Sé que la primera carta que te entregué no explica mucho sobre mí o el conocimiento que guardo del mundo que llegué a conocer, los relatos sobre tu vida pasada no los tengo, pero hay algo que sí quiero que sepas. Mi intención no es que me comprendas, si no que conozcas lo que viví y tengas una imagen más clara del grupo que pasó a la historia como los peores enemigos de la humanidad.

Pero antes de contarte sobre mí, quiero que conozcas la historia del Loto Rojo como nadie más sabe de ella.

La recopilación de hechos históricos que nos costó tanto reunir y por los que pudimos haber muerto al simplemente saber de ellos, quedará en el olvido una vez que yo muera, y desearía que pudiera quedar un registro sobre ello. Lo he estado pensando y no encuentro una mejor manera de perpetuar esta historia que en la memoria del Avatar mismo.

En alguna parte del laberinto que existía debajo del castillo del Loto Rojo hubo una habitación llena de libros viejos y registros maltratados a los que poca gente tenía acceso. La información es algo que estaba estrictamente prohibido dentro de la organización, solo se le enseñaba a leer y a escribir a los líderes y a ciertos miembros seleccionados, conocidos como "la sociedad de la herencia", ya que ellos eran los encargados de educar a los siguientes herederos al trono.

El control de la información evitaba que los miembros aprendieran cosas inapropiadas y que eso los llevara a elaborar pensamientos contradictorios a las leyes del Loto Rojo. Solo el líder decidía qué era compartido y qué estaba prohibido.

Ahora entiendo que la razón principal de todo esto es que la organización inició de la mano del Avatar Oscuro y con tal de crecer comenzaron a vender la mentira de que los siguientes Avatares debían morir para pagar por los errores de su vida pasada. La gente que se unía a ellos en busca de venganza no podía saber que el Loto Rojo actuaba bajo las órdenes del mismo Avatar que les había causado tantas pérdidas y sufrimiento, así que el secretismo se extiende desde entonces.

Jeong Jeong, aunque fue un guerrero reconocido y bien respetado dentro de la organización, jamás llegó a formar parte de la sociedad de la herencia. Azula reconocía su sabiduría y la usaba a su favor al momento de pedirle consejos para mantener en orden a los rebeldes del Antiguo Reino Tierra, pero dudaba de él, y a pesar de no estar equivocada con sus sospechas, cometió el error de subestimarlo.

Jeong aprendió a leer durante el tiempo que pasó en el Antiguo Reino Tierra, cuándo le pregunté al respecto me dijo que un rebelde le había enseñado, eventualmente mi maestro decidió que yo también debía aprender y se dio a la tarea de enseñarme personalmente.

Todo debió ser mantenido en secreto, ambos podíamos perder la cabeza por violar las reglas, pero afortunadamente nadie se enteró de nuestras faltas y, años después, mientras Jeong trabajaba de vuelta en el corazón del Loto Rojo, Azula lo asignó a cuidar, mantener y organizar la habitación de los registros bajo la creencia de que Jeong, como el resto de sus subordinados, aún era un ignorante analfabeta.

A lo largo de su vida Jeong tuvo que superar varios altercados con Azula y eso condujo a su hambre de conocimiento. Insatisfecho con la información que le era servida de la mano de la persona que le causó tantos problemas, decidió investigar por cuenta propia. Elaboró un plan que le llevó años completar, y aunque yo no lo quisiera, me volvió parte de él. Como si corromper las mentes de otros miembros importantes de la organización fuera la única forma de venganza al alcance de sus manos.

Desafortunadamente siempre admiré a mi maestro, y llegado el momento no me negué a escucharlo a él y a su creciente insatisfacción con la organización. Lo que leerás a continuación fue lo que aprendí a su lado.

La conexión que existe entre ambos lotos proviene de la deserción de miembros del Loto Blanco durante los días del Avatar oscuro. Sin importar cuán sabios y bien estudiados fueran, muchos maestros del Loto Blanco no batallaron en respaldar las nuevas creencias de su Avatar, incluso si estas mencionaban la aniquilación de millones de personas inocentes.

Estos desertores del Loto Blanco unieron sus fuerzas a los grupos de personas extremistas desesperadas que apoyaban al Avatar oscuro con tal de lograr un cambio en el orden mundial, y aunque todos juntos no eran mayoría, este grupo de gente tampoco se podía considerar "insignificante". Se cree que llegaron a ser millones de ellos regados por el mundo en cada país y nación, pero los números no fueron los que les dieron la victoria. Los traidores del Loto Blanco eran personas bien acomodadas en distintos círculos sociales y militares, ellos se convirtieron en la clave para lograr el fin del mundo.

Eventualmente la organización de los fieles del Avatar oscuro adoptó el nombre de "Loto Rojo". Notarás entonces que el vínculo entre ambos grupos es muy estrecho, y los intercambios entre ambas organizaciones no terminaron ahí, si no que continuaron a través de los años hasta alcanzar nuestros días.

Al inicio, después de diez años llenos de agonía y sufrimiento, el Loto Blanco logró ponerle fin a la vida del Avatar oscuro, y luego de haber apagado el fuego inicial, se vieron forzados a esconderse de la vista pública porque los sobrevivientes del mundo se encontraban demasiado resentidos con el Avatar y sus seguidores como para detenerse a pensar antes de atacar por resentimiento. Ellos no sabían discernir entre los miembros del Loto Blanco que habían ayudado en el fin del mundo y los que no, así que comenzaron a cazarlos a todos por igual.

Esos sobrevivientes, desesperados y resentidos sin ninguna organización a la cual pertenecer, se podría decir que fueron los orígenes de los grupos rebeldes, eran los más numerosos, pero lamentablemente no contaban con ningún tipo de orden o diciplina que les ayudara a dominar el mundo luego de lo ocurrido.

El Loto Rojo, quién se suponía debía ser el objetivo principal de los sobrevivientes, optó por disfrazarse del enemigo. Ocultaron los rostros más famosos de sus desertores del Loto Blanco que la gente había conocido públicamente y al resto los enviaron al mundo a actuar como "vengadores" dispuestos a castigar a todo aquel que tuviera alguna relación con el Avatar. El Loto Rojo supo inspirar a la gente y los reclutaba para salir a cazar al Loto Blanco y al nuevo maestro de los cuatro elementos. Nadie nunca sospechó de ellos, ni de sus propósitos u orígenes.

Los miembros del Loto Blanco eran los únicos en posición de reconocer los rostros de sus desertores, y no tardaron en notar que los grupos de gente los perseguían por lo general eran liderados por un traidor, e incluso sin verlos, no les resultó difícil darse cuenta de la presencia del Loto Rojo cuándo sus perseguidores sabían exactamente en dónde buscar. Cada refugio y escondite del Loto Blanco fue asediado y atacado por el enemigo.

Desde entonces el Loto Blanco se negó a olvidar la presencia de sus traidores, sabían que ellos habían estado involucrados en los bombardeos mundiales, que habían formado parte importante de la revolución del Avatar oscuro y que sin ellos el Avatar por sí mismo no habría logrado causar tanto daño como el que había hecho. Los desertores eran igual o más peligrosos que el Avatar oscuro.

El Loto Blanco había sido derrotado, pero no exterminado y juraron recuperarse para poner fin al legado que aquel Aavatar había dejado en las manos del Loto Rojo.

Al cabo de los años la gente comenzó a morir, por enfermedad, edad, o lesiones. Poco a poco la generación que vio la caída del mundo dio paso a una generación nacida después de la catástrofe. Esa fue la oportunidad que el Loto Blanco tomó para ganar ventaja, ellos sabían que sus desertores no eran más que oficiales de segundo rango entre sus filas, sabían que nadie con los valores indicados se habría atrevido a apoyar el genocidio, y por eso sabían que sus desertores se dejarían llevar por la nueva vida que el mundo les ofrecía y que dejarían atrás todas las tradiciones que el Loto Blanco les había enseñado.

La diciplina y el conocimiento eran las bases del Loto Blanco, bases que el Loto Rojo perdió casi de inmediato y que el Loto Blanco reforzó. A pesar de haber perdido a sus maestros elementales, el Loto Blanco obligó a todos sus miembros a preservar las técnicas para controlar un elemento, los obligó a recordar el ciclo del Avatar y la manera de buscar al maestro de los cuatro elementos en el momento de sucesión, todos debían saber leer y escribir, todos debían educar sus mentes y entrenar sus cuerpos a diario, todo con tal de preservarse entre una sociedad que año con año decaía más en la ignorancia y la violencia.

Luego del Avatar oscuro existieron seis o diez Avatares que murieron antes de poder engendrar familia, todos ellos fueron exitosamente cazados y asesinados por el Loto Rojo, pero eventualmente el Loto Blanco aprendió las tácticas del enemigo y perfeccionó sus defensas logrando así extender la vida de un Avatar lo suficiente para que lograra tener tres hijos antes fallecer en una de sus misiones.

Los tres pequeños nunca conocieron a su padre, el mayor tenía cuatro años cuándo la tragedia ocurrió y el menor a penas uno, sin embargo, los tres crecieron dentro del corazón del Loto Blanco y eventualmente descubrieron algo que les otorgaría una ventaja importante en el campo de batalla. Los hijos de los Avatares podían llegar a heredar el control sobre alguno de los elementos.

Se dice que esos maestros elementales optaron por guardar el secreto incluso del Avatar mismo, el motivo fue claro, el Avatar jamás dejaría que otras personas se sacrificaran por él. Lo habían visto muchas veces antes, el Avatar moría joven porque prefería pelear él mismo a tener que ver a sus seres queridos sufrir por su culpa.

Los años continuaron transcurriendo y la familia del siguiente Avatar fue protegida en la isla de Kyoshi, el lugar en el que el Loto Blanco estableció su base principal. Los hijos del Avatar anterior confiaron su secreto con la familia del nuevo Avatar y les dejaron a ellos la elección de guardarlo o compartirlo. Así fue generación tras generación, pero ninguna familia eligió hablar con el Avatar sobre sus habilidades o las habilidades de los otros miembros del Loto Blanco, todos querían proteger al Avatar a como diera lugar.

Ambas organizaciones luchaban constantemente, pero esta vez el Loto Blanco superaba al Loto Rojo en destreza y habilidad, manteniendo sus poderes en secreto eran capaces de llamar la atención del Loto Rojo hacia lugares lejos del Avatar mientras el maestro de los cuatro elementos completaba sus misiones sin tener que enfrentarse a tantos riesgos. Todo continuó de esta manera hasta que uno de sus miembros los traicionó.

Jianzhu fue el nombre del desertor que llevó el secreto de los maestros elementales al Loto Rojo. Verás, el problema de la gente con "buena moral" es que experimentan sentimientos tan humanos como cualquiera y a pesar de eso se ven forzados a no actuar en base a lo que sienten, si no en base a lo que es correcto.

Este hombre, a pesar de pertenecer al Loto Blanco, se había cansado de pelear y perder a amigos y compañeros, por eso a los cuarenta años de edad planeó retirarse para vivir en un humilde asentamiento en el Antiguo Reino Tierra al lado de una mujer que había conocido años atrás durante uno de sus viajes. Para su mala suerte, tres años después de haberse establecido ahí, un grupo de rebeldes azotó el asentamiento matando a la mitad de sus habitantes, entre ellos se encontraban su esposa y dos hijos.

A esas alturas de su vida, la muerte habría sido su mejor opción, pero a él lo tomaron como prisionero luego de identificarlo como a un posible miembro del Loto Blanco, algo fácil de hacer luego de ver su forma de combatir. La gente de asentamiento común no sabe pelear, por eso incluso un bruto rebelde sabe reconocerlos cuando los tiene delante. Los miembros del Loto Blanco son guerreros admirables, pero muchas veces la técnica no basta para derrotar a un grupo de diez o quince personas que te atacan a la vez.

Luego de ser entregado al Loto Rojo, fue torturado durante un mes completo hasta que su voluntad cedió, entre gritos y sollozos se lamentó por su familia, por sus amigos y compañeros, maldijo al Loto Blanco por sus reglas y rogó por su vida. "Si al Loto Blanco le importara su gente ya habrían aniquilado al Loto Rojo años atrás" renegaba con el cuerpo ensangrentado, lleno de golpes y heridas infectadas.

Jianzhu fue puesto en observación, se le otorgó comida, agua y ropas, se le permitió recuperarse durante un par de semanas antes de obligarlo a atender reuniones con el líder del Loto Rojo en las cuales confesó todo lo que sabía sobre el Loto Blanco, incluyendo la información de los maestros elementales.

Resultó bastante conveniente que el Loto Blanco no tuviera reglas para obligar a su gente a jamás abandonar la organización, y al igual que Jianzhu, varios guerreros se retiraban para vivir vidas tranquilas en los asentamientos. Esta fuga resultó ser la nueva esperanza del Loto Rojo.

Con ayuda del nuevo traidor comenzaron a buscar sus propios maestros elementales siguiendo las líneas de los sucesores de Avatares que no habían demostrado tener el control de los elementos. Personas que generaciones atrás habían olvidado su vínculo con el Avatar o el Loto Blanco, vivían pacíficamente en distintos asentamientos de los cuales fueron secuestrados por los herederos del Avatar oscuro.

Recolectar a los descendientes perdidos sin poderes elementales resultó en un descubrimiento importante. Los hijos de los Avatares solían desarrollar su control elemental al vivir entre el Loto Blanco debido al entrenamiento al que se les sometía. Aprenderse las técnicas que los maestros usaban para manipular los elementos los ayudaba a conectar con sus habilidades. Pero cuando los descendientes crecían en un asentamiento rodeados de gente común sin el conocimiento de la existencia del control elemental o la manera de hacerlo, se desarrollaban como personas comunes que jamás demostraban tener una conexión especial con algún elemento.

El Loto Blanco ignoraba este hecho tan importante y de esta manera el Loto Rojo comenzó a fortalecer su ejército sin que el enemigo se diera cuenta.

Tomaron a hombres y mujeres confirmados como maestros elementales y los obligaron a engendrar niños que luego les arrebataban para criarlos como soldados que eventualmente volvían a obligar a multiplicarse. Los hombres se volvieron más valiosos que las mujeres para el plan del Loto Rojo porque ellos eran capaces de fecundar a muchas mujeres en poco tiempo mientras que las mujeres solo podían dar a luz a un bebé cada nueve meses, y eso solo si no morían durante alguno de sus partos. Pero esta conmovedora historia la guardaré para después.

Gracias a su valiosa aportación Jianzhu fue integrado al Loto Rojo, pero a pesar de gozar de una libertad plena, se negó a salir del palacio durante el resto de su amarga existencia. Desde el encierro sus aportaciones fueron más allá de revelar el secreto de los maestros elementales, entre otras cosas, también se encargó de transmitirle al Loto Rojo los conocimientos generales que tenía sobre cómo identificar a un maestro elemental y distintas formas de entrenar a cada elemento. A simple vista parecía que lo que hacía le traía satisfacción, pero doce años después de su traición, Jianzhu se quitó la vida.

Muchos supusieron que, a pesar de haber abandonado al Loto Blanco, jamás se acostumbró a escuchar al Líder del Loto Rojo celebrar los asesinatos de los que alguna vez habían sido sus compañeros. La verdad en sí se desconoce como tal.

La ayuda del traidor infló la confianza del Loto Rojo, pero como mencioné anteriormente, nosotros no compartíamos los mismos principios que el Loto Blanco.

Desde un inicio nuestra organización se dedicó a establecer la fuerza bruta y la intimidación como sus bases principales, con líderes fuertes capaces de vencer a cualquiera en un duelo, jamás se preocuparon por alimentar las mentes de sus seguidores. Muy por el contrario, el Loto Rojo intentaba mantener a su gente ignorante para así manipularlos con facilidad. Esto los llevó a cometer un error que por poco los destruiría, se convencieron a sí mismos de que tener a maestros elementales entre sus filas bastaba para erradicar al Loto Blanco.

Los conocimientos de Jianzhu fueron útiles, nos ayudó a entender movimientos básicos para controlar un elemento, pero jamás se molestó en informar que el Loto Blanco dominaba muchas técnicas más allá de lo que él nos había podido mostrar.

Resulta imposible saber si Jianzhu fue en realidad un traidor o simplemente alguien que se encontraba desesperado por escapar de la tortura y que había planeado una venganza a largo plazo en contra de sus verdugos. Aunque él no vivió para ver las consecuencias de sus actos, los líderes del Loto Rojo dudaron de sus acciones y decidieron jamás volver a confiar en un traidor del Loto Blanco.

El Loto Rojo entrenó a sus maestros para hacerlos creer que eran invencibles, y aunque los mantuvieron ocultos de la población rebelde que manipulaban, no hicieron lo mismo con el Loto Blanco a quienes decidieron atacar sin limitaciones. Durante esta confrontación el Loto Blanco, preocupado por la ruptura de su mayor secreto y por la presencia de maestros elementales entre las filas del Loto Rojo, atacó con todas sus fuerzas hasta llevar a su enemigo al borde de la extinción.

La gran derrota ocurrió durante el reinado del líder Kuzon, su hambre de poder llevó su ejército a la ruina y eventualmente también lo hizo caer víctima del Loto Blanco. Hubo pocos sobrevivientes, los constantes ataques del enemigo nos redujeron hasta que solo quedaron niños y mujeres en la isla del Antiguo Reino Fuego, todo parecía perdido, pero un día, de entre los sobrevivientes surgió un líder.

Su nombre era Azulon, un hombre de gran inteligencia y un fuerte estratega, se volvió líder del Loto Rojo a sus quince años de edad y comenzó a establecer nuevas reglas con tal de evadir al Loto Blanco y lograr recuperarse en números. Ahora era el Loto Rojo el que se escondía, las cacerías se volvieron más discretas, los maestros no podían arriesgarse a ser descubiertos por el Loto Blanco pues ya habían visto que en una pelea directa el enemigo era claramente superior.

Azulon reinó durante 75 años, falleció a sus 90 años, y aunque la historia dice que su muerte fue por causas naturales, algunos miembros de la organización murmuraban sobre la posibilidad de que su hijo, Ozai, lo hubiera asesinado para quedarse con el trono. De cualquier manera, Ozai heredó el liderazgo a sus 37 años, y a pesar de ser un líder más agresivo que su padre, supo que conservar las reglas de Azulon era la clave para evitar volver a caer víctimas del Loto Blanco, y por eso reforzó sus leyes e impuso castigos para todo aquel que osara romperlas.

Ozai fue conocido por ser un hombre cruel y frío, maltrataba esclavos y mujeres por diversión, pero a sus 43 años se enamoró de una joven que secuestró de un asentamiento en el Antiguo Reino Tierra, Ursa. Ella se convertiría en la madre de la siguiente líder, Azula, pero lo que muchos ignoran es que ella no fue la primera hija del jefe. Antes de Azula hubo un bebé llamado Zuko. Lamentablemente para el niño, fue etiquetado por los sabios como alguien de espíritu noble y sin el poder del fuego por lo que Ozai jamás lo reconoció como suyo.

Cabe mencionar que, al nacer todos los niños son separados de sus madres y entregados a una nodriza que se encarga de hacerlos crecer fuertes sin los apegos que generan una conexión de sangre. Los hijos del jefe no son una excepción, tanto Zuko como Azula fueron criados lejos de sus padres y supervisados de cerca hasta que sus observadores llegaron a la decisión de que la pequeña era la indicada para heredar el puesto de su padre a pesar de ser dos años menor que el varón.

Al escuchar esto, Ozai intentó eliminar la existencia de su desgraciado hijo quien a apenas tenía seis años de edad, su intento de asesinato le marcó la cara al infante permanentemente antes de que su madre intercediera para salvarlo. La desesperada mujer amenazó al líder con quitarse la vida si osaba volver a lastimar a su hijo así que Ozai prometió permitirle vivir, pero Ursa desconfiaba de él y escapó con el niño para encontrar refugio entre los miembros del Loto Blanco.

Años después Zuko sería entrenado por el Loto Blanco y crecería para convertirse en un maestro fuego excepcional, irónicamente también se volvería la causa de muerte de su padre a quién le tendió una trampa en un intento por detener los constantes ataques rebeldes en contra del Avatar Aang. Zuko no estaba enterado de la identidad del líder rebelde a quién hirió ese día y tampoco de la sed de venganza que esto despertaría en la hermana que él no recordaba tener.

Hasta aquí he alcanzado la época en la que nací. El Loto Rojo estaba bien posicionado, más fuerte que nunca, pero permanecía temeroso de provocar la ira del Loto Blanco. Con una líder sedienta de venganza y una serie de situaciones inconvenientes que comenzaban a alinearse para dar pie a lo que fue el final que ocurrió hace un año y medio.

Quisiera que con esto entiendas que, el Loto Blanco no es sinónimo de heroísmo, que veas la manera en que el Loto Rojo nació a partir de ellos, y que notes cómo ellos mismos nos fueron nutriendo a lo largo de la historia hasta convertirnos en lo que conociste hace dos años.

Con la derrota del Loto Rojo es obvio el papel que tendremos en la historia que la humanidad escribirá a partir del presente. Pero con lo que sé me he dado cuenta de que el Loto Rojo tampoco es sinónimo de maldad. Solo soy un hombre con una existencia limitada marcada por un conocimiento censurado, y aun así fui capaz de notar la luz en los ojos de los que ustedes llaman villanos y la oscuridad en los ojos de los que llaman héroes.