Unexpected rules of the game por Dude932
Traducción por Linkinm1a1
Capítulo 3
Erza y Mira entraron a la sala del gremio que estaba llena de gente como la mayoría de los días. La gente vitoreó al ver a Mira y Erza entrar como si acabaran de regresar de un gran trabajo, tal como saludaban a cualquier otra persona cuando cruzaron las puertas del gremio. Erza bajó los ojos al suelo aún sin saber cómo actuar ahora que sabía con seguridad que estaba embarazada. Los ojos de Mira escanearon todo el gremio y en unos momentos llegó a la conclusión de que Natsu no estaba cerca.
—¿Está Natsu por aquí? —Mira gritó, haciendo que Erza se pusiera rígida a su lado.
—No, él y Happy se fueron hace un rato. ¡Algo sobre otro rumor sobre Igneel! —Macao gritó a través de un eructo de borracho antes de reírse. Mira frunció los labios mientras pensaba. Erza estaba un poco agradecida de que Natsu no estuviera aquí, necesitaba tiempo para prepararse. Su estómago todavía estaba dando vueltas invertidas al decirle a cualquiera que estaba embarazada.
—¡Oye Erza, ven a tomar una cerveza conmigo! —Caná gritó.
—Lo siento Cana, Erza me está ayudando hoy así que nada de licores para ella. —Mira le dijo a la morena provocando que ella hiciera un puchero—. No puedes beber mientras estás embarazada, Erza. —Mira le susurró.
—¡Ya sé eso! —Erza siseó—. ¡No podemos dejar caer la palabra E en el gremio, muchas gracias! —Mira se rió tímidamente antes de que Erza suspirara—. Me voy a casa. Necesito revisar los folletos que me dio el médico.
—No.
—¿Disculpa? —Erza preguntó con los ojos ligeramente entrecerrados mientras miraba los ojos decididos de su amiga.
—Erza, eres mi mejor amiga. Como Natsu no está aquí, yo te ayudaré. Incluso puedo ayudarte a decírselo a Natsu si quieres. No te dejaré hacer esto sola. Aún puedes quedarte con tu habitación en Fairy Hill, hasta que descubramos la situación con Natsu, puedes quedarte en mi casa. Pronto no estarás en condiciones de aceptar trabajos para pagar tu alojamiento en Fairy Hills, así que hasta después de tú... —Ella miró a su alrededor—. Ya sabes. —Erza asintió con la cabeza—. Puedes quedarte conmigo. Le daré a Elfman una habitación con alguien durante los nueve meses completos.
—No quiero que Elfman quede en la calle por mi culpa, Mira. —Erza le dijo mientras las dos se sentaban en una mesa lejos de los demás.
—Está bien, Elfman ha estado hablando de mudarse de todas formas, diciendo que ya no es varonil que un hombre viva con su hermana mayor. —Mira se rió. Pero quiero estar ahí para ti Erza, no sé cómo reaccionará Natsu ante la situación, pero como dijiste, el nunca antes habían lidiado con algo como esto. —Erza asintió con la cabeza en señal de acuerdo.
—Lo sé... es sólo que ... no sé cómo decírselo. —Dijo Erza en voz baja—. ¿Cómo voy a decirle a la persona más infantil de todo el gremio que va a ser padre?
—¡Oye, Erza! —La cabeza de Erza se levantó y miró en la dirección de la voz para ver a Lucy y Gray caminar hacia la mesa, Lucy fue quien la había llamado—. ¿Te sientes mejor hoy? Mira nos dijo que ayer estabas bastante enferma.
—Ella todavía está un poco enferma. —Mira les dijo.
—Sí, no te ves tan bien Erza. —Gray le dijo mientras él y Lucy se sentaban a la mesa—. ¿Necesitas algo?
—Mira está cuidando de mí, pero gracias de todas formas. —Dijo Erza forzando una sonrisa.
—No es contagioso, ¿verdad? —Gray preguntó haciendo que el ojo de Erza temblara de molestia.
—No, no es contagioso. —Dijo entre dientes.
—Pero ella se contagió por Natsu. —Mira sonrió.
—¡MIRA!
—Lo siento, lo siento, no pude evitarlo. —Mira se rió.
—¿Eh? Nunca antes había visto a Natsu estar enfermo. —Lucy dijo apoyando un dedo en su barbilla mientras pensaba—. Debe ser bastante malo si le afectó. ¿Dónde está de todos modos?
—Macao dijo que estaba en otra búsqueda de rumores sobre Igneel. —Mira les dijo—. Acabamos de regresar del médico.
—¿Es tan malo? —Lucy preguntó sorprendida, Mira y Erza compartieron una mirada.
—Estoy mejorando. —Erza les dijo—. El médico dijo que podría estar enferma por un par de días más o algunas semanas, depende, dijo que el virus se ve bastante mal. Mira dijo que puedo quedarme con ella por un tiempo para no tener que preocuparme por el alquiler en Fairy Hills.
—Eres muy amable, Mira. Si lo hubiera sabido, te habría dejado quedarte en el mí casa, Erza. Aunque tendrías que aguantar que Natsu irrumpiera todos los días... ¡una vez que lo pillé en la ducha! No tiene sentido del espacio personal. —Ella murmuró—. Pero si hubieras podido aguantar eso, me hubiera encantado que pudieras quedarte.
—Gracias, es muy amable de tu parte, Lucy, pero creo que tendrás que pagar el alquiler y no podrás cuidar de Erza. Podré arreglármelas por mi cuenta. —Mira le dijo, Lucy asintió con la cabeza en señal de acuerdo. Gray suspiró antes de mirar a Erza y vio su cabeza balancearse por un momento y alzar una ceja.
—¿Estás bien Erza? —Erza miró a Gray y luego a Mira.
—¡Tráiganme un balde o llévenme al baño! —Ella jadeó. Mira rápidamente la llevó al baño donde Erza vació su estómago en el inodoro, Mira sujetó su cabello y acarició suavemente su espalda.
—¿Ella está bien? —Lucy preguntó desde la puerta del cubículo. Mira miró por encima del hombro a la rubia.
—Lucy, ¿puedes hacerme un favor? —Mira preguntó con una sonrisa—. Necesito que vayas a Fairy Hills y tomes algunas cosas de la habitación de Erza. Solo empaca una maleta y tráela a mi casa. Si no es mucha molestia.
—Sí, puedo hacer eso por ti Mira. No hay problema. —Dijo Lucy girándose y saliendo del baño.
—¡Gray! —Mira le llamo.
—¿Sí Mira? —Gray le respondió, se dio cuenta de que estaba parado cerca de la puerta del baño.
—Cuando Natsu regrese, dile que quiero verlo para algo. Es importante, está bien.
—¡Está bien! —Gray le respondió de nuevo. Mira se volvió hacia Erza, quien gemía ligeramente mientras Mira continuaba acariciando su espalda.
—Está bien Erza, déjalo salir todo. —Ella lo tranquilizó.
—Ya odio esto. Erza gimió, pero Mira pudo ver el pequeño brillo en los ojos de Erza.
Sabía que Erza sería una gran madre. Sus pensamientos se dirigieron a lo que Natsu haría con todo esto. Recordó algo que Lisanna le había dicho antes de fallecer, en realidad fue de camino al trabajo que estaban haciendo. Lisanna había interrogado a Natsu sobre sus verdaderos padres y Mira se dio cuenta de que cuando Lisanna habló sobre esto, Natsu tuvo uno de sus raros momentos serios. No era algo que nadie supiera realmente sobre Natsu, solo tenía recuerdos de Igneel.
Me dijo, un día, cuando tenía su propia familia. Quería encontrarlos. Saber la razón por la cual fue criado por Igneel y no por ellos. Recordó las palabras de Lisanna con una sonrisa mientras continuaba acariciando la espalda de Erza.
—¿Erza? ¿Estás bien ahora?
—Llévame a casa Mira, quiero ir a casa. —Erza le dijo y Mira asintió con la cabeza.
—Déjame conseguir un paño para lavarte la cara y luego te llevaré a casa. —Erza asintió con la cabeza y se sentó en el baño. Mira regresó con una toalla húmeda y tibia y tiró de la cadena antes de limpiar la cara de Erza—. Vamos, te llevaremos a casa". Erza asintió y Mira la ayudó a levantarse del suelo y a salir del baño. Mientras caminaban por el gremio, Mira se detuvo—. ¿Elfman? ¿Estás aquí?
—¡Sí, hermana! —Gritó Elfman asomando la cabeza entre un montón de personas que habían estado en una pelea de borrachos.
—Te vas a mudar hoy. —La mandíbula de Elfman se aflojó cuando el gremio se quedó en silencio antes de que todos se rieran del hombre grande. Erza y Mira dejaron atrás la risueña sala del gremio, sin darse cuenta de la mirada de Makarov, que veia a las dos con una mirada sospechosa.
Al día siguiente, Mira tarareaba una pequeña melodía feliz mientras caminaba por el sendero apenas visible que conducía lejos de Magnolia y hacia el denso bosque donde vivía uno de los miembros más locos de Fairy Tail. Pasó un cartel y no pudo evitar reírse cuando decía la casa de Happy y Natsu. Imaginó que dentro de un año podría decir algo diferente con dos nombres más añadidos. Eso sólo la hizo pensar en los nombres del bebé y en si sería niña o niño. Continuó tarareando mientras caminaba hacia la pequeña cabaña que Natsu y Happy habían construido años atrás. No sabía cómo Natsu lo había hecho solo, pero sospechaba que Gildarts lo había ayudado.
Mira abrió la puerta de la cabaña y sus ojos se llenaron de lágrimas y tuvo que llevarse una mano a la nariz para bloquear el hedor, no era el de nada podrido sino solo la sobredosis del olor personal de Natsu que la abrumó. Ella suspiró mientras miraba el paisaje. Happy tenía razón, todo el desastre era una pocilga.
—Tal como están las cosas ahora, no sera lugar para un bebé. —Murmuró para sí misma antes de entrar y cerrar la puerta detrás de ella. Los leñadores y los granjeros habrían jurado que escucharon todos los sonidos provenientes del interior de esa pequeña cabaña ese día, no solo sonidos mecánicos, sino gritos infantiles de miedo y ternura, así como risas maníacas mientras Mira trabajaba. Cuando Mira finalmente salió de la cabaña, tenía una gran sonrisa en su rostro, la cabaña detrás de ella se podía ver brillando.
—Eso está mucho mejor, ahora sólo tengo que decirle a Natsu que lo mantenga limpio. Happy podrá ayudarme con eso. Los gatos suelen ser limpios. —Cuando llegó a casa, Erza estaba sentada en el suelo sin su armadura, una simple camiseta negra y un par de pantalones deportivos negros, varios libros la rodeaban y estaba profundamente perdida en un folleto que estaba leyendo, su mano manoseaba distraídamente su pecho izquierdo.
—Mira, creo que sé por qué me he sentido incómoda con mi armadura últimamente. —Dijo bajando el panfleto y mirando sus pechos—. Aquí dice que mis senos se volverán más sensibles.
—Si sigues jugando con ellos así, sólo se volverán más sensibles. —Mire le dijo—. ¿Has almorzado?
—Sí, cociné algo. —Erza le dijo lo cual la mujer de cabello blanco asintió y se sentó en el sofá—. ¿Cómo era la casa de Natsu?
—Un desastre total, pero lo logré. —Ella sonrió.
—Aún no me has dicho por qué fuiste y la limpiaste, Mira. —Una risita fue todo lo que obtuvo como respuesta—. Sabes Mira, tú y tus ruines planes serán el fin de todos nosotros algún día.
—Pero me gusta hacer planes ruines. —Mira hizo un puchero—. Hace que mi vida tan aburrida sea mucho más fácil. Mira lo divertido que me resulta hacer que Lucy corra por ahí haciendo cosas. Ya no es como si pudiera pelear contigo. —Erza se rió levemente antes de colocar una mano sobre su estómago—. ¿Cómo lo llevas?
—Todavía estoy nerviosa por decírselo a Natsu. —Dijo suavemente—. Pero sé que tengo que hacerlo.
—¿Querías que estuviera aquí cuando lo hagas? —Erza la miró y asintió con la cabeza—. Yo también estaría feliz, podría ayudarlo a superar esto, no estoy siendo malo, Erza, pero a veces eres directa y va al grano o le das la vuelta al tema por completo y probablemente lo confundirías más.
—Por eso te quería aquí Mira, puedes ayudar a Natsu a entender lo que no puedo decirle y puedes ser mi apoyo moral. —Mira sonrió y notó que Erza todavía tenía la mano en el estómago.
—Sabes que no sentirás nada hasta dentro de unos meses todavía.
—Lo sé... yo... simplemente me gusta saber que está ahí. —Mira sonrió y se levantó del sofá.
—Prepararé la cena, ¿algo que prefieras?
—Cualquier cosa estará bien Mira.
—Oh, por cierto, ¿en qué nombres estás pensando? —Mira le dijo desde la cocina.
—Mira, tengo que decírselo a Natsu antes de empezar a pensar en eso. —Erza gimió.
—¡Suéltame, bastardo bizco! —Natsu rugió mientras Gray lo arrastraba calle abajo por el cuello de su chaleco, agitando los brazos y arrastrando los pies por el suelo—. ¡No quiero ir a casa de Mira! ¡Necesito ir a casa y ducharme! ¡No he tenido una en tres días!
—¡Bueno, entonces no debes ducharte muy seguido porque para mí hueles igual que siempre! —Gray le respondió bruscamente—. ¡Mira me pidió tan pronto como te viera, te trajera con ella! ¡Así que cállate y aguanta la paliza que probablemente te dará, como un hombre que todos sabemos que no eres!
—¡Aunque no hice nada malo! —Natsu se quejó.
—Hiciste que Erza se enfermara. —Gray le dijo haciendo que Natsu se quedara callado por un momento antes de adoptar una pose pensativa, sin siquiera molestarse de que Gray todavía lo arrastrara por el suelo.
—¿De qué estás hablando? ¿Cómo que enfermé a Erza? —Preguntó.
—No lo sé, pero Erza no ha estado bien últimamente. Se quedará en casa de Mira porque no podrá trabajar por un tiempo y pagar el alquiler. Así que Mira se encargó de ayudarla. Mira dijo que contrajo el virus gracias a ti.
—Todavía no lo entiendo.
—Eso es porque eres un idiota. —Gray le dijo que continuaba arrastrándolo por la calle—. De cualquier manera, puedo ver a Mira patearte el culo y seguir riéndome de ello durante todo el camino de regreso al gremio. —Natsu apretó los dientes molesto, mientras Gray continuaba arrastrándolo. La única razón por la que no se liberaba del agarre de Gray era porque sabía que Mira lo encontraría tarde o temprano, así que pensó que sería mejor terminar con esto de una vez, ir a darse una ducha y dormir el resto del día.
Cuando Gray se detuvo, Natsu levantó la vista para ver la casa de Mira y suspiró antes de levantarse. Gray llamó a la puerta y ambos esperaron antes de que se abriera.
—¡Natsu! ¡Finalmente! ¡Te estaba esperando! —Mirajane sonrió—. Has estado fuera durante aproximadamente una semana, estaba empezando a pensar que te fuiste a otra búsqueda para encontrar a Igneel. —Natsu se rió tímidamente mientras se rascaba la nuca—. Gracias Gray por traerlo aquí. Hablaré contigo más tarde, ¿vale? —Antes de que Gray pudiera siquiera abrir la boca para responderle, ella agarró a Natsu por la muñeca y lo arrastró adentro en cuestión de segundos, la puerta se cerró en su cara.
—Bien. —Gray dijo irritado—. Eso fue inesperado. —Murmuró para sí mismo mientras se giraba y comenzaba a caminar calle abajo—. Ni siquiera pude ver cómo le pateaban el trasero a Natsu.
