Rápidamente se dirige a la base militar y busca respuestas sobre su paradero. El coronel Greenway le informa que Nick y Vail se han dirigido al norte de Irak y que les llevará dos días llegar.
Coronel Greenway: (serio) Se fueron al norte de Irak. Les llevará un par de días llegar allí.
En ese momento, un soldado se acerca a Greenway con información adicional.
Soldado: (informando a Greenway) Coronel, hemos recibido una llamada. Debemos subir a un helicóptero Bell UH-1 Iroquois y dirigirnos al Aeropuerto Internacional de Bagdad. Luego tomaremos un convoy de Humvees para ir al lugar donde se encuentran Morton y Vail.
Nick y Vail llegan a un poblado. Los aldeanos los reciben con aplausos y vítores, tratándolos como héroes. Se quedan a pasar la noche, disfrutando de la hospitalidad de los aldeanos
Nick Morton: (agradecido) Vail, quiero agradecerte por ser mi amigo y acompañarme en esta locura.
Chris Vail: (sonriendo) Para eso están los amigos, Nick. ¿Pero dime, por qué quisiste que te acompañara?
Nick Morton: (confiando en su amigo) No somos saqueadores, Vail. Somos liberadores de valiosas antigüedades. Además, desde que nos apostaron en Medio Oriente, hemos ido y venido buscando lugares de los egipcios y los sumerios. He encontrado tesoros que valen una fortuna. Ganaremos bien para ser soldados, te lo garantizo.
Chris Vail: (entusiasmado) ¡Vamos a ser muy ricos, Nick! Demasiado ricos, diría yo.
Nick se va a dormir y tiene un sueño donde tiene una visión de Ahmanet.
Ahmanet: (enigmática) Mi elegido, estás cerca. No te rindas, mi rey. Tu reina te está esperando.
Nick Morton: (intrigado) ¿Cómo?
Ahmanet: (misteriosa) Quema.
Nick Morton: (confundido) ¿Qué?
Ahmanet grita enérgicamente, y Nick se despierta en la realidad, gritando. Sale a caminar, vistiendo un bisht de color rojo. A medida que avanza subiendo un cerro, nota otro poblado en la distancia. De repente, se da cuenta de que las coordenadas que Ahmanet le mencionó en el sueño coinciden con las que Jenny tenía en el papel que encontró. Pero descubre que hay miembros de ISIS en esa zona y les será difícil llegar.
Nick corre a avisarle a Vail.
Nick Morton: (exaltado) ¡Vail! ¡Despierta! Tenemos que ir al poblado de inmediato.
Chris Vail: (somnoliento) ¿Qué pasa, Nick?
Nick Morton: (urgente) Estamos cerca de las coordenadas. ¡Vamos!
Nick y Vail se apresuran a prepararse y suben a sus caballos. Sin embargo, se dan cuenta de que tendrán que esperar hasta el día siguiente para continuar, ya que una tormenta de arena se acerca peligrosamente.
Chris Vail: (frustrado) Maldita tormenta de arena. Está bien, esperemos hasta mañana.
Nick y Chris se ven obligados a postergar su búsqueda debido a las condiciones climáticas desafiantes.
Mientras tanto Jenny se encuentra en un humvee y recibe una llamada de Henry.
Jenny Halsey: (contestando el teléfono) Hola, Henry.
Dr. Henry Jekyll: (voz en off) ¿Encontraste el Haram, Jenny?
Jenny Halsey: (con frustración) No, alguien me robó el mapa.
Dr. Henry Jekyll: (voz en off, sorprendido) ¿Quién fue?
Jenny Halsey: (un poco nerviosa) Un soldado...
De repente, Jekyll, un hombre de aspecto normal, pero con un secreto oscuro, comienza a transformarse en su alter ego malvado, el señor Edward Hyde.
Edward Hyde: (Riendo maliciosamente) Reinaré en el mundo y nadie podrá detenerme.
Jenny siente una oleada de temor cuando Henry se transforma en su alter ego monstruoso, el señor Edward Hyde.
Jenny Halsey: (con sorpresa y miedo) ¿Quién eres?
Edward Hyde: Jenny, querida, lamento decirte que Henry no se encuentra en este momento. Soy quien reina en su lugar. Soy el señor Edward Hyde, el lado oscuro de Henry. Y ahora, estoy al mando.
Jenny Halsey: (aterrada) ¿Qué quieres?
Edward Hyde: (sonriendo maliciosamente) Oh, querida Jenny, quiero el poder, el control, y nada ni nadie me detendrá. Pronto, reinaré el mundo, y tú serás testigo de mi ascenso al poder.
Hyde cierra la puerta de su oficina con un golpe. Corre a su escritorio y saca un frasco de suero. Mientras se prepara para inyectarse, habla con Jenny.
Edward Hyde: (Con una sonrisa maliciosa) ¿Qué crees que harían si nos vieran Víctor Frankenstein y Griffin?
Jenny se queda helada al escuchar los nombres de Víctor Frankenstein (Javier Bardem) y su buen amigo Griffin (el hombre invisible interpretado por Johnny Depp). Hyde se inyecta el suero y su risa maliciosa se desvanece mientras regresa a ser Jekyll.
Dr. Henry Jekyll: (recuperando la calma) Jenny, te pido disculpas por lo que acabas de presenciar. Esa otra parte de mí, Hyde, es peligrosa y despiadada. Siempre está al acecho.
Jenny Halsey: (todavía conmocionada) ¿Víctor Frankenstein y Griffin? ¿Son reales? ¿Qué está pasando?
Dr. Henry Jekyll: (confesando) Sí, son figuras legendarias. Frankenstein fue un científico obsesionado con la creación de vida, y Griffin, el hombre invisible, era un buen amigo mío. Hyde representa la oscuridad que todos llevamos dentro, y lucha por el control. No debes confiar en él.
Jenny Halsey: (temerosa) Esto es demasiado para procesar.
Dr. Henry Jekyll: (explicando) La agencia para la que trabajamos ha sido aliada de figuras legendarias como Víctor Frankenstein y Griffin, quienes compartieron sus conocimientos para abordar amenazas sobrenaturales. Sin embargo, el miembro fundador de nuestra organización, Gabriel Van Helsing (Hugh Jackman), se enfrentó a uno de los vampiros más temidos de la historia: Vlad Tepes (Luke Evans).
Jenny escucha atentamente mientras Henry continúa.
Dr. Henry Jekyll: (continuando) Lo que Van Helsing no sabía en ese momento era que Vlad, en su desesperación, hizo un pacto con un ser diabólico que habitaba en una cueva oculta. El sultán del Imperio otomano, Mehmed II, exigía mil niños para ser convertidos en jenízaros. El ser diabólico le ofreció a Vlad poderes extraordinarios durante tres días, a cambio de que Vlad no probara la sangre humana. Esto le otorgó habilidades únicas, como la velocidad sobrenatural, la visión en la oscuridad y el control sobre una inmensa colonia de murciélagos vampiros.
Jenny Halsey: (asombrada) Pero, ¿qué ocurrió si Vlad rompía ese trato?
Dr. Henry Jekyll: (serio) Si Vlad llegaba a beber sangre humana en esas 72 horas, quedaría eternamente vinculado a ese ser diabólico. Y eso fue lo que ocurrió. Vlad Tepes se convirtió en Drácula, el príncipe de las tinieblas, y su nombre es sinónimo de terror y misterio hasta el día de hoy.
Jenny Halsey: (curiosa y preocupada) ¿Dónde se encuentra Vlad ahora? Y, ¿qué sucedió con Gabriel Van Helsing?
Dr. Henry Jekyll: (serio) Vlad Tepes, o Drácula, ha estado oculto durante siglos, en lo más profundo de las sombras. Se convirtió en un ser poderoso y aterrador. Van Helsing por otro lado vivió los últimos años de su vida luchando contra las amenazas sobrenaturales y creó una organización para combatirlas. Continuó su búsqueda de una manera de derrotar a Drácula hasta 1922, cuando finalmente falleció. En su funeral, uno de los invitados fue Vlad Tepes, quien asintió frente a su tumba.
Jenny Halsey: (asombrada y confundida) Es increíble. ¿Crees que Ahmanet fue deliberadamente borrada de la historia? Si lo que sus padres hicieron fue tan importante, ¿cómo es posible que haya sido olvidado?
Dr. Henry Jekyll: (serio) La historia de Ahmanet y su linaje maldito fue condenada al olvido intencionalmente. Su nombre fue borrado de los registros, pero no de la realidad. Sus acciones y su legado perduran, y ahora nos enfrentamos a las consecuencias de ese oscuro pasado.
Jenny Halsey: (decidida) Entonces, ¿qué haremos ahora?
Dr. Henry Jekyll: (serio) Bienvenida a un mundo de dioses y monstruos.
La música de "Paint It Black" de The Rolling Stones resuena en el aire mientras el convoy de humvees atraviesa el vasto desierto del Sahara. Mientras Nick y Vail regresan al poblado, se dan cuenta de que la misma canción se reproduce en una vieja grabadora que uno de los aldeanos lleva consigo.
Nick Morton: (murmurando a Vail) ¿Deberíamos poner algo de los Rolling Stones en nuestra lista de reproducción?
Chris Vail: (riendo) Seguro, ¿por qué no? Tal vez a los antiguos egipcios les gustaba el rock 'n' roll.
Mientras Nick y Vail discuten su elección musical, un poblador local (Mohamed Sobhi) se les acerca y les advierte sobre Haram.
Poblador Local: (serio) Haram no es un tesoro, es conocimiento prohibido. Deberían tener cuidado con lo que buscan.
Nick Morton: (riendo) Vaya jajaja, parece que este anciano tiene muchas historias para contarnos.
Chris Vail: (divirtiéndose) Sí, parece un buen narrador de cuentos. ¿Qué dices, amigo?
El anciano, con su bastón, les da algunos golpes para llamar su atención y comienza a contarles la historia de Imhotep, su esposa Anck-su-namun y su hija Ahmanet, junto con la maldición que rodea su tumba.
Poblador Local: (con voz profunda y solemne) Hace eones, en el antiguo Egipto, existió un poderoso sumo sacerdote llamado Imhotep. Su amor prohibido por la concubina del faraón Seti I, Anck-su-namun, los llevó a cometer actos oscuros y traicionar al faraón. Cuando Seti I descubrió su engaño, murió a manos de su propia concubina.
La cólera de los dioses cayó sobre Imhotep, quien fue condenado a un sueño eterno como castigo por profanar la vida y la muerte. Anck-su-namun, antes de morir, dio a luz a una niña llamada Ahmanet, cuya existencia fue condenada al olvido.
Ahmanet, sin embargo, poseía un poder innato que la hacía única. A medida que crecía, sintió el llamado de su linaje maldito y anhelaba el conocimiento de sus raíces. Su búsqueda de poder la llevó a cometer actos impensables y, finalmente, a ser momificada viva como castigo.
La tumba de Ahmanet fue sellada con una maldición indestructible, destinada a proteger al mundo de su sed de venganza y su ansia de poder.
La historia del anciano deja a Nick y Vail atónitos, mientras comprenden que están persiguiendo una leyenda que se teje con oscuros secretos y peligros sobrenaturales. La maldición que rodea la tumba de Ahmanet se vuelve más real que nunca
Nick Morton: (burlón) Jajajajajaja Y yo, amigo, ¿dónde encajo en esta historia?
El anciano mira a Nick con una mirada seria y un tono de voz firme.
Poblador Local: (serio) Eres un insolente, joven. Pero si te aventuras a ese lugar, te caerá una maldición que nunca podrás desafiar.
Chris Vail: (con una sonrisa socarrona) Bueno, viejo, no tengo miedo de las maldiciones. Siempre he pensado que un poco de peligro le da emoción a la vida.
Nick Morton: (burlón) Bueno eh... Si no tienes más historias espeluznantes que contarnos, creo que nos retiramos por hoy. Nos vemos mañana, amigo.
Nick y Vail se alejan de la conversación con el anciano, aparentemente sin preocuparse por las advertencias.
En ese instante, el Anciano se transformó en Calígula el Maestro vampiro (Charles Dance) el mismo que había conocido a Vlad Tepes en el siglo XV. Poco después de haber visto a Vlad en Londres en 2014, 3 años después, esta noche vio a Nick en el horizonte.
Calígula el maestro Vampiro: (con una mirada penetrante) Que comience el juego...
Calígula, con su mirada llena de misterio y poder, pronuncia estas palabras ominosas antes de disolverse en el viento de la noche del Sahara. Nick y Vail se voltearon, alertados por un sonido apenas perceptible. Miraron a su alrededor, tratando de identificar su origen.
Chris Vail: (con una risa nerviosa) Debe haber sido mi imaginación, ¿verdad Nick? Esto del desierto me está afectando.
Nick Morton: (con una mirada inquieta) Sí, Vail, este lugar definitivamente puede jugar trucos en tu mente. Pero algo en ese tipo... no sé, me pareció extraño.
Vail y Nick intercambian miradas nerviosas, pero finalmente continúan avanzando hacia su destino.
