ARE YOU IN THERE?

DISCLAIMER: Naruto es propiedad de Masashi Kishimoto, pero la historia es de mi autoría.

WARNING: Esta historia en cada one-shot contiene descripciones y menciones de actos de violencia sexual, física y psicológica, así como de temas delicados o detonantes para la salud mental a los que de ninguna manera se pretende faltar el respeto y son utilizados solo con fines creativos. Por favor, tomarlo en cuenta antes de leer.

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7

VOCES INTERNAS EN EL EXTERIOR

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—Deja de sostenerla tan fuerte o va a pensar que le estas regalando tu basura.

—Cállate.

—Y conociéndolo, seguro te la lanza a la cara.

—Dije que te calles.

—¿Cuántas veces tengo que repetirte que no obedezco tus órdenes?

—Parece que muchas más.

Mucha gente suele tener conversaciones en su cabeza. Todos tienen una voz interior que en ocasiones los anima y en otras hace todo lo contrario. Algunas incluso tienen forma de pensamientos intrusivos que son tan fluctuantes como peligrosos. Pero la de Sakura había conseguido salir de su cabeza y no hacía más que atormentarla sin parar.

Incluso tomando la forma del chico que le gustaba.

—Es inútil, elegiste el peor momento para hacer esto — y lamentablemente, era diez veces más hostil con ella que la persona en la que estaba basado.

La chica de cortos cabellos rosados, figura menuda y rostro aún infantil en muchos aspectos apretó los labios en una fina línea y la carta entre sus manos se arrugó aún más, aunque eso ya no importaba. Por más que esa fuera su intención inicial, definitivamente no iba a entregarla ese día.

Sasuke Uchiha estaba en su usual práctica de beisbol al término de clases y ella no era la única viéndolo hacer gala de sus grandes habilidades deportivas. Un montón de chicas lo observaban atentas y emocionadas, gritando para llamar su atención cada cuánto.

Sakura, en cambio, estaba oculta tras un árbol a varios metros de distancia. Tan lejana a él como tenía acostumbrado por su propia seguridad.

La noche anterior había escrito una carta confesándole sus sentimientos, bajo la tutela del Sasuke fantasma que justamente tenía a su lado. Ella había querido ser mucho más explícita y escribir un contenido más amplio, sin embargo, fue aconsejada para ser lo más concisa y clara posible. La alucinación con la que convivía diariamente podía ser hiriente, pero también solía tener razón, así que la chica obedeció sus consejos sin protestar.

Solo que por su cobardía no le sería posible entregarla después de todo.

—Ah, ahí está Karin de la clase B — el Sasuke irreal se recargó perezosamente sobre el tronco de su escondite y miró con los brazos cruzados como aquella pelirroja se acercaba al bateador estrella con aire coqueto. A su lado, Sakura también lo vio y su inseguridad creció aún más —. Mírala, obviamente no puedes competir. Eres pequeña, sin curvas y demasiado inexperta para alguien como yo.

—Lo sé.

—Además, a mí me gustan las chicas con cabello largo... Esto... — a pesar de ser una ilusión el brusco jalón que le dio a un mechón rosado se sintió muy real —. No sirve para mí.

—Ya lo sé.

Sakura con frecuencia recibía los insultos del Sasuke que su cabeza había fabricado, sin molestarse en refutarlos. Reconocía la veracidad de cada cosa que le decía y, de entre los dos, ella seria la verdadera mentirosa si intentara negarlas. Además, su actitud no estaba inspirada en la nada. El verdadero Uchiha y ella habían hablado muy pocas veces a lo largo del tiempo, a pesar de ser compañeros de clase y estar el uno al lado del otro en el aula, pero en éstas Sasuke no había sido agradable o siquiera educado con ella.

De hecho, el atractivo chico solía llamarla "molestia" cada que la veía equivocarse o actuar con torpeza, inclusive el ofensivo apodo a veces salía de la nada, cuando ella simplemente estaba presente, existiendo.

Por eso el joven que en ese momento la acompañaba tenía total libertad de decirle lo que necesitaba escuchar por más duro que fuera, puesto que era como si el verdadero Sasuke le estuviera hablando.

—Deberías rendirte — el fantasma expresó mirándola con una ceja enarcada.

Sakura simplemente observó con los ojos tristes al chico que le gustaba conversando con Karin y otras chicas mucho más atractivas, inteligentes y extrovertidas que ella. Auténticos partidos con los que el chico más popular del colegio sí se sentiría orgulloso de estar.

Suspirando, bajó la mirada hacia su misiva y no pudo evitar que un par de lágrimas se derramaran sobre ella.

—Para eso es la carta... Para que me rechace y pueda seguir adelante — murmuró en un hilo de voz.

Si bien el Uchiha no era amable con ella y era obvio que no le agradaba, sintió como posaba su mano sobre su cabeza en un vago intento de consuelo.

—Esa es una buena idea. Al parecer la cabeza si te sirve de vez en cuanto.

Ante su pequeña broma Sakura soltó una pequeña risa y sus mejillas se ruborizaron en el proceso. Igual que el chico del que estaba enamorada, el producto de su imaginación tenía un humor ácido que, aunque a otros les irritaba a ella la hacía sonreír.

Solo que, debido a sus inseguridades, jamás había tenido la oportunidad de mostrarle y mucho menos decirle que le parecía una persona agradable a su propia y peculiar manera.

—¡Sakura-chan! — de repente una voz hizo aparición tras de ella e inmediatamente el Sasuke fantasma se esfumó.

—Hola Naruto... — la pelirrosa lo saludó con una sonrisa y guardó su carta en su bolsillo para que no preguntara por ella.

—¿Estabas viendo la práctica?

—Sí, lo haces muy bien. Tus carreras son emocionantes — ante su elogio el chico rubio se sonrojó y se rascó la cabeza con nerviosismo.

—Ojalá pudiera ser la mitad de buen bateador que Sasuke — ante la mención del pelinegro, ambos voltearon a verlo aún rodeado de sus admiradoras —. Así obtendría un poco de la atención a la que está tan acostumbrado.

—Seguro que en el próximo juego también tendrás tu oportunidad de brillar.

Dejando de lado al Uchiha, Naruto se giró para verla de frente y sus manos temblaron por lo que estaba a punto de pedirle. Tenía miedo de ser rechazado, pero valía más la pena intentar a morir con la incertidumbre del "¿y si lo hubiera hecho?"

—Oye, Sakura-chan... ¿Vendrás a verme jugar?

—¿Es una invitación directa a hacerlo? — la pelirrosa se permitió ser juguetona. Naruto le agradaba mucho pues era de las pocas personas en la escuela que era gentiles con ella.

—Sí, bueno... E-es que yo... Quería saber si podías usar mi camiseta — con su deseo compartido, el rubio enrojeció hasta rivalizar con un tomate y la suplica de verse aceptado no pudo ser oculta en su expresión.

Sakura lo meditó un momento. Había escuchado una vez que aquel joven tenía sentimientos por ella, pero ya que sus interacciones nunca habían ido más allá de lo amistoso dudo que pudiera ser así. Ahora veía que tal vez no era del todo descabellado.

—Naruto, yo...

—Solo sería un apoyo de una amiga que quiere ver ganar a su amigo — el rubio la interrumpió anticipándose a su negativa y le sonrió con la misma sencillez que siempre.

—Está bien — Sakura decidió aceptar más segura de ser su animadora bajo esa condición —. Solo asegúrate de lavarla bien.

—¡¿Por quién me tomas?! ¡Por ti incluso le pondré el perfume más caro de la colección de mamá!

En una conversación tan corta, la pelirrosa olvidó por completo lo triste que había estado por no poder llevar a cabo su plan de confesarse a Sasuke y su estado de ánimo se vio levantado de forma sorprendente, permitiéndose incluso reír. Ni siquiera pudo ser regresada a su anterior aflicción cuando Naruto se despidió y ella se quedó sola.

Así de efectivo era el calor de un amigo cuando el corazón lo necesita.

Entonces a su mente llegó la realización de que el partido era al día siguiente y que llevar su camiseta podría no ser suficiente apoyo para el rubio. Igual que ella, el chico era un poco inseguro, pero tenía muchos deseos de destacar y quizá sería algo lindo también portar un cartel para animarlo a dar su máximo esfuerzo. Tenía que irse a casa y ponerse a la tarea de elaborarlo a consciencia y en tiempo.

Tan abstraída quedó por su nuevo plan que no se dio cuenta de que el Sasuke fantasma había aparecido detrás de ella e intentaba seguirle el paso mientras estaba caminaba a prisa.

—Así le prometas la luna y las estrellas ese dobe no va a destacar por encima de mi — él se burló, lo que hizo a Sakura mirarlo con genuina molestia, antes de hacerlo esfumarse por completo, al menos el resto del día.

—No todo se trata de ti, Sasuke-kun.

Por otro lado, aproximadamente una hora después cuando la practica ya había terminado y todos estaban marchándose, un pensativo pelinegro recogía sus zapatos del casillero poniendo poca atención a su alrededor. En su mente lo único que había era el recuerdo de cierta chica sonriendo deslumbrante y alegre para alguien que no era él.

—¡Oye Sasuke! — y hablando de dicha persona. Naruto lo abrazó por los hombros aumentando aún más su irritación contra él.

—Suéltame inútil o te rompo el brazo — con brusquedad, el Uchiha se lo quitó de encima y comenzó a caminar hacia la salida.

—Te pido que no lo hagas, porque mañana este brazo tiene que estar bien listo para hacer sus mejores lanzamientos — sorprendentemente, la ya de por sí brillante alegría de Naruto creció aún más y eso hizo que la ira de Sasuke estuviera por desbordarse. Aunque su siempre apacible rostro no lo demostraba y solo mostró el mínimo de emoción al escuchar las siguientes palabras que salieron de su amigo —. Sakura-chan va a venir a verme e incluso acepto usar mi camiseta, ¡¿puedes creerlo?! ¡siento que estoy soñando!

—Probemos si lo estas — sin esperar respuesta, el pelinegro lo pateó con más fuerza de la necesaria, haciendo al rubio refunfuñar, aunque aun así su dicha no pudo ser borrada.

—En fin, ya tengo que irme, quiero ir a cortarme el cabello. Necesito verme realmente bien mañana, ¡adiós!

Y sin más, el atolondrado y vivaz Uzumaki se fue corriendo a la parada del autobús, dejando a su amigo atrás para que caminara solo a su casa.

Aunque Sasuke hubiera deseado con todo su corazón poder hacer ese trayecto sin ninguna compañía.

—Lo siento Sasuke-kun, no puedo evitar preferir los chicos dulces y agradables — una voz que conocía muy bien se manifestó a su lado,

Al voltear se encontró con sus bonitos y grandes ojos verdes observándolo genuinamente apenados.

—Ya lo sé.

—Pero descuida, hay muchas chicas a las que les gustan los hombres fríos como tú — si su intención era animarlo con esa perspectiva le salió todo lo contrario.

—Yo solo quería gustarte a ti.

—Lamento no poder corresponderte.

—Está bien, molestia. Solo desaparece.

Y como la pelirrosa fantasma que lo afligía todo el tiempo era tan gentil y dulce como la real, obedeció y no volvió a aparecer hasta el día siguiente, cuando vio llegar a Sakura, la chica que en secreto le gustaba desde el día que la conoció, decidida a apoyar a Naruto.

Solo que antes de que la ilusión de la pelirrosa que su mente había creado pudiera decirle algo para desanimarlo, decidió por primera vez no acobardarse e ir hacia ella.

El partido estaba por comenzar y todos los jugadores se suponía debían estar calentando, sin embargo, él aún no hacía aparición en el campo de juego y decidió interceptar a la chica antes de que llegara ahí.

—¿Sasuke-kun? — la joven se sorprendió de verlo en su camino y la forma en la que él la miró le pareció especialmente extraña.

Se veía entre molesto y nervioso.

—Ven conmigo — le ordenó sin más.

—¿Q-qué? ¿A dónde? — la conmoción no pudo ser disimulada ni en su voz ni en su tierno rostro.

—A los vestidores iré a buscarte una de mis camisetas. Quiero que la uses hoy durante el partido.

Aunque para Sasuke decir aquello se sintió como una victoria liberadora, Sakura se quedó congelada al escucharlo, demasiado confundida como para hacerle caso. Así pues, el chico intentó tomarla de la mano para guiarla, aunque, antes de que siquiera la tocara, ella dio un paso hacia atrás y lo miró afligida.

—L-lo siento, ya he quedado con Naruto para usar la suya — se excusó bajando la mirada al no poder seguir soportando la forma tan intensa en la que él la veía.

Esa ira y demanda tan grandes en su expresión le estaban causando escalofríos. Algo que no pasó desapercibido por el Uchiha y lo hizo ofenderse aún más.

Ella era tan cruel e indisimulada en su constante rechazo hacia él.

—¿Lo ves? Te dije que prefería a los chicos dulces, tú en cambio solo me produces miedo — Sasuke sintió que le susurraban al oído, lo que provocó que su enojo se desbordara.

Tanto que sintió la necesidad de dejarlo salir aún si se ganaba todavía más la animadversión de la chica que le gustaba.

—Bueno, es tu decisión si prefieres a ese perdedor. Supongo que es su deber apoyarse entre ustedes y les es inevitable estar juntos — sus palabras estuvieron cargadas con veneno intencionalmente e hicieron que Sakura levantara la mirada para verlo con sorpresa y desilusión.

Como si, a pesar de conocer muy bien su pesada forma de ser, no se hubiera esperado escucharlo decir algo así.

Esa señal no verbal le hizo saber a Sasuke que ahora había perdido definitivamente cualquier oportunidad que alguna vez hubiera podido tener con ella por lo que, en un esfuerzo de conservar un poco de su dignidad, se dio la vuelta para marcharse.

Sin embargo, las palabras que escuchó a sus espaldas no sólo lo hicieron sentirse peor de lo que ya se sentía, sino que también se quedaron grabadas en su corazón como una herida que sería recordada constantemente en el futuro.

Una que siempre traería la memoria al evocar todos los errores que había cometido a lo largo de su vida.

—Entonces espero que tú también encuentres alguien exactamente igual a ti.

Sobra decir que Naruto se destacó como un gran jugador en ese partido gracias a tener a alguien esforzándose en animarlo, que él por el contrario hizo un pésimo trabajo para el equipo y que Sakura nunca volvió a hablarle en los años venideros.

Al menos no en su forma real.

—Te dije que es imposible que las personas como tú puedan enamorar a las chicas como yo.

Pues nunca dejó de visitarlo y atormentarlo ni siquiera en la adultez.

...

NOTAS FINALES:

Todos los one-shots que escrito hasta ahora debían ser más cortos y termine alargándolos al darles una última edición. Tengo un problema, intentaré no hacerlo en la siguiente actualización porque eso hace que publique más y más tarde, lo siento.

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Como en cada ocasión les agradezco muchísimo a todos los que están leyendo y que se toman el tiempo de dejarme, aunque sea un corto comentario, siempre los estoy leyendo y tomando como motivación para escribir. Por favor díganme qué les pareció este capítulo también.

Otra vez muchas gracias y nos vemos en la siguiente actualización. bye!