Capítulo 19: ¿Un recuerdo?

***Yona***

Sin esperar una contestación mía sus labios se dirigieron a mi cuello dejando un camino húmedo en ellos, yo sentía mi corazón estallar y aquel calor ir en aumento con mayor intensidad. Su mano subió más por mi pierna y cuando apretó suavemente mi muslo no pude evitar soltar un leve gemido.

-Relájate- cuando Hak me dijo eso me di cuenta de que todo mi cuerpo se encontraba paralizado, aun me mantenía peleando ante lo que él me ofrecía, sentía mucha vergüenza y sabía que si lo dejaba empezar muy probablemente querría llegar al final.

-Hak- mi voz salió casi como un susurro y trate de poner mis manos en su pecho para quitarlo pero él las tomo y comenzó a besarlas- no es justo lo que estás haciendo- le dije mientras sentía que una nueva oleada de escalofríos pasaba por mi cuerpo

-¿No?- su voz salía con humor, sabía perfectamente lo que me estaba haciendo. Siguió besándome las manos, luego las muñecas y nuevamente beso mi cuello, solo que ahora no iba con lentitud sino más bien parecía que él también estaba dejándose llevar tanto como yo- ¿realmente no quieres que continue?- dicho eso su mano volvió a viajar por mi pierna hasta que acaricio suavemente aquel botón húmedo, yo sin poder contenerme deje salir otro gemido mientras que trataba de acercarme más a él- solo mira cómo reacciona tu cuerpo- sabía que ya no podría detenerme, en este momento deseaba con todas mis fuerzas que continuara y él sabía que había ganado.

-Solo bésame- él volvió a sonreír y por fin estampo sus labios con los míos. Yo pase mis manos por detrás de su cuello. Nuestras lenguas se habían entrelazado al mismo tiempo que nuestras feromonas trataban de ir por el mismo camino. De pronto sentí como uno de sus dedos entraba en mi y buscaba aquel punto que me hacía sentir tan bien. Estaba atento a todas mis reacciones, así que cuando vio que mi respiración estaba más agitada aumento el ritmo de las estocadas de sus dedos. Había pegado su frente con la mía, cuando abrí mis ojos me di cuenta de que los de él aún se encontraban cerrados y pude notar que se estaba conteniendo, así que sin pensarlo dos veces liberé aquel bulto de sus pantalones.

-Yona no…- quiso detenerme pero mis manos comenzaron una subida y bajada por su pene al mismo ritmo en el que sus dedos entraban en mí.

-Se que no iremos al final, pero no puedo verte en ese estado- le dije antes de volver a estampar mis labios en los suyos. Se notaba tanto en nuestras respiraciones como en las manos la necesidad del otro por terminar rápido, Hak deslizo la bata por mi cuerpo para después tomarme por la cintura y voltearme sintiendo en mi pecho las sábanas frescas.

-No tienes idea el deseo que tengo de estar dentro de ti- la voz de Hak sonaba totalmente excitada y sus feromonas se hacían más y más fuertes. De pronto sentí su pene en mi entrada y por un leve momento deseé que por fin concluyera lo que tanto le había pedido. Pero en lugar de eso sentí como deslizaba su pene entre mis piernas y las apretaba- ¿Acaso deberíamos de declarar esta posición como nuestra preferida?- no entendía bien a que se refería- ¿O acaso ya olvidaste lo que paso en mi oficina?- entonces recordé lo que hicimos ese día y aunque ahora nos encontrábamos en otra posición, la presión que sentía entre mis piernas y en aquel botón era la misma. Hak comenzó las estocadas mientras que yo sentía mis fluidos ir en aumento mientras que buscaba llegar al orgasmo, sentía en mi espalda caricias y besos. Yo comencé a desear más fuerte sentirlo dentro de mí, quería sentir completo este momento aunque sabía bien que era imposible y aunque quisiera abrir mi boca solo podía lanzar gemidos ocasionados por el roce de aquel delicado botón. Mételo por favor. Pensé fuertemente mientras que sentía venir el orgasmo- Hoy no princesa- dijo Hak cerca de mi oído, yo al darme cuenta de que se había percatado de lo que pensaba no pude hacer más que dejarme ser arrastrada por el orgasmo. Dejé caer mi cuerpo y sentí un líquido cálido en mi estómago, después como Hak se acostaba a lado mío con su respiración agitada.

-Tendré que bañarme de nuevo- dije aun con mi cabeza escondida en una almohada y alcance a escuchar la risa de Hak antes de acariciarme la espalda ocasionándome que me estremeciera.

-Al menos lograste calmarte, ¿cierto?- sentí el calor ocasionado por la vergüenza subir rápido a mi rostro- ¿sabías que por poco me haces perder el control?- volteé el rostro hacia donde estaba él, aun se encontraba acostado a lado mío y sus ojos azules me miraban aun con deseo.

-¿A qué te refieres?- Hak acomodo tiernamente un mechon de mi cabello

-Me costó un poco identificar que el deseo de estar dentro de ti no era del todo mío- al entender a lo que se refería de nuevo sentí los colores subir y mejor decidí levantarme de la cama, escuche nuevamente su risa y balbucee un idiota antes de tomar la bata y pasarla por mi cuerpo- princesa- me dijo mientras me ayudaba acomodándome la bata- una vez que nuestras feromonas estén en control, te prometo finalizar esto- me dio un rápido beso y se levantó de la cama. Yo sentí los colores subir, pero Hak se dirigió a la puerta- te estaré esperando abajo en el carro, no puedo soportar estar más tiempo con tus feromonas tentándome- le lance una almohada al mismo tiempo que él cerraba la puerta.

-¿Mis feromonas tentándote? Eres tú el que me dejo impregnada de las tuyas- dije a modo de queja mientras me dirigía nuevamente al baño.

Mientras me bañaba y me cambiaba no podía dejar de pensar en lo que acabábamos de hacer, también sentía las feromonas de Hak envolviéndome, creo que eso era lo que mantenía mi mente clara. Deje la habitación y por un breve momento pensé en la posibilidad de ir a ver a Soo Won, pero inmediatamente me di un golpe mental, si muy apenas había salido ilesa de aquella habitación sé que no correría con la misma suerte dos veces. En lugar de eso, agregue una nota en mi cabeza prometiéndome que en cuanto pudiera hablaría con él de lo que paso. Se muy bien que lo que paso no fue su culpa y por lo mismo no querría que lo pensara. Llegue al aparcamiento e identifique el carro de Hak, el cual me esperaba ya arriba del carro.

-¿Te sientes mejor?- me pregunto al subirme y yo asentí

-¿En serio iremos al hospital?- quería tener una última gota de esperanza de que cambiara de opinión, aunque sabía que eso era casi imposible.

-¿En serio tendremos de nuevo esta conversación? Si no lo quieres hacer por ti, hazlo por mi- estaba comenzando a dar marcha al carro y yo voltee a verlo no entendiendo del todo a que se refería.

-¿Por ti? ¿Por qué por ti?- Hak me sonrió de lado antes de tomar mi mano, su mirada estaba hacia enfrente aunque con su contacto sentía como si estuviera totalmente atento a mis reacciones. Antes de contestarme tomo mi mano y me dio un ligero beso en ella.

-Porque soy tu alfa y no quiero verte sufrir- sentí una pequeña punzada en mi corazón seguido de algo cálido. Hak no me miraba y de algún modo agradecí que no lo hiciera, estoy segura de que en ese instante mi cara estaba roja.

-Esta será la última vez que acepté- lo dije a regañadientes y él solo apretó un poco más mi mano.

Cuando llegamos al hospital me sentía un poco extraña, era la primera vez que venía sabiendo que no me encontraba mal del todo, eche un vistazo a Hak y para ser sincera, él era el que parecía más enfermo que yo. Llegamos al consultorio de mi doctor y al acercarme a la recepcionista me di cuenta de que en menos de un segundo dejo de fijar su vista en mí y ser absorbida completamente por Hak.

-¿En qué les puedo ayudar?- hasta su tono monótono había cambiado por uno melodioso, obviamente la pregunta no iba dirigida a mí y eso en algún rincón de mi mente me llego a molestar.

-Soy Hino Yona, vengo a ver al doctor- la señorita volteo a verme algo frustrada al no tener la contestación de quien ella quería y después note como Hak me había tomado de nuevo de la mano.

-El doctor la está esperando, soy Hak Son, hable con él hace rato- dijo Hak con un tono neutral, al menos sentía satisfacción al ver que no le respondía con amabilidad.

-Ah, sí, el doctor me había comentado que vendrían, lo siento. Pueden pasar- de nuevo ese tono melodioso, de no ser por el pequeño jalón que dio Hak de mi mano me habría quedado más tiempo observando cómo era admirado por ella.

-Yona, no me esperaba verte tan pronto- ya había soltado la mano de Hak y el doctor quiso venir a mí y abrazarme, cosa que yo no deje que hiciera, haciéndome sutilmente hacia atrás. No era la primera vez que lo intentaba, así que ya estaba acostumbrando a mi rechazo- tu debes de ser el que hablo conmigo por teléfono- se dirigió a Hak y le estiro la mano- es un placer por fin conocerte- Hak estrecho su mano y aunque traté de descifrar su mirada, no pude entender de que se trataba.

-El placer es mío, le agradezco cuidar de Yona y que haya podido atendernos sin previa cita- de nuevo el tono de preocupación, ¿realmente me veía tan mal?

-Siempre tendré tiempo para ella, me alegra ver que su alfa se preocupa tanto por ella- de nuevo sentí los colores subir a mi rostro.

-¿De qué alfa hablas? Acepte venir aquí a checarme, pero si lo que harán es hablar, mejor me voy- estaba a punto de irme, pero Hak me bloqueo el camino

-Yona- me dijo Hak con un tono suave, queriéndome dar a entender que no comenzara de nuevo con lo mismo.

-Ya me cansé de decirte que estoy bien- lo miraba con cierta cara desafiante y tal vez hubiera podido ganar de no ser por el doctor que interrumpió.

-¿Segura que te encuentras bien?- volteé a verlo y asentí- ¿Segura de eso?- volví asentir y por un instante pensé que podía ganarle, pero entonces volteo a ver a Hak- Lo siento- esas palabras fueron una mezcla de disculpa y permiso, yo no entendí a que se refería hasta que rozo mi mano y casi al instante sentí una enorme punzada en la marca que me hizo sentir debilidad en mis piernas.

-¿Qué hizo?- pregunto Hak, ya no había neutralidad en su voz aunque se notaba que estaba tratando de contenerse.

-Esparcí un poco de tus feromonas con las mías, ella sigue en pie solo porque estas a su lado- mi vista comenzaba a nublarse, en cuanto el doctor dio unos pasos hacia atrás comencé a sentir de nuevo el aire y un poco mayor de fuerza en mis piernas- Si gustas acostarla en la camilla, voy a administrarle una dosis de supresores- sentí que era levantada fácilmente por Hak aunque se había quedado estático en el mismo lugar- no te preocupes, no le hare nada. Así que deja de tratar de amenazarme con tus feromonas, ella es la que sufre más con eso- aunque no podía ver nada, escuchaba la voz del doctor ya lejos de nosotros, también pude identificar un gruñido de Hak antes de comenzar a caminar y ponerme en la camilla.

-¿Hay una explicación de por qué hizo eso?- pregunto aun enojado Hak, yo trate de decirle que se calmara, pero mi cuerpo aún se encontraba entumecido y mis labios no se movían ni un centímetro.

-Ella es terca, tenía que darle una demostración de lo mal que se encontraba o no me dejaría checarla- escuche los pasos del doctor acercarse a mi- ¿me permitirás administrarle el medicamento?- me sorprendía con la facilidad en la que el doctor le hablaba a Hak, aun viendo que se encontraba alterado.

-Hak, déjalo- logre decir casi como un susurro, lo menos que quería era que esto terminara en un conflicto mayor, ahora viendo lo mal que me encontraba, sabía que necesitaba esos supresores.

-Gracias- dijo el doctor cuando Hak se hizo a un lado- ¿Acaso no es grandioso tu alfa?- dijo por lo bajo para que solo yo lo escuchara

-Idiota, le juro que lo voy a matar- sentí un pequeño pinchazo en mi brazo seguido de un líquido fresco.

-Estos supresores los hemos utilizado antes Yona, pero me gustaría que te quedaras aquí descansando y ver como reacciona tu cuerpo- yo asentí mientras sentía el cuerpo pesado y aquellas feromonas ir desapareciendo poco a poco de mi cuerpo- mientras me gustaría hablar contigo, tal vez tú me puedas explicar mejor porque esta así- el sueño iba apoderándose de mi cuerpo, aunque en el fondo percibía aun sus voces.

-¿Empeoro la marca?

-No diría que empeoro, pero pareciera que en este momento su cuerpo…

-Ella dijo… no debería de pasar… ¿será posible que…?

-Probablemente…alfa…será cuestión de días…

Poco a poco aquellas voces iban perdiéndose hasta que no pude escuchar ni una sola palabra. Caí en un sueño profundo y de alguna manera me sentía en paz, una paz que no había sentido en muchos años era tan hermosa que no quería despertar nunca, quería seguir en esa pequeña burbuja. De pronto sentí una pequeña presión en mis piernas y después en mis brazos, para al final sentir como lo que me abrigaba era quitado para después sentir mucho frio.

-Despierta, ¿acaso no dijiste que me ayudarías?- quise quejarme pero lo único que pude hacer fue acurrucarme a la persona que se había acostado a mi lado- No me quedara de otra que hacer yo sola aquellas galletas- al escuchar eso abrí rápidamente los ojos y me senté en la cama.

-No lo harías sin mi- le dije aun con mi tono de dormida- Mamá, me lo prometiste- estaba tallándome los ojos para poder ver bien y cuando lo hice mi madre tomo de mis cachetes y me dio un beso en la frente.

-Entonces tendrás que levantarte dormilona- la voz de mi mamá era dulce, como si el viento se encargara de hacerla llegar con cariño, su cabello negro caía hermosamente hasta su cintura y aquellos ojos oscuros irónicamente era el lugar más iluminado de su rostro- vístete y estaré esperando abajo, recuerda que hoy es la reunión y debemos tener todo listo- asentí mientras comenzaba a levantarme.

En ese entonces tenía alrededor de 8 años, iba en la primaria y estaba disfrutando de mis vacaciones. Como estábamos en una temporada cálida decidí ponerme un vestido que mi mamá había comprado para mi hace unos días, era un rosa pastel. El único problema siempre era mi cabello, era largo y al no llegar a un rizado, parecía que siempre se veía esponjado, no importaba que le hiciera. Aun así, mi mamá me había enseñado a recogerlo en una media cola y así era como podía controlarlo un poco más. Baje rápidamente y mi mamá ya me estaba esperando en la cocina.

-¿Acaso es Yona la que acaba de pasar por aquí?- pregunto mi padre mientras bajaba su periódico para poder verme- O por dios, si es ella- sabía que lo estaba diciendo para molestarme pero antes de poderle contestar algo mi mamá nos paró en seguida.

-Sera mejor que no empiecen, Yona me ayudara horneando unas galletas- mi mamá se había puesto a mi altura para acomodar un pequeño delantal en mi cuerpo.

-¿Unas galletas?

-Si, dijiste que hoy vendrían niños a la reunión, así que quiero darles de mis galletas- de pronto sentí como era levantada por la espalda seguido de muchos besos en mis mejillas

-La niña de papá está creciendo- mi papá me meneaba de un lado a otro mientras que seguía diciéndome esas cosas- promete que dejaras algunas para papá- me dijo mientras me dejaba de nuevo en el suelo, yo levante un dedo y él se quedó viéndome sin entender que pasaba.

-Solo te daré una- estoy segura de que quiso protestar pero yo me fui corriendo con mi mamá.

Horas después ya estaba todo listo, las galletas habían quedado muy ricas y además mi mamá me dejo usar unas figuras de animalitos, así que ahora había una variedad de galletas simulando diferentes animales. Comenzaron a llegar los invitados de mi padre, todos eran del trabajo y parecían algo relajados, tal como dijo si hubo niños, pero muy pocos. Aun así me puse a jugar con ellos y después de un rato me percaté de algo mientras volvía a la cocina a dejar el plato vacío de galletas. Todos los adultos se encontraban en el salón y afuera de él estaba un niño sentado, como si estuviera esperando que terminaran con la reunión. Al llegar a la cocina me encontré con mi mamá.

-¿Se acabaron todas? Tus galletas son todo un éxito- dijo mi mamá emocionada, hasta me dio un beso en la frente

-Todo es gracias a tu receta secreta mamá- ella me sonrió y tomo el plato de mis manos, de pronto me acorde del niño que había visto fuera del salón- oye mamá, ¿no se sentirá solo el niño que esta fuera del salón?- note que mi mamá se detuvo un poco y después volteo a verme- parecía muy aburrido y no me había dado cuenta antes así que tampoco pude darle de mis galletas

-Tal vez su padre no lo deja salir a jugar afuera como los demás niños- eso sonó aún más cruel, entonces vi lo que quedaba de la torta que había hecho mi mamá

-¿Podría llevarle un pedazo?- mi madre volteo a ver la torta- tú me has dicho muchas veces que no hay que dejar a nadie de lado, ¿No debería al menos ofrecerle eso? Tal vez se sienta solo- mi mamá dejo salir un pesado suspiro y después acaricio mi cabeza.

-Ahora me doy cuenta de que he criado a una buena niña- partió un pedazo de la torta y después la puso en un plato antes de dármela- tienes razón, nadie debe de sentirse solo, así que anda- le sonreí para después ir hacia donde estaba aquel niño.

Al rime acercando a él me di cuenta de que también su mirada se veía solitaria, como si estuviera acostumbrado a estar así, su cabello dorado era un poco largo, pero aun así solo llegaba hasta los hombros y cuando me vio venir levanto la vista.

-¿Por qué estás aquí solo? ¿Quieres?- le pregunte mientras le estiraba el plato, él dudo un momento y después de verme por segunda vez tomo el plato.

-Gracias- su voz era cortante, pero dulce

-¿No te gustaría ir a jugar con los demás afuera?- el niño negó con la cabeza. Entonces me senté a su lado

-¿No iras a jugar con los demás?- me pregunto, ahora su mirada no era tímida, más bien parecía tierna.

-No, la regla número uno es que en mi casa nadie debe de estar solo, así que prefiero quedarme aquí contigo- pude notar como levemente se avergonzaba- por cierto, mi nombre es Yona

-Soo-Won- su nombre lo repetí varias veces en mi cabeza, era la primera vez que escuchaba un nombre así

-Tu nombre es muy bonito- le dije y noté nuevamente como se avergonzaba, aun así comenzó a comer lentamente el pastel- ¿No te dejan salir con los demás niños?

-Mi cuerpo es muy frágil, suelo accidentarme con facilidad- ahora entendía por qué tenía que quedarse aquí dentro, pero se me hacía muy injusto que no disfrutara de los juegos como los demás. Así que me levante y tome su plato que ya llevaba a la mitad- ¿Qué haces?- puse el plato en la mesa y después le extendí las manos

-Vamos a jugar, prometo que te voy a cuidar

-¿Me vas a cuidar?- vi como soltaba una leve risa, era la primera vez que sonreía y de esa manera se veía aún más tierno que antes- puedo ver que soy mayor que tu

-Pero yo no soy frágil, así que voy a cuidarte, vamos- aun mantenía mis manos extendidas y él dudo en tomarlas- vamos Soo-Won, te prometo que nada va a pasarte- tomo mis manos aun con duda

-Voy a confiar en ti Yona- yo volví asentir mientas lo llevaba de la mano a divertirnos.

Desde ese día, prometí cuidar de él… ¿Cómo pude haberlo olvidado?

De pronto comencé a sentir como todo a mi alrededor cambiaba, poco a poco iba despertando de ese recuerdo y la habitación del consultorio iba tomando más forma hasta que comencé a sentir cada parte de mi cuerpo. Talle mis ojos y cuando quise enderezarme apareció Hak en mi campo de visión.

-Despertaste- aun cuando sabía que se trataba de Hak no pude evitar pensar en mi madre y como todo aquel recuerdo aun golpeaba mi mente.

-¿Dormí mucho?- pregunté mientras que Hak me ayudaba a sentarme

-Una media hora- dijo el doctor- ahora voy a acercarme a ti y hacer lo mismo que hice hace rato, ¿de acuerdo?- no se bien si me lo preguntaba a mi o a Hak pero aun así sentí. El doctor puso su dedo en mi mano y ahora no hubo ninguna reacción- ¿No sientes nada extraño?- negué con la cabeza.

-¿Todo se encuentra bien? ¿La marca?- pregunte y el doctor antes de contestar le lanzo una rápida mirada a Hak.

-No puedo decir que empeoro, pero, si se vio afectada Yona. Aun así, creo que después de que reposes y tu…y que Hak siga suministrándote feromonas todo volverá a la normalidad- estoy segura de que le iba a llamar mi alfa, pero aun así lo deje pasar.

-Entonces, ¿puedo irme?- el doctor asintió y después Hak me ayudo a pararme, aun me sentía débil, pero también sentía como poco a poco iba recuperando mi fuerza.

-Toma, este es el inhibidor que te suministre, en caso de que vuelva a suceder una situación como la de hoy, no dudes en utilizarlo- tome la caja y le di las gracias.

Cuando salimos de ahí fue en completo silencio, mi cabeza aun estaba en aquel sueño, en cómo después de tantos años había podido olvidar a Soo-Won. ¿Por qué eso si era un recuerdo verdad? Sentía que mi cabeza no lograba comprender del todo lo que estaba pasando, tal vez por eso era mi necesidad de cuidarlo, aquella niña aun quería mantener su promesa. No importaba cuantas vueltas quisiera darle a mi cabeza, el único que podría sacarme de la duda era el mismo Soo-Won.

Voltee a ver a Hak mientras conducía de camino de regreso, ¿ahora como diablos puedo decirle que necesito verlo?

***Notas de autor***

Primero que nada una disculpa por desaparecerme tanto tiempo, pero al empezar el año pareciera que no me daban tiempo de escribir nada T.T Aun así prometo que al menos habrá dos capítulos este mes…

Volvemos con nuestra parejita y siento que este capítulo ha tenido de todo un poco jaja Por lo mismo se van respondiendo poco a poco a las preguntas que tenemos desde hace ya tiempo. Soo-Won es importante para Yona, al menos la Yona de niña, pero al mismo tiempo tenemos a un Hak que no dejara que se acerque a él.

Espero leernos pronto y prometo no desaparecerme tanto tiempo.

Saludoooos :*