Los restos de la bestia desaparecían en pequeñas motas de polvo que se desvanecían en el viento mientras el cuerpo de la mujer parecía caer en cámara lenta, así que, sin dudar por un segundo, el guerrero del futuro decide tomar a la mujer antes de que la gravedad terminara de hacer el trabajo. Una vez que la recostó con cuidado pudo apreciar que sus rasgos eran delicados, piel blanca, cabello de un color rubio platino, manifestado en ondas suaves por debajo de sus hombros que le daba un toque de brillo con los rayos del sol. Pero lo que más le llamo la atención fue su vestimenta única, muy diferente a todo lo que había visto antes. Y sabia muy bien de donde era procedente.

Y es que no era para menos, la mujer venia con el set completo de las guerreras que juraron proteger a Asgard; Yelmo conformado con un par de alas que se encontraban a los lados, la coraza de la armadura con runas antiguas talladas con precisión, formando palabras y frases en un antiguo idioma nórdico que solo unos pocos sabios podrían descifrar y pese a no saber qué demonios significaban esas palabras, tenía el presentimiento de que tenían un significado misterioso y sagrado.

Hombreras decoradas con filigranas que servían para proteger sus hombros, así como también dotarle un porte elegante, brazales que cubrían sus antebrazos y tenían bordados de color dorado y estaban diseñados con una combinación de resistencia y gracia, la parte inferior la conformaba la coraza inferior y musleras de la armadura de color plateada que tenían la función de proteger su abdomen y piernas decorados también con grabados cuyas runas no se entendían un carajo.

Y la pieza final del set; Una capa escarlata y majestuosa colgaba desde sus hombros, que pese a estar rota y con el color opaco, era la pieza que le daba su merecido status como protectora de Asgard, en pocas palabras se trataba de…

—¿Una valquiria? —Se pregunto Trunks una vez que termino de ver la armadura de la joven pero que hace aquí en Vanaheim.

Valquiria o no, era una persona y necesitaba ayuda.

—Señorita, ¿Se encuentra bien? —murmuró Trunks, tratando de no asustarla, dándole unas palmadas en la mejilla con cuidado. La mujer no respondió de inmediato, pese a estar dormida sus facciones comenzaron a contorsionarse como si estuviera en medio de un mal sueño.

Pasados varios segundos de incertidumbre, la mujer finalmente comenzó a moverse lentamente, parpadeo lentamente mientras sus ojos se abrían con lentitud. Cuando finalmente despertó, se dio cuenta de que estaba siendo sostenida por un desconocido, sus alarmas se encendieron rápidamente, creyendo que el enemigo la había capturado.

—¡No me toques! —exclamó la mujer, liberándose de sujeción de Trunks, sus hermosos ojos jade centelleaban con hostilidad mientras pensaba que había ocurrido lo peor, para como estaban las cosas con la guerra, no descartaba la idea de un posible abuso sexual, pues ese era el destino de las mujeres que eran capturadas por el enemigo. Se sentía asqueada de tan solo pensarlo.

Trunks retrocedió un paso, sorprendido por la reacción de la mujer—Por favor no te alarmes, no te haré daño, lo que pasa es que buscaba un objeto y entonces te vi caer y…

Antes de que pudiera terminar su frase, la mujer lo interrumpió con un movimiento rápido y ágil. Sacó una espada de su cintura y la apuntó hacia Trunks con un gesto amenazante.

—Por lo que puedo ver… —exclamó la mujer con una voz unas runas mágicas comenzaron a rodear el acero del arma de la mujer —dejaron a un novato en mi custodia, que pena por ti —entonces la mujer estaba a punto de dar su sentencia —dime quien es tu jefe de escuadrón y prometo darte una muerte rápida e indolora.

Trunks se sintió completamente descolocado por la frase proferida. No tenía idea de quién era esta mujer o por qué estaba actuando de esta manera, la mujer estaba confundida y eso daba cabida a malos entendidos, así que trató de mantener la calma y apelar a la razón.

—Escucha, en serio no deseo problemas —Insistió Trunks, levantando las manos en un gesto de tregua para que quizás la mujer reconsiderase dejar sus intenciones de una batalla a muerte —de verdad te juro que no pretendo hacerte daño —decía el guerrero del futuro con apuro al ver que la magia en la espada de la mujer se incrementaba —si quieres puedo explicarte todo, no tenemos la necesidad de pelear. Así que mejor vamos a calmarnos.

La mujer pareció dudar por un momento mientras observaba a Trunks con cautela. La tensión en el aire era palpable mientras las miradas de ambos se enfrentaban en un enfrentamiento tenso e incierto.

Puede que ese joven dijera la verdad, su mirada se lo mostraba, pero por otro lado…

Sabia perfectamente la situación de estos tiempos crueles…

[Redo of Healer OST – Brave Clash]

Sin perder el tiempo, la mujer lanzó un ataque hacia él, la hoja de su espada cortó el aire con ferocidad mientras apuntaba directamente al joven guerrero híbrido, sorprendido por el veloz ataque, Trunks retrocedió ágilmente para esquivar el ataque. La hoja pasó a centímetros de su rostro, dejando una estela de aire caliente en su piel.

En verdad es una valquiria —dice Trunks mientras se lleva las manos a la parte afectada donde rozo la espada — Y sin temor a equivocarme puedo decir que es de las mas poderosas…

—Lo esquivaste… —dice ella con un gesto sorprendido —muy pocos son capaces de lograr eso, sin mencionar también que tienes alta tolerancia a la magia de la runa —dice ella mientras más runas brillaban aumentando el poder arcano de su espada —tu nivel de peligrosidad es alto, es preciso exterminarte en este momento.

—¡No entiendes, no soy tu enemigo! —Trunks intentó de nuevo convencer a la mujer mientras mantenía la distancia entre ellos —por favor, resolvamos las cosas de forma pacífica.

—¡CÁLLATE, NO PIENSO ESCUCHAR TUS ENGAÑOS!

La mujer era terca. Continuó lanzando ataques rápidos y precisos hacia Trunks, quien utilizaba su destreza para esquivar cada uno de ellos, cualquiera que observaba la escaramuza solo podría apreciar dos pequeños puntos que se movían a una velocidad anormal, no más. Trunks admitía que los embates de la mujer eran ágiles y precisos y lo más complicado era que entre más pasaba el tiempo, más veloces eran las estocadas. Trunks jamás creyó que un ser sobrenatural poseyera tal velocidad. Y aunque pudiese verlos como si fuese en cámara lenta, le daba crédito de ser alguien muy, muy rápido.

"Frostbitt Fenrisulv"

Tras decir eso una potente aura se formó alrededor de la mujer, tomando la manifestación del embretó hijo de Loki quien gruñía ferozmente y lanzaba potentes ladridos, Trunks apretó los dientes al ver como las fauces del lobo se abren para liberar una potente ráfaga de viento y hielo.

La explosión fue bárbara, las hojas de los arboles se sacudían, y el hermoso bosque comenzó a congelarse poco a poco matando la vida floral que ahí crecía.

La mujer no estaba confiada, de alguna manera creyó que su captor había escapado del ataque así que usando todo su alcance incluyendo lo más que aprendió de su entrenamiento para este tipo de situaciones, se dispuso de buscar al guerrero del futuro.

Trunks se encontraba escondido en uno de los árboles, intentando como poder convencer a la mujer que él no tenía intenciones de hacerle daño.

—¡Rayos! ¡¿De que manera puedo hacerle entender que no estoy en su contra?! —murmuraba el guerrero del futuro —esta situación está empezando a fastidiarme.

La valquiria debe pensar que aún sigue en esos tiempos crueles de guerra debido a que no tiene conocimiento de todo el tiempo que estuvo atrapada dentro de la bestia—dijo la misma voz que le hablo antes, sorprendiéndolo bastante — has alcanzado un punto muerto, lo que significa que ella no apelara a las palabras; la única manera de hacer reaccionar a esa mujer es con la técnica de lectura de mentes —continúo hablando la voz — para ello, debes acceder a sus recuerdos más recónditos y solo así lograras sacarla de ese estado de paranoia y locura —Y para sorpresa de Trunks la voz dijo unas palabras que le descolocarían totalmente — Shin te enseño la técnica, aunque no la domines bien, tienes conocimiento de ella…

Trunks seguía sin entender que estaba pasando, pues esa voz nuevamente había resonando en su mente. La espada Z estaba emanando aquella energía poderosa y enigmática que no podía sentir como cualquier otra firma de ki, pero que si podía sentir la gran presión que emanaba, pese a que quería saber que estaba pasando, su espada tenía razón y no podía perder más el tiempo. Luego de todo esto podría exigir las respuestas que quería.

Lectura de mente.

Una de las tantas habilidades que los aspirantes a ayudantes de supremos kaio-sama obtienen al obtener este rango, es una habilidad muy poderosa a pesar de su simplicidad a simple vista y criterio de ignorantes. Trunks estaba dudoso sobre aquella habilidad, pues ahora que ya no era el aspirante a ayudante de Shin, lo más lógico era que perdiera la gran mayoría de las habilidades especiales, pero no había tiempo de dudas, no cuando tenía una valquiria enloquecida, furiosa y mentalmente inestable queriendo cortarle la cabeza.

La guerrera antigua demostró su poderío y experiencia en batalla. Trunks fue testigo del peligro de que representaba su imbuida con conjuros arcanos nórdicos antiguos y que no debía ser subestimada o aquel que lo hiciese, pagaría las consecuencias. Furiosa por fallar una y otra vez con sus ataques, hizo que la hoja de su espada ardiera en fuego negro y violeta. Trunks sintió el gran peligro que esa arma ahora emanaba, cuando con un furioso grito la valquiria cargo hacia el para cortarlo en dos, Trunks uso la misma Z para bloquear el corte de la espada enemiga. El hijo de Vegeta estaba sorprendido, pues ese ataque fue muy fuerte e incluso hizo que el suelo se resquebrajara por la fuerza ejercida, alzando piedras y polvo, también generando un sonido fuerte. Ambos apartaban sus dientes y agarre en sus respectivas armas, hasta que Trunks se impulsó hacia atrás. La hoja de la valquiria se incrustó en el suelo con una fuerza demencial, tanto así que la destrucción generada siguió adelante por varios metros, así como incendiar un poco la zona afectada. Trunks veía asombrado todo esto y tragaba saliva nervioso.

—Tsk. Este tipo si que es escurridizo—murmuraba molesta al ver como sus ataques no lograban acertar en su enemigo.

Si llego a ser lastimado por esa arma y esa magia desconocida… no voy a contarla…—pensaba Trunks nervioso y viendo como quedo la zona destruida— no es momento de pensar en eso, debo buscar la manera de neutralizarla para poder entrar en su mente.

—M-Maldito… —jadeaba la valquiria furiosa y notablemente cansada aún con su espada incrustada en el suelo—¿Cómo ha podido evadir todos mis ataques y técnicas? No debería ser posible, nadie podría hacerlo de forma tan sencilla. Ni los dioses podrían hacerlo fácilmente—se decía así misma incrédula y furiosa por no poder eliminar a este enemigo tan poderoso—¡¿Cómo lo has hecho?!—preguntaba furiosa.

—Oye, de verdad necesitas detenerte—mencionaba Trunks nuevamente guardando su espada y alzando sus brazos en señal de rendición —vas a empeorar tu situación si sigues así… además te he dicho que no somos…

—¡Cállate de una vez! —exigía la furiosa valquiria fuera de si y lanzándose nuevamente en su contra—¡ahógate en tus mentiras y muere!

¡Crash!

Trunks veía como aquella valquiria enfurecida se lanzaba en contra suya nuevamente, suspiro al ver que sus palabras no ayudarían en nada, decidió poner más presión. Así que retrajo su puño ante la mirada confusa y furiosa de la valquiria….

Y entonces…

¡Foooosh!

—¡Goaaaah!

No pudo reaccionar cuando un poderoso ataque de aire comprimido salió disparado en su contra, golpeándola directamente en el rostro, soltando su arma y salir volando en línea recta y chocando con fuerza de espaldas contra un risco, cayendo al suelo de cara. Podían escucharse sus lamentos de dolor e ira por su derrota.

Todo ante la mirada incrédula y preocupada de Trunks.

—¡Por Kami! C-Creo que me excedí y no medí bien mi fuerza… —temeroso veía su puño y luego suspiraba resignado —Bueno, ya no puedo hacer nada. Mejor me apresuró a mostrarle la verdad.

Se levantó y camino hasta llegar a la caída valquiria, se inclinaba un poco para ayudarla a levantarse, pero el orgullo de guerrera no le permitiría ser ayudada por su enemigo. En un último intento de vencerlo, había desenvainado una daga de plata que tenía guardada en su bota. Trunks se movió aún más rápido y la tomó de la muñeca presionando firmemente; la mujer soltó el arma debido al dolor, cosa que aprovecho el para aplicarle una llave torcida al brazo de tal forma que quedase inmovilizada y arrodillada. La valquiria no podía sentirse más humillada.

Aunque Trunks no salió tan ileso, pues si obtuvo un ligero corte en su mejilla izquierda, de la cuál salió un ligero hilo de sangre. El saiyajin veía la pequeña arma caída en el suelo.

Esa daga pudo cortarme, aunque sea de forma ligera—analizaba el corte en su mejilla con algo de sorpresa— ¿Acaso fue fabricada por Uru? —pensaba recordando aquella alineación asgardiana de gran poder que era capaz de lastimarlo.

—¡Maldito! ¡Suéltame inmediatamente! —la furiosa y débil valquiria forcejeaba a duras penas para liberarse, pero no podía hacerlo. El sujeto que la apresaba tenía una fuerza irreal—¡¿Este es tu finalidad?! ¡¿Aprovecharte por mi debilidad?! ¡Eres una maldita bestia! —vociferaba furiosa y humillada.

—Ya te dije que no trato de hacerte daño ¿Por qué te cuesta tanto creerme? —preguntaba con dificultad ya que la furiosa mujer continuaba forcejeando y no quería que resultara lastimada —te recomiendo que no forcejees o vas a lastimarte seriamente.

—¡Mientes! ¡Maldita bestia lujuriosa! ¡Todos los hombres lo son! —recriminaba furiosa aun tratando de liberarse sin éxito—¡Mátame de una vez! ¡Prefiero la muerte antes que mi cuerpo sea mancillado por una bestia como tú!

Trunks suspiro fatigado por la terquedad y violencia de esta guerrera, aunque debía admitir que era admirable su temple y determinación fue testigo de ello, del carácter que esta guerrera tuvo que forjarse para sobrevivir en aquellos cruentos tiempos.

La valquiria continuaba forcejeando y resistiéndose, con Trunks detrás de ella. La conexión parecía imposible en su estado actual. Sabía que debía actuar rápido pues la valquiria estaba en un estado inestable y aprovecharía cualquier descuido para dar su estocada mortal.

Debía actuar pronto.

Recordando las enseñanzas de Shin, supo que, todos aquellos que aprendían la técnica forzosamente debían hacer contacto físico, pues leerla sin tocar quería de mucho entrenamiento y tiempo, recordó que Shin le menciono que la cabeza es el puente hacia el conocimiento, así que, recordando aquella complicada lección, supo que tenía que pegar su frente con la de ella para que la técnica tuviese éxito, pero la valquiria estaba de espaldas y su resistencia era feroz. La situación se volvía más desafiante en cada momento.

Sin embargo, su determinación de ayudar a la valquiria era enorme y buscó una manera de hacer que la valquiria colaborara. Con un movimiento rápido pero cuidadoso, giró suavemente a la valquiria para que quedara frente a él, manteniendo un agarre firme pero no agresivo.

—Lamento la intrusión a tu espacio personal —dijo Trunks con firmeza—pero es preciso que hagamos esto.

La valquiria al notar la cercanía que había entre sus rostros, unos recuerdos nauseabundos pasaron por su cabeza.

—¡¿Qué pretendes hacerme, maldito malnacido?!

Ignorando los improperios de la valquiria, mantuvo su agarre firme y pego su frente con la de ella, logrando hacer el enlace mental.

Cuando las mentes de Trunks y la valquiria finalmente quedaron pegadas, algo extraordinario ocurrió, pequeños relámpagos de energía se manifestaron a su alrededor, envolviéndolos en un aura brillante. Los ojos de la valquiria perdieron su brillo y pronto dejo de forcejear, la zona en la que estaban comenzaba a distorsionarse de forma repetida, como si se tratarse de una señal de televisión inexistente.

De repente, se encontraron inmersos en un paisaje etéreo y surrealista. Estaban en un reino de sueños, donde los colores y las formas se mezclaban en un torbellino de emociones y recuerdos. Sus propias formas se desdibujaban, y se sentían como espectros en este nuevo mundo.

Trunks y la valquiria se miraron el uno al otro, asombrados por la extraña transformación de su entorno. Aunque sus mentes seguían conectadas, ahora se encontraban en un reino desconocido, lleno de símbolos y visiones que parecían reflejar sus pensamientos y emociones compartidas.

En ese extraño y surrealista plano astral, la valquiria despertó de improvisto y noto que Trunks la había soltado, ¡pobre estúpido! Debió aprovechar la oportunidad de haber acabado con ella o hacer lo que su retorcida mente se le ocurriera, esta era una oportunidad de oro y no la desaprovecharía.

Con eso en mente intentó lanzar un ataque contra Trunks. Extendió su mano hacia él en un intento de agarrarlo, pero para su sorpresa, sus movimientos eran inútiles. Su mano atravesó el cuerpo de Trunks como si fuera una ilusión, sin causarle daño alguno.

—¡¿Pero que…?! —dijo ella entonces para comprobar que no era un sueño decidió ejecutar una de sus mejores técnicas

"hutníctvo bojových liehovín"

Como era de esperarse, nada ocurrió. La valquiria miró sus propias manos, confundida y frustrada. Parecía que, en este reino alterado, las leyes de la física y el combate eran invalidas

Trunks, observando la expresión de sorpresa y frustración en el rostro de la valquiria, decidió aprovechar esta oportunidad para explicar la situación.

—Ya fue suficiente de peleas innecesarias —hablo el guerrero del futuro con determinación, intuyendo de antemano las dudas de la mujer —puedes intentar luchar todo lo que quieras, pero no te servirá de nada.

—¿Que fue….? —dijo ella tragando saliva de forma nerviosa —¿… lo que hiciste?

—Hemos ascendido a algo más que un plano material —dijo Trunks en un tono calmado, tal y como Shin se lo había explicado cuando le enseño la técnica —algunos lo llaman "plano astral", otros simplemente "un sueño paranormal", y otros más creen que es un reino espiritual donde nuestros cuerpos físicos no tienen influencia. Elije la metáfora que mejor te convenza.

La valquiria sintió como si le hubiese caído un balde de agua fría, por un momento quiso recurrir a la negación, pero tras unos fracasados intentos de demostrarse que todo era una ilusión, termino por aceptar la realidad. Poco a poco, parecía estar dispuesta a considerar la posibilidad de entender su situación en este enigmático plano, reino o como mierda se llame y encontrar una manera de salir de esta bizarra situación. La tensión en el aire comenzó a disiparse mientras Trunks y la valquiria continuaban su conversación en este mundo etéreo.

— ¿Cómo es posible que estemos en este lugar? —cuestionó de la forma más seca y hostil posible—¿Cómo me trajiste aquí? ¿Qué pretendes obtener de esto?

Trunks, consciente de que debía responder con cuidado para ganarse la confianza de la valquiria, habló con sinceridad.

— Mi único interés es entenderte y de ser posible, ayudar. No tengo otras intensiones —explicó adelantándose a la valquiria que lo seguían con la mirada—quise intentar entablar una conversación contigo, pero tú me atacaste con las intensiones de matarme y creo entender el porque —dijo el frunciendo su ceño al contemplar sus alrededores —tu mente es… un absoluto caos, como si fuerzas externas hubieran ocasionado tal cosa…—Trunks observo a la valquiria de forma penetrante, y esta al no poder hacer nada para defenderse, prácticamente estaba a su merced inevitablemente el miedo comenzó a apoderarse de ella, incluso una guerrera poderosa como ella podía sucumbir al miedo. Trunks volvía a acercarse a ella.

—A-Aléjate… —pedía temerosa la valquiria.

—Lo siento, pero no puedo hacerlo. Tengo que llegar a la raíz del problema —sentencio el guerrero del futuro — y para hacerlo… ¡Debo entrar a tus recuerdos!

Trunks, con determinación en sus ojos, se preparó para adentrarse en los recuerdos de la valquiria. Cerró los ojos y se concentró en su objetivo mientras la energía del plano astral los envolvía aún más.

De repente, se encontró inmerso en una visión intensa y vívida. Estaba en medio de una batalla en un mundo antiguo y desgarrado por la guerra. Los rugidos de la batalla llenaban sus oídos, y podía sentir la tierra temblar bajo sus pies mientras las espadas chocaban y los soldados luchaban con valentía.

El negaba con la cabeza que sentido tenia crear una guerra, ¿Que causa o razón validaría el sacrificio de muchos en una contienda absurda?

Trunks observó a la valquiria en sus años de juventud, luchando en el corazón de la batalla. Su coraza plateada brillaba bajo el sol, y su espada se movía con gracia y precisión mientras enfrentaba a enemigos imponentes y daba estocadas letales para acabar con sus enemigos. El valor y la determinación en sus ojos eran evidentes mientras luchaba junto a sus compañeros.

A medida que Trunks exploraba los recuerdos de la valquiria, comenzó a comprender la magnitud de la guerra en la que había estado involucrada. Los campos de batalla se extendían hasta donde alcanzaba la vista, y las vidas se perdían en un conflicto aparentemente interminable. Se dio cuenta de que la valquiria no solo era una guerrera valiente, sino también una líder en la batalla, inspirando a sus camaradas con su determinación y valentía y entre mas victorias ganaban mas territorios estaban bajo la disposición del reino de su padre.

Los vikingos compartían su grandeza a través de la guerra, eso no tenia nada de malo ¿verdad?

Pero ella misma tenía sus dudas.

Pues ahora se presentaba aquel que expandía su grandeza por los lugares de los reinos del Yggdrasil. El recuerdo en el que el padre de la valquiria discutía planes de guerra en busca de riqueza y poder. Esperando instrucciones la valquiria se había presentado en el despacho de su padre, estaba un poco contrariada porque aún no había terminado la reunión y sabia que era de mala educación escuchar.

Pero la curiosidad pudo más que ella.

Y se arrepintió de eso, la conversación tomó un giro impactante cuando el padre de la valquiria pronunció palabras que dejaron a la joven atónita y horrorizada.

— Debemos quemar todo, no dejen sobrevivientes, ni siquiera a los niños —dijo con una frialdad impactante.

El recuerdo del terrible plan de guerra y las palabras crueles del padre de la valquiria se cortaron abruptamente, y Trunks y la valquiria volvieron a encontrarse en la zona del plano astral donde habían comenzado su conexión mental.

La valquiria, visiblemente angustiada y con lágrimas en los ojos, gritó con desesperación:

— ¡NO! ¡POR FAVOR, NO!

Trunks preocupado por la reacción de la valquiria, trató de tranquilizarla rápidamente:

—Se a la perfección que probablemente este sea el recuerdo que más quieras enterrar en lo más profundo de tu mente y alma —dice el comprensivo —yo lo sé de primera mano… pero es parte de lo que necesitamos enfrentar juntos para liberarte de estas cargas emocionales.

La valquiria, abrumada por la intensidad del recuerdo y las emociones que había experimentado, entró en un estado de negación. Negó lo que había visto y escuchado en ese recuerdo impactante, como si quisiera distanciarse de la verdad perturbadora que había enfrentado.

— No quiero oírlo, no quiero oírlo decir eso —murmuró, con voz temblorosa—mi padre... él no podría haber dicho eso, no podría haber planeado algo así.

— Pero así paso — dijo el sintiendo las emociones intensas de la mujer como propias —aunque intentemos negarnos o convencernos de lo contrario las cosas que menos esperamos que ocurran, ocurren.

La valquiria temblaba incontrolablemente sabedora que lo que seguiría mas adelante, seria una escena cruel y de mucho dolor.

Persistiendo en su estado de negación, la valquiria continuó rechazando la verdad dolorosa que había presenciado en sus recuerdos y hacia hasta lo imposible para evitar que el guerrero del futuro accediera al resto de los recuerdos. Trunks, sintiendo la urgencia de ayudarla a enfrentar la realidad, decidió tomar suavemente el brazo de la valquiria y hacer que lo mirara a los ojos.

Con un gesto gentil pero firme, Trunks le dio la vuelta y la miró con profunda empatía en sus ojos. Quería que la valquiria comprendiera la importancia de confrontar y superar su pasado, de paso también entender cómo es que ella había terminado como esa bestia que había diezmado a centenares de seres vivos que tuvieron la mala suerte de ir ahí.

— Mírame —dijo Trunks en un tono suave pero convincente—sé que lo que viste fue doloroso y difícil de aceptar, pero negarlo no te ayudará. Estoy seguro de que tu hiciste lo que estaba en tu mano para evitarlo la valquiria no decía nada, continuaba en su lugar temblando de impotencia, Trunks observaba esto con genuina empatía porque sabia lo que significaba sentirse así, aunque el contexto y los acontecimientos eran diferentes, el sentir era el mismo—yo se que fue así, tu intentaste salvar a muchos —dijo el limpiándole las lagrimas con los dedos —por eso yo estoy determinado a ayudarte, pero depende de ti el poder hacer esto posible, solo tú puedes ponerle fin…

Al observar los ojos de Trunks, pudo ver que en su mirada se hallaba vio comprensión y compasión, y comenzó a darse cuenta de que tenía a alguien a su lado que estaba dispuesto a ayudarla a sanar, y no le juzgaría por nada del mundo independientemente de lo que vea después, eso en cierta manera le daría el valor de enfrentar los recuerdos más oscuros de su pasado.

—Yo….yo….

—¿Quieres ponerle fin? —Pregunto el de manera suave.

La valquiria con duda, asiente con la cabeza, con eso en mente Trunks volvió a repetir el proceso anterior para acceder al resto de los recuerdos, con los ojos llenos de lágrimas, observaba la aldea devastada y a su padre reír de forma frenética, psicótica, este hombre bajo ningún concepto era su padre del que estaba orgullosa.

—JAJAJAJAJA LO LOGREEE LO LOGREEEE —Gritaba con una locura desmedida —ME TOMO TANTOS AÑOS, TANTOS AÑOS QUE NO PUDE PONER MIS ASQUEROSAS GARRAS A USTEDES, PERO MI SUERTE POR FIN CAMBIO—Continuaba riendo con ese tono enfermo —¿Y BIEN ZORRA INMUNDA? DE QUE TE SIRVE TU MOGIGATEZ MORAL AHORA, TU Y TUS ASQUEROSOS DESCENDIENTES SOLO SON PEDAZOS DE CARNE TIRADOS EN EL SUELO…

— ¿Padre…?

El padre de la valquiria, en un tono frío y despiadado, respondió con indiferencia:

—Hildr no deberías estar aquí…—diría con fastidio pues no esperaba que su hija contemplara ese lado intimo suyo que se esforzó por ocultar en décadas —. Deberías estar en el frente oeste.

—¿Que fue… lo que has hecho? —Pregunto ella en estado de shock incapaz de concebir lo que le mostraban sus ojos

—¿Te refieres a esto de aquí? —Respondió burlón señalando los cadáveres de todos aquellos a los que masacro —era necesario hacerlo y creí que al convertirte en valquiria lo entenderías… Pero al parecer no estas preparada para esta conversación

La valquiria, llena de rabia y dolor al ver que su padre no mostraba ni un ápice de remordimiento, avanzó hacia él con determinación, tomándolo por el cuello mientras las lágrimas caían por su rostro.

—Las valquirias estamos aquí para guiar a los guerreros quienes han peleado en batallas honorables, no para apoyar esta masacre injustificada —Replico entre lágrimas mientras se acercaba a él tomándolo por el cuello —¿Sabes la magnitud de la monstruosidad de lo que has hecho? ¡¿POR QUÉ?! ¡¿PORQUE LO HICISTE?!

Pero su padre no le respondió, todo lo que sintió fue algo penetrando en su estomago dejándola paralizada y haciéndole perder los sentidos, la vista se le nublaba y las fuerzas se le iban, todo lo que pudo hacer fue sostener el brazo de su padre quien la miraba con absoluta indiferencia, como si este acto no hubiese significado nada para él.

Sintió dolor y después de una ira incontrolable, pero al parecer estaba a punto de perder la conciencia, sintiendo incertidumbre de lo que ocurriría después.

Cuando despertó, se encontró en medio de la aldea devastada, su padre yacía en el suelo sin vida, mientras ella sostenía la espada ensangrentada en sus manos. Las lágrimas llenaron sus ojos mientras miraba la escena con una mezcla de dolor, pues sus creencias y lo que creía se había derrumbado como un castillo de naipes. Toda esa fachada de grandeza y la valía de un guerrero verdadero perdieron completamente su sentido. Nada de eso importaba, ¿cómo podría importar cuando había sido engañada toda su vida para facilitar los retorcidos fines de un despiadado psicópata que solo la veía como una herramienta para sus siniestros propósitos?

Pero al parecer, como en toda vida, todo tiene un precio. Aunque desconociera el motivo real de sus acciones, al final de todo ella era tan culpable como su padre. Ella había cometido pecados atroces.

Y así fue como la sentencia se dictó. El bosque encantado reaccionó con una magia ancestral. La energía mágica la envolvió y la transformó en una horrible criatura colosal, un símbolo viviente de los actos que había cometido en nombre de la grandeza de su reino. Fue en ese momento en que se había decidido su destino; enfrentar las consecuencias de sus acciones y decisiones.

Volvieron de nuevo al plano de antes, Trunks miraba con compasión y tristeza, consciente de cuán profundamente estos eventos habían afectado su vida y que probablemente viviría con esa culpa por el resto de la eternidad. Sabía que ella llevaba un peso abrumador en su corazón debido a las acciones de su padre y a sus actos propios que pese hacerlos desde la ignorancia no reducían de peso en ser graves y atroces.

— Has pasado por mucho, pero esta parte de tu historia no te define quien eres —dijo Trunks con voz suave —es el resto de tu vida lo que definirá tu historia, las acciones que tomaras de ahora en adelante, tú decides en que camino tomar, que sendero escoger…

La valquiria se encontraba en el suelo.

Trunks se acerca a ella mientras le extiende la mano con una sonrisa amable.

—Pero hice cosas malas, imperdonables —dice ella con duda mientras abofetea la mano de el—¡¿NO SABES LO QUE HE HECHO?!

—Lo se—dice el mientras le ofrecía su mano de nuevo—¿pero que harás ahora? Tu historia aun no ha terminado, aun hay paginas nuevas que deben escribirse—la valquiria dudaba, sintiendo que no era digna de una redención, que su pasado oscuro la condenaba para siempre. Trunks, sin embargo, persistía en su apoyo y comprensión—se que es una decisión difícil —dijo Trunks con calma—pero todos merecemos una segunda oportunidad, muchos en esta vida la hemos recibido. Ahora te toca a ti.

— ¿Cómo puedo siquiera pensar en redimirme después de todo lo que hice? —murmuró con voz temblorosa, luchando contra las lágrimas que amenazaban con brotar nuevamente—mis manos están manchadas de sangre, y mi alma está marcada por la maldad.

—Incluso cuando cometemos errores graves, no estamos condenados para siempre Hildr —respondió el sonriéndole con compasión —puedes también hacer actos virtuosos que te lleven a la completa redención.

La valquiria miró a Trunks, sus ojos reflejaban una mezcla de temor y esperanza. Por un momento, comenzó a considerar la posibilidad de que, a pesar de su pasado sombrío, tal vez pudiera encontrar la manera de sanar y redimirse. Era un camino incierto, pero con la mano amiga de Trunks extendida hacia ella, comenzó a creer en la posibilidad de un futuro diferente y más luminoso.

—…. Aceptó….

—Me alegra que dieras el paso —dijo el complacido por la decisión que la valquiria tomó ante este declive moral—bueno es hora de volver al mundo real.

Momentos después, una luz consumió todo el lugar. Todo lo demás se desintegró por completo en partículas de luz.

Si había algo que Vali Lucifer amaba más que su propia vida, era la experiencia de tener un excepcional combate contra seres de gran poder. No importaba si moría en esa batalla, se hubiera ido con una sonrisa en el rostro, satisfecho por haber caído como todo un guerrero. Si, por eso todos tenían la consideración hacia su persona de que era un jodido suicida, pero ¿Qué podía hacer? Esta era su naturaleza dragonica actuando por él, era algo que no podía evitar aún cuando lo deseara y no, no lo hacía. Estaba esperanzado de que obtendría grandes batallas y oponentes gracias a Azazel y de hecho, no lo ha defraudado. Ha tenido luchas de gran poder con seres magníficos.

Bikou.

Arthur Pendragón.

Tobio Ikuse.

Y ahora Issei Hyoudo, el actual sekiryuutei y rival destinado. Una decepción al inicio, pero se llevó una sorpresa al ver que tenía mucho potencial a pesar de su patetismo y perversión, podría llegar a ser un digno rival si sigue así en el futuro. Sin duda era algo muy divertido para el, pero como mencionó antes, hubo otros antes de Issei y dos de ellos eran incluso parte de su equipo, siendo de los más leales. Eso sí que era una gran ironía de la vida.

Todos ellos le dieron grandes batallas que recuerda hasta el día de hoy y que a pesar de haber ganado dos combates de entre todos (Bikou y Arthur) no fue nada sencillo e incluso quedó fuera de servicio por varios meses y sin poder moverse, con Tobio Ikuse, su única batalla quedó inconclusa, pues lucharon por varios días antes de que el mismo Azazel deba parar la lucha antes de que borren a Grigori de la existencia o así mismos. Debía admitir que ese perro negro que tiene Tobio como S.G era bastante poderoso, le ocasionó graves heridas aún usando su armadura, la cuál podía atravesar fácilmente con su cuerno. Sin duda alguna fue su batalla más gratificante hasta la fecha, pero no significaba que no deseara otra, claro que no, incluso aumentaron sus ansias de poder encontrar a otros oponentes similares que le puedan ofrecer el mismo tipo de combate emocionante. Incluso ya tenía otros dos prospectos en mente.

Sairaorg Bael

Cao Cao.

El primero, siendo la deshonra y vergüenza de dicho clan por no heredar el poder de la destrucción, pero que no se dejó amedrentar y gracias a su esfuerzo, ha logrado volverse uno de los demonios jóvenes más poderosos entre todos, incluso llegando a niveles que casi superan la clase alta. Se preguntaba ¿Qué tipo de combate legendario podría darle este tipo? Se emocionaba del solo pensarlo, así que estaba en lo más alto de su lista de sus próximos oponentes. León de Nemea vs Dragón Celestial Blanco, era una gran batalla en su mente. Esperaba que no decepcionara todas sus expectativas, ahora sobre Cao Cao, el descendiente del mítico héroe chino. No sabía mucho sobre el, pero que había escuchado rumores sobre su gran poder a pesar de ser un humano, en especial siendo portador de la lanza divina que tiene la voluntad de Dios sellada. Un guerrero misterioso, habilidoso y muy poderoso. Le daría una excelente batalla.

En su mente, todos ellos eran buenos prospectos y pruebas para demostrar que tenía la habilidad y poder necesario y digno para enfrentar a Gran Rojo, su blanco definitivo y más grande obstáculo a pasar. Eso era lo que pensaba antes.

—Trunks Brief…. Je… infeliz desgraciado…

Sonreía con una mezcla de ira y emoción, pues todos los mencionados anteriormente eran quienes se suponen serían sus más grandes obstáculos, pero todo cambió de un momento a otro. Pues ahora había una nueva pieza en esta mesa de ajedrez.

Este sujeto había venido de la nada, con una gran cantidad de poderes y habilidades que hacia ver a muchos de los seres más poderosos de este mundo, como simples infantes. Lucho contra el de forma volátil la vez que lo conocieron o bueno, si es que salir despedido totalmente fuera de combate de un solo manotazo pueda ser considerado una batalla. Debía admitir que fue bastante humillante y que ansiaba la revancha contra el y quería devolverle el favor con creces, pero también admitía que pudo sentir de primera mano, una fracción de su verdadero poder y es que erróneamente creía que ese era todo su poder, grave error. No fue hasta la reunión de las tres facciones que pudo sentir lo que esperaba fuera su verdadero poder y con el cuál barrio el suelo con el sin piedad, aún cuando uso todo el poder de la divine dividing, no logro nada en su contra. Vaya que recibió una paliza que lo dejó en aquel estado tan grave, casi mortal. Fue tanto el daño que recibió, que aún ahora se mantenía herido y en reposo a pesar de haber pasado bastante tiempo. Seguía en cama, su cuerpo estaba vendado y si no fuera por el gran conocimiento de senjutsu médico de Kuroka y la magia curativa de Lefay, ahora talvez Albion estaría en un nuevo portador. Chistaba la boca molesto, no estaba así por haber perdido, sino porque el desgraciado no tuvo la decencia de terminar la lucha como se debe. Todo combate termina cuando uno de los dos dejaba de respirar y Trunks no tuvo el valor para a terminar lo iniciado, eso fue algo muy humillante para el. Desprecio y lastimo su orgullo de guerrero, eso era imperdonable. Por eso quería luchar nuevamente contra el y ganarle, pero ¿Cómo podría lograrlo? La última vez uso todo su poder y sólo sirvió para que tragara menos polvo bajo sus pies. Eso lo molestaba bastante, quería obtener y aumentar sus poderes, pero no podía en su estado actual. Sus heridas apenas lo dejaban caminar sin ayuda al baño.

Quería recuperarse lo más pronto posible o se debilitará aún más por falta de entrenamiento, debía entrenar todavía más o no lograría nada. Suspiraba recostado viendo el tejado de su habitación, pensando en cómo poder superar esa barrera que le impedía llegar con Gran Rojo. Aunque ahora empezaba a dudar de que el dios dragón de los sueños fuera de hecho el más poderoso ser de estos mundos.

—Tsk. Esto es una jodida mierda—decía el peliblanco con molestia y dolor mientras se sentaba como podía en su cama—je, esto es patético. Derrotado en dos ocasiones por el mismo sujeto.

—Y que lo digas. Nya.

Vali suspiro fastidiado cuando escucho aquella voz femenina, juguetona y burlesca. Volteó un poco su rostro y ahí vio a la exuberante nekoshou oscura. El peliblanco no pudo evitar sentir molestia ante su mirada, pues sentía que se estaba burlando de él y vaya que no se equivocaba. Kuroka sin perder el tiempo entró a la habitación con movimientos veloces y ágiles, tal cuál gata traviesa era. Dio un ligero salto y se sentó con gracia y elegancia junto a una silla.

Kuroka veía el lamentable estado de su compañero y líder de equipo, si bien estaba preocupada por su estado actual (y también por quien logro dejarlo en aquel estado) admitía que le daba un poco de diversión. Era su naturaleza felina.

—Kuroka... —Vali expresó con molestia, observando a su compañera burlona—¿Qué estás haciendo aquí? Deberías estar de guardia con los demás.

—Soy una de las encargadas de tu recuperación ¿Recuerdas? —Kuroka respondió con un tono sarcástico y burlón que claramente irritaba a Vali —Aún no puedo creerlo, el grandioso Vali Lucifer, derrotado de una manera tan patética. Nya-jajajaja.

—¡Callate de una vez! — La furia de Vali se desató y, aunque emanó un poco de su poder, estaba demasiado débil para hacer mucho más. —Ugh maldita sea —Se llevó la mano al costado adolorido.

Vali maldecía su estado actual, también a quien le ocasionó todo esto. Se sentía tan vulnerable en esos momentos.

—Deberías calmarte, aún estás en un estado delicado —informaba la Nekoshou viendo sus uñas con interés y luego observaba a Vali —puedo sanar mas no hacer milagros y hablando de milagros, es sorprendente que puedas moverte en ese estado tan precario-Nya.

—Aún no contestas mi pregunta—mencionaba fastidiado.

—Todos están vigilando, no me necesitan allí—respondió ella con desdén—además, debía venir a ver cómo va tu recuperación —observó el estado de su líder con una mirada penetrante, como si su habilidad mágica le permitiera escrutar el interior de su cuerpo y su energía vital—por ahora, no hay novedades. Todo está evolucionando de manera normal, pronto te recuperaras de tu derrota tan patética. Nyajajaja.

—Hmp. Que irritante eres —Resoplo Vali con fastidio.

Kuroka no podía dejar de molestar a su líder, pues era su naturaleza. También le divertía su rostro lleno de tensión y frustración.

Aunque seguía bastante curiosa por el ser quien lo había dejado así, nadie hasta ahora había logrado aquello contra Vali. Su poder era inmenso para incluso algunos seres divinos de bajo rango, nunca había quedado tan mal herido tras una batalla y ahora estaba aquí, acostado en un estado casi inmóvil por las heridas que poseía dentro y fuera de su cuerpo. Eso le llamaba bastante la atención y elevaba su curiosidad, según lo que pudo sacar de Bikou, quien lo dejó así fue un ser de poderes irreales, incluso podría catalogarlo como un dios o posiblemente algo más.

Mostrándose incrédula, Kuroka inicialmente creyó que el chango finalmente había perdido la razón. Sin embargo, después de presenciar el estado extremadamente grave en el que Vali se encontraba y ayudar en su recuperación, descartó la idea de que su compañero simio hubiera enloquecido... de momento.

Fracturas múltiples, hematomas, laceraciones, cortes, fallos en órganos y una dramática disminución en su energía vital. Vali estaba al borde de la muerte, todo debido al ataque de un ser desconocido de inmenso poder. Al menos, eso fue lo que Bikou afirmó.

Cualquier retraso adicional en su tratamiento habría significado la pérdida de su líder.

La avalancha de información generó en Kuroka un profundo temor, pues no deseaba encontrarse con un ser de tal letal poder. Sin embargo, la naturaleza juguetona de su especie despertó en ella un sentimiento aún más poderoso: la curiosidad.

Trunks Brief, fue así como dijo el simio que se llamaba, tenía un nombre peculiar. Sin embargo, ¿quién era ella para juzgar? En el mundo sobrenatural, la mayoría de las personas tenían nombres poco convencionales, y ella no era una excepción. Bikou le comentó que había sentido una fracción de su poder, y la sensación había sido aterradora.

Eso la intrigaba bastante, pues encontrándose en la flor de su fertilidad sintió la necesidad de conocer a ese hombre y averiguar si podría ser el adecuado para ayudarla a cumplir su deseo; evitar la extinción de su raza.

Bikou le contó que a pesar de sentir su aterrador poder, no sintió ningún sentimiento en fu firma, de hecho, era todo lo contrario, aunque para dejar a Vali en dicho estado, debió haberlo hecho salir de sus casillas. No lo culpaba, hasta su propio grupo admitía que Vali podía ser irritante a niveles desconocidos, así que ahora tenía mucha curiosidad en conocer a dicho ser que había dejado a su líder en tan lamentable estado.

—Aún no me lo puedo creer… —mencionaba Kuroka ya con más seriedad —que exista alguien capaz de dejarte en ese estado tan nyamentable.

Vali se mantuvo en silencio, meditando las palabras de la gata en cuestión. La verdad era que todo esto era algo irreal hasta para alguien como el.

¿Qué demonios debo hacer? ¿Cómo puedo hacer para superarlo y vencerlo?—se preguntaba mentalmente recordando al pelo azul.

Era una montaña a la cuál no podía ver la finalidad de su altura, no sabía cómo pasar dicho obstáculo. Eso lo llenaba de una gran frustración que lo hacía apretar los puños en las sábanas que lo cubrían.

Kuroka observaba sus reacciones pues el peliblanco se mantenía en silencio cuando sucedía una de esas situaciones enigmáticas que le costaba entender, debía admitir que a veces le sacaba de quicio. Debía seguir investigando que estaba pasando y divertirse a costa de su líder en el proceso.

Y conociendo de antemano al portador Kuroka volvió a hablar.

—¿Piensas volver a enfrentarlo? —pregunto la nekoshou sin tapujos haciendo que Vali deje esa expresión meditabunda y concentrase su atención en ella —te conozco, sé que no eres de los que se quedan de brazos cruzados mas aun teniendo en cuenta como te dejo ese sujeto.

Valí frunció el ceño, pese a que Kuroka tenía esa expresión seria, claramente estaba disfrutando cada segundo de su malestar.

—Kuroka, estas agotando la poca paciencia que me queda.

—Lo sé, ese es uno de mis mejores cualidades —dice ella con una sonrisa socarrona y meneando sus dos colas de manera juguetona —¿y bien? ¿Pelearas con el de nuevo?

Vali mantuvo su mirada fija en Kuroka, evaluando sus palabras. Finalmente, después de un breve momento de silencio, respondió con pesadez denostando lo irritado que le estaba provocando la conversación que a su opinión pudiera considerarse absurda.

—¿Tu qué crees que pretendo hacer? —dice el de forma sarcástica —ya lo estudié mejor y pese a aparentar ser un dios solo es un imbécil que maneja toki a lo bruto, no destaca en nada más —respondió el mientras miraba sus vendajes —lo voy a hacer pedazos la próxima vez que lo vea.

Con que toki ¿eeh? —pensó ella, debía ser un ser extremadamente experimentado, le interesaba mejor al que posiblemente pudiera convertirse en su prospecto para determinar si era un digno candidato o no.

Kuroka soltó una risa burlesca y sacudió la cabeza con incredulidad.

—Vali, Vali... siempre tan valiente y a la vez tan descuidado. Apenas estás en condiciones de moverte, y ¿aun así estás dispuesto a enfrentarte a un tipo que te dejó hecho trizas? Realmente tienes poco sentido de la auto conservación.

Vali frunció el ceño ante la observación de Kuroka, consciente de que su compañera tenía un punto válido.

—Sabes perfectamente cual es mi ambición —dijo el nuevamente manifestando su poder y nada ni nadie se interpondrá en mi camino.

Kuroka, a pesar de su tono burlón, pudo sentir el despliegue de poder, pues Vali se notaba extremadamente molesto por la humillación que sufrió, cualquiera pensaría que una insolencia más y vali no tendría miramientos en acabar con sus aliados, pero Kuroka lo conocía bien y eso basto para volverle a tomar el pelo.

—Bueno, Vali, supongo que si tienes que hacerlo no te contengas. Solo promete que no te romperás en pedazos esta vez, ¿de acuerdo? No soy muy buena con los rompecabezas Nyajajaja.

Vali rodó los ojos, sabiendo como su compañera se las gastaba.

—Maldita gata, nunca cambias.

—Pero aun así me quieres, ¿verdad-nya? —respondió, sonriendo de nuevo de manera burlesca y juguetona, lo que hizo que Vali volviera a rodar los ojos una vez más—por cierto, la reunión de los jóvenes demonios está a punto de comenzar y el dios que cree que todos los mortales son unos imbéciles hará su movimiento —dijo mientras miraba en su portal la lujosa fiesta que era la reunión de los jóvenes demonios—¿Es el momento de actuar?

Vali sonrió para sus adentros. Loki pensando en que él y su grupo bailaban en la palma de su mano, no se esperaba lo que ellos harían.

—Muy bien, llama a Bikou y Arthur —ordenó de manera tajante—vayan y tráiganmelo a como dé lugar.

Kuroka no dijo nada y salió de la habitación sin quitar esa sonrisa de su rostro, dejando a Vali con su recuperación.

—Muy bien, Shirone, después de tantos años, Onee-chan vendrá a visitarte ¿No estás emocionada? —dijo con una sonrisa enigmática, para luego cambiar a una expresión más sombría—bueno, no importa si no lo estas. Te llevaré conmigo de una vez por todas.

Tras el regreso al mundo real, Hildr y Trunks se encontraron nuevamente en el Bosque Sagrado. La luz que los rodeaba desapareció, dejándolos parados en medio del frondoso bosque.

La luz del sol, que durante mucho tiempo había estado oculta tras las densas ramas de los árboles, comenzó a filtrarse a través de las hojas, creando destellos dorados en el suelo cubierto de musgo. Los sonidos del bosque, que antes habían permanecido silenciados por la presencia amenazante de la bestia, comenzaron a reaparecer: el bello canto de los pájaros, el susurro de la brisa y el movimiento de las hermosas e irreales plantas que formaban parte de ese asombroso bioma.

Las lianas y árboles que daban un tinte inquietante cambiaron radicalmente revelando una paleta de colores vivos que contrastaba con la opaca atmósfera que había dominado el bosque. El aire se llenó de fragancias frescas y vivificantes una clara señal de que el bosque estaba recuperando su antigua belleza y vitalidad. Trunks se sintió maravillado por la vista que presenciaba en todo momento.

Hildr miró a su alrededor, sintiendo la brisa suave y escuchando el susurro de las hojas en los árboles. —Es extraño estar de vuelta aquí después de tanto tiempo.

—Los cambios pueden ser buenos, aunque a simple vista parezcan abrumadores —dijo el saiyajin mientras se acercaba a ella ayudándole a levantarse.

Hildr agradeció el gesto sin decir nada se apartó un poco de el y miraba el horizonte donde los rayos de sol iluminaban el bello paisaje reflexionando todo lo que ha pasado, Trunks decidió darle un poco de espacio, pues el entendía como las cosas pueden ser diferentes de golpe y entendía el impacto que eso ha de suponerse cuando vez que las cosas que conocías cambian de golpe.

Hildr finalmente se volvió hacia él, su expresión reflejaba una mezcla de emociones, incluyendo gratitud y pesar. Parecía luchar por encontrar las palabras adecuadas para expresar sus sentimientos.

—Supongo que eso podría ser bueno —Comenzaba ella con un poco de timidez —escucha… lamento haberte atacado yo… —dice ella mientras pensaba las palabras adecuadas— veras es un poco difícil para mi decir esto, pero en verdad yo…

Trunks negaba con una sonrisa comprensiva, transmitiéndole a la valquiria una sensación de calma y perdón.

—No te preocupes, se que todo fue causa de un malentendido así que no te guardo ningún rencor —dijo el con un tono comprensivo —¿Qué te parece si comenzamos de nuevo? mi nombre es Trunks, Brief Trunks, es un placer conocerte.

El gesto de Trunks y su actitud amistosa hicieron que Hildr se sintiera un poco más aliviada, no sabia como demonios lo hacía, pero ciertamente el sujeto que trato de asesinar tenia el don de tranquilizar a los demás o esa era la impresión que la valquiria tuvo, si tan solo hubiera mas seres como el, todos los reinos y más allá de estos serian un lugar mejor. Y por eso se sentía culpable pese que el mismo joven dijo que no había problema alguno.

—Te lo agradezco Brief Trunks-san —dijo con voz sincera—mi nombre es Hildr… y francamente me hubiera gustado conocerte… en otros términos.

Ambos rieron incómodamente ante esa oración dicha por la doncella guerrera, una vez pasado esto Hildr volvió a guardar silencio siendo imitado también por el joven, pues él no quería perturbarla en lo que sea que estuviera pensando, aun si así la misión lo requiera, por su parte Hildr aun asimilando la transformación del bosque, se volvió hacia Trunks pues quería preguntarle algo que la inquietaba bastante.

—Hay algo que no termino de entender —dijo ella mirando a Trunks con seriedad —¿qué te trajo al bosque sagrado en primer lugar?

Trunks dudaba responderle, pero sabia mejor que nadie que si no se querían empeorar las cosas o crear nuevos maldentados debía decir la verdad.

—Bueno veras, me pidieron buscar un objeto muy especial en este bosque, se trata de un afilador muy especial y raro pues según el lleva tu bendición y para encontrarlo el herrero me dio un dispositivo que me condujo hasta aquí.

—¡Un momento! —dijo Hilrd un poco contrariada casi tomándolo de los hombros para sacudirlo de forma frenética —¡¿dices que lo que sea que estas buscando esta bendecido por mí?!

—S-si —dijo Trunks un poco intimidado —. El herrero me dijo eso, ¿es algo malo?

Hildr no paso por alto ese detalle así que deteniendo sus ímpetus y buscando en lo más recóndito de sus memoras, ella parecía haber atado todos los cabos y si suposición era correcta Trunks se lo confirmaría con la respuesta que recibiría por parte de el cuándo le hiciera la última pregunta.

—¿Como se llama el herrero que te envió a buscar dicho objeto? —pregunto ella con suspicacia

—¿Eeh? —dijo confundido no entendiendo muy bien que es lo que la valquiria quería sacar de todo esto

—Te estoy preguntando su nombre —dijo ella perdiendo un poco la paciencia —¡¿y bien?! ¡¿cómo se llama?!

Trunks se sintió atrapado en una encrucijada, consciente de que la verdad podría tener consecuencias inesperadas, pero su instinto le decía que no debía guardarse nada o podría perder la frágil confianza de la valquiria.

—El herrero se llama Brock —respondió con cautela.

Hildr frunció el ceño, finalmente todo tenida sentido, ese desgraciado enano viola hadas ebrio, grosero, mal hablado y lujurioso que se follaba todo lo que tuviera patas y caminaba. Aun seguía haciendo de las suyas.

—Brock ¿eeh...?—murmuró para sí misma riendo para sus adentros —vaya las cosas se pusieron interesantes.

Trunks estaba ansioso por entender lo que estaba sucediendo, ¿porque la valquiria tuvo esa reacción?

—Con interesante… ¿a qué te refieres exactamente?

Hildr miró a Trunks con seriedad.

—Brock es un antiguo amigo y aliado. Si te envió a buscar ese objeto, significa que confía en ti lo cual es muy raro ya que ese vejete desconfía hasta de su propia sombra —dijo ella recordando el temperamento del enano — si el objeto está bendecido por mí, entonces tal vez mi destino y el tuyo están entrelazados de una manera que ni nosotros comprendemos por completo —ella comenzó a caminar de un lado a otro —piénsalo, nada de esto es una coincidencia; el que llegaras a aquí, el que brock confié en ti te haya enviado a buscar un objeto preciado para el y el que hayas librado este bosque de la maldición… —Trunks quedo con mas dudas que antes, pues no sabia que responder a aquello—muy bien Brief Trunks-san, esto es lo que vamos a hacer —dijo ella con determinación —te ayudare a buscar ese afilador y a cambio tu me llevaras donde sea que este ese enano desgraciado —se acercó a él en señal de intimidación —y te anticipo, no está sujeto a negociación.

—E-Esta b-bien, no es necesario que tengas una actitud hostil —dijo el levantando las manos en señal de rendición, además de que ella se refiriera a el de esa forma tan extraña.

La valquiria asintió con satisfacción sumamente complacida de que el joven frente a ella es alguien accesible.

Después de ese acuerdo, Trunks y Hildr comenzaron la búsqueda del afilador en el bosque sagrado. Siguiendo las indicaciones del dispositivo que le había proporcionado Brock, se adentraron más profundamente en el bosque, explorando cada rincón en busca del objeto mientras seguían las indicaciones de la brújula mágica que le entrego brock.

El bosque, que antes que ocultaba muchos rincones gracias a la maleza maldita, ahora parecía renacer ante sus ojos. Los colores eran más vibrantes, las flores florecían y los árboles se alzaban majestuosos, llenos de vida. Era un contraste asombroso con la atmósfera sombría que habían experimentado anteriormente.

Trunks y Hildr se adentraron más en el bosque sagrado, siguiendo la señal que el dispositivo les proporcionaba. A medida que avanzaban, la belleza del bosque recuperado los rodeaba, con árboles altos y frondosos y una vegetación exuberante que parecía cobrar vida con cada paso que daban.

La brújula de Brock los condujo a una pequeña zona donde un derrumbe de rocas y tierra dejaba al descubierto una abertura en el suelo. La señal del dispositivo se volvía más fuerte a medida que se acercaban a la abertura.

Hildr miró la apertura con admiración y sorpresa.

—Este lugar parece haber sido afectado por un antiguo deslizamiento de tierra —dijo con asombro—no me sorprendería si lo que buscas estuviera oculto bajo estas ruinas.

Con cuidado, Trunks y Hildr comenzaron a remover las rocas y la tierra que bloqueaban la abertura, aunque Trunks veía fingiendo no verla, como a pesar de su apariencia, movía escombros del triple de su tamaño con suma facilidad. A medida que excavaban, finalmente encontraron el objeto que habían estado buscando: el afilador, cubierto de tierra y rocas, pero aún en perfecto estado. Era de color dorado y con runas nórdicas.

—Increíble… —mencionaba Trunks tomando aquella pieza con sus manos y viendo como a pesar de todo el tiempo que pasó bajo escombros y demás, aún conservaba su impecable brillo. Aunque Trunks debió dárselo de inmediato a Hildr al sentirse raro— nuevamente esta sensación extraña que me debilita ¿Qué me ocurre?—se preguntaba Trunks mentalmente al sentirse un poco débil y mareado.

No era un misterio que desde que llegó a esta realidad, sentía que había algo raro afectándolo. Todo esto tenía una respuesta.

La magia.

Por algún motivo, la magia y sin importar el motivo, la magia de esta realidad le afectaba, era vulnerable a la magia de cualquier tipo. Esto se había visto desde el inicio, los ataques de Vali, los del mundo nórdico, incluso entre las tres facciones, por eso era que a pesar de que tenía un inmenso poder, uno que podía barrer estos mundos con facilidad, siempre debía bloquear o mejor aún, esquivar ataques o habilidades mágicas. De ser así, hubiera detenido a Ophis en sus movimientos en contra de Mai y los demás, porque de hecho, el podría ser fácilmente sometido por la diosa del infinito con cualquier habilidad mágica ¿Por qué no lo había hecho todavía? Su teoría era que Ophis no se había dado cuenta, de ser así, esperaba que no lo hiciera nunca, porque sería una verdadera molestia. La verdad era raro, porque dicha debilidad no la tenia en su mundo o al menos eso creía, pues hasta ahora había luchado contra alguien que manipulara magia. De ser así ¿Uranai Baba hubiere tenido oportunidad contra el a pesar de su debilidad extrema? No lo sabía y tampoco podía negar o confirmar nada, aunque para eso también tenía otra teoría. Era sobre el equilibrio del mismo universo.

Se dice que cada universo tiene su propio equilibrio, como cualquier otro mecanismo, todo gira en torno al eje del universal. Ahora, la llegada de Trunks a esta realidad podría haber roto ese equilibrio y el cosmos mismo debió actuar para restaurar el orden, la existencia de Trunks era demasiado poderosa como para ser limitada, de ser así, solo podía ser contenida y controlada. Le fue otorgada una debilidad a uno de los poderes más bastos y variados en este universo, la magia. De esa manera el equilibrio fue restaurado y controlado.

Trunks sacudió un poco su cabeza, la verdad es que dichas teorías eran demasiado locas y surrealistas, pero era lo único que le venía a la mente en estos momentos. Dejó aquello de lado por el momento y se centro en lo importante ahora.

—¿Estas bien?—preguntaba curiosa y confusa al ver las acciones de Trunks.

—Si, no te preocupes. No es nada—respondía Trunks ya más repuesto y reincorporándose—en todo caso ¿Si es tu piedra de afilar?

—La verdad, si. Sin duda esta es mi piedra de afilar—respondía viendo el artefacto en su mano—emana mi energía, me da mucha nostalgia si soy sincera. Aunque no recuerdo muy bien a este pequeño.

—¿Cómo es eso posible? Dijiste que es algo tuyo.

—Y lo mantengo, pero he bendecido muchas cosas. Muchas piedras de afilar caben en ese inventario—respondía dejando de ver el objeto en sus manos—no puedo recordar cada objeto que pasan por mis manos.

—Entiendo—decía viendo el objeto en las manos de Hildr hasta que ella la guardo en su armadura—entonces ¿nos vamos?

—Guía el camino.

Trunks asintió y empezó a flotar ante la vista asombrada de la valquiria, pues veía como este sujeto podía volar sin necesidad de magia, pues no sintió rastro alguno de ello en su técnica. Dejando eso de lado, comenzó a seguirlo usando su propia técnica de vuelo. Así ambos comenzaron a volar hasta llegar donde comenzaba el invierno negro.

Pero lo que no sabían, era que estaban siendo vigilados. Un dios se encontraba sentado en la cima de una gran montaña.

El dios de las mentiras y el engaño, veía como aquel par se perdían en el cielo. Chasqueaba su lengua al ver como su plan estaba por irse al demonio, bueno, al menos en parte. Loki sabía que la intromisión de este sujeto no era algo que debía subestimar, sus acciones, poderes y habilidades lo habían (posiblemente) posicionado en el nivel más alto entre los reinos de asgard, talvez incluso de cualquier otro panteón o de todos lo más probable. Debía encargarse de él, pero la pregunta sería ¿Cómo? Hasta ahora, cada mal que había enviado en su contra, lo había superado con una absurda e insultante facilidad. Seguía con el plan de obtener dicha espada de gran poder, pero como menciono antes, todos los males que había enviado con el objetivo de eliminarlo y obtener dicha arma, habían fallado de forma rotunda. Gigantes de hielo, de fuego, dragones y todo tipo de bestias míticas y de gran poder, habían sido erradicadas por la propia mano de quien se supone era la víctima. Todos estos fracasos lo llenaban de frustración, ahora otro de sus planes estaban por fallar probablemente. Observaba hacia la dirección donde se encontraba dicho templo oscuro que había creado hace años, uno en donde el anillo negro estaba colocado y emanando su poder maligno y corrupto. La verdad era que todo esto era solo una prueba que ha llevado a cabo por tanto tiempo, pero de hecho, no podía ser del todo una perdida a decir verdad. La finalidad del templo oscuro era en realidad una distracción, una que debería durar el tiempo suficiente para llevar a cabo sus planes. Pero ahora este tipo, Brief, complicaría las cosas aún más. Debería aumentar la velocidad de sus acciones para no correr peligro alguno.

No se encontraba solo, en ambos lados del dios, se encontraban ambos demonios antiguos flotando. Shalba veía desinteresado y superior al híbrido, mientras que Creusserey, no podía evitar verlo con un odio e ira asesina, quería venganza y la quería en ese momento. Pero su andar fue parado por un bastón que bloqueo su andar.

—¿Qué crees que haces, Loki?—preguntaba el antiguo Asmodeus al dios que ni siquiera volteó a verlo.

—Evitando que arruines aún más lo que hemos planeado por tanto tiempo—respondía Loki retrayendo su cetro y levantándose de su lugar—intenta que tus ansias de venganza se mantengan controladas.

—¿¡Cómo puedes pedirme eso cuando el asesino de Cattleya está justo en frente de mi?!—preguntaba furioso el demonio antiguo al dios que solo suspiraba por el comportamiento de su subordinado—¡por las agresiones en mi contra y el honor de los demonios antiguos, voy a obtener su cabeza. No me vas a detener!

—Eres un idiota como siempre ¿verdad, Creusserey?—Shalba respondía sin importarle la situación de su compañero.

—¡¿Qué?!—preguntaba furioso el antiguo Asmodeus.

—Siempre te dejas llevar por tus emociones, nunca piensas las cosas. Actúas sin pensar—mencionaba sin importarle la furia de Creusserey—¿Acaso no piensas las cosas antes de actuar? Eso explicaría el porque siempre pierdes.

—Maldito…!

—Suficiente, ambos. Dejen esa ridícula disputa entre ustedes—el dios nórdico ordenaba sacudiendo su traje, ambos demonios pararon su discusión. Loki empezaba a flotar ante la vista de ambos—ya casi es hora de esa reunión de jóvenes demonios de la que me contaron, en donde el padre de todos se reunirá con los líderes de las tres facciones bíblicas. Que estupidez.

Ambos demonios observaron con ira al dios, se sentían indignados por esas palabras. Pero decidieron seguir escuchando al saber que no podrían hacer algo contra un dios.

—Según la información de nuestros infiltrados, la reunión se llevará a cabo mañana en el inframundo. Se encontrarán todos los líderes—informaba Shalba de brazos cruzados—¿Cómo vas a proceder?

—No te preocupes por eso, pequeño demonio. Ya tengo eso controlado—mencionaba el dios con una sonrisa maliciosa y confiada—mis hijos y sobrinos están ansiosos por actuar.

En algún lugar del mundo nórdico, donde incluso Heimdall no podía o no tenía idea de su existencia, se encontraba un gigantesco lobo, con cuernos gigantescos sobresaliendo de sus hombros. Gruñía mientras sus garras se enterraban en el suelo, otros dos lobos similares y con solo un cuerno en un hombro, pero de menor tamaño se posicionaron a los lados de el de la misma manera. No eran los únicos.

Casi tapando la enorme luna del lugar, un gigantesco cuerpo alargado se erguía al cielo, rugiendo como una bestia voraz, para luego observar el firmamento. Todas las bestias rugían ansiosas por actuar.

Después de una hora de vuelo, ambos guerreros habían llegado al destino que deseaban. Aterrizaron en medio de la tormenta oscura, Trunks se encontraba protegido por las runas de Odin, pero para sorpresa del híbrido, Hildr tenía su propia protección al parecer. Dejando eso de lado, caminaron hacia el lugar donde se encuentra aquel enano azul de mal temperamento. Hasta que abrieron y pasaron por las puertas del lugar.

Hildr decidió esperar un poco afuera del lugar para darle una sorpresa a ese enano cascarrabias y sinvergüenza.

—He vuelto, Brock. Hola—avisaba el pelo azul mientras caminaba hacia la forja donde se encontraba trabajando Brock.

—¡Oh! Miren nada más—el enano dejo de trabajar martillado material y alzando las gafas que protegían sus ojos—volviste rápido, no me lo esperaba. Esas podrían ser buenas o malas noticias.

—Lo veremos en el camino—mencionaba el pelo azul cruzando sus brazos—pero te haré una pregunta ¿Por qué demonios no me avistaste que había una bestia protectora en ese lugar?

—¿Uh? ¿De qué estás hablando?—preguntaba Brock apoyándose en el mostrador frente a su forja.

—Sobre la bestia protectora de Vanaheim—mencionaba Trunks con molestia por la aparente ignorancia del enano herrero ante esta situación—no me dijiste que podía ser de ese nivel ¡Casi me mata!

—Espera un momento ¿Hablas sobre Gronna Frithof?—preguntaba incrédulo para luego empezar a reír ante la mirada incrédula de Trunks—niño, si que eres alguien tonto. Vaya que creer ese ridículo mito infantil.

—¡¿"Mito infantil"?!—preguntaba incrédulo e indignado ante las risas del enano—¡te puedo asegurar que lo que intento matarme no fue un mito!

—Vamos mocoso—decía aún Incrédulo Brock—¿En serio crees que voy a creer que fuiste atacado por esa bestia que nadie más ha visto con anterioridad?

Trunks estaba por replicar, hasta que alguien tomó la palabra. Alguien que Brock no se esperaba volver a ver.

—No miente, Brock. Puedo dar testimonio de aquello.

El sonido de los tacones se escuchaban en todo el lugar mientras se acercaba a la forja, Brock se había quedado sin palabras ante lo que veían sus incrédulos y sorprendidos ojos. Ante la vista del enano, era como si el pasado volviera a su mente, claro y vivido como si fuera la primera vez. La mirada fría, ese caminar elegante, ese porte noble, el aura de guerrera que emanaba de ella. Sin duda alguna se trataba de….

—¿Hildr…?—preguntaba incrédulo el enano.

—Hola, Brock. Tiempo sin vernos—mencionaba la valquiria quedando parada de brazos cruzados frente a la forja—¿Cómo te ha tratado la vida en todos estos años?

Si había algo que Issei podía decir en estos momentos, era que se sentía nervioso. No podía evitarlo, se veía frente al espejo de su habitación, esperaba que su reflejo le permitiera calmarse un poco, obviamente no funcionaba. Este tipo de situaciones no era lo suyo, pero debía estar preparado para afrontar lo que sea que venga a continuacion. No quería decepcionar y avergonzar a su amada presidenta.

La reunión de los jóvenes demonios se llevaría a cabo mañana en la noche, aún cuando faltaba todavía bastante, no podía quitarse los nervios de encima. Miedos, nervios, tensiones, todo oculto ante una capa de despreocupaciones y seguridades. El actual portador de Ddraig no sabía que hacer en este tipo de eventos, si, tuvo un gran apoyo y ayuda por parte de la madre de Rias, pero eso no era suficiente para calmar todas sus dudas y temores. Caminaba de un lado a otro dentro de su habitacion tratando de calmarse, obviamente no ayudaba en mucho. Hasta que paro su andar y dio un profundo respiro.

—Muy bien, basta. Debes calmarte Hyoudo Issei—se decía así mismo dándose ánimos así mismo palmeándose la cara—buchou tiene muchas expectativas puestas sobre mi, no quiero decepcionara. Así que es mejor que me calme ahora mismo.

El dragón interno se divertía con lo que su portador acontecía ¿Cómo no hacerlo? Era su única manera de distracción encontrándose atrapado dentro de un engranaje sagrado, aunque también gracias a eso, empezaba a sentir una empatía por el. Podría ayudarlo, de hecho lo iba a hacer pronto, pero lo haría cuando vea que es el momento adecuado. Primero quería disfrutar de estos momentos divertidos que le ocurrían a su compañero, después de un largo suspiro salió del baño arreglado, luego se dirigió a la gran cama de su habitación. Nuevamente suspiro al ver los tres conjuntos de ropa elegante y noble que se encontraban en su cama, uno victoriano, uno de nobleza y uno elegante de la era actual. Si era sincero, aquel esmoquin negro con blanco le atraía más que las otras dos opciones, puede que sea por el hecho de ser una vestimenta elegante de la era actual. No iba a mentir, se veía genial y lo confirmaba tomando aquel traje y probándolo frente al espejo. Estaba decidido, este sería aquel que lleve a la reunión de jóvenes demonios. Mientras se ajustaba unos gemelos de plata en las muñecas de su traje, sonreía al ver como le quedó el traje, aunque aún no se ponía el moño, aunque también había una. Corbata roja como segunda opción. Se notaba que le quedaba algo genial aquel traje elegante.

Me parezco a James Bond—se decía así mismo mientras se admiraba en el espejo de cuerpo completo—¿Acaso tendrá algunos accesorios escondidos por ahí? Se que suena ridículo y todo, pero los seres sobrenaturales son impredecibles y excentricos. Podría haber algo por ahí escondido—emocionado buscaba en los bolsillos de su traje.

Todo esto era visto por una Rias que había llegado de la nada y se recostaba en el marco de la puerta, admitía que le daba algo de gracia y ternura ver como su prometido buscaba animado algún accesorio extra u objeto adherido en su traje cual espía secreto. Recordaba que a pesar de ser un pervertido, tenía un segundo gusto que aún le sorprendía que tuviera, le encantaba la ciencia ficción. Películas, serie, incluso libros, cómics o mangas, Issei era un veterano y experto en lo que sea que tenga dicho género. Aún seguía sorprendida y divertida al recordar como tuvo un breve enfrentamiento (verbal y de conocimiento) con otro experto en el género de ciencia ficción, fue casi media hora de argumentos, parloteo y cosas que ni aún el día de hoy, puede entender sobre la saga de películas de "volver al futuro" y que al parecer (según ambos) es una joya cinematográfica. Fue necesario que ella y Koneko lo separaran de dicho sujeto o aquella confrontación habría durado mucho tiempo más.

La pelirroja reía ligeramente al recordar aquello, además de tenerle una pequeña envidia por ello. Aún siendo un demonio/dragón cuyo poder aumentaba día a día (aún con métodos cuestionables y morales) seguía siendo un joven con gustos normales y otros no tantos. Aún siendo ella una otaku de closet, admitía que su nivel de conocimiento sobre el tema era menos que básico, así que podría usar eso a su favor para acercarse y enamorarlo aún más. Pero eso no era lo importante ahora.

—Te puedo asegurar que no hay nada escondido en los Bolsillos, Ise—mencionó divertida viendo como su prometido reaccionó sorprendido y avergonzado por haber sido descubierto—puedes dejar de buscar.

—B-Buchou….—fue lo único que podía decir Issei en su sorpresa y vergüenza.

La pelirroja entró a la habitación y observó de pies a cabeza a su avergonzado prometido, en eso vio ambas opciones para cuello en la cama y los tomó. Los comparaba viendo a su prometido y ella fue quien tomó la decisión final.

—Tu no eres de moños, una corbata te queda mejor. En especial la roja—le mencionaba mientras dejaba el moño en la cama—resalta tus ojos.

—¿En serio?—preguntaba curioso y dudoso.

—Claro que sí, pruébalo y veras. Ten—le entrega la corbata e Issei trata de ponérsela, más bien batallaba y en cada intento quedaba mal el nudo. Rias reía por aquello y decidió que era mejor ayudarlo—es increíble que alguien noble como un dragón, no pueda hacer algo tan básico como acomodarse una corbata. Es divertido si lo piensas—decía divertida mientras hacía el nudo e Issei se sentía tenso por el ambiente que se había formado entre los dos—listo, ya esta. Quedó bien ¿Cómo te sientes?

—Admito que es algo incómodo para mi cuello, supongo que es algo normal. No estoy acostumbrado a este tipo de ropa—admitía mientras estiraba un poco el cuello del traje por la incomodidad—pero no es algo que no pueda tolerar, puedo hacerlo. Todo por ti buchou.

—Ise…

Rias veía a su prometido bastante enternecida, esa sonrisa que le ofrecía estaba llena de sentimientos honestos hacia ella, algo que casi nadie le ofrecía, pues casi todos siempre tenían malas o segundas intenciones con ella y eso la enojaba y fastidiada. Pero con el castaño, todo era honestidad y devoción sincera. Si había alguien que Rias Gremory amara de tal manera, ese era sin duda alguna, Issei Hyoudo. Aquel joven que le ofreció todo de si de manera honesta e incondicional, todo por el bien y la felicidad de ella. Nunca había sentido algo tan enorme y honesto hacia su persona nunca.

Estos momentos, esos precisos momentos con Issei, eran los que Rias más amaba y atesoraba. Un peón ¿Cómo alguien como el podría tener un rango tan indignante? Rias sentía vergüenza, culpa y pena que su prometido tuviera ese rango a causa de su reencarnación. Pero no le preocupaba demasiado a decir verdad, sabía que en el futuro se ganaría un puesto de lo más alto en todo lo sobrenatural y ella estaría junto a él para apoyarlo en tan agobiante vida. Las demás también, pero ella tendría más privilegios que gozaría. Para en ese entonces sería la esposa principal y líder del harem después de todo.

Ese ligero pensamiento último, le hacía sonreír de manera maliciosa y superior hacia las demás. Rias Gremory tenía la ventaja y puesto principal ganados por ley y derecho.

—Uh ¿Buchou?

—¿Qué sucede, Ise?—preguntaba saliendo de sus pensamientos y atendiendo a su prometido.

—¿Te encuentras bien? Sonríes de manera tétrica—preguntaba dudoso y algo temeroso ante la vista de su rey

Rias se dio cuenta de ello y avergonzada carraspeo su garganta.

—Si, no te preocupes. Estoy bien—respondía la pelirroja y para sorpresa del castaño, ella lo abrazo de forma alegre y posesiva. Estaba muy animada—eres alguien espectacular ¿lo sabes?

—¿Y-Yo? Bueno….

Está interacción amorosa era de las que más disfrutaban ambos, una que amaba con devoción totalmente hacia su prometido y el otro, aún confuso y creyendo (erróneamente) que su ama solo era alguien muy amorosa y atenta a una de sus piezas, eso último era algo que debían arreglar con el tiempo. Pero se podía confirmar que ambos se amaban de manera real y sincera.

No estaban solos, pues atrás de la puerta se encontraba otra persona más, viendo enternecida y alegre aquella muestra de amor puro y verdadero. Venelana sonreía mientras veía a ambos, estaba bastante feliz por su hija y de hecho sentía mucha culpa por haberla intentado obligar a contraer nupcias con alguien que no amaba solo por la familia. Eso era cosa del pasado, pero de todas maneras seguía con aquella culpa que no la dejaba en paz. Sabía que no sería fácil el superar aquello que ella y su esposo provocaron así mismos, ni pasando mil años. Pero lo superarían a fin de cuentas y esperaban que Issei fuera la persona ideal que la haga feliz a ella y las demas en sus extremadamente longevas vidas, estarían agradecidos eternamente con el castaño. Ellos metieron a su hija en una situación triste e injusta por creencias retrógradas y superiores pertenecientes a burgueses atrapados en la edad antigua, Issei sería quien la llevara a la nueva era, donde ellos lo podían llegar por sus mentalidades aún atadas a las creencias del pasado. Sonreía al saber que su hija por fin sería feliz.

En eso sintió como alguien tocó su hombro, viendo al hombre que se había vuelto su esposo desde hace milenios atrás. Este también sonreía viéndolos y en eso ve a su esposa y asiente, ella sonriente hace lo mismo y deciden retirarse de ahí en silencio. La pareja merece privacidad en estos momentos íntimos y personales.

Si había algo que podía asombrar al malhumorado herrero, eran muy pocas cosas en realidad. Ver que el mjolnir sea destruido, que los cabellos de Freya se vuelvan oscuros en lugar de seguir siendo rubios como el mismo sol, que Loki deje de fregar cada seis segundos y por sobre todo, ver nuevamente a alguien quien se supone que había fallecido hace incontables eras antiguas. Esto último era lo que estaba presenciando el enano azul, los tres se encontraban sentados en una mesa que usaba Brock para comer. Bebían hidromiel de la más fuerte y fermentada, el enano herrero tenía la sospecha que talvez sea que aquella bebida tenía demasiado tiempo guardada y le estaba afectando ahora. Veía como aquella quien se supone que había muerto hace milenios, se encontraba ahí sentada bebiendo de manera bastante calmada su bebida junto al guerrero que hacia lo mismo. Aunque este último bebía de un jarrón más grande.

Aún no podía creer lo que veía en estos momentos, quien se supone había muerto, volvía de su tumba para caminar entre los vivos de nueva cuenta. Sin duda era una época en donde los milagros estaban floreciendo en cualquier mundo y de manera consecutiva, además de veloz. Talvez era el alcohol ahora circulando por sus venas, puede que sólo se traten de ilusiones generadas por el licor fermentado por tantas eras que estaba consumiendo, era una posibilidad y nadie podría llevar la contraria. Nada de esto tenía sentido, aún en un mundo donde la magia y los sobrenatural era el pan de cada día, esto era algo que podía sorprenderlo. Este día sí que estaba lleno de sorpresas, primero el regreso de una leyenda que se creía fallecida hace milenios y también la visita del nuevo e inimaginablemente poderoso ser que radicaba en asgard actualmente. En serio que a pesar de su longevidad extrema, pensaba que ya lo había visto y vivido todo. Que equivocado estaba.

Ahora, debía también admitir que esto fue una situación en donde ganó y siendo alguien tan habilidoso y poderoso quien hizo su mandado, ganaría sin duda alguna. El beneficio fue aún más grande de lo que esperaba.

—Ya deja de verme de esa manera, Brok. Estoy viva a pesar de que no puedas creerlo—mencionaba la valquiria al sentir la mirada del enano de color azul sobre ella—así que acepta que estoy viva de una vez por todas y quita esa mirada de pervertido tan inquietante que tienes.

En eso aquel enano herrero salía de su asombro y se indignaba por las palabras de la valquiria.

—Uy, perdón señorita codiciada. Siento incomodarla—respondía Brok molestando a Hildr, pero solo se limitó a gruñir. El enano no le importo y solo se limitaba beber su licor—en fin, me alegra que se conozcan, hablen y toda esa ridiculez. Ahora ¿tienes lo que te pedí?—le preguntaba al híbrido.

—De hecho, si. Aquí esta—sacaba aquella piedra de afilar dorada que llamó la atención del enano, este trato de tomarla entre sus manos. Más Trunks la alejo de su alcance—no, claro que no. Primero lo que acordamos.

—Vaya, persona desconfiada y cautelosa ¿Uh? Vas aprendiendo—decía divertido el enano tomando algo de entre sus ropas y mostrándole algo interesante—aquí lo tienes, luz de Vanaheim. Una petrificada en cristal, úsala y te llevará claramente por los caminos del templo oscuro. Talvez hasta puedas eliminar el invierno negro que azota a los reinos del yggdrassil.

—¿En serio? Eso sería muy conveniente—mencionaba tomando aquel cristal en su mano y entregándole aquella piedra de afilar sin dejar de ver el objeto cristalino—¿Por qué no has tratado de hacerlo tu mismo? Tienes este elemento de gran poder.

—Porque puede que tenga la apariencia y personalidad, pero no soy un guerrero. No podría con las pruebas internas que tiene dicho templo—admitía fastidiado recordando sus limitaciones físicas.

Trunks observó con curiosidad y confusión al enano, Hildr de igual manera. La manera de referirse a ese lugar, era como si tuviera algún tipo de experiencia. En eso la respuesta les llegó de golpe.

—Brock ¿intentaste ingresar al templo?

—En doce ocasiones—mencionaba despreocupado antes de volver a tomar otro trago de cerveza—deje de intentarlo luego de eso.

—Espera ¿Doce veces?—preguntaba sorprendida la valquiria al igual que Trunks y recibieron un asentimiento por parte del enano azul—pero ¿Cómo has sobrevivido a la nevada oscura?

En respuesta, el herrero golpeó ligeramente sus vestimentas. Al parecer estas eran especiales.

—Cargo encima una indumentaria especial elaborada por mi mismo—respondía Brock sonando egocéntrico y orgulloso por su creación—fueron necesarios materiales que bestias de gran poder y habilidades tenían dentro de sí—decía sonando agotado solo por recordar aquello.

—¿No has intentado replicar dicha ropa? Vendría bien para que no afecten a los demás en el invierno negro—preguntaba curioso Trunks y Hildr asentía pensando lo mismo.

—¿Qué no me escucharon, mocosos? Me costó demasiado y casi mi vida el obtener los materiales adecuados y necesarios solo para construir esta que llevo puesta—respondía fastidiado el enano herrero al pensar que no le habían prestado atención—ahora ¿Cómo piensan que voy a crear aún más sin morir en el intento?

—Si, perdona. No lo pensamos bien—se disculpaba Trunks apenado, la valquiria no tanto. Brock solo le resto importancia e interés—entonces ¿Has intentado detener tu mismo el invierno negro?

—Claro que si—respondía el enano para sorpresa de ambos al ver que podía llegar a ser cosas desinteresadas—esto afecta el negocio ¿lo sabían?

Y ante dichas palabras, la decepción les cayó como un balde de agua fría. Obviamente Brock haría esto por beneficio personal, el mencionado solo sonreía divertido por sus reacciones antes de beber su licor. Era algo bastante obvio a decir verdad.

—Debí imaginarlo—respondía Hildr seria y cruzando sus brazos—típico del viejo Brock.

—¿Qué te puedo decir? Me acoplo a las enseñanzas de la vida—respondía Brock sin importarle ni un poco las miradas desaprobatorias de ambos—en fin ¿No tienes una misión que completar, mocoso?

¡!

En eso Trunks recordó aquello a lo que había venido en primer lugar.

—¡Es cierto! No puedo quedarme aquí y perder más tiempo—se levantaba junto a Hildr—lo sentimos, Brock. Pero no podemos quedarnos ¡Nos vemos!—rápidamente empezaba a salir de la cueva forja del enano herrero.

—Oye, mocoso. Espera ahí un poco—ante el llamado de Brock, ambos se detuvieron en la puerta. Sacó algo más del bolsillo de su pantalón y se lo lanzó al peliazul—ten esto.

Curioso Trunks veía como aquel objeto que Brock le había lanzado, se empezaban a acercar y lo tomó con ambas manos. Viendo algo curioso y confuso aquello que le entregó.

Era una piedra, sin duda una de afilar, pero podía sentir que no era una normal. Pues no cualquiera podría brillar como el oro o diamante.

—Brock ¿Esto es…?—preguntaba un poco sorprendido al recibir este objeto.

—Una piedra de afilar creada por mi mismo, creadas con las escamas de un dragón de tierra y los rayos del sol concentrados. Esta cosa nunca se destruirá—informaba para asombro de ambos al recibir dicho objeto de gran importancia—no importa si tiene cientos o miles de años de antigüedad y/o desgaste, esa pequeña le dará un filo aterrador y efectivo a cualquier arma. Volviendo a sus tiempos de gloria.

—Oh, vaya. Esto es algo increíble—decía mientras admiraba con mucha sorpresa aquel pequeño (pero poderoso) objeto en sus manos—¿Por qué me das esto?

—Tómalo como una recompensa extra por las dificultades que tuviste en la misión que te envié, no te sorprendas mucho. No soy del todo un imbécil ¿Sabes?—decía mientras bebía más hidromiel mientras se dirigía nuevamente a la forja—como sea, ya lárguense de una vez. Tienes una misión que cumplir ¿Verdad?

Trunks al inicio estaba asombrado por las palabras de Brock, no esperaba que un cascarrabias tacaño como el, otorgará este tipo de regalos tan valiosos. Segundos después, sonrió agradecido al entender que Brock de hecho, era una persona de buen corazón y noble muy a su manera. Lanzo al aire la piedra de afilar y nuevamente la atrapó para guardarla en uno de sus bolsillos, el herrero y guerrero asintieron en camaradería y despedida antes de que el guerrero se marche y el herrero comience a trabajar. Hildr sólo vio por unos segundos al herrero, le sorprendía el como este había cambiado o ¿Talvez siempre fue así y nunca lo conoció por completo? Podría ser una posibilidad, pero no había tiempo que perder. Había que erradicar un mortal invierno negro, así se fue junto a Trunks, sin notar como el herrero sonreía mientras seguía trabajando. Más no estaba solo, ninguno de los dos se dio cuenta de que había alguien más ahí. El cuál salió de las sombras hasta quedar junto al enano herrero.

Se trataba de Frigg, la diosa madre de los 9 reinos quien veía sería por donde se habían retirado ambos jóvenes. El herrero seguía trabajando sin importarle mucho la presencia de la diosa en su forja.

—Hildr ¿Quién lo hubiera dicho?—preguntaba la diosa para de manera alegre sonreír ligeramente—¿Qué piensas tu, Brock?—le preguntaba al enano.

Ante dicha pregunta, el herrero dejó de martillar y subió sus lentes de trabajo para ver a la diosa.

—Como usted lo dijo, mi señora. Esta es la era de los verdaderos milagros—fue lo único que dijo antes de volver a trabajar.

Ante la respuesta del herrero, la diosa madre reía ligeramente. Sin dudas esta época era una de las más impredecibles y locas en las que han vivido.

Aliados y amigos que vuelven de la muerte, visitantes de grandes poderes que rayan lo irreal, todo era una locura, pero no era del todo malo. Sabía que Trunks no era una amenaza y Hildr nunca dejaría de ser una orgullosa valquiria, sin importar que se hubiera transformado en un monstruo por tantos milenios. La llegada de estos visitantes de otro universo, el invierno negro, alianzas entre enemigos jurados desde el inicio de la existencia, todo ello era una serie de eventos fuera de lo ordinario. Sabía que no era sólo una casualidad, sin duda era una especie de premonición de eventos venideros, no sabía si eran buenos o malos, pero algo se acercaba. Solo podían prepararse para todo lo que vengan.

Momentos después, más seres se presentaban en la forja. Se trataba de varios guerreros cubiertos de armaduras y cascos de apariencia imponente y de alto grado, rodearon a la reina de los dioses argardianos, la mencionada solo veía a quienes habían llegado desde las sombras sin temor ni nada, Brock nunca dejó de trabajar, casi ignoraba la situación. Parecía que se trataba de una emboscada o algo así, pero no se trataba de eso. Pues la reina solo asintió un poco y estos se arrodillaron ante ella segundos después.

—Honorables y orgullosos Einherjar—hablaba la reina normalmente al conocer a todos estos sujetos—¿Han logrado encontrar algo de lo que vinimos a investigar?

—Así es, mi señora. Hemos obtenido este objeto—respondía aquel que parecía ser el líder de escuadrón mientras le entregaba una especie de fragmento de piedra—no pudimos acceder más allá del interior del templo, los obstáculos y peligros van más allá de nuestras capacidades. Lo sentimos.

—No deberías, capitán. Hicieron un trabajo excelente—respondía la madre de todos con una sonrisa complacida y luego observa aquel fragmento de piedra con escritos nórdicos—¿Qué podría ser esto?

—No tenemos idea mi señora.

Aquel objeto era raro, un fragmento de piedra con un hoyo pequeño. Tenía unos grabados nórdicos como se menciono antes, pero en cierta parte pudo notar un escrito que no pertenecía a ningún lado de Europa, era asiático si no se equivocaba. Era un kanji japonés y eso la descolocó.

¿Qué tipo de objeto era esto? O ¿A qué perteneció para tener grabados extranjeros ahí? No lo entendía ni imaginaba que podría ser y esto debía hablar con Odín para una posible reunión con los dioses japoneses.

Que raro es todo esto—mencionaba la madre con curiosidad y seriedad—oye Brock ¿Puedes ver esto por favor? Necesito la opinión de un experto en minerales.

—¿Hm? Esta bien—el enano prestaba atención y aceptaba el pedido de la reina, alzando sus gafas observó con más detenimiento aquel fragmento. Abrió sus ojos en sorpresa—vaya, esto sí que es una sorpresa. No puedo creer esto.

—¿La reconoces?—preguntaba esperanzada la diosa al igual que los soldados.

—Ni puta idea—respondió hosco como siempre, aunque decepcionó a la reina y los soldados por romper sus ilusiones. El enano siguió hablando—pero puedo sentir una magia rara, no puedo definir de qué tipo. Pero puedo sentir que es extranjera.

—¿Extranjera? Eso explicaría este kanji—analizaba la diosa madre nuevamente viendo aquel fragmento de piedra y aquel escrito japonés—pero lo entiendo que es.

—¿Nunca ha visto escritura del oriente?—preguntaba curioso Brock, pues si bien el no era alguien culto con respecto a culturas extranjeras, sabía lo suficiente como para hacer tratos con extranjeros para obtener material exótico. Así que era raro que los dioses no supieran de esto.

—No, me refiero a que no entiendo porque esta cosa tiene un escrito y magia extrajera, combinada con la nórdica. No tiene mucho sentido—mencionaba la diosa madre exponiendo su punto—si bien hemos tenido contacto con las otras mitologías, no recuerdo que alguna vez se haya creado algo uniendo las fuerzas de ambos panteones, esto es nuevo para mi. Deberé consultar con Odín sobre esto.

Todo esto era un misterio hasta para los dioses ¿Qué era aquel fragmento de piedra?

El frío era intenso y la nieve oscura cubría todo el lugar, de todas maneras, Trunks se encontraba junto a Hildr serios frente a las puertas del templo. Era una infraestructura demasiado alta y deteriorada, lo más probable era por siglos de abandono y olvido. Del techo del alto lugar, salía disparada al cielo aquella nieve oscura que ponía en riesgo los 9 reinos y posiblemente, los demás panteones también. Ahora era la responsabilidad de ambos el terminar con todo este peligro.

Podían sentirlo, el poder que emanaba aquel templo era demasiado grande y peligroso. No importaba las consecuencias, debían terminar con todo esto. Todos contaban con ellos para resolver todo este problema.

Ambos se observaron y asintieron para adentrarse a aquel templo tras abrir sus pesadas puertas de piedra.

No sabían los graves peligros que los esperaban.

Issei en sus pensamientos, esto era una verdadera mierda. No esperaba que esto terminara de esa manera, recapitulando todo desde el inicio, nadie debería haberlo esperado a decir verdad. Se supone que se trataba de una agradable noche donde los jóvenes nobles se reunirían, algo normal gracias al estatus social de todos estos. Si, que hubieron algunos desacuerdos que terminaron en desastres menores, en donde el más grande fue como Sairaorg noqueo de manera satisfactoria al idiota de Zephydor. Hasta ahí no más llegaron los problemas en la reunión de jóvenes demonios.

Pero ¿Quién hubiera imaginado que esto pasaría en medio de todo?

—¿Es todo lo que puede hacer el actual sekiryuutei? Es tan lamentable ¡nyajajaja!

—¡No te burles de mi querido peón!

¡BOOOM!

Poder de la destrucción choco con una alta concentración de senjutsu, creando una fuerte explosión. Eso generó una poderosa onda expansiva que empujó un poco al castaño que se cubrió.

La hermana mayor de Koneko había llegado con el fin de llevarse a la peliblanco así sea a la fuerza. Ahora el junto a Rias luchaban contra ella y demostraba que era una poderosa nekoshou, llena de experiencia y fuerza que abrumaba a la misma Rias, siendo ella una fuerte demonio clase alta, considerada de las más fuertes junto a otros jóvenes. Esta gata negra sin duda era una fuerza de temer, no estaba sola. Pues había llegado con otro ser de gran poder.

El actual rey mono Sung Wukong volaba los artificiales cielos oscuros del inframundo con toda su velocidad y riendo con diversión, una estela roja lo perseguía y calcinaba el mismo viento. El ex rey dragón Tannin luchaba contra aquel mono traviesos, una lucha pareja que sacudía el cielo. Una lucha de monarcas si podía notarse la ironía de dicha batalla. Estaban igualados y eso dejaba en claro los altos niveles de poder que tenían.

Todo esto era una locura.

—¡Basta, hermana. Por favor!—aquella manzana de la discordia se interponía entre su hermana, ama y senpai. Tratando de detener este combate sin sentido—iré contigo, pero detente. No los lastimes más.

—Koneko, no lo hagas—una agotada Rias trataba de detener a su querida torre.

—Así me gusta ¿Ves lo sencillo que era solo aceptar. Nya?—preguntaba divertida la gata negra al ver que había vencido aparentemente—ahora ven con tu hermana.

La gata blanca no dijo nada y triste solo asintió para comenzar a caminar hacia su hermana.

—Koneko… espera…. —Rias agotada y herida trataba de detenerla.

Maldita sea ¿Es en serio? ¿Acaso no puedo hacer nada para evitar esto? ¿Tan débil soy? ¡Que patético!

¿Qué puedo hacer? Esta mujer es demasiado poderosa, hasta para buchou. Alguien como yo, no tendría oportunidad. Me ha vencido de manera tan patética, Aún cuando pude activar mi balance breaker y acceder a todo su poder, me ha derrotado de manera tan patética. Ahora por culpa de mi debilidad vamos a perder a Koneko ¡Maldita sea!

¿Qué debo hacer?

[Libérate]

¿Ddraig?

[Quieres salvar a esa gata blanca ¿No? Entonces libérate]

No te entiendo Ddraig.

[Los dragones somos seres orgullosos y llenos de poder, no dejamos nada al azar. Erradicamos a nuestros enemigos]

¡!

¡No puedo hacer eso! Eliminar a la hermana de Koneko….

[¿Entonces dejaras que se vaya? Qué patético dragón eres]

¡¿Que dijiste?!

[Lo que has oído, quieres salvarla, pero no estás dispuesto a manchar tus manos por ella. Eres patético]

P-Pero…

[¿Aún dudas? Entonces perderás a la gata blanca sin lucha]

……

[Ella confiaba en que su senpai, aquel que considera fuerte, pudiera salvarla y protegerla de todo peligro. Cosa en que tu has fallado de forma miserable]

¡Pudrete!

[Enójate, deprímete, trata de ocultar tu debilidad, eso no importa. Nada borrara tu realidad]

¡¿Y que quieres que haga?!

[Que seas como "el"]

¿Qué?

[Como Trunks Brief, aquel guerrero de ardiente y valiente corazón, el que no duda. El no le tiembla la mano a la hora de acabar con una vida]

—¿S-Ser como aniki….?

[No, no sólo como tu aniki. Sino como lo que también quieres que sea]

¿Y eso que es?

[Como tu maestro]

—¡Giiiiih!

—¡Nyajajaja! ¡Vas a caer!

Rias y Kuroka se mantenían en un choque de poderes que azotaba todo el terreno en una onda energética, esta azotaba el bosque que rodeaba el edificio donde se llevaba la reunión. Lo que nadie en la lucha exterior sabía, es que dentro del lugar otra lucha de llevaba. La del dios de las mentiras y travesuras nórdico junto a sus hijos, contra los demonios junto al padre de todos, también nórdico y su escolta. Pero eso no era lo importante ahora, ambas demonios se encontraban al parecer en el mismo nivel. Todo esto demostraba que se encontraban en un nivel aún más allá de lo que cualquiera podría creer de demonios de alto nivel.

Koneko aún asustada y dudosa de usar sus habilidades naturales de senjutsu, se mantenía atrás de Rias. Usando su descomunal fuerza, trataba de mantenerla a ella y su ama de pie, pero su hermana es tan poderosa que hasta para ella era una situación complicada. Ambas se encontraban en un grave peligro.

O eso parecía….

¡Wooooosh!

¡!

El trío de chicas paro su enfrentamiento cuando un cuarto poder de gran magnitud estremeció el lugar y también a ellas, las tres fueron ligeramente arrastradas por el inmenso despliegue de poder, haciendo que sus pies arrastraran el suelo. Cuando bajaron sus brazos, abrieron sus ojos en sorpresa y un poco de temor. Pues posiblemente tenían frente a ellas a uno de los seres más fuertes del inframundo en esos momentos, incluso la batalla que se llevaba en el interior contra el dios nórdico de las mentiras junto a sus hijos, paro un momento al sentir tal poder, también aquella en donde el ex rey dragón se enfrentaba al nuevo rey mono, aunque todo se reanudó segundos después. Las tres mujeres veían sin saber que hacer o como proceder.

Una enorme y poderosa armadura dragonica carmesí, se erguía firme e imperturbable con sus majestuosas alas extendidas. Una oleada de poder lo rodeaba de manera violenta y atemorizante, claramente se sentía una mezcla de esencia dragonica y demoníaca, una hibridación energética que hacía temblar a todos. No entendían que estaba pasando.

Dentro de la armadura se encontraba Issei, pero no aquel que todos conocen, al menos no del todo. Su mirada había cambiado a una feroz y determinada, había desatado todo su poder sin ningún limitante como había hecho hasta ahora para no lastimar a nadie. En estos momentos no podía hacer aquello, no cuando su ama y kohai estaban en peligro mortal. Debía acabar con la amenaza que estaba cerniéndose en estos momentos, lo podía dudar ahora cuando ya había desatado todo su poder. Sabía que Trunks era alguien noble y honorable, el cuál podía tomar vidas solo cuando era necesario al ser la amenaza demasiado grande como para ser perdonado. Este era el caso en opinión de Issei, Kuroka en estos momentos se encontraba poniendo en riesgo la vida de algunas de sus personas más amadas. No debía dejar pasar esto.

En otro lado, Vali también sintió el poder de Issei desatado, no había dudas ni temores en el, solo la determinación y ferocidad de un guerrero. Eso lo hizo sonreír en emoción.

Talvez Hyoudo no era una decepción del todo.

—¿I-Ise?—Rias preguntaba aún en su sorpresa por ver a su prometido en ese estado desconocido para ella.

—¿S-Senpai?—preguntaba la neko blanca en el mismo estado que su ama.

En caso de la nekoshou negra, esta sintió un grave peligro contra su ser y dio unos cuantos saltos hacia atrás y se posicionaba en guardia. El peligro la hacía erizarse y tragaba saliva en tensión.

Así que este es el actual sekiryuutei ¿Eh? Todo ese poder…—pensaba Kuroka con una gota se sudor bajando por un lado de su rostro por la presión que emanaba Issei— debo tener cuidado, no puedo tomar esto a juego ahora. Debo…

¡Fooosh!

—¡Issei-senpai, espere!

¡!

Para la sorpresa de Rias y temor de Kokeno, Issei ya estaba frente a la también sorprendida Kuroka que ni había terminado de pensar. Fue un arranque de velocidad impresionante que agrieto desde el punto de arranque, su puño estaba cargado con una poderosa energía dragonica. Kuroka sabía que no viviría si llegara a ser atacada con eso.

¡BAM!

El puño del dragón chico en el suelo, destrozando y cambiando un poco el sitio de la pelea, Kuroka había logrado esquivar apenas ese ataque, de todas maneras fue empujada por la onda expansiva que la mandó a rodar por el suelo de manera dolorosa. Hasta que se detuvo.

—¡Diablos! Es más rápido de lo que esperaba, Vali se equivoco. Este sujeto es un verdadero ¡¿Nya?!

Kuroka no pudo seguir hablando, pues Issei ya estaba frente a ella y la iba a golpear con una patada de hacha, la cual esquivo nuevamente por los pelos y destrozó el área. Kuroka se encontraba en una situación bastante peligrosa para ella, Issei no le daba un solo chance siquiera de respirar, pues nuevamente fue atacada. Esto no era algo fácil de superar para la gata negra.

Rias y Koneko se mantenían ajenas al asunto, viendo sorprendidas e incrédula ante el espectáculo que tenían frente a ellas. Rias nunca había visto a su amado peon en ese estado iracundo. No era como un demonio, era más como un dragón enfurecido queriendo eliminar a quien encendió su ira, Kuroka en este caso. Mostraba una ferocidad digna de un dragón, un poder de gran magnitud y habilidades extraordinarias. Admitía que sentía algo de temor al ver como atacaba violentamente a la hermana de Koneko, pero también sentía un enorme sentimiento de alivio y protección, era complicado en estos momentos. Koneko, la pobre gata blanca solo veía (o lo que podía) ver de este combate. Sabía que debía sentir alivio de que su senpai se encargue de su malvada hermana, pero aún así, no podía evitar sentir temor por el bienestar de su hermana mayor ¿Por qué? No lo sabía ni entendía, se supone que le hizo mucho daño, le arruino su vida y aún así, temía por su seguridad. Ni ella misma entendía.

Hasta que llegó a cierto punto.

—Has puesto en peligro a buchou y Koneko—fueron las primeras palabras de Issei en este combate—no me dejas opción ¡Te voy a eliminar!

—¡Estas loco, sekiryuutei!—exclamaba furiosa Kuroka creando un escudo de energía que Issei destrozó de un golpe y la empujó hacia atrás— no está bromeando, habla en serio. Este tipo quiere mi sangre ¡Va a matarme!—pensaba al aterrizar y sentirse agobiada por el cansancio y heridas que obtuvo durante este embate.

En eso uso una estrategia desesperada para sobrevivir.

Issei se mantenía en el aire, observando por todos lados tratando de encontrar a la gata negra que se escabulle en el espesor del bosque. Chasqueo la lengua al haberla perdido de vista.

[Calmate, compañero. No la encontrarás si pierdes la compostura]

—Si, tienes razón, Ddraig. Lo siento—respondía el castaño respirando hondo para calmarse—esta gata es demasiado escurridiza.

[Concentra tu visión, compañero. Eso te ayudará] sugería el dragón rojo para confusión de su portador [ahora no sólo eres un demonio también eres un dragón. Ahora tienes la combinación de las habilidades de ambas razas juntas, un gran beneficio. Úsalo]

—Entiendo… déjame ver….

Cerró sus ojos por un momento, segundos después los volvió a abrir y sus ojos dejaron de ser cafés, para ser verde brillantes. La visión dragonica y demoníaca se habían combinado y aumentado aún más sus capacidades visuales, eso lo hizo sonreír complacido. Empezó a buscar a la gata negra, frunciendo el ceño cuando la encontró. En eso empezó a cargar energía en su mano y apuntar hacia aquel lugar.

Kuroka se encontraba oculta encima de las ramas de los árboles, respiraba acelerada por las heridas y la fatiga que había obtenido durante la pelea. El temor y desesperación comenzaron a abordarla.

—Maldita sea, esto es demasiado para mi. No puedo con el dragón rojo—decía la nekoshou entre respiraciones adoloridas—va a matarme si esto sigue así ¡Vali, eres un inepto!—maldijo a su líder por la información errónea que le había dado—¿Uh? ¿Qué es…? Oh no….

[¡Boost!] (¿?)

En la cima se veía una estela carmesí que poco a poco crecía, no era la única que lo veía. Sino también el resto.

Issei se encontraba cargando el dragón shoot más fuerte que haya creado haya creado hasta la fecha, quería borrarla de la misma existencia. Kuroka sin dudas será una mujer de exuberantes proporciones, el erotismo reencarnado en mujer, pero era demasiado peligrosa para dejarla viva. No podía dejar que pudiera en riesgo a inocentes y en especial a las personas que son importantes para el.

No debo dudar, no esta vez. Debo ser como el—pensaba el castaño recordando a su maestro como podía llegar a ser impiadoso con quienes lo mereciera y Kuroka era alguien de este tipo—si quiero proteger a quienes amo, las dudas deben irse. Kuroka debe ser erradicada.

La mencionada se sentía aterrada, con la boca y ojos bien abiertos por lo que podía ver en las alturas. Issei la había encontrado.

Rias no sabía que más hacer que abrazar a una estupefacta Koneko en caso de que vaya a hacer algo para proteger a su hermana y saliera lastimada, puede que Issei este siendo drástico, pero hasta ella entendía que sus acciones eran las correctas. Esperaba que Koneko entendiera a futuro lo que hacía Issei y pudiera perdonarlo.

—¡Senpai! ¡Espera!

[¡Dragón Shoot]

¡Foooooosh!

Una poderosa ráfaga de energía carmesí salió disparada a pesar de la súplica de Koneko, dirigiéndose hacia una impactada Kuroka que no podía moverse debido a la sorpresa y terror al sentir como ese poderoso ataque comenzaba a acercarse a una velocidad que no podía evadir.

Cuando aquel ataque llegó al bosque, una poderosa explosión consumió dicha parte. Rias sólo podía abrazar más fuerte a Koneko y está aferrarse más al suelo para no salir volando.

Cuando el desastre terminó, una gran parte del bosque desapareció. Posiblemente junto a Kuroka.