El té estaba muy bueno, la verdad era que su agradable aroma y efecto relajante, le ayudaban mucho en este momento. Pues sentía que corría un gran peligro y sin saber exactamente el porqué, en un despacho, se encontraban dos personas sentadas en un par de sillones amueblados y de apariencia costosa. Estaba muy bien equipada, con un gran escritorio, artilugios interesantes, adornos llamativos y libreros con varios contenidos. Miren por donde lo miren, este despacho era comparable a cualquier moderna librería demostrando enormemente que pertenecía a alguien de gran poder económico.

Le pertenecía al joven demonio que se encontraba ahí sentado, bebiendo su te de forma tan imperturbablemente calmada que podría poner incomodo a cualquiera que lo observara. Bajo los estándares femeninos se podría decir que era apuesto; cabello azul aguamarina corto, bien parecido y vestimenta constituida con ropas de fina tela. No se podía apreciar el color de sus ojos porque mantenía esa expresión tan enigmática consistente en mantener su mirada cerrada en todo momento y junto a esa afable sonrisa daba la impresión de que sonreía de forma amable que podría engañar a muchos, pero a ella no, pues desde que lo ha conocido esa esa expresión le causaba el efecto contrario a la que el dueño quería mostrar.

Y eso siempre la mantenía en estado de alerta cada vez que lo veía por diversas cuestiones.

Ahora se preguntarán quien es la compañía de este enigmático demonio.

No era nadie a quien nuestros protagonistas hayan conocido con anterioridad.

Se trataba de una hermosa chica adolescente con largo cabello castaño/rubio con puntas azules y ojos del mismo color. Tenía un cuerpo muy bien atribuido que no tenía nada que envidiarle en cuestiones de belleza y voluptuosidad a Rias Gremory o la maou Leviatán, vistiendo un elegante vestido rojo que terminaba por resaltar su belleza. A pesar de encontrarse en un ambiente más o menos casual y acompañada de un "familiar" no podría evitar sentirse en peligro. Aunque podría intuir por qué.

Y ese era el sujeto con quien estaba hablando de forma tan cordial de carácter misterioso.

—Debo decir que es agradable poder reunirnos de ven en cuando —El sujeto hablaba con un tono de voz calmada —No todos los días puedes disfrutar de una buena taza de te con alguien de tu propia familia.

—Exactamente Diodora-san —la mencionada le respondía también con una sonrisa elegante y un tono amable, pues sus instintos le indicaban que debía irse con cuidado porque ese sujeto se veía capaz de hacer cualquier cosa, y el hecho de que sean familiares, poca cosa podría importar —creo que fueron más de 6 años ¿no?

—6 años con 8 meses y 27 días a decir verdad —respondía calmado el joven heredero demoníaco—, no es que me esté quejando, todo lo contrario, me alegra volver a verte querida sobrina, pero no puedo evitar que cierta duda asalte mi mente —mencionaba dejando su té en la mesa.

—¿Y esa es? —Preguntaba ella mientras volvía a beber de su taza.

—¿Por qué ahora?

Una vez que Diodora había soltado su pregunta, el ambiente comenzaba a sentirse demasiado tenso, pues una discreta pero penetrante mirada vasto para poner en alerta los sentidos de la demonio noble. Pues a pesar de que se encontraban dentro de los dominios del clan Astaroth la sala donde estaban tomando el te se encontraba sellada por cuatro paredes, a excepción de un pequeño balcón suficientemente estrecho y aislado que no serviría de mucho si se sintiese atacada y quisiera pedir por ayuda. Un escenario perfecto si se quisiera cometer un crimen.

Pero tampoco es que Diodora fuera lo suficientemente estúpido como para atentar contra alguien de su familia dentro de los dominios del clan.

¿No hay fallas en eso verdad? Entonces ¿por qué no se sentía de ese modo? ¿Porque la presencia de Diodora le trasmitía ese sentimiento?

Sentía que había algo extraño y peligroso dentro del mismo clan, pero no sabía qué era lo que pasaba y eso la estaba preocupando un poco, además de generar cierto temor y nerviosismo. Pero ocultó sus emociones tras su rostro apacible y calmado, hasta esbozó una ligera sonrisa que por sorprendente que pareciera logro convencer a Diodora. Pues si algo caracterizaba a Latia Astaroth era ser una buena actriz.

— En realidad no hay mucho que indagar Diodora-san, me enteré de que pronto serás ascendido a líder del clan, así que quise venir a felicitarte — respondió con honestidad, pues esa era la intención inicial. Pero todo cambió cuando puso un pie dentro del despacho y fue recibida por el mismo —¿Acaso no es un motivo con suficiente peso?

Diodora a pesar de sonreír como siempre y tener los ojos cerrados, alzó una ceja en confusión. Era algo extraño al recordar que ellos no eran muy unidos en realidad.

— ¿Cortesía? Probablemente, pero aun así pero no puedo evitar sospechar que me ocultas algo querida —pensó el heredero en su mente y quitándole importancia a todo esto — bueno, debo decir que me siento muy alagado por ese gesto de tu parte querida Latia, la verdad era que esperaba palabras de aliento. —Decía mientras pretendía suspirar como si estuviese actuando y no sintiendo realmente lo que sus palabras decían —. No lo parece, pero en realidad estoy algo nervioso y me preocupa estar a la altura del cargo que se me ha conferido.

— Me lo puedo imaginar pronto tendrás responsabilidades más grandes, después de todo, ahora la estabilidad del clan ahora descansa sobre tus hombros —Decía ella observando su reflejo en su taza de té —, yo también me sentiría nerviosa si un cargo parecido se me otorgase.

Diodora abrió por uno instantes sus ojos, pero fue tan efímero que su joven acompañante no pudo detectarlo.

—Me doy cuenta… pero ¿estas bien con esto? —preguntaba curioso, pero sin cambiar su semblante típico —, tú también eras una candidata a serlo, pero fuí elegido al final. —Y eso puede generar ciertas discordias entre nosotros, aunque seamos una unida y amorosa familia.

Si claro amorosa familia…

Latia suspiro, pues en realidad su tío estaba muy equivocado, en especial por la última frase mencionada, no pudo evitar pensar que su estimado familiar era un hipócrita de lo peor.

—No es necesario su preocupación, al menos por mi parte no querido tío —respondía con una voz llena de alivio —Y siendo sinceros de hecho me siento aliviada pues me quitaron un enorme peso de encima. De hecho no creo ser apta para tomar el puesto de líder, no por ahora.

—Oh ¿en serio? —preguntaba divertido e incrédulo el joven demonio. —tus palabras me conmueven…

—Por favor no se burle de mi —mencionaba la joven con algo de molestia. —, estoy hablando con completa sinceridad.

El demonio solo atina a reír.

—Lo siento, no quise ofenderte. Pero eso es algo que me cuesta creer —mencionaba aún con su tono solemne —Personas como tu tienen el potencial de conseguir verdaderos seguidores, liderar legiones enteras, hacer que los demás sean capaces de dar su vida por ti... Has mostrado esas aptitudes en varias ocasiones.

—Lamento discrepar con usted Diodora-san —mencionaba aún con su tono solemne —, pero no concuerdo con su forma de pensar.

—Es aceptable, seria aburrido que todos pensemos igual después de todo

Y tras sonreír de esa inquietante forma de nuevo solo atino a chasquear sus dedos y de inmediato aparece una elegante y joven mujer de cabello blanco largo y vestida de sirvienta, con un conjunto azul y blanco representando los colores de la inocencia que adoptan los feligreses de la iglesia. Esta era la reina de Diodora.

Ante la llegada de ella, Latia se estremeció un poco, pues ese temor desconocido aún la hacía sentirse en alerta. Tampoco entendía por qué había llamado a su pieza más fuerte, sin que Diodora se diera cuenta, ella empezó a recitar un hechizo mágico dentro de su mente por si debía defenderse, pero eso sí, para no levantar sospechas no dejaba de esbozar esa expresión calmada.

—Querida ¿podrías traer un poco más de té? —pedía el joven a su reina con amabilidad —,el que tenemos ya se nos acabó.

—Hai, Diodora-sama. Trataré de hacerlo lo más pronto posible.

Tras esas palabras, la peliblanca desapareció en un círculo mágico. Haciendo que Latia respiraba con alivio.

—Falsa alarma —pensaba aliviada la joven demonio —¿no hubiera sido mejor avisarle con un círculo de comunicación? —preguntaba con una ceja alzada.

—Es bueno que hagan ejercicio de vez en cuando —respondía como si nada el joven sentado al otro lado —. Sabes que eres más que bienvenida de entrar a mi humilde morada, pero quizás me moleste un poco que intenten engañarme querida Latia —La demonio noble se estremeció un poco pues ahora que Diodora abría un poco sus ojos, podían verse de un amenazante color dorado dándole un tono intimidante —¿Me podrías decir a que viniste realmente?

Por algún motivo, Latia empezó a temer por de propio tío. La verdad no se conocían mucho por lo tanto no había demasiado lazo entre ellos por no decir nulo, sus relaciones no se diferenciaban a las reuniones de negocios entre socios. Algo raro estaba pasando aquí.

Y Diodora lo sabía perfectamente.

—Sabía que lo descubrirás, eres muy inteligente después de todo.—su rostro y voz se volvieron serios, cosa que le dio curiosidad al joven. Pues no esperaba ese cambio de humor —, vengo a darte una advertencia.

—¿Disculpa?

—Asesinaron al próximo líder del clan Glaysa-Labolas. Pero supongo que ya lo sabias ¿verdad?

Nadie, aun con la vista privilegiada de un demonio lo habría notado, pero ella sí. Diodora se tensó de una forma casi imperceptible. Su ceño se frunció en preocupación al sospechar algo que era impensable según ella.

—He escuchado algo sobre eso —aun así, su semblante no cambió ni un poco haciendo gala de sus habilidades en lo que ser un doble cara se refiere— ¿Pero qué tiene que ver algo como eso conmigo?

—Mucho Diodora-san más de lo que puedes imaginar. Tu vida puede estar corriendo peligro —mencionaba sería, sorprendiendo a su tío por aquellas palabras. Pues esperaba que ella tuviera sospechas sobre él —según los ancianos de la familia se corre el rumor de que hay espías de chaos brigade caminando entre sus anchas por el inframundo y si planean realizar un atentado no hay forma de poder anticiparlo.

Ante estas palabras, Diodora se relajó un poco, aunque por dentro esbozaba una sonrisa un tanto tétrica, pues su sobrina tenía buenos dotes para liderar pero al final de cuentas seguía siendo una ingenua. Y eso le convenía bastante.

—¿Y entonces los ancianos del clan piensan que yo podría ser el siguiente objetivo?

Latia asiente generando una imperceptible expresión de diversión en el rostro de su tío.

—Eres un próximo heredero de uno de los clanes más importantes del inframundo ¿hace falta decir más? —menciono la chica cruzada de brazos y seria —sospechamos que alguien hace esto para iniciar algo, no sabemos qué, pero no puede ser algo bueno. Así que es mejor estar prevenido.

Diodora sonrió como siempre y más tranquilo, como si se hubiera quitado un gran peso de sus hombros.

—Oh, querida sobrina. No debes preocuparte por eso —respondía Diodora con su calma y seguridad habitual —,créeme cuando te digo que puedo defenderme solo.

Latia iba a refutar por su falta de preocupación a su propia seguridad, pero de pronto se quedó quieta y sus ojos se dilataron un poco, Diodora no noto aquello. Pero segundos después Latia volvió a la normalidad.

Lo que se me acaba de revelar ha sido muy interesante —murmuró con una ligera sonrisa.

De pronto, todo para ella se aligero, ese temor y sensación de peligro se habían disipado. La atmósfera hostil y pesada ya no se sentía para nada, ahora había una sensación de paz, seguridad y calma.

¿Qué había pasado? No se sabía, pero debió ser algo bueno ya que sonreía de forma aliviada.

—¿Ocurre algo querida sobrina? —preguntó curioso Diodora al ver el estado de ánimo de su familiar.

—Oh, nada del otro mundo querido tío. No debes preocuparte —respondía ahora sin temor y más seguridad —debo decir que esta visita fue placentera, pero ya debo retirarme. Ya di el mensaje después de todo —Decía ella mientras se levantaba con elegancia y tomaba su bolso.

—¿Te vas tan pronto? —pregunto Diodora con su amabilidad fingida —. Él te todavía no está listo.

—Será otro día, pues no puedo quedarme más. Lo siento —se disculpaba con una ligera reverencia —,debo informarles a los jefes de la familia sobre tu posición, además de informar que mi recado fue dado con éxito. Espero que lo entiendas.

Diodora suspiro divertido ante las palabras de su sobrina.

—Bueno, es una pena. Pero los deberes son primero —respondía aparentemente comprensivo el próximo líder Astaroth —, no te detengo más querida Latia, solo me queda desearte que tengas buen día.

—Gracias tío, tu igual.

¡Fooosh!

Latia salió del despacho de su tío por medio de un círculo mágico, apareciendo en la entrada del hogar secundario. Ahí vivían aquellos que pertenecían a la rama secundaria de la familia, empezando a caminar hacia dentro del lugar, siendo saludada y recibida con respeto y educación, pues pertenece a la rama secundaria de la familia, pero seguía siendo una Astaroth a fin de cuentas. Los guardias, la servidumbre y otros miembros del clan le hacían ligeras reverencias mientras caminaba. Era alguien bastante respetada al parecer.

Pero había algo llamativo en ella, su rostro no era amable y apacible como lo era normalmente. Era muy serio y hasta algo preocupado.

—Esto… es muy grave… todo parece que está perdido...

Pensaba al recordar ciertas memorias.

……

Todo era caos y muerte, fuego (irónicamente) en el inframundo. El ejército de los cuatro grandes satanes había sido diezmado, despedazado y regado en toda la zona de batalla, algunos cuerpos inertes ardían entre en las llamas. Armas rotas o clavadas en el suelo, gritos de dolor, terror, agonía e ira podían escucharse en todo el sitio. Latia estaba en medio de toda esa masacre, herida y arrodillada con los ojos abiertos en el terror y shock. Nadie se había salvado de ese genocidio.

Frente a ella, había batallones de soldados enemigos, los cuales celebraban y burlaban por las masacres observando con orgullo el caos que habían soltado en todos los mundos. Habían algunos que resaltaban de entre todos, ella no quería creerlo, pero entre ellos parecía haber alguien que conocía muy bien. No podía verse bien, pues las sombras ocultaban gran parte de su identidad, pero los ligeros rasgos que pudo ver los reconoció de inmediato. Vestía como la realeza, sentado en un trono de hueso, el cual estaba rodeada de los cadáveres de sus enemigos, en su mano una copa de vino o eso parecía ser. Lo que reconoció de el, fue esa maldita sonrisa llena de soberbia y esa perturbante mirada de ojos ámbares.

Se trataba de alguien bastante conocido para ella.

Pero lo peor de todo es que ese gran ejercito parece no ser el problema principal. Sino aquella bestia tras de ellos, no podía describirla, pero era algo sacado de sus pesadillas más retorcidas e inarrables. Sus rugidos eran el cántico que presagiaba el fin del mundo.

…….

—Oh eso debería creer….

Ahora pensaba de forma más positiva y alegre.

……

El ejercito enemigo y sus líderes, incluido Diodora que habían logrado acabar antes con el ejercito aliado ahora se encontraban totalmente aniquilados, muertos en el suelo con muecas de incredulidad y agonía. Los líderes de las facciones y sus ejércitos se encontraban heridos, pero alzados en vitoreó de victoria y algarabía con armas en alto.

Habían logrado ganar la guerra, para que los tiempos de paz continuaran como estaba predestinado.

La bestia de pesadillas se encontraba muerta frente a ella ¿quién había logrado derrotarla? Pues ni los líderes ni los dos dragones celestiales fueron.

Veía una espalda, una muy ancha y fuerte, cubierta por una camisa negra sin mangas. Una funda de espada colgaba de el y dicha arma, se encontraba empuñada en su mano derecha. Su cabello era un rubio tan radiante que parecía oro y estaba tan erizado que parecían espadas sin vainas. Ambos eran rodeados también por cadáveres enemigos, eran miles, la hoja de su espada estaba bañada en sangre. Ella sorprendida en ver que ahora estaba totalmente ilesa, ni una herida se encontraba en su piel, al igual que él. Cuando volteo, dicho cabello dorado, lentamente descendió a un color cían, solo pudo verlos unos cuantos segundos, pero sus ojos eran verde como la esmeralda más brillante, para después pasar a unos profundos azules. Al envainar su espada con una envidiable maestría le obsequio una de las sonrisas más bonitas que pudo alguna vez observar.

Una mirada que jamás creyó que sería para ella. Pero así lo era.

Te dije que te protegería….

Abrió los ojos en sorpresa al entender lo que dijo, pues no podía oírlo hablar por alguna razón, solo pudo leer sus labios. Este le ofrecía su mano para ayudarla a levantarse, cosa que acepto sin dejar de observar sus ojos. Una luz intensa se encendió en todo el lugar cuando sus manos se unieron.

…….

Latia recordaba aquello con un sonrojo y una sonrisa ligera, se llevaba una mano al pecho cuando recordaba al lindo chico que la protegió en su visión. Esto era el indicativo de que estos dos estaban conectados de alguna manera.

Por lo tanto, debía hacer una cosa. Encontrarlo a como dé lugar.

—Tal vez deba hablar con los ancianos sobre algo más.

Mencionaba con una hermosa sonrisa mientras se perdía en los pasillos de la enorme mansión.

Tres semanas.

Exactamente habían pasado tres semanas desde que la academia de valquirias abrió sus puertas para obtener nuevas aspirantes, nuevas doncellas guerreras y heroínas que cargarían con la obligación y el honor de condicionar a los valientes que murieron en una batalla hacia el Valhalla.

Era un páramo algo desértico, pero con rastros vegetales a sus alrededores y ruinas de lo que en su tiempo parecía una enorme ciudad de comerciantes donde en antaño solían reunirse todos los comerciantes de todos los reinos a excepción con el único propósito de ofrecer sus productos y adquirir otros artículos que normalmente no encontrarían en sus respectivos reinos.

Konnusgard, así era como se le conocían los remanentes de lo que quedaba esa ciudad cuya estructura y diseño podría considerarse como una maravilla mundial. Como las que existen en el mundo humano.

Edificios de todos los tamaños, tiendas, cafeterías, bibliotecas, herbolarias, herrerías, hospitales, de todo…

Hasta que la guerra llego a hacer de las suyas. Y lo peor del asunto es que fue por una disputa absurda que fácilmente podría haberse resuelto sin el mayor de los problemas si no fuera por los deseos oportunistas de aquellos beligerantes.

Como era de esperarse, todo quedo arrasado dejando aquella maravillosa ciudad como si fuese un mito del pasado, de esos en los que las madres les cuentan a sus retoños antes de dormir. Y aunque aquella ciudad tuvo sus tiempos de gloria, ahora es cosa del pasado.

Como una manera de recordatorio de lo que sucedió en el pasado y así para que no se repitiesen de nuevo aquellas absurdas disputas. estas ruinas de lo que alguna vez fue una majestuosa ciudad es representada como memorial viviente de los que perecieron en esa cruenta y absurda guerra y de las consecuencias que puede tener una guerra de esas proporciones.

Aunque también serviría como campo de entrenamiento para las futuras generaciones, pues hay un proverbio demasiado acertado en el que reza que si quieres que haya paz debes prepararte para la guerra. No por nada las grandes potencias mundiales tienen arsenales capaces de arrasar el mundo por completo y se esmeraban en mejorar la efectividad de estos con el fin de hacer disuasión entre sus enemigos y así se evitasen guerras innecesarias.

Y como muchas veces suele pasar, cada vez que hay un ejercicio al aire libre los ánimos de los presentes no se hacen esperar, hablando y riendo en voz alta sin prestar atención a su alrededor.

Desgraciadamente a Rossweisse se le había asignado esta actividad, pues al ser la asistente y guardaespaldas de Odín era mucho más capacitada o al menos eso creyó la diosa madre y encargada del proyecto para valquirias reencarnadas. Pese a sus contantes y planteamientos bien argumentados a cerca del porque alguien más capacitado debería hacerse cargo, pero la diosa madre se mantuvo firme a su decisión como una muestra de la fe que ella le tenía.

Para su mala fortuna.

—Etto, ¿serian tan amables de escucharme? —preguntaba ella con marcada timidez, pero al parecer las aspirantes continuaban en lo suyo sin prestar la más mínima atención —,es importante…

pero al ver que no tenía la atención de las aspirantes solo pudo atinar a suspirar con resignación

—Vaya ¿problemas para hacerte notar?

Rossweisse alzo la vista y pudo notar que una valquiria de edad más avanzada hacia acto de presencia.

Se trataba de Gondüll una de las legendarias valquirias de antaño que hizo su nombre famoso en los 9 reinos de Yggdrassil, una valquiria que gracias a su fortaleza y hazañas se ganó una fama inmortal, una fama en la que sería recordada hasta en futuras generaciones y en estos momentos representaba un gran alivio para la valquiria platinada que ciertamente no sabía cómo lidiar con la situación.

—Veo que si—mencionaba la veterana valquiria con un tono de diversión —lo sé, lo se, la primera vez siempre es fatal.

—¿Abuela Gondüll? —Hablo ella con un marcado tono de sorpresa

Así es, se trataba una de las valquirias legendarias y que habían sobrevivido al genocidio de hace milenios. La anciana reía volvía a reír al ver los nervios de su nieta, la misma se sonrojo de pena y vergüenza pues su abuela estaba presenciando aquel momento embarazoso, cuando lo que menos quería es que alguien como ella la observase quedando en ridículo.

—Te vez realmente fatal, vamos querida cuéntale a esta veterana anciana que es lo que te aqueja —.Hablo ella con un tono apacible.

Rossweisse suspiro con resignación.

—Realmente no sé cómo lidiar con eso —decía Rossweisse con un tono depresivo —Que no me escuchen cuestiona mi desempeño y mi dignidad…

Al escuchar eso solo Göndul atina a reírse.

—Tú y tu afán de hacerte la dramática —exclamaba Gondull mientras le daba una palmada algo brusca en la espalda a Rossweisse—la peli platina bajo la mirada una vez más avergonzada—escucha querida nieta, debes ser más segura de ti misma—Gondüll comenzaba a caminar frente a ella —si no, nunca vas a lograr lo que te propongas y desees.

—Pero abuela no es tan fácil como lo pintas…

La anciana atino a reír una vez más.

—Mira y aprende Ross—la anciana paro frente a todos y alzó ligeramente su bastón—disculpen buenas tardes, soy Gondüll. Necesito de su atención—hablo de forma más segura que su nieta, pero también fue ignorada, sobra decir que se enojó por eso —he dicho… ¡ NECESITO DE SU ATENCIÓN!

¡TACK!

Suavemente golpeó suavemente el suelo con la punta de su bastón y pese a eso, este género un sonido fuerte y una ligera onda expansiva que se extendió por toda la zona. Todos tuvieron que cubrirse con sus brazos y hacer fuerza para no caer por la fuerza de empuje, logrando por completo el cometido.

La atención de las presentes estaba puesta en ellas.

Frente a una boquiabierta Rossweisse y a unas atemorizadas aspirantes, la anciana valquiria sonrió con autosuficiencia.

—Así está mucho mejor.

Debía admitirlo, en todos estos años que fueron un total desastre en su vida como el último guerrero de su línea de tiempo, nunca espero volver a dormir con calma. Fue una de las camas más cómodas en las que pudo haber dormido alguna vez, de acuerdo, no iba a negar que las de Asgard también eran excelente, pero esta era completamente diferente que tan solo al acostarse en ella fue suficiente para hacerle caer rendido al mundo de los sueños.

Así que se podría decir que ambos lugares de eran lo suficientemente buenos para tener un tiempo de sueño decente.

Terminó de despertar cuando los rayos de sol que se filtraban por los espacios de la cortina en la ventana le dieron ligeramente en la cara, se levantó y bostezo mientras estiraba sus brazos al aire para tratar de quitar la mayoría de la pereza mañanera que todos tienen, aunque él estaba acostumbrado a dormir pocas horas y tener el sueño ultraligero gracias a las vivencias que tuvo en ese infierno del futuro.

Y precisamente hoy le costaba un poco de trabajo levantarse cosa que le causó extrañeza porque era la primera vez que sucedía, aunque quizás el entorno tranquilo en el que se encontraba hizo reaccionar su cuerpo de forma diferente.

Y estaba agradecido por eso.

—Creo que dormí más de lo debido—mencionaba con una ligera sonrisa de satisfacción mientras estiraba las manos y daba un último bostezo —, espero que esto no se convierta en un mal hábito en el futuro—mencionaba mientras se levantaba de la cama.

Se miro en el espejo mirando sus enmarañados cabellos causa de haber pasado más horas pegado a la almohada, cosa que le causó gran curiosidad porque jamás imagino ver sus cabellos de esa manera, noto que al lado del espejo había un cepillo femenino y por un momento dudo en utilizarlo porque quizás podría pertenecerle a Sona o a la ama de llaves pero como no le gustaba la forma que tenía su cabello decidido que tal vez no había nada de malo tomarlo prestado por unos momentos para poder acomodar sus cabellos a su forma original.

Y vaya que le costó trabajo dio muchas cepilladas y hasta la quinta lo consiguió y cuando estaba a punto de terminar escucha que detrás tocaban un poco fuerte, sorprendido por eso miro su reloj y para su sorpresa apenas eran las 6 de la mañana.

¿Tan temprano? Fue lo que atino a pensar, bueno no es de sorprender después de todo ya sabía cuan responsable podría ser Sona, pero incluso para el sentía que era innecesario levantarse temprano en un fin de semana a menos que tengan un trabajo que los obligue.

Y dudaba que Sona tuviera uno a esa edad. Aunque estar a cargo de un vasto territorio como es la ciudad de kuoh podría considerarse como uno.

—Trunks-sama ¿esta despierto? — La persona en cuestión se trataba de Primrose, la maid de la casa.

Sorprendido porque fue incapaz de detectar la presencia de la ama de llaves este ignoro la pregunta que le había hecho la ama de llaves, pues le causaba un poco de escozor que ese demonio fuese capaz de evadir su sentido del ki y le intrigaba al mismo tiempo porque ni siquiera Ophis era capaz de lograr tal cosa.

—¿Trunks-sama?

Ahí rápidamente Trunks sacudió la cabeza para aclarar sus pensamientos.

—Etto… si… Acabo de levantarme —Trunks respondió ligeramente para evitar levantar sospechas.

—Me complace saber que durmió bien—respondió ella con ese tono taciturno —en unos momentos estará listo el desayuno.

—Le agradezco por el aviso —respondió el chico ya levantándose de la cama —Estaré ahí en un instante.

No dijo nada más. La maid decidió seguir su camino, ahora debía dirigirse al cuarto de su ama para levantarla. Normalmente al ser su ama, sería a la primera a quien iría a despertar, pero ahora el cuarto donde estaba hospedado Trunks era el más cercano. Además, la pelinegra y ella tuvieron una conversación bastante intensa y reveladora aquella noche. Así que era mejor dejarla descansar un poco más, aunque sea unos cuantos minutos.

Cuando llego a la habitación de Sona, iba a tocar, pero noto que la puerta no estaba completamente cerrada eso le causo un poco de sospecha, pero enseguida dedujo de que se trataba, suspiro con un poco de pesadez y decidido entrar a la habitación

—Sona-sama — comenzó ella con un tono severo al ver el estado que se encontraba la demonio noble —¿no me diga que paso toda la noche sin dormir?

Sona estaba acostada, cosa muy poco común en ella ya que era siempre estricta en esas cuestiones, normalmente estará aseada y vestida como era debido lista para iniciar otro día de rutina para poder estar a la altura de ser la siguiente líder del clan. Pero esta vez era diferente; en lugar de eso se encontraba acostaba, mirando hacia el techo con ligeras ojeras en sus ojos un claro remanente de que en efecto no había dormido en toda la noche y que en lugar de descansar como era debido se desveló maquinando en las consecuencias habidas y por haber que ocasionó su inocente partida de ajedrez con cierto sujeto venido de otro universo, dimensión o la mierda que se llame.

Y no era nada menos, literalmente se casaría con un sujeto que apenas conoce venido de quien sabe dónde.

—¿Q-Que te hace p-pensar eso? —dijo en su defensa con un tono no muy propio de ella, quizás gracias a los estragos de no haber dormido en toda la noche.

La maid volvió a suspirar con pesadez.

—Le he dicho cientos de veces que es esencial que cuide de su sueño —dijo ella con un tono de desaprobación —una mente fuerte siempre debe tener su merecido descanso.

Ella se levanto lentamente de su cama dedicándole una mirada seria a su ama de llaves.

—Solo fue por esta ocasión, no hay razón de que exageres —decía ella sin ganas de recibir un sermón —lo único que necesito es tomar una ducha con agua fría y estaré como nueva.

Por enésima vez la maid suspiro.

—Si usted lo dice —fue lo único que dijo sin entrar en más detalles —Trunks-sama esta despierto y aguarda en el comedor, sugiero que no lo haga esperar demasiado.

Tras dar una reverencia la maid se retira para poder concluir con los preparativos del desayuno.

Una vez que la ama de llaves abandono su habitación, la demonio noble nuevamente deja caer su cuerpo hacia la cama con marcada pereza, volviendo a darle más vueltas al asunto.

Maldita sea, como odiaba cuando uno de sus planes se volteaba contra sí misma. Esto no era algo que se esperaba, está bien, sabía que no iba a ser invicta por siempre, pero ¿tan pronto fue derrotada? Aquí había algo raro, no creía en cosas como el destino y cosas así, pero miren como es la vida de sorpresiva. Ningún humano ni ser sobrenatural había logrado vencerla en un juego de ajedrez, ahora, un chico mortal con un poder irreal y que salió de la nada, la venció después de una difícil partida. Esto olía a conspiración por varios kilómetros.

Ahora ¿Cómo lo tomaría Trunks? En su mente muchos escenarios terminaban en situaciones incómodas o directamente mal. Técnicamente lo está obligando a estar con ella en matrimonio al haberle ganado, algo que en realidad no planeaba, simplemente paso y cabe aclarar que Trunks no estaba ni por enterado de esa condición por lo que cualquier tipo de rechazo de su parte estaba más que justificado. No pudo evitar maldecir por haber sido tan arrogante y haber puesto esa condición.

Frustrada por la situación dio un fuerte golpe a la pared, haciendo que rápidamente tomara su mano afectada debido al dolor ya que no estaba acostumbrada al hacer ese tipo de cosas, por ende, no era de extraña que sintiera mucho dolor tras ese golpe, maldiciendo su suerte nuevamente se levanta de su cama, más de fuerza que de gana y se dirige lentamente hacia el baño para poder tomar la ducha con agua fría y así poder aminorar los síntomas de pasar toda una noche de desvelo.

Trunks había bajado a la sala de comedor todavía ofuscado por lo gigantesca que esta era, a pesar de no poder acostumbrarse al ostentoso estilo de vida de los demonios decidió esperar un poco. Espero unos cuantos minutos y no había señales de Sona ni de la maid, por extraño que parezca la maid no daba signos de vida y lo peor de todo es que no podía sentir su presencia por lo que en cualquier momento podría sorprenderlo.

Quizás se encontraba en otra habitación buscando los ingredientes para el desayuno o simplemente estaría haciendo una que otra tarea del hogar, como sea el no era experto en esas cosas, así que no sabía mucho sobre el tema y para no complicarse las cosas dejémoslo en que la maid está buscando quien sabe que cosa en quien sabe que lugar de la inmensa mansión, fin de la discusión. Un poco ofuscado por no tener que hacer decidió que quizás debería dar un pequeño recorrido a la mansión, después de todo la maid había dicho que al ser un invitado podía explorar la mansión con total libertad ya que se trataba de un invitado sumamente importante que era un miembro honorario por parte de la familia Sitri.

Así que no tenia nada de malo investigar un poco ¿verdad?

Con eso en mente Trunks continuó hacia los pasillos colindantes de la sala de estar donde pudo ver que había unas escaleras que conducían a otro lugar, curioso por eso decidió bajar, cuando bajo las escaleras su sorpresa fie evidente al ver que ocultaba dicha habitación.

Se trataba de más o menos una mini biblioteca, le sorprendía mucho que había estantes de libros que se encontraban en la parte más baja de la mansión pero ciertamente la decoración del mismo le daba un aire de conocimiento que se podía sentir en el aire, decido dar un par de vueltas por los estantes como buscando algo, al haber vivido tantos años con una científica empedernida, Trunks sabía lo que es la lectura en sí, no era su fuerte ni tampoco prioridad pero estaba más que de acuerdo que la lectura es una forma en la que los seres humanos pueden desarrollar su conocimiento.

Paseaba por los estantes de la inmensa pila de libros como si pareciese que buscaba algo importante pero lo cierto es que solo lo hacía para conocer el lugar, no más. Aunque admitía que tenía cierta curiosidad.

Pero pese a no tener intensión alguna de leer hubo un libro que llamo su atención, como si el mismo título haga que el libro cobre vida y por medio de la hipnosis lo controle para que lo lea, o esa era la sensación más cercana que dicho libro le hacía sentir a Trunks y es que no era para menos, el título del libro era un tanto controversial, dependiendo del punto de vista que se vea.

"En el nombre de dios"

Ese título causo reacciones diversas en su ser, recordándole de golpe que la situación en la que está ahora, así como la aniquilación de su línea temporal, empezó con un pensamiento empírico, inocuo que sería la antesala de la santa destrucción cometida en el nombre de la justicia.

Cometida en el nombre de dios.

Dubitativo Trunks toma el libro con un poco de nerviosismo, pero con mucha determinación de por explorar las páginas que contenía en su interior, se dirigió hacia una de las mesas sin tener en cuenta de que estaba siendo observado por la ama de llaves, pues ciertamente el libro le llamo la atención puesto que aún no podía entender como es que la destrucción de su línea temporal era una prueba de la santa justicia de dios en reemplazo de un acto del que se podría considerar como abominable.

También quería entender de cierta forma la manera de pensar de Ophis, no entendía por qué el simple hecho de pertenecer a una categoría celestial se daba el lujo de imponer lo que le plazca sin importar pisotear la voluntad de los "seres inferiores" que sin importar que actos tan oscuros, depravados y dantescos que al ser cometidos en el nombre de dios estos eran despojados de dicha categoría para ser reemplazados como un acto de bondad, justicia y divinidad absoluta.

« Ser el jefe espiritual de casi una quinta parte de la población mundial significa ostentar un inmenso poder; —recitó el saiyajin mientras sus ojos exploraban el texto de la primera página del libro — sin embargo, a cualquier persona poco informada sobre el carácter de Otho de Lagery, que empezó su reinado como papa con el nombre Urbano segundo le resultaría muy difícil de creer que tras esa labia ostentosa, habilidad en asuntos políticos, un estratega magistral y una mente prodigiosa otorgado como regalo por el mismo dios bíblico se escondía un monstruo sanguinario quien al utilizo esa mente bendita por dios en beneficio a sus maquiavélicos y retorcidos planes »

Trunks se detuvo un momento, cerro los ojos y negó en desaprobación, ya se había enterado de la situación de este mundo gracias a la tutela de Odín así que no pudo evitar relacionar lo que está en el libro a los diversos conflictos que han asolado esta tierra desde hace siglos atrás

—Típico, la persona equivocada que asciende al poder creerá que el mundo debe hacerse a su imagen y semejanza —reprocho el saiyajin mientras volvió a abrir el libro. No sin antes apretar los dientes al recordar todo lo acontecido por Zamasu y recordar también las despectivas palabras de Ophis.

Inmediatamente Trunks no pudo evitar comparar a ese pontífice con Zamasu y por eso aumentaba su repudio a ese ser, también encontraba muchas similitudes con Ophis era como una niña que nadie le había enseñado bien los conceptos sobre él bien y el mal, la arrogancia y la humildad. No podía culparla del todo por comportarse así, después de todo también se enteró que Ophis es un ser que perdió sus emociones y sentimientos.

Aunque ¿sería verdad? Cuando la confrontó la última vez, ella mostraba emociones tales como decepción, ansiedad, confusión y tristeza. Pero dejó de pensar en eso y continuó la lectura.

Conforme avanzaba en el libro Trunks no podía evitar sentir más asco por aquel sub ser que se hacía llamar el máximo artífice y la voz de dios, de cómo convertía el engaño y la corrupción en sus más útiles herramientas para ascender al poder. Una vez que ascendió al poder debía hacer lo necesario por ende este peculiar papa hacia cosas demasiado viscerales con aquellos que osaban siquiera cuestionarlo, es una regla básica para un dictador, deshacerte de la oposición hasta que no quede raíz.

Pero no bastaba con deshacerse de las opciones.

Oh no, no, no, no, no.

Debías hacer que tu voluntad sea absoluta y si para ello debías hacer hasta lo impensable que así sea, tal vez por eso ese papa encarcelaba a sus opositores sentenciándolos a cadena perpetua solo para que ellos contemplaran como vendían a sus familias como esclavos para terminarlos de romper mentalmente, aún se preguntaba ¿Cómo demonios ese sujeto obtuvo su poder? O una mejor pregunta ¿cómo fue que pudo mantener dicho puesto y título a pesar de sus actos inhumanos? La iglesia se supone que debió haber hecho algo, pues a pesar de ser la autoridad más alta de la iglesia católica, pudieron retirarlo del puesto y encerrarlo junto a sus seguidores en las mazmorras más asquerosas del mundo, se lo merecían. Y pese a todo no hubo impedimento alguno para que el siguiera actuando a sus anchas sin considerar tan siquiera que hubiese un grupo rebelde dispuesto a derrocarlo. Pero nadie hizo absolutamente nada, pues muchos seguidores de la fe cristiana estaban de acuerdo que las acciones de Urbano II estaban más que justificadas.

No eran más que pobres ingenuos creyendo que dichas barbaridades lo hacían en la gracia y gloria de Dios, sin saber que, si aún estuviera en la tierra, el dios supremo los aborrecería por completo, no dejando a ninguno de ellos sin castigo.

¿Cómo se atrevían a usar su nombre para crear sus genocidios y actos innombrables?

Por momentos Trunks dejaba de leer y sentía inmensas ganas de vaporizar el libro con una ráfaga de ki, más sin embargo desistía de tan pronto como le llegaban esos pensamientos a la mente, necesitaba entender a toda costa porque su línea del futuro fue aniquilada, porque hay gente que tiene esa maquiavélica mente, porque los que se encontraban en el pináculo del poder no se centraban en ayudar a los más débiles y en su lugar estos los convertían en meros esclavos o juguetes.

No lo entendía, por más que se esforzara no lograba entender una maldita cosa.

Un genocidio seguía siendo algo terrible sin importar cual fuese su finalidad, y a juzgar por lo que leía esta era muy estúpida y sin ningún tipo de perdón. Trunks nunca había acabado a un humano ni a ninguna otra raza que no se lo mereciese, pero si hubiera llegado en esa época, sin duda sus puños y espada ya estuvieran manchados con la sangre de esos bastardos asesinos. Personas como él y quienes lo siguen, no merecen ni deben vivir. No solo por ser seres capaces de crear matanzas por una creencia extremista, sino porque representaban un grave peligro para el resto de los humanos y para sí mismos.

Pero lastimosamente no hubo un héroe en esta, incontables vidas acabaron bajo el yugo de un impiadoso y cruel sujeto con delirios de grandeza. Esperaba que ese bastardo estuviera sufriendo en las llamas del infierno por toda la carnicería desatada, esperaba que estuviera en Helheim puesto que, si llegara a ir algún día por casualidad ir a aquel reino, podría verlo en persona para recriminarle todas sus horribles acciones, para luego restregarle el destino que se ganó a pulso. No era alguien que le gustara meterse con los demás, pero este tipo se lo merecía. Hasta le gustaría sonreír directamente en su cara.

—«El papa urbano se mostró muy interesado de asistir al emperador Alejo en su guerra contra los turcos, pero ciertamente no lo hacía para ayudar, si no que había un motivo oculto, quería anexar territorios que estaban ocupados por los musulmanes todo por el bien de la iglesia católica,

Todo por el bien, en el nombre de dios…

Maldito enfermo… —pensaba furioso el híbrido.

Cada vez que le leía esa maldita frase Trunks no podía evitar sentir su sangre hervir.

El dios creador sin duda dejaría caer un castigo más que merecido sobre ellos.

El sentía que tras esa apabullante victoria no era suficiente, El creyó que dios le encomendaba arduas responsabilidades después de ese conflicto armado a las que debía atender; todo el peso de esa gran tarea estaba a sus hombros y no pretendía eludirlo. Así que bajo el lema de IN NOMINE DEUX comandó desde su trono papal su primera cruzada, el cual iniciaría con su enorme deber que tenía para con dios »

Tras leer la cruenta matanza que ese maldito dictador no pudo evitar derramas sendas lágrimas, no por la lectura en sí, si no recordando todo el infierno por el que él, su familia y amigos tuvieron que soportar, los paralelismos eran parecidos por no decir iguales.

Los gritos de desesperación, la desesperanza, el rio de sangre que inundo las calles de ese inocente pueblo, Trunks por momentos lograba escucharlo, vivirlo como si el estuviera ahí, repitiéndose en su mente los horribles recuerdos de cuando los androides cometían sus matanzas por mero morbo y diversión, repitiéndose lo mismo cuando ese miserable de black llego a su línea alternativa para querer hacer justicia. Esto confirmaba sus pensamientos, que los monstruos siempre son aquellos que tienen demasiado poder y arrogancia. Pensando que sus acciones son justos por designios divinos o simplemente porque les otorga mucha diversión el atraer el caos a la misma existencia.

—Es sumamente horrible ¿verdad Trunks-sama? —tras escuchar la ya conocida voz Trunks volteo alarmado hacia donde provenía la voz de la maid limpiándose rápidamente las lágrimas con su antebrazo de alguna manera esperando que la maid no notara la situación de debilidad que pasaba en estos momentos.

—Y-Yo… Lo siento… No pretendía husmear…

—No es necesario disculparse Trunks-sama conozco el sentimiento, es completamente comprensible que usted tenga sentimientos encontrados tras leer este libro. —decía con marcada empatía —pero precisamente registrar esta oscura parte de la historia nos sirve como recordatorio de los errores cometidos en el pasado que no debemos repetir.

—Supongo que tienes razón… —respondía el con tono apagado —pero aun así… —Trunks aprieta fuertemente los puños mientras una pequeña parte de su poder se manifestaba —¡Mi cabeza sigue sin entender nada! —decía este con un tono de pesar para después ponerse de pie y sostener a la maid bruscamente por los hombros —¡NI SIQUIERA PERDONO A LOS NIÑOS!—Primrose observaba estoica el arrebato del futuro esposo de su ama—Y LO PEOR DE TODO ES QUE ESTE PEDAZO DE ESCORIA HUMANA JUSTIFICO ESOS ACTOS TAN CRUELES… ¡¿SOLO PORQUE LOS HIZO EN EL NOMBRE DE DIOS?! —Para este punto Trunks estaba dejando salir poco a poco el resentimiento que tenía alojado en su corazón desde hace años —¡¿ESO DEBERIA SER SUFICIENTE PARA QUE NO PAGUE POR LO QUE HIZO?!

Primrose escuchaba atenta, sin interrumpir ni hacer gesto alguno, como si estuviera acostumbrada a escuchar siempre esa clase de discursos. Y vaya que lo estaba en realidad.

Eso también era curioso, puesto que Trunks demostraba su poder, pero ella estaba calmada y firme, cuando hasta los dioses de Asgard no podían evitar sentir algo de nervios y tensión. Pero Primrose, ella era todo un enigma, un misterio que no podía ser resuelto de forma fácil o siquiera saber si es posible. Eso hacía pensar a uno ¿Qué había vivido ella para poder obtener esos nervios y personalidad de acero? Si incluso alguien como él a pesar de haber sido entrenado, puede caer en momentos fuertes ante la desesperación y nervios. Esta chica esta chica de nombre Primrose ciertamente era alguien enigmático.

—Hay cosas que no pueden cambiarse, no importa que tan crueles y horribles sean —Hablo Primrose con ese tono tan incomprensible, como si no tuviera emociones humanas. —pasan cuando tienen que pasar, no importa cuánto le incomode el hecho, así es como estaban predestinados a suceder, y por más poder que tenga o por más nobles que sean sus ideales, uno no puede evitar lo inevitable

¿Qué podía responder ante eso?

—Así que sugiero por el bien de su salud mental, posponga la lectura y la reanude cuando su mente sea más imparcial, de lo contrario podría enloquecerse con ello.

Ante esas palabras tan carentes de empatía Trunks observo a la maid con desaprobación.

—Das a entender que lo que paso no es gran cosa…—dijo cruzándose de brazos algo serio.

Primrose observo los ojos del saiyajin por unos minutos, intentado discernir el porqué de esa mirada.

—Disculpe si mis palabras se interpretaron de esa forma Trunks-sama, mi intención jamás fue desmeritar su opinión —respondía ella intentando sonar lo más convincente posible —Solo pienso que es mejor que se distraiga con otra cosa, que mantenga su mente ocupada.

—Supongo que por una parte tienes razón, —decía es mientras daba una fugaz mirada por encima de las escaleras, de inmediato se percató de la presencia de Sona, sabía que estaba escuchando del otro lado de la entrada de esa biblioteca, pero solo fue una mirada fugaz como si se cuidara de que la maid no se percate de tal cosa tanto de ella como de la demonio noble, quien no perdía detalle de la conversación. Pero a Primrose no se le puede engañar fácilmente —aún así, no me convences del todo —Aseveró con firmeza mas aun al observar la expresión neutra de la maid —pero entiendo a qué quieres llegar de una u otra forma.

Por primera vez en toda la estancia, la maid esbozo una ligera e imperceptible sonrisa. Aunque esa misma se borró solo segundos después de haber aparecido.

—Con eso suficiente para mi Trunks-sama, Sona-sama espera a su encuentro, le informo que el desayuno está servido, pero requerimos de su presencia para comenzar.

Trunks solo se limitó a asentir, cerro el libro con un poco de brusquedad y lo dejo en la mesa de lecturas, acompañando a la maid quien le indicaba el camino para llegar a la sala del comedor. Este aún se mantenía serio y pensativo sobre todo lo que había leído en ese lugar.

El había intentado ayudar a la humanidad, pero los humanos de este mundo eran aún más complicados que aquellos del suyo. Guerras, enemistades, corrupción, religiones extremistas, posturas politicas igual de extremistas, amenazas de muerte entre líderes mundiales, desconfianzas, espionaje, organizaciones secretas creadas por ellos para buscar un beneficio de su propia nación mediante el daño de otros. Crímenes atroces que no podía creer, los humanos tenían una naturaleza salvaje y desconfiada, que los obligaba a matarse los unos a los otros. Una naturaleza demasiado peligrosa, pero no iba a santificar a los suyos, pues los mismos problemas que había aquí, también los habían allá. Sólo que el rey de las naciones hacía un mejor trabajo que todos los regentes de sus países en este mundo y priorizaba la justicia para todos, era curioso cómo solo un hombre perro azulado, podía manejar todo el planeta el solo sin muchos problemas. Mientras que estos podrían iniciar una guerra nuclear en cualquier momento por su desconfianza y altanería para demostrar que su nación es la mejor.

Montón de imbéciles.

¿Acaso no pensaban en las consecuencias de sus actos? Destruirían al mundo y por ende así mismos si una guerra nuclear se desatará, pero parecía que preferían morir en lugar de eso. Nuevamente pensó lo anterior y está vez con más ganas.

Si, no había duda. Un montón de imbéciles.

Si hubieran vivido lo que el vivió, el sufrimiento que tuvo que vivir desde su infancia, todos los horrores, el caos y muerte, dejarían todas esas estupideces de lado, puesto que sus armas de destrucción masiva, como las nucleares, no eran suficientes para pararlos. Lo sabía de primera mano, pues vio como armamento nuclear fue usado varias veces contra los androides y Black, sin tener ningún resultado positivo. Sólo lograban destruir cada vez más el mundo que trataban de salvar, pues pareciera que los humanos sólo aprendían cuando sufrían

De ser así ¿estuvo bien lo que hicieron los androides y Black?

Pues tras haber sufrido esa calamidad, todo rastro de conflicto y resentimiento todo conflicto y resentimiento entre semejantes había sido mermado, entonces…. Si eso sucediera aquí también… sacudió su cabeza en forma negativa, pues el mismo lo dijo, una masacre es maligno y atroz sin importar la finalidad.

Además, el no era un dios para decidir el destino de los humanos, era tan mortal como ellos.

Si bien la vida del demonio noble fuera de las actividades de la escuela y sus deberes como una de las dueña del territorio de Kuoh, parecía ser una completa rutina monótona, y aunque no lo tomaba casi enserio, por una vez pensó que quizás la presencia del joven cambiaria esa rutina monótona de momento.

Quizás la experiencia podría ser diferente.

Pero resultaba que no era así, incluso el ambiente podía sentirse incomodo, pues el saiyajin se mantenía observando el platillo de su desayuno por un momento, como si estuviera reflexionando en algo.

La maid se mantenía de pie y a escasos metros de ellos como usualmente lo hacía, sin decir o responder algo ya que eso sería demasiado irrespetuoso de su parte.

A pesar de haber pasado varios minutos del desayuno el guerrero del futuro apenas había sido tocado, es decir, ni siquiera se terminó su plato. Causando extrañeza en Sona pues ella ya sabía que este tipo tenía la voracidad talvez de un dragón.

—Mi padre me comento que tienes un apetito un tanto… ¿cómo decirlo de manera elegante? —preguntaba ella mientras se acomodaba las gafas —un tanto peculiar… —Trunks alzo la mirada prestando atención a las palabras de la demonio —por lo que me sorprende que no hayas comido aún más y me gustaría saber, si amaneciste sin hambre o tienes algún problema con el desayuno.

Fue entonces que el guerrero del futuro suspiro un poco mirando a Sona con un poco de pesadez

—A juzgar por el olor puedo decir que el desayuno promete ser demasiado delicioso —contestaba el con franqueza y sin ánimos de guardar las apariencias —sin embargo, no estoy de humor para comer y creo que tampoco para hacer otras cosas.

Sona observaba a su invitado con seriedad, sabe muy bien porque estaba así, si bien supo que era pasional, ahora mas o menos tenia la idea de que tanto lo era. Aquella lectura había golpeado fuertemente a Trunks y su moralidad.

Jamás pensé que fuera tan susceptible —pensaba analíticamente.

—Disculpa mi atrevimiento, no es correcto de mi parte no aceptar las cosas que muy amablemente me ofreciste, pero en verdad necesito ordenar mis ideas. —Decía mientras se paraba de la mesa y se dirigía al estante donde estaba sus espadas.

—En caso de que no lo notaras, hace poco empezó a llover — Trunks escuchaba las palabras de la chica mientras tomaba sus espadas y las ponía detrás de su espalda como habitualmente lo hacía —aunque en el estado en que te encuentres no creo que eso te importe en lo más mínimo o me equivoco.

Trunks bajaba la mirada apenada.

—En verdad lo siento yo…

—No hace falta que te disculpes —decía Sona con condescendencia — haz lo que consideres mejor para ti, no te detendré, aunque algo me dice que no es la última reunión que vayamos a tener.

En otro momento sentiría curiosidad de saber a qué se refiere, pero en verdad se encontraba en un pésimo estado de ánimo, así que considero que no era necesario hacer más preguntas, se acercó un poco a las dos demonios mientras realizaba una reverencia respetuosa para salir de ahí e ir a quien sabe dónde para poder pensar las cosas mejor.

Justo cuando empezó a abrir a abrir la puerta de inmediato noto a una hermosa chica de cabello plateado con un traje de secretaria que a leguas se veía que era de segunda mano, completamente empapada de pies a cabeza con una expresión que incluso podría rayar en lo lamentable.

—Este yo…

(insertar Dxd born ost - yuetsu)

—Finalmente, finalmente di con la casa —decía ella con un tono de frustración y no era para menos se encontraba empapada de pies a cabeza dando cabida a que cualquiera que le mirase sintiera unas tremendas ganas de hacerle Bullying —pero esto es cruel —a leguas Trunks observaba con total pena ajena como la joven contenía lo más que podía sus lágrimas — ¡¿porque siempre me tiene que pasar estoooooo?!

—Yo no sé… —intentaba decir algo para que pudiera calmar a la chica, pero tan pronto hablo lo interrumpió en ipso facto para poder seguir lamentándose de su mala suerte

—¡Buaaah! ¡buaaah! ¡Odín-sama se aprovecha de que solo se trabajar e ir a mi casa! como no tengo pasatiempos o un novio me manda a hacer estas tareas tan humillantes —de un momento a otro ella de forma brusca lo sujeta de la camisa zarandeándolo de un lado a otro dejando al joven completamente callado y sorprendido por lo que estaba pasando en estos momentos —y por eso me mando a buscarte en mi tiempo libre... EN MI TIEMPO LIBREEEEEE, ¡BUAAAH!

Intrigada por el barullo de allá fuera Sona fue de inmediato hacia la puerta de su casa seguida de la maid para averiguar qué estaba pasando.

—Espera, —Intervino Sona quien sorprendido a Trunks al no darse cuenta de que estaba detrás de el—¿dices que Odín-sama está buscando a Trunks? ¿no era más fácil que se comunicara por medio de un círculo mágico o mande a uno de sus cuervos?

¡Rayos! no debió decir eso, sus palabras empeorarían el humor de la chica en 360 grados.

Rossweisse sintió como su mundo perdía color, no importando que hubiera un charco de agua en el piso, como si fuera un robot autómata, sin decir nada e ignorando a los presentes se acuclillo en su sitio y abrazo sus rodillas adoptando una posición fetal; mientras un aura oscura empezaba a rodearle completamente.

—¡Ah! Ya veo… ya se me hacía raro desde un principio —los ojos de la valquiria peli plateada perdían toda vida en ellos —el que Odín-sama dijera que era un trabajo que solo yo podía hacer … pero resulta que no fue así —Trunks intentaba entre ayudarla o simplemente no hacer nada ya que no estaba acostumbrado ese tipo de situaciones —he sido degradada a lo más bajo y patético ha, ha, ha…

Demonios, Odín ¿Por qué tanto bullying contra la pobre chica?

Los presentes observaban el estado en que estaba la peli platina, Trunks volteo hacia la demonio nombre buscando un sabio consejo o al menos que dijera algo para romper esta tensión… cuando la demonio se acomodó los lentes para decir algo Trunks no pudo evitar suspirar de alivio, pues estaba seguro que Sona podría resolver esta situación.

—No tengo conocimiento del tema además tengo asuntos más importantes que atender —decía esta mientras entraba al interior de su casa seguida de su maid suerte con eso.

Y tras decir eso la heredera del clan Sitri cerro su puerta dejando solos al saiyajin y a la valquiria, dejando a Trunks quien no sabía que hacer en estos momentos. Además de sentirse algo traicionado.

Con paso vacilante se acercó a la valquiria quien seguía en esa misma posición murmurando cosas inentendibles, pero a juzgar por el estado en el que se encontraba podría estar maldiciendo a Odín ahora mismo y podría merecerlo. Así que le dio una palmaditas en la espalda tratando de levantarle el ánimo y eso logró que la valquiria volteara a verlo

—Bueno etto ¿nos vamos? —Preguntaba el con duda y sonriendo de forma nerviosa.

Una vez que se apaciguara su arrebato la valquiria uso un hechizo para cambiar su atuendo de segunda mano a armadura signo clave del estatus de ella como una protectora de Asgard, presentándose a si misma como Rossweisse y explicando el motivo que fue hasta Midgard, ya que Odín sama requería la presencia del joven inmediatamente sin dar muchos detalles del asunto, así que sin perder tiempo ella le pidió que le acompañara y usando una runa antigua abrió el camino que los conduciría al árbol de Yggdrasil

Resulta que dicho lugar era importante, el símbolo de la facción nórdica…

Algunos lo llamaban el árbol de la vida, o fresno del universo, cuyas raíces y ramas mantienen unidos a los diferentes reinos: Helheim, Niflheim, Svartalfheim, Muspelheim, Jötunheim, Midgard, Alfheim, Vanaheim y Asgard. Y mientras alguien quisiera viajar de un reino a otro debía forzosamente pasar por este sitio.

Supongo que conocer al dios vigía tiene sus ventajas.

— Este… ¿Hay algún problema? — Preguntaba Rossweisse mostraba cierta aprehensión al ver como el peli azul miraba a su alrededor —. Si te sigues retrasando llegaremos tarde.

— Nunca había visto este lugar —Respondió sorprendido mientras observan las ramas del inmenso árbol que parecían no tener fin —, generalmente Heimdall-sama solo abría un portal y de inmediato aparecía en Asgard, por lo que nunca había visto ese lugar antes—Tras decir eso la valquiria dejo de caminar, de nueva cuenta perdió las fuerzas en las piernas mientras caía de rodillas y una aura depresiva se formaba a su alrededor— ¿Q-Qué? — preguntaba un poco asustado al ver de nuevo el semblante de Rossweisse y se acercaba a ella sin saber que hacer— ¿acaso dije algo malo?

Pero como paso antes ella lo ignoro olímpicamente y levantándose de forma repentina ella respiro profundamente, asegurándose de que sus pulmones capturaran la mayor cantidad de aire posible, para después:

— ODIIIN-SAMAAAAAAAAAA ¡AHORA SI SE PASO DE LISTO!

Si, no había mucha duda. Odin talvez ya la había roto mentalmente.

Sin ánimos de preguntar que diantres pasaba por la mente de la valquiria este, simplemente dejo que hiciera lo que ella tuviera que hacer antes de reanudar el camino, después de todo si Odín requería de su presencia debía tratarse de algo importante. Una vez que se adentraron más en las ramas de aquel árbol se extendía el puente Bifrost que conectaba el resto de los mundos con Asgard, un portal de color azul brillante en forma de puerta apareció de forma repentina.

—Supongo que ya se calmó—susurraba un poco dudoso pues la valquiria era una bomba bipolar.

— Es aquí —indicaba la valquiria —es un atajo improvisado que realice para que llegues de inmediato al despacho de Odín-sama — decía ella con un semblante desganado, cansado. Sin duda alguna está chica estaba agotada.

Trunks simplemente asintió y se dirigió de inmediato para evitar hacer esperar a la valquiria pues se nota que ya tenía suficiente de esto, quizás si se apresuraba Odín le daría su merecido descanso. Esperaba que si porque no se veía muy bien mental y emocional.

Llegados al gran salón de lo que era el palacio de Odín normalmente se escucharía el barullo conformado por los integrantes que la conforman, yendo desde enanos, Einherjar hasta las valquirias algunas entre exaltadas y apuradas por el trabajo que desempeñaban, otros reflejando tranquilidad y entusiasmo platicando de temas banales como por ejemplo la planificación de los días por venir: como la preparación de las nuevas valquirias, atender a los Einherjar recién llegado, el tratado para incluir al reino de Jötunheim para que se les unieran a esta nueva era de prosperidad, y el enfoque nuevo que tomaría rumbo la facción nórdica ahora que se plantee una alianza con otros panteones. Todas buenas acciones y buenas ideas, a decir verdad.

Pero nada de eso se mostraba ahora, el salón estaba desierto, no había ningún nadie, ni siquiera el enano protector de Odín que se tomo el atrevimiento de patearle las pelotas se encontraba presente. Solo se encontraba el padre de todo sentado en su trono con una seriedad que jamás había visto en él, la valquiria más que nada se encontraba impresionada porque pensaba reclamarle a Odín de todo lo que tuvo que pasar por tener que traer a este joven hacia su despacho, pero esos ánimos murieron ipso facto al momento de que entraron al despacho y lo miraron en ese estado.

―Déjanos ―hablo de forma altiva y seria haciendo que Rossweisse asintiera solamente.

Dicho esto, Rossweisse dio una respetuosa reverencia para después de salir ahí inmediatamente.

― ¿Ocurre algo Odín-sama? ―pregunto Brief con un poco de duda mientras el aludido solo le observaba.

El padre de todo le indico con un gesto que se acercara hacia el, cosa que hizo. Pero noto que algo no andaba bien y eso se notaba en su rostro y comportamiento.

―Me alegro que llegaras antes de lo planeado, esto nos ahorra tiempo ―hablo el señor de Asgard con el mismo tono que uso que uso cuando le ordenó a Rossweisse que los dejaran solos.

―Me alegra ayudar―respondió con ese tono dudoso ― ¿podría decirme porque mi presencia es requerida?

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Veras, tenemos un problema entre manos comenzó a caminar alrededor de su trono para aproximar a una ventana, encorvándose ligeramente dada a la preocupación que tiene en estos momentos o quizás pueda ser por su avanzada edad, o puede que ambas , pero antes de proseguir, necesito preguntarte algo ¿Sabes que es el Fimbulvetr?—Trunks no dijo nada, la pregunta le tomo por sorpresa que ciertamente no supo que responder―eso pensé, de alguna forma ya sabría que lo ignorabas, aunque no es tu culpa ―concedió Odín con un tono comprensivo ―para no extenderme tanto y porque es imperante que empecemos a investigar este problema a la brevedad posible, te lo resumiré ―el dios aclaro su garganta ―es el invierno eterno presagiado en nuestra mitología, aquel invierno que viene de todas las direcciones que va provocando batallas interminables entre los hombres incluso entre sus propias familias por donde quiera aparezca. Para dar a la antesala en evento apocalíptico conocido por la facción nórdica… me imagino que ya conoces cual es ¿o no?

El híbrido saiyajin abrió sus ojos al entender que quería sugerir ¿Cómo no conocer esa horrible profecía que tenía su nuevo hogar?

―El Ragnarök ―suspiro Trunks

―Diste en el blanco muchacho pero lo extraño de todo esto es que el Fimbulvetr debe ocurrir en midgard y para eso debe ocurrir un cierto suceso trágico que conlleva a la muerte de uno de mis hijos por lo que el asunto es especialmente preocupante ya que apareció en otro reino… y mi hijo aún sigue con vida…

Una gota de sudor bajaba de su sien, demostrando que estaba nervioso y tenso por esta extraña nevada. Una que incluso amenazaba con su lenta expansión sobre los reinos del Yggdrassil.

―Entiendo la situación, pero me gustaría saber cómo es que llego a la conclusión de que se trata del Fimbulvetr ―dijo Trunks mientras conectaba miradas con el dios ― ¿está seguro de que no es un invierno común y corriente?

Odín lo observo con una mirada un poco molesta.

―Chico, admito que tal vez soy más viejo que el mismo mundo humano, pero sigo pleno uso de mis facultades mentales. Creo que conozco los presagios de mi propia facción.

―No, no, no, no quise dar a entender eso Odín-sama, ¡Mi intención no era decir tal cosa! ―se excusó Trunks de inmediato, para dar a entender que jamás pretendió faltarle al respeto en ningún momento ―es solo que el asunto es de por si extraño.

Odín relajo un poco la mirada, pero lo cierto es que aún se le veía demasiado tenso. Algo grave estaba pasando.

―Entiendo tu punto… y por eso es que te mande a llamar; veras la nieve de este invierno es capaz de deteriorar todo lo que toque, e inducir a los mortales a entrar en batalla por lo que mandar a un escuadrón seria arriesgado, hemos tenido reportes de que hay demasiados muertos y que los habitantes de una aldea entera terminaron de matarse los unos a los otros, por lo que se concluyó que se trató de ese invierno. ―Odín dio una ligera sonrisa de resignación ― Nadie es inmune a sus efectos, ni siquiera nosotros, los dioses…

—Eso, una nevada que corrompe a quien lo toca. No debería ser posible.

El silencio fue mortuorio, ninguno de los dos se atrevió a decir algo más, pero Odín sabía que no debía dejarse amilanar por este suceso, debía retomar su papel de líder y debía de terminar informar a Trunks.

―Llegamos a la conclusión de que es que en dicho lugar comenzó a nevar desde hace tres días antes de que ocurrieran esas calamidades. ―dijo terminando de explicar dejando al saiyajin un poco pensativo.

― ¿Pero si no ha ocurrido tal cosa porque apareció? ―Preguntó Trunks no gustándole nada el rumbo por el que va el asunto―. Debe haber una explicación lógica ¿no?

El dios dio un largo suspiro.

―La información que manejamos es vaga e imprecisa―Dijo apretando los puños por no poder averiguar más al respecto―. Pero hemos descubierto que en esa zona apareció un templo misterioso y que creemos que es el responsable de traer el Fimbulvetr ahí.

―Pero investigarlo conllevaría a que esa cuadrilla que llegue al momento de entrar en contacto con el Fimbulvetr termine matándose los unos a los otros ―fue lo que concluyo la peli azul de forma pensativa.

Odín asintió.

― ¿Y entonces cómo podría ayudar yo en esa situación? ¿No encontró la posibilidad de que si yo entro en contacto con la nieve de ese Fimbulvetr también tenga comportamientos agresivos?

Trunks empezaba a temer por esa nevada, pues era posible que el también sucumbiera a la locura caótica que un solo copo de nieve podría desatar en el. Era alto impensable para el.

Tenia una teoría, talvez el invierno negro causaba que al momento que la nieve tocaba su cuerpo, aumentaba los instintos y naturaleza de aquellos afectados. Los asgardianos, en especial los aesir, eran guerreros innatos que fueron guerreros sanguinarios en el pasado, hace incontables milenios, ahora habían evolucionado a seres guerreros, pero con razonamiento y sentido del honor y la moral. Pero talvez ese invierno, al tocarlos los devolvía a aquellas épocas llenas de sangre y bocio por la muerte y la guerra.

Eso era malo, ahora ¿si el era afectado? Proviene de una raza guerrera mil veces peor que los aesir del pasado. Sería todo un caos si dichos instintos primitivos y naturaleza salvaje dominarán por sobre todo su razonamiento.

(Detener ost)

― ¿De verdad estas dispuesto a ayudar? ―pregunto el dios incrédulo ―se, que te traje aquí pero ciertamente tu eres ajeno a nuestra facción, por lo que seria comprensible que no decidas intervenir ya que no tiene nada que ver contigo…

―Por supuesto que si Odín-sama, no podemos dejar que ese invierno maldito continué por expandirse y si ese templo es el causante de todo puedo ir a esa zona y destruirlo si es necesario ― dijo el mientras ajustaba una de sus espadas a su espalda ―debemos actuar de inmediato o de lo contrario el Ragnarök seria inevitable…

Odín sonrió, aun le seguía sorprendiendo que ese chico de gran poder actuara de forma desinteresada y se preocupe de ayudar a los demás en lugar de vanagloriarse de lo poderoso que es y que por lo tanto los demás deban rendirle pleitesía.

En serio este chico…

― Pero me preocupan mucho los efectos de ese invierno ― dijo Trunks mirando el horizonte algo preocupado ―Si llego a ser afectado…

Un super saiyajin berserker, sip. No eran buenas noticias para nadie. Ya las facciones habían sufrido por culpa de uno en el pasado, uno que casi los desaparece del todo y no querían volver a sufrir un horror de ese nivel. Aunque Trunks no lo sabía todavia.

El podría usar una barrera de ki alrededor de su cuerpo, pero no podía confirmar si eso sería suficiente para evitar la corrupción. Pues no sabía si la nieve corrompía también el ki.

― Hemos tomado medidas Trunks, jamás te enviaría a un sitio desconocido como carne de cañón ― respondió un poco ofendido por que el joven le toma por alguien que no anticipa las cosas ¿con quién cree que está hablando? ― desarrollamos una runa que anula el efecto del Fimbulvetr al menos en la parte donde las personas se vuelven locas, aunque no puedo decir mucho de tus armas, como mencione antes el Fimbulvetr deteriora todo lo que toca con su frio manto…

― Vaya eso es perfecto, usted es alguien genial sin lugar a duda ― exclamo el saiyajin entusiasmado ―ahora con esa runa será más que fácil poder llegar al fondo del asunto muy bien, debo irme ya supongo. Debo detener esto de inmediato.

― Jojojojo cálmate chico, detén tus ímpetus, aun debo otorgarte la runa para que tu misión sea un éxito decía este con un tono de gracia, antes de volver a su seriedad que mostro desde el llego a su oficina ―. Ahora escucha con atención, todo ritual requiere una ofrenda, algo que sea característico de ti, y la ofrenda que se te solicita, es que deberás otorgar solo una gota de sangre para pactar la conexión con nuestra magia.

Dicho eso Odín había dibujado un pequeño circulo de runas nórdicas que se encontraba en medio de los dos

Trunks un poco dudoso, asintió para luego desenvainar la espada de dragón y pasar uno de sus dedos por el filo de esta dejando escapar unas gotas de sangre que posteriormente comenzaron a caer en el círculo de magia, al momento de que la sangre de Trunks cayó en el circulo este comenzó a brillar en diferentes tonos de colores. Trunks observaba maravillado todo esto que ocurría frente a sus ojos.

Sin duda alguna la magia era increíble.

finvulgohir, andvie, deseutrv. ―Hablando en un idioma extraño por medio de un susurro, Odín hizo que el circulo se fragmentara en tres runas que se movían lentamente por el cuerpo de Trunks, serpenteando cual víbora se tratase. Trunks solo observaba aquellas energías moviéndose por su cuerpo con una mirada asombrada ― serivrtratsr

Las tres runas brillaron y se difuminaron en el cuerpo del peliazul iluminando la habitación por completo, tras unos segundo todo volvió a la normalidad.

—Vaya, esto es increíble. Puedo sentir una energía diferente rondando por mi cuerpo—susurraba mientras veía las runas que se grabaron en algunas partes, una en la cima de su mano derecha, otra cerca de su oído izquierdo siendo oculto por su cabello. La última estaba en su pectoral izquierdo.

Era algo raro para el, pero no desagradable. En realidad, le parecía muy interesante todo esto de la magia.

― Esta hecho, te he otorgado tres runas; la primera servirá para evitar que la nieve del Fimbulvetr se coma tu cabeza, la segunda es una runa de comunicación, con tan solo llevar tu mano al oído un círculo mágico se manifestara y podrás comunicarte con quien quieras, el único limitante son tus pensamientos, la practica ayudara a mejorar y la última, es la runa de acceso que te llevara hasta Vanaheim, es ahí donde se encuentra el templo maldito, Ratatösk te estará esperando, ve a una de las ramas del puente de arcoíris que se ocultan en las montañas del norte, está lejos, pero con tu velocidad llegarías en menos de un santiamén.

Trunks asentía a las indicaciones de Odín mientras este le ayudaba a sanar la cortada de su dedo.

Si, no hay duda. La magia es increíble—pensaba asombrado por todo lo que se podía hacer con la magia.

¿Uranai Baba habrá tenido este tipo de habilidades?

―Muy bien, este asunto delicado solo puedo confiártelo a ti, sé que podrás resolverlo ―el dios nórdico ―tomo una pausa ―Estaré rezando para que todo resulte bien ― decía el padre de todo terminando de curar la herida del peli azul ―ahora ve, no pierdas más el tiempo. Debes partir de inmediato.

Asintiendo nuevamente, el saiyajin no se lo pensó dos veces y de inmediato se dirigió a la salida del despacho de Odín.

Jamás había visto a Odín-sama tan preocupado ¿Un invierno caótico que provoca guerras y que deteriora todo lo que toca? ¿Y un templo lo provoco? esto no me está gustando —pensaba el joven con una mano en el mentón — Por donde lo vea el asunto es demasiado preocupante y extraño—El peliazul analizaba la situación ya que encontraba un parecido perturbador a lo que leyó en la casa de Sona — supongo que esto me puede servir de distracción, y quizás esta pequeña aventura ayude a que quizás entienda cosas que hasta ahora no he podido entender,

Seguía analizando todo, guerras, matanzas, sufrimiento; el mismo maldito ciclo que parecía no tener fin. Todo esto mientras se alejaba del centro de asgard para buscar un sitio alejado de todo para así poder volar y llegar a la ubicación lo más rápido posible

Aún seguía afectado por lo que leyó en dicho libro, ¿Cómo era posible que un ser humano cometiera tales atrocidades y haya muerto sin pagar por sus pecados?, más aún, ¿Como era posible que su excusa fuera porque servía a alguien más quien se suponía un ser amoroso y comprensivo que amaba a todos por igual, sin importar su apariencia y creencias?

A su juicio todo eran viles patrañas, maquinaciones de un malnacido sin escrúpulos que haría lo que fuera por moldear el mundo a su imagen y semejanza.

Seguía inmiscuido en sus pensamientos que no se dio cuenta como era observado a la distancia por un trío de personas quienes no le quitaron la vista en ningún momento y comenzaron a seguirlo. Pues sus pensamientos lo ocupaban el libro y el templo maldito que apareció de repente y que estaba dispuesto a llegar al fondo de todo esto.

Seguía ocupado observando la runa que le otorgo Odín, cuando una gigantesca sombra lo cubrió y eso llamó su atención. Hasta que alzó la vista y sus ojos se abrieron aún más de sorpresa.

—Así que… ¿Tú eres Briefson?

Frente a él, se encontraban tres sujetos, dos hombres y una mujer. Los hombres eran fuertes, con músculos muy pronunciados, cicatrices que demostraban que eran guerreros experimentados en batalla, vestían ropas de guerra Asgardianas, con pieles de lobo cubriendo el cuerpo del más pequeño, el más grande tenía pinturas de guerra, ambos tenían largos cabellos y barbas pronunciadas, el menor era castaño y el mayor rubio. Quien tenía pieles de lobo, tenía como armas una maza y escudo, el otro tenía un enorme mandoble. Eran sujetos enormes y con miradas desprendían intimidación a todas luces.

La mujer, vaya, era talvez una cabeza más baja que los dos sujetos, pero eso no la hacía menos intimidantes, en especial con esa terrible mirada. Era más esbelta que ellos, pero también se notaban sus desarrollados y poderosos músculos, así como sus cicatrices. Portaba una armadura ligera de guerra, con una espada en su cinto. Cabello largo rubio atado a una trenza que caía sobre uno de sus hombros, tenía una capa roja. Por su apariencia era alguien temible. Tratándose de una guerrera bastante fuerte y excepcional.

Esos tres recién llegados, tenían una altura considerable que superaba la suya. La mujer a pesar de ser la más baja, claramente podría tener la altura de Piccolo. Eso ya era decir mucho, por primera vez, Trunks los observo un poco meticuloso y algo nervioso. Los tres parecían con ganas de pelear o por lo menos querer algo de el, pero no podía perder mucho tiempo sus pensamientos estaban enfocados en llegar a Vanaheim rápido. No podía darse el lujo de perder el tiempo en estos momentos.

—¿S-Se les ofrece algo? —hablo con tono algo nervioso, pues esa chica tenía una mirada fuerte. Eso le causaba algo de nervios—si no es así, entonces agradecería que me permitan continuar con mi camino, tengo algo de prisa.

—Jajajaja Vaya no se ve tan fuerte, pero tiene agallas —decía el más grande agachándose y viendo al pelo azul con más detenimiento —no cualquiera tiene las gónadas suficientes de hablarnos en ese tono.

—Vaya que si hermano, parece que no sabe quiénes somos nosotros—mencionaba el otro mientras lo rodeaba con su ahora conocido hermano mientras Trunks no entendía que pasaba ni quien eran ellos—y vaya que su apariencia da mucho que desear, pareciera una ramita seca que se rompería en cualquier momento.

Trunks solo quedaba ahí parado, tratando de descifrar que estaba pasando y quienes eran estos tipos, eran guerreros por cómo se veían y muy fuertes. En especial aquella rubia mujer.

Y hablando del diablo, la mujer comenzó a acercarse con la mirada sería y brazos cruzados, hasta quedar frente a él. Trunks trago grueso, pues esa mujer le saca nervios a pesar de no verse tan amenazante como sus dos acompañantes. Pero tenía algo que de todas formas la hacía ver aún más temible que esos dos mastodontes llenos de músculos.

—Les dije que tengo prisa —dijo un poco más serio, pero sin dejar esos nervios —Necesito que me permitan seguir con mi camino.

La chica no decía nada, pero podía ver que su mirada mostraba a alguien fuerte, alguien realmente versado en la guerra y peleas.

—Magni, Modi, es suficiente. Démosle un poco de espacio—ordenó la guerrera con seriedad, pero esbozando una sonrisita arrogante.

—Si hermana Thrud—y eso fue suficiente para que ambos la orden y volvieran a sus lados.

Así que ella es la que manda, bueno, es algo de esperar. Su poder es ligeramente superior a la de esos dos—pensaba Trunks viendo la situación frente a el — ¿tienen algún asunto conmigo?

—No respondiste nuestra pregunta —mencionaba la guerrera con severidad—¿eres al que mi padre conoce como Briefson?

Ante aquella revelación, Trunks supo de quien estaba hablando, pues en los 9 reinos, solo había una persona que se dirigía a él de esa manera. El dios del trueno.

—¿Son los hijos de Thor-sama? —preguntaba un poco asombrado y recibió un asentimiento seco de la chica —ya veo, debí….

—Contesta la pregunta—Thrud lo interrumpió con ímpetu. —.Eres ese tipo ¿sí o no?

Vaya, se notaba que esa chica tenía carácter, su voz era intimidante, aun siendo extremadamente débil ante él. Tenía algo que lo ponía tenso y nervioso, como un sensor de peligro que le advertía de no hacerla enojar por ningún motivo. Sería su sentencia de muerte.

Además no ayudaba que se halla acercado con esa mirada tan sería y quedaran cara a cara, aunque claro que tuvo que agacharse un poco. Trunks era más bajo que ella.

—Si, soy yo. Trunks Brief—contestó un poco más calmado—¿desean algo de mí?

Ahora era turno de Thrud en quedarse en silencio mientras observaba y analizaba al pelo azul de pies a cabeza, sin duda que era una mujer de pocas palabras. Era más una mujer de batallas que de hablar.

—Padre te describía como un guerrero poderoso y sin igual—mencionaba Modi agachándose un poco y con una mano en su barbilla mientras lo veía —pero sinceramente no lo pareces.

—¿Esta es la apariencia del sujeto que fue capaz de hacer retroceder a la misma Ophis Uroboros? —preguntaba un poco incrédulo el menor imitando a su hermano—la verdad creí que eras más alto.

Trunks no quería ser grosero, pero estos tipos tenían un ligero problema de higiene. Sus olores corporales y bucales, bueno, tendrían mejor aroma si comieran ajo. Con eso decía todo, pero se aguantó para no ser grosero, siendo un esfuerzo inhumano el soportar y evitar que lo poco que comió saliera disparado de su estómago.

La chica de nombre Thrud al parecer era un caso contrario, a pesar de verse como una guerrera, ella se veía más arreglada y cuidada. Lo supo cuando su cara se acercó a la suya momentos antes.

—Dicen que Briefson es un guerrero de gran poder, músculos como montañas, piernas y brazos poderosos como el acero más fuerte, largos cabellos azules como el océano y una mirada de asesino de dioses, además de ser tan alto como un risco. Y un espadachín capaz de cortar el cielo mismo con sus dos espadas—volvía a hablar Magni mientras seguía viendo al saiyajin con ligera decepción—Bueno, tal vez las descripciones exageran. Aunque es verdad que eres un espadachín de dos espadas.

—No pareces ser alguien que pueda hacer tal proeza como hacer retroceder a la diosa del infinito—hablaba Modi mientras le tocaba uno de sus brazos con su dedo—tienes músculos, pero no tanto como en las historias. Aunque dudo que sea verdad lo que dicen por ahí.

Trunks suspiraba derrotado y resignado, no entendía la necesidad de los nórdicos de querer exagerar todo ¿de dónde habían sacado tremenda descripción física de él? No tenía nada de aquello, su apariencia no podría ser más normal, eso se demostraba al ver la menor cantidad de altura y masa muscular que poseía comparado con los tres frente a él. Era como un humano común y corriente.

Aunque al menos le dieron en el clavo con eso de tener dos espadas. Pero ¿Qué podían cortar el cielo? La verdad podría ser ya que su espada tradicional ahora tenía habilidades mágicas gracias al colmillo de dragón no, era una mera exageración, para darle cierto folclore para disfrute de los demás. Aunque seguía pensando que eran muy exagerados.

—Magni, Modi, no sean idiotas. No saquen conclusiones apresuradas—se notaba que ella era quien mandaba en el pequeño grupo de hermanos—las apariencias engañan, el tipo puede que sea fuerte. A pesar de que se vea como un enclenque.

¿Enclenque? —se preguntaba un poco ofendido el peliazul.

—No podemos dar por sentado que es alguien débil solo por su apariencia—mencionaba la rubia frunciendo un poco más su ceño mientras desenvainaba su espada—solo podemos comprobarlo de una manera.

—¡Oh! Se lo que intentas decir ¡me gusta!—Magni emocionado.

—¡A mi también! —le secundo Modi.

¡Oh no!—pensaba ahora muy nervioso porque sabía que se venía a continuación y no podía hacerlo ahora porque estaba ocupado—disculpen, pero si lo que buscan es una lucha, lamento decepcionar los. No puedo—decía Trunks riendo un poco nervioso esperando que los hijos de Thor comprenderán su situación.

—¿Por qué no? —preguntaba un poco molesta Thrud. —¿Acaso tienes miedo?

—En absoluto —Refuto el de inmediato—lo que sucede es que Odin-sama acaba de darme una misión a la que debo partir de inmediato y sin perder el tiempo—respondía mientras les explicaba la situación en la que se encontraba —por lo que no puedo pelear de momento así que les agradecería que me permitiesen continuar con mi camino por favor.

Los tres chasquearon sus bocas en decepción, pues no tuvieron una lucha como esperaban. Eran guerreros después de todo.

—Demonios, esperaba enfrentarme a alguien fuerte. Que mal—decía Magni rascándose la cabeza con frustración —Bueno, es orden del padre de todos ¿Qué se le ha de hacer?

—Oigan ¿Y que tal si mejor vamos a beber? —preguntaba Modi al tener aquella idea—así pasamos el día con un buen barril de hidromiel fermentada ¡quiero beber hasta que hayan pasado al menos un ciclo lunar!

—¡Esa es buena idea!

Ambos reían y sin darse cuenta, habían cambiado de tema olvidándose de lo que habían venido, yéndose hacia la taberna más cercana siendo vistos por Thrud y Trunks quienes, tenían gotas de sudor bajándoles por la cabeza.

—No son muy inteligentes que digamos ¿no? —preguntaba Trunks sin dejar de verlos.

Ella solo suspiro derrotada.

—No, son un par de idiotas. Pero son mis hermanos idiotas —decía rendida y empezaba a seguirlos—iré con ellos para que no vayan a causar desastres—decía mientras recordaba cómo se ponían cuando bebían, Hasta que paro y observó a Trunks de reojo—pero no creas que te salvaste, solo tienes más tiempo para prepararte. Lucharás contra nosotros en algún momento ¿te quedo claro?

—No tengo problema alguno —respondía Trunks volviendo a la normalidad, aunque se mostraba sorprendido por la intensidad que mostraba la mujer guerrera —les agradezco de antemano que comprendieran la situación.

Thrud sólo asintió y siguió su camino, dejando a Trunks quien de inmediato suspiro aliviado de que todo haya terminado bien de momento y poso su vista al horizonte y decidido acelerar el paso para poder llegar a la puerta donde aguardaba Ratatösk

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Comenzó a correr de inmediato esquivando toda clase de obstáculos como si se tratase de un practicante de parkour causando que muchos de los transeúntes lo observaban sorprendidos por la agilidad que mostraba, inclusive Thrud quien a lo lejos miraba como el guerrero del futuro se alejaba a una velocidad impresionante de los terrenos de Asgard dirigiéndose hacia las montañas de norte, sonrió ligeramente asombrada. Puede que el enano no sea un fraude después de todo.

Pero Trunks seguía a paso veloz, después de todo había perdido demasiado tiempo con los hijos de Thor. No podía atrasarse por más tiempo.

Cuando estuvo lo suficientemente lejos de toda civilización fue cuando sus pies despegaron de la tierra y comenzó a levitar poco a poco, una intensa aura azul cobalto rodeó el cuerpo del joven guerrero, lanzando ligeras ráfagas de viento que mecían los árboles del terreno Y cuando se encontró a una gran altura despegando a una velocidad abrumadora perdiéndose entre los cielos, el ruido de su despegue fue tan potente, tan poderoso que llego hasta la taberna donde habían ido a beber los hijos de Thor, todos los que estaban dentro de la taberna salieron de inmediato para saber que ocurría y esperando algo con que luchar. Pues el ruido fue demasiado fuerte parecido a una explosión, dando la impresión de que había ocurrido justo afuera de la taberna.

Y no era algo tan errado, a decir verdad.

Pero solo fue un hecho producido por el efecto Doppler pues el guerrero del futuro se había perdido en el firmamento desde hace mucho.

Todos observaron que en lugar de las nubes había un camino en sentido recto que apuntaba hacia las montañas, había muchas preguntas de por medio que se hacían todos los presentes; solo Thrud tenía una ligera idea de lo que pasaba, el maldito volaba miles de veces más rápido que un jet de combate de Midgard.

—Definitivamente lucharas contra nosotros Brief —dijo con una sonrisa desafiante mientras contemplaba el cielo sin nubes.

Volaba a gran velocidad, hasta que sintió como una de las runas emanaba energía, cuando vio de reojo, era la runa de su hombro. Brillaba de dorado.

Así pudo saber de qué se trataba, ese era la runa de transporte. Trunks a la velocidad que iba, llegaría en unas cuantas horas al ser Vanaheim un reino lejano, esa runa al parecer podía llevarlo de forma más rápida. Al parecer querían que hiciera esto lo mas pronto posible, acepto sin dudar y la runa brillo aún más fuerte. Frente a él se formó una especie de portal dorado, no lo pensó dos veces y lo atravesó. Siendo llevado por un asombroso camino dorado de gran extensión, el híbrido llegó a su destilo y quedó flotando encima de toda la zona. Aunque no sabía si era o no en realidad al nunca haber ido a ese reino.

—¿Esto es Vanaheim?—se preguntaba confuso al ver la enorme extensión arbórea que lo cubría todo hasta donde sus ojos perdían la vista—supongo que si….

—Pues supones mal mi estimado jovencito.

¡!

Trunks volteo atrás cuando escucho a alguien hablar, llevándose una sorpresa. Pues quien le hablaba era una ardilla humanoides, tenía el tamaño de un niño de no más 10 años, era robusto y peludo. Vestía con ropa de la antigua escandinava verde con algunas aditamentos de una armadura de cuero, aunque tenía un morral y un cuerno de beber amarrado en su cinto y otro morral colgando de su cuerpo, lo más destacable de él, era un parche que cubría su ojo izquierdo. Sin duda llamó mucho la atención de Trunks.

Pero lo que reavivó y aumento su ya gran sorpresa, era de donde estaba colgado esta ardilla. No podía creerlo.

Un gigantesco árbol que abarcaba todo lo que podía ser el cielo, pues su tronco se elevaba y perdía en el cosmos, igual que sus ramas. Su tronco fácilmente podría abarcar dos continentes y no podía calcular por cuanto están hundidas sus raíces. Sin duda alguna, era el árbol más grande que pudo haber conocido. Esta ardilla humanoide estaba colgada de cabeza con su cola enrollada en una rama pequeña con una sonrisa burlista y brazos cruzados.

—Veo que mi árbol te hizo perder el habla chico.

Esas palabras sacaron de su asombro al joven híbrido.

—D-Disculpe…—hablaba Trunks saliendo de su sorpresa—¿sabe donde estamos?

—Bueno chico, estamos en mi sagrado árbol. El Yggdrassil—reveló asombrando al joven que por fin veía en persona el gran árbol—bienvenido al inicio de los reinos.

El Híbrido alzó su mirada, sus ojos no encontraban fin a toda la extensión de aquel inminente ser frente a él. Porque si, podía sentirlo, el Yggdrassil era una criatura viviente. Eso sin querer le causaba un poco de nervios, algo normal para cualquiera que tuviera enfrente a este inmenso ser. Podía sentir como la energía brotaba desde sus raíces, pasaban por su cuerpo y se esparcían por cada ramificación del árbol. Seguramente otorgando energía viviente a cada uno de los reinos para que puedan vivir y mantenerse.

La cantidad de energía que tenía ¡era masiva! Aunque también sentía algo diferente, como si fuera energía pura. Lo era en realidad, energía en su estado más puro. Aunque no sabía de donde provenía.

—Tu debes ser Trunks Brief—hablaba la ardilla aún colgada de cabeza—el viejo le contó sobre ti.

—Si, me envió Odin-sama. No hace mucho llegue—respondía nuevamente saliendo a su trance—vengo por…. ¿Uh?

—Aja, que chico tan interesante. Muy interesante—al gran ardilla se había acercado a él analizándolo con la mirada de pies a cabeza—discúlpame por esto…

—¿De qué…? ¿Eh?

La ardilla humanoide salto de la rama hasta el cuerpo de Trunks, el cual estaba confuso y sin saber que hacer, pero lo dejo seguir al no sentir malicia en su ser. La ardilla comenzó a correr con su cuerpo, viendo cada una de las cosas que traía. Trunks solo estaba curioso ver como la ardilla parecía estar buscando algo en su cuerpo.

No era un ser malo, solo alguien muy curioso y algo ansioso. Como todo animal indefenso que el ha conocido.

—Vaya, un cuerpo tan trabajado. Seguramente forjado en actos muy violentos—Trunks no supo que decir, pues le atino. Pero también se atribuía a sus entrenamientos—es algo increíble lo que tienes aquí, dos espadas. Una con un poder adquirido por causa de un colmillo de dragón y no cualquier dragón ¡sino del rey dragón, Tannin! Desprende magia poderosa—mencionaba emocionado al ver un arma de ese calibre—mientras que la otra, solo puedo decir, woow. Su origen es un poco diferente a la otra y emana un poder aún mayor.

La ardilla seguía revisando su ropa y cuerpo mientras Trunks descendía levemente hasta que sus pies tocaron el suelo. Al parecer esta ardilla en serio era una criatura curiosa e interesante.

—¿Ya acabo?—preguntaba un poco ansioso e incomodo por todo lo que hacía la ardilla.

—Ah, si chico. Eres interesante—mencionaba ahora rodeando el cuerpo y saltando a sus brazos—tienes un curioso objeto aquí, es como esos modernos relojes humanos. Aunque curiosamente siento el místico poder de bifrost—mencionaba curioso analizando mientras veía el reloj en sus manos y saltaba al suelo para caminar— veo que te dieron una llave del bifrost.

—Me lo dio Odín-sama antes de llegar a vivir a Asgard—mencionaba recordando aquella reunión con Sirzech y el padre de todos—dijo que fue un regalo de buena fe.

—Jaja, ese viejo. Siempre haciendo cosas a lo loco—mencionaba mientras que lanzaba el reloj a Trunks y este lo atrapaba—pero hizo lo correcto a decir verdad, tu más que nadie merece tener una llave, pero no la pierdas. Una llave de esas son las que permite viajar en el bifrost.

—¿A que te refieres?—preguntaba curioso mientras se colocaba su reloj de nueva cuenta y seguía a la ardilla.

—A que no importara si alguien llega a ser tocado por el Bifrost, no podrá viajar en el. Solo aquellos con las llaves pueden hacerlo—le revelaba sorprendiendo al joven—así que mejor ten bien asegurado ese reloj y no lo pierdas.

—Si—respondió con determinación, hasta que recordó algo importante. Suspiro decepcionado por haberlo olvidado—por. Cierto, hemos hablado por un tiempo a decir verdad. Pero no nos hemos presentado aún ¿Quién eres?

La ardilla salto de un lado a otro entre grandes raíces del Yggdrassil, hasta que quedó parada encima de unas. Trunks veía curioso al interesante animal.

—Oh, es cierto, que malos modales los míos. Perdóneme por esto—carraspeaba su garganta para presentarse—mi nombre es Ratatosk, el guardián del Yggdrassil. Aquel que puede viajar entre todos los mundos sin necesidad de un permiso.

Eso sorprendió a Trunks ¿esta criatura era Ratatosk? La verdad no se lo espero, pues creía que siendo el centinela y controlador de algo tan importante, sería un guerrero alto y poderoso. No quería insultar a la ardilla, pero no parecía muy fuerte. Pero tampoco iba a subestimarla, existieron seres que a pesar de no ser tan fuertes, pudieron poner en muchos problemas a seres muy poderosos con habilidades misteriosas y sorprendentes, este ser no debía ser diferente. Tenía que tener mucho cuidado cuando trate con el.

Una de esas habilidades debía ser la capacidad de viajar entre reinos cuando le plazca, eso era algo muy genial y útil en su opinión. Pues las gran mayoría debe de obtener varios permisos para viajar a uno.

—Es un honor señor Ratatosk—saludaba con respeto el joven guerrero con una ligera reverencia hacia la ardilla—Odín-sama me envió con usted para llegar a Vanaheim.

—Vaya, admito que eres alguien muy educado. Me agradas muchacho—mencionaba la ardilla con una sonrisa mientras bajaba de las raíces, quedó frente al joven guerrero. Aunque tuvo que alzar su mirada por la gran diferencia de altura—pero si, para que puedas llegar a Vanaheim, debes pasar primero conmigo. Pues necesitas la llave correcta para abrir las puertas a los diferentes reinos.

—¿Es así?

—Si, ahora no perdamos tiempo. Sígueme.

La ardilla comenzó a correr siendo seguido por el joven híbrido, llegando a una de las enormes raíces del Yggdrassil nuevamente, eran de las mas grandes y casi había cavernas y otras construcciones naturales ahí. Trunks no entendía que pasaba, pero Ratatosk era el especialista aquí. Así que sabrá que hacer.

La ardilla de acercaba aún más y se notaba que había algo debajo de las raíces, este le hizo un ademán al joven para que se acerque para observar. Este curioso lo hizo y se sorprendió lo más que pudo.

Había un enorme río fluyendo ahí, pero eso no era lo sorprendente, pues era algo muy normal. Lo que hizo a Trunks abrir los ojos como platos, era lo que recorría en las raíces. Era un gran cosmos, como si fuera un universo miniaturizado y concentrado, como un fluyente río que alimentaban las raíces del árbol de los reinos. No pudo evitar arrodillarse ahí para ver más de cerca, era algo increíble que nunca espero ver. Ratatosk sonreía un poco divertido al ver la reacción y rostro del chico.

—E-Esto es….

—Increíble ¿cierto? Odín tuvo exactamente la misma reacción que tu—este es el océano de conocimiento, uno en donde Odin tuvo que hacer un sacrificio hace incontables milenios, su ojos. Aquí fue que lo perdió—admitió sorprendiendo al joven—el buscaba conocimiento más allá del entendimiento incluso de los dioses, pero este tiene un costo. Un sacrificio de cualquier tipo—en eso sonrió aún más divertido viendo al chico—dime chico ¿quieres obtener el conocimiento supremo?

Trunks se puso azul al pensar en ello, llevándose instintivamente una mano a su ojo izquierdo. No estaba tan loco.

—Agradezco el ofrecimiento, pero no gracias. Estoy bien siendo ignorante—respondía sonriendo nervioso, pues no quería perder un ojo. Necesitaba los dos si quería pelear bien contra sus enemigos.

—Jajaja, bueno chico. Tu te lo pierdes—la ardilla decía divertido y en eso metió una de sus manos en el río cósmico, viendo Trunks como este pequeño universo concentrado, se agitaba cual riachuelo al ser tocado. Sacando un poco de el en sus manos—acércate joven.

Trunks no entendía que pasaba, pero a pesar de sus dudas y temores, se acerco a la ardilla y está llevó sus manos cerca de él. Eso lo confundió por un momento hasta que pudo entender lo que deseaba.

—¿Debo beber esto? —preguntaba curioso y algo nervioso.

—Claro, de esa forma podrás aumentar tus posibilidades de viaje entre mundos sin la necesidad de una llave. Un acceso directo—informaba la ardilla calmadamente y aun así el chico tenía dudas—no te preocupes, no debes hacer ningún sacrificio. Porque no buscas ningún tipo de conocimiento.

Trunks aun dudoso acepto, bebió de esa agua universal. Curiosamente sabía a agua común y corriente.

Por un momento no ocurrió nada, pero pasaron unos segundos y el efecto del líquido hizo efecto. Pues sintió algo raro comenzando a efectuar en su cuerpo, no era algo raro, solo extraño. Pero comenzó a sentir como energías comenzaban a acumularse y diluirse en algunas partes de su cuerpo, en sus runas siendo más específico. Estas comenzaron a brillar de dorado, un círculo mágico con alegorías nórdicas se formó bajo sus pies. Por algún tiempo esto se mantuvo, hasta que todo volvió a la normalidad. No sintiendo nada raro o nuevo viniendo de él.

Apretó sus puños y movió partes de su cuerpo para asegurarse, pero no sintió nada fuera de lo normal. Así que observó a la ardilla, la cual estaba con una sonrisa ligera y sus brazos hacia atrás. Estaba de espectador de todo esto.

—No siento nada nuevo.

—Te lo dije—mencionaba Ratatosk caminando mientras caminaba y era seguido por el joven híbrido—ahora lo que ha pasado contigo, es lo mismo que conmigo. Ahora tienes una conexión con el árbol de la vida.

—¡¿Una conexión con el Yggdrassil?!—preguntaba asombrado por aquello que fue revelado.

—Así es—respondía la ardilla sin dudas—de esa forma tus habilidades ya obtenidas por las runas, se potencian a niveles aun más allá de lo posible. Eso también facilitará tus viajes a través de los reinos—informaba a un chico que veía sus runas.

—Eso es genial—mencionaba alegre.

—Si, no te alegres tanto. Es solo algo temporal—anunciaba la ardilla mientras seguía caminando hacia cierto lado—para que sea permanente, debes beber del pozo universal un trago a diario. Así como yo.

Trunks no pudo evitar sentir algo de decepción, pues la verdad hubiera sido genial el poder tener ese poder, pues era el equivalente de la tele-transportación de Goku. Podría usar dicho poder para llegar a otros lugares en problemas en poco tiempo, pero no se podía. Hubiera deseado que hubiera un pozo universal en Asgard.

Siguieron caminando hasta llegar a otro lugar, donde había unos grabados rúnicos en el suelo. Ratatosk le señaló que ahí debía pararse y Trunks lo hizo.

Momentos después, dicho grabado empezó a brillar de dorado, rodeando a Trunks por completo, este no sentía nada, era como si no pasara nada. Así que solo se dejó llevar, ahora solo se preguntaba ¿Cómo sería Vanaheim? Solo sabía que era un mundo donde la naturaleza predominaba, sería interesante de visitar. Pues le recordaría los momentos en los que el y Gohan entrenaban a diario en los bosques, buenos tiempos en los que se volvía más fuerte. Aunque ahora sería por otro motivo.

—Oye chico, antes que nada. Quisiera hacerte una pregunta—mencionaba sería la ardilla y un Trunks confundido solo a sentía—dime ¿eres el único de tu raza que ha venido a la tierra?

—¿Uh? ¿A que se refiere?—preguntaba confundido Trunks.

Ratatosk suspiraba con una ligera sonrisa.

—Nada chico, no es nada. Olvídalo—mencionaba sonriendo ligeramente y alzaba una mano en despedida—buena suerte en tu misión chico.

El híbrido también se despidió y desapareció en ese haz de luz dorada,

En cuanto el híbrido se desvaneció, Ratatosk cambio a un rostro muy serio. Estaba muy analítico, pensativo, así como también se mostraba signos de temor. El chico era una buena persona, eso es seguro. Pero sin duda alguna provenía de la misma raza que aquel monstruo que casi manda al olvido a toda la existencia.

Corrió hacia el Yggdrassil y trepó durante algunos minutos, hasta que llegó a su destino. Viendo algo bastante grave.

El árbol del mundo, tenía una severa herida, una de que a pesar de haber pasado milenios incontables, aún seguía abierta. Pasó sus dedos sobre esa herida, recordando el infierno que se desató sobre todas las facciones, la batalla tan brutal que se generó, que sacudió violentamente al mismo Yggdrassil. Recuerdos y pesadillas que esperaba olvidar de aquel momento, no eran fáciles de sanar, claro que no lo era. Incluso el tenía fresco en su mente, el recuerdo del sentimiento de la muerte. En aquel entonces, el solo era una ardilla común y corriente que aún no recibía la bendición del árbol del mundo, aún herida se salvo ocultándose. Y desde su escondite muy aterrado pudo ver al monstruo riéndose como si fuera un demonio aún peor de los que ya conoce.

Esa infernal risa hasta el día de hoy, pero luego suspiro. Debía superar todo esto pronto.

No eres "el" chico, lo sé. Lo tengo bien en claro—pensaba la ardilla aun pasando los dedos por la herida del árbol— pero, si el volviera…—su mirada seria cambio al cielo— ¿podrías salvarnos? O ¿caerías como todos los héroes que trataron de pasarlo en el pasado?

No había quien pudiera responder aquella pregunta, solo había una forma. Una muy terrible forma de comprobarlo.

Y esperaban que nunca debiera resolverse.

Sentado en su trono Hliðskjálf, Odín miraba en su bola de cristal como el joven era recibido por Ratatösk y este activaba la runa que él le había otorgado para ir a la ubicación afectada de Vanaheim, deseándole sus mejores deseos en su misión pues pese a la situación y las acciones tomadas por ese hecho atípico tuvo el tiempo suficiente para saber el estado en el que se encontraba; era un infortunio que se topara con ese libro y decidiera leerlo, así que como dice el dicho la curiosidad mato al gato.

Solo esperaba que esta misión le ayudase a aclarar más su mente y pudiera encontrar las respuestas que tanto ansiaba saber, pero la duda se mantenía latente en él.

—¿Abre hecho lo correcto?