And Yet So Far
Traducción: Aún así tan lejos
Original de: LyricalKris
Traductora: aleshita-luvs-paramore
Capítulo 3
La revelación
- Mierda. -murmuró Edward por debajo de un resoplido, observando el examen que el maestro acababa de entregarle. La gran "D" escrita con rojo parecía golpearlo. Se frotó los ojos cansado. Hace algún tiempo, él era un estudiante de puras "A".
- También tú ¿no? -a su lado, Mike meneaba su cabeza, reprobatoria mente. - El examen fue brutal.
Edward le sonrió al chico de al lado. - Brutal, -estuvo de acuerdo.
Ya eran tres semanas desde que se mudó a Forks, y su vida se estaba estableciendo en un ritmo predecible. Iba a la escuela, volvía a casa, trabajaba, se preocupaba por su hija. Estudiar siempre decaía en el balance entre ser un buen padre o no. Cada vez que tuvo un minuto para leer un libro, el sueño aparecía a causa de las largas noches en vela que pasaba por lidiar con un bebé que lloraba mucho.
Poco a poco, Edward estaba aprendiendo a lidiar con todo lo que pasaba en su vida. Y en medio, sus notas eran las que sufrían.
Pero Elsie lo estaba llevando mejor, se recordó a sí mismo. No dormía la noche completa aun, pero lloraba cada vez menos en la guardería y estaba menos pegada a él cuando la recogía. Por todos los medios, ella era una feliz y saludable bebé, y eso era lo que más importaba.
Aun así, él se preocupaba. No le haría ningún bien a su hija que tuviese un padre que dejaba la escuela.
Aunque, eso fuera lo más fácil... Podría tener unos cuántos turnos más en la tienda de pizza si estuviese disponible temprano por la tarde. Hasta podría tener su G.E.D.* en lugar de...
Edward negó con la cabeza, disipando la idea. Cuándo todo se fue al trasto, cuándo se enteró por primera vez que era el padre de una niña de un mes, le había jurado a sus padres que terminaría la escuela. y ya estaba tan cerca. Nueve meses más y tendría un diploma de egresado para siempre.
Lo que haría después de eso era una incógnita.
- Ah, al carajo con esta mierda, -murmuró Mike. -Pensé en juntar algunos chicos para irnos a la playa este fin de semana. ¿Vamos?
- Gracias, pero debo trabajar, -respondió Edward automáticamente.
- Los trabajos apestan, -dijo Mike frunciendo el entrecejo. -Quiero decir, está bien tener un poco de dinero extra, supongo. Sin embargo estoy feliz de haber convencido a mi padre de contratar a Bella. Al menos así tengo un día del fin de semana libre. ¿no?
Edward tuvo que reír ante eso, sin deseos de profundizar. No trabajaba por dinero extra como Mike. Su hija necesitaba cosas, y sus padres no eran necesariamente gente acomodada. Eso era todo.
Alejando su cabeza de la dirección de Mike, sorprendió a Bella viendo en su dirección desde el otro lado de la habitación. Ella sonrió y levantó sus cejas, haciendo un gesto analítico mostrándole su examen. Edward rodó os ojos mientras movía su cabeza, comunicándole que no quería hablar de ello. A continuación él levantó sus cejas inquisitiva mente. Ella se encogió de hombros, pero ella levantó una esquina de su examen con su nota allí. Había una brillante "A" allí.
En el mayor de los casos, era casi fácil rechazar estudiantes de la secundaria de Forks. Muchos de ellos lo bastante buenos, como Mike, pero Edward siempre se hubo sentido desconectado de la mayoría de sus pares. Eso era lo que le había hecho ir en el camino equivocado en primer lugar -sentir como que no pertenecía allí. Después de lo que había pasado con James, Edward se dio cuenta que le tomaría bastante tiempo volver a confiar en alguien.
Por supuesto, había excepciones a esa regla. A pesar de sí mismo, él empezó a disfrutar la compañía de dos de los estudiantes de la secundaria de Forks sobre la de los otros.
Jasper era un buen chico para pasar el rato. Él exudaba la misma confianza que rodeaba a Edward cuando estaba al lado de James, pero sin la malicia. Estaba relajado mientras que James habría estado inquieto, y tenía un buen sentido del humor mientras que James hubiese estado propenso a develar su temperamento. Jasper simplemente tenía una forma de hacer que todos se sintieran cómodos.
Y luego estaba Bella.
Después de su problema inicial y de arreglar las cosas, ninguno de los dos habían dejado de ser amistosos cerca del otro. Parecía inevitable, en realidad. Edward no podía negar que disfrutaba sus conversaciones, y viendo que prácticamente tenían los mismos horarios, había una razón para que hablasen -antes de clases o al menos mientras caminaban de una clase a otra. Y como la novia de Jasper se sentaba en la mesa de Bella, Edward incluso terminó pasando el tiempo del almuerzo con el chico rubio que lo arrancó del lado de Mike y Tyler.
Ellos eran agradables. A él incluso le gustaba Alice. Jessica era sólo un poco demasiado insípida para su paciencia, pero la mayoría de los adolescentes lo era.
A veces, Edward se sentía como si tuviese 109 años. Al menos.
- Hola Edward, -saludó Bella, caminando a su lado cuando la campana sonó. Ella escrutó su rostro, frunciendo el ceño. -Elsie se quedó hasta tarde de nuevo ¿no?
De todos los demás chicos, Bella parecía ser la más honesta en cuanto a estar preocupada por él. Jessica ocasionalmente mencionaba que lucía como el demonio pero nunca parecía molestarse en encontrar la razón. Bella, por otro lado, escuchaba bien. Edward siempre estaba nervioso y preocupado por el día en que ella leería entre líneas.
No estaba ni de lejos avergonzado de su bebé. Él amaba a su hija más de lo que podía decir -hasta el punto que a veces le asustaba. Y ninguno de los Cullen había preparado todo para que sea una mentira. La gente sólo asumía naturalmente. De momento el anonimato era agradable. Pero Forks era una ciudad pequeña. Cuando la noticias salieran, todos lo sabrían.
- Le está yendo mejor dormir, pero también está empezando a salirle los dientes. Nuevamente, -le explicó mientras caminaban.
- Eso es doloroso. -ella se arregló la mochila, y se silenció luego. - Tal vez podrías sugerir a tus padres que pongan su cuna en su habitación.
Los labios de Edward se apretaron. Bella también había asumido que si la bebé lo mantenía despierto en las noches, eso significaba que su habitación estaba cerca de la de Edward. Eso no era cierto, por supuesto. Leona no tenía una habitación propia. Su cuna estaba en su habitación. Y su madre le había ofrecido cederle el espacio que seguía a su habitación, pero Edward se había negado. Su madre tenía un negocio pequeño que usaba cuando no trabajaba de recepcionista en la estación de policía. Ella necesita una oficina en casa, y la bebé era de la responsabilidad de él.
Era sólo una razón más por la que Edward sabía que tenía que armar bien su acto. El día en que Elsie necesitara su propia habitación llegaría pronto, y él deseaba estar fuera de la casa de sus padres para ese momento.
- La escucharé de todas formas, estoy seguro. -dijo Edward encogiéndose de hombros, despreocupadamente. -Realmente tengo el sueño ligero.
- Hmm, -Bella asintió. - Entonces, no te fue tan bien en ese examen ¿verdad? -le preguntó, cambiando el tema.
- No, -admitió Edward con una risita. - Es difícil estudiar, supongo. Estoy tratando de arreglarlo.
- Bueno, si necesitas compañero de estudios, -rodeó ella. -Podríamos estudiar juntos. Si quieres. Estoy levando bien todas mis clases. Mate siempre a sido difícil para mí, pero tu me sobrepasas en esa materia, de todas formas.
Él no pudo evitar sonreír. - Gracias, pero con nuestros horarios, probablemente ninguno de los dos tenemos tiempo de sobra para estudiar.
- Pero, eso no es cierto. Estoy segura que podremos encontrar un poco de tiempo entre semana. -Ella lo vio cuidadosamente de reojo, mientras caminaba. - Está bien si necesitas ayuda, Edward. Sólo que he notado que no sabías la respuesta a la pregunta del maestro de historia la semana pasada. Y puedo ayudarte, si tu quieres.
Edward apretó las cejas, un poco a la defensiva. No se sentía bien pensar que necesitaba ayuda. Él nunca había tenido problemas en la escuela, pero Bella tenía razón. Se notaba ahora. Si no hacía algo -y rápido- iba a reprobar algunas clases este semestre.
No era como si no pudiese ver el beneficio de acceder a su propuesta. Su principal problema era que cuando él realmente se sentaba a estudiar, rápidamente se caía de sueño. Y estudiar con ella, probablemente sería asegurar que que estuviese despierto.
Y luego estaba el hecho de qué haría con su hija. Bella había puesto en claro su opinión acerca de los niños. Él dudaba sinceramente que ella no tuviese problema en aceptar estudiar y cuidar de la bebé a la vez.
- Lo pensaré. -Sus palabras eran mentira, pero su sonrisa era genuina. Era verdaderamente una oferta muy dulce.
-o-
Cuando ella se dio cuenta que un día Edward debía estar enfermo, Bella se tomó personal el hecho de llevar la tarea que se había perdido. Cuidadosamente copió sus notas en la biblioteca, asegurándose que tendría una copia para él. Incluso, fue hasta la clase de Ben para obtener una copia de las notas de él, y la tarea que habían dejado ese día.
Ella no podía evitar estar preocupada por él. Por todos los medios, él era muy inteligente, así que no podía entender por que parecía estar yéndole tan mal en la escuela. Cada vez que un maestro retornaba trabajos, ella veía en su dirección, notando si hacía caras a los exámenes, ensayos, o tarea.
Mientras conducía a casa de Edward -ella sabía que vivía justo al frente de la casa de los hermanos Mark- Bella estaba intranquila. Casi siempre sentía que se perdía de algo con Edward. Habían algunas cosas que no entendía, ciertos comentarios crípticos que la desconcertaban.
Ella esperaba que sólo tuviese esa gripe estomacal que estaba rondándolos, y que su ausencia no significase algo más serio.
Cuando él abrió la puerta, Bella tuvo que jadear. Él lucía horrible. Su rostro estaba estirado, los círculos bajo su rostro eran casi negros. Su camiseta estaba manchada, también. lucía contrariado cuando la miró. - ¿Qué estás haciendo aquí?
- ¿Estás bien? -espetó ella, en lugar de contestar.
El ajustó un poco los ojos. - Si, estoy bien. ¿Qué...? -su voz se apagó, reemplazándose con la preocupación evidente en su rostro al escuchar un fuerte y lamentable grito resonando en un lugar dentro de la casa. Él se giró sobre sus talones, dejándola sola en la puerta de su casa.
Bella fue tomada por sorpresa, quedando insegura de qué hacer. Curiosa y preocupada, ella ingresó a la casa. Lo encontró en la sala cargando una linda niñita con rizos de color rojizo apelmazados por el sudor en su cabeza. Ella tomaba directamente de la caja de Pedialyte que levantaba hacia sus labios. La bebé lucía casi tan cansada como Edward.
Edward la observó agotado mientras se sentaba en el sofá, confortando a la niñita llorosa.
- No estás enfermo, -cayó en la cuenta en voz alta, Bella.
- No, pero Elsie lo está, -dijo él, calmadamente.
- ¿Entonces te han dejado aquí para cuidarla? -De la nada Bella sintió que la cólera -roja y caliente- la recorría contra los padres de él. -Eso realmente apesta.
- See, -dijo él, secamente. -¿Pero que puedo hacer? No es su culpa estar enferma.
- Tampoco es tu culpa. -contraatacó ella, cruzándose de brazos. - ¡Simplemente son padres irresponsables! Estás pasándola mal ahora en la escuela. ¿No es suficientemente malo que no puedas dormir lo suficiente? Tus padres no deberían tirarte esto encima.
Sus ojos fueron directamente a los de ella, la ira brillaba peligrosamente en su mirada verde. - Mis padres no me tiraron nada encima.
- ¿Cómo puedes decir eso cuando estas aquí cuidando de su hija en lugar de seguir yendo a la escuela?
- Porque no es su hija, ella es mía. Mi responsabilidad. -espetó él.
Bella sintió como si acabasen de golpearle en el estómago. Ella sabía que probablemente estaba luciendo como idiota, pero no podía despegar los ojos de él, y dejar de colgar su boca formando un gran "o" en modo de sorpresa.
Y mientras seguía viéndolo, todo el enojo desapareció de los rasgos de Edward. Se tiró de espaldas sobre el sofá, meciendo a Elsie con él como si fuese un talismán de protección. Él vio en otra dirección, con la boca en una fina línea, pero Bella pensó que vio sus ojos vidriosos.
- Yo... Yo lo siento, -tartamudeó Bella, completamente perdida de qué otra cosa decir.
Edward inhaló y exhaló despacio. - ¿Que lamentas? ¿Que tengo una hija? Por que no lo lamento para nada. Amo a mi hija.
- ¡No! -ella respondió rápidamente. - Lamento haber asumido...
Nuevamente, los hombros de Edward se hundieron, y luego se encogió de hombros. -Todos los demás lo hacen.
Leona soltó un pequeño gruñido y empujó con su mano el Pediatyle lejos a causa de su mal humor, para luego esconder su cabeza en el hueco del cuello de Edward. Con un suspiro, Edward puso la bebida en la mesa, frotándose los ojos cansina mente con su ahora mano libre. - ¿Qué es lo que quieres? -preguntó él, sonando exhausto y derrotado. - ¿Qué estás haciendo aquí?
Cuidadosamente Bella avanzó un paso, para luego sentarse en el sillón al lado del sofá. - Vine a traerte la tarea y las notas que te perdiste.
Él asintió sin verla. - Gracias, realmente lo aprecio.
- Uhmm, no puedo ayudarte con las de Mate, obviamente, pero si quieres que te de una mano con lo de Literatura-
- No tienes por qué hacer esto, -le interrumpió él. -Sé que no te gustan los niños. No tienes porque quedarte.
Bella levantó una ceja. - No es como si me ofendieran los niños, Edward. Sólo dije que no pensaba que fueran lindos todo el tiempo. -sus ojos fueron directamente a Elsie, y la vio objetivamente. - Aunque ella lo es. Linda, quiero decir. Es muy bonita.
Los ojos de Edward se suavizaron, pero él bufó en su dirección. - está enferma Bella. Elsie luce como mierda. -la besó en la frente mientras lo decía, con un movimiento muy suave y tierno, como si silenciosamente asegurase a su bebé que la amaba de todas formas.
- Bueno, sí, pero se puede decir. Por no hablar de ...-Ella hizo un gesto a uno de los cuadros en el manto. Era de Edward sosteniendo a la bebé con el brazo extendido. Ellos tenían la misma enorme sonrisa, uno para el otro.
Edward observó sobre su hombro para saber a qué se refería y se sonrojó. - Ah, sí. Mi madre tomó esa foto un día antes de dejar Chicago, -murmuró al final.
Ambos se mantuvieron en silencio por unos latidos. Bella intentaba juntar una imagen en su mente, reorientando todo lo que sabía de Edward para que encaje toda la información nueva. Ella se sentía terriblemente curiosa, pero ella no quería enojarlo nuevamente. Él estaba a la defensiva y por una buena razón.
- Ella es realmente bella. -murmuró Bella sinceramente. Era nada más que la verdad. Tenía muchos de sus rasgos finos y su cabeza cubierta por rizos rojos dorados, que Bella tuvo que asumir venían de su madre. Sus ojos, que había visto en su mayoría cerrados ahora que ella volvió a dormirse, eran del tono verde exacto de Edward. Ella iba a crecer siendo increíblemente preciosa.
La sonrisa en respuesta de Edward era orgullosa. - Gracias.
- ¿Me contarás? Sobre ti, quiero decir. Y de cómo... -su voz se apagó, viendo a la bebé.
Edward sonrió. - No lo sé. Si no sabes de dónde vienen los bebés tal vez deberías preguntarle a tu padre.
Bella se sonrojó, moviendo su cabeza mientras enrojecía aun más furiosamente. - No es lo que quise decir.
- Lo sé, -dijo él sonriendo. Luego suspiró. - Realmente es una larga historia.
- Si no quieres decirme, lo entenderé. Podrías mandarme a meterme en mis propios asuntos. Pero honestamente quiero saber, -soltó ella calmadamente.
Él la vio curioso. - ¿Por qué?
Bella encontró esa pregunta muy rara. - Somos amigos ¿no? Quiero saber de ti porque me preocupo por ti. Obviamente esta es una gran e importante parte de tu vida que no sabía. Eres papá. Eso es... -¿loco? ¿espantoso? ¿escandaloso?
Él sonrió nuevamente, ésta vez luciendo un poco triste. - Si, bueno. Sólo dame un segundo, quiero ver si la puedo acostar.
Bella buscó de qué ocuparse, sacando la copia que había llevado de sus notas y la tarea para Edward fuera de su mochila, mientras que Edward transfería a Elsie a su cama coche. Él acarició su pancita antes de dejarla allí pues casi se despierta, y la cubrió con una colcha antes de volver a sentarse en el sofá, frotando sus ojos, cansado.
- Bueno... um, empezó él, luciendo algo acosado. - En Chicago, mi madre no tenía un trabajo estable. Ella tenía un pequeño negocio, como el de ahora, ese de diseñar paisajes para personas. Pero la mayoría del dinero que traía ella era para mantener a uno o dos niños de acogida que criábamos en casa.
- Entonces... supongo que eran como hace tres años que tuvimos este chico que vivía con nosotros -James. Uhm... -él dudó, resoplando un poco. Para sorpresa de Bella, él de la nada, se quitó la camiseta.
- Whoa, ¿qué estás ha...? -empezó ella, pero cerró la boca cuando lo vio girarse de espaldas.
Él tenía tres tatuajes. El que podía ver con mayor claridad por la forma en que estaba parado era un escorpión en su espalda.
- James era un... punk. supongo que puedo llamarlo así. Pero yo era del tipo solitario en esa época, y creí que era increíble. Él puede dibujar como nadie más. Hubo dibujado este tatuaje para él, -es Escorpio y está obsesionado con éstas cosas- y me convenció de hacerme uno, también.
Casi hechizada, Bella se le acercó más, recorriendo con la punta de sus dedos el cuerpo del escorpión. El trabajo artístico estaba tan bien hecho que casi se sorprendió de sentir la suave dureza de los músculos masculinos en lugar de la rugosidad de la piel del escorpión. - Está muy bien hecho, -manejó decir.
Él resopló. -Si. Bueno, supongo que está bien. -él volvió aponerse la camiseta y giró a encararla de nuevo. - Hice cosas muy estúpidas con James, pero nada tan estúpido como esperar ser tratado como adulto y ser arrojado luego a la cárcel aproximadamente un año y medio atrás.
- ¿Qué fue lo que hizo? -preguntó ella, divagando y preguntándose a sí misma que tendría eso que ver con su hija, pero tan embelesada en la historia que no quiso interrumpirle.
- James tenía problemas para manejar su ira. -soltó él. -Diciéndolo de modo suave. Tenía mal temperamento. Supongo que lo excusaba por el jhecho de que siempre me defendía de quién fuera que me provocase.
Él volvió a meter y sacar el aire. - No estuve allí cuando lo hizo. -dijo tranquilamente.
- Cuándo hizo ¿qué? -preguntó Bella, sintiendo la corazonada que probablemente no quería saber.
- Este otro chico me molestó bastante, y James empezó a golpearlo. -Edward tragó pesado. -Ese chico probablemente no volverá a caminar, y James estará en prisión por mucho, mucho tiempo.
- Santa mierda, -espiró Bella. - Edward. Lo siento, eso es horrible.
Él negó, -Sólo te estoy diciendo esto por que... Bueno, en realidad no sé por que lo hago. James me presentó a mucha gente. Si hubiese sabido que alguno de ellos era capaz de eso, las cosas habrían sido muy diferentes. Fui un idiota, pero no era tanto. Así que, en algún momento antes de eso, él me presentó a Victoria. -él hizo una mueca, mientras observaba a Bella. - Victoria no era tan loca. -él arrugó su nariz. -Al menos, no creo que lo fuese. Ella usaba drogas. No tanto como venderlas. Yo nunca las probé, pero ella... estaba intentando meterme en eso. -A él se le atascó un poco el aliento, mientras miraba furtivamente a ella y luego a la nada. - Y ella tenía 27 años cuando yo tenía 16.
- Oh, -soltó Bella, tomada pro sorpresa por tercera o cuarta vez esa tarde, - Oh, -repitió ella suavemente.
- No tenía idea de que Elsie existía. -dijo Edward calmadamente. - No lo supe hasta que servicios sociales me buscó. La historia corta es que a Victoria la delataron. Obviamente, ella no podía cuidar de una bebé mientras estaba en la cárcel, así que servicios sociales tuvieron que buscar al padre.
- Tú, -completó Bella, con tono ausente.
Edward asintió. -Victoria le puso mi apellido, -suspiró él. -Cuando se enteraron la edad que tenía yo... Bueno, 17 es la edad de consentimiento en Illionis, pero yo recién había cumplido 17 unos días antes de que Elsie naciera...
- Entonces tenías dieciséis cuando Elsie fue concebida, -culminó Bella.
Nuevamente, Edward asintió. -Ellos -los fiscales de Distrito- intentaban mandarla dentro tanto tiempo como fuese posible. Le sumaron cargos de estatuto, y me hicieron testificar. Todo fue muy problemático y muy publicitado.
Entre eso y lo que pasó con James, la vida era... complicada en Chicago.
- Así que por eso viniste aquí.
Edward vio hacia abajo, a sus manos. -Sip.
- Dijiste que no te gustaba su nombre, -dijo Bella después de un minuto, sólo pensando en voz alta.
- No, no me gusta. Leona es un nombre raro que le queda a una gitana o algo así. -resopló Edward. -Pero yo no estaba allí cuando nació, entonces no tuve opción de decir nada, tampoco.
- ¿Cuál es su segundo nombre?
- Caitlyn, con una C.
- L.C. -sonrió Bella, y Edward la copió.
- Exactamente.
- ¿Qué son tus otros tatuajes? -preguntó ella después de un momento.
El giró hacia un lado, levantando la manga de su brazo derecho, exponiendo un león sigil. -El león es parte de mi cresta familiar, pero también es la forma en que llamo a Elsie - mi leoncita. -él le sonrió, con una expresión algo avergonzada. -Lo bebés pequeñitos a veces hacen estos sonidos guturales, como gruñidos -era la cosa más divertida. Pero pensé que sonaba como Simba -ya sabes, en el Rey León -intentando rugir.
Bella rió conteniendo el aliento. -Eso es tierno. ¿Y el otro tatuaje?
Edward volvió a cambiar de sitio, enrollando obedientemente la otra manga de su camiseta para revelar una serpiente en círculo, comiéndose su propia cola. -Esta es una-
- ¡Ouroboros! -exclamó Bella.
Edward levantó la mirada, sorprendido. -¿La conoces?
- Mm'hmm. Jasper tiene un tatuaje muy parecido, -soltó ella mientras dibujaba con su dedo aquél círculo. - Se tatuó al minuto que cumplió 18. Una ouroboros es un símbolo de renovación y renacimiento.
- De reinventarse a sí mismo una y otra vez, -continuó Edward con un asentimiento.
Sus miradas se cruzaron y quedaron sostenidas por un latido. Bella sentía una calidez sin razón. - Gracias por decirme, -pronunció tranquilamente.
Los ojos de Edward no la dejaron de ver mientras desdobló sus mangas. -Gracias por escucharme.
G.E.D.*: Es un examen tomado por personas quienes no consiguieron un diploma de preparatoria. Las razones más comunes de estos aplicantes del GED de no haber recibido un diploma de preparatoria incluyen emigración a los Estados Unidos o Cánada, dejar la preparatoria por falta de interés, la inhabilidad de completar exámenes requeridos, o problemas personales.
Juro que hiperventilé con este Daddyward y Tattward, es una mezcla, EXPLOSIVA. Además que Bella está muy interesada -casi tanto cómo yo- en Edward ¿Creen que ahora nuestro Daddyward confiará en alguien?
Gracias por sus bellos deseos de cumple:
Gretchen: Espero que las dudas acerca de la mamá (Victoria) estén aclaradas.
Angie Cullen Mellark: Gracias, y no te podría especificar, sólo te puedo decir que la historia está completa, pero yo traduzco de acuerdo al tiempo que me da la U, el trabajo y lo demás.
Freedom: Pues ya ves, acá hay algunas respuestas de tu review. Espero que siga gustándote la historia.
Eli: mi cumple fue el sábado 5. Y millones de gracias por los deseos, y las lindas palabras.
Nyx88: Ahora notas que hay más cosas de por medio... ¿verdad? Se está poniendo cada vez más interesante.
¿Qué les ha parecido mi rápida actualización? Apuesto a que no se lo esperaban. Realmente me gustan sus comentarios, así que... cuenten que les pareció. Yo estoy totalmente enamorada de este historia y espero que les guste tanto cómo a mi.
Entre otras noticias, les tengo que contar, que me dieron permiso para traducir otra historia que kjashdjlsfjlñsdkjf me tiene babeando, y cómo estoy en medio de "Sólo un Número" y ésta traducción, "And Yet So Far", pues vamos a tener que esperar que acabe ésta o la otra para subir la que tengo permiso.
Uff creo que me excedí con la nota de autor. Besos.
Ale!
