Disclaimer: This is a translation originally made by Lyricalkris, who had the kidness to let me give it to all of you in Spanish. So, thanks so much Kristina.
And Yet So Far
Traducción: Aún así tan lejos
Original de: LyricalKris
Traductora: aleshita-luvs-paramore
Capítulo 4
Mujercitas
La vida se volvió una rutina, pero con una adición más que bienvenida. En las tardes de los Lunes, Miércoles y Domingos, Edward y Bella estudiaban juntos.
- Entiendes que no le pediré a mis padres que vigilen a Elsie ¿verdad? -le había preguntado Edward, dubitativo. -No paso mucho tiempo con ella de todas formas, entre el trabajo y la escuela...
- Si, pero necesitas hacer tu tarea y tener tiempo para estudiar al menos un poco, -razonó con él. -¿Qué tal si yo vengo aquí y estudiamos al mismo tiempo que la cuidas?
- Estudiar con un bebé en medio no es cosa fácil, -soltó él. - No quiero hacerte eso, ni tampoco dársela a mis padres.
- Somos amigos ¿no? -le retó. -¿Qué clase de amiga sería si solo me siento aquí a ver como repruebas?
Él sabía que debía hacer algo a ese respecto. Ser alguien que deja la escuela no iba a ayudar a su hija de ninguna forma, así que aceptó el acuerdo.
Era muy fácil mantenerse despierto con Bella presente. Llevaban a Elsie a la sala si Emmett no estaba allí viendo televisión, dejándola sobre una manta con sus juguetes mientras ellos se sentaban apoyando sus espaldas en la mesa del café que estaba allí.
- ¡Hey! -soltó ella muy alto, aplaudiendo frente al rostro de él, una tarde cuando él parecía empezar a dormirse. -Estudiar vía ósmosis realmente no funciona.
Oyendo el aplauso, Elsie se retorció en el sitio dónde la dejaron, aplaudiendo también y con demasía, imitando el sonido sin parar.
Edward observó a su hija con una gran sonrisa a su hija antes de voltear a ver a Bella con un suspiro. - Este libro es aburrido.
- Dijiste lo mismo acerca del libro anterior, también, -le recordó. - Son clásicos.
- ¡Eso es lo que digo! Están fuera de tiempo. Los hicieron para matar, -gruñó Edward. - Crees que en todo este tiempo, con todos los libros que se han escrito, la escuela debió actualizar sus currículos para incluir algo un poco más moderno con el mismo mensaje. O al menos, algo diferente Tess, la de los d'Urberville*, me aburre con sólo el título, y es horriblemente depresivo.
- Bueno, incluso si hay algún movimiento radical para actualizar nuestra lista de lectura, sabes que todos los organizadores escolares estarían discutiendo por décadas para saber que libros poner allí, -dijo ella, meneando su cabeza. - Entonces tu mejor apuesta es conocer a Tess ahora y convertirte en un estudiante escolar, así cambiarás las vidas de los estudiantes de secundaria en todos lados.
Ella se volteó a trabajar en su hoja de tareas después de eso, pero Edward estaba silencioso.
Considerando todas las cosas, a él le gustaba la escuela, y le gustaba aprender. Sólo que no podía imaginar enfrentar la universidad cuando tenía una hija a la que criar y alimentar. E incluso si la universidad estuviese en sus planes futuros, las notas de un curso como Literatura parecían ridículamente tontas. ¿Cómo iba él a conseguir mantenerse de empleado con un título de Literatura?
Edward observó a dónde estaba sentada Elsie, quién había retornado a su juego favorito -sacando todos sus bloques, una pieza a la vez poniéndolas en el piso.
- Discute acerca del rol de los paisajes en la novela. ¿Cómo se relacionan las descripciones de los lugares en la historia? ¿Acaso los cambios de las estaciones hacen algún cambio simbólico? -leyó bella y lo vio expectante.
Con un suspiro, Edward alejó su atención de su hija, tratando de analizar la pregunta. - El clima y los paisajes reflejaban el estado de ánimo de Tess, -dijo él con un suspiro. -Cuando ella está feliz al principio, está soleado. Cuando ellos están en medio del bosque oscuro, la cosas están un poco... uhm, ¿predestinadas?
Como para ilustrar su punto de vista, un trueno resonó fuera de la casa. Él y Bella carcajearon.
- ¿Estás de mal humor, Edward? -lo retó.
- Él siempre está de mal humor.
Ambos giraron sus cabezas encontrándose a Emmet espiándolos sobre el tope del sofá. Él sonrió mostrando sus hoyuelos. -Hey, Bella.
- Hola Emmett, -saludó ella con una sonrisa.
- Hola, así que... eres la novia de Edward ¿no? -preguntó cómo para iniciar una conversación.
- Emmett, -Edward soltó un quejido en modo de advertencia. Emmett había estado jodiéndolo con esto desde hace semanas, aunque siempre se confinaba éstas cosas para evitar molestar a su hermano mayor.
- Deberías escucharlo, B. Está con su "Bella esto" y "Bella aquello" todo el día.
- Aún puedo matarte, Emmett. -Edward lo amenazó.
- Seh, claro. Eres padre, -se mofó. -Los padres no pueden matar personas. Eso deja un mal ejemplo para lo preciosos pequeños.
Mientras ellos caminaban, Elsie empezó a hacer pininos. Le gruñó a Emmett, levantando sus brazos en alto, deseando la atención de su tío. En lugar de eso, Edward la tomó en brazos, pero dándosela a Bella. -Cárgala. Y pon tus manos sobre sus ojos.
Demasiado asombrada como para no hacerlo, Bella tomó a la bebé e hizo lo que él le pidió. Una vez que los ojos de Elsie estuvieron cubiertos saltó sobre su hermano.
- ¡Ah! -gritó Emmett, corriendo lejos tan rápido como pudo.
Unos minutos después, Edward tenía a su hermano menor satisfactoriamente envuelto en una llave cerrada. - ¡Ayuda! ¡Elsie! ¡Bella! -lloró Emmett dramáticamente.. -Sólo espérate. Creceré más que tu -mamá lo dice. Y luego patearé tu tr-
Edward tapó su boca con su mano. Y vio en dirección a donde Elsie se reía, saltando hacia arriba y abajo en las faldas de Bella mientras observaba entusiasmada. -¡Di, tío! -le demandó a su hermano.
- ¡Yo! ¡Yo! -lloriqueó Emmet cuando Edward liberó su boca.
Carcajeándose, Edward lo dejó ir.
Alejándose, Emmett suavizó su cabello y se volvió a sentar en el sofá, sonriéndole a Bella con picardía. -Así que ¿a qué no adivinas?
- ¿Qué? -preguntó Bella, retornando a Elsie con Edward tan pronto como lo tuvo a su lado.
- Tengo una novia, ahora. -dijo, como si fuera un gran hombre observando en el fondo de meta.
Edward rodó los ojos. -El también tiene mal gusto en cuanto a elegir mujercitas.
- Beth es mi favorita. -dijo Bella muy seria.
Emmett arrugó la nariz. -¿Qué? El nombre de mi novia es Rosalie.
- ¿En serio? -soltó Bella -Esto es hilarante.
- ¿Por qué? -demandó saber Emmett. -Ella es ardiente. Yo lo soy. Todo funciona.
Bella enterró su cabeza en un cojín del sillón, carcajeándose.
- Shu, vuela de aquí. -pronunció Edward, espantándolo.
Ambos volvieron a lo que estaban después de eso, trabajando sin parar hasta que Elsie decidió ponerse de pie. Y le ofreció a Bella la mitad de una galleta babeada. Edward observó, sonriéndose irónico cuando Bella arrugó su nariz. - Gracias, pero estoy bien. -respondió Bella.
Parecía nunca dejar de sorprenderle la forma en que ella le hablaba a su hija, como si fuese toda una adulta.
Él cerró si libro, poniéndolo lejos de él. -¡Mi cerebro esta frito! -declaró.
- Deberías hacer que un doctor chequee eso. -una voz muy contenta soltó al entrar en la habitación.
Edward volteó la cabeza, aun sentado en el sofá. - Hey, pa.
- Hey, hijo. -saludó Carlisle. -Ven aquí, hoy una de las enfermeras me dio algo para Leo.
Edward se enfurruñó. - No la llames así. Ella no estuvo en Titanic.
Carlisle sonrió pacientemente, sacando algo de su bolsa. - ¿Qué te parece? -preguntó él, poniendo algo sin forma y muy naranja sobre la encimera.
- ¿Qué se supone que es? -preguntó Edward inseguro.
- Es, obviamente, un disfraz de Halloween. Una calabaza.
- ¿Y se supone que le pondré esto a Elsie? -preguntó él, incrédulo. -Oh, gracias. Pero no gracias.
- ¿Qué tiene de malo? -preguntó Carlisle, sintiéndose confundido.
- ¿Aparte del hecho de que lo aborrezco? Es muy tonto. ¿una calabaza? ¿en serio? -se burló Edward. - Creo que puedo darle algo mejor que eso.
- Es difícil discutir con algo que te regalaron, Edward. - dijo Esme entrando en la habitación. Ella tomó a la bebé en sus brazos y la puso en la encimera. - ¿quieres ser una calabaza, mi dulcecito?
Elsie lucía cómicamente dubitativa.
- Si les gusta tanto ¿porqué no lo usan en Emmett? Podrían ser capaces de ponerlo en su cabeza, y sería un gran logro. -sugirió Edward.
- Edward -dijo Carlisle como advertencia.
- ¿Cuál es el gran problema? -preguntó Bella, apoyándose en la encimera. -No es como si lo fuera a recordar. ¡Tiene un año!
- No, pero las fotos la perseguirán para siempre. -contó Edward.
- ¡Fuiste una calabaza adorable! -protestó Esme.
- Por lo que sé cómo es que las fotografías la perseguirán el resto de su vida. -Edward negó con la cabeza. -No, le compraré algo bueno.
Carlisle frunció el ceño, -Bueno, es tu decisión, por supuesto, pero los disfraces de Halloween son bastante caros por lo que sé. Sería tonto desperdiciar dinero innecesariamente.
- ¿Que tan caros podrían ser?
~0~
Según Bella, los disfraces de Halloween para bebés estaban insanamente sobrevalorados.
Relativamente, los bebés necesitaban menos tela para su ropa.
Aún así, no era tan malo, y el disfraz que ella encontró, la hizo pensar que Edward lo encontraría perfecto para su pequeña niña. Hasta ella pensó que era adorable.
Era un disfraz de pequeño bebé león con una melena poblada, una cola rígida, y grandes patas.
Sombreando el link, lo copió y pegó en un e-mail y se lo envió a Edward antes de irse al trabajo.
Ella regresó algunas horas después, justo cuando Charlie estaba volviendo de con la pesca del día. suspirando, Bella arrugó su nariz. -Realmente no tengo ganas de comer pescado hoy, -refunfuñó ella, lanzándose sobre el sillón en la sala.
El rostro de Bella se iluminó cuando se le ocurrió algo de repente. -Hey, pa ¿podemos ordenar pizza ésta noche?
Charlie hizo una mueca, -Debiste decirme que querías pizza antes, Bells. La hubiera traído en mi camino de vuelta a casa.
- Yo pago, -insistió Bella, sabiendo que a su padre le molestaba pagar la propina de los repartidores cuando la pizzería estaba a cinco minutos de allí.
Cuarenta y cinco minutos después, el timbre sonó. -Yo voy, -dijo Bella, levantándose.
Cuando abrió, Edward estaba en la puerta. Él sonrió abiertamente, apoyando la bolsa de pizza sobre su cadera. -Hola, -la saludó mientras sacaba la pizza del envase.
- Hey. -sus cejas se fruncieron confundidas, cuando él le alcanzó no sólo una pizza sino que también una caja más pequeña. -Esto no es lo que ordené.
- Ah, las alitas de pollo cayeron de la camioneta de reparto, -le contestó él, guiñándole un ojo. -Quería agradecerte por el link que me enviaste temprano. El disfraz es perfecto, -añadió entusiasta.
- Pensé que te gustaría. -Se dio cuenta que le gustaba el hecho de hacerlo sonreír. -Es muy lindo.
- Lo es, -dijo fervientemente. -Lo pedí antes de ir a trabajar. No puedo esperar para verla usándolo.
Bella levantó la cabeza, observándolo seriamente por un momento, aun le parecía extraño esto, cuando él decía o hacía algo que lo marcaba como padre. -¿cuánto te debo? -le cuestionó suavemente.
Él le dijo cuánto era, y ella le dio el dinero. -Quédate con el cambio, -soltó ella con una sonrisa.
- Gracias. -asintió mientras agradecía. Era una propina generosa, a pesar que él tenía la buena educación de no ver esas cosas. Su expresión fue un poco furtiva. -¿Harás lo de Halloween?
Para la mayoría de los adolescentes, esa pregunta estaría destinada a referirse a la próxima fiesta de Halloween que estaba preparando Mike Newton, pero Bella sabía que Edward no iría. -¿Te refieres a truco o trato? -soltó ella un poco perpleja.
- Sí. -respondió él tímidamente. -Debo llevar a Emmett, y sabes que Elsie no podrá comerse todo el dulce que recibirá.
- No lo sé, -Dijo Bella, con una sonrisa, escondiendo el deleite automático que sintió porque le había preguntado. -Si el disfraz de la bebé costó así, no quiero ni pensar cuánto costará uno para mí.
- No tendrías que disfrazarte. Yo no lo haré. Sólo acompáñame. -él movió su cabeza. - de todos modos, piénsalo.
- Si termino no yendo, deberías traerlos por aquí de todas formas.
Edward asintió. -Lo haré. -se despidió con la mano mientras caminaba de vuelta a su auto.
Cuando Bella se volvió, se sorprendió de encontrar a su padre observándola detenidamente, con los brazos cruzados mientras se apoyaba contra la pared. Por alguna razón se sintió consciente y a la defensiva instantáneamente.
- Edward es tu compañero de estudio ¿no es así? -preguntó Charlie con voz plana.
Bella apretó las cejas, resistiendo el impulso de rodarle los ojos a su padre. Él sabía que Edward era el chico con el que ella estudiaba. Él trabajaba con la mamá de Edward y había mencionado que ella estaba contenta de que alguien estuviese ayudándolo. -Sí. -respondió ella cuidadosamente.
Charlie gruñó, luciendo incómodo. -Sé que puedo confiar en que serás discreta, Bella, pero creo que deberías saber que... La pequeña ¿Leona? Ella no es su hermana.
Poniendo la pizza y las alitas en la mesa, Bella cruzó sus brazos mientras devolvía la mirada a su padre. -Yo sé eso, -soltó calmadamente. -¿Cuál es el punto, papá? ¿por qué eso importa?
- ¿Estás haciendo compras para ella?
- No, -protestó Bella. -Sólo que la última vez que estuve en su casa, estuvieron hablando de disfraces de Halloween, y pasa que me encontré con uno que era muy bonito.
- ¿Así que te encontraste con eso? ¿A pesar de no comprar disfraces para ti?
- ¡Papá! -gruñó ella. -¿Que intentas decir? Estás haciendo tremendo problema de nada. Seriamente, sólo le envié un link a un amigo. Eso es todo lo que pasó.
Su padre escrutó su mirada, haciendo a Bella querer retorcerse. -¿Sólo amigos entonces?
- ¿Qué más podríamos ser?
- Esa es exactamente mi pregunta. -él la señaló, con expresión seria. -No te quiero cerca de un chico como él. Tienes demasiado por delante.
Bella se enfureció, deseando responder inmediatamente a su padre. Él hizo sonar todo como si Edward fuera alguna criatura nefasta, cuando en realidad él había sido una víctima. Hace no mucho tiempo, él admitió frente a ella que, después del juicio, se enfrentó al hecho de aceptar que Victoria lo había seducido y que James lo había empujado a hacerlo.
- Amo a Elsie. Claro que lo hago. -Edward le había dicho esa vez. -Pero cuando supe de ella, cuando la trajimos a casa, y era nada más que esta cosita pequeñita que constantemente lloraba sin poder decirme por que lo hacía, o que necesitaba... -él negó con la cabeza. -Creo que pasé los primeros dos meses llorando con ella.
Pero Bella entendió que defender a Edward sólo serviría para que su padre se sintiera aun más desconfiado. -Sólo somos amigos, -reiteró ella.
- Es sólo que he visto muchas chicas envueltas en el cuento de hadas. Jugando a la casita.
Bella bufó. -Vamos, es de mí de quién estamos hablando... Ni siquiera me gustan tanto los niños. Llegar a casa después de clase y hacer lo que él hace -cuidar a una bebé -no es mi idea de un cuento de hadas.
Finalmente, Charlie soltó una sonrisa. -Siempre has tenido una cabeza sensata sobre tus hombros, chica. Sabes que no me gusta ser el pesado, pero-
- Pero viene con el rol de ser padre, lo sé. -dijo ella rodándole los ojos, retadora. -¿Podemos comernos la pizza antes de que se enfríe? Edward nos trajo alitas, también.
* Libro escrito en 1891, por el autor inglés Thomas Hardy, que sigue la trama del drama.
¿Qué tal esto? ¿A poco su acercamiento no es dulce y cariñoso? Ay estoy más enamorada de ésta historia.
¿que opinan de Charlie?
En mi perfil tendrán los links de los disfraces de Elsie.
;) Ale!
