Capítulo 5 - Retomar el camino
Rita estaba sentada en la sala de su casa con el rostro húmedo por el llanto, su expresión era entre enojo y tristeza, frente a ella, Luna y Luan la miraban con evidente pena, mientras que Lynn solo miraba hacia un lado con fastidio
— entonces... — dijo la rubia mujer —... entonces ¿ustedes estuvieron en la cárcel? —
— y-yo no... — dijo Luan con apenas un hilito de voz
— ¡claro que estuviste ahí, Luan! — dijo Lynn con sarcasmo
— ¡p-pero fue solo por unas horas! a-además... —
— ¡cállense!... — la voz de Rita hizo callar a sus hijas —... Luan, no me importa si fue por unos minutos, estuviste arrestada, y según los papeles que me dio papá, fue por beber en la vía pública, tenemos que hablar de esto después —
Luan baja la cara avergonzada, Lynn se sonríe burlona, pero su madre la regaña
— Lynn, yo no sé con qué cara te atreves a molestar a tu hermana cuando tú eres la que mas arrestos tiene, ¡y mira las causas!: alcoholismo, peleas, agresiones, resistirte al arresto, insultar a un oficial de policía, ¡golpear a un oficial de policía! y necesito que me expliques esto del contrabando —
— b-bueno... yo... yo tenía que ganarme la vida de alguna manera, mamá, la maldita anciana apenas nos daba de comer y nada más... — en la voz de la ex deportista se escucha algo de rabia —... ¿cómo diablos iba a conseguir ropa o cualquier otra cosa? es-este año fue terrible para nosotras... s-si tan solo tú o papá se hubieran quedado... —
— sé que nos equivocamos al confiar en Ruth y les pido una disculpa por ello... yo... yo hice todo lo posible, hija, pero el juicio no fue tan bueno como yo hubiera querido y dos años fue la menor condena... pro-probablemente no veamos a tu padre salir con vida de la cárcel... — todas se quedan calladas ante la idea, luego Rita reinicia —... tenemos que arreglar todo esto... y Luna, tú en especial me preocupas, incluso más que Lynn —
— m-mamá... yo ya dejé todo, la droga, el alcohol, los negocios sucios... ¡todo!, Sam dijo que me ayudaría, iré a terapia, volveré a la escuela, conseguiré un trabajo... ¡dejaré a la banda si es necesario!... solo quiero que me perdones... —
el llanto nubla la vista de la rockera, quien se acerca a su madre y se hinca frente a ella, Rita la acoge entre sus brazos y Luna llorará en su regazo, Luan y Lynn sienten la incomodidad de quien también es culpable pero no se ha arrepentido aún, así que se quedan calladas
— ya hablaremos de esto tú y yo, Luna, ahora ve a tu habitación, Luan ve a la tuya también; Lynn, vamos a mi habitación —
Luna se levanta y se va mientras se limpia las lágrimas con el dorso de la mano, Luan asiente y se va tras de su hermana; Rita camina hacia su habitación seguida por Lynn, al entrar, la mujer cierra la puerta y luego se sienta en su cama, Lynn se queda parada frente a ella, está demasiado incómoda como para sentarse, Rita entiende y la deja, hay un silencio incomodo entre ellas, pero la madre sabe que tiene que ser quien inicie esta plática
— hija, me duele que todo esto haya pasado por mi culpa, pero ustedes son las mayores, siempre pensé que eran más juiciosas, más inteligentes, ¿de verdad todo fue tan mal que el alcohol y las drogas fueron la única salida? apenas puedo creer que tú te hayas vuelto así cuando el deporte era tu vida, es... —
— ¡no, mamá! ¡no tienes idea del infierno que pasé! ¡Lori y tus otros hijos nos destrozaron! ¡PERDÍ MI BECA DEPORTIVA! ¿SABES LO QUE ES QUE TU VIDA PIERDA EL SENTIDO DE REPENTE?... yo escogí no morirme de hambre en esa casa mientras Ruth se quedaba con el dinero del subsidio, Luna tenía la banda para ganar dinero y mientras Luan siguiera en la escuela, podría comer ahí, pero me expulsaron y... —
— Lynn, te expulsaron por tu mala conducta, ¡mandaste al hospital a dos chicos!, era más que obvio que después de eso te retiraran los ofrecimientos de beca, ¿por qué no pediste ayuda?, los consejeros esc... —
— ¡CLARO! ¡PEDIRLE AYUDA A UNOS EXTRAÑOS PORQUE MIS PADRES ESTABAN ENCERRADOS POR CULPA DE TRES IDIOTAS! ¿SER EXHIBIDA POR SU CULPA NO FUE SUFICIENTE? ¿ADEMAS TENÍA QUE SER SEÑALADA COMO LA CHICA QUE VEÍA A LOS LOQUEROS DE LA ESCUELA?... —
— Lynn, no grites... —
— ¡ES QUE NO ES JUSTO!.. ¡TÚ NO SABES LO TERRIBLE QUE...! —
— ¡ESTUVE EN LA CARCEL POR UN MALDITO AÑO, LYNN! ¿TU PADRE VA A PUDRIRSE EN LA CARCEL Y DE VERDAD CREES QUE NO SABEMOS LO TERRIBLE QUE ES ALGO?... — Lynn mira a su madre, quien se ha parado frente a ella, ese gesto de enojo es algo que jamás le vio —... sé que nosotros somos los causantes de lo que está pasando, ya les pedí una disculpa y voy a hacer hasta lo imposible para remediarlo, pero quiero que esto te quede muy claro, si tú y tus hermanas, que ya son adultas, no se ayudan a sí mismas, todo se irá al carajo, ¿me entiendes?, necesito que empiecen a quererse, a preocuparse por su futuro y no que vivan culpando a otros mientras se hunden, tu padre está pagando esa culpa y yo... y-yo tuve que culparlo de todo para poder salir lo más pronto posible, para venir con ustedes... no las culpo de nada, pero no me hables de mundos terribles cuando pudiste pedir ayuda... Ruth ya está en la cárcel y me voy a encargar de que el tiempo que pase encerrada sea un infierno para ella, u-ustedes no se merecían esto... —
Lynn se apresura a consolar a su madre — ¡no mamá, no te culpes!... Lori es la que... —
— ¡POR ULTIMA VEZ, LYNN! ¡TU HERMANA NO TUVO LA CULPA DE NADA! TIENES QUE ENTENDER QUE EN ESTA PELEA NO HUBO MAS QUE VÍCTIMAS... — Rita se suelta del abrazo de su hija y comienza a pasearse por la habitación, gesticulando —... TU PADRE Y YO FUIMOS LOS UNICOS CULPABLES POR HACER CASO DE LOS CHISMES Y HABLADURIAS DE UNA ESTÚPIDA NIÑA RESENTIDA, LORI HIZO BIEN EN DEJAR A ESE MUCHACHO, ÈL ERA DEBIL Y DEPENDIENTE DE ELLA PARA TODO... —
Lynn mira a su madre, le sorprende todo lo que está diciendo — Mamá ¿cómo es posible que creas esa basura? claro que Lori, Leni y Lincoln tienen la culpa de todo, ellos rompieron a la familia, ella nunca debió de regresar, ¡y Lincoln se atrevió a defenderla! de la estúpida Len... — una formidable bofetada la hace caer, Rita está casi sobre de ella, y la mira furiosa
— ¡TUS HERMANOS NO TIENEN LA CULPA DE NADA! ¡¿CÓMO ES QUE NO PUEDES ENTENDERLO?! ¿TU LE CREES MÁS A UNA DESCONOCIDA QUE A TU PROPIA HERMANA? ¿CUÁL ES TU CORAJE O TU ENVIDIA? ¿ESTÁS MAL DE LA CABEZA? —
Lynn misma no lo entiende, no tiene argumentos para discutirle a su madre, pero es demasiado orgullosa para aceptarlo
— ¡ESTÁ BIEN, ESTÁ BIEN, ME CALLARÉ!... — dice la castaña mientras se pone de pie, luego se dirige hacia la puerta y se marcha, Rita sabe que no ha arreglado nada con ella, pero la dejará en paz por el momento; ahora hay que hablar con Luan.
El señor cocos mueve la boca, pero no hay otro sonido más que el "clack, clack" de la madera, Luan está tan triste que no hay ideas ni para ser sarcástica con ella misma, incluso la idea de hablar con su muñeco, como hacía antes, la asusta, ¿qué tal si todo eso fue una muestra de que estaba loca? ¿acaso su personalidad maniática se comunicaba con ella a través del muñeco? en la puerta suenan unos golpecitos
— adelante... —
la puerta se abre despacio y la temida visita de la matriarca Loud se hace realidad, demasiado pronto, piensa Luan, ella pensó que se demoraría por la pelea que escuchó entre su madre y su hermana; La comediante se sienta en su cama, e invita a su madre a hacer lo mismo
— no entiendo como puede ser tan necia... — dice Rita con un resoplido y después mira a su hija —... ¿tú que piensas, Luan? ¿de verdad creen que Lori y los otros tienen la culpa? —
— a-al principio todos lo pensábamos, por eso fue la pelea, pero después de que los metieran a la cárcel a papá y a ti, pensé mucho en ello y ahora siento vergüenza, creímos más en las palabras de esa niña loca y no en nuestra hermana, y no solo eso, la insultamos y la golpeamos, y a Leni y a Lincoln solo por no estar de acuerdo con nosotros, por pedirnos que pensáramos un poco... — Luan se enjuga una lágrima —... yo no creo en maldiciones, mamá, pero sí creo que esto cuenta como una... (snif)... jejeje... L-Leni y Lucy deben estar contentas, esa... esa maldición re-realmente funcionó... — y sin más, abraza a su madre y suelta el llanto, Rita se apresura a consolarla, pensando que de verdad parecería que una maldición ha caído sobre ellos.
El resto de la plática fue tranquilo, Rita regañó a Luan por lo hecho en la escuela y por el alcohol, Luan reconoció el problema y le contó a su madre su vacío y su depresión, lloró de nuevo al recordar el maltrato y la última paliza que le diera su tía, también le contó sobre Maggie y su oferta de ayuda y aún de hospedaje; Rita no quería que ninguna de ellas se fuera, pero posiblemente a Luan le ayudaría estar en un ambiente más tranquilo y vigilado, a estas alturas ella no se sentía capaz de ser ese sostén que sus hijas necesitaban para vencer sus adicciones. Ambas estuvieron hablando hasta que llegaron a un acuerdo, Luan estaría con Maggie entre semana y regresaría para los fines, iría a terapia tal como le aconsejaron en la escuela y volvería a la escuela en cuanto fuera posible, la castaña incluso dijo que buscaría trabajo para no ser una carga para nadie, Rita estuvo de acuerdo en todo, pero le dejó muy en claro que no habría concesiones, todo sería conforme al plan y tenía que obedecerlo al pie de la letra, Luan juró que así lo haría y el pacto quedó sellado con un abrazo entre ambas.
Luna estaba acostada en su cama, en realidad era la cama de Leni que ella había llevado a la habitación que fuera de Lisa y Lily; en un principio estaba decidida a quedarse en el cuarto de Lincoln, pero su madre se lo prohibió, Rita se daba cuenta hasta ahora de lo terrible que debió de ser para su hijo estar en esa cueva mal iluminada y peor ventilada mientras las demás disfrutaban de una habitación en forma, compartida, pero habitación a fin de cuentas; el sonido de golpes en la puerta la hizo saltar, de inmediato corrió a abrir y se encontró cara a cara con Rita, quien tenía ya los ojos rojos de llorar con sus otras hijas, Luna se apartó para dejarla pasar y cerró detrás de ella, luego ambas se sentaron en la cama y se quedaron calladas por un rato, finalmente, la rubia rompió el silencio
— no sé qué voy a hacer con Lynn, todo es como cuando lo de la mala suerte, es tan necia como tu padre y se morirá antes de aceptar que está equivocada, sigue culpando a Lori y los otros de lo que pasa, ¿tú que piensas, Luna? —
— ¿d-de verdad me estas pidiendo consejo? mamá, soy tu hija drogadicta, soy la que está peor en esta casa ¿de qué te serviría lo que yo diga? —
— ¿Luna, te estás escuchando? te pido consejo porque eres mi hija, eres la mayor de tus hermanas aquí y ahora, y necesito que me ayudes, primero para corregirte y recuperar esa autoestima que siempre tuviste y después para socorrer a tus hermanas, tú y Luan siempre fueron las mejores amigas, ahora se necesitan la una a la otra más que nunca, a-además, ella me dijo que tú la iniciaste en el alcohol y la droga... ¿es verdad?... — Luna se levanta como impulsada por un resorte, ¿Luan la delató de esa manera tan vil? Rita continúa —... hija, lo que haya pasado ya no importa, yo no voy a acusarte de nada, pero si es cierto, creo que deben ayudarse a salir de la adicción, así como fuiste esa mala influencia en ella, ahora debes ser la mejor ayuda y ella lo será para ti, siempre fue así y no deben de cortar con ello —
— Lo sé, mamá, y te juro que voy a hacer lo posible, hablaré con Luan y arreglaré lo que sea —
— te creo y espero que no me defraudes, ya bastante ha sufrido esta familia —
Después de abrazar a su hija, Rita salió de la habitación, Luna se quedó pensando, también tenía que hablar con Sam, arreglar su relación o lo que quedara de ella, y tenía que pedirle ayuda a Chunk por temas más obscuros y difíciles.
— ¡hey, Lucy! ¿qué te pasa? ¿no puedes dormir? —
Leni mira a su hermana menor desde su cama, ya es tarde y la despertó el ruido del celular de la pelinegra, quien de inmediato oculto el aparato, aunque no tan rápido como para no despertar a la rubia
— perdón Leni, tengo muchas cosas en la cabeza y no sé muy bien que hacer —
— ¿quieres contarme? —
Lucy duda mucho en hacerlo, la idea del "amor" entre sus hermanos la conflictúa demasiado y tiene miedo de que pase algo, ¿qué tal si Lori se enfada o si Lincoln deja de hablarle? o peor, si todos creen que es algo inventado por ella y la corren de esa casa, ¿a dónde iría? puede parecer egoísta, pero cuando tienes 14 años es difícil no pensar así en esta situación
— está bien si no quieres decirme... — dice Leni, tallándose un ojo —... lo entiendo, pero me preocupa que no puedas dormir, llevas dos o tres días así... — la pelinegra mira a su hermana mayor, ¿de verdad se dio cuenta? Leni se sienta en su cama y se voltea a verla—... te he estado observando desde que llegaste ¿sabes? todo alegría y felicidad, pero algo se escondía en tu mirada, sabía que algo de la pequeña Lucy estaba ahí todavía, pero creo que esto es algo más, ¿de verdad no vas a decirme? —
Lucy se levanta de su cama y se acerca a su hermana, se sienta a su lado y la abraza por la cintura, la rubia la rodea con sus brazos y la acerca a su pecho
— Leni, tengo miedo, algo muy raro está pasando y no me gusta —
— ¿de verdad?... espera un momento... ¡¿HAY ARAÑAS GIGANTES EN EL ARMARIO?!... — una confusa pelinegra se vuelve para ver a su hermana mayor, quien se ruboriza —... ¿n-no?.. e-está bien... lo siento, tuve una pesadilla con... p-pues... a-arañas gigantes, en el armario... — un escalofrío recorre la espalda de la rubia y abraza de su hermana menor
— no, Leni... — responde Lucy —...es algo muy serio, es sobre... esteee... no, olvídalo... ¿p-puedo dormir contigo? —
Lucy no repetirá la pregunta, en un despliegue de fuerza que nadie creería, Leni carga a su hermana hasta tenerla del lado opuesto de la cama y la abraza fuertemente — por supuesto que sí, hermanita, las arañas gigantes no se atreverán a atacarnos a las dos... ¿verdad? —
— no te preocupes, Leni, no lo harán —
increiblemente, Lucy se durmió casi de inmediato, pero a Leni le costó un poco más de tiempo. Casi al mismo tiempo que Lucy cerrara los ojos; unos pasos silenciosos se alejaron de la puerta de esa habitación y entraron en la siguiente, la puerta de la misma se cerró muy despacio y finalmente se escuchó el "clic" de la cerradura, luego, un suspiro de alivio salió del pecho de Lori.
Ella también notaba rara a Lucy de unos días para acá, pero lo atribuía principalmente a que estaba acostumbrándose a vivir con ellos, pero después empezó a darse cuenta de otras cosas, otras actitudes que la hicieron sospechar de algo diferente, Lucy no era muy cariñosa, pero observó que repartía su tiempo entre Leni y Lincoln sin tomarla mucho en cuenta; al principio se sintió algo triste, pero luego esa tristeza dio paso a otro sentimiento, porque el tiempo que pasaba con Lincoln era mucho más que el que pasaba con Leni: empezando el día, ambos estaban levantados juntos, hacían el desayuno y los almuerzos y se iban a la escuela juntos, los escuchaba platicar de la escuela y parecía que nunca estuvieran separados allá, luego regresaban juntos y hacían algo de comer, también los había visto hacer sus tareas juntos y jugar video juegos o ver la televisión lado a lado e incluso leer comics o compartir otros pasatiempos, e incluso alguna vez se quedaron a dormir en la sala uno al lado del otro, Lori sintió algo que no experimentaba hace mucho: celos.
De inmediato se recriminó a sí misma, ¿por qué ella tendría celos de Lucy? ¿ y por Lincoln? Lori no quería aceptar que lo que sentía por su hermano ya había pasado de la atracción física del principio, Lincoln era mucho de lo que ella buscaba en un hombre, y salvo uno que otro detalle menor, la rubia no veía a nadie que se le acercara, ni entre sus compañeros de trabajo ni sus compañeros de escuela; el peliblanco era educado, considerado, acomedido, trabajador y excelente estudiante, cocinaba muy bien y era ordenado y limpio, además de ser muy guapo y atlético... Lori tuvo que reconocerlo, estaba enamorada de él. El asunto es que empezaba a sospechar que Lucy también lo estuviera, aunque lo explicaba por todo lo que había pasado: la lejanía, el miedo, tener esa compañía de nuevo, la protección que él le daba, y si a esto le sumaba todo lo que a ella misma le gustaba, era más que obvio, pero ella no podía permitirlo, eran hermanos... y además, Lincoln era suyo; Lori temió que Lucy fuera a sincerarse con Leni esa noche, pero al no escuchar el secreto tan temido, respiró tranquila, pero otra gran duda la invadió de inmediato, ¿de verdad Lincoln era suyo?
Luna pasó por la terrible experiencia de la desintoxicación, el síndrome de abstinencia, la ansiedad y todos los trastornos inmediatos, pero logró completar el ciclo, al fin estaba "limpia", Sam estuvo con ella todo el tiempo, hablándole, escuchándola y sufriendo con ella, no habría hecho esto por nadie más y la rockera Loud se dio cuenta de cuanto la quería, estaba muy agradecida y se juró que jamás le fallaría.
Cuando regresó a la escuela, Luna se sentía fuera de lugar, sus compañeros estaban un año arriba y le costaba mucho trabajo poner atención en clase, pero estaba decidida a hacerlo y esa determinación rindió frutos cuando vio sus primeras calificaciones, Sam y sus otros amigos la felicitaron, y ella se sentía muy feliz.
Cierta tarde, al salir de la escuela, Luna estaba a punto de irse, Sam estaba en otro curso y le restaban una o dos horas, entonces que le mandó un mensaje lleno de corazones y cursilerías así para avisarle que se iba, luego guardó su celular y caminaba hacia la calle, cuando algo llamó su atención, había una camioneta algo vieja parada al final del estacionamiento y dos tipos estaban recargados en ella, molestando a las chicas que pasaban; la castaña sintió un escalofrío, los conocía, había vendido y transportado droga para ellos antes y estaba segura de que la buscaban; Luna se detuvo en seco, intentó disimularse entre algunos chicos y regresó a la escuela, entró al edificio y caminó por los pasillos, intentando huir por otra salida, cruzó hasta llegar a una puerta lateral y apuró el pasó lo más que pudo hasta salir del campus, siguió apurada sin mirar atrás y después de unas cuadras se relajó, segura de que no la habían visto, pero un bocinazo la regresó a la realidad, la camioneta se estacionó junto a ella y los tipos salieron de inmediato
— ¡hola, ruidosa! pensé que no te alcanzaría, eres rápida... —
Luna lo mira nerviosa y voltea para todos lados, como esperando ayuda
—... nadie va a venir a salvarte, niña... — el tono del tipo que le habla suena duro, amenazador —... te he estado buscando, me debes mucho dinero —
— p-pero te pagué todo —
el tipo se acerca a Luna y le dice, enojado
— me debes dinero por el trabajo que no terminaste ¿recuerdas? lo que te quitó la policía, son $500 más los intereses —
— ¡¿qué?! ¡estás loco! tu comprador tuvo la culpa de que me agarraran, cóbrale a él, además yo no llevaba tanto, eran solo $50 de mercancía y... —
— ¡escucha, perra!... —le grita al tiempo que la agarra del pecho de la playera —... ¡a mí no me importa lo que te haya pasado! ¡me debes $500 y me los vas a pagar! —
— ¡no voy a darte nada! —
un dolor agudo hizo que Luna se doblara, la mano del traficante golpeó repetidamente mientras una navaja entraba y salía, bañándose de rojo y cortando todo a su paso, la chica ni siquiera pudo gritar, solo intentaba respirar mientras sentía como sus intestinos eran desgarrados y su sangre se derramaba; cayó de costado sin apenas sentirlo, agarrándose el vientre, intentando inútilmente parar la hemorragia y perdiendo de a poco los sentidos, cuando dejo de ver, y a punto de desmayarse, alcanzó a escuchar un agudo grito mientras una voz grave le decía — ¡por dios!... aguanta, "luv", no te mueras... — y después, el vacío.
Como le habían prometido a Rita, Luan y Luna hablaron, discutieron, pelearon y casi se golpean, pero finalmente se reconocieron faltas y se perdonaron, lloraron a mares mientras se abrazaban y juraron ayudarse, Luna la acompañaba a casa de Maggie y a las juntas de alcohólicos, Luan también estuvo con ella en su proceso de desintoxicación y ambas visitaban al terapeuta, la ex comediante reconocía la ayuda que su hermana le brindaba y poco a poco iban saliendo juntas del problema. Maggie era el otro pilar en el que Luan encontraba apoyo, era suave pero inflexible y siempre estaba con ella, incluso en clases, y aunque no estudiaban lo mismo, constantemente se podía ver a la chica pelinegra en la puerta del salón donde la castaña estuviera o al menos asomándose a verla, comprobando que estuviera ahí; tal vez muchos otros se molestarían por esa vigilancia constante, pero después de un año de abandono, Luan lo agradecía, además, comían juntas, charlaban todo el tiempo y casi se adivinaban el pensamiento.
Luan tenía una habitación propia en casa de Maggie y le encantaba estar ahí, además, la madre de su amiga era buena persona, tranquila, de excelente humor y buena cocinera; vivían de la pensión del marido, muerto no hacía mucho, pero además, la señora hacía trabajos ocasionales, lo que las tenía sin problemas económicos. Luan había jurado que trabajaría para no ser una carga, pero los trabajos de medio tiempo en tiendas y almacenes le robaban tiempo para la escuela, así que, aprovechando su habilidad para escribir, puso un anuncio de corrección y "manufactura" de textos y trabajos escolares, el cual tuvo buena acogida, así trabajaba en casa y se distraía para no tener que estar fuera, con la tentación del alcohol esperando asaltarla. Así fue de a poco, ayudada por sus pilares y ayudándolas también; la escuela, que era su principal ocupación le costaba algo de trabajo, pero, al igual que Luna, estaba decidida a graduarse, así que sus primeros exámenes la alegraron mucho, sus calificaciones eran bastante buenas, con excepción de una o dos materias, las cuales pasó apenas, pero se hizo el propósito mental de mejorarlas en el siguiente parcial y festejó con su madre y su hermana (Lynn no participaba mucho de estas alegrías) y lo mismo hizo con Maggie y su madre, quienes eran parte de su recuperación.
Una tarde de flojera, Luan y su amiga, estaban tumbadas en su habitación, escuchando música y apenas hablando, el clima era agradable y la ventana abierta dejaba entrar una leve brisa que traía el aroma del bosque, Luan cerró los ojos disfrutando del momento y cortó la cháchara de su compañera diciendo
— esto es tan bueno que podría hacerme adicta jajajajajajaja ¿entiendes? ¿ent... —
Maggie levanto la cabeza para mirarla Luan pensó que había dicho la peor estupidez, pero el rostro de su compañera lucía una enorme sonrisa
— ¿te das cuenta Luan? ¡es la primera vez que te escucho un chiste desde que estás aquí! —
la castaña se puso a pensar y se dio cuenta de que era verdad, dejó de hacer chistes en cuanto llegó a casa de Ruth y aunque estuvo haciendo bromas, la mente ya no le daba para sus juegos de palabras habituales
— creo que estoy recuperando algo de eso, Mags, es genial... —
la pelinegra se acercó a Luan y la abrazó, la ex comediante respondió el abrazo y ambas rodaron por el suelo sin soltarse, Luan estaba tan contenta, pero lo siguiente la dejó helada, Maggie se separó por un momento de ella y sin darle tiempo de nada, la besó; el mundo se detuvo de pronto, pero Luan no podía decir cuál era la sensación exacta, una lluvia de lágrimas le vinieron a los ojos y luchó por apartarse de la otra chica, quien no entendía lo que pasaba, y en cuanto la soltó, Luan tomó sus zapatos y salió corriendo, Maggie fue tras ella, pero no pudo alcanzarla, la castaña se perdió en la tarde, entre el viento leve y el aroma a madera y verde de los árboles.
Cuando se cansó de correr, se recargó en un poste, jadeaba profundamente y el aire le era insuficiente, una sensación de mareo y sofoco la hizo buscar asiento en una parada de autobús, y estuvo ahí hasta que su ritmo cardiaco bajó; Luan levantó la vista para encontrarse en un lugar que no reconocía o al menos no de momento, poco a poco ciertas fachadas y ciertas formas le vinieron a la mente y reconoció un viejo barrio a pocas cuadras de la escuela, la castaña se levantó y comenzó a caminar sin rumbo fijo, lo que recién sucediera con su amiga la tenía algo desubicada, las preguntas se agolpaban en su cerebro sin darle tiempo apenas de pensar.
Luan se sintió abrumada e intentó calmarse de la peor forma posible, entró en una tienda destartalada, fue al fondo y cogió una cerveza del refrigerador, afortunadamente no había dejado su cartera y podía pagarla, dudó un poco porque no tenía 21 todavía y tal vez no se la venderían, pero el dependiente apenas le miró el rostro y le cobró sin decir nada, Luan pagó y rápidamente abrió la cerveza para beberla de un solo trago, de inmediato sus sistemas se alteraron y el cerebro le pidió más alcohol, el estómago le quemaba y ella sabía que solo eso le apagaría esa sed, entró a la tienda de nuevo y pidió una botella de whisky, de nuevo el empleado la atendió sin levantar la vista y ella salió con su dorado trofeo en la mano, el cual destapó y dejó vacío en menos de 15 minutos, se encontraba mareada, algo le nublaba la vista y se tambaleaba un poco, pero era bueno estar así porque se olvidaba de todo y la embriaguez le borraba de a poco la confusión de que su amiga la besara; la castaña regresaba por otra botella cuando, a lo lejos, vio una silueta conocida, !era Luna! se apresuró para alcanzarla, necesitaba hablar con ella, preguntarle que... una camioneta se paró al lado de Luna y dos tipos bajaron, Luan tuvo miedo por ella e intentó correr para hacer algo, pero su condición física y su borrachera no le permitieron correr de nuevo, entonces sucedió lo impensable, el tipo sacó una navaja e hirió varias veces a su hermana en el estómago, luego subió a la camioneta y arrancó, perdiéndose con prisa en esas callejuelas, dejando a Luna como un bulto de basura.
Luan no pudo reprimir un grito desgarrador y agudo mientras se acercaba, pero otra camioneta llegó y una silueta se apresuró a bajar y levantar aquel delgado cuerpo sangrante, él era grande y fornido, vestía un chaleco de cuero, gorra tipo inglés y jeans, ella lo reconoció como Chunk, el amigo de Luna y él también supo quién era ella en cuanto la miró, le hizo una seña con la cabeza y la chica subió de inmediato a la parte trasera donde él coloco a su amiga con todo cuidado, Luan de inmediato buscó algo para parar el sangrado, y evitar que la vida de la rockera se le fuera entre las manos
— aguanta, Luns, aguanta —
le dijo entre sollozos, y la camioneta inició una carrera contra la muerte.
Lynn siempre tuvo problemas de autoridad, nunca acepto de buen grado que alguien le dijera que hacer y cómo hacerlo, y aunque de niña había límites, ahora que era una adulta, nada ni nadie eran lo suficientemente respetables como para hacerles caso. Ella y Rita chocaron varias veces después de que regresaran a vivir a la casa Loud porque su madre le pedía que regresara a la escuela y dejara su vida de delito y vicios, pero la ex deportista no le veía caso a la escuela sin los deportes y una promesa de vivir de ello, además, el delito era lo que le daba dinero y eran buenas cantidades, por lo que hacía oídos sordos.
Sus hermanas también hacían lo posible por convencerla, pero ella era tan necia como su padre y pelearon muchas veces, algunas casi hasta los golpes porque tan solo sugerir que dejara su vida actual ya era entrar en territorio minado, a decir verdad, Lynn ya le había agarrado gusto y no pensaba dejarla ya que, en el fondo, creía que ya no tenía remedio, sin su sueño de ser una estrella deportiva no se veía haciendo otra cosa y ni su amor por el detective Sinner la ayudaba a mirar hacia arriba.
El bar y el "comercio" estuvieron flojos ese día y Lynn regresó algo fastidiada a casa, le extrañó que nadie protestara cuando dio el portazo y de inmediato fue a buscar algo de comer a la cocina, no había nada preparado y tuvo que hacerse un sándwich, luego recorrió la casa llamando a gritos a sus hermanas y a su madre, pero nadie respondió, esto paso de ser bueno a ser extraño y la ex deportista comenzó a llamar por teléfono, pero ni Luna ni Luan le respondieron, ya francamente preocupada, llamó a Rita y después de tres intentos, finalmente la llorosa voz de su madre respondió
— L-Lynn... (snif)... t-tu hermana... ¡MATARON A LUNA! ¡MATARON A MI NIÑAAA!... —
Lynn sintió que se desmayaba, tuvo que sentarse en el suelo porque de pronto todo desapareció de su vista, se quedó en silencio escuchando el llanto de su madre hasta que una voz distinta dijo su nombre
— ¿Lynn, eres tú?... — la castaña asintió con la cabeza, pero luego dijo apenas con un hilo de voz
— sí-sí, s-soy yo... ¿es cierto que Luna est... —
— Luna no está muerta, pero está muy mal herida, llegamos al hospital apenas a tiempo, el doctor dice que la operación será complicada y necesitamos sangre, pero yo no puedo porque... porque estoy borracha, o lo estaba hace poco, ¿tu estas limpia?... ¿Lynn? ¿LYNN?... —
ya no hubo contestación, Lynn volaba en su auto rumbo al hospital de Royal Woods, por suerte para Luna, el que los negocios de su hermana estuvieran flojos la hizo irse temprano, por lo que no bebió mas que una cerveza en la mañana y ella sabía que ese nivel de alcohol era demasiado bajo como para que no la dejaran donar sangre, pero haría falta más, ¿de dónde la sacarían?
El teléfono de Leni la hizo salir atropelladamente de su salón de clase, la rubia miraba la pantalla sin reconocer el número, pero después de tres llamadas del mismo, se vio obligada a contestar
— ¿hola? —
— hola, Leni... — esa voz, en cuanto la fashionista la identificó, se le congeló la sangre, pero no se atrevió a colgar, ¿cómo diablos...? — por favor no cuelgues, te necesito... los necesito a todos... Lu-Luna... (snif) nuestra hermanita se muere... (sob)... (snif)... ne-necesita sangre... sé que no lo merecemos, p-pero... —
— ¿dónde?... — cortó la rubia con una determinación que nadie le hubiera concedido —... solo dime donde... — su tono era tan firme que incluso Lynn estaba impresionada
— ho-hospital de Royal Woods, terapia intensiva... —
y Leni colgó, de inmediato regresó a su salón y tomó sus cosas mientras le decía al profesor que tenía que salir y que le explicaría después, sus compañeros la vieron irse como una exhalación y solo una pregunta estuvo en sus mentes ¿qué había pasado?
Leni llamó a Lori en el camino al departamento, la golfista estaba algo ocupada en un taller y tardó un poco en responder y cuando lo hizo, un grito de su hermana rompió el silencio del lugar
— ¡¿QUÉ DIABLOS HACES?! ¡TE QUIERO EN CASA DE INMEDIATO! TENEMOS QUE IR A ROYAL WOODS YA! —
— ¿L-Leni? ¿qué p... —
— ¡LUNA SE ESTA MURIENDO Y NECESITA SANGRE, TENEMOS QUE IR DE INMEDIATO! —
Lori era demasiado analítica, y aunque esto le cayó como una bomba, no quiso dejarse llevar por el pánico, así que con toda la sangre fría de que fue capaz, respondió con un seco — voy para allá — luego mando al menos tres mensajes a sus amigas de Royal Woods y esperó las respuestas, pero lo que llegó la horrorizó, fotos y videos de la noticia, donde se veía a su hermana siendo levantada por Chunk, ambos bañados en sangre mientras Luan lloraba al fondo, otros más de su llegada al hospital y como la ingresaban a emergencias, e incluso la llegada de Rita al hospital, hecha una banshee enloquecida gritando por su niña; Lori salió corriendo sin decir nada, ninguno de sus compañeros del taller o sus amigos de la escuela supo nada y solo guardaron sus cosas.
Las rubias se encontraron llegando a casa casi al mismo tiempo, ninguna dijo nada, el llanto era ahora el lenguaje común y no hicieron falta las palabras, entraron solo para avisar que saldrían, pero en la puerta ya estaban Lincoln y Lucy, ambos lloraban y tenían los abrigos de todos en las manos
— L-Lincoln... — dijo Lori tartamudeando
— Lynn llamó, vámonos —
la mayor se dio cuenta de que sería inútil discutir y de inmediato subieron al auto, les quedaban dos horas de viaje y sufrimiento.
La llegada de los Loud de Detroit al hospital fue silenciosa, sí lloraban, pero no había gritos ni nada parecido, entraron y de inmediato se dirigieron a preguntar por Luna, Lori era quien comandaba el grupo y la única que hablaba, una enfermera las llevó al lugar y ahí se toparon con Rita, Luan y Lynn, hubo un silencio muy incómodo y tan denso, que un cuchillo podría cortarlo, la enfermera lo notó, pero su trabajo era más importante
— disculpe, ¿me dijo que vienen a donar sangre? —
la pregunta hizo que Lori volviera a la realidad
— sí, para Luna Loud —
— pasen por aquí, por favor —
y así Lori, Leni, Lincoln y hasta Lucy donaron sangre y con la que también dieron Rita, Lynn y Chunk, sería suficiente por el momento; cuando salieron Lori preguntó si podía ver a su hermana, pero todavía no salía del quirófano y habría que esperar, Luan se sentía muy culpable por estar borracha y no poder dar sangre y cuando les pidieron más, ella, muerta de la vergüenza, llamó a Maggie, para pedirle el favor, y para su sorpresa, la pelinegra aceptó hacerlo, y no solo ella, su madre, Sam y su familia, y todos los miembros de la banda también fueron a donar, con lo que la cuota fue más que cubierta.
Los Loud de Detroit no se quedaron en la sala donde su madre y sus hermanas estaban, salieron hasta el estacionamiento y ahí esperaron, todos tenían sentimientos encontrados sobre lo que había pasado y el reencuentro con esa parte de su familia
— Rita se ve muy acabada... — dijo Lucy con voz apagada —... la cárcel fue dura con ella —
— y Lynn y Luan... qué horror... — dijo Lori —... lo que hayan hecho en este año... —
— creo que la vida ha sido muy dura con ellas... — cortó Lincoln —... no creo que esté bien que las critiquemos —
— pobre mamá... y mis hermanitas... — Leni sollozaba de nuevo, nadie quiso recordarle que ella fue quien echó una maldición sobre esa parte de la familia, y aunque no creían en esas cosas, no estaba de más ver que, al parecer, sí había funcionado. Unos pasos cercanos los hicieron voltear y vieron a Lynn acercándose, todos se pusieron de pie pero ella los tranquilizó
— tranquilos, s-solo vengo a darles las gracias, Luna ya está en terapia intensiva y el doctor dice que... que s-solo tenemos que es-esperar... —
la voz de Lynn se quebró y por un momento solo se escucharon sus sollozos apagados, la ex deportista les dio la espalda, le avergonzaba demostrar tanta debilidad, y estaba a punto de irse cuando sintió unos brazos que la rodeaban, de inmediato supo que era Leni quien lo hacía
— shush, shush, tranquila hermanita, ya pasó lo peor, cálmate —
la voz de la rubia le dio mucha tranquilidad y una paz que tenía bastante sin sentir, entonces Lynn se volvió para enterrar la cara en el pecho de Leni y llorar abiertamente, ya sin importarle que la vieran o la escucharan, estaba liberando ese año de presión y miseria, de soledad autoimpuesta y de llevar una carga de la que no sabía cómo deshacerse, ninguno de sus hermanos dijo nada y estuvieron así por un buen rato. Cuando la castaña se calmó, se separó de inmediato de Leni
— g-gracias Leni, me ha-hacía mucha falta... (snif)... (snif)... —
— Lynn... — la voz de Lincoln sonó al fondo —... te puedo hacer una pregunta?... — la ex deportista asintió, mirándolo en tanto se enjugaba una lágrima —... ¿de dónde sacaste nuestros números? —
— P-Pop-pop me los dio cuando fuimos a despedirnos de él, me dijo que tal vez no libraría la operación y que su última voluntad era que estuviéramos juntos de nuevo, él se siente culpable de lo que nos pasó... p-pero en realidad... nosotras nos hicímos esto solas... a-aún con Ruth robándose las ayudas, pudimos hacer algo, pero nosotras nos abandonamos , dejamos la escuela, nos enviciamos, no supimos hacer nada sin la familia... l-los culpamos de todo y... y ahora... ahora estamos pagándolo... —
Lynn mira a sus hermanos, los envidia, ellos sí tuvieron el valor de seguir con su vida pese a todo, se siente peor que una mierda al compararse; la castaña aprieta los puños con ira, la impotencia la domina y por un momento Lucy teme que los ataque, pero Leni, la buena y angelical hermana entra al rescate de nuevo, abrazando a Lynn, quien tiene los ojos arrasados de lágrimas, pero se resiste a llorar de nuevo
— Lynny, por favor, no te enojes, quiero todas que estén bien, tal vez no sirva de mucho que te diga que lamento todo lo que les ha pasado, que hayan estado en la cárcel, y que tengan todos estos problemas, por favor cálmate, seguro que algún día vamos estar bien todos y volveremos a estar juntos... —
Leni no puede seguir porque tiene un nudo en la garganta, y ella si llora sin importarle nada, sus hermanas y sus vidas la lastiman y su llanto es la prueba, Lynn apenas puede creerlo, pero sabe que ella no tiene dobleces, Leni es sencilla y buena, entonces llora con ella por un buen rato.
Lori está un poco fastidiada, pero no se le puede pedir mucho, ella fue la principal afectada de la pelea y todavía le guarda rencor, Lucy sí está en franco rechazo y apenas puede creer que Leni sea tan fácil de engañar; Lincoln no está a favor o en contra de nada, aunque saber lo que les ha pasado a sus hermanas lo tiene en un conflicto gigantesco; en cuanto a Leni, ella ya ha perdonado todo.
Lynn se despidió de sus hermanos a la distancia, sin abrazos ni nada, solo Leni la abrazó con fuerza, le dio un beso en la mejilla y le deseó suerte, le dijo que la llamara cuando necesitara algo y la dejo ir, la castaña llevaba el corazón ligero y la cabeza llena de preguntas.
Adentro del hospital, las cosas se pusieron difíciles, la culpa y los nervios hicieron que Luan tuviera un ataque de ansiedad que la metió en una cama y Lynn caminaba fuera de sí de ida y vuelta en la sala de espera donde estaban, ahora eran dos hermanas en el hospital y los otros ya se habían ido, Rita lloraba, mientras se lamentaba y esto ponía de peor humor a la ex deportista, Lynn salió de esa sala de espera para no cometer una tontería, cuando se topó con Chunk, quien salía de donar sangre, y resuelta, caminó hacia él tomándolo del brazo, luego lo llevó a una esquina y le preguntó en voz baja
— dime, amigo, ¿tú conoces a los que lastimaron a Luna? —
— sí, chica, los conozco y te juro que... —
— no me jures nada, Chunk, solo dime quienes son y donde encontrarlos, yo me encargaré del resto —
Chunk entendió que sería inútil tratar de evitarlo, entonces le dio nombres y posibles lugares donde podrían estar, Lynn solo asintió en silencio y fue a sentarse con su madre, la decisión estaba tomada.
La noticia del casi asesinato de Luna fue de gran impacto en Royal Woods, pero pronto sería opacada por una aún más ruidosa. La policía estaba trabajando en rastrear a los atacantes de Luna, pero solo Sinner y otros dos detectives estaban en el caso, los demás rastreaban una red de pornografía infantil que se supone cobraba sus víctimas en la escuela primaria de Royal Woods; de inmediato se sospechó del director y los maestros, se investigaba todo lo que saliera y entrara de ahí, pero no tenían nada en concreto, esto era un caso grande e incluso algunos agentes del FBI estaban asesorándolos, pero la pista definitiva les llegó de la forma más inocente, un mail enviado al jefe de policía, de un correo identificado como de una alumna de la escuela donde solo venía la foto de una puerta y un extraño mensaje "happy birthday", esto hubiera pasado desapercibido si no fuera porque uno de los investigadores reconoció la puerta como una lateral de la escuela que investigaban, así que buscaron pistas en la foto y al no hallar nada, revisaron referencias sobre fechas y encontraron que era el cumpleaños del director, de inmediato se trazó un plan, pero tenían que ser muy sigilosos, por lo que la operación solo se manejó entre los directamente involucrados en la operación y los agentes del FBI, quienes apoyarían en la acción.
Enviaron tres coches y una camioneta de apoyo, fueron cada uno por diferentes rutas y se encontraron rodeando la escuela, la hora de salida había sonado y esperaban poder encontrar algo, vieron llegar una camioneta de comida y un agente encubierto tomo el lugar del empleado del restaurante, entró a la escuela y llevó los platillos al lugar que le indicaban, era un salón vacío de pupitres, había luces tenues azules y rojas, varias mesas, sillas, algunos sillones y la mesa para comida al fondo, había algunos adultos bebiendo y riendo mientras la música sonaba de fondo; al llevar los platos a su lugar, el agente notó que una cortina tapaba una puerta entreabierta, se asomó con disimulo y se quedó mudo: una decena o más de niñas semidesnudas y asustadas, estaban sentadas en fila, como esperando algo y otra niña más o menos de su edad les hablaba duramente
— muy bien lloronas, este es el evento más importante, Huggins quiere carne de primera y es lo que ustedes le darán, bailen lo más sexy que puedan y si ellos no les dan un premio, yo se los daré, o más bien, Lana lo hará; quiero que muevan el culo como si fueran profesionales, háganlos correrse, son viejos y no les costará trabajo, y cuidado y se quejan o lloran, de verdad desearán quedarse con esos viejos verdes a enfrentarme —
el discurso era muy claro, así que el agente no se entretuvo más, dejó la comida de prisa y se escapó, ni siquiera esperó a salir, ya desde el pasillo daba la señal para que entraran por todos los accesos posibles, y en menos de lo que canta un gallo, el sitio fue rodeado por la policía, dieron la orden de ataque y entraron.
La operación fue rápida y nadie pudo escapar, se encontró mucha droga y alcohol, y el viejo director de inmediato confesó, pero a los agentes les costaba trabajo creer que todo lo habían organizado las rubias gemelas que tenían en resguardo, posiblemente las hubieran tratado como dos víctimas más y las soltarían de no ser porque las otras niñas las señalaron como las autoras materiales de este y otros delitos del tipo, la droga, el alcohol, la prostitución forzada y la producción de pornografía infantil eran obra de ellas y sus allegados, de quienes dieron todos los nombres; Lola hizo su mejor actuación de niña inocente y Lana solo guardó silencio, pero las pruebas y todas las acusaciones pesaban demasiado, "La pequeña Capone", como empezaron a llamarla, quedó en custodia, esperando a que sus padres fueran llamados mientras se turnaba el caso correspondiente a la oficina de cuidado infantil y caía en manos de un viejo conocido, el inspector Demetrius.
Corrieron ríos de tinta y los noticieros hicieron su agosto siguiendo el caso de Lola "Capone" y su gemela; Rita fue a casa de Shirley y el reclamo y después la pelea fueron monumentales, la señora mayor salió muy golpeada y a Rita su arranque de furia casi le cuesta entrar de nuevo a la cárcel; esta gresca rompió definitivamente la psique de las dos hijas más pequeñas de la familia, Lisa tuvo un ataque de histeria y fue internada en un sanatorio, no podían soltarla porque de inmediato comenzaba a arañarse la cara e intentaba atacar a la gente, la mantuvieron medicada para poder controlarla y estuvo varios días desvariando en voz baja mientras permanecía atada en una camilla y era alimentada por sondas, luego llegaron dos de los mejores especialistas en psiquiatría infantil para tratarla, el gobierno reconocía que esa niña era uno de sus mejores elementos a futuro en cuanto a investigación e intentaban rescatarla. Lily casi volvió al mutismo de antes, pero cuando se encaró con su madre, se acercó hasta su oído para decirle que la odiaba y que se olvidara de ella, y el inspector Demetrius, encargado de la vigilancia de la niña, miró asombrado como el llanto de su madre la hizo sonreír; Rita se fue, derrotada, a seguir cuidando de Luna, quien ya estaba en piso, pero seguía en un coma inducido, esperando que se obrara el milagro.
El juicio de Lola y Lana fue seguido a nivel nacional, pocos creían que un par de niñas fueran capaces de tramar todo esto, por supuesto que tuvieron defensores y los psicólogos analizaron interminablemente el caso, pero el asunto se fue apagando y finalmente ambas fueron enviadas al reformatorio hasta cumplir la mayoría de edad, cuando un jurado federal analizaría la posibilidad de soltarlas o volver a juzgarlas ya como adultas. Los maestros y demás adultos que fueron arrestados en la redada escolar tuvieron menos suerte, procesados a la sombra del caso de las niñas, sus condenas eran largas y sus vidas en la cárcel, miserables, pero nadie las cumpliría, a Huggins lo encontraron muerto en un pasillo, cosido a puñaladas y con un mensaje "tatuado" a navaja en la espalda, donde se podía leer "nunca más" y los otros maestros corrieron igual suerte, y aunque se investigó, la policía y las autoridades penitenciarias no pudieron dar con los autores de semejante crimen, aunque tampoco era que les importara mucho hacerlo; días después, se enfrentaron a un motín de los presos, donde asesinaron a todos los pedófilos condenados en esa cárcel.
Alack Sinner estaba sentado en su sala, descansando de un arduo día de trabajo, el agente vivía en las afueras de Royal Woods, en una pequeña casa de una planta que había comprado con el dinero de retiro del ejército; frente a él, en la mesita de café, los papeles de la investigación sobre los atacantes de Luna estaban en desorden, él sabía que estaba cerca, pero todavía no tenía la pista definitiva para encontrarlos, le dio un trago a su cerveza y dejó el envase vacío en el suelo, junto a otros dos, luego se levantó para ir al baño, en ese momento, sonó el timbre de la puerta
— ¡un momento! —
dijo en voz alta mientras se apuraba a terminar de orinar, en seguida se lavó las manos apresuradamente y corrió a abrir mientras protestaba por el toque insistente del timbre
— ¡ya voy, ya voy! no se quien sea, pero... —
abrió para quedarse en silencio, en la puerta estaba Lynn Loud Jr., ella ni siquiera lo saludó, solo lo hizo a un lado para entrar, Sinner cerró la puerta y la siguió hasta su sala, donde ella se sentó, él esperaba algo, una señal, lo que fuera, pero ella se mantuvo callada y con la mirada fija en el suelo, el hombre rompió el silencio
— ¿quieres algo de beber? ¿comida? —
— ¿tienes cerveza?... — preguntó la chica, y en respuesta, Sinner fue hasta su refrigerador y volvió con un par de botellas y un plato hondo con cacahuates salados, Lynn levantó la cara y le sonrió apenas, luego tomó la cerveza y le dio un largo trago
— entonces, Lynn ¿a qué has venido? —
— debería de golpearte por inútil... — dijo la castaña subiendo los pies a la mesita de centro mientras se echaba algunos cacahuates a la boca —... creo que yo logré en dos minutos lo que tú no has podido en un mes —
— lo siento si no he podido dar con esos tipos, lo de... eeemmmm... —
— vamos, dilo, Lola es una perrita, siempre lo fue, y su negocio me asusta aun a mí, espero que a mamá todavía le quede algo de cordura, y lo de Lily fue la puntilla... de verdad somos basura.. —
— no digas eso Lynn, mira, sus condiciones fueron muy duras y... —
— ¡vamos, Alack! no vas a decirme que Lola y Lana se volvieron tratantes de blancas y vendedoras de droga porque sus condiciones eran duras, la tía Shirley será muchas cosas, pero jamás abusó de ellas ni las obligó a nada, al menos no hasta donde yo sé, pero no he venido a eso, vengo a pedirte un favor —
Sinner se ha sentado frente a la chica y la mira, todavía no sabe por qué se enamoró de ella, sí, es Linda y tiene una buena figura, pero su carácter, y esa rudeza contra todo y contra todos...
— ¿... eh, q-que dices? —
— ¿p-perdón? lo-lo siento Lynn, no estaba escuchando —
— ¡¿qué?! ¿en qué planeta vives, tonto?... — Lynn está sumamente avergonzada y su sonrojo lo hace muy evidente, pero él apenas lo nota —... e-está bien, te lo voy a repetir, pero si no me pones atención, voy a matarte... — la ex deportista respira profundo para calmarse y luego, mira fijamente a Alack —... quiero hacer el amor contigo —
la cara del policía es un poema de incredulidad y asombro mezclados — Lynn, ¿estás consciente de lo que me estas pidiendo? —
— ¡claro que no quieres! ¡lo sé! ¿Quién diablos iba a querer meterse con una delincuente alcohólica machorra como yo? ¡no estoy a tu altura! ¡SEGURO TE CREES MAS QUE YO, ESTÚPIDO SOLDADO Y POLICÍA! ¡MÍRENME, SOY ALACK SINNER, EL PECADOR QUE NO ROMPE UN PLATO Y...! —
Lynn se sintió sofocada por unos fuertes brazos mientras su boca era callada por los labios del detective, ella apenas acertó a responderle mientras se dejaba llevar por esa sensación deliciosa; cuando se separaron, ella apenas se sostenía en pie
— wow... e-eso fue... di-digo... ¡wow! —
Alack la levantó en brazos y la llevó a su recámara, la castaña se sentía flotar entre nubes y cuando él la depositó en la cama, fue cuando realmente regresó a la realidad
— e-este... A-Alack, yo... — el policía la miró, burlón y ella se dio cuenta de lo que hacía, por lo que regresó a su papel de ruda —... ¿crees que era un juego o algo así? Sinner, me gustas, hasta podría decir que te amo... — Lynn se quitó la camisa de leñador que llevaba, dejándolo ver sus senos, atrapados debajo de un sencillo brasier deportivo de algodón —... siempre estuviste al pendiente de mí, de nosotras, ¡rayos, hasta fuiste mi oficial a cargo sin que nadie te lo pidiera! eres guapo, fuerte, en excelente forma física y súper ordenado, con un buen trabajo y pensión asegurada ¿Qué más puedo pedir?... — a estas alturas, Lynn ya estaba en ropa interior, la que, aunque está en buen estado, se ve bastante percudida, pero no por eso sucia (ella ya no era esa niña supersticiosa y ridícula que usaba la ropa hasta que tuviera que tirarla de tan apestosa y sucia solo por la "suerte"), la castaña se dio cuenta de esto y se sintió muy mal
— p-perdona, tengo m-mucho tiempo sin poder comprar ropa, eeehh... e-el negocio no es t-tan bueno... —
Alack se acercó a ella y se hincó, abrazándola y besándola de nuevo, esto disparó el termómetro interno de Lynn y la hizo calentarse hasta echar humo por las orejas, también cierta parte al sur comenzó a calentarse y humedecerse, pero ella estaba en el cielo, sentir cariño la dejaba expuesta y esto la desarmó; comenzó a hipar, soltándose del abrazo y el beso, Sinner aflojó sus brazos lo suficiente como para dejarla respirar y llorar a gusto, pero ella se refugió en su pecho y lo jaló hasta que ambos estuvieron acostados, ella aún metida entre sus brazos y llorando. Estuvieron así un rato, solo disfrutando de la compañía y el contacto, Alack pensó que ella se había dormido cuando su voz lo hizo saltar
— entonces ¿quieres hacer el amor? —
él la miró a la cara y ella sonrió, pícara; Sinner se olvidó de todos los contras que esto pudiera tener porque definitivamente la amaba, Lynn podía ser muchas cosas, pero sabía que esto era real y no lo dejaría ir. La tomó por la cintura y se la puso encima, la diferencia entre ellos era notoria, pero eso era lo de menos, y por el contrario, a él le gustaba así.
Ella había regresado a besarlo mientras le metía las manos debajo de la playera y sentía su cuerpo fuerte, Sinner subía y bajaba sus manos por la espalda de la castaña sin atreverse a ir más abajo, solo sintiendo la piel de ella; Lynn lo jaloneó para desnudarlo de a poco, primero la playera y después abriendo sus jeans, donde cierto calor y aroma la hicieron abrir los ojos, lo que ahí se guardaba era respetable
— oye... — dijo la castaña con una risita —... ¿nunca dejas tu arma? —
Alack respondió con una gran carcajada, se quitó los pantalones de una patada y se tiró sobre ella, besándole el cuello y abriendo sus piernas para restregar su "arma" contra ese centro caliente y húmedo, la castaña respondió cada movimiento de cadera y gimió en su oído, haciendo que él se pusiera más duro, entonces bajó poco a poco, pasando la lengua por todo el cuello de la chica, hasta llegar a su pecho y de ahí hasta morder levemente uno de sus senos por encima del sujetador, ella sintió que un choque eléctrico la hacía saltar y como pudo se quitó la prenda, ofreciéndole sus tetas saltarinas de pezones duros, Sinner no lo pensó y comenzó a lamer y chupar, alternándolos, rozándolos con los dientes y comiéndolos casi enteros mientras respiraba fuertemente y arremetía con más fuerza su cadera y su miembro contra la entrepierna de Lynn, ella tuvo un mini orgasmo al sentir todo esto y un gemido fuerte lo hizo patente, él se separó de ella y la miro, embobado, la mirada de Lynn estaba algo perdida y su respiración agitada era la prueba de lo bueno que esto era para ella.
Alack se incorporó, hincado frente a ella y puso sus manos en la cadera de la castaña, ella supo que le quitarían la última prenda y solo tragó saliva mientras asentía, entonces, él metió los dedos en el elástico de esas pantis de algodón y fue bajándolas poco a poco, dejando al descubierto la húmeda flor de amor de su amada, le sorprendió que hubiera un vello escaso, siempre pensó que ella se depilaría, el recuerdo hizo que él se sonrojara, ahora se avergonzaba de haber pensado en ella de esa forma
— ¿de verdad te apena esto, Sinn?... — le dijo ella con voz divertida —... acaso eres virgen? —
y una risita burlona se escuchó en la habitación, Alack se sonrió al mirarla
— perdona, amor... p-pero no, no soy virgen... — Lynn apenas pudo creerlo, le dijo amor, ¡lo dijo!, y aunque ella no esperaba que lo fuera (después de todo, fue un soldado), le dolió un poco no ser su primera vez; ella se quedó en silencio, mirándolo en tanto que él deslizaba la panti por sus pies y la sacaba, entonces Lynn quedó expuesta y desnuda en toda su belleza ante Sinner, él apenas podía creerlo, de verdad era hermosa
— ¿y?... — la pregunta sonó dura —... ¿qué piensas?... ¿t-te gusto? —
— sí... — la voz de Sinner fue apenas un susurro que sonaba a éxtasis, a sorpresa, a embeleso, Lynn se sintió alagada y le tendió los brazos
— ven, Sinn, quiero todo el amor que puedas darme —
y él se acercó despacio hasta fundirse en un abrazo y un beso con ella, pero la castaña se separó casi de inmediato — ¿no vas a quitarte esto? — le dijo mientras le jalaba el elástico del boxer, el solo levantó un poco la cadera para liberarse y se lo quitó sin problemas, entonces descansó su pelvis contra la de ella y pudo sentir directamente lo mojado y caliente de su coño; ella se restregaba contra toda su longitud, mientras le rogaba
— te quiero dentro, vamos, dámelo —
pero él solo seguía subiendo y bajando a lo largo de esa raja inundada, Lynn se cansó de ese juego, y metiendo su mano entre ambos, tomó el eje caliente y lo guió justo a su centro, Alack dio el golpe de cadera sin apenas darse cuenta y la penetró de un solo golpe, la castaña chilló agudo y tensó todo el cuerpo mientras su abrazo se volvió un candado que inmovilizó al hombre
— ¿estás bien, amor? — se atrevió a preguntar, Lynn la tenía clavada hasta la empuñadura y le dolía como el infierno, sus lágrimas corrían como ríos, pero era lo que ella quería, él era su hombre y no iba a dejarlo ir aunque le costara la vida; respiró profundo y le respondió entre sollozos
—e-estoy... (snif)... e-estoy bien... (snif) (sob)... estoy bien... so-solo que... eres muy grande... a-además... además yo... e-esta es mi-mi primera vez... —
Alack no podía creerlo, ¿de verdad Lynn Loud Jr. era virgen?, en ese momento recordó todo lo que creía acerca de ella, siempre supuso que sería muy promiscua, dado que estaba en bares y con pésimas compañías, nunca pensó que...
— quiero creer que no estás pensando que yo era una putilla solo porque era una delincuente ¿o sí? —
el tono de su pregunta era más de decepción que de enojo y Alack le respondió
— Lynn, estoy muy feliz de que me hayas escogido para esto, pero aunque no fueras virgen, no me importaría, te quiero por otras cosas y eso no importa, estas aquí y te amo por eso —
la castaña sonrió y le buscó la boca para besarlo por ser tan bueno, y tan inteligente, ella también sabía que la respuesta equivocada hubiera significado una violenta reacción, definitivamente era su hombre.
Alack empezó a moverse despacio, procurando no lastimar a la chica, y Lynn pujaba bajito, aguantando el agudo dolor que poco a poco iba pasando, después de un rato, la castaña comenzó a responder con la cadera al ir y venir de la cadera de él, se sentía bien, muy bien, pero ella quería más, necesitaba más
— ¡más rápido, más fuerte!... —
y Sinner lo hizo, los golpes de su cadera sonaban ruidosos contra el pubis de ella, haciendo eco en toda la casa mientras Lynn gemía alto, gozando al máximo de esta cogida, su primera de muchas, o al menos eso esperaba.
Las manos de Alack estaban firmemente agarradas de la cadera de la castaña mientras ella subía y bajaba, empalándose a sí misma, montándolo y sintiendo como le llegaban hasta el útero y le removían todo por dentro, esto era un placer al que nunca había llegado sola y la enloquecía; Alack seguía el movimiento rebotando en la cama, entrando duro y lo más profundo que podía, sintiendo como ella se apretaba envolviéndolo y casi llevándose su miembro en cada golpe.
El sintió que ya no podía aguantar mucho, entonces la acostó contra su pecho, la agarró firmemente de las nalgas y comenzó a penetrarla duro y rápido, su verga era un pistón que casi salía por completo para entrar después hasta el fondo, todo en apenas un par de segundos; Lynn gritaba ya su orgasmo mientras sus uñas se clavaban en el pecho de él, estaba a punto del desmayo y la locura, el éxtasis y la muerte en rápida sucesión hasta que Sinner la llenó de lava, de esa leche hirviendo que le inundó la vagina y la matriz en grandes disparos que ella recibía junto con nuevas oleadas de placer que la llevaron más arriba aún, él pujaba gozando su venida sin dejar de entrar y salir, queriendo llegar tan adentro como fuera posible de esta mujer, su mujer, porque estaba seguro de que no la dejaría irse jamás.
Lynn despertó cuando su vejiga le urgió a ir al baño, pero había una dificultad, estaba rodeada por los grandes y fuertes brazos de Alack, quien la atenazaba
— Alack, amor, necesito ir al baño... ¡Alack! ¿me oyes?... ¡SINNER, ¡SI NO ME SUELTAS AHORA...! —
el brazo izquierdo de Sinner se levanta y Lynn escapa corriendo al baño, desde donde se escucha un siseo, luego ella vuelve despacio mientras le reclama
— estuve a punto de inundar tu cama y eso hubiera sido horrible —
— eres hermosa hasta cuando te enojas —
la respuesta de él la dejó en silencio, jamás nadie pensó de ella así, o al menos no que ella supiera, nunca nadie le dijo que era hermosa... Lynn se dio cuenta de que estaba desnuda y de inmediato corrió hasta la cama y se tapó hasta la cabeza, Alack la encontró con las manos y la llevó hasta donde él estaba, luego la encaró para besarla largamente y ella, medio atontada por tanto amor, volvió a acomodarse entre sus brazos.
Algunas horas después, estaban en la sala, ambos en ropa interior y tomando café mientras discutían el asunto que realmente había llevado a la castaña a esa casa
—... entonces, ¿dices que sabes quienes son y donde encontrarlos?... — Sinner miraba a Lynn con dudas
— síp, la verdad, averiguarlo fue muy fácil, este amigo de Luna la conoce de años y seguro que sabía en todo lo que andaba metida, no estoy muy contenta con él, pudo haber evitado que ella cayera en esa mierda, pero ya le ajustaré las cuentas después... — Lynn se quedó en silencio un momento, Alack la miraba con amor y con una interrogante —... Alack, préstame una pistola —
— no, no voy a darte nada para que vayas a enfrentarte a esos imbéciles y te maten, no ahora... — Sinner se levanta y se pasea por la estancia mientras Lynn pone cara de enfado y cruza los brazos —... justo ahora eres lo más valioso para mí y con los datos que me diste puedo, perfectamente, arrestarlos y mandarlos a la cárcel de por vida —
Lynn saltó del sillón, caminó hacia Alack y comenzó a golpearlo
— ¡pero no es justo, Sinner, tienen que pagar por lo que hicieron! ¡TIENEN QUE MORIRSE DE LA PEOR MANERA! ¡YO...! —
él la frenó rápidamente, tomándola por las muñecas, firme pero con cuidado, no quería lastimarla, ella de inmediato se dio cuenta de esto y se calmó un poco pero seguía protestando, Sinner la abrazó
— ¿y quién te dijo que su vida iba a ser fácil en la cárcel? no me gusta decir esto, pero todos los policías tenemos un amigo dentro y los prisioneros señalados pueden sufrir tanto como uno lo decida, te juro que en cuanto estén encerrados me voy a encargar de que deseen haber muerto antes del arresto —
la castaña levanta la cara para verlo — ¿de verdad? ¿en verdad vas a hacer eso por mí? —
— Lynn Loud Jr. te amo tanto como para romper la ley de esa manera, además, no es como si no se lo merecieran, mi futura cuñada no puede quedarse sin venganza —
Lynn sintió que sus piernas le fallaban — ¿fu-fu-futura cu-cuñada? —
— no vas a escaparte de mí, amor —
Lynn suelta un chillido agudo y se le cuelga del cuello para besarlo y después se deja llevar de nuevo a la cama.
Es casi media noche cuando una llamada saca a Rita de su adormecimiento, ella sigue en el hospital donde, afortunadamente, Luna se recupera satisfactoriamente, Sam está a su lado y ambas saltan cuando suena el celular
— hola ma... — dice una alegre Lynn —... ¿cómo sigue Luna? —
— mejor, el medico dice que va evolucionando positivamente, ¿pasó algo?... —Rita pregunta con la esperanza de que no, que ya no pase nada más, Lynn se ríe bajito mientras contesta
— sí, pero esta vez son buenas noticias, llamé para avisarte que no llego a casa a dormir, me quedaré en casa de un amigo —
— un amigo... — repite Rita —... Lynn, ya eres mayor de edad y no puedo prohibirte nada, solo espero que estés usando protección y... — una palmada que suena a través la bocina le dice que no, entonces solo suspira —... espero que sea un buen muchacho al menos —
la risa de Lynn la asusta — no tienes idea de lo bueno que es, mamá... — Rita carraspea y Lynn ríe —... jajajajaja, no quise que sonara así, lo siento, y por cierto, como te dije, tengo buenas noticias, al parecer ya identificaron a los hijos de pe... —
— ¡cuida esa boca, Lynn Loud Jr.! —
— ¡perdón, perdón! te decía que al parecer ya identificaron a los atacantes y puede que los arresten dentro de poco —
— ¿de verdad? ¡qué bien!... ¿y tú de donde sacaste esa información? —
— tengo mis fuentes, mamá, y son muy confiables, bueno te dejo y por favor descansa, pídele a Sam que te cubra esta noche y ve a dormir a casa, buenas noches —
— buenas noches, hija —
Rita colgó y se quedó en silencio, ¿ir a dormir, a dónde? ¿a su casa vacía? ¿sola?... no, al menos en el hospital estaba cerca de Luna y Sam la acompañaba, porque si hubo alguien que estuvo todo el tiempo en el hospital desde que se supiera del crimen, fue ella. Luan estaba encerrada en casa de Maggie, llorando por su hermana, por su recaída, por la vergüenza con su amiga, por ser tan inútil y mala... la idea de desaparecer parecía ahora la única salida real para ella.
Cuando la noticia del arresto de las gemelas llegó a Detroit, los Loud apenas podían creerlo: Lori estaba sorprendida, pero muy segura de que Lola era capaz de esto y cosas peores, aunque no entendía cómo es que Lana se vio envuelta en esto; Leni se negó siquiera a ver las notas e ignoraba todo lo que tuviera que ver; Lincoln estaba muy preocupado y triste e incluso estuvo averiguando si podría ir a ver a sus hermanitas, en cuanto a Lucy, a ella no le extrañaba nada de eso y aunque también se extrañó por Lana, entendió lo fácil que sería para Lola haberla convencido de cualquier cosa.
La noticia de las gemelas y su arresto impactó de tal manera en Albert, que el viejo sufrió otro infarto, y aunque su proceso preoperatorio iba bien, esto precipitó todo, tuvieron que llevarlo de urgencia al hospital y entró a la sala de operaciones, estuvo dentro por horas mientras sus nietos estaban fuera, llorando o rezando, los Loud prefirieron no avisar a Rita o a sus otras hermanas, ya bastante tenían con lo de Luna y el estar lidiando directamente con los problemas propios y de las menores como para añadir algo tan terrible, de todas formas, el cardiólogo a cargo les dio buenos augurios, los cuidados del preoperatorio iban bien y lo más probable era que Albert saliera bien librado.
Un médico salió de cuidados intensivos y caminó hasta la sala de espera
— ¡familiares de Albert Smith! (1) —
de inmediato los chicos Loud y Mirtle se acercaron al doctor
— ¡aquí!... díganos que pasa... ¿Pop-pop va a estar bien?... ¿cómo está mi marido?... —
— ¡por favor, silencio!... — el hombre apenas pudo hacer callar a los Loud —... gracias; escúchenme por favor, el paciente salió con bien de la cirugía y se recupera positivamente, despertará en unas horas, le damos un 80% de posibilidades ahora, pero fácilmente subirá en los próximos días —
el suspiro de alivio fue colectivo y esa noche fue de paz para ellos. Al día siguiente, Albert despertó con un mareo mediano y un fuerte dolor en el pecho, abrió los ojos para encontrarse inmovilizado por las vías que entraban y salían de su cuerpo, y estaba rodeado de casi toda su familia de Detroit
— ¡oh querido!... decía una Mirtle llorosa —... ¡al fin despertaste! —
y se acercó para darle un beso que él respondió apenas, en la sala también estaban Lori y Leni, quienes lloraba mientras una gran sonrisa se veía en su rostro, Lincoln y Lucy no pudieron estar dentro, por ser todavía menores de edad, pero Lori los conectó en una video llamada y Albert pudo verlos llorando de alegría
— tranquilos niños... — dijo él, apenas en un soplo —... si Vietnam no pudo conmigo, mucho menos esto — y una gran sonrisa iluminó su rostro.
Con el correr de los días, Albert mejoró, El cardiólogo estaba contento con los resultados de la operación y se notaba que todo había salido bien, y en una semana pudo salir del hospital, en casa tenía los cuidados de una enfermera y Mirtle, así que todo caminaba sin problemas.
el fin de semana siguiente a su salida, Lori y sus hermanos estaban visitando a su abuelo, estaban muy contentos de que estuviera bien mejorando, Mirtle procuraba que él no se extralimitara y regañaba a todos constantemente, pero el ambiente general era de alegría. Cuando fue hora de comer, todos fueron a la habitación del abuelo y aceptaron el menú del enfermo, así Pop pop no se sentiría solo ni se antojaría de nada que no pudiera comer; justo cuando comenzaban, sonó el timbre de la puerta y la enfermera se excusó de todos y fue a abrir, al regresar, detrás de ella venía un hombre alto y ancho, llevaba un uniforme azul con las estrellas de almirante, entró a la estancia, y sin saludar, se dirigió muy familiarmente hacia Albert
— ¡hey, viejo! ¡sabía que ni esto iba a acabarte! jajajajajajajaja... — lo abrazó sin importar que el recién operado se quejara, los nietos se apresuraban a separarlos pero el hombre lo soltó y se disculpó —... perdona, perdona, se me olvida, discúlpenme, soy el almirante John Reynolds, su abuelo y yo fuimos compañeros en Vietnam... —
El resto de la tarde fue un agradable y emotivo paseo por la memoria de estos dos hombres, se contaron cosas emotivas, tristes, heroicas y hasta bochornosas de sus días como soldados. Cuando se hizo de noche, los chicos Loud procedían a irse, pero el Almirante los detuvo
— por favor esperen un poco, vine a hacerle una oferta a su abuelo y quiero que la escuchen... — casi todos se pusieron de pie y Reynolds dijo —... Albert, aunque no estamos mucho en contacto sabes que te aprecio mucho, me dolió saber que estuvieras tan enfermo y afortunadamente tuve la oportunidad de ayudarte, ahora ya estás bien y pronto estarás mejor, eres un héroe de guerra condecorado y mereces que, aunque tarde, se te reconozca; me voy a Hawaii y te ofrezco una consultoría en mi oficina, además, conseguí del alto mando que te den una casa allá, si aceptas, claro —
todos aplaudieron la idea y Albert no dudó mucho en aceptar, los nietos aplaudieron, y aunque Leni estaba algo triste, se olvidó de ello con la oferta de poder ir de vacaciones a aquel paraíso tropical las veces que quisiera.
Tres autos de la policía circulan despacio mientras llegan a un pequeño bar en la carretera hacia Pontiac, los agentes tienen la identificación positiva de cierta camioneta en el estacionamiento del lugar y han confirmado que el dueño está ahí; al llegar, Sinner y su compañero bajan de su auto y se dirigen lentamente hacía la entrada, vienen vestidos de "paisano" y con cara de malos, para intentar pasar desapercibidos; la puerta los deja pasar y los golpea un ambiente pesado y caluroso, saturado de humo de cigarro y y vapores alcohólicos, es sábado en la noche y mucha gente está ahí, bailando, tomando y "divirtiéndose", las música country suena a todo lo que las bocinas dan mientras las carcajadas les hacen competencia, la cerveza corre a raudales y los agentes están seguros de que la droga también. Sinner se acerca a la barra y pide un tarro, su compañero se retrasa un poco mientras escanea el lugar intentando encontrar algo o a alguien, Alack se pasea por el lugar botella en mano, con una sonrisa falsa y los ojos entrecerrados, el otro agente da la vuelta al lado contrario hasta llegar a la barra y pedir también algo de beber; luego recomienza el paseo, siempre por la orilla del lugar y totalmente opuesto a su compañero; esto se repetirá tres o cuatro veces hasta que el compañero de Alack lo identifica: delgado, estatura media, pelo negro escaso y peinado para atrás, nariz aguileña, ojos hundidos, una delgada cicatriz desde el labio inferior hasta la barbilla... y comienzan a acecharlo, despacio y cerrando el círculo, el tipo está muy ocupado con una mano en el trasero de la mujer borracha que está a su lado y con un tarro de cerveza en la otra, y cuando se acerca alguien apenas los mira, deja el tarro y mete su mano al bolsillo de la chamarra, luego los saluda de mano y regresa la mano al bolsillo, la risa aflora y la mano regresa a la cerveza.
Sinner se acerca y lo mira fijamente, levanta una ceja y el otro recomienza el ritual con su mano libre, pero esta vez, al darle la mano al agente, este no la suelta, el hombre lo mira, tardando en entender lo que pasa, pero antes de que diga nada, Alack lo jala y lo abraza, en el abrazo le dice al oído
— hola Mack, no sé cuántas dosis te queden, pero deben ser las suficientes para poder meterte a la cárcel por al menos 5 años, a menos que me acompañes —
el hombre se separa y mira la cara del agente sin entender, este le señala hacia abajo con los ojos y mira la otra mano de Alack, la cual empuña su arma, entonces suelta a la mujer y camina con el policía pegado al costado; en cuanto llegan a la puerta, el criminal intenta darse a la fuga, pero otros dos agentes ya están ahí, esperándolo; Alack se acerca a él y le da un golpe en el estómago que lo hace perder todo el aire, los otros policías lo sostienen y por eso no cae al suelo, Sinner pregunta
— ¿dónde está Sonny? —
— gggggghhhh... n-no... no sééhh... puf... puf... no... no lo he visto... — jadea el otro, intentando jalar aire, pero Alack apenas le da oportunidad y de nuevo el puño se hunde en su estómago, esta vez el hombre no aguanta y vomita la cerveza y lo poco de comida que pudiera tener dentro, sigue jadeando por aire mientras se retuerce, intentando zafarse, Sinner lo toma por los escasos cabellos
— es la última vez que te preguntaré ¿dónde está Sonny? —
el hombre solo niega con la cabeza mientras se escuchan pasos, los policías se llevan al hombre en vilo mientras Alack se sacude los pies, sucios por el vómito del delincuente, escucha a sus compañeros excusarse por chocar con alguien mientras arrastran al otro; Sinner camina hacia su auto, piensa que tendrá que pasar más tiempo hasta que puedan localizar al otro, pero de pronto, desde el otro lado del edificio, se escucha un grito
— ¡QUIETO HIJO DE PERRA! —
y antes de que alguien se mueva, suenan dos, tres disparos y luego la estampida de los que estaban dentro del negocio, pero nadie escapará, la redada se hace con éxito y Sinner estará careando a todos y cada uno de los que estaban dentro, la mayoría son delincuentes habituales, pero no hay nada contra ellos así que poco a poco los van dejando ir a todos, cuando ha terminado, su compañero de homicidios se acerca
— hola Sinner, creo que querrás ver esto... — y lo lleva hasta donde está un cuerpo debajo de una sábana blanca —... dos tiros, uno en el estómago y el otro en el pecho, ¿lo reconoces? —
Alack se agacha y levanta la sábana para encontrarse con el rostro de Sonny, el traficante que atacó a Luna
— sí, la redada de esta noche era para encontrar a esta cucaracha y su amigo, supongo que hemos tenido éxito, ¿sabías que es el que casi mata a la chica de los videos? —
— ¿es este desgraciado? entonces haré que las pruebas de balística y demás sean rápidas, basura como esta no se merece que el estado gaste recursos en ellos —
Todos empiezan a retirarse y el lugar se queda casi desierto, Sinner es de los últimos en el lugar, algo no está bien, no han podido encontrar quien mató a Sonny y se resiste a creer que se les haya escapado; camina alrededor de todo el lugar, revisando cada rincón o lugar obscuro, cada... al fondo del estacionamiento hay un pequeño montón de basura, nada importante, latas de aceite para motocicleta, chatarra, Alack mueve algunas de estas cosas con el pie y algo hace ruido al caer, es una lata llena de líquido negro y espeso, el detective se hace a un lado para no mancharse mientras mira un objeto de figura muy familiar que se desliza entre el aceite quemado, es una pistola, Sinner solo suspira y la levanta con cuidado, no está oxidada ni se ve vieja o dañada, seguro es la que mató a Sonny, pero ya no importa, ahora ya no importa.
La noche ha sido muy pesada, Alack llega a su casa en la madrugada, después de llenar el papeleo que supuso la redada y el asesinato; se extraña de ver una luz tenue en la ventana, así que saca su arma y se acerca a la puerta, abre lo más despacio que puede, evitando hacer ruido pero desde adentro se oye una voz en un tono falso que quiere imitar a una cursi ama de casa
— entra de una vez, querido, y ve a lavarte las manos, la cena está servida desde hace horas... —
Sinner entra y enciende la luz, en la sala está Lynn, vestida con una de sus camisas del uniforme, y al parecer nada debajo, está sentada en el sofá mientras mira algo en su celular, en la mesita hay algo debajo de una servilleta de cocina
—... perdón por venir sin permiso, quería ser la primera en celebrar que hayas agarrado a esos hijos de puta, porque los atraparon ¿verdad? — la castaña lo mira con gesto interrogante
Sinner se acerca despacio y se sienta, Lynn gatea sobre el sofá hasta llegar a él y besarlo largamente, luego le dice
— apesto cocinando, pero sé hacer buenos sándwiches, espero que te guste —
y destapa el plato de la mesita de centro, donde está un emparedado de carnes frías, queso y otras cosas
— se ve delicioso, muchas gracias amor, ahora solo me hace falta una buena taza de café —
— ¡café marchando! — dice la castaña y va hacia la cocina, Alack no puede evitar seguirla con la mirada, la camisa de policía es lo bastante larga como para ir más allá de medio muslo y no dejarlo ver mucho, pero Lynn tiene ya el trasero de su madre y camina de forma muy sexy, Sinner regresa al sándwich y lo muerde, está delicioso; Lynn regresa con una jarra de café y se sienta junto a él, Alack le dice
— por cierto, Lynn, tú no sabes nada de lo que pasó en la redada, ¿verdad? nada de unos disparos, de un traficante de poca monta muerto y una pistola en una lata de aceite quemado ¿verdad? —
— S-Sinny, amor... y-yo... — Lynn baja la cabeza —... ¿cómo lo supiste? —
— porque la pistola que lo mató se parece a una que le quité a un ladroncillo de tiendas, Lynn; porque alguien de homicidios vio a "mi novia" entre los curiosos; porque las manos te huelen a pólvora... la próxima vez que quieras hacer algo así, al menos investiga como deshacerte de la evidencia... — el tono de Sinner no es de enojo, más bien se diría de fastidio, Lynn no sabe cómo reaccionar a eso, él sigue —... Lynn, sé que esto era muy importante para ti, tuviste suerte de que los de homicidios estén de acuerdo contigo y espero que no habrá una próxima vez, de lo contrario lo nuestro se acaba y yo mismo te llevaré a la cárcel, ¿entendido?... — ella asiente con la cara baja — está bien, ahora, por favor sírveme una taza de café y ve a la recámara, en cuanto me bañe te alcanzo —
Lynn entiende que le están perdonando la vida, así que no dice nada, obedece y se va, sin apenas darle una mirada a su novio. Alack sale del baño después de una buena ducha, la espalda le duele y está cayéndose de sueño, entra en su habitación y mira la cama vacía, él suspira pesadamente y se sienta, se pone la pijama despacio y luego se acuesta; en la sala, Lynn solloza abrazando sus piernas, no se arrepiente de lo que hizo, pero sabe que arriesgó demasiado.
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e sus condiciones eran duras, lana se volvieron tratantes de blancas y vendedoras de droga poruqe sus condiciones eran duras, la.
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notas:
1- No encontré el apellido de Pop-pop en ningún lado y usé uno de los más comunes en Estados Unidos.
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Aquí está el quinto capítulo de este fanfic, sé que me tardé mucho, pero espero que la longitud compense algo.
Por favor denme sus opiniones, ya saben que su comentarios me nutren
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