This is a translation, thanks so much to Nicol for giving me this opportunity. This belongs to RFM86 so, here it comes... Breaking Free.
Disclaimer: No soy la escritora ni mucho menos SM, así que espero que disfruten esto. Un abrazo enorme y gracias por seguir por aquí.
Summary: En medio de la huida y quedándose sin tiempo ¿Hasta donde será capaz de llegar el músico británico, Edward Cullen, para recuperar su libertad? ¿Será Bella Swan su salvación, o solo otra espina en su costado?
Beta: Hey-Mireia; te amo, mujer. Gracias por esperarme todo este tiempo, sin ti no sé que haría.
Un fic de RFM86 en colaboración con Little Wise Owl
Breaking Free
Capítulo 5
—Adelante, adelante uno, cinco. Estén atentos a una furgoneta Ford Ecoline blanca del 2003 robada y conducida por tres hombres caucásicos. La furgoneta está bajo la licencia de la Penitenciaría del Estado de Washington y fue vista por última vez al noroeste por la I-82. Son sospechosos de haber escapado y son considerados armados y peligrosos por ahora. Repito. Por favor, se—
Emmett se acerca e inesperadamente apaga la radio policial en el tablero.
—¡Mierda! ¡Estamos tan muertos! —exclama Jasper, lanzando su cabeza contra la ventana del pasajero. Yo solo niego con la cabeza con incredulidad mientras observo fuera de la ventana. Tal vez no tenemos tanta suerte como creemos.
—Sólo vayamos a Port Ángeles y arreglaremos todo desde allí, —sugiere Emmet. Si se da cuenta de que ha escapado con tres convictos, Rosalie no lo demuestra; se ha pasado la última hora coreando canciones de Def Leppard.
—¿Podrías ya cerrar la boca? —le grito y Emmet me da una mirada despectiva a través del espejo retrovisor.
—Puta madre, Emmet ¡dime que quieres volver a oír "Pour some sugar on me" y me callaré de una puta vez! —él no dice una palabra. Seh, eso es lo que creí.
—Okay chicas, —dice Jasper, siendo la voz de la razón, —Sé que todos estamos muy nerviosos por el momento, pero intentemos estar tranquilos. Debemos trabajar juntos o de otra manera no podremos salirnos con la nuestra de todo esto. —suspiro y veo por la ventana de nuevo.
Llegamos a Port Angeles justo cuando la noche empieza a caer. La lluvia acribilla la ventisca con gotas grandes mientras conducimos directo a la casa de la ex novia de Jasper. Alice vive con su hermana, Angela, en una pequeña y pintoresca parte de los suburbios apenas al norte de los límites de la ciudad. El vecindario es tranquilo, realmente tranquilo, e inconscientemente me hundo un poco más en el asiento de atrás, sabiendo que somos tan notorios como dolor en el dedo pulgar, por aquí. Realmente necesitamos cambiar esta furgoneta t.r.c.s.p.
—La siguiente casa de la izquierda, —dirige él, señalando a una casa de pueblo pintada de color claro con la luz del porche encendida. El sonido de las aletas de un helicóptero cortando el viento puede ser oído a la distancia. Me hundí un poco más en el asiento trasero.
—Muy bien, caballeros, —dice Jasper mientras toma una bolsa con ropa de nuestras compras previas. —Diría que ha sido divertido, pero no ha sido así. —sonrío ante su comentario. Lo tiene claro.
—¡Awww! ¡Yo si la estaba pasando bien! —dice Rose, realmente ofendida porque Jasper no hubiese disfrutado el tiempo que pasó escuchando su improvisado cantar en el asiento de atrás.
—¿Podemos dejarla a ella aquí también? —sugiero y Emmet gira en su asiento con una mueca maligna en su rostro.
—¡Te dejaría mucho más pronto aquí a ti, que a ella! —responde en un ladrido y cruzo mis brazos sobre mi pecho.
—Ya veo donde se posa tu lealtad, —respondo en un siseo. El zumbido que se oye del helicóptero se oye más cercano y decido cerrar mi boca para acelerar todo.
Es en ese momento que, una joven menuda con el pelo negro azabache, sale sobre los escalones de la entrada. El rostro de Jasper se contorsiona en una sonrisa cegadora. Pongo los ojos en blanco, sabiendo que en el fondo que éste era el premio por estar al otro lado para él, la razón por la que decidió unirse a la fuga.
—¿Jazz? —pregunta sorprendida, abriendo un paraguas y dando un paso fuera del refugio que ofrece el porche de aquella casa de los suburbios.
—¡Ali! —grita él he y se aleja de nosotros corriendo hacia ella. Es como una escena de "Diario de una pasión"**, y está pasando justo frente a mis ojos.
—¿Podemos largarnos ahora? —pregunto y Emmett se encoje de hombros. Rosalie está pegada a la ventana, lloriqueando ante la pequeña reunión de Jazz y Alice. ¡Que tonta!
Antes de que Emmett tenga tiempo para poner la camioneta en reversa y en marcha al camino por el que entramos, las cosas toman un giro repentino hacia lo peor. Una brillante luz blanca aparece justo encima de nuestras cabezas. El helicóptero está apenas lejano, pero están cerca. Demasiado cerca.
—¡Mierda! ¿Qué hacemos ahora?— grita Emmett; y su rostro está pálido de miedo.
—¡Jello shots!*** —sugiere Rose muy contenta. ¡Mierda! ¡Mierda! ¿Qué vamos a hacer ahora? ¿Qué voy a hacer yo?
Nos han atrapado.
—¿Qué está pasando, Jazz? ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Cómo saliste? —pregunta Alice, claramente confundida por lo que está pasando a su alrededor. Los vecinos han empezado a salir de sus casas para ver de qué va toda la conmoción.
—Nos escapamos, —le dice él, y ella jadea, su boca forma una 'O', cuál pez hablando en el agua. —Te diré todo sobre eso luego ¡pero ahora mismo debo irme! —se separa de ella a regañadientes y empieza a alejarse en dirección a la furgoneta cuando el helicóptero aparece sobre el techo de una casa, tres puertas más abajo.
—¡Espera! —le grita, persiguiéndole, —¡Yo también voy! —¡Mierda! ¡De ninguna manera! Una sola mujer en éste viaje es suficiente.
—¡Esto no es un viaje de carretera, pedazo de estúpidos! ¡No tienes idea de lo que están pidiendo! —grito en respuesta. ¿Acaso todas las mujeres de por aquí son así de densas?
—Edward, no lo entiendes. Si tuvieras a alguien especial aquí, querrías que ella te acompañe también, —dice Emmett, tocando una fibra sensible. Y puedo sentir lágrimas agrupándose debajo de mis párpados. Me rindo sin palabras de inmediato, mientras las memorias del pasado invaden mi mente.
—Alice ¿crees que podamos llevarnos tu auto? —sugiere Jasper, deteniendo mi tortura interna. Es la mejor idea que ha tenido en todo el día. Es exactamente lo que necesitamos, cambiar esta furgoneta y salir como el demonio del paso. Rápido.
—¿El escarabajo? —pregunta ella mordiéndose el labio y observando el Volkswagen Beetle amarillo pastel estacionado en frente de la entrada. No hay forma en el infierno que todos nosotros vayamos a entrar en esa cosa.
—¿De quién es la minivan? —Emmett pregunta mientras señala a la camioneta aparcada en el garaje abierto. No la había notado antes, pero sería perfecta.
—¡Es de mi hermana! ¡Esperen, déjenme traer las llaves! —dice ella y se mete a la casa subiendo las escaleras, antes de que alguien tenga la oportunidad de responder.
Jasper se ríe, —No sabía que lo tenía en ella. —niego con la cabeza, sonriendo ante el hecho de qué podremos deshacernos de la van policial.
—Creo que ella quiere tenerte a ti en ella, —suelta Rose, tan seria como el día. Incluso yo no puedo evitar carcajear.
El helicóptero se acerca más, iluminando cada casa y su respectivo jardín. Sé que ya nos hubieran cogido de no ser por la lluvia que está obstruyendo su visión.
Alice corre de regreso a casa, ésta vez sin paraguas, y abre las puertas de la camioneta beige. Las luces se encienden y suena un pitido alto. Todos seguimos su rumbo y saltamos dentro. Huele como a pies y a niños.
Alice saca la camioneta del garaje cuidadosamente, observando los espejos y ajustando su asiento. ¿Acaso no se da cuenta que estamos apurados aquí?
—¿Podrías apresurarte ya? —cuestiona Emmett, sacando las palabras que estaban en mi boca, y Jasper arroja una pelota de fútbol que encuentra en la camioneta, directo a su cabeza. —No importa, —agrega.
Alice conduce lentamente, tanto que parece gatear, y cuando sale del vecindario me sorprende que en realidad nos hemos escapado con eso.
—Van a ver la camioneta, averiguar quién vive allí, y perseguirnos, —digo. Por las expresiones de sus rostros, parecen estar muy de acuerdo conmigo.
—Como ya dije, cruzaremos ese puente cuando lleguemos allí, —suelta Emmett con un suspiro y yo me apoyo en la puerta, intentado estar lo más lejos posible de el espacio de Rose y el suyo. Simplemente debería subir a su regazo si va estar tan cerca de él.
—Bueno ¿hacia donde? —pregunta Alice y Jasper la toma de la mano libre y lleva sus nudillos a su boca, dejando un pequeño beso allí. Ella le sonríe dulcemente. ¡Al menos no es tan fastidiosa como Rose!
—Forks, —le digo y ella me da su señal de aprobación.
—¿Qué hay en Forks? —pregunta ella despreocupadamente. Todos me ven, esperando por mi respuesta.
—Mi única oportunidad de libertad, —les digo y apoyo mi cabeza contra el cabecero.
—Tan salvaje y libre, tan lejos de miiiiiiiii —canta Rose, fuera de tono, volviendo a su infinito conocimiento de las letras de las canciones de Def Leppard. Esta será una noche muy larga.
t.r.c.s.p.: tan rápido como sea posible. En inglés es A.S.A.P.
**The notebook: Conocida en castellano como Diario de una pasión, o El Diario de Noah película de Nick Cassavetes, basada en el libro del mismo nombre escrito por Nicholas Sparks. Creo que todas lo conocemos muy bien ;) y conocemos la escena que se describe en este capítulo.
N.T: Gracias a mi hermosa Mire, que la hace de Beta aquí y aguanta mi lentitud que a veces parece eterna. Y a las nuevas lectoras, agradezco infinitamente su paciencia y sus opiniones. El capi aún no está beteado, pero lo modificaré en cuanto me lo envíen de vuelta. ¡GRACIAS!
Una última cosa que en estos meses de ausencia me han preguntado, sí, continuaré todas y cada una de mis historias y las traducciones también.
Besitos.
Ale!
