Notas: Segunda parte del capítulo anterior

PPP

Al escuchar semejante noticia, los ojos de Darcy se abrieron muy grandes por la sorpresa y empalideció. Posteriormente, Darcy apretó fuertemente los puños, para controlar los deseos que sentía de golpear al capitán Harris.

La Sra. Harris, parecía no haberse dado cuenta del estado de ánimo de Darcy, lo saludó amablemente. Le comentó que había conocido a la Srta. Darcy en el seminario hacía unos tres años, y posteriormente la había visto en Ramsgate hacía unos dos años.

Por el vestido que tenía la Sra. Harris, sumado a que había asistido al seminario más caro de Londres, Darcy dedujo con facilidad que provenía de una familia muy adinerada. Además, se enteró que tenía solo 18 años, y se habían casado hacía pocos días en Londres.

Recordó en ese momento que Lady Catherine había hablado despectivamente del capitán Harris, asegurándole que era un caza-fortuna. Lo cierto era que, hasta ese momento, no había pasado por la cabeza de Darcy que en solo 4 meses el capitán Harris se podía haber casado con otra dama.

Lamentablemente, ya no había nada que se pudiera hacer, tendría que darle la noticia a Anne. Tenía temor que su prima cometiera una imprudencia, o entrara en un estado de profunda depresión. Por otro lado, ya no era prudente que Anne se quedara en Ramsgate y viera nuevamente al capitán Harris. Anne no quería regresar a Rosings, y estaba seguro de que en su condición, los Matlock no la iban a recibir en su casa.

Era consciente que cada día que pasaba, se iban reduciendo cada vez más las opciones de Anne. Faltaban únicament meses para que el niño naciera. Era imperativo que convenciera a su prima para que se casara con otro caballero, o que entregara al niño en adopción. Pensó por unos instantes en escribirle esa misma noche una carta a Richard para contarle las noticias y pedirle que regresara para casarse con Anne, pero era consciente que era poco probable que recibiera la carta y pudiera regresar a tiempo a Inglaterra. Sabía que, en las circunstancias de Anne, solo un caza-fortuna iba a estar dispuesto a casarse con ella.

Miró a Elizabeth mientras bailaba con el Sr. Stuart, y sintió una opresión en el pecho. Necesitaba hablar con ella urgente. Tenía mucho temor de irse de Ramsgate, y no encontrarla cuando regresara. Afortunadamente, Elizabeth le había reservado la última pieza de la noche.

Después de bailar con el Sr. Stuart, Elizabeth bailó la siguiente pieza con el coronel Thompson, y posteriormente con el Sr. Holmes. Entre las piezas de baile, pudo conversar muy poco con Darcy. Sin embargo, notó que el caballero estaba muy serio y pensativo.

Darcy bailó solo con Mary y la Sra. Holmes. Durante esas piezas, no dijo prácticamente palabra. Sus pensamientos eran muy negativos, y sus ojos seguían los movimientos Elizabeth. Quería grabar en su memoria los detalles de su rostro; desde el brillo de sus hermosos ojos, sus largas pestañas, los hoyuelos de sus mejillas cuando sonreía y los rizos de su cabello que danzaban al compás de la música.

Finalmente, la última pieza de la noche estaba por empezar, Darcy escoltó a Elizabeth a un sector alejado de la pista de baile donde había pocas parejas. Poco después que la pieza comenzó, Darcy en voz baja le dijo, "Srta. Bennet, quisiera hablar mañana con usted sobre algo muy importante para mí." Hizo una pausa, y la miró a los ojos, tratando de expresar el profundo amor que sentía por ella con la mirada, y preguntó, "¿Me permite visitarla?"

Elizabeth se sonrojó, por unos instantes bajó la mirada, y posteriormente mirándolo a los ojos en un susurro, respondió, "Será un placer verlo mañana, Sr. Darcy."