Honestamente creí que este capítulo tardaría más en estar listo, no tenía idea de cómo comenzar, pero una vez comencé esto empezó a escribirse prácticamente solo, me gustaría para aclarar desde el inicio, no tengo muy claro quiénes serán parte de los harems de cada hermano, pero sí sé que Nami y Boa son para Luffy (Son de esos shipps que me gustan, aunque tampoco descarto los intercambios de parejas), y que para Naruto tengo pensado a Robin y a Vivi, pero estoy plenamente dispuesto a escucharlos, también debo añadir que no descarto que los Mugiwara sean más de los que fueron en el anime, ya sea por ser reclutados por Luffy o por Naruto, no deberían ser muchos más, pero no los descarto.

Y ahora mi parte favorita de cualquier historia que haga, los reviews;

Fractor; Ou, lamento que llores, pero no voy a cambiar esa relación, pero no descarto intercambios de parejas, las palabras de Sabo son una fuente de ayuda para Naruto, y mira, llevaba pensando en ese momento desde el inicio, me alegro de haberlo podido plasmar correctamente, pero ya que Naruto no dejaría que alguien más la vea será un muy lento camino de recuperación.

Y eso es solo la punta del iceberg, Naruto cambiará el mundo más de lo que él mismo podría llegar a imaginar de formas poco esperadas, pero ese es un tema para cuando lleguemos a Egghead (Si, estoy planeando escenas de ese arco ya), para ser sincero, les ganó más por ser tomados por sorpresa que por mérito propio, pero nadie le quitará la satisfacción a Luffy, pues no te preocupes, que lo averiguamos en este capítulo, mira, no tengo ni idea de cómo incluirla, la verdad sea dicha, sí encuentro una forma quizás la añada, pero no prometo nada.

Samuel Santillan; Me alegro de que lo hayas disfrutado, aunque en este capítulo es que veremos el juramento de hermandad (No podía simplemente no incluirlo), Naruto es un pequeño gremlin con traumas, el único problema con eso es que solo Sabo sabe eso, sigue siendo uno de esos secretos importantes de Naruto, uno que tomará más relevancia en el futuro.

Lo ha considerado, muy seriamente, pero la idea de que alguien tendría que ver la marca en su espalda para eso lo detiene, pero si dire que uno de sus cambios estéticos después del time skip será un tatuaje, y sí, de hecho, fue la marca del sol de los piratas del sol, la forma hibrida zoan de Naruto hasta ahora ha sido muy diferente de las de otras zoans, solo le da sus colas, orejas, sus uñas crecen y sus colmillos se vuelven más pronunciados, pero sí, en un futuro cuando la forma hibrida de Naruto cambie a una más normal al del resto de formas hibridas, aunque eso varía según persona a persona, porque la ropa también se ve afectada por la fruta (El sombrero de chopper o sus pantaloncillos se habrían roto al transformarse, o Momo habría acabado desnudo después de cada transformación), pero sí, es un punto que pienso tratar a futuro.

Dos de las colas de Naruto tienen parte del poder sobre la naturaleza, una cola para un elemento, te dejo adivinar qué elementos son, estaba preocupado por su aprendiz, y por cualquier otro nieto de Garp, sabe que ese hombre solo puede criar criminales o algo semejante, intenta ser el hombre que SI sea un modelo a seguir para esos niños, sí les diera un pergamino sobre los seis poderes Naruto lo compartiría con sus hermanos, y eso sería romper mucho las cosas desde el principio, la idea es que al final sean armas punzantes, pero eso sería cuando aprenda haki de armadura.

MarceloYT765; Me alegro de que te haya gustado, intenté apaciguar el deseo de violencia con el capítulo cuatro, aunque no entiendo qué relevancia tiene la segunda parte del mensaje.

gaby11; Me alegro mucho.


Naruto quería señalar que no era chismoso, podría ser tramposo, mentiroso, embustero, ladrón, apostador o quizás era ludópata, desconfiado, alguien que odiaba a los nobles (No solo los nobles mundiales) con pasión ardiente que probablemente nunca podría apagar, codicioso, rencoroso y otro sinfín de cualidades poco favorecedoras, pero no era un chismoso, por lo que fue totalmente un accidente cuando vio a Ace entrar al bar en el que estaba. Cabe señalar que Ace no podría reconocerlo, sí Naruto quería estafar a los idiotas de la ciudad (Especialmente a los nobles) y seguir en su trabajo con Roulette tenía que no ser reconocido por los idiotas que estafaba, así que cuando entraba a los bares para jugar a las cartas lo hacía con una ilusión para parecer otra persona, incluso con su falsa apariencia no pudo evitar enarcar una ceja ante la pregunta que había salido de la boca de su hermano mayor.

— ¿Qué pasaría... —Su hermano mayor empezó la pregunta con un tono de voz que nunca antes había escuchado por parte de Ace, triste, rota, nerviosa— ... sí el rey de los piratas hubiera tenido un hijo? —La ilusión de Naruto por poco se deshizo ante la sorpresa por la pregunta.

Porque Naruto dudaba ser el cuchillo más afilado de la ciudad, pero sí estaba muy cerca de ser el más afilado en su pequeña familia, pero podía entender las implicaciones de su pregunta, porque se sentía del mismo tipo como sí él mismo preguntará por un esclavo libre, no era una pregunta que haría sí no tuviera una razón detrás.

— ¿El rey pirata hubiera tenido un hijo? —No sabía quién había repetido esa pregunta, pero podía ver la expresión de Ace, esperando una respuesta que ya conocía.

Pero Naruto no podía entender ni un poco por qué su hermano parecía tan dolido, había tenido un padre que había marcado al mundo y a su historia, que había hecho que cientos o miles de personas siguieran un camino y se lanzaran al mar buscando algo que quizás ni siquiera existiera, alguien a quien todo el mundo buscaba imitar, alcanzar o superar, alguien que había enfrentado al mundo de frente y se podía decir que, en cierto modo, había ganado, alguien que había visto todo lo que el mundo pudiera ofrecer (Naruto admitiría que admiraba al hombre por esas dos cosas, puede que no quisiera ser capitán pirata, pero estaba dispuesto a lanzarse a la mar para obtener aunque fuera un poco de lo que ese hombre tuvo), a diferencia del secreto de Naruto era algo de lo que sentirse orgulloso, Naruto no podía sentir más que vergüenza y miedo por su pasado y su secreto, pero una fuerte risotada lo sacó de sus divagaciones.

— ¡Ese bastardo seguro sería el mismo demonio! —Río uno y Ace se hizo un poco más pequeño, no por miedo, enojado, dolido.

— ¡Golpearía a ese bastardo hasta que pidiera perdón por haber nacido y me follaría a la golfa de su madre en su puta cara! —Río otro y Naruto quería golpearlo, este idiota estaba amenazando a la familia de Naruto y no pensaba permitirlo, por nada del mundo.

— ¡Mataría al desgraciado antes de que cause problemas! —Rugió uno y estaba haciendo todo lo que podía por contener su ira, por no moverse para golpear a cada uno de estos idiotas que había comenzado a pedir la muerte de su hermano.

— Violaría a ese mocoso hasta que solo fuera un buen esclavo —Fue el comentario que lo hizo explotar, no fue un comentario dicho a gritos como lo habían sido los de los otros borrachos en el bar, fue un susurro de uno de los idiotas a los que Naruto estaba estafando, y antes de poder contenerse agarró la botella en la mesa para golpearlo en la cabeza, el sonido del vidrio rompiéndose, y el cuerpo del idiota cayendo sobre otra mesa y tirando todo lo que había sobre está haciendo un gran ruido.

El silencio reinó por varios segundos, Ace lo miraba fijamente, sin poder reconocerlo en lo más mínimo, pero lo miraba con una expresión desconcertada, pero a Naruto no podría importarle nada más en este momento, sentía la ira burbujeando en su interior amenazando con salir una vez más (No le gustaba dejar salir esa rabia, ese tipo de rabia, en la que sabía que perdería el control, solo había entrado en ese estado una vez después de la primera vez que lo usó para salvar a Luffy, había destrozado todo a su paso, ni siquiera Luffy se salvó de salir herido, rasguños antes de que el rubio fuera despertado de su estado, pero la sangre goteando en sus garras era algo que no olvidaría pronto), pudo reinar sobre esté lo suficiente al saber que Sabo no haría esto en su situación, su hermano había estado más preocupado por reconfortarlo cuando se enteró de su secreto, había intentado protegerlo, y Naruto tenía que hacer lo propio, se relajó cuando pudo reinar sobre sí mismo, la ilusión que tenía sobre él se acomodó la ropa y se pasó sobre la mesa como si fuese a presentar un espectáculo (Garp había tenido razón en algo, el tiempo con Roulette lo había convertido en un showman) y tenía pensado hacerlo a lo grande.

— ¿Por qué no dejan de decir tanta mierda? —La ilusión levantó las manos, una ilusión de una persona completamente diferente, un metro ochenta, cabello tinto y ojos rojizos, gabardina negra, camisa blanca, pantalones negros a medio caer, botas, y un sombrero de fedora— ¿Acaso alguno de ustedes, perdedores, conoció al hombre? —Cuestionó enarcando una ceja mientras pasaba su mirada por todos ellos.

— B-b-bueno, no... pero... —Uno de esos idiotas dijo, un susurro apenas audible, pero gracias al silencio no importó que lo dijera bajo porque todos pudieron escucharlo.

— ¡¿Y qué si nunca lo conocimos?! —Bramó otro solo para que un corte apareciera en su mejilla.

— Si no conociste al desgraciado entonces mejor ni hables —Le gruñó, los ojos de la ilusión se volvieron rojos, no porque quisiera sino por la misma ira que volvía a emerger en él— Ese hombre hizo lo que ninguno de ustedes pudo hacer, lo que miles de personas quieren hacer, pero todos ustedes son unos cobardes envidiosos que no tienen las bolas para hacer algo así, así que cierren la maldita boca antes de que se las rompa —Advirtió con la furia volviendo a su cuerpo más y más, cada palabra que salía de su boca avivaba ese fuego que nunca podría apagar— E incluso sí Gold Roger fue un bastardo, un idiota y un desgraciado, nadie tiene que cargar con los pecados de sus padres, todos ustedes hablan de golpear niños, matarlos, violarlos, todos ustedes no son más que escoria y me arrepiento de haber jugado a las cartas con ustedes —Bramó, y como claramente a nadie le gustaba que los insultaran ellos se lanzaron a la batalla.

Honestamente a Naruto le encantaría decir que fue una encarnizada batalla, pero resultaba que entre Ace y Naruto esos tipos no tuvieron ninguna oportunidad, uno por uno ellos fueron cayendo, ya sea por los puñetazos de Ace, los de Naruto, algún puñetazo perdido, sillas o botellas voladoras, cuando terminaron de darles una paliza para limpiar el bar de idiotas Ace se le quedó viendo con sospecha, curioso, ansioso, claramente no confiaba en él, y en ese momento deshizo la ilusión.

— ¡¿N-n-Naruto?! —Cuestionó mientras lo miraba sorprendido— ¡¿Qué haces aquí?! —Cuestionó cómo sí el mismo no debiera estar en la casa del árbol que habían construido y a la que se habían mudado cuidando a sus hermanos.

— Estafando a estos idiotas, sí voy a estar en la misma tripulación que Luffy necesitaré tener bastante dinero guardado —Aunque nunca había admitido abiertamente que pensaba ser pirata nunca había dicho activamente que sería un tripulante de Luffy, pero había quedado implícito para la mayoría de ellos (Sabo y Ace estaban de acuerdo en que Luffy necesitaba ayuda y solo Naruto estaba de acuerdo en no ser capitán), sin perder el tiempo comenzó a robarles a los tipos inconscientes— ¿Me ayudas? Ya están inconscientes, bien podríamos robarles hasta la ropa —A estos tipos personalmente le encantaría robarles todo y romperles los huesos.

— Claro... —Susurró, ninguno de ellos dijo ni una palabra por un tiempo, por lo menos hasta que la mitad de ellos estuvieron en ropa interior y sin un solo centavo, entonces Ace decidió hablar— Sobre lo que escuchaste antes... —Ace claramente quería señalar su última pregunta y estaba incómodo, demasiado incómodo, probablemente Naruto estaría tan incómodo sí intentara hablar de su tiempo fuera.

— No importa —Cortó el rubio mientras le sacaba un reloj a alguien, cualquier cosa de valor, por pequeña que fuera pensaba tomarla, no forzaría a su hermano a hablar de algo que claramente era un punto demasiado sensible— Pero mantengo lo que dije, ninguno de esos estúpidos tiene ningún derecho de hablar así, incluso si tu padre es el diablo tu eres genial, un poco idiota, pero genial —Aseguró esperando que fueran las palabras correctas que decir, las palabras correctas que hicieran que su hermano se sintiera mejor.

— Gracias... —Si no fuera por su audición mejorada por su fruta se habría perdido esas palabras— ¡Ni se te ocurra decirle ni una palabra de esto a Luffy! —Advirtió con ira que debía ocultar el miedo o la preocupación, Naruto no lo sabía con certeza.

— Así que Sabo ya lo sabe —No le sorprendía mucho que el hermano comprensivo y sensato de los cuatro (Naruto insistía en que lo era más que el propio Naruto) lo supiera— ¿Siquiera lo conociste? Debió morir antes de que nacieras —El Uzumaki estaba lejos de ser un conocedor sobre toda la historia de Gold Roger, pero estaba casi seguro de que el tipo llevaba muerto el tiempo suficiente para que Ace no tuviera ni un año cumplido cuando murió.

— Nunca lo conocí, murió antes de que naciera —Gruñó del mismo modo que lo hacía cuando se habían conocido.

— Entonces no es tu padre, es solo un donante de esperma —Había escuchado esos términos en Geal en el orfanato, y le había gustado— Nunca conocí a mi padre ni a mi madre, y no son mis padres, son mis donantes de esperma y óvulos —Palabras un poco hirientes, pero la verdad fuera dicha es que no había más palabras para definir lo que sentía por sus padres, eran desconocidos para él en todos los sentidos, les agradecía darle la vida, pero no los conocía— Lo más cercano que he tenido a padre es Kuzan o Arthur —Nunca le había dicho ese nombre a ninguno de sus hermanos antes, Arthur lo había cuidado y protegido, pero no estaba seguro de que ameritase ser llamado padre, Kuzan quizás estuviera en el mismo barco.

— ¿Arthur? —Ace preguntó, pero Naruto negó, igual que Ace no quería hablar de Roger él no quería hablar de una de las únicas personas que recordaba con cariño en aquella época. Al final resultó que Sabo fue más boca floja que Naruto porque se encontraron al par mientras salían del bar y Luffy no se pudo quedar callado, así que ahora era el secreto de toda la pequeña familia.

Incluso cuando el tema quedó tan zanjado como pudieron eso no evitó que hubiera roces, principalmente porque Luffy quería saber más de Roger, pero no los detuvo por mucho más tiempo, siguieron con su rutina y su diversión, enfrentando a los animales salvajes, cazando a algunos para comerlos, otros por la diversión de enfrentarse a ellos, peleándose entre sí en un uno contra uno en los que (A menos que a Luffy se le ocurriera un truco nuevo que los tomara desprevenidos) Luffy no les ganaba, los días más perezoso ellos simplemente se tumbaban en su casa del árbol apenas vestidos en el limbo entre estar despiertos y dormidos, y en las noches, sin excepción, dormían en un manojo de extremidades con ellos envueltos o cobijados en las colas de zorro, robando a la gente (Naruto tenía predilección por robarle a nobles), rebuscando en Grey Terminal por cosas interesantes (Naruto aún estaba luchando por usar otra tubería con una de sus colas) desde libros para Naruto y Sabo hasta cualquier cosa que pudiera entretener a Ace o Luffy, Sabo incluso se había sumado a los entrenamientos de esgrima de Naruto (Aunque ahora que ni siquiera usaban espadas no estaba seguro de que se pudiera llamar entrenamiento como espadachín), en algunos casos Sabo (Quien, como el único otro sensato en esta familia, siempre estaba dispuesto a aprender trucos nuevos) y aprendiendo unos nuevos.

Estaban comiendo en un restaurante, (Naruto se preguntaba miles de veces cómo es que aún los dejaban entrar considerando la cantidad de veces que se habían escapado sin pagar), Naruto quien tenía una reputación que mantener evitaba a toda costa que fuera reconocible recorriendo al mismo truco que en Geal, envolver su cola como una bufanda, solo que esta vez también usaba una pequeña ilusión para cubrir sus marcas y cambiar el color de su cabello, ya habían terminado de comer una ingente cantidad de tazones de ramen, mucha carne, y muchas más comida, los cuatro se miraron con una sonrisa.

— ¿Lo de siempre? —Cuestionó Ace como sí esto fuera a ser diferente de las anteriores veces.

— ¿Alguien quiere postre? —Cuestionó Naruto con una sonrisilla zorruna, cuestionó como sí al lado del propio Uzumaki no hubiera una pila de platos que habían estado llenos de todos los postres que tenía el restaurante, pese a su gusto por la carne, por el ramen, y por la comida en general, su gusto por lo dulce era muy superior.

— Vámonos —Dijeron al mismo tiempo, y, como no los dejarían salir por la puerta sin pagar otra vez, o sin saldar sus deudas, atravesaron la ventana, de un cuarto piso, rebotaron en un toldo (Que no debería haberles hecho rebotar, ni haberles evitado tanto daño como lo hizo, pero nadie se quejaría). Y comenzaron a correr como si sus vidas dependieran de ello (¿Por qué Naruto no los cubría con una ilusión? Porque sus hermanos querían hacerse de cierta infamia temprano).

Naruto disfrutaba enormemente de esto, su familia uniéndose en una actividad divertida que era inofensiva para todos (Ni a él ni a sus hermanos les importaban los idiotas que manejaban este lugar, robaban en la parte noble de la ciudad y eso hacía que tuvieran una carga moral mucho menos sobre ellos), divirtiéndose, comiendo, y en una actividad familiar, en la que además podía permitirse liberar algo de su odio acumulado hacia los nobles de una manera en que no lastimara a nadie inocente (En su experiencia los nobles nunca eran inocentes), y en ese momento ocurrió algo que no se esperaba, alguien habló, dirigiéndose a uno de ellos, pero no con insultos, gritos, no como esos "ladrones", "bastardos", y cualquier semejanza, le habló a Sabo directamente.

— ¡¿Sabo?! ¡Eres Sabo ¿Verdad?! ¡Te digo que esperes! ¡¿Así que estabas con vida?! ¡Regresaras a casa! —Rugió un noble que solo reconoció porque se negaba a olvidar cualquier cosa que pudiera porque eso podría salvarle el cuello o permitirle escapar en caso de que volviera a perder su libertad.

— Oye, Sabo, ese tipo te está llamando —Ace no pudo evitar notar, y, honestamente parecía divertido.

— ¿De dónde te conoce el bastardo Outlook? —Naruto sospechaba muy fuertemente las razones detrás, solo había dos opciones y una era tan improbable que era casi imposible, pero Sabo, su Sabo, el Sabo que era su hermano, que había visto hacer tonterías, que había visto sonrojarse cuando Makino les ofreció ropa, el que había visto comer hasta la saciedad, que había visto revisar en la basura y atesorar las cosas que le gustaban que había encontrado, el que lo había acunado y reconfortado cuando se enteró de su pasado, ese Sabo no podía ser un noble.

— ¿Quién? —Cuestionó Luffy quien, aparentemente, seguía comiendo (Naruto esperaba que cuando su hermano y él zarparan encontraran rápido un cocinero porque Naruto no podría darle abasto a Luffy, ni a él mismo... especialmente porque en lo que respectaba a cocinar era casi exclusivamente un barman o alguien capaz de hacer entremeses o entradas).

— ¡Me debe estar confundiendo con otra persona! ¡Vámonos! —Aseguró Sabo sin dejar de correr, ni siquiera se giró para ver quién lo confundía, lo que solo aumentaba la sospecha y temores de Naruto.

Volvieron a la montaña y por mucho que Sabo hubiera querido fingir que todo era un error incluso Luffy se había dado cuenta por lo que no había ninguna oportunidad de que dejaran pasar esto, pero Naruto estaba en silencio marcial, intentando entender, intentando comprender, porque esto tenía que ser un error, debía ser un error, ningún noble habría actuado como lo hizo con un esclavo.

— ¡No estoy escondiendo nada! —Aseguró Sabo, pero Naruto llevaba toda su vida entre mentirosos, trabajaba mintiendo, estafando a mentirosos, y era bueno notando las mentiras, y esto lo era.

— ¡Claro que lo estás haciendo! —Rugió Ace mientras agarraba la ropa de Sabo para que no pudiera escapar— ¡Dinos qué es, Sabo! —Exigió, Naruto quería dirigirle una mirada a Sabo, una que le hiciera saber que quería la verdad, pero no podía, porque sí volteaba a ver y Sabo no era el Sabo que conoció hasta ahora se rompería, sí en lugar del Sabo que conocía estaba solo un idiota niño noble entonces moriría en el acto porque todo habría sido una mentira y no lo podría soportar.

— ¿Estás seguro? Recuerda que no debe haber secretos entre nosotros, habla —Dijeron los dos morenos al tiempo, Naruto quería sumarse, pero siendo el único de los tres que tenía un secreto así que sabía que sería muy hipócrita de su parte señalarlo.

— Sabo, por favor... —Es lo único que logró salir de su boca, sintiendo el corazón tembloroso, temeroso de que todo hubiera resultado ser una mentira, podía sentir la mirada del otro rubio sobre él.

— Soy el hijo de un noble —Las palabras salieron apenas como un susurro, Ace y Luffy ni siquiera pudieron escucharlo debidamente, pero Naruto sí, sintió una pesadez enorme en su pecho, en su corazón.

— ¡¿El hijo de un noble?! —Los morenos dijeron a la vez, a Naruto le sorprendía un poco que esos dos pudieran hablar al mismo tiempo tan fácilmente— ¡¿Quién?! —Bramaron los dos.

— Yo... —La voz temblorosa, dolorosa, lamentándose.

— ¿Y qué? —Cuestionaron los dos.

— ¡Ustedes fueron los que me preguntaron! —Se quejó el rubio mayor con expresión furiosa, entendible, Naruto habría reaccionado igual— ...La verdad es que mis padres están vivos..., no, solo no soy huérfano —Aseguró tembloroso, más pesar en esas palabras de las que Naruto había escuchado en su vida..., ni siquiera nací en Grey Terminal, el que me estaba llamando hoy era mi padre —Aceptó exteriorizando lo que Naruto ya sabía— Discúlpenme por haberles mentido —Naruto lo odiaba, odiaba profundamente saber que estaba siendo honesto, porque le dolía, le ardía, Sabo había conocido el secreto más oscuro y profundo que tenía Naruto, creía que eso implicaba un cierto nivel de confianza.

— Ye pediste disculpas, así que está bien, te perdono —Luffy tan fácil para perdonar como siempre que ni siquiera se lo pensó más de un par de segundos.

— Estoy sorprendido, dadas las circunstancias, tu naciste en la casa de un noble... ¡¿Por qué viniste a vivir aquí, a Gray Terminal, a propósito?! —Ace exteriorizó la pregunta que quería hacer, bendito fuera él por eso.

— No me amaban a mí, lo único que aman es a quienes podían asegurar su estatus y sus pertenencias —Empezó Sabo con honestidad, desagradable honestidad— Si no me puedo casar con una mujer de la realeza entonces soy basura —Esa idea le hizo rechinar los dientes, el hermano que le había dado confort y cariño, que le había hecho sentir seguro no podía ser basura— Por eso tuve que estudiar y tomar lecciones todos los días —Si el Sabo que él conoció consideraba eso un martirio significaba que debía ser demasiado pesado, porque ese Sabo era estudioso, inteligente— Mis padres peleaban todos los días por mis malos resultados, para esa familia yo era un estorbo —Sabo no era un estorbo, Sabo era necesario.

— ¡¿Cómo?! —Las palabras salieron solo como un susurro suyo, pero sentía la furia detrás de sus palabras, como burbujeaba, quería explotar contra esos nobles, un sentimiento que no le era desconocido, pero que nunca había sentido tan vivo como ahora.

— Yo sé que les puede sonar grosero a ustedes, pero... aunque tuviera padres siempre estaba "solo" —Naruto no tenía idea de soledad, era algo que le había sido ajeno, la pandilla de Kid en Geal, los otros esclavos, Luffy, siempre estuvo solo, y hasta cierto punto quería cierto nivel de soledad— Los nobles repudian Grey Terminal, pero a mí... me parecía mejor que vivir una vida planificada de antemano dentro de "La alta sociedad" —Eso era algo con lo que podía empatizar mucho más, una vida planificada, sin libertad, sin voluntad propia.

— Con que así fue... —Ace murmuró.

— Tomaré una página del libro de Luffy —Naruto susurró antes de girarse a ver a Sabo, quien tenía la mirada puesta sobre él— Sabo no es un noble, es hijo de nobles, pero Sabo es Sabo y Sabo es nuestro hermano —Sabía que podía ser una explicación confusa, más propia de Luffy que de él, y por la sonrisa de Luffy este claramente lo entendía mejor que el propio Naruto, pero esperaba que se entendiera el punto.

Con esas palabras proclamaron sus deseos y sueños de convertirse en piratas, los sueños de cada uno siendo proclamados en alto: Probar su existencia en el caso de Ace, ver todo el mundo y escribir un libro por parte de Sabo, la libertad absoluta de ver todo lo que este mundo tenía para ofrecerle por parte de Naruto y, bueno, el sueño de Luffy era difícil de explicar; provocó la ira de Ace y las risas de Sabo, y para Naruto..., para él solo quedo la sorpresa, pero empezaron una pequeña discusión sobre quién sería el capitán (Ace insistía en que Sabo sería su navegante, Sabo en que Naruto sería su cocinero, lo que podría tolerar porque Sabo comía como una persona normal en estándares del propio Naruto, Luffy en que ambos serían miembros de su tripulación, Naruto se alegraba de dejar en claro desde el principio que él no buscaría ser capitán), pero a Naruto no le importaba en lo más mínimo esa conversación así que se recostó sobre una rama y esperaba a que terminaran, tan relajado estaba con su nueva resolución que se quedó dormido y no se despertó hasta que Ace levantó la voz.

— ¡Baja de ahí, Naruto! —Le ordenó lo suficientemente alto como para despertarlo de golpe y hacer que casi se cayera al suelo (Solo la práctica ganada gracias a un Luffy que lo despertaría en situaciones mucho peores evitó que se rompiera algo), se giró para caer de pie y observar a sus hermanos— Decidiremos las cosas del futuro en el futuro —Le comentó, claramente había pasado algo de tiempo y Naruto sabía que Ace le estaba intentando ponerlo al día.

— ¡Quién sabe, quizás cada uno de nosotros termine en barcos diferentes! —Proclamó Sabo, pero Naruto sabía que esa una mentira porque Naruto se negaba a estar en un barco sin uno de sus hermanos.

— ¡Ace le robó alcohol a Dadan! —Delató Luffy sin ningún problema, y mira, por eso Naruto odiaba jugar con Luffy a las cartas, le quitaba lo divertido.

— Cuando los hombres comparten copas de alcohol se vuelven hermanos —Proclamó Ace con una sonrisa mientras vertía el licor en las cuatro copas— Quizás no podamos ser nakamas en la misma tripulación cuando seamos piratas, pero podremos unir nuestros lazos como hermanos —Aseguró el chico con una sonrisa, lo más feliz que Naruto lo había visto jamás— Sin importar lo que hagamos, o donde lo hagamos, ¡Estos lazos nunca se romperán! —Los otros tres chicos se emocionaban ante las palabras del mayor, emocionados y con sus corazones latiendo felices— Entonces, de este día en adelante, nosotros somos ¡Hermanos! —Bramaron los cuatro antes de beber, y, por primera vez Naruto no se preocupó en lo más mínimo porque estas acciones, porque este juramento, lo ataría a otras personas, estaría feliz de atarse a sus hermanos.

También, en ese momento, los hermanos mayores descubrieron que era una pésima idea que Luffy tomara licor, fue una experiencia tan impresionante y desagradable que los tres se juraron entre sí no volver a dejar que el menor de ellos tomara así sea una sola gota de licor, y por sí las dudas tampoco café, los tres harían todo lo posible por bloquear este recuerdo, para los recuerdos de los tres todo había terminado después de beber y jurar hermandad no... lo que hubiera sido lo que pasó después, nadie quería recordarlo.

Naruto no estaba con ellos cuando el padre de Sabo, Porchemy y sus piratas, se llevaron a Sabo, había pasado cada vez menos tiempo en la ciudad o en Grey Terminal, desde el día en que habían jurado hermandad se había sentido más y más ansioso porque los tenryuubitos visitarían Goa, no sabía el tiempo exacto, ni la fecha exacta, pero el saber que uno de esos monstruos estaría en la misma isla que él lo llenaba de un miedo primario. Naruto podía odiar a todos los nobles por defecto, sin importar el país o la situación, pero a los nobles mundiales le tenía pavor, mientras que a un noble normal o promedio podría golpearlos sin problemas, con un noble mundial se paralizaría de miedo y ni siquiera estaría seguro de no volver a las viejas rutinas de ser más un animal que humano, así que usaba todo este tiempo para seguir entrenando, peleando con los animales del bosque o vuelto pequeño en la casa del árbol transformado completamente en zorro y envuelto en las prendas de sus hermanos para sentirse reconfortado.

Pero cuando llegó la noche y sus hermanos no volvieron supo que algo iba terriblemente mal, un sentimiento que se había instalado en su vientre de una forma casi familiar que había estado ignorando porque había asumido que era debido a la cercanía de la fecha con la llegada de los tenryuubitos, pero esto era totalmente diferente, transformado en zorro comenzó a buscarlos y se dio cuenta de algo, algo que le llenó la boca con sabor a ceniza, Ace y Luffy estaban juntos mientras que Sabo estaba lejos, en Goa, corría por la montaña antes de que otro olor impregnara su nariz, olor a fuego, un incendio, que confirmó por cómo repentinamente la oscuridad fue sustituida por luz, por luz ardiente del fuego, cuando pudo ver Grey Terminal otro olor llenó sus fosas nasales, un olor que, incluso tras dos años, su mente no había olvidado y que nunca podría olvidar: Carne humana quemada, un olor que no podría olvidar ni aunque quisiera, y rogó, rogó a cualquier demonio que existiera que esa carne no fuera la de sus hermanos (No creía en dioses, los dioses le habían quitado la libertad, los dioses no habían escuchado sus plegarías, fueron los monstruos, los malditos los que rompieron sus grilletes dorados), el fuego neutralizaba sus sentidos, el calor junto a su pelaje se sentía casi tortuoso, el olor de Luffy y Ace se habían perdido por el fuego y la carne, todo lo que podía ver era el rojo, naranja y amarillo danzando, y el ruido, sí no era el crepitar de las llamas eran los gritos. Durante mucho tiempo había relacionado el fuego con la libertad, un sabor caliente y agradable, solo ahora podía creer que el fuego podría provenir del infierno, y decidió que odiaba más a Porchemy y Bluejam (El pirata para el que trabajaba Porchemy), por empañar uno de sus recuerdos más dulces con esto, quizás se quedaría para verlos arder como venganza.

— ¡Ace, Luffy! —Llamó desesperado, intentando que su llamado se escuchara por sobre los gritos de miedo y terror— ¡Ace, Luffy! —Volvió a llamar mientras seguía buscando, el olor a humo y ceniza había comenzado a llenar sus pulmones, esto se había vuelto doloroso muy rápido.

— ¡Naruto! —La voz de Magra lo sacó de su estupor, el hombre no perdió el tiempo y lo cargó como un saco de patatas y había comenzado a correr hacia la montaña— ¡Vámonos! —Rugió.

— ¡No! —Se negó mientras se agitaba, sus colas moviéndose como locas, y sí no fueran tan suaves como lo eran probablemente habría noqueado al hombre por la cantidad de veces que lo había golpeado en la cara con ellas— ¡Ace y Luffy siguen ahí! —Lloró mientras arañaba el aire intentando acercarse a sus hermanos— ¡Tengo que volver por ellos!

— ¡Luffy está aquí con nosotros! —Solo en ese momento se fijó en Dogra (Tan bajito que bien podrían confundirlo con un niño si no le veías la cara) quien cargaba sobre su cabeza a un inconsciente Luffy— Dadan se quedó con Ace quien se quedó a pelear contra Bluejam —Explicó el hombrecillo antes de sacarlo de allí.

El resto de la noche Naruto se la pasó al lado de Luffy esperando que despertara, necesitando que despertara, rogando que Ace y Dadan (Quien no había pensado en qué tanto la apreciaba hasta que no sabía dónde estaba) estuvieran bien y volvieran sanos y salvos, queriendo que Sabo apareciera por esas puertas, se sentía pequeño y débil, frágil y roto, había olvidado por un instante este sentimiento, probablemente se habría vuelto bolita para intentar reconfortarse si no fuera porque Luffy lo necesitaba y lo necesitaría, no pudo dormir, para este punto no sabía sobre qué era el mal presentimiento en sus entrañas (Un sentimiento que había aprendido a no ignorar porque resultaba ser aterradoramente preciso), pero lo hacía sentir que enloquecería, al final, en contra de su mejor juicio salió junto con Dogra para ver sí podían encontrar a Dadan y a Ace, o al menos esa era la intención de Dogra, la de Naruto era liberar a Sabo.

Nunca antes de ese día Naruto se había dado cuenta que Sabo no solo era infeliz, sino que no tenía libertad, algo que debió notar, algo que debió ver, pero no podía quedarse quieto mientras uno de sus hermanos perdía su libertad para que ellos pudieran vivir (Ya cargaba con los fantasmas de dos personas, no estaba seguro de soportar el de tres), además, Sabo le había prometido que estaría a su lado durante el día que vendría el tenryuubito, que estaría a su lado y le ayudaría a recordar que era libre, que era un hombre libre, que ya no era una mascota (No se lo había dicho a Sabo, pero igual le ayudaría), estaba seguro de que sí hubiera estado allí las cosas habrían sido diferentes: El poder de la ilusión le habría permitido intercambiar lugares con Sabo, o podría haber dejado salir el modo berserker (Cuando dejaba que su ira lo dominara y su fruta parecía ponerlo en un estado de inmenso poder pero sin cordura alguna) y habrían podido escapar, o podría haber usado los explosivos para algo, lo que fuera, pero tendría que lidiar con eso después, ahora pensaba forzar las cerraduras de una casa noble, sacar a Sabo de allí, destruir y robar todo lo que pudiera, y escribir en las paredes lo asquerosos que eran los nobles.

— ¡Qué gran día! —Proclamó un noble al lado de Naruto, sacando al rubio de su concentrado estado por su objetivo— ¡Hay quienes nunca pueden vivir un momento tan grandioso como este! —Naruto estaba por patear al hombre que parecía proclamar que la muerte de decenas por el fuego fue positivo cuando el hombre añadió— ¡Hoy veremos a un tenryuubito! —Y la sangre de Naruto que había estado ardiente hasta ese momento se congeló.

Se giró para ver el mar, notando un barco de noble mundial, uno que había visto decenas de veces en sus pesadillas, (Uno casi idéntico lo había sacado de Geal, eso era difícil de olvidar), pero su mirada terminó centrándose en otra cosa: En el pequeño barco pesquero que había zarpado, bandera pirata hondeada y una letra "S" de un distintivo color azul, el color azul favorito de Sabo, por su lentitud, por su debilidad, por su miedo, porque Naruto había sido insuficiente es que Sabo había preferido zarpar antes, podía entenderlo, él habría hecho lo mismo sí la otra opción era quedarse en un lugar sin su libertad, estaba sonriendo, emocionado.

— ¡Sabo! —Animó, solo para que en ese instante el barco explotara porque los nobles mundiales habían considerado insultante que otro barco estuviera cerca de ellos (Naruto no podía escucharlos, pero había pasado tiempo suficiente con ellos como para conocer su corriente de pensamientos), y su grito pasó de emocionado y alegre a uno de horror— ¿Sabo...? —Sintió algo romperse, algo en su interior, algo que no podía identificar, otra explosión, y luego otra, no se detuvo hasta que el barco se había vuelto nada.

Fue vagamente consciente de que la gente gritaba a su alrededor, pero no podía procesar lo que se suponía que decían, el ruido se había vuelto un ruido blanco a su alrededor, su mirada fija en el punto donde su hermano había explotado, podía repetir con perfecta claridad dentro de su cabeza lo que había ocurrido, sus músculos se volvieron pesados, se quedó clavado en el lugar, convertido en una marioneta cuyos hilos habían sido cortados, ni siquiera reaccionó cuando Dogra lo llevó arrastrando de regreso a la montaña, nada tenía sentido, no podía entender por qué Sabo había tenido que acabar así, Sabo había sido un buen chico, un chico con el futuro por delante, un niño que tenía todo por vivir, un niño lleno de sueños (Naruto ignoraba que él mismo era más joven que Sabo y no se consideraba un niño).

— ¡El asesino de Sabo es el país entero! ¡Este mundo! —La voz de Dadan fue de lo poco que pudo atravesar el ruido blanco que había comenzado a reproducirse en bucle dentro de su mente, pero solo había podido escuchar eso, estaba gritándole a Ace, pero ya no podía escuchar los gritos.

Se quedó así por mucho tiempo, no sabría decir cuánto porque perdió la noción del tiempo, viviendo con su cuerpo convertido en un caparazón, la voz de nadie parecía poder volver a atravesar el ruido blanco dentro de su cabeza, ya no se quedaba en la casa de los bandidos, tampoco en la casa del árbol, no podía seguir a Luffy, tampoco a Ace, simplemente se había quedado parado en el bosque, no le habría importado si los animales lo mataban, en ese instante nada le importaba, pero los animales no le cumplieron el capricho, algunos lo evitaron, otros se acercaron como lo haría una mascota intentando animar a su dueño, pasaron días antes de que el ruido en su cabeza comenzara a disminuir y pasaron incluso más días antes de que desapareciera, y con el ruido desaparecido la comprensión llegó.

— Sabo... Sabo murió... —Lloró mientras caía arrodillado, los animales en el bosque lo miraban evitando acercarse a él, aparentemente sintiendo el extraño estado en el que los tres, tres, uno menos de los que debían ser, se habían sumido— ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! —Rugió mientras caía arrodillado y golpeaba su frente contra el suelo.

¿Por qué los nobles mundiales destruían todo lo que Naruto amaba? Habían destruido su vida en Geal, habían destruido su familia, habían destruido la confianza que tenía, habían destruido su valor, las palabras de Dadan repitiéndose en un bucle en su cabeza en un intento de comprender qué es lo que le había arrebatado a su hermano, y mientras los minutos pasaban es que la resolución llegó, a Sabo lo había matado este mundo podrido, lo habían matado los nobles mundiales, los mismos nobles que representaban a este mundo, todo el miedo que alguna vez había sentido por esos nobles había desaparecido y fue sustituido por odio, el fuego del odio ahora ardía con salvajismo en su interior de la misma forma que lo había hecho en Grey Terminal la noche anterior y un nuevo deseo, un nuevo sueño, un nuevo anhelo surgió en su pecho: Iba a matarlos. Tal vez no hoy, tal vez no mañana, pero algún día tendría el poder y la fuerza para matar a los nobles mundiales personalmente, ellos le habían arrebatado a su hermano entonces él les arrebataría todo, el mundo que había existido sería borrado, el mundo que le había arrebatado a su hermano debía ser destruido, destruiría el mundo y sí seguía vivo tras destruirlo entonces crearía un nuevo mundo, uno donde ningún niño como Sabo tuviera que morir, donde pudiera tener a su familia.

Cuando sintió la ira burbujear esta vez no se contuvo, dejó que se extendiera y dejó que lo invadiera, el enojo se sentía tan bien ahora que tenía una dirección, no le importó ni siquiera el crujido que vino de su espalda baja, tampoco le importó el dolor que sintió, el dolor físico era nada en comparación al dolor en su alma, y el poder se sintió maravilloso porque significaba, al menos hasta donde su mente en un estado delirante por el dolor podría entender, que podría hacer un poco más, que podría proteger mejor a sus hermanos, que podría vengar un poco mejor a Sabo, no tenía idea de qué poder obtuvo ni le importaba, su forma cambió a su forma hibrida antes de que está pareciera cambiar un poco más; Su cuerpo creció y el pelaje lo envolvió, su cabeza se volvió la de un zorro, sus brazos se volvieron garras, sus ojos se volvieron rojos, solo ahora con la tercera cola despierta y un poder sin entender es que su forma hibrida realmente se parecía a las formas hibridas del resto de Zoans.

No supo cuánto tiempo estuvo en el bosque después de eso, golpeando los árboles, peleando con los pobres animales salvajes gigantes que habían sido en quién descargó su frustración, también cualquier vago o pirata que cayera en sus garras, y no volvió a la casa de los bandidos hasta que su estado desapareció, y ni siquiera ocurrió por agotamiento o porque sus emociones volvieran a reinar, sino porque Garp había llegado y le había dado una paliza (Que podría sonar duro, pero la verdad era que la necesitaba para volver a ser un humano racional y funcional) hasta que lo dejó agotado antes de arrastrarlo a la casa de los bandidos donde ya estaban Ace y Luffy (Naruto quería gritarle al anciano por querer un viaje de entrenamiento después de lo que le había ocurrido a Sabo), pero en lugar de ir a entrenar los abrazó, los abrazó con fuerza mientras lloraba. La mirada que le dirigió Garp al ver a los ojos a Naruto dejaba claro que se dio cuenta de algo que prefirió ignorar durante mucho tiempo.

— ¿Qué te pasó en los ojos? ¿O en el cabello? —Cuestionó en su lugar, giró a verse en un espejo para ver qué había ocurrido.

En el espejó podía ver que ahora una línea de pelo rojo brillante cruzaba un costado de su cabeza y su cabello se había vuelto incluso más salvaje, uno de sus ojos había perdido completamente el color azul y había pasado a ser rojo, sus pupilas se habían vuelto hendiduras como las de un zorro, sus colmillos se habían vuelto un poco más pronunciados, pero a Naruto le gustaba como se veía, cierto, ya no podía verse tan parecido a Sabo, pero ese rojo sería un recordatorio constante de la sangre de Sabo que este mundo había derramado y por la cual él mismo pensaba derramar la sangre de esos nobles.

Fueron meses tensos y dolorosos para todos ellos, Ace había intentado, y logrado, convertirse en un ser humano más amable y suave (Seguía demostrando su amor mediante golpes y violencia, o cualquier cosa que no fuera amor explícitamente), Luffy se había vuelto incluso más determinado, un nuevo fuego en sus ojos, más determinado, más vivo, y Naruto se había convertido en algo un poco más salvaje, más agresivo, seguía siendo alguien que confiaba en su astucia y en su inteligencia más que en su fuerza, pero ahora claramente se había vuelto más violento, la muerte de Sabo los había cambiado a todos, seguían siendo una familia, pero cada uno había decidido hacer algo diferente con el recuerdo de su hermano muerto, un día, mientras Luffy y Naruto estaban descansando en la pradera después de un día particularmente agresivo entre ellos peleando, Ace había ido a buscar algo a Grey Terminal.

— Luffy —Lo llamó una vez que se sintió lo suficientemente cómodo para hablar— ¿Me aceptarías como parte de tu tripulación? —Cuestionó con una sonrisa.

— ¡Por supuesto! —Aseguró Luffy antes de girarse a verlo— Ahora eres más divertido, antes tenías algo aburrido, pero ya no lo tienes, ahora eres divertido —El chico aseguró cómo sí las palabras "Divertido" tuviera algún tipo de sentido especial, y seguramente lo tuviera para el moreno, pero no para Naruto.

Naruto no tenía pensado quedarse en la tripulación de su hermano, pero tenía que cuidarlo, antes de su odio hacia el mundo y hacia los nobles era un hermano mayor, y como hermano mayor pensaba asegurarse de que su hermano obtuviera una buena tripulación, una tripulación de la que su hermano pudiera estar orgulloso, en la que podría confiarles la vida, a la que Naruto pudiera confiarles la vida de su hermano, y hasta que él tuviera esa tripulación Naruto se quedaría a su lado como miembro de su tripulación, luego, cuando su hermano tuviera su tripulación completa entonces podría marcharse y comenzar su propia ruta para destruir al mundo, el mismo mundo que había destrozado a su familia, ya sea que hablara de Sabo o de Ace, porque los dos habían sufrido por este mundo.

Los meses siguieron pasando, los meses se convirtieron en años, siguieron entrenando hasta el punto en que Luffy podía tener una oportunidad muy real contra cualquiera de sus hermanos (Ni Ace ni Naruto se quedaron en sus laureles, pero ya que la fruta de Luffy era tan difícil de controlar o de usar el más joven de los tres había dado todo de sí por dominarla y poder usarla para pelear), tiempo en el que entrenaron con Garp y Kuzan, aunque este último muy ocasionalmente, habían dejado de verlo después de que Luffy cumpliera los diez años, ¿Por qué? Porque ambos marines habían intentado darles confort y seguridad a los tres hermanos tras la muerte de su hermano, ya que nada después de eso resultó verdaderamente un reto, una situación de peligro, un gran enfrentamiento, es que no siguió obteniendo colas, y, tras un evento muy vergonzoso en opinión de Garp es que tuvo que darles "la charla" a sus nietos, y luego tuvo que repetirla al menos una docena de veces porque Luffy no lo entendió a la primera, y luego repitieron la lección con los bandidos en la montaña, lo que desencadenó en que Naruto y Luffy fueran, al menos en cierta medida, unos pervertidos, aunque Ace probablemente también lo sería si no fuera porque se odiaba a sí mismo lo suficiente por su "sangre maldita" como para considerar tener un hijo o amar a una mujer para repetir la historia de su padre.

Naruto durante esos años había hecho su misión personal el hacerles miserables las vidas a los nobles del reino de Goa, desde colarse en sus casas a robarles o destruir sus pertenencias, dejarlos arruinados a los idiotas que decidían apostar, había intentado hacer todo lo posible en particular por arruinarle la vida a los Outlook, (Lo había logrado con un éxito moderado), y sí Naruto no encontrará a la madre de Sabo repugnante (No por ser la madre de su hermano, sino por ser el peor tipo de noble habido y por haber) habría intentado arruinar su matrimonio acostándose con ella y preñándola de un hijo "Innoble", pero tampoco podía hacerle eso a un niño que no había nacido, mucho menos a uno que tenía su sangre, también intentó acabar con Terry, pero resultaba que la familia Outlook era francamente buena para evitar el odio del Uzumaki, los años siguieron pasando hasta que no solo se despidieron de Ace, sino que Naruto y Luffy ya estaban por zarpar.

— ¿Nos falta algo? —Cuestionó Naruto a Luffy mientras miraba el barco pesquero (Naruto se negaba a gastar un solo berry en un barco hasta que consiguieran un navegante funcional, o un timonel, cualquiera de los dos podría servirle para pagar por un barco con lo ahorrado en estos años).

— ¡No, nada! —Luffy río mientras se acomodaba el sombrero, una sonrisa del tipo que abarcaba toda su cara. Pero como Naruto no confiaba en Luffy para este tipo de cosas revisó todo él mismo.

¿Manzanas? Listo, ¿Las dos espadas de Naruto? Las tenía siempre en su costado, no había podido encontrar una pistola lo que era horrible porque le gustaría tener un arma a distancia, ¿La ropa de ambos? Naruto se había asegurado de haberla envuelto (Naruto adoraba su ropa lo suficiente para negarse a perderla), y un cuaderno que se suponía que algún día sería una bitácora, al final resultaba que sí, todo estaba empacado.

— Si, está todo listo, vámonos —Aceptó Naruto mientras se subía al barco y se preparaba para comenzar a remar, esperando a que Luffy se despidiera del alcalde y de Makino.

— ¿Quién crees que sea nuestro primer tripulante? —Le preguntó Luffy después de despedirse, empujando el bote de forma en que Naruto pudiera remar con tranquilidad mientras se acercaban más y más rápido al límite en el que vendría el señor del lago.

— Hm... —Intentó pensar, no porque realmente tuviera que pensar en algo, Luffy tendría la última voluntad, pero este había sido un juego entre ellos desde hacía mucho, adivinando o jugando sobre qué podrían encontrar— ... El primero será un cazarrecompensas espadachín famoso —Naruto había dicho cada tontería siempre que llegaban a este juego, algunas más creíbles que otras (¿De dónde se supondría que encontrarían un ciborg?), pero estaba dispuesto a jugar con su hermano.

En todos esos años la resolución de Naruto sobre lo que había ocurrido con Sabo no había flaqueado ni una vez, destruiría a esos malditos nobles personalmente sí hiciera falta (Quizás incluso se uniría a los revolucionarios, había escuchado de ellos hacía un tiempo), pero también estaba dispuesto a cuidar de su hermano el tiempo que hiciera falta, el deseo de venganza, de justicia por lo que le ocurrió a Sabo, lo que le ocurrió a Ace y a él mismo no se apagaría tan fácilmente, no le importaba sí tenía que unirse a ellos ya siendo un anciano entonces lo haría gustoso, además, para satisfacción suya, aprovecharía este tiempo para cumplir su segundo deseo, uno que era tan valioso para él como su búsqueda de justicia y pudiera observar y vivir todo lo que podría experimentar en esta vida y todo lo que este mundo pudiera darle.

— Nos volvemos a ver, señor del lago —Saludó Luffy al rey marino que se había comido el brazo del emperador pelirrojo (Naruto había obtenido esa historia tras preguntarle por el sombrero de paja, aunque en realidad Luffy no tenía ni idea de la posición del pelirrojo en el mundo y Naruto no sería quién se lo señalará, esa sería una conversación demasiado larga y que le agotaría demasiado).

— ¿Lo haces tú o lo hago yo? —Naruto era mucho menos dado a la fuerza no letal de lo que era Luffy, su hermano menor podía controlarse incluso mejor que él a la hora de pelear.

— Yo me encargo, ¡Gomu gomu no pistol! —Y lanzó su puñetazo que, como no podía ser de otra forma, lo noqueó al instante, y les permitió navegar en paz, una paz que apenas duró porque muy pronto se toparon con un remolino que los iba a tragar.

— No sé por qué sigo esperando que tendremos algo de paz y normalidad —Suspiró agotado, ser el único sensato y cuerdo en una familia de locos le había pasado más factura de la que estaba dispuesto a admitir, extrañaba a Sabo, él al menos era algo parecido a cuerdo


Terminé este capítulo en un par de días, andaba sorprendentemente motivado para escribir esto, la idea era escribir este capítulo, así como el siguiente de "Rikudo Sennin el demonio de Konoha RE" al mismo tiempo, pero al final solo escribí este, ahora, dejé excepcionalmente vago cuál es el poder de la tercera cola de Naruto, para simplemente tener el placer de dejarles adivinar, les daré una pista; Tiene que ver con uno de los cinco elementos, y ya que en One Piece solo se puede manipular Agua en forma de nieve o hielo pueden descartarlo, ¿Por qué ahora? Por la simple razón de que necesitaba darle un poder ofensivo real detrás (Ya he mencionado que el poder ilusorio no es exactamente fácil de usar en mitad de una pelea y eso no va a cambiar en el futuro cercano) Pero no se preocupen, Naruto va a tardar un tiempo en obtener una cola, solo diré que no habrá siquiera la posibilidad de obtener otra antes de que terminemos Arlong Park. ¿Qué cambió sobre el canon? Se conocen desde un año antes, Garp tuvo la oportunidad de conocer mejor a Sabo y supo mejor qué tanto les dolió a sus nietos, él mismo la sufrió más, y ya que se conocían desde un año antes los entrenamientos empezaron un año antes, un pequeño buffo, por decirlo de alguna forma..