonreí enternecida.-Me ha parecido de lo más lindo ¿si?-el me miró alzando las cejas, parecía que no se lo creía.-Que si.-sonreí acariciando su rostro.-Me gustó verte tan apasionado.
-Sabes que soy un hombre muy apasionado en todo lo que hago, nena.-Dijo en modo galán con guiño incluído haciéndome sonreír.
-No hace falta que lo menciones.-Me mordí el labio.-Antes del accidente me lo demostrabas casi a diario.
-¿Te apetece que te refresque la memoria esta noche?-Pasó una de sus grandes manos en mi cuello acariciándome.
Yo asentí.-Creo que me vendría muy bien.
Él se agachó y fue en busca de mis labios. Nos unimos en un beso apasionado.
Después de eso tomó mi mano y me sacó de ahí. Nos despedimos de lejos de nuestros amigos y emprendimos rumbo a nuestro apartamento. Moría de ganas de pasar un rato a solas con Emm.
Cuando llegamos al apartamento Emmett me tomó en brazos con delicadeza. Yo me agarré a su cuello mientras le besaba.
-Emm, estoy bien.-dije mientras besaba su cuello para tranquilizarlo.
-Ya lo sé.-dijo nervioso.-Pero es que no quiero hacerte daño.-dijo bajando la mirada.
-Confío en ti ¿si?-dije mirándole profundamente a los ojos.-Vamos a refrescarnos.-Sugerí para que se relajara también él que lo notaba tenso.
Me dejó en el suelo cuando entramos en el baño. Así que fui a llenar la bañera y comencé a desvestirme. Emmett seguía parado viéndome. -¿Acaso no me acompañarás?-Alcé una ceja divertida.
El sonrió avergonzado.-Lo siento es que tengo la cabeza en otro lado.- Empezó a desvestirse también.-Yo me acerqué y enganché mis brazos en su cuello.
-¿Qué es lo que piensas?
Él negó con la cabeza.-Estoy pensando que el apartamento necesita un par de remodelaciones.-Pasó sus manos a mi cintura.
-¿Así? ¿Cómo cuáles?
-Necesitamos un jacuzzi en el exterior, el interior y también una piscina.
-¿Estás pensando en México?-Pregunté divertida.
-Desde luego.-Admitió.-Construimos muchos recuerdos bonitos en ese lugar.-Guiñó mientras acariciaba mi trasero con una de sus manos.
-Emmett, para navidad me gustaría ir a una playa exótica en medio de la nada.-Pedí.
-Hecho.-sonrió divertido mientras besaba mi frente.-Aunque pensaba que querrías una blanca navidad.-dijo sorprendido cuando se separó para mirarme.
-Bueno.-me di de hombros.-Es tradición, si.-dije divertida.-Excepto cuando pasé unas navidades en Australia con mis padres. Ya sabes, Santa llegó a la playa.-reí recordando el momento con ternura.
-Eso debió de ser muy divertido.-dijo mirándome de forma tierna.
-Lo fue, créeme.-sonreí.-Vamos.-le ofrecí mi mano para que me acompañara en la bañera. Él se colocó tras de mí y yo me apoyé encantada en su pecho. Le sentí sonreír mientras dejaba un camino de besos por mi cuello. Yo cerré los ojos disfrutando del momento. Luego empezó a masajear mis senos jugando con mis pezones.
Definitivamente necesitaba que se soltará más lo sentía demasiado tímido con sus caricias, cosa que se me hacía muy rara en él. Así que tomé una de sus grandes manos y la dirigí a mi centro. Él jadeó y comenzó a acariciarme haciéndome gemir. Finalmente hizo que me corriera. Había sido maravilloso pero necesitaba más de él. Así que me giré quedando a horcajadas sobre él sosteniéndome de sus fuertes hombros.
Él estaba más que excitado desde que empezamos con esto pero no sé atrevía a llevarlo al siguiente nivel.
-¿Estás segura nena?-Preguntó aturdido cuando rocé mi centro con su entrepierna. Podía darme cuenta que estaba haciendo un enorme esfuerzo para contenerse a tal punto que su respiración era dificultosa. Lo cual me resultaba chistoso y demasiado exagerado.
Así que lo besé apasionadamente esperando que se relajara.
-Tranquilo Emm.-Volví a besarlo acariciando su pecho musculoso.-No es como si fueras a hacerme daño.-Dije cuando nos separamos.-Te prometo que ya estoy bien. No tienes por qué preocuparte. Mis costillas ya están mejor.-Sonreí.
-Ya sabes que el tema de tu salud y seguridad me ponen muy ansioso, nena.-Reconoció y yo volví a besarlo esta vez acariciando su miembro. Esta vez Emmett reaccionó mejor así que me coloqué mejor y poco a poco fui introduciéndolo en mi interior. Me mordí el labio. Emmett era muy grande en todos los sentidos. Y yo había echado mucho de menos esta sensación pero decidí tomarlo con calma al principio.
Emmett pvo
Al día siguiente me desperté feliz porque Rose se encontraba mucho mejor y, me lo había demostrado la noche anterior.
-¿Emm?-sonreí al escucharla somnolienta junto a mí.
-Buenos días, nena.-sonreí mientras la atraía a mi y dejaba besos por toda su cara haciéndola reír.
-Ya, Emm.-rió dándome un beso.-Veo que te has levantado de buen humor.
-Es imposible no hacerlo después de la increíble noche que pasamos ayer.-dije divertido mientras apretaba su muslo.
-Nunca había rogado tanto para que me dieran amor.-Hizo un puchero adorable al que no pude resistirme. Así que la terminé besando.
-Sabes muy bien que bajo circunstancias normales eso no habría sido necesario, nena.-Dije algo inquieto.-Créeme que nunca había estado tan preocupado a la hora de follar como lo estaba anoche.
Ella rió y me pegó en el pecho divertida.-¿Quién lo creería? El grandullón y fortachón de Emmett Cullen resultó ser el hombre más caballeroso y atento con el que he estado.
-No me canso de repetirlo Rose.-Acaricié su suave rostro.-Tú sacas lo mejor de mí.-Vi como sus preciosos ojos azul-violetas me veían con un brillo diferente. Podía verlos todo el día y no cansarme. Era jodidamente hermosa y pronto sería solo mía.
-Emmett.-Se mordió el labio.-No te lo he dicho antes porque no estaba segura cómo me sentía en realidad...-Suspiró y agachó la mirada para luego volver a verme.-Te quiero, Emm.
La miré sonriendo como el idiota enamorado que era y tomé sus manos entre las mías.-Y yo te amo a ti, Rose.-deposité un beso en el dorso de su mano. Ella tomó mi rostro entre sus manos y me besó. Era un beso apasionado pero tierno. Cuando nos separamos, coloqué un mechón de su cabello detrás de su oreja y la miré profundamente.-Me haces feliz, nena. No te imaginas cuanto.
-Emm.-suspiró nerviosa.-Solo hemos estado juntos por un par de meses.
-¿Qué importa el tiempo, Rose? ¿Tú te sientes igual?-ella asintió mientras se mordía el labio insegura.-Eso es lo que cuenta. Déjate llevar por eso.
-Ok.-Respondió con su sonrisa que me deslumbraba por completo. Le di un besito.
-Entonces...-Dije jugando con su delicada mano.-¿Ya estás pensando mejor sobre el 'trato' de nuestro matrimonio?-Pregunté con una sonrisa divertido esperando que vaya descartando esa idea loca que se le había metido en la cabeza sobre divorciarnos lo más pronto posible.
-Emm. Es muy pronto para saberlo. Dependerá de cómo marchen las cosas entre nosotros.-Volvió a verme y yo entendí por su mirada que ya no debía insistir con el tema.
-Ok mejor cuéntame si ya decidiste sobre nuestros disfraces para halloween.
Ella parpadeó un par de veces.-Cielos, lo había olvidado por completo.-Salió de la cama y cogió su bata.
Yo reí y también me puse de pie en busca de mis boxers.-En ese caso, yo ya tengo resuelto eso.
-¿En serio?-Preguntó con cautela.-¿Qué has escogido?-Alzó una ceja.
-¿Qué te parece ser mi CatWoman, nena?-dije divertido alzando las cejas y yendo al closet por el disfraz que había encargado para mi prometida.
-O...-dijo mordiéndose los labios.-tú puedes ser mi Batman.-dijo sonriendo divertida.
-Cuenta con eso.-le guiñé.-¿Por que no te lo pruebas?-dije mirándola con deseo.-Seguro que te queda como un guante.
-¿No es mejor que sea una sorpresa para la fiesta?-dijo divertida.-¿Sabes de que irán los demás?-Preguntó con curiosidad.
-Pues... a Edward le encanta el Joker.-me di de hombros.-Tal vez Bella sea su Harley Quinn.-reí.
Rose también rió. -Conozco muy bien a Bella no creo que vaya de Harley.-negó divertida.-No es su estilo.
-Bueno.-Me encogí de hombros.-Eso ya lo veremos.
-Ya me dio hambre. ¿Te parece si bajamos a desayunar?
-¡Claro!-Contesté animado pasando mis manos en su pequeña cintura acercándola a mí.-Aunque se me antojaba llevarte a desayunar y luego podemos andar por el parque.
-Muero de hambre pero está bien.-Sonrió.-Hagamos lo que tú dices. Me vendría muy bien tomar algo de aire fresco.
-De acuerdo.-Me incliné y la besé. Me hacía muy feliz avanzar en esta relación.
Nos vestimos y salimos a desayunar. Era lo bueno de vivir en el centro, que podía ir a pie a la mayoría de sitios. De repente, Rose tomó mi mano. Yo no dije nada, no quería que se arrepintiera y la apartara. Así que simplemente sonreí porque ella poco a poco iba soltándose.
-¿Nos sentamos aquí?-Rose señaló una cafetería que parecía ser artesanal. Yo asentí.
-¿Qué vas a tomar?-sonreí pasándole la carta.
-Creo que un capuchino.-dijo concentrada leyendo.-Y tal vez una tostada de pan integral con aguacate ¿tú?
-Yo quiero un desayuno típico.-Me encogí de hombros y ella volvió a verme.-Huevo con tocino, waffles, un muffin y jugo de naranja.-Alzó las cejas sorprendida.-¿Y tú quieres algo más?
Ella negó.-No así estoy bien.
Luego el mesero llegó con nuestra orden y empezamos a comer.
-Creo que jamás me acostumbraré a ver la cantidad de comida que consumes.-Dijo bebiendo de su zumo de naranja.
Yo reí.-Oh vamos comer es delicioso. Recuerdo una vez en un hotel cuando era adolescente.-le dije divertido.-Que a la hora de la cena me eché un plato tan grande de pasta que hasta los que estaban a nuestro lado miraron alucinados.-reí y Rose conmigo.
-¿Enserio?-dijo riendo alucinada.-Madre mía, Emm.
-¿Qué quieres? Estaba en pleno proceso de crecimiento.-me di de hombros mientras ella continuaba riendo.
Tras eso nos trajeron el desayuno y comimos tranquilamente. Cuando llegamos al parque, ella me preguntó.
-¿Has tenido más noticias sobre tu tío?
-No desde lo del accidente ha estado desaparecido.-Fruncí el ceño.-¿Estás segura que no quieres denunciarlo?
-No tenemos tantas pruebas contundentes Emmett. Solo ese mensaje y eso, no nos serviría de mucho. Ya te lo he explicado.
Yo suspiré Rose había insistido en no denunciarlo porque según ella eso sería una traba para nuestro principal objetivo que era acusarlo de blanqueo lo cual si era un crimen federal del que no saldría libre ni con la ayuda del mejor abogado. Pero para eso necesitábamos paciencia y ser más astutos al conseguir pruebas y armar el caso en su contra.
-Bueno.-dije para cambiar de tema y tomé su mano.-Dejemos de hablar de dramas ¿si? Demasiados hemos tenido últimamente.
-Cierto.-Rose rodó los ojos.-Quiero tratar de evadirnos un poco de toda esa locura.
-Hecho.-Tomé su rostro entre mis manos y la besé con dulzura.
-Emm.-dijo divertida contra mis labios y miró a la derecha. Pude ver como algunos paparazzi se escondían tras los arbustos.
-Parece que nuestra relación se considera interesante para el foco mediático.
Ella se separó de mí y rodó los ojos.-Eso es gracias a nuestras madres.
Yo reí y la abracé contra mi pecho.-¿No quieres darles material?-Pregunté divertido.
-¿Tú sí?-volvió a verme y yo me encogí de hombros.
-Me encantaría presumirle al mundo la maravillosa novia que tengo.-Sonreí acercándome de nuevo a sus labios.
-¿Ah sí?-Alzó una ceja divertida.
Y yo asentí.-Ajá. Y qué todos sepan que solo eres para mí.-La besé.-Y yo soy solo para ti.-Susurré sobre sus labios cuando nos separamos.
-Oye...-Rose me miró de repente.
-¿Qué pasa?-pregunté con cautela ya que su semblante había cambiado.
-¿Sam está bien?
-Ya sabes.-me di de hombros.-¿Tú has hablado con Leah?
Ella negó.-Seguramente tiene un lío en la cabeza por todo lo que ha pasado.-Suspiró.
-¿Y si otra vez organizamos...?
-No-Me interrumpió Rose.-Definitivamente no. Ya mucho nos involucramos tampoco quiero agobiar a mi amiga. A mí no me gustara que hicieran algo así conmigo. Además ya lo intentamos dos veces y ya viste como fue todo.
-Ok retiro lo dicho. Mejor hablemos sobre nosotros.
Ella me vio alzando una ceja.-¿De qué quieres hablar?
-Sobre el viaje que te apetece que hagamos para navidad aunque antes debo organizar la fiesta para la empresa.
-Creo que de lo que menos te apetece hablar es de lo segundo.-dijo divertida.-¿Me equivoco?
-Para nada, nena.-suspiré.-Es la primera que organizaré yo solo y, no tengo ni idea.
-Bueno, Ángela te ha dicho que te ayudará con todo.-recordó sonriendo.-Y, sino siempre puedes contar conmigo. Sabes que disfruto organizando, nene.-me guiñó divertida.
-Trato hecho.-dije aliviado.
-Y...-continuó hablando.-Sobre el viaje...podemos irnos a Bora Bora.-dijo pensativa.-O... tal vez mejor a las Maldivas. ¿Qué te parece?
-No tengo problemas con el lugar que escojas.-Sonreí.-Cualquier lugar es perfecto siempre y cuando pueda tenerte entre mis brazos.-Dejé un beso en su frente.
Rose sonrió con ternura.-Cuando quieres eres todo un dulce, Emmett.-Y enganchó su brazo en el mío mientras caminábamos en el parque.
-¿Y eso te gusta?-Pregunté curiosa.
-Naturalmente.-Sonrió.-Me gustan los hombres románticos.
Tomé nota mental sobre eso. Ser más cursi con Rose funcionaba.
Rose pov
-Nena.-Emmett volvió a llamarme otra vez. Era demasiado insistente este hombre. Bufé molesta mientras terminaba mi 'cat eye', era necesario si iba a ir de CatWoman.
-Emmett.-suspiré desde el baño.-Querido, cuando haya acabado, lo sabrás.-dije simplemente esperando que me dejara tranquila.
-Rose.-otra vez.-Te estás tardando una eternidad.-bufó. Parecía un niño pequeño.-Parece que tu misma estás cosiendo el disfraz.-se quejó por enésima vez en la tarde.
-¿Has llamado ya a los demás?-dije simplemente ignorando su comentario.
-No he hablado con Edward y ¿tú? ¿Has hablado con Bella? -Preguntó de vuelta.
-Tampoco.-Dije revisando mi teléfono.-¡Oh! Acaba de llegarme un mensaje.-Inmediatamente lo abrí era de mi amiga diciendo que allá nos encontraríamos.-Kate, Bella y Edward llegarán al club.-Le contesté.
Escuché que Emmett silbó.-Edward saliendo con dos chicas, ¿Eh?-Escuché que se reía.-¿Quién lo diría?
Me coloqué el antifaz que completaba mi conjunto. La verdad es que estaba muy satisfecha con mi look aunque jamás hubiera considerado disfrazarme de algún personaje de los cómics. Simplemente no iba conmigo pero haría una excepción porque no tenía nada más que ponerme y además también lo haría por Emmett que estaba más emocionado que yo por ir combinados.
Finalmente salí para mostrarle el disfraz que él mismo había escogido días atrás.
La cara de Emmett cuando me vio por primera vez no tenía precio.
-Wow.-dijo simplemente con los ojos como platos y la boca abierta. Yo reí y me acerqué a él modelando mi disfraz sensualmente.
-¿Te gusta?-dije de forma inocente.
-¿Estás de broma?-dijo alucinado.-Estás increíblemente perfecta, nena.-De repente su semblante cambió.-No había pensado en algo.-dijo pensativo.
-¿Qué ocurre?-dije curiosa.
-Todo el mundo va a estar mirándote esta noche.-dijo algo molesto. Cosa que me hacía gracia.
Yo reí.-Hubieses pensado en eso antes de escoger este disfraz Emm.
-Nena, pero es que te ves ardiente.-Suspiró mientras pasaba me tomaba de la cintura.
Yo me estiré para besarlo y él fue a mi encuentro-Vámonos mi caballero de la noche.-Le dije cuando nos separamos y él sonrió.
-¿Te gusta cómo me veo?-Preguntó coqueto.
-Te luce el color negro.-Me mordí el labio.-Aunque es una pena que no se aprecien tus preciosos hoyuelos con esa máscara.
-Así que... Te gustan mis hoyuelos.-Señaló sorprendido y divertido a la vez.
Yo asentí y fue a besarme de nuevo.
-Vamos.-Le dije cuando nos separamos. Salimos del departamento.
-¿Qué haces?-Pregunté confundida cuando sentí que Emmett había extendido su capa cubriéndome.
-Hace frío afuera.
-No es cierto, el clima es agradable. Estoy perfectamente bien. Además esto es de látex.
-Pues precisamente por eso. Te queda justo como un puto guante, nena. ¡Estás demasiado ardiente así!-Se quejó.
Yo rodé los ojos.-¿En serio Emmett? Tú mismo escogiste esto y me pediste que lo usara para la fiesta pero ¡¿ahora te arrepientes?!-Ya me estaba irritando lo inseguro que podía ser Emmett.
Él agachó la cabeza como un niño pequeño que acababa de ser regañado.
-No es eso nena.
-Bueno, ¡¿sabes qué?!-Dije enfadada.-Ya no quiero discutir sobre esto así que la próxima vez yo escogeré algo más clásico para los dos.-Dije metiéndome al coche.
-¿Clásico?-Preguntó confundido.-¿A qué te refieres?
-Yo podría ser María Antonieta.-Me encogí de hombros.-Y tú.-Volví a verlo.-No sé, tal vez el fantasma de la ópera.
-No usaré pelucas ni zapatillas ridículas, Rose.-Dijo ofendido y yo reí porque eso no tenía nada que ver.
-Hey no es gracioso.-Se quejó.-Si tanto te va el rollo medieval-Yo rodé los ojos, Emmett necesitaba una buena dosis de clases de historia para no mezclar tanto las épocas pero yo simplemente no estaba de humor para educarlo. Así que lo dejé pasar por alto.-¡Podemos disfrazarnos de los personajes de Game of Thrones!-Exclamó emocionado.
-¿Qué?
-¡Sí!-Chilló emocionado.-Yo puedo ser el Rey del Norte.
-¡Ew no!-Respondí con cara de asco.
-¡Igggh!-Se llevó una mano al corazón de forma dramática.-No me digas que no te gusta la serie, por favor.-Pidió suplicante.
-Me encanta.-Reconocí.-Pero nunca sentí empatía por el bastardo.-Dije con desprecio.
-Más respeto para el Lord comandante y rey del norte, por favor.-Pidió.-¿O acaso no te gustan los Stark?-Preguntó incrédulo.
Yo reí.-Lo siento pero siempre me gustaron más los Lannister.-Admití.-Tyrion es genial, Jaime es un encanto y pues Cersei es de mis personajes favoritos.-Me encogí de hombros.
-¿Debería de preocuparme esa inclinación que tienes por Cersei?
-Oye que tampoco soy como ella.-Le pegué en el brazo y el rió.
-Bueno... Ya que no coincidimos con el tema de Game of Thrones... ¿Qué te parece Vikings?-Preguntó.
-Es otro de mis shows favoritos.
-¡Genial! En ese caso yo podría ser Ragnar y tú mi Lathgertha.-Dijo con una sonrisa de lado.
-Ya lo veremos.-Dije divertida.
No tardamos en llegar al club. Emmett se quedó a mi lado mientras saludaba a algunos compañeros de trabajo.
-¡Estás increíble, Rose!-ése fue mi asistente.
-Gracias.-reí satisfecha.-Emmett...
-Sí.-dijo con esa sonrisa de hoyuelos.-Nos conocimos cuando fui a la oficina cuando estuviste enferma ¿recuerdas?
-Oh.-dije sorprendida.-Cierto, perdona.-Tras eso el joven se disculpó. No pasó mucho tiempo hasta que vimos a Edward que venía junto a Kate y Bella.
-Qué situación más extraña.-dije divertida mirando a Emmett. Y es que Edward iba en el medio de las dos mujeres. Parecía que tenía el control de la situación, pero nada menos de la realidad.
-¿Rose?-Bella me llamó sorprendida.-Wow.
-Gracias.-le guiñé el ojo divertida.-Tú también estás genial.-La abracé.
-Lo sé.-Chasqueó.-No iba a disfrazarme de Harley Quinn ni de broma.-bufó. Y yo sonreí. Tenía razón no había manera de que Bella hiciera eso. En su lugar había optado por el personaje de Charlize en Mad Max, "Furiosa" que sin duda era más su estilo.
-¡¿Bella te rapaste la cabeza?!-Exclamó Emmett desconcertado y escandalizado.
-No me digas grandullón.-Contestó de mala gana.-Qué observador eres.-Rodó los ojos.-
-Para mí estás ardiente, Bella. Te lo dije antes.-Comentó Edward medio embobado mientras veía a mi amiga y vi como Kate se removió incómoda.
-Necesito un trago.-Kate se separó del grupo y fue a la barra.
-Parece que se molestó.-Dijo Emmett confundido.
-Eres todo un Sherlock Holmes, grandullón.-Ironizó Bella.-Iré a ver qué le sucede.-Se marchó.
-¿A ti no te sorprende lo que hizo con su pelo?-Me preguntó Emmett anodadado cuando nos quedamos solos.
Me encogí de hombros.-No es la primera vez que lo hace.
-Ya deja de criticarla.-Intervino Edward.-A mi me encanta Bella con o sin cabello.-Sonrió tontamente. Emmett y yo nos miramos divertidos. La verdad es que Edward estaba loco por Bella. Eché un vistazo a la barra para ver a una molesta Kate mientras Bella trataba de hablar con ella.
-¿Qué crees que le pasa?-preguntó Edward confundido. Yo rodé los ojos porque hasta Emmett se había dado cuenta de sus celos.
-Déjalo.-dijo Emmett.-¿Sam?-saludó a su amigo.-No sabía que vendrías de Superman.
Sam rió:-Veo que aquí está media Liga de la justicia, el villano favorito de ciudad Gótica.-Le pegó a Edward divertido en el brazo.-Y por supuesto el crush de Batman-Dijo alzando una ceja y viéndome de pies a cabeza.
-Bueno ya.-Lo interrumpió Emmett.
-¿Qué?-Se encogió de hombros Sam.-Catwoman siempre ha sido tu fantasía grandullón.-Dijo divertido y haciendo que sonriera.-Y la mía también por si se te había olvidado.
-No te golpeó solo porque eres mi amigo y por qué sé que te gustan tanto los cómics como a mí.-Pasó un brazo sobre mi cintura acercándome a él.
-Rose, solo déjame decirte que le haces justicia a Michelle Pfeiffer.-Dijo ignorando a mi novio.-Estás despampanante así.
-Gracias.-Sonreí.
-Edward tómame una foto con Rose.-Pidió en modo fan.-Acercándose a mí.
-Esto no es una jodida comic-con, Sam Uley.-Dijo indignado Emmett quitándole el celular a Edward.
-¡Oye!-Se quejó Sam.-Solamente estoy pidiendo una foto.
-Y yo te recuerdo que no se trata de cualquier artista de cosplay es mi prometida.-Empujó Emmett a Sam.
-Emmett déjalo.-Intervine yo.-No me molesta hacerme una foto con Sam.-Le arrebaté el teléfono y se lo regresé a Edward.-No es para tanto.-Me acerqué a Sam.
-Bueno en ese caso podemos salir los tres.-Emmett se colocó a mi otro costado.
-No importa luego recorto a Emmett.-Dijo Sam por lo bajo y yo reí.
De un momento a otro la mirada de Sam se tintó de preocupación. Yo miré a Emmett curiosa preguntándole con la mirada si él podía ver algo. Sonrió y señaló a la puerta.
-¿Qué pasa?-pregunté.-No veo Emm.
-WonderWoman decidió aparecerse hoy.-dijo mientras guiaba la mirada hacia Leah. Que había decidido venir a la fiesta. La verdad, después del desastre del karaoke, me sorprendió.
-Vaya, vaya.-Bella fue la primera en hablar.-Estás completamente maravillosa.-le guiñó.
-Gracias.-guiñó divertida.-Aunque tú también te has lucido Bells.-Silbó.-Y tú...-dijo mirándome divertida.-Ahora entiendo porque cuando pregunté por ti me hablaron sobre una CatWoman ardiente.-dijo riendo.
-Fue idea de Emmett.-me di hombros divertida.
-Luego el grandullón descubrió que lo prefería para él solo.-dijo Edward burlándose mientras Emmett me abrazaba cubriéndome con su capa.
-¿Y qué?-Todos rieron ante la actitud infantil de Emmett.
En eso vimos que otro Superman se coló dónde estábamos.
-Chicos él es Paul.-Lo presentó Leah y pude sentir la incomodidad que se formó sobretodo Sam. Sentí pena por él.
-Encantado.-rió saludando.-Vaya, tienes buen gusto.-dijo divertido saludando a Sam al ver que también iba de Superman.
-Si supiera que no solo se han fijado en el mismo disfraz.-dijo Bella por lo bajo.
-Si.-dijo Leah de repente.-Es toda una casualidad.
En eso Bella la tomó del brazo llevándosela de ahí y yo las seguí.
-¿Te has vuelto loca?-dijo sorprendida nuestra amiga.
-¿Qué? ¿Por qué?-Se hizo la desentendida.
-Por traer a Paul.-Dije como algo obvio.-Sabiendo que Sam estaba aquí.
-¿Y qué? Quería que él se enterase que en mi vida ya no tiene espacio.-Luego agregó enfadada.-¿Además ustedes de qué lado están? Pensé que me apoyarían y no que sentirían más empatía por él.-Se veía realmente ofendida.
-Oye nena. Tampoco te pongas así.-Intervine.
-¿Qué esperaban? ¿Repetir lo que me hicieron en el karaoke? ¡Pues no!
-Bueno ya olvídalo. Eso quedó en el pasado.-Rodó los ojos Bella.-Lo importante es pasarla bien.-Nos abrazó.-Pero ahora si me disculpan...-Se alejó de nosotras y vimos que fue de nuevo donde Kate.
-No sé tú... Pero yo no veo futuro en esa relación.-Comentó mordaz Leah mientras bebía de su copa.
-Lo dices por Edward.-Deduje yo.
-Ajá. Además, ambas sabemos que Kate es bastante insegura y muy dependiente de Bella. Sino mira todas las que le ha aguantado.
Yo asentí. Recordando que anteriormente, Bella incluso estando en una relación con Kate, se involucraba con otras personas pero al final siempre volvía con ella.
-Hasta el punto de sostener una relación poliamorosa solo por capricho de nuestra querida amiga.-Agregó irónica Leah.
-Oye ambas son adultas. Nadie está obligando a nadie.
Ella hizo una mueca restándole importancia.-Hazme caso. Kate simplemente está dándole el capricho a Bella. Y la verdad, aunque no lo parezca. Me da incluso pena.-dijo mirándome mientras tomaba de su copa.
-Ya.-dije simplemente.-Pero Kate no es ninguna santa.
-En eso tienes razón.-rodó los ojos.-Pero la pobre solo es un alma dependiente de nuestra Bella.-se dio de hombros.
-Y...-me atreví a preguntar.-¿Seguro que has zanjado lo de Sam?
-Solo quería saber si el hecho de que Paul esté aquí me hacía sentir diferente.-suspiró molesta.
-¿Eso es un no?
-Estoy confundida, ¿Ok? Ya no me presiones.-Bufó.
-Ok tranquila.-Decidí no tocar ese tema para evitar que Leah se alterara aún más.-Olvídalo.
-¿Y tú? ¿Cómo vas con tu grandullón?-Preguntó coqueta.-Me da la sensación que ya avanzaron las cosas.
Yo sonreí y me mordí el labio encogiéndome de hombros.-He decidido que todo fluya entre nosotros.
-Ya era hora que esa cabeza dura que tienes lo haya asimilado.-Rodó los ojos.-Además, con semejante hombre-Suspiró.-Yo no me lo pensaría ni dos veces.-Chasqueó.
-No te dejes engañar por su apariencia.-Dije con algo de decepción.
-¡No me digas que la tiene chiquita!-Exclamó Leah decepcionada.
-¡¿Qué?! ¡No! ¡Leah no me refería a eso!
-¿Entonces? ¿Cómo la tiene?
-¡Por Dios Leah! No hablaré contigo sobre eso ahora.-Fruncí el ceño.
-Está bien.-Puso los ojos.- Luego tendremos tiempo para esa charla. -Yo simplemente negué. Mi amiga no tenía remedio.-¿A qué te referías entonces?
-Que detrás de su imponente apariencia... Bueno a veces tiene actitudes bastante infantiles, lo cual me irrita.
-Y tú eres demasiado sofisticada y madura para eso ¿no?-dijo mi amiga divertida. Yo bufé.-Oh venga Rose.-dijo divertida.-Yo creo que la personalidad de Emmett puede venirte bien.-alcé la ceja curiosa.-Él te complementa en ese aspecto.
-¿Me estás llamando aburrida?-dije sorprendida.
-No.-rió.-Es sólo que a veces te centras demasiado en el trabajo y en tus reuniones. Solo eso.
Helloooooo. Otra vez por aquí después de un pequeño break, sorry. Espero que os guste y que me dejen en los reviews que les ha parecido y que esperan que pase en los siguientes capítulos :) Un saludo y espero que estén bien.
