Capítulo 7 - Del infierno al purgatorio
La alarma de la puerta suena mientras la pesada plancha de acero se recorre hasta cerrarse, dentro de la reducida celda solo queda una rubia de pelo corto que de inmediato se recuesta en la "cama", Lola Loud se acurruca de cara a la pared y no puede evitar que sus lágrimas rueden, es la tercera vez en lo que va del mes en que es separada y aislada de las demás chicas, ella no puede evitarlo, ser la "princesita" es una maldición de la que no puede deshacerse.
Apenas entrar en el reformatorio, la vida cambió diametralmente para las gemelas, por más que la defensa se empeñó en presentarlas como unas victimas más de las maquinaciones de un grupo de maestros pervertidos y criminales, el jurado las declaró culpables y tuvieron que purgar una sentencia, ambas soportaron la indignidad de que les cortaran el pelo, tan corto, que apenas les cubría las orejas, además del manoseo descarado mal llamado "cateo" por parte de las custodias para ver si no ocultaban nada; luego pasar a población y ser evitadas por todas las demás, hasta ahí había llegado la fama de ambas, y su delito era de gente muy mayor como para que alguien las mirara siquiera, a Lola le parecía mucha hipocresía esa actitud de las drogadictas, traficantes y asesinas que habitaban ese reformatorio, estaba segura de que si hubiera una escala, matar era mucho peor que lo que ellas hicieron, en cuanto a las demás, estaban a la par que las traficantes y vendedoras de droga, y aunque no esperaba hacer amigas, tampoco esperaba lo que vino después.
Las gemelas solo se tenían la una a la otra, pero no hubo manera de que las pusieran juntas en una celda, Lana fue enviada a otro nivel y Lola se quedó sola, metida en una celda junto con una larguirucha chica negra que no parecía muy interesada en hablarle y que estaba ahí por drogas, al parecer ni sabía la historia de la rubia ni le interesaba, dormía en la litera de arriba y solía roncar en tono bajo mientras tenía sueños intranquilos, la princesita comenzó a odiarla sordamente y una noche de insomnio la despertó, la morena no dijo nada, solo saltó sobre de ella y comenzó a golpearla, Lola respondió y esto les ganó a ambas dos días incomunicadas, pero la rubia tuvo que visitar antes la enfermería, jamás se le olvidó la sonrisa de superioridad de la morena al irse, Lola sabía que había perdido esta batalla, pero la cosa fue peor en cuanto regresó. Las peleas con esa chica negra fueron pan de todos los días, hasta el más mínimo movimiento era motivo de discusiones porque la morena le tomó el gusto a hacer enojar a la ex princesita, cosa que era bastante fácil, y siempre pudo someterla cuando llegaban a las manos, se hizo una constante que Lola y ella estuvieran castigadas al menos dos veces por semana; cuando podía, Lana siempre aconsejaba a su hermana para que estuviera calmada, pero Lola jamás le hacía caso, su orgullo y su soberbia eran más grandes que nada.
Cuando Lola salió de su más reciente encierro y se le permitió comer de nuevo en el comedor, Lana de nuevo trató de convencerla para que se tranquilizara, pero esta vez su gemela no estaba de humor para ningún reproche
— ¡maldita sea, Lana! ¡ya déjame en paz!... — La ex reina de la belleza se puso de pie, encarando a su hermana —... ¿que no entiendes que si no peleo, esa puta de carbón me va a joder la vida? ¡deberías de ayudarme a golpearla en lugar de sermonearme! —
— así que solo soy eso para ti ¿no? un par de puños incondicionales y nada más, Lola me preocupo por ti, aquí no tienes a nadie más que a mí, nadie te habla ni te quiere, insultas a todos y estas todo el tiempo castigada por tus pleitos ¿y quieres que haga lo mismo? ¡por eso estamos aquí en primer lugar! no pienso seguirte por ese camino, bastante tiempo vamos a estar encerradas como para que además haya que estar cuidándonos de todas, no cuentes conmigo para eso, hermana, lo siento —
Lana se dio la vuelta y salió del comedor, Lola estaba sorprendida, pero fingió que no le importaba y se sentó a terminar su comida, se quedó pensando en lo que haría si de verdad Lana la dejaba, estaría sola, realmente sola en esa cárcel y no sabría si aguantaría tanto tiempo.
Lana, al contrario que su hermana, había entrado al reformatorio con un poco de temor, pero pudo encajar mejor con su compañera de celda, una latina habladora y alegre que de inmediato la declaró su amiga, estaba ahí por haber matado al padrastro alcohólico que intentó violarla, pero por supuesto que por ser blanco y ella de una familia de ilegales, nadie le creyó y ahora esperaba su apelación a la sentencia; Lana de inmediato se hizo su amiga y de la nada regresó su talante alegre y despreocupado, era casi como si se encontrara de nuevo en su casa con sus hermanos y nada hubiera sucedido; después de la pelea con Lola le quedó claro que no le hacía falta su hermana y se dedicó a simplemente estar por ahí con su compañera de celda y algunas otras chicas sin preocuparse de nada más.
Lola tuvo la suerte de que la cambiaran de celda dadas las constantes peleas que tenía en la anterior, pero después de la pelea con Lana, todo su coraje se volcó hacia afuera, comenzó a meterse en problemas todo el tiempo, su tono de voz era insoportable para unas, otras la conocían por los concursos de belleza y la molestaban constantemente por ello, muchas la trataban de "reina de las putas" por lo que había hecho, y la rubia, siendo de mecha corta como siempre, insultaba y desafiaba a quien fuera, las peleas eran una constante y los castigos también; Lana solo miraba a su hermana sin meterse, lo que hacía que la otra gemela se enfureciera más, la última pelea en la que se metió fue una grande y se ganó una semana completa en aislamiento, pero Lola no cambió su comportamiento, su idea de que ella era mejor que las demás seguía fija en su cabeza y era lo que le ganaba el odio de sus compañeras de encierro; después de esa semana de castigo, la amenazaron con transferirla de reformatorio, lo que realmente la espantó porque esto significaba estar lejos de Lana, tal vez estuvieran peleadas, pero irse lejos era algo que no soportaría, por eso es que lloraba en su celda esa noche, por primera vez desde que ingresaran a la cárcel, tenía miedo de algo.
El fin de semana Lola salía de su castigo para encontrarse con que tenían visita, era Rita, que las podía ver gracias a un permiso especial que el inspector Demetrius le consiguiera, ya que por ley, al ser ex convicta por un asunto relacionado a sus hijas, no debería estar ahí. Lana corrió al ver a su madre y lloró un poco, aunque secó sus lágrimas de inmediato, no quería que nadie de sus compañeras viera eso, en cambio Lola caminó despacio y con la cara baja, le daba vergüenza que su madre le viera las marcas de su último encuentro; por supuesto que Rita vio todo, pero prefirió no mencionarlo
— ¡Lola, Lana!... — Rita les tendió los brazos abiertos y ambas entraron a ese abrazo que tanta falta les hacía, las chicas se olvidaron de su pelea en cuanto estuvieron ahí y se quedaron así un rato mientras se reponían un poco de la ausencia, luego se separaron poco a poco mientras suspiraban, Rita estaba llorosa y con una sonrisa triste que parecía forzada
— ¿cómo están hijas? s-su cabello... — la madre pasa sus manos por la cabeza de sus hijas quienes lagrimean un poco, a Lana no le importaba demasiado, pero Lola si extrañaba su larga cabellera blonda —... es duro estar encerradas ¿verdad?... — Lola la miró raro, ¿se estaba burlando de ellas? Rita de inmediato lo entendió —... lo-lo siento, n-no quise que sonara así, yo me pasé el año anterior encerrada igual y fue un infierno... hijas... perdónenme... — y el llanto de la señora Loud brota, Lana se apresura a consolar a su madre
— ¡no, mamá, no!... t-tú no hiciste nada, nosotras tendríamos que pedirte perdón, hemos sido las peores hijas que nadie puede tener y... —
— habla por ti, Lana, no estaríamos aquí si ellos hubieran sido mejores padres... — Lana, sorprendida, voltea a ver a su gemela ¿acaso se le zafó un tornillo? Lola continúa —... después de todo, no supieron que hacer con Lori y los otros, eso los metió a la cárcel y a nosotros nos dejó en la calle —
— pero hija... — Rita interrumpe —... la tía Shirley no fue una mala persona con ustedes, nunca les faltó nada y... —
— ¿DE QUE HABLAS, RITA? ¡ME SACÓ DE LOS CONCURSOS! ¡ERA LO ÚNICO QUE ME INTERESABA, MI ÚNICA META EN LA VIDA Y ME LA QUITÓ! ¡YO...! — varias guardias se acercan al escuchar el escándalo, Lola cierra la boca de inmediato y se sienta, Rita aprovecha esto para regañarla
— ¡no puedes culpar a Shirley por estar aquí! ¿en qué momento se te ocurrió que vender droga, prostituir a tus compañeros y extorsionar maestros era un buen sustituto de los concursos de belleza? hablé con Shirley después de casi matarla por esto y ella y el inspector de cuidados infantiles me dieron detalles de tu comportamiento, ¡simplemente no tienes ninguna excusa!... — y voltea a ver a Lana —... y esto va para ti también, jovencita, ninguna de las dos puede decir que de pronto se vieron abandonadas y desamparadas en la calle solo porque no pudieran vivir como lo hacían en casa... —
— pero mamá... — dice Lana con enfado —... la tía Shirley era demasiado estricta, yo no pude quedarme ni siquiera con Charles, seguro Luna y las demás hacían lo que querían con la tía Ruth —
Rita se sorprende de que ellas no sepan nada de las mayores, pero supone que cada grupo estaba aislado y muy ocupado doliéndose de su desgracia como para preocuparse de las demás
— sus hermanas mayores no están mejor que ustedes... — dice la mujer, con la voz entrecortada —... y tampoco tienen escusa; a Luna casi la mató un narcotraficante, Luan está apenas recuperándose de su alcoholismo y Lynn... las tres estuvieron entrando y saliendo de la cárcel durante todo el año... y aunque Ruth está en la cárcel por abuso y por robarse las ayudas del gobierno, ellas son más culpables por ser mayores de edad y de todas formas, ninguna de ustedes tiene pretexto para nada —
Lola se quedó callada, enterarse de que ninguna pudo mantenerse a flote en la vida en cuanto su familia fue desarmada le dio mucho en que pensar, pero Lana si estaba genuinamente sorprendida
— ¿entonces todas...? yo pensé que solo nosotras estábamos así de mal... — Lana se queda pensando un momento y se acerca a su madre, la abraza y con la mirada baja, le dice—... má ¿sa-sabes algo de las demás? no sé qué le pasó a Lis ni a Lily... extraño a Lori y a Leni, a Linky, a Lucy... (Snif) los extraño a todos... y a papá ¿sabes algo de papá? —
Lola está enfadada, ella también piensa como Lynn lo hacía y cree que todo es culpa de Lori, pero se cuida mucho de decir algo, si llama la atención de las guardias la pueden castigar de nuevo y eso sería su sentencia para ser trasladada a otro lado, Rita las abraza a ambas y les dice
— Luna tuvo muchos problemas con la droga y... casi la mata un traficante al que le debía dinero, todos tuvimos que dar sangre y apenas hace poco despertó, ha estado dormida al menos dos meses; Luan se volvió alcohólica y casi muere por eso, también estuvo en coma y ahora es compañera de cuarto de Luna en el hospital... — las gemelas siguen con mucho interés lo que su madre les cuenta, darse cuenta de que vivían tan consentidas, que en cuanto estuvieron "solas", de inmediato se hundieron en el vicio y el crimen, esto las conmueve de una u otra forma, Rita sigue con su resumen —... Lynn ha estado entrando y saliendo de la cárcel por varios delitos, el último de ellos, casi matar a un borracho en un bar, afortunadamente para ella tiene un amigo policía que la ayudó todo el tiempo, a ella y a las otras, si no fuera por él, las tres estarían encerradas y con condenas, aunque creo que tal vez hubiera sido mejor que casi morir en la calle... L-Lisa está en un sanatorio mental... — las gemelas saltan al escuchar esto —... la noticia de sus arrestos terminó de quebrarla, la tienen medio dormida con droga y su tratamiento lo supervisa el mismo departamento de estado, no sabía que su hermanita era tan inteligente o importante para el gobierno, tuve que firmar un consentimiento para que tengan control total de ella... p-por lo menos sé que la tra-tratarán mejor que yo o-o que Shirley... (snif)... —
la señora Loud se queda en silencio por un rato y sus hijas no saben muy bien que hacer, Lola se levanta y le rodea la cabeza con los brazos
—... has sufrido mucho por culpa de esa estúpida, pero si algún día salgo de aquí, Lori me las pagará —
— Lola, ¿no te das cuenta de que Lori no tiene la culpa de nada?... — Lana enfrenta a su gemela —... ella solo dejó a Bobby, si no lo quería no tenía por qué seguir con él; todavía no entiendo que nos hizo pensar que todo lo que nos dijo esa idiota de Ronalda era verdad, eso solo nos trajo tantos problemas que la maldición de Leni parece verdad —
— tu hermana tiene razón, Lola, ya tuve esta discusión con Lynn y la hice entender que su padre y yo somos los principales culpables de todo esto, jamás fuimos responsables ni las disciplinamos, siempre nos portamos pasivos y hasta cobardes, y lo único que obtuvimos fue la cárcel y una familia destrozada... t-tal vez sigas pensando eso un tiempo, pero espero que entiendas que la situación de Lori fue muy difícil y que nosotros solo la hicimos peor, afortunadamente ellos pudieron llevar sus vidas de mejor manera y... —
— ¿entonces viste a Lori y a Leni, mamá? ¿cómo está Linky?... — dice Lana —... extraño a mis hermanos, a todos —
— están bien, vinieron a donar sangre para Luna cuando la hirieron, y-yo no pude ha-hablar con ellos, pero Lynn sí y me dijo que están bien, su abuelo también estuvo muy enfermo del corazón, pero se recuperó y ahora está trabajando en Hawaii, él me dijo que todos están en la escuela y trabajando... parece que de verdad esa maldición fue muy efectiva —
Rita se sonríe con ironía, ahora están en el polo opuesto de sus otros hijos, pero ella está francamente arrepentida y espera que, si no los vuelve a ver, por lo menos sepa que siguen estando bien y que son felices; sus lágrimas empiezan a correr y abraza estrechamente a sus gemelas, Lola esta algo incómoda, pero aguanta porque de verdad ama y extraña a su madre y no sabe cuándo volverá a verla, en cambio Lana corresponde y también solloza.
Suena un timbre anunciando el fin de la visita y ambas gemelas se resisten a dejar el protector abrazo de su madre, pero no hay forma de evitar esta separación
— no se preocupen hijas... — dice Rita —... voy a hablar con el inspector Demetrius y pediré un recurso en la corte, al menos vendré una vez al mes, ¿se saben el teléfono de la casa?... — y sin esperar respuesta, Rita busca en su bolso hasta encontrar una pluma y un papel, escribiendo algo de prisa —... aquí está, llámenme los sábados en la tarde o los domingos, los demás días trabajo; Lola, hija, modera tu carácter, sé que esos golpes en la cara son por pelear, ambas tienen que ir con la psicóloga, yo lo hice en la cárcel y me ayudó mucho, prométanme que lo harán, por favor —
Lana asiente entre sollozos y Lola se queda en silencio por un momento, pero después responde — está bien, mamá, lo haré — y una solitaria lágrima rueda por su mejilla mientras mira a su madre dejar el recinto.
Las visitas al psicólogo eran obligatorias durante el tiempo de detención y las gemelas las habían aplazado por bastante tiempo, Lola por estar peleando y en castigo todo el tiempo, y Lana siempre excusándose diciendo que no estaba lista, pero finalmente la ex mecánica lo hizo.
La sala de la psicóloga era un pequeño cuarto gris bien iluminado, con dos sillas y una mesa, Lana se sintió totalmente indefensa en ese sitio y cuando escuchó abrirse la puerta estuvo a punto de levantarse y salir corriendo, pero se dominó pensando en su madre y la promesa que le hizo, la psicóloga era una mujer delgada y muy pálida, de cara angulosa e inexpresiva, llevaba el cabello negro recogido en una "cebolla" detrás de la cabeza y sus ojos apenas se veían detrás de unos lentes de vidrio grueso, la rubia pensó que esto sería difícil hasta que la psicóloga se sentó frente a ella y abrió su libreta
— buen día señorita Loud, Lana, ¿verdad? —
se hizo un silencio mientras la chica reaccionaba a la pregunta, Lana se dio cuenta de que esperaba su confirmación y respondió con un — sí — bajito
— bien, señorita Loud, usted y su hermana se tardaron mucho en venir a verme, espero que podamos llevar esto sin problemas ¿de acuerdo? — la rubia asintió y la doctora siguió —... le explico, se supone que debería de tener un papel firmado por algún adulto responsable de usted para poder comenzar el tratamiento, pero su madre no puede ser por que acaba de salir de la cárcel y no está autorizada a hacerse cargo, quien estaba nombrada como su tutora legal tampoco es viable y no hay nadie más, ¿puede usted sugerirme a alguien que pudiera o quisiera firmar esta autorización? de todas formas empezaríamos el tratamiento ahora para no perder tiempo —
Lana pensó un momento, Luna y Luan estaban en el hospital y seguro las descartarían junto con Lynn ya que también tenían antecedentes penales, Pop pop estaba en hawaii y quién sabe si él querría firmar, solo le quedaban Lori o Leni aunque tampoco estaba segura de nada
— n-no sé si mis hermanas mayores quieran firmar la autorización... tu-tuvimos un gran pro-problema en c-casa y... (snif)... y... e-ellas... no-nosotros... —
Lana comenzó a llorar, primero en silencio, aguantando todo lo que podía, dejando que las lágrimas corrieran libres hasta que la presión en su pecho fue demasiada y soltó un quejido largo y lastimero, levantó la cara hacia el techo y soltó su llanto sin importarle que la doctora la viera. Esto duró un buen rato, Lana quería calmarse pero no había manera, se estuvo aguantando tanto tiempo que apenas comenzar a recordar algo del origen de todo, la hizo quebrarse. El llanto fue disminuyendo poco a poco hasta que todo se quedó en silencio, la pequeña se sentía muy avergonzada e incómoda, quería salir de ahí ya que jamás se sintió tan débil, pero al alzar la vista, la doctora le estaba tendiendo un pañuelo de papel, Lana lo tomó sin decir nada y se limpió la cara, luego suspiró muy hondo, la doctora le peguntó
— ¿estás mejor?... — la rubia asintió —... qué bueno, no te sientas mal, siempre es difícil recordar ciertas cosas y lo mejor es llorar para desahogarse, empezaremos por ahí en lugar de ver el delito que te trajo, porque veo lo complicado del tema, es mejor resolver los problemas internos antes de tratar lo demás —
Lana no sabía a qué se refería exactamente, pero si esta mujer podía ayudarla, entonces confiaría en ella, de todas formas, ella pensaba que ya había tocado fondo y solo le iría peor si no seguía con esto. A la rubia le costó trabajo, pero contó todo lo que había pasado en su casa y después lo sucedido con ellas cuando encarcelaron a sus padres y complementó con los datos que apenas supiera de Rita, redondeando un caso que la psicóloga calificó de bastante complicado, aunque no encontraba una razón lógica por la cual casi toda la familia hubiera decidido creer en un chisme del que no tenían ni las más mínima prueba y tampoco Lana supo darle una razón real; la doctora tuvo tiempo de sondear un poco a su paciente sobre los delitos cometidos, pero la rubia no tenía mucha noción de nada, como si todo hubiera sido un sueño o algo visto desde lejos. La sesión terminó después de que la psicóloga hablara un poco y le diera a la rubia algunos consejos.
Al día siguiente fue el turno de Lola, quien llegó muy poco cooperativa, la psicóloga de inmediato se dio cuenta, pero sabía que había tenido peores casos y decidió llevar la sesión tan lento como fuera necesario; Lola entró y se sentó, cruzando los brazos y bajando la cara, la doctora tomó asiento frente a ella y la saludó
— buenos días, señorita Loud... — Lola no contestó —... Lola ¿verdad?... — de nuevo solo el silencio fue la respuesta, pero la doctora solo sonrió, si la jovencita se creía dura, no la conocía —... ya tengo todo tu historial familiar por la plática que tuve con tu hermana, así que iremos directamente a tu expediente, vamos a veeer... elaboración y distribución de drogas sintéticas en una escuela primaria, trata de blancas en su modalidad de explotación sexual de menores con los alumnos de una escuela primaria, producción y distribución de pornografía infantil, extorsión... la complicidad con el director y los maestros es un delito hasta risible después de lo demás —
Lola no parecía estar muy interesada en el discurso de la doctora, durante el juicio solo hizo lo que el abogado le dijo, que fue llorar y poner su mejor cara de niña bonita para tratar de impresionar al jurado, pero realmente no puso mucha atención a los cargos ni nada, ella tenía claro que lo que hizo era sobrevivir
—... entonces, Lola, al parecer a ti no te causa conflicto nada de lo que he dicho, ¿eres inocente de todo esto? —
— no, claro que soy "culpable"... — dijo la ex reina de belleza con un tonito burlón mientras hacía el signo de comillas con los dedos —... soy culpable de sobrevivir, soy culpable de ser mejor que los demás, ¡soy culpable de estar por encima de todos los mediocres que se cruzaron en mi camino!... — La "princesita" había roto la barrera y ahora sería difícil detenerla —... ni siquiera mis hermanas o mis padres, ese par de blandengues... imagínese que cuando había una pelea entre nosotras, preferían encerrarse en su cuarto en lugar de enfrentarnos, desde pequeña supe que yo era mejor que todos, superior en cualquier aspecto; ¿de que le sirve a Lisa su gran cerebro si se ha vuelto loca? la música de Luna solo la llevó a las drogas y Lynn podría ser una superdotada deportiva, pero no hay nada en su cabeza; en cuanto a los demás, ¡pfff! solo gente mediocre, yo tengo todo lo que a ellos les falta y... —
—... y por eso estas aquí ¿no?... — la psicóloga corta el discurso —... Lola, estar en la cárcel no es motivo de orgullo, cuando piensas que el mundo y sus leyes están mal y tú no, el problema es claro; yo entiendo que las calles son duras y a veces hay que hacer cosas desesperadas para sobrevivir, créeme cuando te digo que este lugar está lleno de casos así, pero el tuyo no es uno, tú has vivido en un enorme burbuja toda tu vida y cuando esta se reventó, decidiste vengarte de todos de la forma más tonta posible, por eso estas encerrada, y lo peor no es que vayas a estar aquí hasta tu mayoría de edad o que posiblemente te juzguen como adulta después, sino que arrastraste a esta vida a tu hermana, ella no tenía tu odio ni tus ideas de venganza, ella te siguió porque te ama, te siguió para protegerte y no dejarte sola, pero al parecer ella tampoco te importaba ¿o sí? —
— ¿qué? ¡claro que me importa! ¡Lana es la única que me importó siempre! la tuve a mi lado porque la necesitaba... siempre la he necesitado... e-ella es la única que me entiende... la que sabe lo que pienso, lo que siento, y-yo no hubiera podido hacer nada sin ella... (snif...)... las demás pueden irse al infierno mientras la tenga a ella... —
—... y posiblemente la pierdas, tengo aquí la orden de transferencia al reformatorio de Lansing, aunque dependiendo de lo que pase aquí, puedes irte hasta Grand Rapids... o quedarte... — Lola miró a la psicóloga, ¿entonces quedarse dependía de ella? —... así es señorita Loud, tu permanencia aquí depende de dos cosas, tu comportamiento y yo: no importa lo agresiva que seas allá afuera, tendrías que matar a alguien para irte, pero, no importa lo bien que te portes, si yo firmo este papel, de inmediato te irás, así que tú eliges —
— e-entonces... —
— resultados niña, aquí solo interesan los resultados, si vienes a todas tus sesiones y procuras tener buena conducta, incluso puedo hacer que tú y tu hermana estén en la misma celda, claro, si ella quiere; pero si no, despídete de todo lo que tengas aquí, que, hasta donde sé, tampoco es mucho ¿verdad? —
y así fue como Lola Loud "la princesa", "la reina de la selva", tuvo que rendirse.
El fin de semana siguiente, Rita de nuevo estaba visitando a su hijas, el inspector Demetrius había conseguido algo que parecía difícil, un permiso de un juez para que la señora Loud pudiera visitar a sus hijas, aunque solo una vez al mes; esto ayudó mucho a las gemelas para mejorar su conducta y avanzar en su terapia psicológica.
No muy lejos del Wayne County Juvenile Detention Centre de Detroit, donde estaban recluidas las gemelas, una pequeña dormía en una especie de cama dentro de una celda en el hospital psiquiátrico Detroit East Community Mental; lo que a simple vista pareciera ser solo un hospital regional, tenía una serie de alas ocultas donde se trata a los enfermos graves que por una u otra razón no pueden ser trasladados fuera de la ciudad, Lisa Loud, la antes niña genio más joven del país y con múltiples maestrías y doctorados, yace adormecida por la droga que se le administra cada hora; está maniatada por una camisa de fuerza y monitoreada las 24 horas por dos especialistas en psiquiatría infantil y un experto extra cuya identidad es un secreto, pero que tiene acceso a toda la información y que es quien determina el tratamiento a seguir, todos han sido enviados desde Washington D.C.; la pequeña tiene el pelo cortado casi a rape porque en sus primeros ataques de furia se arrancaba mechones tan violentamente, que todavía tiene algunas heridas en el cuero cabelludo, las cuales van cicatrizando poco; no tiene tampoco sus lentes los cuales representaban un peligro. Lisa está reducida a un pequeño ovillo que murmura incoherencias y babea incontrolablemente mientras está despierta y que duerme intranquila, rechinando los dientes de tal manera que tienen que ponerle un protector para que no se le quiebren, esto es lo que vió Rita el primer día que pudo verla, las lágrimas corrían por su rostro pero se le advirtió que no podía hacer ruido, Lisa era muy sensible a ciertas frecuencias y no querían molestarla, necesitaba dormir de una forma u otra hasta que sus nervios se relajaran lo suficiente para poder intentar un proceso curativo.
detrás del vidrio ahumado de una pequeña ventana, Rita lloraba ahogadamente mientras miraba a su hija, no entendía lo que la había llevado hasta ese estado
— s-simplemente no e-entiendo... (snif)... (snif)... ¿por qué está así? ¿qué le pasó? —
— se lo explicaré... — le dice secamente uno de los expertos —... Lisa siempre ha querido proceder conforme a la lógica, y ella interpretó esa "lógica" con reprimir sus sentimientos para que no afectaran sus estudios ni su trabajo, y funcionó medianamente mientras enfrentaba una vida cotidiana, pero cuando los grandes conflictos comenzaron a sucederse uno tras otro, ese esfuerzo mental fue cobrando factura: noches de insomnio, falta de apetito, tics nerviosos, incluso verla a usted fue un shock muy fuerte para ella, y si a eso sumamos todos los problemas que tuvo que enfrentar con el arresto de sus hermanas y la pelea entre usted y la señora Smith, el equilibrio mental se rompió de la peor forma, por eso tuvo un arresto agresivo masivo y no ha podido salir de ese estado, es lo que se conoce vulgarmente como un "loco furioso", por eso ha estado sedada; el doctor Octo ha establecido un tiempo estimado de quince días de sedantes para recuperar la calma en su hija, después podremos tratar su problema con mucho más exactitud, pero no se preocupe, su alimentación está cuidadosamente planeada y se administra por medio de sonda; por el momento, es todo lo que puedo decirle —
— ¿puedo venir a verla mañana? — pregunta Rita
— no es posible, hoy se dio un permiso especial y dudo que pueda venir con frecuencia, venga el viernes o el sábado de la semana que viene, posiblemente ya este despierta y su presencia sea una ayuda para nosotros —
Rita agradeció y se marchó llorando, aunque empezaba a recuperar de a poco a sus hijas, todas estaban en condiciones lamentables.
Lily estaba tan enojada al llegar de la escuela, que azotó la puerta violentamente, Shirley vino desde la cocina y le llamaba la atención mientras se limpiaba las manos con un trapo
— ¡Lilian! ya te he dicho que no azotes las puertas, debes de tener más cuidado con el aire y ... —
— ¡ya no la soporto!... — dijo la pequeña mientras caminaba rápidamente hacia la sala, pasando de largo sin apenas mirar a su tía —... esa mujer está siempre fuera de la escuela, me saluda e intenta hablarme, al menos ya dejó de llorar, ¡pero es muy vergonzoso que siempre este ahí! —
— pero Lilian, tienes que entender que está muy triste —
— ¡a mí no me importa!... mamá, quiero que me deje en paz, por favor haz algo —
— está bien, hablaré con ella pero no te prometo nada, a fin de cuentas es tu ma... —
— ¡no lo digas!... — dijo la pequeña interrumpiendo —... ella no es nada mío —
Shirley no dijo más, Lily subió a su habitación y se tiró en su cama, cubriéndose con una manta y se hizo una pequeña bola enojada que seguía rumiando su coraje — ¡la odio! ¿por qué tiene que seguir molestándome? ya no sé qué hacer —
Más tarde, a Lily se le había pasado el enojo y bajó a cenar, y aunque no estuvo muy comunicativa, ella y su "madre" pudieron comer tranquilas, después de terminada la cena y cuando la pequeña subió a su habitación a dormir, Shirley llamó a la casa Loud, no tuvo que esperar mucho para que una voz seca le contestara
— ¿sí? —
— b-buenas noches, ¿es esa la casa de la familia Loud? —
— al menos de lo que queda de ella, sí, ¿qué quiere? —
— ¿puedo hablar con la señora Rita, por favor? —
la voz se alejó del aparato para gritar un — ¡mamá! ¡teléfono! — a lo que siguió un silencio corto y después —no, no sé quién es... una mujer... sí, lo dejo en la mesa... — se escuchó el golpe del aparato contra algo y segundos después Rita contestaba
— ¿hola? una disculpa, estaba ocupada —
— hola Rita, soy Shirley —
— ah... ho-hola tía — Rita enfrió el tono cuando supo de quien se trataba —... ¿necesitas algo? —
— perdón por molestarte, es algo muy penoso... m-mira, Lilian está llegando más tarde que de costumbre y se queja constantemente de que estás a la salida de la escuela, yo... sé que es difícil para ti, pero necesito pedirte que dejes de hacerlo —
— lo siento Shirley, Lilian es mi hija y me preocupo por ella, quiero hablar, necesito arreglar las cosas con ella, que entienda que nada de lo que pasó fue su culpa y... —
— ella no quiere, Rita, y deberías respetar eso, verte la tiene enojada todo el tiempo y me preocupa que esté tan concentrada en estar furiosa porque deja de hacer sus deberes y no come ni duerme bien; por favor, si de verdad la amas, deja de persegu... —
Rita ya no escuchó la última palabra, colgó y dejó el teléfono con un golpe sobre la mesa del comedor, estaba enojada y dolida, ¿por qué su hija se negaba a verla? ¿por qué la odiaba? pero ni Shirley ni nadie le impedirían buscarla hasta que pudiera hablar con ella y convencerla de que arreglaran este asunto.
Los día de "acoso" de Rita siguieron repitiéndose y Lily estaba cada vez peor, comenzó a evitarla cuando podía, pero cuando no, la insultaba de manera muy grosera e incluso llegó a arrojarle cosas, desde bolas de papel hasta basura, y cuando la molestia fue total, llegó a escupirle en la cara, Rita estaba asustada por esa actitud aunque no por eso dejo de asistir a la escuela, las autoridades del plantel tuvieron que pedirle que dejara de asistir, pero la mujer se plantó fuera de la escuela cruzando la calle, hasta ahí no llegaba la autoridad del director y aunque parecía una buena idea, Rita no contaba con que su hija llevaría todo a las últimas consecuencias. Un día nublado y ventoso, cuando Rita apenas llegaba para esperar a su hija, una patrulla de policía se estacionó frente a la escuela y bajaron dos oficiales, quienes se dirigieron a la mujer rubia
— buenas tardes, Rita Loud ¿verdad? va a tener que acompañarnos —
— ¿qué? ¿pero yo no estoy haciendo nada malo, oficial, mire... —
— hay una denuncia en su contra por vagancia y acoso de un menor, por favor, no nos obligue a usar la fuerza —
Rita se dejó llevar mansamente mientras escuchaba como ruido de fondo sus derechos y como podían ser usados o no, ¿quién habría sido? Ya en la estación de policía se vio metida en un buen problema, es ser una ex convicta era un gran problema cuando se trataba de caer en aquel lugar y los cargos no eran menores, se le permitió hacer una llamada y en lugar de llamar a su abogado, llamó al inspector Demetrius, quien en cuanto pudo llegó a las oficinas de la policía, Rita le contó todo y él dijo que no podía sacarla, pero al menos si podía averiguar los detalles de la denuncia y tenerla informada; así la matriarca Loud se enteró, con todo el dolor que suponía, que la denunciante fue su propia hija y que de comprobarse la acusación, podía regresar a la cárcel, Demetrius le aconsejó que contara las cosas tal cual eran y que aceptara los cargos menores para una pena de servicios comunitarios y terapia, y no estar encerrada de nuevo, Rita siguió al pie de la letra las indicaciones del inspector y unas horas después estaba libre, con su calendario de servicios y un formato para la terapeuta. Al llegar a casa llamó a Shirley y quiso hablar con su hija, pero ante la negativa de la niña, solo pidió a su tía que le transmitiera el mensaje y por favor le dijera a Lily que no la molestaría más, que ambas la perdonaran y que procurara llevarla con un psicólogo, la niña realmente lo necesitaba para regresar a tener una vida lo más normal posible, y que si a ella no, que recordara a sus hermanas quienes la querían y extrañaban; Rita colgó y en casa de Shirley quedaron dos personas llorando, la mujer mayor estaba muy apenada y le dolía que su sobrina hubiera tenido que humillarse de esa manera, y la otra era la propia Lily, escuchar a su madre tan triste y derrotada fue doloroso y también la entristeció escuchar cómo se resignaba a perderla, nunca hubiera pensado que esto le pegaría tanto, así que aceptó de buena gana ir con un terapeuta con la esperanza de deshacerse de todo su pasado e intentar tener una vida nueva y mejor.
Mientras tanto, las dos semanas de vacaciones de Leni y Lucy habían terminado y ambas regresaron a su casa en Detroit, a la "normalidad" de su ciudad y su casa, pero algo era diferente, algo que Leni notaba aunque no sabía lo que era, pero que Lucy captó de inmediato. Lori fue por ellas al aeropuerto y ahí todo fueron abrazos y besos, lagrimitas de felicidad por el regreso y la promesa de una fiesta de bienvenida, Lincoln brilló por su ausencia y a una pregunta de Lucy, Lori contestó vagamente algo sobre un trabajo pendiente para la escuela, a Leni no le extrañó en lo más mínimo, aunque a su hermana menor le pareció raro que él hubiera dejado su tarea de lado, levantó los hombros pensando que posiblemente el torneo lo distrajo lo suficiente para dejarlo hasta último momento y aunque era lo más lógico, la pelinegra se quedó con un sentimiento de incomodidad. Al llegar a casa, Leni siguió con el "escándalo" normal en ella, abrazar a su hermano, gritar por cuanto había crecido y preguntar por todo: si la habían extrañado, si algo era nuevo o estaba en otro lugar, por supuesto que chilló y abrazó efusivamente a Lori al ver el trofeo mientras se disculpaba por no haber estado presente, y en rápida sucesión, comenzó a platicarles de sus vacaciones, la playa, el sol, los apuestos marineros, el volcán, todo mientras mostraba las fotografías. Esa noche se pidió pizza y se bebió cerveza, Leni, Lori y Lincoln estaban alegres y reían escandalosamente, pero Lucy miraba la escena con miedo, algo había cambiado mucho en esas dos semanas de ausencia.
Los chicos regresaron a la escuela y las mayores al trabajo y a la escuela, pero Lucy de inmediato se dio cuenta de lo había cambiado, ya no había momentos embarazosos ni sonrojos o situaciones incómodas, de pronto todo eso había desaparecido y ahora eran otros signos los que se adivinaban entre ellos y la pelinegra temía estar interpretándolos correctamente; ya no existía esa barrera entre sus hermanos, Lori y Lincoln hablaban tranquilos y sin reparos, ya nadie se cohibía ni tartamudeaba, no evitaban el contacto visual ni físico y una sonrisita molesta estaba en sus labios todo el tiempo; la forma en la que se miraban, en la que se hablaban, Lucy temía lo peor y con toda razón, pero no sabía cuan acertada estaba.
Parecía que todo hubiera parado ahí, porque Lucy no percibía nada más, pero Leni también comenzó a hacer preguntas, la rubia notaba algo diferente entre sus hermanos y constantemente los interrogaba, ella notaba ese cambio sutil, sus hermanos estaban más alegres, más tranquilos y mucho más cercanos; Leni no era tan suspicaz y solo veía la superficie, pero Lucy estaba segura de que lo peor había pasado, solo que no podía confirmarlo. Llegaron al final de la semana y ese viernes la cena fue tan tranquila como podía esperarse en esas circunstancias, Lori y Leni platicaban tranquilamente acerca de sus respectivos días en el trabajo mientras Lincoln parecía algo distraído y apenas comía, sentarse en la pequeña mesita circular del antecomedor en lugar de la barra los acercaba más, pero era raro de cierta forma ya que no lo habían hecho antes, Lucy no estaba cómoda y al parecer Lincoln tampoco, pero todo parecía estar bien, las rubias estaban una junto a la otra y Lincoln frente a Lori, teniendo a Lucy a su izquierda, de pronto Leni se quejó
— ¡ouch! ¿quién me pateó? —
dijo mirando alternativamente a sus hermanos menores, Lucy negó con la cabeza y el peliblanco se apresuró a hacer lo mismo, pero el rubor de su cara dejaba muy en claro quién era el culpable, Leni lo miró seria pero no enojada, y sin nada que lo defendiera, Lincoln confeso bajando la cabeza y sobándose la nuca
— pe-perdón, Leni, s-solo estaba estirando mi pierna porque... porque estaba un poco entumido, e-eso —
— no te preocupes, hermanito, solo ten más cuidado jijiji... —
Lori miraba al chico, con una sonrisita boba, pero su expresión no era de burla o de contento, la mirada que le dio a su hermanito era suspicaz, hasta se diría que viciosa, hizo una mueca rápida que parecía un beso y le guiñó el ojo, Lincoln sonrió a su vez y se levantó de prisa, disculpándose, llevó sus trastes sucios al fregadero y después casi corrió a su habitación mientras gritaba un — ¡buenas noches! —
Leni apenas se dio cuenta de todo, distraída en seguir el hilo de la plática que tenía con su hermana, pero Lucy siguió todo con ojo analítico y esperaba haberse equivocado con lo que vio entre sus hermanos.
Ya era tarde cuando Lucy despertó, Hawaii le dejó algunas secuelas, como levantarse en la madrugada para ir al baño, esto era provocado por la gran cantidad de líquido que tomaba por el calor, la pelinegra esperaba regresar a su ritmo natural en unos días... Lucy se quedó quieta al escuchar un leve chirrido, una puerta sin duda, y después de eso, unos pasos lentos, casi imperceptibles para cualquier persona menos para ella, experta en movimientos sigilosos, entonces hizo lo mismo, se levantó despacio y se acercó a su puerta, la abrió despacio y se asomó para ver a Lincoln entrando a la habitación de Lori; ¿a qué diablos iba él a esa hora?, la ex gótica salió de su habitación y fue directo a la puerta de su hermana, pegó la oreja a la madera y por un momento no escuchó nada, luego cuchicheos y una que otra risita ahogada, ella hubiera querido quedarse ahí, pero la naturaleza la urgió con gran presión, entonces se resignó a ir al baño antes de tener una fuga mayúscula.
Los pocos minutos que Lucy estuvo sentada mientras orinaba se le hicieron eternos, no dejaba de pensar en sus hermanos y lo que estaría pasando ahí dentro; así, en cuanto terminó, se limpió y se lavó las manos en cámara rápida, saliendo lo más callada que le fue posible, algo en lo que era experta, y de nuevo pegó la oreja en la puerta de su hermana, pero lo que escuchó la dejó sin aliento, las respiraciones agitadas, los gemidos bajos, crujidos leves que interpretó como besos; la ex gótica se quedó ahí, hincada, sudando frío y sin saber qué hacer, lo que pasaba dentro era una pesadilla, una atrocidad que de repente rebasaba su entendimiento. Se levantó despacio, con miedo a ser notada y justo se retiraba cuando escuchó y vio como se abría la puerta de la habitación que compartía con Leni y la rubia estaba ahí, frotándose los ojos y preguntando
— ho... (uuaaaahhh...) hola Lucy, ¿qué haces parada a esta hora?... —
la aludida se congeló, mirando fijamente a su hermana ¿por qué demonios estaba levantada? ella siempre dormía como un tronco y era técnicamente imposible despertarla, ¿por qué de todas las malditas noches escogió esta?, Leni siguió
—... me está doliendo un poco el estómago, tu sabes, los cólicos, veré si Lori tiene una pastilla, las mías se acabaron —
y antes de que Lucy pudiera hacer nada, Leni abrió la puerta de su hermana mayor, vio a alguien sentado en su cama y supuso que estaría despierta, así que avisó
— voy a encender la luz, Lori, oye... —
— ¡NO, LENI, NO! — alcanzó a decir aquella antes de que todo se iluminara y se descubriera un cuadro que les pareció grotesco, Lori estaba desnuda, sudorosa y despeinada, trataba de levantarse mientras se tapaba los senos pero lo terrible era que estaba montada sobre Lincoln, quien también estaba desnudo y miraba hacia la puerta con una palidez mortal
— Le-Leni... Leni... e-esto... —
comenzó a tartamudear el chico, moviéndose desesperado, tratando que quitarse a su hermana de encima sin dejar de mirar a las otras dos, quienes estaban congeladas en el marco de la puerta, un denso silencio cayó sobre ellos durante unos segundos antes de que resonara un grito
— ¡¿QUÉ CARAJOS ESTÁ PASANDO?! ¡LORI! ¡LINCOLN! ¡POR DIOS EXPLÍQUENME QUE PASA!... ¡NO, NO QUIERO SABERLO! NO QUIEROOOOO! —
y la rubia salió de ahí llorando a lágrima viva, Lucy se acercó a sus hermanos, quienes ya se habían separado y procuraban vestirse
— no quería creerlo, pensé que era yo quien estaba exagerando, todo era tan notorio, era muy obvio... ustedes me dan asco... —
y corrió a encerrarse en el baño, Lori ya estaba vestida o al menos con algo encima y corrió tras ella, recibió la puerta en la cara y comenzó a tocar mientras suplicaba
— ¡Lucy! ¡Lucy, hermanita! por favor, déjame explicarte! ¡Lucy!... —
escuchó que una puerta se abría, pero no era la del baño, era la de Leni, quien salió de su habitación hecha una furia y sin darle tiempo de nada, le volteó la cara de una bofetada tan fuerte, que la mayor se tambaleó, a punto de caer noqueada
— ¡DEJA EN PAZ A ESA NIÑA! ¿NO TE BASTA CON LA PORQUERÍA QUE ESTABAS HACIENDO? ¿ELLA LO VIO TODO Y TODAVÍA QUIERES EXPLICARLE ALGO? ¡YO APENAS PUEDO CREERLO, LORI! ¡TÚ Y LINCOLN! ¿ACASO TE VOLVISTE LOCA? —
Lori sacudía la cabeza en un intento de volver a sus cinco sentidos, pero el golpe de su hermana seguía sintiéndose en su cara y su mente, Leni alzaba de nuevo su mano, pero Lincoln apareció de repente, atravesándose en el camino y recibiendo el golpe dirigido a su amada, él resistió mejor el impacto, pero aun así vio estrellas por unos instantes, la rubia modista se retiró, mirando a su hermano, no sabía cuánto de culpa tenía él, pero no parecía que Lori lo estuviera forzando
— ¡por dios, Lincoln, perdóname!, ¿Lori te hizo algo? ¿ella te forzó? —
— no Leni, ella no me obligó a nada... — dijo el chico con la cara baja, pero sin dejar de proteger a Lori, quien ya se recuperaba del golpe —... simplemente fue algo que pasó, yo... —
— ¡CÁLLATE!... cállate, n-no me digas nada... no te creo nada, como es posible que tú... que ustedes... —
— Leni, hermanita... — dijo Lori —... es algo que ni yo sé cómo pasó, simplemente nosotros... —
— ¡ningún "nosotros"! ¡no hay ese "nosotros"! ¿no te das cuenta de lo que hicieron? ¿LO QUE ESO SIGNIFICA? ¡ES TÚ HERMANO, LORI, TÚ HERMANITO! ¡NUESTRO HERMANITO! —
Leni ya está llorando de nuevo mientras se mesa los cabellos, la desesperación de algo que no acaba de comprender del todo la tiene en jaque, intenta irse encima de ambos para golpearlos pero de inmediato se detiene y vuelve a tomarse del cabello, jalándolo mientras grita
— ¡AAAAAAAHHH! ¡ESTO ES ESPANTOSO! —
Lincoln y Lori intentan frenarla, pero ella los rechaza mientras manotea
— ¡NO ME TOQUEN! ¡NI SIQUIERA SE ACERQUEN! —
y se vuelve hacia su habitación dando un portazo violento, los otros dos se quedan ahí sin saber qué hacer, Lori abraza a su hermano por la espalda
— ¿que hicimos Linky? ¿qué hemos he... —
— ¡YO TE DIRÉ LO QUE HICIERON!... — la voz de Lucy suena como un rugido mientras sale del baño —... ¡SE LLAMA INCESTO Y ES UNA ABOMINACIÓN, UN CRIMEN!... ¡NO SOLO ESTAN "ENAMORADOS"... — dice la pelinegra con un tono de burla que suena muy amargo —... ¡TAMBIÉN CRUZARON TODA BARRERA POSIBLE Y HAN ESTADO TENIENDO SEXO! —
— pe-pero Lu... —
— NO PUEDEN NEGARLO ¡Y LO PEOR DE TODO ES QUE YO LO SABÍA Y NO HICE NADA! LOS DEJE SEGUIR CON SU SUCIO JUEGO... — Lucy encara a Lori — NO TE IMPORTÓ QUE FUERAN HERMANOS O QUE ÉL SEA MENOR, ¡SIMPLEMENTE LO ENREDASTE EN TU TELARAÑA! ... ¡Y TÚ!... — le dice al peliblanco — SEGURO NO TE DETUVISTE A PENSAR NI UN POCO, ¡CLARO, SI VOY A TENER SEXO CON UNA DIOSA RUBIA, AL CARAJO CON LA MORAL!... — las lágrimas corren por sus mejillas mientras sus ojos azules profundos se ven apagados —... esto es demasiado para mí, no puedo vivir con ustedes... y vuelve a entrar al baño y se encierra ahí dentro
— ¡Lucy, por favor, ábreme! — Lori tocó la Puerta hasta cansarse pero solo recibió insultos como respuesta
— ¡DÉJAME EN PAZ, MALDITA PUTA!... ¡LÁRGATE!... ¡TE ODIO!... ¡SOLO ME QUEDABA ÉL Y YA NO TENGO NADA NI A NADIE!... ¡VETE A LA MIERDA!... ¡MUÉRETE!... —
y después nada, solo un sollozo apagado. Con Leni el resultado fue similar, solo que hubo menos insultos y más llanto hasta que toda respuesta desapareció tras la puerta; Lincoln se encerró en su cuarto y Lori tampoco pudo sacarlo de ahí, pero el solo le decía que necesitaba estar solo, ella no se atrevió a decirle "amor", "cariño" ni ningún otro sobrenombre cariñoso, hubiera sido un error.
Después de un rato, fue evidente que nadie saldría de sus reductos y Lori se encontró varada, se dio cuenta de que no había nada que hacer, entonces tomó una decisión, entro a su cuarto, donde se vistió e hizo una maleta, luego, se sentó en su escritorio y estuvo ocupada redactando algunas cartas, una para cada uno de sus hermanos y otra para su abuelo, luego dejó las tres correspondientes en la mesita de centro de la sala y después de tomar su equipaje y un abrigo, salió a la noche de un verano que terminaba.
El día siguiente fue muy difícil para los cuatro Louds de Detroit, Leni apenas durmió y grandes ojeras le rodeaban los ojos, además de que tenía rasguños en la cara y los brazos, marcas de su ataque de furia de la noche anterior, también había varios mechones de su pelo esparcidos por la habitación y le dolía la cabeza como si el martillo de Thor la hubiera golpeado repetidamente. Lincoln estaba tan ojeroso como su hermana mayor, pero él no durmió en lo absoluto, tenía los ojos rojos y muy hinchados de tanto llorar, y le dolía todo, física y espiritualmente estaba destrozado. a Lucy le fue bastante peor que a los otros, atrincherada en el baño, pasó una noche incómoda y helada por haber dormido sobre el suelo de mosaico sin más cubierta que una pequeña toalla de baño que no la cubría en lo absoluto, también lucía unas grandes ojeras, y tenía una jaqueca horrible, pero además, se dio cuenta de que estaba totalmente afónica y estaba muy mareada, cuando se levantó para intentar salir, las piernas entumidas no le respondieron y cayó de nuevo, golpeándose la cabeza en el suelo, sintió cristales molidos dentro de la cabeza por unos instantes y al regresar a la realidad, la puerta estaba descerrajada y sus hermanos la estaban levantando
— ¡Lucy! ¡¿Lucy, estás bien?! — preguntaba la voz ronca de Leni, quien la tenía entre los brazos
— no la muevas mucho, Leni, déjame ponerle esto en la cabeza y de inmediato la llevamos al hospital... — Lincoln estaba muy ocupado poniéndole vendoletes mal cortados en la herida mientas procuraba calmar a la mayor —... está lista, vámonos —
y después de que Lincoln la cargara, los tres salieron del departamento, bajaron y se fueron en el auto rumbo al hospital; la estadía en el sanatorio fue corta, Lucy tenía fiebre y el médico le diagnosticó un resfriado por haber dormido en el baño, ya le habían hecho la curación en la frente, la cual recibió tres puntadas, y después de tenerla en observación unas horas, la dieron de alta, tendría que ver a un especialista después, solo para descartar que hubiera algo más grave a consecuencia del golpe, aunque el médico no esperaba nada más que el chichón y una pequeña cicatriz.
Lori despertó tarde, el repiqueteo molesto de un teléfono la hizo intentar abrir los ojos, pero una capa de lagañas se lo impidió, ella no recordaba haber tenido esto nunca y como pudo se las quitó llevándose algunas pestañas en el proceso, contestó el teléfono de la habitación del hotel donde se quedó esa noche solo para escuchar la voz falsa y mal modulada de la recepcionista
— buenos días, le recordamos que el alquiler de la habitación vence a mediodía y que... —
la rubia colgó violentamente y luego fue al baño, se metió a la ducha y estuvo un momento modulando la temperatura hasta que pudo quedarse ahí, se lavó los ojos hasta quitarse la sustancia pegajosa que los cubría y después nada, solo el ruido del agua cayendo; recordó todo lo acontecido la noche anterior y de nuevo lloró ahogadamente mientras esperaba que el agua se llevara su culpa, su tristeza y su arrepentimiento; salió después de un rato y procedió a secarse y vestirse, los ojos realmente le molestaban y se dio cuenta de que los tenía muy irritados y hasta le ardían, tomó su equipaje y bajó a recepción, donde pagó la cuenta y salió; estaba cerca del centro, así que caminó un poco, pero la luz y el aire la torturaban, entonces buscó una óptica donde tuvieran especialista y entró de inmediato. El oculista la revisó y le dijo que tenía una infección, nada grave, con unas gotas sería suficiente, pero le recomendó que usara unos lentes obscuros dos o tres días, Lori compró los más baratos que había y salió detrás de esos cristales a enfrentar su nueva vida rota.
Royal Woods dejaba de ser el próspero campo de negocios ilegales para una castaña que de a poco iba recuperando la salud mientras ayudaba a su madre a cuidar de sus hermanas internadas en el hospital. Lynn Loud Jr. reemplazó a Luan en el trabajo, pero tenía algunas dificultades para adaptarse porque aunque presumiera de muy valiente, trabajar en urgencias la impresionaba, ella se dio cuenta de la otra parte del que fuera su negocio de las palizas, darlas era una cosa muy distinta a tener que atender a las víctimas de tal actividad, una o dos veces incluso tuvo que correr al baño para vomitar, pero regresaba con el mismo espíritu que la había llevado tan lejos en los deportes cuando niña y adolescente. Lynn comenzó a ayudar a su madre para todo, como Rita se pasaba casi todo el día trabajando, Lynn se ocupaba del trabajo doméstico y aunque la casa era grande, con solo dos personas ocupándola, era bastante rápido hacerlo; todavía se negaba a retomar la escuela y trataba de ocupar su mente todo el tiempo con lo que fuera: hacía trabajo extra para ganarse unos dólares más, trataba de comer siempre con su madre, se informaba del estado de salud de sus hermanas y limpiaba a conciencia la casa, hasta se hacía cargo del jardín y la cochera, donde estaba encerrada una camioneta vieja que ni ella quería tocar porque le recordaba una época pasada que le dolía; pero la ex deportista se mantenía así de ocupada para no pensar en su problema mas grande: Alack Sinner.
Después de la noche de cacería del agresor de Luna, Lynn y Alack no volvieron a hablar, ella lloró toda la noche y él estuvo a punto, pero sabía que no podía doblarse al respecto; la ex deportista se fue en la madrugada de ahí y llegó a su casa sintiéndose peor cada vez, al parecer su vida estaba condenada al fracaso: primero su familia, luego la escuela y los deportes, después sus negocios y para terminar, el único hombre que se había interesado en ella hasta ahora, la rechazaba; Lynn quería entender lo que él le dijo, pero creía tener esa obligación con su hermana y no podía dejar que los culpables se fueran sin castigo y no lo hizo ¿por qué Sinner no podía entenderlo?esa noche Lynn lloró como pocas veces en su vida, en la casa de Sinner, durante todo el camino a casa y luego en su habitación, así la encontró Rita esa noche y aunque pudo consolarla, la tozuda castaña no dijo nada del por qué, pero todas las noches había lagrimas al recordarlo y Rita la escuchaba preguntándose qué era lo que tenía tan mal a su hija.
Lynn no estaba muy dispuesta a descubrirle sus problemas a su madre,ella sentía que hablar de esto era mostrar debilidad y ella no era débil, nunca lo fue y este momento era el menos adecuado, necesitaba ser fuerte, la más fuerte, su madre y sus hermanas dependían de ella, pero... pero necesitaba hablar con alguien y no le quedó más remedio que hacerlo cuandoRita tocó su puerta es anoche
— Lynn, hija, ¿puedo pasar? —
la castaña se limpió rápidamente las lágrimas y contestó — s-sí, pasa, mamá —
la puerta rechinó levemente al abrirse y la matriarca del ahora diezmado clan Loud, entró despacio, cerrando la puerta detrás de ella
— Lynn, ¿qué pasa? he estado escuchando tu llanto noche tras noche, pero no entiendo por qué, ¿quieres hablar? —
— n-no mamá... es... es algo t-tonto... yo... —
— hija, tienes al menos dos semanas llorando, no sé en tus guardias del trabajo, pero al menos cuando estás aquí lo haces y te escucho siempre, no puede ser algo sin importancia —
— es que... n-no sé... —
— Lynny, cualquier cosa que te lastime, me lastima, y la mejor forma de arreglar los problemas es hablando, además, no hay problema que no puedas contarme ahora, ya nos ha pasado lo peor, un problema más solo nos hará mas fuertes ¿no crees? —
la exdeportista quedo impresionada con la actitud tan positiva de su madre, ¿cómo era posible que después de todo lo que había pasado en estos dos años ella estuviera tan de buen humor? sin apenas proponerselo, Lynn comenzó a hablar
— es-estoy muy triste porque tuve un gran problema con mi a-amigo, mi novio... y-yo... yo hice algo que lo hizo enojar mucho y no sé... no sé si me perdonará... lo amo demasiado, mamá... (snif...) jam-jamás quise a nadie como a él y ahora... (snif...) (snif...) lo he perdidooooh... —
Lynn comenzó a llorar de nuevo y se recostó en el regazo de su madre, quien la consolaba acomodándole el pelo y palmeándole la espalda
— vamos, mi amor, no puede ser tan grave... — Rita sabía que su hija era capaz de cosas terribles, pero tenía que hacerla sentir mejor, era su deber —... mira, cuentame lo que pasó y entre las dos veremos la manera de solucionarlo ¿esta bien? —
Lynn se levantó, sentándose a un lado de Rita, su mirada baja y el silencio no eran buenas señales para la mujer mayor, pero realmente no esperaba lo que su hija le contó.
el relato de su encuentro íntimo no fue muy del agrado de la señora Loud, pero cuando Lynn le contó lo de la persecución y posterior asesinato del delincuente que casi mata a su hermana, estuvo más que espantada
— ¡por dios, Lynn! ¿d-de verdad hiciste eso?... ¿y-y me lo cuentas así, con esa tranquilidad? —
— ¡era mi deber mamá! Luna no fue capaz de ver el peligro y yo... ni ella ni Luan pudieron y por eso están en el hospital, estuvimos tan ciegas preocupándonos de nosotras mismas que no quisimos ayudar ni cuidar a ninguna de las otras... sentí que le debía eso a Luna, a-al menos a ella sí pu-pude vengarla, pero Luanie... mi pobrecita Luanie... — y Lynn llora otro poco
— cuando pienso que esa maldita Ruth las dejó a su suerte siento que la sangre me hierve y me duele tanto el corazón... — dice Rita abrazando a su hija —... pero ya está pagando todo en prisión, afortunadamente hice buenas amistades dentro y me harán el favor de cobrarle todo —
Lynn se separa de su madre y la mira — ¿de verdad lo harás?... ¡me estas regañando por hacer lo mismo! —
— no Lynn, no es igual, nadie va a matar a Ruth en la cárcel, solo la van a estar molestando, ya sabes, quitarle la comida de vez en cuando, hacerla trabajar de más, no dejarla dormir, hacer que la castiguen... de todas formas nadie va a visitarla y eso es bastante castigo... a-a mí me afectó mucho... un año sin ver a mis hijos y... (snif...) ¡ es lo más espantoso que me ha pasado! buuuuh... —
Rita llora sin poder contenerse y ahora es Lynn quien tiene que consolarla
— tranquila, mamá, está bien que llores... (snif...) es-está b-bien llo-lloraaar... —
y la castaña llora con ella, esto es muy raro, pero se siente tan bien, tan liberador, piensa la ex deportista dejando que sus ojos y su alma drenen todo el dolor que habían contenido y su madre hará lo mismo.
Después de un rato ambas se han calmado y Rita retoma su papel de madre
—... ya no puedo castigarte, Lynn, legalmente eres una adulta, y aunque ya has estado en la cárcel, no creo que quieras estar los 20 años por asesinato más la posesión de un arma ilegal, yo tuve con un año para tener pesadillas, 20 años deben ser la muerte... —y la mujer sintió un escalofrío que la hizo temblar —... yo entiendo todo lo que me dices y no me atrevo a juzgarte, puedo decirte mil veces que está mal, que es un delito y hasta un pecado, pero tú hiciste más por tu hermana que yo en más de la mitad de sus vidas, no merezco que me llamen mamá o que me quieran... —
— ¡no, no! ¡no digas eso mamá!... tú no tuviste la culpa de nada... — corta la castaña rápidamente —... esto nos lo hicimos nosotras, solo nosotras... pe-pero deja eso por la paz, yo te agradezco mucho lo que hiciste por mí, por todos, hasta que estuve sola en la cárcel fue que entendí que teníamos todo, que vivíamos "bien", y que de verdad tiramos la vida al precipicio por un chisme idiota, espero que Lori y los demás puedan perdonarme algún día... yo te juro que jamás volveré a hacerlo, es más, ni siquiera a pensar en eso de nuevo; mamá, no voy a mentirte, no tengo pesadillas ni nada, no me arrepiento de haber matado a ese tipo, pero a veces algo me come por dentro, no sé qué es, pero no me gusta... —
— está bien, hija, creo que podrías ir conmigo a terapia para tratarlo, sí, para eso es la terapia, no para tratar gente loca... o al menos, la que yo llevo es para esto —
— e-está bien, mamá, lo entiendo, y pues... tal vez vaya contigo, a ver qué tal se mueve todo —
— por supuesto, Lynn, no tienes que ir si no estás cómoda, solo te pido que lo intentes —
— lo haré, mamá —
ambas se quedaron calladas un momento, parecía que ya todo estaba bien, pero la mujer mayor miró a su hija y rompió el silencio
— con respecto a tu novio... —
— no sé si todavía lo sea... — dijo la ex deportista en voz baja —... lo decepcioné, me dijo que no me metiera en esto, que él y sus amigos podían arreglarlo sin problemas, pero yo tenía que hacerlo, mamá, ¡mi conciencia no iba a dejarme en paz si no lo mataba! Alack no entiende que... —
— para, para, para... espera un momento ¿me estás diciendo que el "amigo" de la noche que me hablaste es Alack Sinner? ¿el policía? ¿el mismo Alack Sinner que las ayudó a ti y a tus hermanas a salir de la cárcel? ¿el que, junto con Demetrius, arrestó y metió a la cárcel a tu padre? — Rita está muy sorprendida
— s-sí mamá, es él... me dijo que estuvo al pendiente de nosotras desde que supo que empezamos a tener problemas, pidió ser mi agente a cargo, en cuanto caí por segunda o tercera vez en la cárcel y estuvo haciendo lo posible por ayudar a Luan y a Luna, m-me dijo que me amaba, me pidió... bu-bueno, no me lo pidió, pero me dijo que quería casarse conmigo y... —
— ¿QUÉ? — aquí Rita respinga —... ¡de ninguna manera! ¡Lynn, eres muy joven todavía! además no tengo ni idea de quién es, me parece muy sospechoso eso de que se haya interesado tanto en ustedes de la nada, y no es tan joven como parece debe de ser mayor que tú por al menos 10 años... hija, ¿de verdad tú y él...? —
— ya nada de eso importa, má... seguro él dejó de quererme después de lo que hice... (snif...) (sob...) s-seguro ya n-no me quiereeee... buaaaaaaah... — y la razón principal del llanto de la castaña regresó.
El Sol comenzaba a declinar cuando Alack Sinner, detective de primera clase, salía de la cocina de su casa con un plato en una mano y una cerveza en la otra, estaba en su día libre y apenas se levantaba después de una noche de desvelo, la investigación que estaban llevando a cabo en la central era difícil y lo tuvo despierto hasta la madrugada, pero a pesar de lo ocupado que estuviera en el trabajo, no dejaba de pensar en la jovencita que se fue llorando de ahí en la madrugada de hacía ya un mes; la noche en que discutieron por la temeridad de Lynn, él pensó que ella se metería en la cama cuando él se hubiera dormido o que, en un caso extremo, se quedaría en la sala, solo que Lynn se sentía tan mal y siendo tan terca como era, prefirió irse a su casa, en medio de la noche y enfrentando los peligros que hubiera en la calle. Alack no se dio cuenta de esto sino hasta el día siguiente, y aunque quería hablar con ella, estaba muy indeciso, esa chica era muy difícil de tratar, pero él también tenía su carácter y ambos estaban en una postura sin retorno, por lo que era muy complicado que se tendiera un puente entre ambos; después se vino el aluvión de trabajo y por una u otra razón, Sinner no pudo comunicarse.
Apenas se sentó frente a la televisión, sonó el timbre, el hombre maldijo voz baja y dejó todo en la mesita de café, luego se puso de pie y caminó hacia la puerta diciendo en voz alta
— ¡ya voy! —
la sorpresa fue enorme al abrir, Alack hubiera querido abrazar a Lynn hasta hacerle crujir los huesos y decirle que la extrañaba, que la amaba, pero la presencia y el gesto serio de Rita, lo detuvo, luego recordó que estaba en camiseta, bermudas y descalzo
— ¡ho-hola! ¡por favor pasen, pasen... esteeee... disculpen el desorden, el trabajo... pónganse cómodas, disculpen —
y echó a correr hacia la recámara, donde se puso un pantalón, zapatos y una playera polo, un poco de desodorante y se peinó apenas; mientras todo esto sucedía, las mujeres entraron a la sala y se sentaron, Lynn vio la comida y de inmediato la tomó llevándola a la cocina, Rita tomó asiento mientras miraba a su alrededor, el lugar era sencillo pero, a pesar de lo que dijera Sinner, no había un desorden, apenas algunos papeles en la mesita de centro y ya, le gustaba que el lugar estuviera ordenado y limpio, eso hablaba bien de él, y aunque ver una cerveza junto a la comida le restaba puntos, en realidad se notaba que no era un alcohólico, no notó el olor característico que tiene un borracho y no había botellas o latas por ahí o en la mesa del pequeño comedor, la cual vio de reojo; Lynn regresó y Alack llegó apenas unos segundos detrás de ella, y se sentó en un sillón individual a un costado del sofá donde estaban las Loud
— de nuevo buenas tardes, me disculpo por mi facha, tuve un día muy pesado ayer y... perdón, ¿gustan algo de beber? —
— por el momento no, muchas gracias ¿Lynn?... — Rita actuaba muy correcta mientras lo miraba
— ¿p-puedo tomar una cerveza, mamá? —
la madre la mira con una sonrisita malo disimulada y asiente en silencio, entonces Alack se levanta y va rápido a la cocina y mientras saca una jarrita donde vierte café caliente de la cafetera y saca una cerveza del refrigerador, aprovecha para darle dos grandes bocados a su plato y un trago a su cerveza, luego pone todo en un gran plato ovalado que hará bien el papel de charola y pone también ahí un par de tazas y sendas cucharillas junto con una azucarera, después enfila rumbo a la sala
— me tomé la libertad de traer algo de café, por si más tarde le apetece, toma Lynn... — le dice a la castaña, tendiéndole el envase frío, ella lo toma y de inmediato le da un buen trago, Rita la mira esperando que haga alguna de las suyas como eructar, pero ella solo sonríe satisfecha
— debo disculparme por molestarlo, me parece que está en su día libre y hemos venido a importunarlo... — comienza la señora Loud —... queríamos hablar con usted, pero podemos venir en otra ocasión —
—no, señora, no me molestan en lo absoluto, muy por el contrario, me han resuelto un dilema moral al venir aquí; la verdad es que tengo un mes sin poder pensar en otra cosa que no sea su hija y... — Alack duda un poco, pero se da cuenta de que tiene que hacer esto —... Lynn, perdóname por todo lo que pasó esa noche, yo estaba enojado y frustrado, no estaba pensando bien y los días posteriores fue incluso peor, hasta creí que solo me habías buscado para eso, y-yo... perdóname, amor —
— un momento, señor, un momento... — corta Rita —... antes de que pase nada, debe saber que no estoy muy de acuerdo con esto, su edad y cierto comportamiento para con mis hijas me hacen dudar de usted, y esa "noche" que ha mencionado me preocupa mucho más; sé que ustedes ya tuvieron relaciones y me vería muy ridícula regañándolos por eso, solo espero que no haya nada que lamentar —
— ¡mamá! ¿por qué dices eso? ¡que vergüenza! Alack y yo no... bueno, s-sí tuvimos sexo, pero fue después de que... de que y-yo se lo pidiera... —
Lynn baja la vista con la cara roja, ella puede ser muy liberal en muchos aspectos, pero sigue sintiéndose cortada al hablar de esto con su madre; Rita la mira de reojo con cara de incredulidad, esta revelación no se la esperaba
— eso no cambia las cosas para nada, quiero saber exactamente cuales son sus intenciones con mi hija y desde cuando esta usted tras ella —
Alack carraspea un poco, luego se sirve algo de café y le da un trago, , deja la taza en la mesa y responde
— la primera vez que la vi fue cuando arrestamos a su marido, en ese momento no era nada para mí mas que otra chica con problemas familiares, he trabajado varias veces con el inspector Demetrius y este no era mas que otro caso no muy diferente de varios que atendí... — Lynn lo mira algo enfadada, lo que a él le parece divertido, aunque disimula su sonrisa —... pero después, cuando empezaron a tener problemas y entrar a la cárcel, me llamó la atención que Lynn fuera tan fuerte, le pedí a Demetrius que me diera la oportunidad para ser el agente a cargo de ella, y aproveché para seguir a las otras dos chicas, no siempre pude hacer algo por ellas, pero procuré evitar que estuvieran mucho tiempo en la cárcel e incluso... perdón, esto es penoso para mí, incluso yo alteré uno o dos documentos para que los arrestos fueran por algo menor a lo que realmente eran —
— ¿y usted cree que estuvo bien romper la ley y arriesgar su trabajo por mis hijas? —
— mire, cuando Lynn comenzó a meterse en problemas, siempre estuve con ella para regañarla y tratar de corregirla, y aunque no obtuve buenos resultados, me encariñé con ella, no esperaba enamorarme, s-sobre todo porque era menor de edad, pero realmente me atrapó, a pesar de su rudeza y su mala conducta, se notaba que alguien se preocupó por su educación, porque conmigo nunca fue grosera, aunque debo de admitir que ciertas cosas me hicieron dudar en algunas ocasiones —
— Lynn siempre ha sido así, impulsiva y terca, solo bastaba que le prohibiéramos algo para que se empeñara en hacerlo, cuando empezó a hacer deporte creímos que podría sacar toda su energía y su terquedad en ello, pero se volvió soberbia y competitiva casi hasta la locura, aunque no esperaba lo que pasó cuando entré a la cárcel... —
— ¡mamá! me estás avergonzando —
— lo siento, hija, pero creo que el señor Sinner... —
— Alack, por favor dígame Alack —
—creo que Alack ya conoce estos defectos y otros peores sobre ti —
— señora Loud, perdón que la interrumpa, conocí a Lynn en las peores circunstancias para ella y para mí, creí que ella me veía como su enemigo y aunque al principio sentía lástima por su situación, después me enamoré; es cierto que es obstinada, pero ha perdido la soberbia de la que usted habla, el compromiso con su familia podía no verse al principio, pero cuando fue necesario, ella enfrentó a quienes la odiaban para salvarle la vida a Luna e incluso la... la venganza demuestra el amor que les tiene, tal vez no sea la forma adecuada, pero está presente y como principio, es bueno; admiro y amo todo eso en ella, pero entiendo que usted no vea con buenos ojos esta relación, ella es apenas un adulto y yo , podríamos decir que no soy tan joven, pero créame cuando le digo que la amo y que estoy dispuesto a esforzarme porque usted apruebe mi relación con ella; esperaré el tiempo necesario y le prometo que me casaré con ella y... —
— ok, ok, le creo... te creo Alack... — dice Rita calmando los ánimos —... de verdad te creo, y créeme cuando te diga que nada me haría más feliz que poder dejar a esta niña en buenas manos, ella se ve feliz y espero que la aguantes... — Lynn se sonríe y aguanta una risita —... pero ella tiene varias cosas que hacer ante de poder pensar siquiera en casarse —
— ¿ah sí? — pregunta la castaña extrañada
— Sí, Lynn, abandonaste la escuela con el pretexto de que no había becas deportivas para continuarla, pero no eres solo una deportista, también eres un ser humano que necesita algo legal de que vivir, así que terminarás una carrera, aunque sea una carrera técnica, antes de casarte; sé que puedes no hacer caso, pero te aseguro que solo ser una ama de casa va a ser una tortura para ti, además, todavía tienes la edad para poder destacar deportivamente en la universidad, si logras ponerte en forma, puedes estudiar el primer año trabajando para pagar tu colegiatura, y si te aceptan en un equipo deportivo, podrías lograr esa beca; así tendrías un estímulo extra —
— ¿de verdad puedo hacer eso? pensé que el boletín que envió la escuela me dejaría afuera —
— no del todo... — dice Alack —... el boletín solo sería una recomendación para no becarte, pero no te impide entrar a una escuela o practicar deporte, y si demuestras que has cambiado, el comité puede cambiar de parecer, sobre todo si hay una carta de recomendación de tu agente a cargo —
— espera un momento ¿tú podías hacer eso desde un principio?... — Lynn parece enojada —... sabías todo esto y no me dijiste nada? —
— Lynn, lo sabía, pero no iba a darte una recomendación después de que casi matas a golpes a un tipo, además ya no estabas en la escuela, pero has cambiado, y si ahora entras en la escuela y calificas para ser parte de un equipo, sin problemas puedo hacer que te den esa carta —
— hija, espero que entiendas que Alack no está en la obligación de hacer nada que ponga en peligro su trabajo, al menos no más de lo que ya lo ha hecho, y que aun así esa carta está condicionada a que sigas teniendo un buen comportamiento ¿no es así? —
— Lynn, pequeña, tu madre tiene razón, además, se que si regresas a hacer deporte, podrás enfocarte en algo que te gusta en lugar de hacer cosas indebidas —
— está bien... — dice Lynn con un tono de resignación falso —... lo intentaré —
Rita se levanta del sillón y se despide
— entonces todo está bien aquí, pero ya es la hora y tengo que irme, Alack, se que esto fue algo incómodo para ti, aunque ahora sé que tienes buenas intenciones para con mi hija, y aunque no estoy totalmente convencida, espero que cuidarás de ella y la amarás como se merece la mejor mujer —
— no lo dude ni por un momento, señora Loud... —
— puedes decirme Rita —
—... disculpe, pero no puedo hacerlo, le debo el respeto que se merece la madre de mi futura esposa —
Rita sonrió y le tendió la mano, Sinner la estrechó delicadamente, pero no esperaba que ella lo jalara y le diera un abrazo — gracias por todo, Alack —
y después de despedirse de su hija, Rita se dirigió a la puerta, pero antes de salir, les dijo
— los dejo para que arreglen sus asuntos, y Lynn, protección, siempre —
y antes de que la castaña protestara, cerró la puerta, todavía se escuchó la risa de la mujer mayor por un momento; dentro se quedó la pareja, en silencio, Lynn parada frente a la puerta principal sin saber exactamente que hacer, lo que Alack resolvió al acercarse despacio y abrazarla por la espalda
— bienvenida de nuevo, amor —
— todavía no te he perdonado, Sinn —
— pep-pero... —
— naaaah, mentiras... — dice la castaña volviéndose para besar a su novio mientras se le cuelga del cuello, él la toma por la cintura y la levanta porque seguro estar de puntas es incomodo y cansado para ella —... Alack ¿de verdad vas a hacer todo lo que le dijiste a mamá? ¿vas a esperarme hasta que me gradúe y vas a casarte conmigo? —
— ¡claro que sí! además, dependes de mí para poder tener una beca deportiva y quiero darte ese gusto, espero que seas la estrella del equipo para poder presumirlo —
Lynn lo mira seductoramente — así que quieres presumir que te estás acostando con la capitana del equipo, ¿eh?, que sucio eres, Al, pero te voy a dar ese gusto incluso antes, ¿qué te parece? —
por toda respuesta, él le sonríe y la lleva en brazos hasta la habitación principal mientras la besa sin parar.
Rita llegó al hospital para hacer la visita a sus hijas, aunque no había mucho que ver, ambas seguían dormidas, al llegar ahí se encontró a Sam, la chica rubia iba diario a ver a su amada, le leía, le cantaba y platicaba con ella, trataba de estimularla para ver si de repente reaccionaba a algo; Rita la saludó en silencio y fue a revisarlas, habían logrado que ambas estuvieran en la misma habitación, así era mucho mas fácil estar al pendiente de ambas; Rita se sentó junto a Luan, mientras Sam, sentada del otro lado de las camas, junto a luna, tomó la guitarra y comenzó a cantar en voz baja, después de un rato de música, un marcador comenzó a pitar, Sam se calló y Rita se levantó buscando el origen del ruido, un médico y enfermeras llegaron al ser llamados con el botón de emergencias y comenzaron a revisar a las chicas, parecía que solo fue un poco de actividad cerebral involuntaria que había hecho que una de ellas se moviera, lo cual era un buen signo, pero ya se iban cuando Luan gimió y dijo con palabras pastosas y arrastradas, ademas de que una sonda nasal le impedía hablar bien
— sssam... ian... ia no gantess... no ca-cantes m-más... —
Rita gritó y corrió a abrazar a su hija, quien apenas se movía, intentando para la efusividad de su madre, y casi al mismo tiempo, Luna abrió los ojos, los cuales cerró casi de inmediato por el brillo de las lámparas del techo, pero volteó a ver a su hermana y le reclamó
— d-dega empasss... deja en paz a mi zzami... —
Sam tuvo la misma reacción que Rita, llorando y abrazando a la rockera que recién despertaba; los médicos tuvieron que sacar a ambas rubias mientras hacían su trabajo y después de una media hora, el doctor principal salió para anunciar que estaban bien, los estudios primarios mostraban que no había daño cerebral y aunque se tenían que hacer estudios más rigurosos, las señales eran buenas, ahora solo necesitaban algo de terapia física para desentumir los músculos, aunque tardarían un poco más para poder comer normalmente y las alimentarían con batidos y papillas.
Luna y Luan pudieron comer normalmente luego de unos días, aunque sus dietas eran vegetarianas al cien por ciento, Lynn fue a verlas de inmediato y las cuidaba todo el tiempo, aun descuidando un poco su trabajo en el lugar, los pocos amigos que aun les quedaban las visitaron y ella estaban felices de ver que aún quedaba alguien que las quisiera.
Cierto día en la tarde, el cuarto de hospital estaba tranquilo, Sam ayudaba a Luna con las tareas escolares para recuperar todo el tiempo perdido mientras Luan Leía, se escucharon unos golpecitos en la puerta y las tres levantaron la vista para ver una hermosa mujer rubia que les sonreía con lágrimas en los ojos, detrás de ella, una chica de pelo negro agitaba la mano, estaba muy seria, pero también tenía los ojos llenos de lágrimas, antes de que nadie dijera nada, Leni se lanzó sobre sus hermanas llorando
— ¡están bien! ¡están vivas! — repetía sin cesar mientras iba de una a otra, las abrazaba y las besaba, llorando, Lucy también se acercó y aunque fue mucho menos efusiva que la mayor, también lloraba
— hermanitas... hermanitas... Luna, Luan... her-hermanitas... —
Sam intentó salir para dejar que las Loud tuvieran un reencuentro sin problemas, pero Leni la detuvo, fue hasta ella y también la abrazó fuertemente mientras le agradecía
— Sam, muchas gracias por cuidarlas, por querer a Luna, por todo —
la chica del mechón azul se sonrojó hasta la raíz del pelo y solo acertó a asentir con la cabeza, Luna mira a las recién llegadas emocionada pero extrañada a la vez
— Leni, Lucy, muchas gracias por venir... esto es hermoso... yo... yo no sé qué decir... —
— no digas nada, Luna, en cuanto Lynn me llamó quise venir a verlas, aunque nos tardamos por el trabajo y la escuela ¿verdad, Lucy?... — la pelinegra, que está trepada a la cama de Luan, abrazando a su hermana, asiente en silencio —... Lincoln y L-Lori les mandan saludos —
— Luan me dijo que todos vinieron a donar sangre cuando... cuando me hirieron ¿es verdad? —
— sí, Lynn nos habló esa misma noche y venimos todos, hasta Lincoln y Lucy donaron sangre, aunque el doctor no quería porque son menores de edad, pero como somos tus hermanos, en cuanto hicieron el examen para ver si servía, los aceptaron —
— ¿somos de sangre rara? — pregunta Luan
— algo así, al parecer nuestra familia recibe mejor la sangre de nuestro grupo que de personas externas — dice Lucy con voz monótona
— yo... gracias por todo, hermanas, por favor denle las gracias a Lori y a Lincoln, por cierto ellos no vinieron ¿por qué? —
— Lo-Lori tiene mucho trabajo y no sé si hubiera querido hacerlo, Lincoln, pu-pues está algo ocupado con la escuela —
Luna duda un poco por ese tartamudeo, pero decide no darle importancia y continúan platicando.
Al salir de su trabajo, Rita va de inmediato al hospital para estar un rato con sus hijas, camina por los pasillos pensando en lo bien que está yendo todo después de tanto sufrimiento, pero cuando llega a la habitación, escucha dos voces que reconoce de inmediato, la mujer palidece, ¿qué hará? solo vio a Leni y a Lucy de lejos cuando vinieron a donar sangre, ¿y si Lori está ahí? ¿seguirá resentida? Rita decide que no puede esconderse el resto de su vida y afrontará lo que suceda, entonces se para en la puerta y toca, todas voltean y se quedan en silencio por unos segundos, pero una voz baja y seria rompe el momento incómodo
— hola, mamá... —
dice Lucy bajando de la cama de Luan, Rita camina despacio hasta llegar a donde están todas sus hijas, ella y Leni están de frente, la chica mira a su madre, el desgaste y las arrugas en su cara como una marca de todo lo que a pasado, está delgada y tiene un aire de tristeza que parece permanente, Leni le tiende sus brazos gimoteando
— ma-mamá... mami... —
y la abraza fuertemente, Rita corresponde diciendo
— Leni... hijita... —
y ambas lloran, las demás miran la escena entre escepticas y enternecidas, han sido casi dos años de distancia, de peleas y odio, tuvieron que verse en la posibilidad de perder a algunas para que esto fuera posible
—... mamá, te extrañé mucho... — dice Leni entre sollozos —... siempre estuve preocupada por ti, pe-pero no quería que Lori me dijera algo por preguntar y... y como tuvimos que cambiar de números por miedo a que nos hicieran algo... —
— espera un momento ¿Lori les prohibió hablarnos? —
— no... — tercia Lucy —... después de que lo que pasó, preferimos no hablar de ustedes en casa y pensamos que Lori podría molestarse o ponerse triste si lo hacíamos, además de que teníamos miedo de que Lisa nos encontrara con los teléfonos —
— eso es tonto... — comenta Luan —... ¿qué íbamos a hacerles nos... es cierto, ese día fuimos demasiado salvajes —
— yo estoy totalmente avergonzada de todo lo que pasó... — Rita suspira mientras suelta a Leni y se acerca a Lucy, quien permanece quieta sin apenas mirar a su madre de reojo —... su padre y yo somos los únicos responsables por no dedicarnos los suficiente a ustedes y dejarlos actuar, peor aún, por sumarnos a esos linchamientos, supongo que Lincoln también debe de odiarnos —
— no mamá... — la rubia mayor habla —... con el tiempo entendimos que todos somos responsables de nuestras acciones, si tú y papá tuvieron la culpa de no disciplinarnos, nosotros también tuvimos la culpa porque sabíamos que hacíamos mal y no nos importó —
— pero... —
— sin peros, mamá, pero si había algo que perdonar, yo ya lo hice y espero que Lucy también —
la pelinegra solo alza los hombros y regresa al lado de Luan, esto da por terminado el drama y las mujeres Loud estarán platicando hasta que llega la hora de irse.
Después de un rato de estar solas, Luna volteó a ver a Luan, quien leía tranquilamente
— entonces, ¿Qué pasó cuando Lori y los demás vinieron a donar sangre? —
— mira, Luna, yo no sabia que hacer... estaba tan borracha que apenas pude llegar a donde estabas tirada, solo pude... solo pude tenerte abrazada hasta que llegamos y ni siquiera podía darte mi sangre... Lynn les habló y llegaron de inmediato, incluso Lincoln y Lucy exigieron donar sangre a pesar de ser menores de edad, nunca pensé que vendrían, yo estaba segura de que nos odiaban y que estarían felices de vernos morir, pero no solo vinieron, estuvieron aquí hasta que supieron que estabas a salvo, no pelearon ni insultaron ni nada, incluso Lynn habló con ellos y cuando entró de nuevo, venía con un aura de tranquilidad, que me hizo sentir más envidia... — Luna la mira fijamente, como si no comprendiera de que habla —... yo recaí en el alcohol por eso, porque me sentía inútil, porque no fui capaz de ayudarte, de salvarte... p-perdóname, Luna... perdóname —
Luan se levanta de la cama despacio, tambaleándose y se acerca lentamente a Luna, quien ha hecho lo mismo, todavía no pueden hacer mucho esfuerzo, las piernas han estado tanto tiempo quietas que están torpes y rígidas, pero las hacen funcionar como pueden, para acercarse la una a la otra y compartir un abrazo junto con algunas lágrimas.
Unos días después, ambas han pedido permiso al médico para poder pasear por el jardín del hospital, lo que les fue concedido y ahora están ahí, caminando despacio, disfrutando del sol, los arboles y la compañía, van tomadas de la mano, como si fueran ancianas, apoyándose una en la otra, pero cuidando no hacerlo demasiado para no lastimarse o cansarse muy rápido
— y entonces, Luan ¿qué hay con Maggie? casi no ha venido, pero diario pregunta por ti —
— ni me lo recuerdes, estoy harta de que Lynn se esté burlando de mí, en mala hora se encontró con ese novio suyo, por cierto ¿tú lo conoces? mamá dice que es un buen tipo, aunque algo mayor, yo no... —
— Luan, no me cambies la conversación, estamos hablando de Maggie, se nota que le gustas y mucho —
— es que... yo no sé, estoy muy confundida, siempre estuve muy ocupada con la comedia y lo de Benny, pues no sé, no era como yo pensaba, él no era malo, pero...ya no entiendo nada —
Luan se mira angustiada, realmente no sabe que hacer al respecto y esos sentimientos encontrados tampoco la ayudan, esta muy agradecida con Maggie, la quiere mucho, pero no esta segura si hay algo más escondido detrás de ese afecto y la conflictúa más el hecho de que la pelinegra le demuestre su amor tan abiertamente, tiene miedo de mostrarse ingrata, de lastimarla, así que la situación sentimental de la ex comediante es un nudo ciego.
— al contrario que tú... — le dice Luna —... yo tengo muy claros mis objetivos, terminando la escuela me iré de aquí, no es que odie el pueblo, solo que hay demasiados recuerdos amargos, no quiero vivir en el lugar en el que mi familia se rompió y en el que casi me matan, buscaré una universidad para estudiar música y me llevaré a Sam conmigo, quiero casarme con ella, formar una familia, establecerme... trataré de que Lori y los demás me perdonen —
— yo también quiero terminar la escuela... — responde Luan —... solo que no sé que estudiar después, antes pensaba que para llevar la comedia adecuadamente, debería estudiar teatro, después pensaba en estudiar televisión y hasta tenía en mis planes ir a la escuela de payasos, pero ahora creo que eso está en el pasado, me llama la literatura, hasta creo que debería escribir un libro... —
— mientras no sea de autoayuda, todo bien, sis —
Luan mira a su hermana y ambas ríen entre quejas porque sus heridas internas no están del todo cerradas, cuando se calman, Luna de nuevo va a la carga
— ¿entonces no sabes que pasa con Maggie? —
— no, Luna... — dice Luan algo mosqueada —... no sé que pasa con Maggie, mira, ya te dije que no sé qué está pasando en mi cabeza o en mi corazón, apenas te recuperé y me recuperé a mi misma, necesito replantear mi vida de muchas maneras antes de pensar en si me gusta más un pene o una vagina y ... —
— ¡o sea que sí lo has pensado! ¡lo sabía! ¡LO SABÍA! —
— Luna, por favor... —
— no Lu, no me estoy burlando, ya sabes que nadie mas que tú va a tomar esas decisiones, pero por favor, por ti y por Maggie, analiza bien todo antes de decirle nada y si es amor, entrégate completa, pero si no lo es, se muy clara con ella, nadie merece que le rompan el corazón porque sí —
Luan asiente en silencio y ambas continúan su recorrido en silencio, un momento después llega una enfermera para decirles que es hora de la comida, entonces inician el lento regreso al interior del edificio.
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Y aquí está el nuevo capítulo de este fanfic, Lori parece enfrentar un futuro difícil, pero posiblemente el de Lincoln sea igual o mas complicado, Lucy y Leni tal vez enfrenten un problema para el que no están preparadas.
Las demás Louds van recuperando una vida de a poco, aunque para algunas como Lola o Lisa, será todo cuesta arriba.
Muchas gracias por seguir leyendo esta historia y espero que comenten, ya saben que sus comentarios me nutren...
¡COMENTEN, POR PIEDAAAAAAD!
