Las estrellas bailaban sobre las tranquilas aguas del mar, reflejándose sin parar. Liam estaba sentado junto a Emma en la arena, solo observando la joven luna. Era un poco incómodo, después de todo, habían descubierto que Liam y Amanda tenían varitas hermanas, que actuarían mucho mejor si estuvieran juntas. Pero, que harían entonces una varita con núcleo de pelo de unicornio junto a una con nervio de corazón de dragón, tal vez, no mucho. Esa pregunta rondaba por las cabezas de los jóvenes, y no hallaban respuesta por si solos. Finalmente, Emma vio a Liam.

-es… una buena noche – suspiro la chica

-lo es – contesto Liam haciendo una figura con el dedo en la arena

-nosotros… somos un equipo, ¿verdad? – dijo Emma, algo nerviosa

-claro que lo somos – sonrió Liam, sin dirigirle la mirada – siempre… lo hemos sido

-por qué se siente diferente ahora? – Emma vio nuevamente a la luna – acaso… no estamos hechos para ser un equipo?

-no lo sé – suspiro Liam, con la vista en la arena

-yo… – Emma detuvo sus palabras, incapaz de encontrar nada más

-a quien le importa? – dijo Liam, después de un incómodo minuto de silencio – a quien le importa de que sean nuestras varitas?

-bueno… yo…

-Nos amamos, ¿no es así? – Liam vio a Emma

-sí, yo… te amo – sonrió Emma, regresando la mirada

-eso es lo que importa – dijo Liam, y aproximo lentamente su mano izquierda a la derecha de Emma – no?

-Si – Emma tomo la mano de Liam – que complicado se ha vuelto el mundo… tal vez Amanda tenga razón… a veces yo también extraño estar en segundo año, cuando todo era tan sencillo…

-lo era – suspiro Liam – todo era nuevo, el Quidditch, la magia… el amor…

-Y aquí estamos – dijo Emma, intranquila – a punto de entrar al año de los TIMO, y ni siquiera sabemos que pasa con nosotros

-bueno, algo se – Liam se acercó a Emma – que quiero estar contigo, quiero afrontar esto a tu lado

-y yo quiero que estés conmigo – Emma tomo a Liam de la cadera

-vaya par que somos – suspiro Liam y apoyó la cabeza en el hombro de Emma

-Solo somos dos tontos enamorados – río Emma

-si… – Liam se quedó callado, junto con Emma

Las olas impactaban suavemente contra la arena, como una noche tranquila en la playa lo haría. No había nadie más en la playa, solo ellos dos, nuevamente. Una leve briza movía ligeramente el cabello de ambos chicos, que parecía no importarles mucho. Y otra vez, ese incesante y calmante sonido de las olas impactando con la arena, una y otra vez.

-eh… esperado todo el verano para verte – suspiro Emma, rompiendo el silencio – se supone que está sería la última semana de vacaciones, así que… cuando regresará a casa, te iba a invitar a pasar la última semana antes de Hogwarts en casa

-oh… bueno… algo difícil, estaremos hasta el último día aquí – Liam río un poco

-si… bueno… me gustaría quedarme contigo – Emma sonrió – y a ti?

-claro que me gustaría! – dijo Liam contento

-bien, quedémonos juntos – dijo Emma sonrojada – claro que, tendré que hablar con mis padres y todo… pero espero que acepten

-Emma, de verdad quieres estar… comprometida conmigo? – dijo Liam apenado

-claro que si – dijo Emma con seguridad – me encantaría, incluso podría hacer un juramento inquebrantable jaja

-genial… – dijo Liam en voz baja

-y… a ti… te gustaría estar comprometido conmigo? – Emma vio a Liam, expectante

-sí, mucho – Liam se sonrojo – realmente… me gustaría

-es bueno saberlo – sonrió Emma y recostó su cabeza en la de Liam – oh! ¡Por cierto, tengo algo que decirte!

-sí? – Liam quitó la cabeza del hombro de Emma

-ok, prepárate – dijo Emma emocionada – este año me llegó la carta de Hogwarts, y, junto a ella…

-eres prefecta?! – dijo Liam sorprendido

-espera, espera – río Emma – yo… ¡Soy la nueva capitana del equipo de Quidditch!

-wow! ¡¿De verdad?! – Liam estaba más sorprendido aún

-si! ¡Me eligieron a mí! – Emma sonrió animadamente

-felicidades! – dijo Liam y se lanzó a darle un gran abrazo a Emma – estoy muy orgulloso

-gracias, gracias! – río Emma y cayó a la arena, después se levantó – es genial, estoy al nivel de los prefectos! Incluso puedo entrar al baño de prefectos y todo

-te lo mereces – sonrió Liam – serás una buena capitana

-eso espero – dijo Emma contenta – aún que me hubiera gustado que Diane fuera capitana, pero fue campeona de Hogwarts, supongo que es mejor

-El torneo… – Liam empezó a recordar – me preguntó si algún día la volveré a ver

-Yo espero que no – río Emma – era demasiado pretenciosa, "Bakeg"

-jaja, solo lo era un poco – sonrió Liam – la cocina se sentirá algo sola

-hay un montón de elfos ahí, nunca estás solo – Emma se acomodó un poco el cabello

-Lo sé, pero… bueno, no importa – suspiro Liam – el caso es que eres capitana, lástima que no sea de slytherin, estaría encantado de estar bajo tus órdenes

-jaja, ah sí? – Emma sonrió pícaramente – bueno, algo de slytherin te veo, tienes algo de ambición

-ambición? – Liam levantó un poco la mirada – tal vez dedicación

-tal vez – río Emma – un verdadero gryffindor

-si… lo soy – Liam miro a Emma, con total seguridad – soy un gryffindor

-ay, Liam – Emma acaricio la mejilla de Liam – eh esperado que digas eso desde que entramos a Hogwarts

-jaja, supongo que me tarde un poco – sonrió Liam

-ven – Emma se acercó a Liam

-es lo que me imagino? – dijo Liam viendo a la chica a los ojos

-sí, lo es – Emma se acercó a los labios de Liam

-espera, espera… es que… – Liam se sonrojo mucho

-vamos, eh esperado todo el verano – sonrió Emma y se lanzó a los labios de Liam

Era una extraña sensación, en el sentido agradable de la palabra. Se sentía como si hubiera esperado toda su vida por eso, como si llevara años sin besar a Emma. Incluso para un beso tan sencillo como el que estaba dando, se sentía tan complejo, se sentía único, irrepetible y eterno. Emma tomó a Liam de la cintura, lo acercó a ella suavemente y continúo besándolo.

-creo que… podemos intentar un beso de adultos, no crees? – sonrió Emma, sonrojada

-podemos – Liam le devolvió la sonrisa, igualmente sonrojado

-bien – susurro Emma y se acercó otra vez a Liam

Era verdad que los dos tenían ganas de dar un siguiente paso, y no limitarse solo a besos. Emma era la que más demostraba entusiasmo en practicar esas actividades pasionales, y, aún que no le gustaba admitirlo, Liam también había pensado en eso una que otra vez. Sin embargo, Liam no se sentía listo para dar ese paso, pero tuvo que reconocer que después de ese beso, le estaba costando mucho menos darlo.

Por coincidencias de la vida, la familia Baker y la familia Brown se habían terminado encontrando. Esa noche, todos estaban reunidos en una enorme mesa circular, disfrutando de una agradable cena. Mientras el señor Brown y el señor Baker hablaban animadamente sobre las maravillas del mundo moderno, la señora Baker y la señora Brown charlaban de las pociones de belleza más recientes. Anne había conseguido escaparse de sus padres, y se encontraba hablando, muy contenta, con Raine, y Tom solo se limitaba a asentir con la cabeza. Al lugar llegaron dos jóvenes, Liam y Emma, bastante hambrientos. Emma vio a el grupo, y los dos se acercaron a la mesa.

-hola chicos – les dijo la señora Baker mientras los dos ocupaban asientos vacíos – han estado ocupados?

-supongo que si – río Emma, con una enorme sonrisa de satisfacción

-que han estado haciendo? – les pregunto la señora Brown

-hemos visto las estrellas – contesto Emma – verdad Liam?

-claro, muchas estrellas – dijo Liam, con la misma sonrisa de satisfacción que Emma – ejem, voy por algo de comer, que te traigo?

-quiero un pay – contesto Emma sin borrar su sonrisa

-por supuesto – Liam se acomodó un poco el desordenado cabello y se levantó

-se han estado divirtiendo, ¿verdad? – la señora Baker soltó una sonrisa traviesa

-sí, muy divertido – contesto Emma – mucha… agua

-agua, claro – río la señora Baker

-tienes que tener cuidado hija – dijo la señora Brown meneando el dedo índice – sé que estás creciendo, y quieres hacer todas esas cosas, pero tienes que ser responsable

-y por qué me lo dices a mí? – suspiro Emma

-es… obvió – dijo la señora Brown, mientras la señora Baker asentía con la cabeza

-ya vine – dijo Liam muy contento, poniéndole un plato enfrente a Emma, un pay – es de queso

-gracias – sonrió Emma

-oh, espera, quieres algo de tomar? – Liam puso su plato en la mesa, pero no se sentó – hay Té helado, quieres?

-claro jaja – dijo Emma contenta

-ahora vengo – dijo Liam partiendo de nuevo

-Que amable – dijo la señora Brown

-sí que lo es – la señora Baker sonrió orgullosa

-sí que lo es – suspiro Emma con una sonrisa

Liam se acercó a la barra, en donde pidió dos Té helados. Espero tranquilamente, hasta que la señorita encargada llegó con la orden, después Liam se dio la vuelta, dispuesto a ir a su mesa cuando se le atravesó alguien.

-hola! – dijo Amanda con una sonrisa

-Amanda! – Liam se detuvo en seco y casi derramaba las bebidas – ten más cuidado

-claro – la chica le sonrió y vio las bebidas – que es eso?

-Té helado – respondió Liam

-uh, curioso – río Amanda – me das?

-ahí está la barra – dijo Liam apuntando con la cabeza

-Vamos, dame un poquito – dijo Amanda animada

-pide uno – suspiro Liam y fue hacia su mesa

-oye, no me dejes aquí! – Amanda siguió a Liam

-aquí tienes – dijo Liam poniendo el vaso enfrente de Emma

-gra… oye eso es mío – dijo Emma, pues Amanda tomo el vaso

-lastima – Amanda se tomó el té helado – hmmm, muy rico

-ugh – Emma apartó la mirada

-no te preocupes – dijo Liam rápidamente y le puso su vaso enfrente – quédate con ese, yo voy por otro

-seguro? – Emma vio a Liam

-sí, adelante – Liam sonrió y camino de nuevo hacia la barra

-me voy a sentar – dijo Amanda haciéndose espacio en la mesa, entre Tom y Emma

-que no vienes con nadie? – gruño Emma – no viene ese padre tuyo, ¿verdad?

-papá?, no, obvio que no – sonrió Amanda

-genial, un problema menos, quedas tu – suspiro Emma y tomo del té

-no peleen chicas – río la señora Baker

-ok – Emma empezó a comer su pay

-listo – Liam se sentó, tranquilo y dispuesto a disfrutar de su cena

-ESPERA! – dijo Amanda, causando que Liam tirará su bebida, cuando apenas iba a darle un trago

-que?! – gruño Liam

-déjame verla – Amanda extendió la mano

-aja – Liam le dio el vaso, indispuesto

-a ver… – Amanda olió la bebida – hmm, si, está bien, no tiene poción de amor

-poción de amor? – dijo Emma frunciendo el ceño – no será que quieres ponerle eso?

-claro que no – sonrió Amanda mientras ponía el vaso enfrente de Liam – solo estaba verificando que tu no lo hayas hecho

-yo? – río Emma – primero hago una poción multijugos antes que una poción de amor jaja

-podrías hacer las dos si te lo propones – acuso Amanda

-ah sí? – Emma tomo su cuchara – pues hacer una poción de amor es muy estúpido, en primera por qué en el tiempo que logras hacerla, podrías intentar algo mejor, en segunda por qué tienes que administrarla todos los días una y otra vez. Y estoy segura que sabes muy bien que las pociones de "amor" no crean amor de verdad, para lo único que sirve una poción de amor es para vendérselas a las tontas que creen en eso

-y tu como sabes eso? – dijo Liam volteando a ver sospechosamente a Emma

-porque me gustan las pociones – sonrió Emma – es mi materia favorita, así que me eh informado bien, además, varias de esas pociones de "amor" las ha confiscado papá, por qué eran un fraude

-Es verdad – dijo la señora Brown, sorprendida – tenemos bien identificados a los vendedores de pociones de amor, como los Weasley, aún que sus filtros de amor son de… "buena calidad" siguen sin servir, pero al menos son lo que promete

-así es – dijo Emma contenta – además, las pociones de amor están prohibidas en Hogwarts… no, Liam, no te daría una poción de amor

-solo me aseguraba – suspiro Liam viendo su bebida

-a ver, Liam, estás obsesionado conmigo? – dijo Emma viendo a Liam a los ojos

-obsesionado? – dijo Liam confundido

-aja, piensas en mi todo el día? ¿Quieres que te preste toda mi atención? – dijo la chica tranquilamente

-bueno… pienso en ti, obviamente… no todo el día, claro – Liam se sonrojo un poco

-ahí está, entonces no estás bajo los efectos de una poción de amor – sonrió Emma

-yo sigo sin creerlo – bufo Amanda

-Créelo o no, yo eh hecho mi trabajo, y ahí están los resultados – sonrió Emma orgullosa

-vaya que si – suspiro Amanda y reposo su mejilla en la palma de su mano, mientras reposaba el brazo en la mesa

Amanda volteo la mirada, hacia la derecha, en donde se encontraba el balcón. Era una noche estrellada, y la luna se veía reflejada en el mar, que se vía a lo lejos. Una pareja cenaba tranquilamente, aparentemente una cena romántica. A su lado, un hombre escribía algo en una libreta, volteaba ocasionalmente al mar, daba un leve suspiro y regresaba su mirada al papel. Amanda se levantó, le dio un breve vistazo a Liam y se retiró del lugar. No tenía por qué estar ahí, no había una buena razón, la única, Liam, estaba bastante ocupado con otra cosa. Oh no, Amanda solo espero unos veinte minutos, en los que invento algo para modificar la memoria del chico. Así, busco decidía a Liam, pero en el camino, se encontró con Emma.

-a dónde vas? – le dijo la chica

-no te incumbe – sonrió Amanda y continuo

-aja, a ver, ven aquí – Emma tomo a Amanda del brazo – conozco esa miradita tuya, que te propones?

-no te importa, lo dije – repito Amanda

-me importa – sonrió Emma – vas a hacer algo con Liam?

-Eh…

-A ver, vamos a hablar – Emma le hizo una seña con la mirada y se aproximó al barandal – no nos hemos visto en mucho tiempo, ¿de verdad no estás feliz de verme?

-no – gruño Amanda y se puso al lado de Emma

-por qué no?

-porque me gusta Liam, dah – suspiro Amanda

-bueno, Liam no es todo – río Emma – acaso nosotras no somos amigas también?

-supongo – Amanda se recargo en el barandal – por cierto, ya cumplí con la promesa, mira – Amanda extendió el brazo, no había ninguna marca

-tan rápido? – dijo Emma sorprendida

-sí, no fue tan difícil, después de pensar un rato… ejem, me encontré con un chico bastante amable, meh, un simple beso basto – dijo Amanda tranquilamente

-lo besaste? – Emma miro confundida a Amanda

-sí, lo hice – suspiro Amanda

-no me gusta eso – dijo Emma apenada

-pues lo hice, cumplí con mi promesa, ¿no? – río Amanda

-Amanda… – Emma miro preocupada a la chica – tienes que hacerlo, de verdad

-pero no quiero – Amanda apartó la mirada

-el no, el no – suspiro Emma – de verdad no te interesa nadie más?

-no

-pues tendrás que seguir sin eso – dijo Emma - por qué… bueno… no lo sé, al parecer Liam me… quiere mucho… yo también, me gustaría pasar mi vida con el

-Creo que el también – dijo Amanda, y noto como Emma se sonrojaba – que problema, ah, estoy cansada

-estamos de vacaciones, es para descansar – Emma se estiró un poco – fue un día largo

-sí, sí que lo fue – Amanda asintió con la cabeza

Las chicas se relajaron un poco, empezaron a hablar sobre varias cosas que habían vivido en ese largo rato sin verse. Después de media hora, las chicas terminaron siendo tan amigas como siempre, mejores amigas.

Un rato después de eso, en otro lugar, Raine se estaba despidiendo de Anne, enfrente de su habitación. La chica se fue y Raine se quedó sola, pero no por mucho, por qué Liam llegó, muy contento. En cuanto vio a la chica, hablo con ella sobre lo que le había contado a Emma en el día.

-la odio, de verdad – suspiro Raine, viendo al mar

-no se… por qué lo hacía… – dijo Liam, cabizbajo – ella tenía un buen hogar, alguien que la esperaba en casa, y la quería… por qué se iba?

-no quiero preguntarle – dijo Raine, molesta con la otra Anne, con su madre biológica – Liam, si la veo otra vez… le voy a… – Raine movió la mano, como si moviera su varita

-no se si eso le gustaría a Jacob… quiero decir… tu padre – Liam apartó la mirada

-no te preocupes – sonrió Raine – supongo que puedes decirle así… ah, lo extraño… extraño a papá

-quisiera hablar más con el – Liam se acercó a Raine y la abrazo con el brazo – sabías que te quería mucho?

-lo sé – Raine esbozó una pequeña sonrisa

-una vez le diste un dibujo del gato de tus abuelos – río Liam – no era el mejor, pero lo conservo en la puerta de su clóset

-sí, lo recuerdo – Raine río un poco – también recuerdo cuando me puse sus botas de trabajo, y caminaba como un pingüino jaja

-jaja, me hubiera gustado verlo – sonrió Liam

-era genial… – suspiro Raine

-papá también te quiere – dijo Liam apenado – y mamá, yo también te quiero

-lo sé – Raine también abrazo a Liam, y paso su brazo sobre el hombro del chico – y perdona que no le diga papá, es solo qué… ya sabes, llevo toda mi vida diciéndole papá a… papá jaja…

-está bien – dijo Liam tranquilamente

-y si lo veo… bueno, si lo veo como a un padre – sonrió Raine – hoy nos ayudó con un juego en el paseo marítimo jaja

-sí, es bastante bueno con eso – río Liam

-me gusta ser de esta familia – dijo Raine – gracias por aceptarme en ella

-no hay de que – Liam apoyó la cabeza en la chica – te gustaría ver una película?

-claro – dijo Raine con un suspiro contento – vamos adentro

-vamos – Liam se separó de Raine y los dos entraron a la habitación

Unos minutos más tarde, Tom llegó a la habitación, se unió a los dos. Ver una película en esa situación fue bastante relajante, y los hermanos se divirtieron comentado la película, e incluso haciéndole parodia a los diálogos. Siguieron un rato de la próxima película que pasaban en la televisión, hasta que finalmente les dio sueño a los tres, y entraron a la cama, sintonizaron un aburrido canal de historia y se quedaron completamente dormidos.