Capítulo 9 – Amaneceres

La mañana ha sido buena, aunque algo agitada para las dos mujeres Loud en el hospital, el desayuno, aunque ligero, fue genial, ya que, por primera vez desde que comenzaran a comer sólidos, al fin pudieron degustar carne de nuevo en forma de unos huevos con jamón, Luna los saboreaba despacio, sintiendo cada pequeño trozo mientras Luan hacía un chiste tonto con la boca llena; luego de lavarse la boca y tomar un baño, las llevaron a un chequeo médico donde les dieron la buena noticia de que, de seguir evolucionando tan favorablemente, serían dadas de alta muy pronto, de ahí pasaron a la sala de terapia física, donde hicieron ejercicio y recibieron masaje, luego tomaron otro baño y ambas regresaron a su habitación y a sus respectivas camas; a Luan le costaba un poco más de trabajo el ejercicio y estaba tan cansada, que pronto se quedó dormida, Luna se ocupó leyendo mientras miraba a su hermana de vez en cuando y se reía en silencio escuchando un leve ronquido bajo que sonaba más como un ronroneo, la rockera abandonó su lectura y se entretenía escuchando a su hermana y pensando si los frenillos llegarían a hacer una especie de silbido si soplaba más fuerte, pero unos golpecitos en la puerta la hicieron voltear y se encontró con Sam, quien la miraba desde la puerta con una sonrisa, Luna le hizo una seña para que pasara, lo que la rubia hizo, acercándose y procurando no hacer mucho ruido

— hola, Sammy… — le dijo la castaña en voz baja y le dio un beso —… perdón que no me haya dado cuenta de que llegaste, como no tengo que hacer, me entretengo con tonterías —

— hola "Moony", no te preocupes, te traigo la tarea de hoy para que hagas algo, es bastante fácil así que no tendrás problema, la maestra Daniels dice que tu trabajo está bien, pero que podría ser mejor si dejas de usar analogías de canciones —

— ¡diablos! y yo que pensé que eran un punto a mi favor —

las chicas siguieron con su plática hasta que vino una enfermera a avisar que la comida se serviría en unos minutos, Luna le preguntó si podía comer en la cafetería del hospital y la enfermera dijo que sí, entonces la joven se puso de pie, ayudada por Sam y ambas se dirigieron al lugar.

La comida fue devorada rápidamente por Luna mientras la rubia comía un sándwich que compró ahí, luego salieron al jardín y se sentaron al sol

— Sammy, he estado pensando mucho en la escuela y… este… ¿qué harás cuando termines? —

— todavía no estoy muy segura, "Luns", la verdad es que, desde que estás en el hospital, todo lo que hago es ir a la escuela y estar aquí, mis ideas anteriores sobre qué hacer de mi vida se sienten muy lejanas ahora y… —

Luna mira a su novia, tiene en el rostro un gesto de tristeza, tal vez hasta de amargura, mientras habla

— entonces… — Luna la interrumpe —… en-entonces, ¿yo soy quien te frena? ¿me estás diciendo que deshice tu vida? —

la rockera estaba impresionada por esta revelación, pero también muy dolida, ella no le pidió nada, no tenía el derecho ni estaba en condiciones, entendía perfectamente lo que la rubia decía, pero de verdad dolía mucho

— no Luna, no he dicho eso, aunque acepto que alguna vez lo pensé, pero no todo lo que pasó fue tu culpa, ahora despertaste y eres otra, simplemente dejé de pensar en un futuro que no sabía si era posible, yo... — Sam duda un poco —... yo no sé muy bien que hacer ahora y... —

— Sam, yo quiero irme de aquí, seguir estudiando, conocer otros lugares, pero... yo pensaba en que nos iríamos juntas, tu y yo en la universidad y después... —

— después... ¿sabes cuantas veces pensé en que no habría un después?... — la rubia baja la mirada, en sus palabras se adivina no la furia que Luna esperaría, sino más bien tristeza y cansancio —... cada vez que te perdías en el alcohol dejaba de haber un después, cada vez que la droga te noqueaba dejaba de haber un después, cada entrada y salida de la cárcel o en cada desplante idiota con el grupo o conmigo... — Sam suspira mientras intenta no llorar, aunque su voz se quiebra —... c-cuando pensaba que todo podría mejorar casi te asesinan… al final dejó de haber un después porque día tras día tenía que estar aquí, rezando porque despertaras, pasé noches sin dormir junto a tu madre y tus hermanas, ya no había un después porque no sabía si regresarías alguna vez... (snif...) t-te amo Luna... te a-amo de-demasiado, pep... (snif...) (sob...) pero he soportado mucho... te puse por delante de mi vida y todavía no sé si habrá un después... buuu... —

Sam llora ahogadamente mientras se tapa la cara con las manos y Luna, quien tiene el rostro bañado en lágrimas también solloza, esto duele tanto

— S-Sammy... yo nunca (snif...) nunca qui-quise esto, es-estoy tan agradecida y tan apenada... (snif...) deberías ha-haberme dejado... yo-yo... yo no valgo la pena... (snif...) debí de m-morirme para que tú pudieras librarte de est-esta carga... per-perdóname... —

— ¡por dios, Luna! ¡no!... esto lo-lo hice por amor... todo lo hice porque te amo... no iba a dejarte en esa situación ¿Cómo iba a abandonarte? me necesitabas y yo a ti... p-por eso te esperé, por eso cuide de ti y ayudé a tu madre tanto como pude... te amo... pero... — Sam duda un momento antes de continuar, esto lo tiene guardado desde hace mucho y no quiere lastimar más a Luna, quien la mira esperando la estocada final —... estoy tan cansada… l-la última vez que te saqué de la cárcel estuve a punto de dejarlo todo, me juré que hablaría seriamente contigo y si querías un algo conmigo, tendrías que reformarte, dejar el alcohol y la droga, volver a la escuela, y aun así dudaba en seguir, fue cuando tu mamá regresó y empezamos tu limpieza, iba a costarte trabajo, pero te ayudaría, y-y entonces... e-entonces pasó... — Sam llora estremecida por el recuerdo del casi asesinato, Luna se acerca y la rodea con sus brazos, Sam se pega a ella y continua casi en un susurro —... c-cuando me avisaron yo… yo es-estuve a punto de vol-volverme loca... (snif...) te habían asesinado... sin ti mi vida se había terminado, Luna... mi Lu-Luna... (sob...) buuuu... —

Ambas llorarán un rato tratando de deshacerse del obscuro recuerdo, Luna amando más que nunca a Sam, y ésta queriendo que la sombra del recuerdo macabro se aleje; finalmente se calman un poco y salen un rato al jardín del hospital, la brisa y el sol tendrán el efecto calmante necesario para que toda la tristeza del momento se disipe, Luna se sienta en una banca, ya está algo fatigada, y la rubia se sienta a su lado

— Sammy, mi amor, quiero irme de este pueblo cuanto antes, tengo recuerdos muy amargos y no quiero enfrentarlos constantemente ¿te gustaría que nos fuéramos a estudiar la universidad juntas? no importa a donde, yo te seguiré sin dudarlo; y tal vez después... c-casarnos —

Sam se sonríe apenas, pero cuando mira a la castaña, tiene un gesto serio

— Luna, todavía tenemos tiempo, tienes que salir del hospital, terminar la preparatoria y ver si hay alguna manera de conseguir una beca, claro que quiero hacer la universidad y junto a ti será genial, pero... —

— ¿pero...? — a Luna la matan esas pausas, esos peros que le ponen límites a su idea de felicidad a futuro

— tengo que ir poco a poco... Luna, te amo, solo que me cuesta trabajo pensar a largo plazo después de vivir día a día tanto tiempo... no sé qué va a pasar en el futuro... mira, ya estás despierta y quiero ir despacio, nos iremos de aquí y haremos la universidad, y si después construimos algo, si seguimos queriéndonos como ahora, solo entonces veremos si un matrimonio funciona, pero por ahora no haremos promesas —

— e-está bien, esperaré y me esforzaré lo que sea necesario para convencerte —

a Luna le dolía mucho esto, pero no era una negativa, así que abrazó a su amada rubia y se dejó calentar por el sol.

Esa misma tarde llegó otra visita a la habitación, aunque no era ningún familiar de los Loud; una chica muy seria y de pelo negro se sentó a un lado de la dormida Luan y comenzó a leer un libro, a veces levantaba la mirada para ver que la chica siguiera dormida y volvía a la lectura, en una de tantas veces se dio cuenta de un movimiento extraño y levantó el libro pero dejó una pequeña ranura entre este y su fleco para espiar a Luan, quien abrió apenas un ojo y la miró por el rabillo, la ex comediante tenía rato despierta pero temía este momento, la verdad es que la castaña estaba muy apenada y hasta espantada, no entendía lo que su amiga hacía ahí ¿todavía podría decir que era su amiga? ¿por qué no se olvidaba de ella? Luan pretendió seguir durmiendo, esperando que la otra se marchara, pero los nervios la hacían temblar y revisar a cada momento para ver si Maggie se había ido, la pelinegra se dio cuenta de esto y se sonrió, luego, en un movimiento rápido, bajó el libro, tomando desprevenida a Luan, quien solo atinó a incorporarse un poco mientras tartamudeaba un saludo

— ho-hola, M-Maggie... —

— hola, Luan ¿Cómo has estado? —

— ¡b-bien!, yo... yo... ¿bien? —

la pelinegra no pudo evitar reírse de lo confundida que estaba su amiga, pero era obvio, era la primera vez que Maggie aparecía en el hospital desde que Luan despertara y aunque todo el tiempo se mantuvo al tanto preguntando a la señora Loud y a Lynn, prefirió evitar el lugar; la castaña no esperaba que saltara de alegría, pero fue grato para ella ver que no estaba enojada

—entonces, ya estás mejor ¿verdad? — preguntó la visitante

— sí, s-sí... ya estoy mejor, el doctor dice que si seguimos mejorando pronto estaremos fuera —

— qué bueno, me alegra mucho, vine a dejarte unas tareas para que te pongas al corriente en la escuela... —dijo Maggie —... tu mamá no podía venir porque tenía mucho trabajo y me llamó ¿t-te molesta? —

— ¡n-no, no! para nada, te agradezco mucho... y-yo me siento mal por molestarte, no tendrías q-que... —

Maggie se acercó a ella y le tendió los libros mientras sonreía — no te preocupes, es un verdadero placer... — una lagrimita corrió por la mejilla de la pelinegra, quien de inmediato se despidió —... p-perdona, s-solo vine de pasada, tengo que hacer mis tareas también, mamá te manda saludos, o lo haría si supiera que vine jajajajaja... a-adiós —

y salió casi corriendo de ahí, dejando a Luan con una cara de interrogación enorme ¿por qué lloraría? Maggie estaba tan feliz, que detuvo su andar apresurado en un rincón del pasillo y dejó salir su llanto mientras susurraba — está bien, está bien... —

Una persona parada en el pasillo fue testigo de todo esto y se sonrió mientras seguía con su trabajo, pero en cuanto Maggie se fue, entró en la habitación

— pensé que esto sería más romántico, pero de verdad eres muy lenta, Luan — dijo Lynn mientras vaciaba la papelera y limpiaba con atomizador y trapo las superficies de los muebles, Luan solo miró los libros que su amiga le trajera, no entendía por qué ella siquiera querría seguir viéndola, la había rechazado y después tiró todo al carajo por recaer en el alcoholismo y casi muere por lo mismo, Luan no se quería y no entendía como alguien podría hacerlo

— no le des muchas vueltas, Lu, cuando quieres a alguien y ese alguien vale la pena, no lo sueltas; Maggie sabe que vales la pena y mucho, pero creo que tendrás que ir al psicólogo para darte cuenta del por qué —

Las vidas de Luna y Luan iban dando tumbos por causa de sus sentimientos, físicamente mejoraban y cada día veían más cerca el momento de dejar el hospital, pero a la vez, temían ese día porque saldrían al mundo de nuevo y se enfrentarían a la realidad, una que las tuvo en pausa durante casi medio año. Sam siguió visitando a Luna y ayudándole con la escuela, pero se mostró inflexible con el plan de vida que Luna planeara, todo dependía de cómo se portara y sería un día a la vez, y aunque la rockera Loud juro por todo lo sagrado para ella, su palabra no fue suficiente y tuvo que aceptar los duros términos que su novia le exigió.

El de Luan era un caso más complicado, la ex comediante se sentía sin alma y el estar vacía la tenía en un estado de depresión que solo se agudizó con la presencia de Maggie, no entendía la razón de su presencia y su amor, no era digna de ello, a fin de cuentas Luan Loud solo era un pedazo de mierda que cualquier día podía recaer en el vicio y perderse para siempre ¿qué tenía eso de querible? Había perdido su razón de vivir y ya nada la alegraba, y aunque la presencia de su madre y hermanas la mantenían a flote, la ex comediante seguía sintiéndose vacía, esto preocupaba mucho a su familia, pero nadie sabía bien a bien que hacer, excepto Maggie; ella nunca se dio por vencida y en cuanto la vio así, supo que la necesitaba más que nunca, así que regresó al hospital una y otra y otra vez, le llevaba la tarea, libros y hasta uno que otro chisme, platicaba con ella y la ayudaba a estudiar, todo siempre con una sonrisa en la cara y con palabras de aliento, jamás mencionaba nada del pasado reciente para no incomodar a Luan, pero la ex comediante siempre lo tenía presente, el beso, la incomodidad y el momento de la recaída, todo la llevaba a sentirse peor aún, se siente tan mal de ver a Maggie y sus ojos negros profundos, esa mirada preocupada por ella, su sonrisa disimulada en el gesto que quiere ser serio sin lograrlo, todo esto turba de gran manera a Luan, quien se siente tan indigna de esos cuidados.

Ese día pasaba como cualquier otro, después de hacer algo de tarea, Luna y Sam salían a dar un corto paseo y Luan se quedaba en la habitación, nerviosa e intranquila, sabía que Maggie llegaría de un momento a otro y harían la tarea, luego platicaría con ella, tratando de alegrarla y Luan estaría cada vez más incómoda hasta que Maggie se fuera, Luan generalmente se sentía tan culpable de tenerla ahí, que cuando su amiga se iba, ella lloraba mientras deseaba con desesperación que nunca regresara, pero no la odiaba, de ninguna manera, simplemente era que tanta atención y cariño la abrumaban, se sentía rebasada por ese amor del que no se sentía merecedora.

Cuando Maggie llegó ese día, Luan ya estaba de mal humor, el estrés se había manifestado durante la terapia física, lo que le valió un regaño del médico, la castaña protestó e hizo un berrinche del cual no había salido, la llegada de la pelinegra no ayudó para mejorar su ánimo, pero trató de ser educada, la gótica intentaba de todo para interesar a su amiga en las tareas y en la plática, pero Luan definitivamente no estaba con la mejor disposición, después de un rato, Maggie se cansó de intentarlo

— ¿te sientes mal, Luan? parece que no estás muy atenta a la tarea ¿necesitas algo?… —

— No Maggie, no me sino muy bien, disculpa… — respondió Luan en tono seco —… estos últimos días no me he sentido muy bien —

— Lo-Lo siento si te he molestado, yo no sabía —

— ese es el problema, tú nunca sabes ¡nunca nadie sabe nada! ¡todos vienen aquí creyendo que hacen algo bueno!... vienen con su cara de buenas personas y con sus "buenas intenciones", ¡estoy harta de ver su hipocresía y su piedad falsa! Necesito largarme de este lugar y no ver a nadie… ¡a nadie!

Luan apretaba con fuerza la parte baja de su bata y se veía un gesto de enojo en su rostro, tenía la mirada baja y no miraba a Maggie, quien comenzó a guardar sus cosas y luego se puso de pie, Luan levantó la cara y la miró, la pelinegra estaba muy seria, se diría que hasta triste, entonces se dirigió hacia la puerta mientras le decía

— s-siento haberte molestado, n-no sabía que pensaras eso de m… a-adiós —

Y salió apresurada, la castaña de inmediato se dio cuenta de su error, ese arranque de furia le costaría muy caro si no hacía algo, quiso correr para alcanzar a Maggie mientras la llamaba, pero su estómago le protestó el esfuerzo y tuvo que detenerse casi de inmediato mientras un dolor agudo la hacía doblarse, quería disculparse, tenía que hacerlo, solo que no tenía cómo, Luan comenzó a llorar mientras caía de rodillas, abrazada de si misma, le dolía el tirón que sintió en el abdomen al levantarse tan súbitamente, pero también le dolía el corazón; un poco después, Luna y Sam regresaron, Luan todavía estaba llorando en el suelo, doblada junto a su cama, lo que alarmó a las rockeras, de inmediato Luna llamó a una enfermera mientras Sam ayudaba a una Luan algo renuente, a regresar a la cama, al llegar la enfermera, le hizo una revisión y luego llamó a un médico, quien confirmó un pequeño tirón en un músculo del estómago, afortunadamente nada grave, con un poco de cinta kinesiológica y masaje se quitaría, le recordó que tuviera cuidado con los esfuerzos y se retiró. Unos momentos después Sam también se fue y las hermanas se quedaron solas, Luna miraba de reojo a su compañera de habitación sin atreverse a preguntar nada, pero Luan rompió el silencio con un gran suspiro y de nuevo un sollozo ahogado brotó de su garganta, Luna se levantó de su cama tan rápido como pudo y se apresuró a consolar a su hermana mientras le preguntaba

— ¿qué te pasa, Lu? ¿te duele? ¿quieres que llame al médico? —

Por toda respuesta, Luan dio rienda suelta a su llanto, mientras abrazaba a su confundida hermana.

Las tardes de Luan fueron mucho peores a partir de ese día, Luna pasaba la mañana con ella, y entre revisiones y terapia, el tiempo se pasaba más o menos bien, pero después de la hora de la comida llegaba Sam y ella y Luna se aislaban en su mundito de escuela y pláticas que se le antojaban insustanciales, aunque verlas le hacía daño a la ex comediante, extrañaba la compañía que Maggie le brindaba, sus voz baja y su plática, su mirada profunda que le rehuía la mirada frontal y su rostro pálido que a veces se sonrojaba sin motivo aparente; Luan se daba cuenta del error que había cometido y se lamentaba amargamente por ello, ahora eran Rita o Sam quien le llevaba las tareas, solo que era algo impersonal, y aunque a veces Luna y la rubia hacían intentos por integrarla en sus pláticas, Luan tampoco ponía de su parte, estaba deprimida por todo y no se le veían muchos ánimos.

Y aunque era cierto que Maggie ya no visitaba a Luan, la pelinegra no había dejado de ir al hospital, era ella quien llevaba las tareas escolares al lugar y se las daba a Rita o a Sam, aunque les pidió que no le dijeran que era ella quien se las daba; también esperaba hasta ver a Lynn y preguntarle por el estado de Luan, lo que dolía a la ex deportista al ver como la chica se entristecía después del informe diario que Lynn le diera y se marchaba con ese dolor de no poder hacer nada.

Días después del incidente, luego de que Sam se fuera, Luna descubre que su hermana llora calladamente mientras mira el atardecer, la rockera piensa con fastidio que esto ya fue demasiado lejos, entiende que Luan tenga problemas de autoestima y todo, pero que todo lo que haga sea llorar sin intentar absolutamente nada, la hace enfurecer, Luna se acerca a su hermana y se acoda en la ventana a su lado

— oye, Luan, me preocupas, tienes días así y ni siquiera tengo idea del por qué ¿qué te pasa? —

— L-Lo siento (snif…) no que-quería molestarte (snif…) yo… —

— tranquila, Lu… — dice Luna —… no me molesta, pero no me gusta verte así ¿qué es lo que pasa? Vamos, cuéntame, hermanita —

— ay, Luna, n-ni siquiera sé por dónde empezar, ¿recuerdas el día que me encontraron en el suelo? Ese día me porté muy mal con M-Maggie y… y… (snif…) le di-dije cosas horribles (snif…) ella solo… solo se fue, la vi ta-tan triste que… (snif…) que quise alcanzarla, pe-pedirle perdón y… buuuu… y no pude (sob…) solo me lastimé y la lastimé a ella… buuuu… a-ahora ella me-me o-odia y…y… ¡buaaaaaah! —

Luna se apresura a darle un abrazo a su hermana

— no llores, Lu, sé que la extrañas y perdona que te lo diga, pero nada de esto estaría pasando si hubieran hablado desde el principio ¿Qué acaso no te ha servido de nada la terapia?... — Luan intenta zafarse del abrazo, pero Luna la aprieta mientras sigue —… tienes que apoyarte en quienes te queremos para poder ir saliendo de la depresión y salvo mamá o yo, nadie te quiere tanto como Maggie, llámala, habla con ella, sé que te hace mucha falta y no es solo por la compañía, confiesa —

— es-es que… n-no es lo que tú crees… ella… ella y yo… —

— Luan, a mí no puedes engañarme ¿crees que no te vi mirándola? ¡Se te caía la baba! Te gusta y seguro sientes algo por ella, pero no quieres aceptarlo —

— no… Luna, y-yo no sé… es que, no sé qué es, s-solo sé que la extraño mucho —

y de nuevo las lágrimas corrieron por las mejillas de Luan, Luna se limitó a consolarla mientras se sonreía, en eso entró Lynn

— bueno, ya terminé mi trabajo por hoy, ¿quieren que le diga algo a mamá?... esperen un momento ¿Qué pasa? —

— Luan extraña a Maggie — dijo la rockera con una sonrisa

— lo sabía, me debes 50 dólares —

— un momento, quedamos en que tenía que decir que la amaba, así no cuenta —

— ¿qué?... — Luan levanta la cabeza y se separa de Luna —… ¿estaban apostando? —

— vamos, Luan, lo haces sonar peor de lo que es… — dijo Lynn sentándose en una de las sillas para visitantes —… además, no es como si no fuera cierto ¿verdad? —

— n-no… pero eso está mal… en-entonces, Luna y tú… —

— claro que estamos muy preocupadas por ti, es triste verte llorar todos los días, pero si te sirve de consuelo, Maggie ha venido todos los días a preguntar cómo estás —

La cara de Luan se ilumina de pronto y una sonrisa comienza a dibujarse en su boca

— ¿d-de verdad? No estás burlándote de mí ¿o sí? —

— Lynn dice la verdad, Lu… — tercia Luna —… de hecho, ella es quien trae tus tareas, pero se las da a Sammy para que te las entregue —

— por dios… ¿Qué ve ella en mí? Soy una basura a su lado, no merezco…—

— ¡calla, Luan! ¿recuerdas que te dije que ella ve cuánto vales? Por eso sigue aquí, porque te ama, ya ríndete, chica — dice Lynn algo fastidiada

— por favor Lynny, dile que quiero hablar con ella, yo… no sé qué voy a hacer si no me perdona, me siento tan mal —

— tranquila Lu, yo le paso tu recado, y por favor no vuelvas a decirme así, solo mi hombre me dice así, jejejeje… —

La noche fue interminable para una Luan muy nerviosa y Luna tuvo que soportar a su hermana lloriqueando, preguntándole mil veces lo mismo o levantándose a cualquier cosa con el fin de calmar sus nervios, finalmente ambas cayeron rendidas por el cansancio y durmieron hasta bastante tarde, cuando fueron despertadas a la fuerza para desayunar algo antes de ir a terapia física.

Por la tarde, después de comer, Luan estaba tan intranquila que parecía que tendrían que darle un calmante, tan pronto se levantaba y caminaba por la habitación como regresaba a la cama y se acostaba para de inmediato estar de pie de nuevo y caminar, Luna y Sam solo la miraban de reojo, por supuesto que entendían la situación, pero era tan molesto que Luna no pudo evitar llamarle la atención

— ¡por dios, Luan! ¡deja de moverte! Cualquiera diría que estas en el pasillo de la muerte —

— es que no sé qué hacer, Luns… —respondía la ex comediante sin detenerse —… ¿qué hago? ¿qué le digo? e-ella es… —

Luan de pronto se congeló en tanto miraba la puerta, donde una chica pelinegra de profundos ojos negros la miraba, Luna y Sam de inmediato se disculparon y salieron tan rápido como la pelicorta Loud pudo, Luan las siguió con la mirada y se sintió abandonada, pero ella había pedido la entrevista y no se echaría para atrás, estaba decidida, solo que… no sabía cómo empezar. Maggie se quedó en la puerta, miraba fijamente a Luan sin hacer un gesto y la castaña adivinaba resentimiento sino es que franca antipatía, caminó despacio hacia ella, mientras sus escasas ideas se hacían humo y los pies le pesaban una tonelada, la pelinegra no hacía ningún movimiento o gesto, lo que tampoco ayudaba; finalmente llegó a donde estaba Maggie y se quedaron frente a frente, el ambiente se sentía pesado y el silencio podía cortarse con un cuchillo, Luan sintió que toda su valentía se iba al caño, pero un impulso que venía desde lo más profundo de su pecho la hizo hablar, aunque las palabras eran apenas un susurro

— M-Maggie… yo… p-por favor perdóname… — la voz fue ganando volumen —… he estado tan ciega… todos han estado aquí para mí y yo… tú más que nadie ha estado aquí, ayudándome, n-no he dejado de pensar en ti, en ese día cuando… y después todo fue error tras error: huir de ti, volver a beber… cuando lo de Luna me sentí tan inútil y después… — Luan estiró los brazos, abriéndolos, pidiendo un abrazo —… n-ni siquiera sé por qué es-estás aquí… soy tan mala, tan… (snif…) tan inútil… (snif…) (snif…) no valgo una m… —

Luan cree que no tiene derecho ni a ser escuchada, ella es solo basura, sus brazos van bajando poco a poco, flojos y vacíos, pero antes de que se dé cuenta, unos labios la han hecho callar y un cuerpo se pega al suyo, apretándola en un abrazo y llenando el espacio entre sus brazos, Maggie no aguantó verla y escucharla sufrir por más tiempo y corrió a demostrarle que eso que pensaba era mentira, La ex comediante se queda congelada por un instante que le parece infinito, siente que perderá el sentido por la felicidad, pero reacciona para corresponderle, la abraza fuertemente mientras abre sus labios para aceptar el amor de la otra chica, Maggie se separa apenas para decirle

— no tengo nada que perdonar, querida, sé que estás pasando por un periodo difícil, pero no te preocupes, siempre voy a estar contigo para apoyarte y quererte, ¿Qué dices? —

— es que no sé si… si de verdad lo merezco —

— no estaría aquí si no fuera así — y Maggie la besa de nuevo, Luan la abraza y responde, sellando así este pacto. Afuera, en el pasillo, tres mujeres miran a prudente distancia con sonrisas en el rostro, Luna le habla en voz baja a Sam, la rubia protesta en voz baja

—… pero Luna, yo no… —

— te lo devolveré, Sammy, lo juro, solo dáselos o no me dejará en paz —

Entonces Sam saca de su bolsillo un billete de veinte dólares y se los tiende a Lynn con un gesto de fastidio

— gracias… — dice la ex deportista, quien los toma y los guarda —… no te asustes, Sam, le aposté a Luna que esto sería rápido, aunque pensé que Maggie sería algo más dura con ella —

Las tres chicas se dan la vuelta y se retiran.

Después de esta "reconciliación", Lynn se fue a seguir trabajando y al terminar, regresó con sus hermanas para despedirse, pero al llegar a la habitación, se encontró con la grata sorpresa de que su madre estaba ahí

— ¡hola, mamá!... — la saludó cariñosa —… pensé que no vendrías hoy tampoco —

— curiosamente hoy no hubo tanta gente en la clínica y pude salir temprano… —respondió Rita, quien estaba sentada en una silla entre las camas de sus hijas —… así que aproveché para venir a verlas, me alegra saber que ya están tan recuperadas y que pronto saldrán de aquí —

En la habitación había mucha gente, ya que además de Luan y Luna, estaban sus respectivas parejas (a Maggie de inmediato la vieron como pareja de Luan), Rita y ahora Lynn, pero ella solo iba de paso

— bueno, yo solo vengo a despedirme, la policía me está esperando allá afuera y… —

— ¿la policía?... — preguntó Rita extrañada —… ¿pasó algo? Lynn, no me digas que… —

— ¡es Alack, má!... — cortó la deportista —… Llamó para decirme que pasaría por mí, el examen de revalidación es este fin de semana y todavía no hemos estudiado historia, no sé si de verdad pueda pasarlo — la ex deportista se escuchaba insegura

— Lynn, tu eres muy lista, solo que no le pones el empeño suficiente al estudio… — le dijo Luna —… yo estoy pensando en hacer ese examen también, no sabría cómo enfrentarme a la escuela saliendo de aquí —

Sam la miró y le pasó la mano por el pelo, como lo haría una madre con su hijo — deja de decir tonterías ¿quieres? No va a pasar nada —

— bueno… — Rita dijo levantándose —… creo que es hora de que todas nos vayamos, Lynn ¿tú y el señor Sinner me podrían llevar a casa? Estoy muy cansada y quiero dormir temprano, mañana tengo visita con las gemelas y necesito todo el descanso posible, aunque con Lana no tengo problemas y la verdad es que Lola ya va estando más tranquila, también tengo que ir a ver a su padre y… —

— ¿verás a papá? Tengo una carta para él… — dijo Luan buscando entre las páginas de un libro —… no sabía cuándo podría enviarla, pero si puedes dársela… te lo agradecería —

— y el agradecerá tenerla ¿nadie más le escribirá? — Rita mira a sus otras dos hijas, Luna baja la cabeza y dice

— no sé si sea buena idea, yo… yo no tengo demasiado que decir y pues… —

— no te preocupes, Luna… — le dijo su madre —… no tiene que ser mañana, puedes pensar en algo y mandarla después, tu papá me dijo que estará feliz de leerlas y que contestará a todas —

Lynn Jr. Solo sacude la cabeza y dice — voy a intentarlo, pero no prometo nada, no soy buena escribiendo —

Una llamada al celular de la ex deportista interrumpe el momento incómodo y ella se apresura a contestar — ¿sí? ¡hola, "Sin"! Ahora bajo, oye ¿podemos llevar a mamá a la casa?... ¡no a tú casa, tonto, a mí casa! Ok, ahora bajamos… — Lynn guarda el aparato y le dice a su madre —… Alack dice que no hay problema, vámonos, má —

Rita asiente en silencio y se despide de sus hijas, con un beso y un abrazo rápido, y sale detrás de Lynn agitando la mano, todavía Luna alcanza a decirle

— ¡saludos a las gemelas! —

Cuando salieron, Alack fumaba despreocupadamente recargado en su auto, Lynn corrió hasta donde estaba y le quitó el cigarro

— sabes perfectamente que está prohibido fumar aquí, ¡dame eso! —

Luego le dio una larga fumada y lo tiró al suelo, donde lo pisó, después, se acercó a Alack y le soltó el humo casi en la cara, él solo hizo la cara de lado diciéndole

— podría arrestarte por tirar basura ¿sabes? —

Lynn solo se sonrió y se le colgó del cuello, besándolo, Rita, quien presenció toda la escena, se aclaró la garganta y saludó

— buenas noches, oficial Sinner —

La ex deportista lo soltó de inmediato y le sonrió a su madre, quien solo movió la cabeza negativamente, Alack se apresuró a abrir la puerta trasera del auto para que Rita subiera mientras Lynn ocupaba el asiento de copiloto y en cuanto él subió, partieron.

Después dejar a Rita en casa, Alack y Lynn fueron a la del detective, que era donde solían estudiar, habían probado en la casa Loud, pero Lynn se distraía mucho platicando con el hombre y contándole mil historias sobre su infancia, él se dio cuenta de que así no llegarían a ningún lado y movió la sede a su casa, ahí pudo ser lo suficientemente estricto con la chica y obligarla a estudiar en serio, así ella avanzó realmente y estaba casi lista para enfrentar ese reto.

Al llegar Lynn comenzó a desnudarse, pero Sinner le dijo

— si no vas a bañarte, por favor no te quites la ropa —

— pero Alack, estoy más cómoda estudiando así —

— perdona que te diga esto, Linny, pero si te desnudas, no voy a poder concentrarme y tú tampoco lo harás y lo sabes —

— ahora entiendo a Lincoln —

Lynn tuvo que aguantarse, aunque sí fue a la habitación de Alack y regresó vestida con una bermuda muy larga para ella y una camiseta deportiva de la policía

— espero que no hayas dejado un desorden en mi ropa —

— te juro que no lo hice… — respondió ella sentándose a su lado y tomando su libro de historia —… ya no haces deporte ¿verdad? —

— ya no juego en ningún equipo, pero todavía hago lucha y voy a gym de la estación al menos tres veces por semana —

— eso es bueno, para ambos jijiji… —

Lynn estuvo en silencio un rato leyendo sobre fechas y lugares, pero no se le pegaba nada, no entendía que caso tenía estudiar historia

— oye "Sin", no entiendo esto ¿para qué estudiamos historia? Son solo un montón de fechas y cosas que ya pasaron —

— la historia es importante, Lynn, se aprende de ella para no cometer los mismos errores, o al menos así debería ser… pero mírala desde otro punto de vista… — Alack tomó una pluma y una libreta e hizo unos dibujos, luego se sentó junto a ella

— un maestro me enseñó que la historia debería verse en retrospectiva, qué cosas tenemos ahora que nos dio un evento histórico determinado, por ejemplo, somos un país libre gracias a la independencia; somos un país grande gracias a las guerras territoriales, anexiones e invasiones; éramos un país rico gracias a la colonización y el dominio comercial de otros países, entonces vamos a la línea de tiempo y buscamos esos eventos, cuando y como se dieron y ya no son solo fechas y lugares, cuando los conectas a un evento que le da razón de ser, entiendes mucho mejor todo lo demás —

— vaya, nunca lo pensé así… — Lynn tomó su libro y comenzó —… entonces déjame ver, la guerra civil nos sirvió para… paraaaa… ¿para qué nos sirvió la guerra civil? —

— bueno, los casos de las guerras son un poco más complejos, pero en este caso el objetivo inmediato sería reunificar al país y abolir la esclavitud —

— ah… ¿y entonces porqué hay tantas fechas de batallas y todo eso? —

— porque desgraciadamente la "historia general" de las guerras suele ser un registro de las batallas, quien las ganó, quien las perdió y ya, una sola batalla no suele definir una guerra y hay que ver movimientos y cosas así, en este caso solo hay que recordar el lugar y la fecha, no se necesita más, con excepción de Gettysburg, Appomattox y otras dos, no hay ninguna más importante —

Lynn siguió estudiando otro rato, pero después se distrajo pensando en cuanto se había esforzado desde que le hiciera la promesa a su madre, ya había hecho varios exámenes y los pasó sin problemas, solo que el examen general para obtener el grado de bachillerato era el que realmente la asustaba, sobre todo esta parte, pero Alack siempre estaba detrás de ella, ayudando y apoyándola; Lynn estaba segura de que se casaría con él.

Lynn no estaba muy de acuerdo en volver a la escuela, pero se lo había prometido a Alack y a su madre, ella pensaba que era una pérdida de tiempo, y después de ver a sus hermanas afanarse tanto con trabajos y tareas, estaba segura de que jamás tendría ese ánimo ni esa disciplina, por lo que negoció su promesa para hacer exámenes de revalidación, así terminaría la preparatoria y postularía para una universidad, aunque realmente solo le atraía la parte deportiva del asunto, la plática que tuvo con su novio y su madre volvió a encender la llama de querer ser una estrella deportiva así que se aplicó a estudiar para cumplir ese sueño.

El día que presentó el examen final, Lynn parecía un muerto viviente, no había dormido la noche pasada por estar repasando sus notas y hasta hizo un acordeón de respuestas que Alack le prohibió terminantemente usar, estuvo haciendo rituales de buena suerte hasta que Sinner técnicamente la sacó cargando de su casa para llevarla al examen. Lynn sufrió, lloró, sudó, berreó en silencio y casi se comió su lápiz, mientras el tiempo pasaba, pero, finalmente, entregó su examen, lo hizo casi al final del tiempo permitido y todavía salió corriendo al baño para hacer otro ritual de buena suerte, al salir de ahí, caminó hasta donde Alack la esperaba y lo abrazó llorando

— ¡UAAAAAAAH! ¡ES I-INUTIL!... (snif…) ¡N-O VOY A PA-PASAR!... ¡UAAAAAAAAH!... —

— vamos Lynny, estuvimos estudiando mucho para esto, yo estoy seguro de que lo lograrás —

Alack hizo lo que pudo para tranquilizarla y se la llevó cargando hasta el auto, de todas formas, los resultados tardarían una semana, Lynn se durmió apenas estuvo dentro del vehículo y Sinner tuvo que cargarla una vez más para llevarla hasta la cama, donde la dejó descansar.

Esa semana fue de tortura para todos, Lynn estaba intratable porque los nervios se la comían esperando los resultados del examen y tanto su madre como sus hermanas y hasta sus parejas sufrían por ello, Alack fue quien la pasó más difícil ya que era quien lidiaba con ella el tiempo que no estaba trabajando. Finalmente llegó el día en que se anunciarían los resultados y la ex deportista se subía a las paredes por la ansiedad, Alack estaba muy cansado por el trabajo y por aguantarla, así que ese día se tardó lo más posible en la estación de policía, pensaba que, si Lynn no pasaba, tendría que escapar de Royal Woods, al menos en lo que la chica Loud se calmaba, aunque luego dudaba en dejarle semejante paquete a sus hermanas y a su madre; sus compañeros lo embromaban al verlo en ese estado, pero él apenas les hacía caso. Ya era de noche cuando una de las secretarias tocó a su puerta

— buenas noches, detective, tiene una llamada, se la turné hace un momento, pero no ha contestado ¿pasa algo? —

— n-no, nada, muchas gracias —

Sinner miró la lucecita del teléfono parpadeando y levantó el auricular, pero en cuanto apretó el botón de llamada un grito casi lo hizo caer de su silla

— ¡¿POR QUÉ DIABLOS NO ME CONTESTAS?!... ¡TENGO HORAS MARCÁNDOTE AL CELULAR Y TÚ NI SIQUERAS TE DIGNAS!... —

Alack se recompuso apenas para contestar, solo que la voz volvió a gritar

— ¡PASÉ, ALACK! ¡PASÉ EL EXAMEN! ¡Y QUE CALIFICACIÓN! ¡TENGO UNA B+! ¡¿TE DAS CUENTA?! ¡UNA B+!... Alack, te quiero aquí de inmediato, tengo una cena lista, una botella de vino y lencería nueva ¿te lo vas a perder? —

Todos los que vieron al detective Alack Sinner pasar corriendo rumbo a la salida, se fijaron que llevaba una enorme sonrisa.

El éxito de Lynn animó a sus hermanas y muy pronto Luna y Luan ya estudiaban para hacer lo mismo, Maggie resultó una tutora muy capaz, pero al mismo muy rígida, lo cual sirvió de mucho para ambas porque Sam, pese a todo su esfuerzo, no era la mejor para ayudar a su novia a estudiar. Finalmente, a unos días de salir del hospital, fueron a presentar el examen. Las dos sufrieron mucho, aunque no tanto como su hermana menor, pero terminaron el examen y salieron con una sonrisa enorme.

Luan tenía dudas, pero sabía que si no pasaba este examen, podría presentarlo otra vez y estaría mejor preparada; por su parte, Luna no estaba muy confiada, ella estudió con su proyecto de futuro en la mente y sabía que estaba dando el primer gran paso. Esa semana todos sus exámenes médicos fueron positivos, y así, el mismo día que daban los resultados, fueron dadas de alta; ambas pasaron la prueba con buena calificación y Rita lloró aliviada al ver a sus hijas al fin recuperadas y con su futuro recuperado, al menos parcialmente.

Se organizó una pequeña reunión en la casa Loud a la que acudieron algunos amigos de las chicas y por supuesto sus parejas, Luna y Luan estaban sorprendidas al ver quien era el novio de Lynn, ya que, aunque habían escuchado mucho sobre él, ninguna lo conocía, Lynn Sr. les mandó una conmovedora carta que fue leída por Rita y que hizo llorar a sus hijas, Leni les habló por video llamada y las tres se sorprendieron mucho cuando Lincoln y Lucy las saludaron y felicitaron, ellas estaban demasiado apenadas, pero correspondieron al saludo entre sollozos y promesas de visita, nadie preguntó por Lori, cosa que agradecieron mucho en Detroit, porque no hubieran sabido que decir, nadie sabía dónde estaba o que habría sido de ella.

Finalmente, la reunión terminó y poco a poco los invitados dejaron el lugar hasta que solo cuatro mujeres quedaron en la sala, recogiendo platos y vasos desechables y hablando entre sí

—… pues yo estoy aplicando a la Regional de Michigan, Alack está algo molesto porque no he apuntado a una mejor, pero no quiero dejarlo por ir a la universidad, además, tengo que seguir trabajando hasta que aplique a algún equipo deportivo y obtenga una beca —

— ¿de verdad vas a intentarlo, Lynn?... — preguntó Luan mientras barría —… pensé que estabas vetada del deporte escolar —

— no era un veto, solo una recomendación y Alack ya resolvió eso, si entro en la escuela puedo practicar deportes y con su respaldo como mi agente a cargo, posiblemente me dejen competir, no sé, tal vez podría llegar a ser profesional al terminar — los ojos de Lynn brillaban al decir esto, ella sabía que, si se esforzaba lo suficiente, lograría ese sueño largamente acariciado

— espero que lo logres, Lynny… — dijo Luna sentándose en el viejo sofá café —… yo voy a matricularme en la escuela de artes de Chicago, mi calificación es más que suficiente, aunque también tendré que trabajar antes de optar por una beca, Sam irá conmigo —

— sería ideal estudiar literatura ahí… — Luan regresó para sentarse a un lado de la rockera —… aunque las escuelas de la costa este me llaman más la atención, creo que aquí la escuela estatal tampoco es mala, pero todavía no sé muy bien que hacer y... —

Rita estaba en la cocina, escuchando los planes a futuro de sus hijas y aunque la ponía muy triste el saber que podrían irse lejos de ella, entendía que querían hacer su vida ahora que la recuperaban y deseaba lo mejor para ellas, la matriarca le dio un trago a su café mientras pensaba que ella también estaba recuperando su vida, aunque también tenía mucho trabajo por delante: las gemelas y su esposo la necesitaban y todavía quedaba el gran dilema de Lisa y el rechazo de Lily para lidiar con ellos, desde otro punto de vista parecía una tarea titánica, pero ella era hija de un soldado y era tan fuerte como su padre, así que pelearía por todos y cada uno de los suyos. La mujer se limpió los ojos, donde unas lágrimas se formaban y mientras iba con sus hijas, juró por lo más preciado que tenía, que haría hasta lo imposible por reunir a su familia.

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Hola, este capítulo tardó demasiado en terminarse y espero que todavía haya alguien esperándolo, ojalá les guste y prometo que el siguiente no tardará tanto, muchas gracias por seguir aquí.

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